El recinto modernista de Sant Pau es Patrimonio de la Humanidad |
Las obras de construcción del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau se iniciaron en 1902 y fueron toda una revolución para la arquitectura hospitalaria. El proyecto puso una atención especial a los espacios abiertos, la luz solar y el aire fresco, para ofrecer a los enfermos un confort y un cuidado hasta ese momento nunca vistos.
Su función como hospital, iniciada en 1930, finalizó en 2009 y muchas guías de viaje en papel anteriores al 2010, ni siquiera lo mencionan. Desde entonces, el recinto modernista de Sant Pau se ha ido rehabilitando y distintos espacios se han abierto al público.
Las exposiciones de cada uno de los pabellones, con información y fotografías ofrecen un recorrido por la historia del edificio con artículos publicados en su época, información de cómo era el antiguo Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y cómo ha evolucionado la medicina gracias a la exposición de instrumental médico de principios del siglo XX.
Pabellón de Administración
El Pabellón de Administración es la puerta de entrada al antiguo hospital |
Lo primero que ve el visitante que llega al recinto modernista de Sant Pau es el Pabellón de Administración, situado al final de la Avinguda Gaudí, en el Carrer de Sant Antoni Maria Claret esquina Carrer Cartagena.
La construcción de ladrillo, en forma de media luna, está presidida por una torre del reloj de 62 metros de altura y una gran escalinata que da acceso a un luminoso vestíbulo. Su profusión decorativa, tanto externamente como internamente, está cargada de simbolismos.
Los ángeles de piedra representan las virtudes (fe, esperanza y caridad), son obra del escultor aragonés Pablo Gargallo (1881-1934). El Pabellón de Administración también está decorado con 16 paneles de mosaico creados por el genovés Mario Maragliano (1864-1944) donde se ha representado la historia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. No olvides subir la escalera del vestíbulo hasta la Sala Domènech i Montaner.
La luz y el aire forman parte del diseño de Sant Pau |
La entrada principal del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau está situada en un ángulo de 45˚, mirando a la Sagrada Familia, que permite que la brisa marina llegue hasta el recinto hospitalario. Y es que su arquitecto, Lluís Domènech i Montaner (1849-1923), quiso dotar al Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (1910-2009) de un singular concepto de salud y belleza arquitectónica.
Desde finales del siglo XIX ya se sabía que los espacios amplios y bien ventilados reducían los contagios. Y aunque las vacunas empezaban a hacer acto de presencia, la mayoría de los tratamientos se limitaban al aislamiento de los pacientes para minimizar el riesgo de contagio.
Los pasillos subterráneos de Sant Pau permitían discreción y rapidez |
Tras pasar las puertas de cristal te espera el mayor recinto civil modernista de Catalunya donde se levantaban 27 pabellones destinados a diferentes especialidades médicas y que quedaban rodeados de jardines. Los árboles y plantas tenían una función sanitaria, ya que purificaban el aire y eran beneficiosos para los pacientes.
Todos los pabellones de Sant Pau son distintos, muestran abundante decoración escultórica, cerámica y de mosaico. Los pabellones están conectados por 2 km de pasillos subterráneos por donde los pacientes podían ser trasladados y circulaba el personal sanitario. Tienes dos escaleras de acceso: delante y detrás del Pabellón Central o Casa de Operaciones, que te llevarán hasta la Sala Hipóstila situada bajo el Pabellón de Administración.
Pabellón de la Purísima
Algunos pabellones del antiguo Hospital pueden hoy visitarse |
El primer edificio a mano izquierda, de los nueve pabellones centrales, corresponde al Pabellón de la Purísima, dedicado a la cirugía de especialidades femeninas. Un vestíbulo daba paso a mano izquierda a una sala de día de forma circular con cúpula decorada con cruces de Malta y a la sala de baños.
A mano derecha se encontraba el despacho médico y la Torre del Agua decorada con las iniciales de Pau Gil; benefactor del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, que donó su herencia para su construcción.
A continuación, se encontraba la sala de enfermería con 28 camas hospitalarias, donde ahora puede verse una fotografía de 1920 de cómo era la enfermería y al final, se encontraba la sala de aislamiento.
La puerta principal del Pabellón de la Purísima está presidida por la imagen de la Inmaculada Concepción flanqueada por dos ángeles, obra de Eusebi Arnau (1863-1933); uno de los escultores más importante del modernismo y autor de la mayoría de esculturas del recinto.
Pabellón de la Mare de Déu del Carme
En el recinto no encontrarás dos cúpulas, ni dos torres iguales |
El Pabellón de la Mare de Déu del
Carme fue utilizado inicialmente como pabellón femenino de medicina general y
después como pabellón de cirugía para mujeres. Su cúpula presenta decoración de
once nervaduras radiales y su fachada está presidida por la imagen de la Madre de
Dios del Carmen, también obra de Eusebi Arnau.
Casa de Operaciones
Llama la atención la modernidad de las instalaciones y la visión médica |
El edificio que se encuentra en el centro de la explanada corresponde a la Casa de Operaciones y fue construido por Lluís Domènech i Montaner entre 1902 y 1912. En la fachada destaca un friso de azulejos con los nombres de los médicos catalanes más ilustres de la época.
Las figuras de leones son obra de Pablo Gargallo y los ángeles de Eusebi Arnau. Su enorme sala acristalada fue utilizada como quirófano. La planta subterránea fue utilizada como sala de espera y almacén.
En la planta baja se encontraba la sala de anestesia y
postoperatorio y en el segundo piso, se encontraba el servicio de radiología y esterilización.
Pabellón de la Mare de Déu de la Mercè
La decoración floral está presente dentro y fuera de los pabellones |
Todos los pabellones situados en el lado izquierdo alojaban pacientes femeninas, mientras que el lado derecho estaba reservado a los varones. El Pabellón de la Mare de Déu de la Mercè estaba dedicado a ginecología.
Destaca su cúpula de mosaico ornamentada con
medallones de piedra y la Torre del Agua. La entrada principal está presidida
por la imagen de la Virgen de la Merced,
obra de Eusebi Arnau. En su interior destacan
las arcadas recubiertas de mosaico.
Pabellón de la Mare de Déu de Montserrat
Los pacientes podían tomar baños de sol y pasear al aire libre |
El Pabellón de la Mare de Déu de Montserrat es el último pabellón femenino del recinto modernista de Sant Pau y estaba dedicado a cirugía general. Posee un piso más que los otros pabellones, aunque su arquitectura es similar.
En un extremo destaca su gran cúpula y al otro lado una Torre del Agua. La letra G de Pau Gil se encuentra representada
decorando las barandillas, baldosas y medallones. En el balcón, sobre la entrada
principal, puede verse la imagen de la Virgen de Montserrat, obra de Eusebi Arnau.
Pabellón Central
Existen varios accesos al pasillo subterráneo |
El Pabellón Central ocupa el extremo opuesto al Pabellón de Administración. Corresponde a la segunda fase de construcción llevada a cabo entre 1922 y 1930 por Pere Domènech i Roura, hijo de Lluís Domènech i Montaner, para albergar el convento de las hermanas hospitalarias, cocinas y farmacia. La ausencia de mosaicos, forjados y esculturas se debe a la falta de presupuesto, cuando se acabó el dinero de la herencia de Pau Gil.
Pabellón de San Manuel
En el Pabellón de San Manuel se encuentra en la actualidad la Casa Asia |
Iniciado en 1923 por Lluís Domènech i Montaner y acabado por
su hijo Pere Domènech i Roura, el Pabellón
de San Manuel estuvo destinado a los pacientes masculinos de cirugía general.
Su diseño distinto a los otros pabellones, presenta decoración cerámica y la
imagen de San Manuel bajo el balcón.
Pabellón de San Rafael
En el Pabellón de San Rafael se ha reconstruido parte de la enfermería |
El Pabellón de San Rafael es un claro ejemplo de cómo era y cómo funcionaba un pabellón de enfermería a principios del siglo XX. El edificio construido entre 1914 y 1918 gracias al legado de Rafael Rabell i Patxot tenía capacidad para 28 camas hospitalarias y estuvo destinado a enfermedades no infecciosas del aparato digestivo.
Las esculturas de la fachada son obra de Eusebi Arnau y corresponden a la imagen de San Rafael con alas y Tobías con un pez, que el escultor cinceló con el rostro del hijo de Lluís Domènech i Montaner, Ricard Domènech i Roura, que falleció en 1915 a causa de una bronconeumonía.
La cúpula cubierta de cerámica presenta decoraciones en
cruz y aspas, mientras que la letra R que decora los mosaicos, hace referencia al
mecenas Rafael Rabell que pagó su construcción.
Pabellón de Sant Leopold
Los edificios de Sant Pau deben rodearse para contemplarlos |
El Pabellón de Sant Leopold fue construido
entre 1902 y 1912 para pacientes masculinos de medicina general. Presenta una cúpula
redonda con tejas en cerámica en forma de escamas. Una estatua de San Leopoldo obra de Eusebi Arnau preside la fachada, en sus
manos sujeta una iglesia que recuerda la torre del reloj del Pabellón de
Administración.
Pabellón de Sant Salvador
Sant Salvador fue el primer pabellón del Hospital de Sant Pau |
El espacio expositivo del Pabellón de Sant Salvador mide 1400 m2
y fue el primer pabellón en acoger enfermos el 30 de junio de 1916. El espacio
estaba dedicado a cirugía de especialidades masculinas. Como ya es habitual, la
fachada está presidida por el santo titular, en este caso San Salvador, obra de Eusebi Arnau.
La visita al recinto modernista
de Sant Pau es imprescindible para los amantes del modernismo, ya que es uno de los mejores ejemplos de la
arquitectura modernista y una magnífica joya del modernismo catalán. Sin duda, es el hospital más bonito del mundo.