El Hôtel Richer de Belleval de Montpellier

Montpellier
El Hôtel Richer de Belleval ha sido testigo de la historia de Montpellier

Ubicado en la emblemática Place de la Canourgue, el Hôtel Richer de Belleval es un edificio que encapsula siglos de historia arquitectónica y social de Montpellier. Su evolución, desde la residencia de los señores medievales hasta su actual uso como hotel de lujo y espacio artístico, refleja los cambios urbanos y culturales de la ciudad.

Orígenes medievales: el Palacio de Guilhem VI 

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Medallón con la representación del Santo Sepulcro en Jerusalén

En el siglo XII, el lugar donde se erige el Hôtel Richer de Belleval fue sede del Palacio de Guilhem VI, señor de Montpellier. En 1129, tras regresar de Jerusalén, mandó construir una capilla dedicada a la Santa Cruz, donde se conservaba una reliquia del “Lignum Domini”, un fragmento de la cruz de Cristo. Tanto la capilla como el palacio se convirtieron en residencia de los canónigos de la Catedral de Maguelone, de donde proviene el nombre actual de la Place de la Canourgue.

La residencia de Richer de Belleval


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El Hôtel Richer de Belleval se construyó en 1676 integrando estructuras más antiguas

En 1676, Charles de Boulhaco, miembro del Tribunal de Cuentas de Montpellier, adquirió el terreno para edificar su residencia. La construcción, influenciada por el clasicismo francés y los cánones italianos, combinó elementos preexistentes con nuevas estructuras, incorporando una fachada de gran simetría con balcones sostenidos por atlantes.

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Georges Richer de Belleval finalizó la construcción y dejó su impronta en el edificio

Ese mismo año, su hija contrajo matrimonio con Georges Richer de Belleval, presidente de la Corte y alcalde de Montpellier, además de ser heredero del prestigioso médico y botánico Pierre Richer de Belleval (1558-1623), fundador del Jardín de Plantas de Montpellier. En 1692, tras la muerte de Charles de Boulhaco, el hotel pasó a la familia Richer de Belleval, adoptando su nombre definitivo.

El Ayuntamiento de Montpellier en el siglo XIX 

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Grabado de la Plaza de de la Canourgue y el ayuntamiento (c. 1850)

En 1816, la ciudad de Montpellier adquirió el edificio para convertirlo en Ayuntamiento, función que cumplió hasta 1975. Durante este período, como sede del Gobierno municipal, el edificio fue adaptado para albergar oficinas administrativas y salas de reuniones, respetando en gran medida su distribución original. A lo largo del siglo XIX se realizaron diversas intervenciones para reforzar su estructura y modernizar sus instalaciones. 

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Escultura de Louis-Jacques Guigues en el patio de honor, siglo XIX

En 1827, el arquitecto municipal Jean Fovis diseñó una gran galería con columnas de orden dórico en la planta baja, aportando monumentalidad al vestíbulo de entrada. También se llevaron a cabo obras de conservación en la escalera monumental y en las salas de recepción, asegurando la preservación de sus elementos decorativos. Con el traslado del Ayuntamiento a una nueva sede en 1975, el edificio quedó en desuso y abandonado hasta su posterior reconversión en un hotel de lujo.

Un Hotel de 5 estrellas 

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Zona de descanso en el Hôtel Richer de Belleval

En 2016, el Hôtel Richer de Belleval fue adquirido por la empresa GGL Helenis, que emprendió un ambicioso proyecto de restauración en colaboración con el arquitecto Philippe Prost. La intervención arquitectónica respetó la estructura original del siglo XVII, recuperando frescos, estucos y detalles en piedra esculpida, al tiempo que modernizaba los espacios para adaptarlos a su nueva función. 

Hôtel Richer de Belleval
En el patio de honor se encuentra el restaurante Bistrot La Canourgue

Se incorporaron discretas soluciones contemporáneas, como la instalación de un tragaluz en el patio de honor, que permite la entrada de luz natural sin alterar la estética histórica del edificio. Además, el diseñador Christian Collot creó una ambientación que fusiona el patrimonio histórico con una estética moderna, empleando diseños florales, terciopelos, terrazo, mosaicos y la inclusión de obras de reconocidos artistas internacionales.

Las habitaciones del Hôtel Richer de Belleval


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La Suite “La Pierre”, salón recibidor

El Hôtel Richer de Belleval cuenta con 20 habitaciones, entre ellas 15 habitaciones y 5 suites, diseñadas por los hermanos Jacques y Laurent Pourcel en colaboración con el arquitecto Philippe Prost y el diseñador Christian Collot, quienes han sabido reinterpretar la esencia del lugar sin alterar su carácter patrimonial. 

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La Suite “La Pierre”, comedor

Cada habitación tiene una identidad propia y ha sido decorada con una atención meticulosa a los detalles, fusionando elementos clásicos y contemporáneos. En el primer piso, predominan los tonos pastel, molduras ornamentadas, dorados sutiles y suelos de marquetería, evocando la calidez de los antiguos gabinetes de curiosidades.  

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La Suite “La Pierre”, dormitorio

En el segundo piso, la estética es más audaz, con una paleta de colores intensosterciopelosespejos envejecidos y lámparas de diseño. Las suites, situadas en las zonas más privilegiadas del edificio, destacan por su amplitud y ofrecen vistas panorámicas sobre los tejados de Montpellier y las agujas de sus iglesias. Todas las habitaciones combinan baños de mármol, estucos originales y mobiliario seleccionado sumergiéndote en un ambiente de sofisticación.

Fachada clasicista


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La fachada cuenta con un balcón de hierro forjado sostenido por dos atlantes

La fachada principal, que da a la Place de la Canourgue, sigue los principios de la arquitectura clasicista, con nueve ventanas en cada nivel y un balcón central sostenido por dos atlantes de orejas puntiagudas, un motivo poco común en Montpellier, pero frecuente en la Provenza. En su restauración, se mantuvieron los tonos originales en piedra y carpintería, asegurando su integración con el entorno histórico.

Vestíbulo columnado

 

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El vestíbulo, con su decoración original restaurada, da la bienvenida a un entorno de lujo

El vestíbulo del Hôtel Richer de Belleval es un elegante espacio de transición entre el exterior clasicista del edificio y la riqueza ornamental que nos espera en su interior. Concebido originalmente como un espacio de recepción de gran prestancia, ha conservado su distribución histórica y elementos originales del siglo XVII. En el techo destaca un mosaico de Jim Dine de más de 30 m², creado en colaboración con la Manufactura de Sèvres, de 105 corazones de gres esmaltado.

Escalera monumental


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Originalmente, fue diseñada como una escalera de doble rampa

Uno de los elementos más icónicos del Hôtel Richer de Belleval es su escalera monumental, diseñada en el siglo XVII como un símbolo de prestigio y nobleza. Originalmente, fue diseñada como una escalera de doble rampa con amplios descansillos, pero fue modificada en el siglo XVIII y transformada en una escalera imperial, con dos rampas simétricas ascendentes enfrentadas y descansillos decorados.

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En la escalera monumental, se encuentran bustos esculpidos de emperadores romanos

El juego de volúmenes y la estudiada distribución de la luz natural confieren a la escalera una sensación de amplitud palaciega. Destacan los bustos de emperadores romanos, esculpidos en piedra y dispuestos sobre pedestales, atribuidos al escultor Jean Sabatier, cuya obra se caracteriza por su realismo y detallismo anatómico. En el siglo XVII, la representación de emperadores era común en residencias nobles y edificios públicos como un reflejo de prestigio, sabiduría y autoridad.

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Figuras fantásticas y colores vibrantes dan vida a “Longue-vue”, obra de Marlène Mocquet

Sobre el techo de la escalera, Marlène Mocquet ha creado la obra “Longue-vue”, una pieza que combina elementos pictóricos y escultóricos. Inspirada en la estética del Jardín de las Delicias de El Bosco y en la iconografía de la infancia, la intervención transforma el recorrido por la escalera en una experiencia visual envolvente, donde figuras fantásticas, colores vibrantes y un conjunto de aves parecen cobrar vida.

Patio de honor


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Un espacio que alberga el Bistrot La Canourgue y los desayunos en un entorno histórico

El patio de honor del Hôtel Richer de Belleval es un espacio central que articula la distribución del edificio y enfatiza su carácter señorial. Concebido en el siglo XVII como un núcleo de representación y acceso, este patio se distingue por su equilibrio arquitectónico, con fachadas de vanos simétricos y un diseño que resalta la monumentalidad del conjunto. La pavimentación en piedra, restaurada con técnicas tradicionales, refuerza su conexión con la arquitectura original.

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El patio de honor, corazón del edificio, conserva su arquitectura original del siglo XVII

Uno de los elementos más destacados del patio de honor es el tragaluz contemporáneo, una cubierta de cristal y metal añadida en 2016. Esta estructura moderna permite que la luz natural inunde el espacio sin alterar la armonía histórica del edificio. Su diseño liviano mantiene la percepción de amplitud del patio y lo convierte en un área protegida de las inclemencias para los visitantes. 

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Mascarón de piedra esculpido en el patio de honor

El patio de honor conserva elementos decorativos originales de gran valor. A lo largo de su historia, ha sido testigo de importantes transformaciones, desde su uso como espacio representativo de la residencia noble hasta su adaptación en el siglo XIX como acceso principal del antiguo ayuntamiento. Hoy, restaurado y revalorizado, este patio se ha convertido en un punto focal del hotel donde se sirven los desayunos y donde se encuentra el restaurante gastronómico Bistrot La Canourgue.

Bistrot La Canourgue


Hôtel Richer de Belleval
Espárragos verdes con salsa holandesa y cromesquis de queso Comté

Ubicado en el patio de honor del Hôtel Richer de Belleval, el Bistrot La Canourgue es una de las tres propuestas gastronómicas del hotel, ofreciendo una cocina refinada con el sello de los chefs Jacques y Laurent Pourcel. Abierto todos los días de la semana, recibe a los comensales para el almuerzo (12:00 - 13:45) y la cena (19:00 - 21:45), con una carta que apuesta por los productos de temporada y la tradición culinaria mediterránea reinterpretada con creatividad. 

Hôtel Richer de Belleval
Filete de lubina a la plancha, espaguetis de calabacín, tomate confitado y tempura de calamares

Inspirado en la tradición de los bistrós franceses, su propuesta se basa en un menú bistronómico único, disponible tanto a mediodía como por la noche, adaptándose a los productos de temporada. La carta ofrece una cuidada selección de entrantes para compartir, permitiendo a los comensales personalizar su experiencia gastronómica. Desde un plato único (28 €) hasta un menú completo con entrante, plato y postre (54 €), pasando por la opción intermedia de entrada y plato o plato y postre (42 €).

Hôtel Richer de Belleval
Tarta de queso con mermelada de leche, fresas confitadas y crujiente speculoos con coco

Los sabores mediterráneos dominan la propuesta, con una cocina que pone en valor los ingredientes locales, desde pescados frescos hasta carnes de productores cercanos, sin olvidar las influencias exóticas que caracterizan la cocina de los Pourcel. Aquí, las técnicas de alta gastronomía se aplican aquí con un enfoque más sencillo, privilegiando cocciones precisas, equilibrios de sabores y presentaciones cuidadas.

Salon des Gypseries


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Fresco de Ceres, diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad

Concebido en el siglo XVII para la recepción de invitados, el Salon des Gypseries, o Salón de los Estucos, es una de las estancias más ornamentadas del Hôtel Richer de Belleval. Un espacio que destaca por su excepcional trabajo en relieves de yeso (gypseries), una técnica decorativa propia de los siglos XVII y XVIII utilizada en los interiores más refinados de la nobleza. Este salón refleja el gusto por la opulencia y la maestría artesanal que caracterizó la arquitectura de la época. 

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Cariátide dorada flanqueada por esclavos

Las paredes y el techo del salón están ricamente decorados con estucos en forma de volutas, guirnaldas, elementos florales y alegorías clásicas, evocando la mitología y las artes. Destaca el gran fresco central del techo, que representa a Ceres, diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, enmarcada por cuatro medallones unidos por guirnaldas en estuco. Otro elemento notable es una escultura en relieve de una sensual cariátide dorada flanqueada por esclavos, que corona el Trofeo de las Bellas Artes y el Saber.  

Salon d’Architecture


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Friso decorado con las iniciales de Anne de la Croix de Candillargues

Uno de los elementos más distintivos del Salon d’Architecture es su friso mural, decorado con entrelazados geométricos y motivos florales que evocan la tradición ornamental de los grandes palacetes franceses. Destaca el monograma ACC, elegantemente integrado en la decoración del techo, que se cree representa las iniciales de Anne de la Croix de Candillargues, esposa de Charles de Boulhaco, los primeros propietarios del edificio.

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Detalle de la decoración de la bóveda del Salon d’Architecture

El techo, ricamente ornamentado con un efecto de trampantojo, presenta delicadas figuras alegóricas que hacen referencia a la arquitectura clásica, como guirnaldas, capiteles y volutas. Las paredes, en tonos neutros y dorados, destacan por su equilibrio compositivo, enmarcando grandes paneles de relieves esculpidos. Además, las puertas de algunos de los salones del Hôtel Richer de Belleval son de estilo Luis XV, con ornamentación en madera y detalles dorados.

Restaurante Jardin des Sens


Hôtel Richer de Belleval
El Jardin des Sens es la expresión más refinada de la cocina de Jacques y Laurent Pourcel

Los salones históricos del Hôtel Richer de Belleval han sido transformados en los elegantes comedores del Jardin des Sens, el prestigioso restaurante inaugurado en 2019 y dirigido por los chefs Jacques y Laurent Pourcel. Lejos de ser un simple restaurante de hotel, este espacio se define como un restaurante dentro de un hotel, donde la excelencia gastronómica se combina con el esplendor patrimonial del edificio. Su propuesta gastronómica combina la tradición mediterránea con influencias de los viajes de los hermanos Pourcel alrededor del mundo.

Hôtel Richer de Belleval
Con una estrella Michelin, su cocina fusiona tradición mediterránea e influencias exóticas

El restaurante ha sido galardonado con una estrella Michelin y figura en la prestigiosa selección “Table Gourmande” de Gault & Millau 2024, consolidándolo como una de las mesas más destacadas de Montpellier. Los comensales pueden elegir entre un menú de 10 servicios (190 €) que equilibra técnica y armonía de sabores, un menú de 15 servicios (240 €) para una experiencia más inmersiva, o un menú almuerzo de 5 servicios (120 €), disponible los viernes y sábados, que ofrece una versión más accesible sin renunciar a la excelencia.

Bar L’Élytre en el Salon à l’Italienne


Hôtel Richer de Belleval
Bajo una atmósfera sofisticada, la barra del Bar L’Élytre invita a disfrutar de cócteles únicos

El Salon à l’Italienne, o Salón Italiano, fue antiguamente utilizado como salón de bodas durante la época en que el Hôtel Richer de Belleval fue sede del Ayuntamiento, y hoy es uno de los espacios más emblemáticos del edificio, y un exclusivo bar donde disfrutar de un cóctel o algo para picar. Su diseño original reflejaba la influencia de la arquitectura italiana del siglo XVII, caracterizada por volúmenes armoniosos, iluminación natural equilibrada y una decoración suntuosa

Hôtel Richer de Belleval
Gambas crujientes “mayo” al curry (15 €)

Actualmente, el salón alberga el exclusivo Bar L’Élytre, un espacio abierto al público desde las 10:00 hasta la medianoche, independientemente de si se está alojado o no en el hotel. Este elegante bar ofrece una cuidada selección de tés y pastelería, así como una variada carta de cócteles de autor (19 €). Para quienes deseen acompañar su visita con un aperitivo, se sirve un refinado surtido de tapas (desde 10 €) en horario de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 22:00. 

Hôtel Richer de Belleval
“Hommage à un Esprit Libre”, obra de Jan Fabre

Uno de los elementos más distintivos del salón es su bóveda adornada con élitros de escarabajos en mil tonos de verde. La antigua apertura en el techo, que permitía la entrada de luz, es ahora una obra de arte: “Hommage à un Esprit Libre”, creada por el artista flamenco Jan Fabre. Concebida específicamente para este espacio, la pieza rinde tributo a Pierre Richer de Belleval, médico del rey y fundador en el siglo XVI del primer Jardín de Plantas de Francia, en Montpellier. 

Hôtel Richer de Belleval
Escarabajos del género Sternocera aequisignata de hermosa iridiscencia esmeralda metálica

La instalación, situada en el tragaluz que ilumina la estancia, está compuesta por cinco paneles en bajorrelieve, elaborados meticulosamente con miles de alas de escarabajo ensambladas durante meses de trabajo artesanal. Este material, característico del universo artístico de Fabre, confiere a la obra un brillo iridiscente y un dinamismo cambiante según la incidencia de la luz natural. El diseño interior del Bar L’Élytre ha sido concebido como un gabinete de curiosidades, con una ambientación elegante.

Hôtel Richer de Belleval
Detalle de la obra “Hommage à un Esprit Libre”

Alojarse en un hotel de cinco estrellas como el Hôtel Richer de Belleval es una experiencia inolvidable donde la exclusividad, el confort y el arte se combinan en un entorno incomparable. Su variada oferta gastronómica ofrece experiencias adaptadas a distintos presupuestos. Tanto si uno se puede permitir una estancia exclusiva en sus habitaciones, como si solo se puede disfrutar de un café en el Bar L’Élytre, un almuerzo en el Bistrot La Canourgue o una cena especial en el Jardin des Sens, el Hôtel Richer de Belleval invita a sumergirse en su historia y encanto únicos. Además, como miembro de la prestigiosa asociación Relais & Châteaux, se garantiza un servicio de excelencia.

Más información: Hôtel Richer de Belleval. Dirección: Place de la Canourgue, 34000 Montpellier. Teléfono: +33 499 661 818. Precio habitación: desde 260 € por noche. Web: Hôtel Richer de Belleval

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El Castillo de Cardona: Patrimonio histórico y escenario de cine

Castillo de Cardona
El Castillo de Cardona es conocido como la fortaleza inexpugnable

En lo alto de un promontorio que domina el valle del Cardener, el Castillo de Cardona se alza como un testigo milenario de la historia de Catalunya. Fundado alrededor del 886 por orden del conde Guifré el Pilós (Wifredo el Velloso), el mismo que construiría el Monasterio de Santa María de Ripoll, fue evolucionado a lo largo de los siglos.

Rincones imprescindibles del Castillo de Cardona 

Castillo de Cardona
Baluarte de la Torre

Este imponente conjunto fortificado de unos 62000 m2 ha sido escenario de intrigas medievales, resistencia en conflictos bélicos y el centro de poder vinculado a la influyente familia de los Cardona. Sus murallas, torres y baluartes cuentan historias de nobleza, fe y guerra, mientras que la Basílica de Sant Vicenç es un referente del primer románico catalán. 

Castillo de Cardona
Distribución de las dependencias del Castillo de Cardona

Recorrer los puntos más destacados del Castillo de Cardona es sumergirse en un viaje por la Edad Media, la arquitectura defensiva y las leyendas que envuelven sus piedras. Desde la imponente Torre de la Minyona hasta la intrincada red de baluartes que protegían la fortaleza, cada rincón guarda un fragmento de un pasado que aún resuena entre los muros de este castillo ¡jamás conquistado por la fuerza de las armas!

Corona de baluartes (siglos XVII-XIX) 

Castillo de Cardona
Es posible recorrer un tramo del foso perimetral para observar las defensas del Castillo de Cardona

Lo primero que nos va a llamar la atención es el conjunto defensivo del Castillo de Cardona. Fue construido entre los años 1690 y 1795, rodeando toda la montaña donde se asienta el castillo. Consta de siete baluartes con muros de hasta 4 metros de grosor y cien troneras para artillería. La riqueza que proporcionaban las Minas de Sal de Cardona hacían necesaria que esta posición fuera protegida contra cualquier enemigo

Castillo de Cardona
Baluarte de Santa María visto desde la Torre de la Minyona

Subiendo en coche, antes de llegar al aparcamiento, el primer baluarte que veremos es el Baluarte de Santa María, situado en la parte norte de la fortificación, seguido, en sentido contrario a las agujas del reloj, por el Baluarte de Sant Carles, Baluarte del Caballero o de Sant Ambròs, Baluarte de Sant Llorenç, donde se encontraba la puerta principal entre los siglos XVII y XIX, el Baluarte de Sant Vicenç que fue reconstruido en 1810 y el Baluarte de Sant Pere con su garita “del Diablo”, que serían reparados en el año 1693 por orden de Juan Clarós Alonso Pérez de Guzmán el Bueno (1642-†1713), Virrey de Catalunya y duque de Medina Sidonia.

Casamatas (1811-1813)

Castillo de Cardona
Esta casamata se construyó para protegerse de las tropas napoleónicas

Esta batería cubierta o búnker ya existía en el siglo XVIII, pero lo que podemos ver en la actualidad se realizó durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). Las casamatas fueron construidas entre los años 1811 y 1813, en un momento crucial en el que las tropas napoleónicas ocupaban gran parte del territorio. Su función principal era proteger de la artillería enemiga, a la guarnición del castillo y a sus cañones, así como servir como punto estratégico de defensa en caso de asedio. Una inscripción en su entrada atestigua su finalización en 1813, bajo el reinado de Fernando VII (1784-†1833).

Torre del Homenaje o Torre de la Minyona (siglos X-XX) 


Castillo de Cardona
La construcción defensiva más antigua del Castillo de Cardona es la torre de la Minyona

Situada en el punto más alto del castillo, la torre cilíndrica original medía 25 metros de altura y 10’5 metros de diámetro. Su función era de vigilancia y representación del poder señorial. Hoy, la torre mide 12’5 metros debido a las reformas militares realizadas entre 1794 y 1810 para evitar que sirviera de referencia artillera. Unas escaleras permiten subir a lo alto de la torre y contemplar el extenso panorama a los pies del castillo.

La leyenda de la Minyona

Castillo de Cardona
Adales permaneció encerrada en la Torre de la Minyona hasta su muerte

En el siglo XVIII, surgió la leyenda de la Minyona (doncella, en español), que cuenta el romance entre una joven noble, hija de los vizcondes Ramon Folc I (1040-†1086) y Enguncia de Osona (*-†1062). En el siglo XI, la joven Adales se enamoró del caudillo musulmán que vivía en el Castillo de Maldà. Para evitar este amor prohibido, los padres encerraron a Adales en la Torre del Homenaje. Triste y desconsolada, Adales murió en la torre, sin que el amor de su príncipe pudiera salvarla.
 
Castillo de Cardona
Las visitas guiadas permiten acceder al interior de la torre

El musulmán, convertido al cristianismo, levantó una cruz de piedra como muestra de su fe y su amor, y nunca se desposó con otra mujer, ya que su amor era verdadero. Desde entonces, se dice que el fantasma de Adales vaga por el castillo de Cardona, buscando a su amado o quizás, buscando venganza por su trágico destino. Algunos afirman que el fantasma es el alma en pena del caudillo musulmán.

Capilla de San Ramón Nonato (siglos XVII-XX) 


Castillo de Cardona
Una placa conmemora el suceso de San Ramón Nonato ocurrido en Cardona

Construida entre 1681 y 1683 por la familia ducal en honor a San Ramón Nonato, protector de las mujeres embarazadas, la capilla fue reformada en 1962 bajo la dirección del arquitecto Camil Pallàs. Según la tradición, San Ramón Nonato era familiar de los Vizcondes de Cardona, y de camino a Roma para recibir el birrete cardenalicio, pernoctó en 1240 en el Castillo de Cardona.

Cardona
Compendio de la vida y milagros del glorioso Cardenal San Ramon Nonnat (1714)

San Ramón Nonato cayó enfermo durante su estancia en el castillo de Cardona y cuenta la leyenda, que a pedir el Viático (la extremaunción), fue el propio Jesucristo, acompañado de ángeles vestidos de mercedarios, quien le dio la Eucaristía al santo. En la habitación donde murió San Ramón Nonato, llamada “Cambra d’En Perot Call” mandó la duquesa Doña Catalina de Aragón y Sandoval (1635-†1697) construir la capilla del siglo XVII.

Palacio Ducal y Parador Nacional 


Castillo de Cardona
Entre el patio de armas y el claustro gótico se encontraba la Sala Dorada

A lo largo de los siglos, el Castillo de Cardona ha experimentado numerosas transformaciones debido a su uso ininterrumpido y a los conflictos bélicos que marcaron su historia. Durante la Guerra de Sucesión y, especialmente, en las Guerras Carlistas, sufrió importantes daños, que se agravaron con los bombardeos de la Guerra Civil de 1936. Estas destrucciones han dificultado la reconstrucción fiel de sus distintas fases arquitectónicas.

Parador de Cardona
Imagen antigua del Parador Nacional de Turismo (1970)

Una escalera exterior al norte y varios ventanales de clara influencia románica y gótica sugieren que la construcción original data de los siglos XII y XIII, aunque la parte meridional del palacio fue añadida posteriormente. Por un arco ojival se accede al patio y entre éste y el claustro gótico se encontraba la Sala Dorada, denominada así por su rica decoración. Un inventario del 20 de agosto de 1584, realizado por orden de los duques de Cardona, revela la opulencia de la residencia ducal.

Castillo de Cardona
Fotografía de la película "Campanadas a medianoche" filmada en el Castillo de Cardona en 1964

El palacio albergaba tapices de oro, seda y lana, capaces de cubrir hasta 89 metros de pared, con algunos ejemplares de hasta 15 metros de longitud. Además, se documentaron 75 tapices y 14 alfombras de gran tamaño, de entre 4 a 7 metros de lado. Los registros históricos también mencionan la existencia de un "Parque de selvatgines", un terreno dentro del castillo destinado a la cría de animales salvajes y de caza.

Parador de Cardona
Imagen antigua del Parador Nacional de Turismo (1970)

Antes de la construcción del Parador Nacional de Turismo, el castillo conservaba aún la distribución de salas y almacenes de épocas pasadas. Se podían apreciar elementos góticos y medievales en el patio ducal, alrededor del cual se erigía el palacio señorial. En su centro se encuentra aún la gran cisterna subterránea, oculta bajo el empedrado.

Parador de Cardona
El castillo de Cardona fue el primer parador de Catalunya y el quinto de la red estatal

En la cara norte del palacio se hallaba la Sala dels Entresols, donde en 1534 se resolvió un litigio entre el rector de Sant Miquel y el abad de Sant Vicenç, con el duque Ferran Ramon Folc y el canónigo Joan Soler de Guissona como árbitros. Sin embargo, parte de las antiguas dependencias fueron restauradas y adaptadas para albergar el Parador Nacional de Turismo, permitiendo a los visitantes experimentar de cerca la grandeza de este castillo. El Parador de Cardona está cerrado en la actualidad por reformas.

Patio de armas del palacio del castillo (siglos XII-XX)


Castillo de Cardona
Imagen antigua del patio de armas del palacio del castillo

Centro de la vida palaciega entre los siglos XII y XIV, donde residieron los vizcondes y condes de Cardona con su séquito. Este espacio fue el núcleo de la Casa del Señor, en un ambiente cortesano inspirado en la corte real de Barcelona. Sus pabellones albergaban fastuosas estancias decoradas con tapices, mobiliario de lujo y arcones repletos de documentos, testimonio del poder de la familia. Aquí se celebraban audiencias, banquetes y acuerdos estratégicos que consolidaron la influencia de los señores de Cardona en el territorio.

Porches: mitad castillo, mitad canónica (siglos XI-XX)

Castillo de Cardona
La comunidad religiosa estaba formada por una docena de canónigos, liderados por un abad

Una estructura porticada conectaba el patio del palacio con el recinto monástico de Sant Vicenç. Su origen se remonta a la donación de esta área a la abadía en 1040. En la parte meridional del claustro, junto a la casa de los canónigos, se encontraba la residencia del abad que, en tiempos de ocupación militar, como en la guerra de sucesión, se convertiría en la casa del gobernador

Claustro (siglos XIV-XX)


Iglesia de Sant Vicenç
Delante de la fachada de la iglesia encontramos el pequeño claustro de arcos góticos

Construido hacia 1330, este claustro presenta columnas cuadrilobuladas y capiteles decorados con cardos y el escudo de los señores de Cardona, símbolos de su linaje y poder feudal. A diferencia de la mayoría de los claustros monásticos, este se encuentra frente a la iglesia y no en un lateral, debido a la topografía accidentada de la montaña. Con unas medidas reducidas de 10,5 metros de largo por 7,5 de ancho, su diseño responde a la necesidad de adaptar el espacio conventual a un terreno irregular

Iglesia de Sant Vicenç
Los capiteles están decorados con cardos y el escudo de los señores de Cardona

Posee cinco arcos en los lados mayores y tres en los menores, apoyados sobre columnas con capiteles esculpidos, algunos de los cuales fueron recuperados tras siglos de transformaciones militares. En su parte superior existía un sobreclaustro, que comunicaba directamente el palacio de los señores con la Iglesia de Sant Vicenç, permitiendo su acceso privado a los servicios religiosos sin necesidad de atravesar el resto del conjunto monástico.

Iglesia de Sant Vicenç (1019-1040)


Castillo de Cardona
Presentación de Cristo en el Templo

Perfecta muestra del primitivo románico catalán, su construcción fue impulsada en 1019 por el Vizconde de Cardona Bermon I (1005-†1030), aconsejado por el Abad Oliba (971-†1046), obispo de Vic y Ripoll. Fue la primera iglesia parroquial de Cardona y su construcción hubo de acabarla San Eribaldo, obispo de Urgell y señor de Cardona, hermano de Adales, la de la leyenda. De planta basilical con tres naves cortadas por un crucero poco desarrollado, combina influencias carolingias con la experimentación arquitectónica del románico meridional.

Pórtico (1019-1040)


Iglesia de Sant Vicenç
Cristo en Majestad (Maiestas Domini)

Lo primero que llama la atención es un vestíbulo monumental que, desde el siglo XII, acogió los enterramientos de los señores de Cardona. El pórtico o nártex de la Iglesia de Sant Vicenç, cubierto por bóvedas de arista, fue decorado a finales del siglo XII con un extraordinario ciclo pictórico atribuido a la escuela del Maestro Polinyà. Las pinturas originales se conservan en el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), mientras que en el pórtico se exhiben reproducciones fieles a las originales.

Iglesia de Sant Vicenç
Asunción y Glorificación de María

La decoración mural se divide en dos grandes relatos. Por un lado, con escenas del Nuevo Testamento, como el Cristo en Majestad (Maiestas Domini), rodeado por los símbolos de los evangelistas y un conjunto de ángeles. Junto a esta imagen, que refuerza la solemnidad del espacio, se encuentran la Presentación de Cristo en el Templo, la Asunción y Glorificación de María y la Flagelación de Cristo.

Iglesia de Sant Vicenç
La defensa de Girona en 1285

El otro gran relato de este pórtico es la pintura añadida a finales del siglo XIII. Se trata de la escena, que muestra la defensa de Girona en 1285. Un episodio de la cruzada que Felipe III de Francia (1245-†1285), lanzó contra Pedro III de Aragón (1240-†1285). Entre las figuras representadas aparece el vizconde Ramon Folc VI de Cardona (1259-†1320), líder destacado en la resistencia contra el asedio francés. En la composición se pueden ver caballeros en combate, soldados defendiendo las murallas y los escudos de los Cardona, Anglesola, Entença, Montornès, el escudo real de Francia, el del duque de Borgoña y el de Carlos de Valois.

Iglesia de Sant Vicenç
En el pórtico se celebraban procesiones y penitencias públicas

La combinación de lo sagrado y lo bélico en un mismo espacio no es casual. El pórtico, concebido como lugar de acogida y tránsito espiritual, se convierte también en un espacio de exaltación nobiliaria, donde la familia Cardona refuerza su prestigio vinculando su linaje tanto a la protección divina como a la defensa del territorio. En los extremos del nártex, unas puertas dan acceso al tejado y a la tribuna privada de los señores de Cardona.

Tribuna (1019-1040)


Iglesia de Sant Vicenç
Acceso a la tribuna reservada a los señores de Cardona

Estructura elevada sobre el pórtico, reservada para los señores de Cardona. Tenía acceso desde el pórtico y desde el segundo piso del claustro. Un elemento poco común en la región y en su estilo. Desde esta tribuna, los señores asistían a los oficios sin mezclarse con el clero ni la comunidad. Su ubicación privilegiada, con vistas directas al altar mayor, subraya el poder de la familia sobre la canónica.

Nave (1019-1040)


Iglesia de Sant Vicenç
Nave central Iglesia de Sant Vicenç

Dividida en tres secciones, la nave central, con 6,5 metros de ancho y 18,7 metros de alto, es notable por sus grandes ventanales, una característica poco común en la arquitectura catalana del siglo XI. Doce pilares cruciformes elevan la bóveda de cañón de la nave central hasta los 19’8 m. Las bóvedas de los laterales son de crucería y miden 9 m de altura.

Transepto (1019-1040) 


Iglesia de Sant Vicenç
Una de las pocas tumbas que se conservan en el suelo del transepto de la Iglesia de Sant Vicenç

En el transepto de la Iglesia de Sant Vicenç fueron enterrados los miembros del linaje de Cardona hasta el siglo XVI. Posteriormente, acogió tumbas de abades y canónigos, aunque muchas fueron destruidas durante la ocupación militar. El crucero presenta una estructura sobria y equilibrada, con bóvedas semicirculares en sus extremos que apenas sobresalen del plano de la nave.

Iglesia de Sant Vicenç
La Iglesia de Sant Vicenç dispone de tres naves: una central y dos laterales

Sobre él se eleva una cúpula octogonal sobre trompas, considerada la más antigua conservada en España, un testimonio excepcional de la arquitectura románica. En los extremos del crucero se encuentran dos mausoleos, que albergan los sepulcros de dos importantes figuras históricas vinculadas al castillo:

Panteón del duque Ferran I (siglo XVI)


Iglesia de Sant Vicenç, Cardona
Panteón del duque Ferran I

A la izquierda encontramos la tumba en alabastro que alberga los restos del duque Ferran Ramon Folc I (1469-†1543) y su esposa Francesca Manrique de Lara. (1470-†1529) está situada a la izquierda del altar mayor de la iglesia. Esta obra funeraria, realizada en el siglo XVI, es un testimonio del poder y prestigio de la familia Cardona. El sepulcro se encuentra en un arcosolio de estilo renacentista profusamente decorado con motivos geométricos, vegetales y florales.

Iglesia de Sant Vicenç
Detalle del panteón del duque Ferran I y su esposa Francesca Manrique

En la tapa del arca, yacen las figuras de Ferran y Francisca, ricamente ataviados y coronados. El duque, vestido con armadura, reposa su cabeza sobre su brazo izquierdo, mientras que su esposa, con un rosario en las manos, descansa plácidamente. La tumba está adornada además con figuras de dos ángeles que sostienen la lápida mortuoria, y las figuras de San Sebastián y San Jerónimo.

Sepulcro del conde Joan Ramon Folc I (1668)


Iglesia de Sant Vicenç, Cardona
Sepulcro del conde Joan Ramon Folc I

Frente al anterior sepulcro, encontramos el monumento funerario en mármol encargado por el duque Lluís Ramon Folc en 1668 para albergar los restos de su tatarabuelo, el segundo conde de Cardona. Joan Ramon Folc I (1375-†1441) que fue Almirante de la flota de la Corona de Aragón, descansa en un sepulcro realizado por Joan y Francesc Grau, grandes representantes de la escuela barroca.

Iglesia de Sant Vicenç, Cardona
Detalle del monumento funerario de Joan Ramon Folc I

La gran urna funeraria es sostenida por leones y se conserva una inscripción latina que puede verse en la parte inferior de la lápida, donde se resumen las gestas y títulos del conde de Cardona. El diseño, de líneas solemnes y equilibradas, refleja la tradición funeraria nobiliaria del siglo XVII, combinando elementos heráldicos con una estética monumental. La presencia de los leones, símbolo de poder y protección, refuerza la imagen de Joan Ramon Folc I como un pilar del linaje de los Cardona y de la Corona de Aragón.

Cripta (1019-1040)


Iglesia de Sant Vicenç
La luz natural en un espacio subterráneo es un rasgo inusual que realza su encanto

La capilla subterránea que se extiende bajo el presbiterio y el ábside central, mide unos 10 m de fondo por unos 5 m de ancho y 2’65 m de altura. Conocida como la Capilla de las Reliquias o de la Santa Espina porque albergó notables reliquias de San Sebastián, de Santa Úrsula y de Santa Inés. Destacan la luz de la cripta, ya que, al estar todo el edificio elevado sobre un montículo, permite que entre la luz solar por las ventanas.

Iglesia de Sant Vicenç
Antiguamente, la cripta estaba decorada con pinturas medievales

Las tres naves están cubiertas por bóvedas de arista con dos hileras de columnas rústicas monolíticas. Las columnas, de capiteles troncopiramidales, reflejan una austeridad propia del primer románico catalán, mientras que la disposición de sus bóvedas recuerda estructuras carolingias. Su acceso original era lateral, pero en el siglo XVII se añadió la entrada frontal decorada con pinturas de San Miguel, San Sebastián y San Francisco.

Presbiterio (1019-1040)


Iglesia de Sant Vicenç
En el presbiterio, los señores de Cardona juraban fidelidad a San Vicente

El presbiterio de la Iglesia de Sant Vicenç se encuentra bastante elevado para dejar paso a las tres escalinatas que bajan a la cripta. En el espacio del presbiterio era donde los señores de Cardona realizaban su juramento sacramental a Sant Vicenç antes de tomar posesión de sus dominios. Su altura refuerza la solemnidad del acto, mientras que su diseño, influenciado por la arquitectura carolingia, evoca la tradición de las grandes basílicas medievales.

Cabecera (1019-1040)


Castillo de Cardona
Los ábsides de Sant Vicenç son un ejemplo del primer románico catalán

Compuesta por tres ábsides semicirculares, dedicados a la Virgen, San Juan y San Vicente Mártir, la cabecera de la iglesia destaca por su monumentalidad y por la depuración formal propia del primer románico catalán. El ábside central, de mayores dimensiones, está elevado y originalmente contaba con una gran escalinata, que fue modificada con la apertura del acceso a la cripta en el siglo XVII. En la actualidad, es accesible a través de dos escaleras que flanquean la cripta subterránea. 

Iglesia de Sant Vicenç
Vista del ábside central y del presbiterio elevado

El ábside central destaca por su diseño robusto y equilibrado, influenciado por la arquitectura carolingia y otoniana, especialmente por los modelos de la abadía de Saint-Michel de Cuxa y el Monasterio de Sant Pere de Rodes. Los muros, de gran espesor, están aligerados con una serie de hornacinas de medio punto y ventanas de doble derrame, lo que suaviza la contundencia de la estructura y favorece la entrada de luz natural. 

Iglesia de Sant Vicenç
Una gran cruz se eleva en el ábside central

A diferencia del ábside principal, los dos ábsides laterales, más pequeños, se abren directamente al exterior sin un espacio de presbiterio intermedio, lo que refuerza la sensación de unidad arquitectónica en la cabecera. En el exterior, los ábsides presentan una decoración de arcuaciones lombardas y lesenas, típica del románico temprano, que dota de ritmo y verticalidad a la estructura.

Polvorín (1718-1721)


Castillo de Cardona
Garita de guardia en el baluarte de Sant Sebastià

Construcción situada en el nivel inferior de la iglesia de Sant Vicenç, utilizada como almacén de pólvora tras la conversión del castillo en fortaleza militar. Edificado entre 1718 y 1721, su ubicación semienterrada garantizaba una mayor protección contra explosiones y ataques enemigos. Su diseño sigue los principios de la ingeniería militar borbónica, con muros gruesos y ventilación estratégica para evitar la acumulación de gases inflamables.

Baluarte del Cementerio (siglos XVII-XIX)


Castillo de Cardona
Baluarte de Sant Vicenç

Ubicado a levante del templo, debe su nombre al antiguo cementerio parroquial de Sant Vicenç. Desde aquí se aprecia la cabecera del templo con su decoración lombarda. Construido entre los siglos XVII y XIX, este baluarte formaba parte del sistema defensivo modernizado del castillo, diseñado para resistir la artillería. Su posición estratégica permitía el control visual del acceso oriental, protegiendo la iglesia y los puntos vulnerables de la fortaleza. Aún conserva restos de parapetos y troneras para cañones.

Camino cubierto (siglos XVII-XIX)


Castillo de Cardona
El camino cubierto protegía el acceso a la fortaleza mediante un recorrido fortificado

Este sendero defensivo que conecta el castillo con la villa de Cardona fue reformado en diversas ocasiones entre 1737 y 1828. Su trazado en zigzag con rampas empedradas y escalonadas facilitaba la defensa. El camino, protegido con muros, conducía a un pequeño fortín o avanzadilla conocido con el nombre de BoneteLa Corona de baluartes del Castillo de Cardona está unida por tramos de muralla, llamados cortinas, formando un perímetro cerrado que rodea la totalidad del recinto y refuerza su carácter inexpugnable.

Un castillo de película


Castillo de Cardona
Gracias a sus películas, Orson Welles ha quedado ligado a la historia del Castillo de Cardona

El Castillo de Cardona se ha consolidado como un Tesoro de la Cultura Cinematográfica Europea. La colegiata de Sant Vicenç, que recibió en 2016 este reconocimiento de la Academia de Cine Europeo, ha servido de escenario para múltiples producciones. Desde las impactantes imágenes de "Campanadas a medianoche" rodadas en octubre de 1964 por Orson Welles, hasta producciones italianas como "El arquero de Sherwood" (1971) y "La espada normanda" (1971), el castillo ha sido testigo de historias épicas medievales y modernas.


En décadas posteriores, el recinto del castillo ha acogido los rodajes de "La Cripta" (1981) de Cayetano del Real, "Daniya, jardín del harén" (1988) de Carles Mira, la comedia musical "No me creo lo que veo" (2003) de Nigel Dick y "Los últimos días del mundo" (2009) de Arnaud Larrieu. También se filmó en 2002 el videoclip del grupo S Club "Who Do You Think You Are?" con Michael Jackson, donde se muestran varios de los espacios del Castillo de Cardona.


Sin olvidar el icónico anuncio protagonizado por Daniel Craig para Heineken de 2020, antes del estreno de la película de la saga de James Bond “Sin tiempo para morir" (No time to die). Cada rodaje y campaña publicitaria, desde las épicas producciones internacionales hasta los anuncios televisivos, que han elegido el Castillo de Cardona han sabido realzar su esencia medieval.

El Castillo de Cardona
El Castillo de Cardona es una de las fortalezas más emblemáticas de Catalunya

Quien recorra sus muros milenarios se encontrará viajando en el tiempo, descubriendo leyendas y gestas de la nobleza catalana, que aún resuenan en cada piedra. Como una de las fortalezas más emblemáticas de Catalunya, el castillo de Cardona es una visita imprescindible para los amantes de la historia, la arquitectura y los escenarios cinematográficos, que pueden confirmar su relevancia histórica y su atractivo en el mundo del cine.

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