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3 años bebiendo la Mejor Agua del Mundo


Hace 3 años entraban en casa las primeras botellas de agua de Alzola. El primer recuerdo que tengo de aquello es la palabra FRAGIL con la que iba etiquetada la caja de las botellas de cristal. Por aquellas cosas del destino me había inscrito en una campaña de Blog on Brands y me habían elegido como “Tester”.

Agua para beber en una cisterna de recogida de agua en Yemen
En un segundo, la palabra FRAGIL, me recordó la fragilidad entorno al agua que he visto en muchos de mis viajes. Las aguas contaminadas, los vertidos tóxicos, el estado de los ríos, la basura flotando y el agua insalubre que bebe más de la mitad de la población.

Acceso al agua en Camboya
Es inevitable no pensar en nuestra propia fragilidad como ser humano. Necesitamos el agua para sobrevivir y en muchas partes del planeta lo tienen bastante crudo para acceder a ella, los niños suelen ser los encargados de ir a buscar agua. Recorren en algunos casos grandes distancias y la mayoría, en parte por ese motivo, no pueden ir a la escuela. Las mujeres también forman parte de ese ir y venir de carga y penurias en busca de agua de un pozo. Una lucha constante para sobrevivir.

Información sobre Alzola #BasqueWater
Aquel día, 4 de diciembre del 2013, abrí la caja de Alzola sin saber, ni imaginar, todo lo que ha sucedido posteriormente. Con ese ánimo y curiosidad que me caracteriza, abrí el envoltorio con la intriga y las ganas de probar un agua que venía embotellada en cristal y que me parecía un lujo tenerla en mis manos. Desplegué la información que venía en el interior de la caja y noté el cariño que le habían puesto en redactarla. Quise documentarme para escribir el artículo, averiguar, además de la información que ellos me enviaban, qué se decía de Alzola #BasqueWater, quiénes eran y porque era tan especial.

La fotografía responsable de que ganara mi peso en agua
Fue realmente como beber de la fuente de la sabiduría, cada dato me aportaba un nuevo conocimiento y una nueva exclamación. Empecé a seguir a Alzola en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram y me enteré de que hacían un concurso fotográfico donde se debía fotografiar el agua vasca, ya fuera el líquido elemento o las botellas de Alzola. Participé y gané uno de los premios (aún no sé, ni cómo, pero seguramente sin ese premio no sería ahora su embajadora). El motivo no era que el premio me obligara a rendirles pleitesía toda mi vida, no. El premio era mi peso en agua de Alzola y el quid de la cuestión es que debía ir hasta el manantial para ¡pesarme!.

Baldosas en una de las salas de bañeras del antiguo balneario de Alzola
El 8 de marzo del 2014 descubría el Balneario de Alzola, tras el recibimiento a todos los participantes del concurso que se quisieron acercar hasta allí, nos mostraron la fábrica y el antiguo balneario. Ese día, quedé totalmente enamorada de aquel lugar. Sin pensar que estaban saliendo de un Concurso de Acreedores, le dije a Patxi Casal, gerente de aguas de Alzola, que teníamos que salvar aquel lugar, hacer un campo de trabajo, montar tiendas de campaña, empezar a limpiar baldosas, lijar madera, pintar paredes. Patxi se quedó mirándome y muy serio me contestó:
- Jodo, otra que se ha alzolizado como Asier.

Carnet de Alzólic@ de Alzola #BasqueWater
Y es que, cuando uno se alzoliza, se alzoliza para siempre. Así que valoré la situación:
1.- Necesitábamos dinero para salvar el balneario (nótese que ya me incluyo como si fuera un poco mío).
2.- Tenía que intentar que se vendiera más agua de Alzola en el mercado.
3.- ¿Con qué recursos contaba para lograr los puntos 1 y 2?: Un blog de viajes, Redes Sociales y además viajaba.


La posibilidad de que alguien viera una fotografía de la botella de Alzola, la reconociera y se fuera al supermercado al comprarla, no la valoré, la verdad, no pensé si resultaría, pero tenía ganas de ayudar. No valorar el resultado de tus acciones, seguro que en marketing y publicidad tiene un nombre, pero a veces no se necesita una valoración, se necesita: ¡acción!. En mi interior, lo que pensaba que estaba haciendo era, ayudar a que el mundo se enterara de que existe un agua de manantial que aflora después de 25 años en un lugar del País Vasco.


Esos 25 años le confieren todas sus características, podéis escuchar más sobre qué es el Agua de Alzola en la entrevista que me hizo la COPE para su programa Poniendo las Calles (minuto 39).

Alzola es la Reina de la casa
Lo mío desde diciembre del 2013 ha sido una campaña de “insistencia”. Hay fotografías de Alzola en todos los viajes que he hecho. Ella es la protagonista, tiene hasta un Álbum de fotos en Facebook dedicado, porque la botella azul es la estrella. En 2015, tras algunos viajes y varias docenas de fotografías volví a preguntar a Patxi: -¿Podemos restaurar el balneario? - Aún no....
Tocaba hacer más fotos de Alzola viajando por el mundo, estaba claro. 


No sé en qué momento Patxi decidió nombrarme “Embajadora de Alzola, cargo que acepté encantada y que se sumaba al cargo que ya tenía con anterioridad de: Guardiana del Agua de Alzola. En otoño del 2015 me llegó la noticia de que Alzola había ganado el Premio PESMES de Marketing de la Universidad del País Vasco. En mi desconocimiento y demencia pensé que un premio así, debía ser ¡algo muy grande! Tras la presentación y gracias a un comentario de Marisol Aguirre, Directora del Máster en Marketing de la UPV/EHU, me entero de que todo este tiempo viajando con mis botellas de agua Alzola lo que he estado haciendo es: ¡Branding de marca!
Planeta Dunia siempre pensando en Alzola

¿Branding de marca? Dios, ¡qué mala es la ignorancia!. Enseguida me doy cuenta de que hay que mejorar la estrategia. Primero porque parece que llevarse la mochila o la maleta cargada de botellas de agua ha funcionado y segundo porque hay gente que está siguiendo y últimamente copiando, lo que hacemos en Alzola #BasqueWater. Es el momento de dar un paso más, hay que cautivar al público ahora que sabemos que existe y observa. Hay que conseguir que la gente desee ver tu próximo anuncio, tu próxima publicación en redes sociales ¿me estaré flipando? Alzola tiene un poder secreto ¡shhh... es un secreto! Alzola incentiva la creatividad, bueno, el agua y el equipo humano que hay detrás que me dejan campar a mis anchas.

Presentando a Alzola en el Parlamento Europeo de Bruselas
Tras pensar mucho en la siguiente estrategia (¡bah! No es cierto, me moví por un impulso), estando en Bruselas, me da por pedir la declaración europea de La Mejor Agua del Mundo delante del Parlamento Europeo. Y Alzola decide que ¿y por qué no? Así que convoca el 28 de septiembre, a todos los cónsules ubicados en el País Vasco para que conozcan el balneario y las cualidades del agua.

Ese día habló Alzola, tuvo voz, imagen, sabor, contacto y presencia. Han pasado 3 años y me parecen toda una vida. Gracias por esos 3 años, al final creo que fue Alzola la que me ayudó a mí.

Por qué Planeta Dunia es embajadora de Alzola #BasqueWater


¿Qué hace una viajera promocionando una marca de agua? ¿Por qué Planeta Dunia es embajadora de Alzola Basque Water? Esta es una historia de amor, no sé si estás preparado para escucharla. El agua de Alzola es agua de manantial, de manantial vasco. Nace en un lugar especial, muy cerca del Geoparque de la Costa Vasca. El Macizo de Izarraitz es el encargado de absorber el agua de lluvia y de retenerla en las entrañas del Planeta durante dos décadas, para dejarla aflorar después de un largo viaje, en el antiguo Balneario de Alzola. Alzola es una agua viajera, 25 años de viaje por la Tierra le confieren sus características especiales. ¡Like me!


Pero además, a Alzola y a mí nos une la misteriosa Espiral del Agua, un amor físico y espiritual por la Madre Naturaleza que se arraiga en los Dioses del Agua, como Deba; el nombre del río que pasa por Alzola y que recibe toda el agua del manantial que no es embotellada. Deba en Euskadi o Deva en Asturias, Cantabria y Galicia, es un nombre de origen celta que significa Diosa del Agua. ¿Y qué crees que significa mi nombre viajero Dunia?. ¿Qué hay más natural que el agua? ¿Quieres transparencia? toma agua Alzola y mira mi rostro sin maquillajes, mira mi cabello sin tintes y sigue mis palabras directas y sin florituras.

¿Entendéis ahora qué nos une a la mejor agua del mundo y a Planeta Dunia?


Si eres una empresa y buscas un embajador para tu marca te sugiero que te dejes fluir y que pienses menos en los números y hagas algo pensando con el corazón. A veces la Tierra reúne parejas extrañas y que por alguna extraña coincidencia resultan ser las correctas.
Para aquellos que estén pensando en hacerse embajadores, quizás les interese saber que a veces el buscarlo no funciona. El envidiar a los demás lo que hacen ya interfiere en la energía positiva del Universo. Ni Alzola, ni yo planeamos esta relación que dura ya casi tres años. Ambos nos dejamos fluir y surgió la colaboración, un win & win natural, sin presiones, obligaciones, mucho cariño, humildad y ganas de ayudar. ¡Be Water my Friend! Esa relación de amor, única y especial, nos ha llevado a ganar un Premio de Marketing, sin contar con Oficina de Comunicación, ni una estrategia numérica de hitos y presiones. Si crees que tienes madera para ser embajador de marca, quizás te interese leer mi decálogo.

Decálogo de un embajador
  1. ¿Sientes a la empresa que representas como parte de ti, de tu vida o tu crecimiento?
  2. ¿Identificarías el producto que representas entre sus competidores? Planeta Dunia es capaz de saber en una cata a ciegas de agua, cuál es el agua Alzola.
  3. ¿Verás las curvas, los reflejos, el color de ese producto y buscarás la manera de realzarlos en una fotografía, aunque haga falta cien fotos hasta encontrar la perfecta?
  4. ¿Harás locuras, bromas, chistes, juegos de palabras, miles de retoques, distintos encuadres para intentar superarte cada día y sorprender con una nueva obra de arte?
  5. ¿Entenderás la historia de la empresa, su edad y su trayectoria, su magia y su parte humana?
  6. ¿Serás transparente, natural, sin politiqueos e intereses egoístas escondidos?
  7. ¿Alcanzarás el contacto humano y sincero con la gente que hace posible y que trabajan duro para levantar la empresa?
  8. ¿Tendrás ganas de ayudar en lo que haga falta, trabajar sin horario y ser consciente de tu responsabilidad?
  9. ¿Te sentirás luchador, amigo, embajador y misionero?
  10. ¿Llorarás con cada despedida y agradecerás cada reencuentro?

Si has contestado afirmativamente estás preparado para ser embajador de una marca.

Mi primer “Txotx” en Sagardotegi Arizia

La elaboración de sidra en el País Vasco es una tradición que se remonta al siglo XI y que está estrechamente relacionada, con los pescadores, marinos y balleneros vascos que navegaban hacia Groenlandia y Terranova en busca de bacalao y ballenas. Dicen que era más fácil de transportar en las bodegas de los barcos (y duraban más) las barricas de sidra que las cajas de manzanas y puestos a combatir el escorbuto, los bravos marineros ¡y hasta yo! preferían beber sidra que morder una fruta.

La Fiesta de la sidra


La semana anterior a la Fiesta de San Sebastián (20 de enero), tiene lugar el inicio de la temporada de la sidra en Euskadi, con la apertura de las sidrerías al grito de Txotx!. Desde enero y hasta entrada la primavera (entre los meses de abril o mayo), se puede degustar toda la sidra natural producida el año anterior, directamente desde las barricas. Las manzanas recogidas entre septiembre y noviembre han estado fermentando todos estos meses y a partir de mayo la sidra se consumirá en botella, hay unas 70 sidrerías en la provincia. En Gipuzkoa es costumbre que un personaje de la vida social dé el pistoletazo de salida e inaugure la temporada, la tercera semana de enero.


Sidrerías vascas


Las mejores sidrerías, en mi opinión, son las ubicadas en los hermosos y tradicionales caseríos vascos. En un entorno natural, rodeado de campos de manzanos, olor a tierra y vistas idílicas del paisaje rural de Euskadi. Ir a una sidrería es una actividad para disfrutar en familia, ya sea sanguínea o simplemente de hermandad. Porque así lo marca esta tradición, de cuando en tierras de difícil acceso y montañas abruptas, la población se acercaba a degustar y a comprar sidra. La degustación se hacía compartiendo un mismo vaso, del que se dejaba de beber las últimas gotas para tirarlo al suelo y así limpiar el vaso. La costumbre de llevar algo para comer mientras se bebía, convirtió a muchas sidrerías en restaurante y la ocasión, en una reunión social que en la actualidad ha dado paso a una fiesta.

En muchas sidrerías se pueden visitar las instalaciones donde se elabora la sidra y se embotella, dar un paseo por los manzanales, conocer el trabajo del agricultor, ver donde se encuentran las kupelas o barricas y hacer una degustación de sidra.


Arizia, Sagardotegi Jatetxea


Arizia es una Sidrería Restaurante propiedad de una familia de Zarautz que hace más de una década que se dedican a elaborar sidra natural. Desde el comedor acristalado y desde su terraza se puede contemplar una bonita panorámica de la Costa Vasca.

La sala principal tiene varias mesas donde se puede tomar asiento junto a una pared forrada de madera de la que salen una colección de grifos. Cada uno corresponde a una barrica distinta donde se encuentran los diferentes tipos de sidra. Diferente proporción de un tipo de manzana u otra, darán una diferente coloración, acidez y grado alcohólico. En Arizia además de hacer una visita también se puede comer a la carta o probar el típico Menú de Sidrería.


El Menú de Sidrería


El Menú de Sidrería está compuesto básicamente por:


- Un primer plato compuesto por tortilla de bacalao o un caldo.
- El segundo plato suele ser una buena ración de bacalao frito con pimientos verdes.


- El tercer plato es un enorme y delicioso chuletón de res a la brasa (crujiente por fuera y algo sangrante por dentro).
- El postre está compuesto de un plato de queso de Idiazabal de leche de oveja con membrillo y un buen cesto de nueces. 



Y por supuesto sidra natural servida de las barricas. Recuerda que cada vez que se abra una barrica tienes que gritar: “¡Txotx!”. La sidra sale con fuerza de la barrica y debe ser recogida con el vaso de cristal ladeado para que se airee y la sidra saque txinpartas “chispas”. El vaso se pone lo más alejado del grifo que se puede, o lo que es lo mismo, lo más cerca del suelo que te permita el brazo, para ir subiendo rápidamente siguiendo el sentido del chorro hasta el grifo. Arrimar el vaso, llenarlo unos tres dedos y beberlo de un sólo trago en ese mismo momento. Tira las últimas gotas al suelo (si está acondicionado el local para ello), pasa el vaso a tu compañero, siéntate en la mesa (aunque la costumbre dicta que el ritual se haga de pie en mesas altas) y sigue comiendo, vuelve a repetir la operación de arrimar el vaso. La verdad es que es el ejercicio aeróbico más divertido que he hecho nunca y hace que el ambiente en una sidrería sea muy animado. 

En general, los precios de este menú que incluye toda la sidra que se pueda beber sin límite, oscila entre 25 y 40 € según el establecimiento.

 

Vocabulario relacionado con la sidra


Gure Sagardo Berria!: grito que da inicio a la temporada nueva de sidra vasca.
Kupela: barrica de madera o acero inoxidable donde se guarda la sidra.
Lagar: prensa donde se machaca la manzana para obtener la sidra o el edificio donde se realiza esta labor.
Sagar: manzana.
Sagardo Berriaren Eguna: día de la sidra nueva.
Sagardo: literalmente significa “vino de manzana”.
Sagardotegi: sidrería vasca.
Sagardotegiko Menua: Menú de sidrería.
Txinparta: burbuja.
Txotx: hace referencia al palillo que cierra el grifo de las barricas y al aviso de que se retira y se abre la kupela para que se pueda beber.

Gracias a Asier Zabarte, Patxi Casal y a Alzola por descubrirme este lugar y esta tradición vasca que deja una huella imborrable en mi mundo de experiencias viajeras.


Más información: Sidrería Restaurante Arizia. Dirección: Frantses Bidea s/n. 20800 Zarautz. Teléfono: 943 100 489. Menú de Sidrería: 33 €. Web: Arizia.

Descubriendo el Balneario de Alzola


Quizás los primeros alzolizados de la historia fueron unos niños, que en pleno invierno del año 1776, se bañaban en las aguas extrañamente templadas del río Deba. 



Tras el revuelo inicial y después del análisis de las “Autoridades Médicas competentes”, el agua de Alzola fue declarada de “utilidad pública” y así, siguió hasta nuestros días.


Urberoaga de Alzola (el balneario) abriría sus puertas en el año 1846 con cuatro bañeras y una piscina comunitaria que darían servicio y salud, hasta a doce personas a la vez, lo que supondría una visita de alrededor de 2000 personas anuales. 


Con el tiempo fue adquiriendo fama y renombre, era el único balneario que poseía un médico propio que podía recetar el tipo de agua o baño para cada tipo de paciente o enfermedad.


Fue necesario hacer diferentes ampliaciones, tanto en el edificio de los baños como en los servicios ofrecidos, y con el tiempo fue adquiriendo aspecto de un bello hotel. 


Quizás la mejor época para el Gran Balneario de Alzola, fue la comprendida entre finales del siglo XIX y principios del XX, gracias a los diferentes premios que fue logrando, como el otorgado durante la Exposición Universal de París del año 1900, y la gran afluencia de público creció en Alzola para “tomar los baños”.


En 1976 cerró las puertas como balneario, pero siguió vendiendo salud embotellada en todas las farmacias de España. Un apeadero y una oficina de correos junto al manantial, aseguraban que el agua Alzola fuera una agua viajera sin límites.


El día que pude entrar en el Balneario de Alzola, del que escribió Carmen Martín Gaite, descubrí un lugar único cargado de historia y al que me trasladaban los fragmentos de su novela El Balneario:



Cuando lleguemos al puente pararemos para que puedan bajar ustedes


Este es el molino, el viejo molino. No apartaba los ojos, como hechizado, de aquellas tres paredes derruidas.


Al balneario se entraba por un paseo de castaños de indias, bordeado de hortensias y boj, paralelo al río, que quedaba a la izquierda. A la derecha empezaban las edificaciones que yo había entrevisto desde el puente. Eran altas y planas, pintadas de un blanco rabioso...


Descubrir las entrañas del que fue uno de los balnearios más importantes de España, y por el que había pasado la alta aristocracia y burguesía española del siglo XIX, es entrar de lleno en la sociedad adinerada que vistió Balenciaga. El crujir del tafetán de seda de las damas, se mezcla en mi imaginación con el crujir del suelo de madera de la vieja escalera que separa las diferentes plantas del hotel-balneario. 


Pude asomarme al balcón de una de las antiguas habitaciones, notar el sol del mes de marzo inundar cada rincón y asombrarme con las bañeras puestas en pie esperando como soldados a las puertas de un castillo impenetrable.


Me entraron unas ganas irremediables de coger un trapo y un cubo y limpiar cada una de las baldosas, cenefas y suelo de mosaico, para devolverles la impronta que el paso del tiempo les había arrebatado. Cuentan que Napoleón III reservó una habitación en el Balneario de Alzola, pero que debido a la guerra franco-prusiana no pudo llegar. Yo he tenido la fortuna de ver este lugar dos veces y puedo aseguraros, que lloré de tenerlo que abandonar.


Gracias a Alzola Basque Water por prestarme las imágenes antiguas del balneario, son una pasada.


Más información: Alzola. Dirección: Alameda del Balneario 1, 20860 Alzola (Elgoibar) Gipuzkoa. Teléfono 943 740 288. Web: Alzola.

Museo Cristóbal Balenciaga (Getaria, Euskadi)



“Un buen modisto debe ser arquitecto para la forma, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo para la medida”
Cristóbal Balenciaga

Museo Cristóbal Balenciaga

Con semejante declaración de intenciones no es de extrañar que cualquier amante del arte quiera visitar el Museo Cristóbal Balenciaga. Este museo rinde homenaje a la figura y la obra del destacado modisto vasco, Cristóbal Balenciaga, cuya maestría con el encaje, los tejidos de seda, la sobriedad y los cortes bien estructurados dejó una huella imborrable entre 1917 y 1968. 

El arte sirvió de inspiración a Cristóbal Balenciaga

Sin embargo, desde mi perspectiva, Balenciaga también mantuvo una conexión singular con el mundo de los viajes. Si bien la arquitectura, el arte, la música y la filosofía formaban parte integral de la vida de Balenciaga, los viajes también se integraron en la esencia de este destacado diseñador. Su habilidad para dotar de comodidad a los trajes que creaba revela su comprensión de la importancia de la comodidad en la vestimenta de los viajeros. 

Uniformes diseñados por Balenciaga. Fotografía gentileza de Air France

Aunque era un especialista en trajes de noche, Balenciaga diseñó en 1968 los uniformes de las azafatas de Air FranceExplorar esta fotografía es sumergirse en una época en la que viajar en avión era un privilegio exclusivo para unos pocos. Un tiempo en el que el servicio a bordo era más que una simple pausa, era una experiencia elegante. 

El edificio del Museo Cristóbal Balenciaga


El antiguo Palacio Aldamar alberga el Museo de Cristóbal Balenciaga

El museo Cristóbal Balenciaga se encuentra situado en el Palacio Aldamar, un edificio construido en el siglo XIX vinculado a los marqueses de Casa Torres, para los que trabajaba como costurera la madre de Balenciaga. Aquí acudía Martina Eizaguirre con el pequeño Cristóbal a hacer las pruebas de los trajes y en más de una ocasión, Balenciaga pudo admirar el guardarropa de esta familia adinerada que compraban piezas en Londres y en París.

Museo Cristóbal Balenciaga

Al antiguo palacio se le anexionó un edificio de cristal construido por el arquitecto cubano Julián Argilagos que sirve de vestidor a la colección. En la primera planta del museo se presentan tres espacios bien definidos, donde se ubica la exposición permanente. Aquí se muestra de manera cronológica la trayectoria profesional del modisto de Getaria. Desde sus inicios, cuando contaba tan sólo 22 años de edad, hasta sus mejores años de “reinado” que se situarían en las décadas de los 50-60, para acabar con el “legado de Balenciaga”. 

Museo Cristóbal Balenciaga

Este espacio, que sigue inspirando a los diseñadores del siglo XXI, permite analizar algunas piezas con la ayuda de soportes visuales. Desfiles, plataformas giratorias, buena iluminación y piezas de vestuario únicas, pueden ser analizadas por expertos o amantes del modisto. La segunda planta está reservada para exposiciones temporales también relacionadas con la moda.

La colección del Museo y la vida de Cristóbal Balenciaga


Museo Cristóbal Balenciaga

La colección del Museo, ubicada en Getaria, es la más grande del mundo dedicada a Balenciaga, tanto en estado de conservación como en número de piezas. Con aproximadamente 1.600 diseños, la colección abarca vestidos de día, cóctel, noche y novia, mostrando la elegancia, feminidad y sofisticación características del diseñador. La exposición detalla la composición, la fecha de creación, el uso y, en ocasiones, la propietaria de cada pieza. 

Museo Cristóbal Balenciaga

La mismísima Coco Chanel diría de Balenciaga: “Él es el único de nosotros que es un verdadero couturier”, reconociendo así la maestría de BalenciagaEl modisto estudió y trabajó con los mejores sastres de su época y abrió tiendas en San Sebastián, Madrid y Barcelona. Al estallar la Guerra Civil se instaló en París donde comenzó a revolucionar la moda existente. 

Museo Cristóbal Balenciaga

De la ciudad de París Balenciaga diría: “París poseía un ambiente especial para la moda porque contaba con cientos de dedicados artesanos ocupados en elaborar botones, flores, plumas y toda la pasamanería de lujo que no podía encontrarse en ningún otro lugar”. Durante las décadas de los 40 y 50 los cambios que haría Balenciaga en la moda, le valieron el título de “Chevalier de la Légion d’Honneur” del Gobierno francés, así como el sobrenombre de “El Maestro” o el “Rey de la Alta Costura”. 

Museo Cristóbal Balenciaga

Llegó a diseñar los vestidos de las mujeres que formaban la élite de la sociedad española durante varias generaciones, teniendo como clientas a la reina María Cristina, a la infanta Isabel Alfonsa de Borbón o Fabiola de Mora y Aragón. También diseñó para las actrices Marlene Dietrich, Greta Garbo y Jane Fonda para finalizar años más tarde, con la creación del vestido de novia de María del Carmen Martínez-BordiúMe quedo con la frase de Christian Dior que dijo: “Con los tejidos, nosotros hacemos lo que podemos. Balenciaga hace lo que quiere”.

Más informaciónMuseo Cristóbal Balenciaga. Dirección: Aldamar Parkea 6, 20808 Getaria. Gipuzkoa (España). Teléfono: +34 943 00 88 40. Horario: De noviembre a marzo, de martes a domingo, de 11 a 15 h. De abril a octubre, de martes a domingo de 11 a 19 h. Julio y agosto diariamente de 10:30 a 20 h. Entrada: 10 €. Web: Cristóbal Balenciaga Museoa.

Datos actualizados el 19 de enero de 2024.

Otros lugares que puedes ver en Gipuzkoa, fuera de lo común es el Santuario de San Ignacio de Loyola. Y para dormir en Gipuzkoa, te recomiendo el Hotel Arbe situado junto a la preciosa Costa Vasca.

Santuario de San Ignacio de Loyola


Íñigo López de Loyola nació en 1491 en la villa guipuzcoana de Azpeitia, cursó estudios militares y acabó siendo religioso a causa de unas heridas de guerra que lo tuvieron al borde de la muerte. Decidió ir en Peregrinación hasta Jerusalén y emprendió viaje parando en Tierras Catalanas. La estancia en la Montaña de Montserrat y en Manresa fueron decisivas para un cambio de vida y abandonó la idea de llegar a Tierra Santa y se fue a Roma. Quizás por haber estado visitando con anterioridad, algunos lugares relacionados con este personaje (La Cova de Sant Ignasi en Manresa o la Chiesa del Gesù en Roma), me decidí a visitar el Santuario de San Ignacio de Loyola en el País Vasco.


Santuario de San Ignacio de Loyola
Entrada al Santuario de San Ignacio de Loyola

Sorprende que en el corazón verde de Gipuzkoa, se encuentre uno de los templos más elegantes de esta provincia vasca. La joya del santuario es su basílica; un gran templo barroco construido durante los siglos XVII y XVIII, en honor al patrón de Gipuzkoa y Vizcaya (el 31 de julio se celebra su festividad). Algunos se atreven a encontrar cierta similitud constructiva con la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano. Su arquitecto, Carlo Fontana, fue discípulo del arquitecto Gian Lorenzo Bernini; uno de los responsables de la construcción de la Basílica de San Pedro, quizás por ello en algo se parezcan.

Gipuzkoa
Interior del Santuario de San Ignacio de Loyola

La basílica fue construida con curiosos y glamurosos detalles; puertas enormes realizadas con madera traída de Cuba, columnas salomónicas, recubrimiento en oro, mármoles de color gris y rosa, lámparas de cristal de Bohemia... estos son solamente algunos de los elementos que forman parte del decorado que sirven de marco para el impresionante Altar Mayor, de estilo churrigueresco y que no te debes perder en tu visita al Santuario de San Ignacio de Loyola.

A destacar del Santuario de San Ignacio de Loyola
  • La explanada arbolada que se extiende ante la fachada del santuario. Se agradece un espacio donde descansar y disfrutar del aire libre. En mi visita pude ver muchas familias y grupos de amigos que aprovechaban el buen tiempo para tumbarse o sentarse en la hierba, bajo la sombra de los árboles o al sol. Hablaban, comían o descansaban, en una atmósfera tranquila, pero festiva.
  • Las pinturas y decoración de la nave central de la basílica son apabullantes. Así como la luz natural que hace un bonito juego de luces y sombras en las seis altares laterales.
  • La Cúpula de la basílica es espectacular, mide 20 metros de diámetro y 65 metros de altura. Cuando se construyó en el siglo XVIII, eran muchos los que pensaban que se vendría abajo por su propio peso. Aunque ha logrado resistir, la belleza más espectacular del Santuario de San Ignacio de Loyola, sin duda, se encuentra en su interior. ¡No os perdáis los detalles decorativos!

Santuario de San Ignacio de Loyola
Cúpula del Santuario de San Ignacio de Loyola


Curiosidades sobre el templo
  • La Casa Natal del santo, conocida cariñosamente como la Santa Casa, se ha conservado justo al lado de la entrada al santuario. La visita te traslada hasta la época y vida cotidiana del joven Ignacio de Loyola cuando vivía en esta casa-torre de clara influencia defensiva.
  • Existe un Camino Ignaciano que recorre la ruta iniciada por Ignacio de Loyola en 1522 desde Loyola hasta Manresa y que parte de Euskadi, atraviesa La Rioja, Navarra y Aragón, para finalmente llegar a Catalunya. El Turismo Religioso está empezando a tener mucha importancia a nivel mundial y se recuperan caminos, se mejoran las vías de acceso y se están creando buenas infraestructuras para alojar a los peregrinos del siglo XXI. En 2022 está previsto celebrar el quinto centenario de la llegada de San Ignacio a Manresa.

Santuario de San Ignacio de Loyola
Las capillas rodean el interior del Santuario de San Ignacio de Loyola

San Ignacio de Loyola fundó la Compañía de Jesús en 1539, aproximadamente alrededor de 1542 dejó de firmar como Íñigo, el nombre con el que había sido bautizado, para hacerlo como Ignacio. Murió en Roma en 1556, sus restos mortales se encuentran en la Chiesa del Gesù, sede de la Compañía. Hay otros lugares relacionados con esta orden religiosa y el santo, como son: Svatého Ignác z Loyoli en Praga, Chiesa SantIgnazio di Loyola en Roma, Convento de San Esteban, la Universidad de Salamanca, Oratorio de San Ignacio de Loyola en la Iglesia de La Compañía en Cuzco (Perú) o la Parroquia de San Sebastián de Soreasu en Azpeitia, donde se encuentra la pila bautismal en la que fue bautizado San Ignacio de Loyola y la Capilla de la Soledad donde pueden verse unas pinturas del siglo XVI que permanecieron ocultas durante siglos. En el año 1609 San Ignacio de Loyola fue beatificado y en 1622 lo canonizaron.

Aquí os dejo un diminuto vídeo, de menos de un minuto, que capta el momento final de los acordes en el órgano de la Basílica. A mí me puso los pelos de punta.



Agradezco las debidas rectificaciones que el Community Manager de Tierra Ignaciana tuvo la amabilidad de aportar tras leer mi texto y a su vez añado unas recomendaciones que me ha sugerido sobre otros lugares ignacianos. Cerca de la Parroquia de San Sebastián se encuentra la Ermita de Santa María Magdalena y el antiguo hospital donde San Ignacio se alojó tras volver de sus estudios y donde ayudó a los leprosos y enseñó catequesis. Datos que desconocía y que me invitan a volver a los lugares ya visitados. ¡Gracias Tierra Ignaciana!


Más información: dónde se encuentra, qué horario tiene y cómo llego
Dirección: Loyola Auzoa 16, 20730 Azpeitia (Guipúzcoa). Teléfono: 943 025 000. Horario de la Cana natal y basílica: Invierno: diariamente de 8 a 13 h. y de 15:30 a 19 h. Verano: diariamente de 8 a 13:30 h. y de 15:30 a 20 h. Transporte: Hay una línea de autobuses que paran en la misma puerta del Santuario y salen de la ciudad de San Sebastián. Web: Santuario de San Ignacio de Loyola.

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