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Basílica de Saint-Just de Valcabrère: joya románica con huella romana

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Vista general de la Basílica románica de Saint-Just de Valcabrère

Enclavada a apenas 600 metros al este del antiguo asentamiento romano de Lugdunum Convenarum, la Basílica románica de Saint-Just de Valcabrère se alza como un singular testimonio de la historia europea. Construida en el siglo XII sobre un antiguo recinto funerario del siglo IV, esta basílica, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998, junto con otros 68 monumentos del Camino de Santiago en Francia, combina con armonía los vestigios del mundo clásico con el arte románico.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Losa incrustada en el muro exterior, al lado izquierdo de la puerta de entrada

El lugar, que en época romana fue una necrópolis pagana y más tarde un cementerio paleocristiano, pronto se convirtió en un centro de devoción, quizá impulsado por la veneración de alguna tumba cristiana. Los peregrinos que recorrían la vía de Arlés hacia Santiago de Compostela encontraban aquí una etapa de descanso y oración, en plena encrucijada de caminos: la ruta de la montaña, la llanura que conectaba Dax con los Pirineos y la vía fluvial del Garona.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Bajorrelieve en mármol donde aparece un legionario con lorica segmentata

La originalidad de Saint-Just radica en el uso de materiales reutilizados procedentes de la antigua ciudad romana: bloques de mármol, columnas, capiteles y fragmentos de frisos que, lejos de desentonar, refuerzan el carácter atemporal y monumental del templo. Recorrer sus muros es viajar, piedra a piedra, por más de dieciséis siglos de historia.

Las etapas de la construcción


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
El elemento más tardío es el imponente campanario, levantado en el siglo XIV

La historia constructiva de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère no está del todo documentada, aunque los estudios coinciden en situar sus principales fases de construcción entre finales del siglo XI y comienzos del XIII. La única excepción es el imponente campanario, levantado en el siglo XIV, dotando de solemnidad al conjunto arquitectónico. De este largo proceso constructivo solo se conocen dos fechas con certeza. 

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Bajorrelieve en mármol blanco incrustado en el muro exterior de la basílica

La primera corresponde al año 1083, cuando Bertrand de L'Isle-Jourdain, obispo de Comminges —posteriormente canonizado como San Bertrán en 1309—, celebró misa en este lugar y residió cerca de la basílica, lo que sugiere la existencia de un culto ya establecido. La segunda, documentada con certeza, es octubre de 1200, cuando el obispo de Comminges Raymond-Arnaud Labarthe consagró el altar mayor, como lo atestigua un pergamino encontrado en su mampostería.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Nicho funerario del siglo XIV en la esquina derecha exterior de la basílica

En 1387, la basílica contaba con un capítulo de canónigos formado por cuatro miembros, una comunidad que continuó la tradicional función litúrgica y custodia del lugar. De esa misma época data el nicho funerario del siglo XIV situado en la esquina derecha exterior de la basílica, un vestigio que recuerda el papel del templo como lugar de enterramiento y la relevancia espiritual que alcanzó en la Edad Media.

El portal del cementerio


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
El arco del portal está rodeado por un friso

El portal del cementerio es lo primero que veremos, ya que sirve de puerta de acceso al recinto de la Basílica románica de Saint-Just de Valcabrère. Se trata de un montaje singular formado por elementos arquitectónicos heterogéneos, probablemente procedentes del antiguo convento franciscano de Valcabrère, (Couvent des Cordeliers), destruido tras la Revolución de 1789, o del claustro desaparecido de la basílica. 

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Crismón románico del portal del cementerio, símbolo de Cristo y la eternidad

A la izquierda del portal destaca un crismón románico tallado en piedra, uno de los símbolos más característicos del arte cristiano medieval. Este motivo, formado por las letras X (ji) y P (rho), iniciales del nombre de Cristo en griego (Christos), solía colocarse para recordar al visitante que estaba entrando en un espacio sagrado. A veces, los brazos de la cruz podían estar rematados por los símbolos de alfa (Α) y omega (Ω, ω), la primera y última letra del alfabeto griego, que aluden a Cristo como principio y fin de todas las cosas.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Placa funeraria romana del siglo I, reutilizada en el portal del cementerio

A la derecha del portal veremos una placa funeraria del siglo I d. C. con una inscripción conmemorativa encargada en vida por un liberto romano, Caius Iulius Atticus (anteriormente esclavo de Eros). El epitafio está dedicado también a su esposa fallecida, Iulia Saluiola, igualmente antigua esclava liberada, y a su hijo, Caius Iulius Victor, ciudadano romano, fallecido prematuramente a los 18 años.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Capiteles crochet con motivos vegetales en el portal del cementerio

El arco del portal, de medio punto, procede de algún edificio románico y muestra una arquivolta decorada con una moldura redondeada y otra de diseño en damero. Este conjunto descansa sobre dos capiteles crochet decorados con motivos vegetales en forma de gancho, que a su vez se apoyan en columnillas con base románica. Esta práctica de reutilización de piezas antiguas se aprecia en los numerosos detalles del conjunto.

La portada principal de la basílica


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
La portada principal, situada al norte, es una auténtica obra maestra del arte románico

La portada principal de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère, situada en el lado norte de la basílica, es una auténtica obra maestra del arte románico, pese a la sobriedad de la fachada, apenas adornada con algunos fragmentos antiguos. El protagonismo recae en el tímpano, las estatuas-columna y los capiteles historiados que enmarcan la puerta y que vamos a ver en detalle, a continuación.

El tímpano


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
El tímpano está ilustrado con una escena evocada en el capítulo IV del Apocalipsis de San Juan

El tímpano situado en la parte superior está enmarcado por un arco decorado con motivo de damero y otros tres arcos interiores, que muestran, en el centro, a Cristo en Majestad. Sentado en un trono de diseño antiguo, bendice con la mano derecha y sostiene con la izquierda el Libro de las Sagradas Escrituras.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Ángel con incensario sobre las cabezas de San Mateo y San Marcos

Cristo aparece con nimbo crucífero, un círculo luminoso con una cruz inscrita en su interior, dentro de una mandorla, símbolo de la gloria divina, sostenida por dos evangelistas: San Marcos con su león (izquierda) y San Juan con el águila (derecha). Los otros dos evangelistas ocupan los extremos del arco: San Mateo con el hombre (izquierda) y San Lucas con el buey (derecha). Sobre esta escena, dos ángeles portan incensarios en gesto de adoración.

Las estatuas-columna


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Flanqueando el acceso de entrada se alzan cuatro estatuas de mármol de tamaño natural

A ambos lados de la puerta, las columnas esculpidas en forma de estatuas representan a los santos patronos San Justo (izquierda) y San Pastor (derecha), junto a San Esteban (en segundo plano a la izquierda) y Santa Elena (en segundo plano a la derecha). El estilo de estas esculturas, que recuerda al pilar de los evangelistas del claustro de San Bertrand de Comminges, ha permitido fechar la portada de Saint-Just de Valcabrère hacia finales del siglo XII.

San Justo y San Esteban


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Las vestiduras de San Justo no se corresponden con su condición

San Justo, uno de los jóvenes patronos de la basílica, viste túnica larga y casulla, con la mano derecha levantada en señal de bendición mientras pisa un monstruo que simboliza a Satanás vencido. Tras él se alza la estatua de San Esteban, identificado gracias al acto de consagración de la basílica y a la escena de lapidación de su capitel.

San Pastor y Santa Elena

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Santa Elena sostiene una cruz sobre su pecho junto a San Pastor, compañero de martirio de San Justo

San Pastor aparece vestido como diácono, aunque la iconografía no corresponde con la edad de los santos, que fueron ejecutados con apenas 7 y 9 años. Tras él se encuentra una figura femenina identificada en otros tiempos como Santa Clotilde o una condesa de Comminges. Identificada actualmente como Santa Elena, madre del emperador Constantino, reconocida por la tradición como la descubridora de la Santa Cruz, de la que esta basílica conservó un fragmento.

Capitel de San Justo

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Capitel con la decapitación de San Justo

Los capiteles que coronan las figuras de la portada principal de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère muestran escenas de gran interés. El capitel que corona la figura de San Justo representa su decapitación, un momento culminante de su martirio. La escena está esculpida con gran fuerza narrativa, destacando el contraste entre la serenidad del santo y el dramatismo de su suplicio.

Capitel de San Esteban


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Capitel con la lapidación de San Esteban

El capitel de San Esteban está decorado con la escena de su lapidación, el episodio más representativo de su martirio como primer mártir cristiano. Esta representación refuerza el vínculo entre la iconografía de la portada y la dedicatoria de la basílica. Aún se aprecian restos de los antiguos colores que decoraban estas esculturas, especialmente los tonos rojos, ocres y azules.

Capitel de San Pastor


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Capitel con el arresto y el suplicio de San Pastor

En el capitel de San Pastor se relata su arresto y suplicio. Pueden verse varios personajes, entre ellos uno atado con cuerdas, simbolizando la captura y martirio del santo. Este relieve pone de manifiesto el destino común de los dos jóvenes hermanos, mártires españoles, ejecutados en Complutum (Alcalá de Henares) en el año 304, por orden del gobernador Daciano, durante la persecución del emperador Diocleciano.

Capitel de Santa Elena


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Capitel de Santa Elena
El capitel de Santa Elena muestra una escena de viaje: una mujer con vestimenta de peregrina se dispone a montar a caballo, asistida por un sirviente barbudo que carga un tonel y porta un bastón. Escondido entre el follaje aparece un ángel que anima a los viajeros, una referencia alegórica al peregrinaje de Santa Elena a Tierra Santa.

Los herrajes de la puerta


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Herrajes originales con roleos y un anillo de bronce en la puerta principal

La puerta de madera conserva sus herrajes originales, decorados con delicados roleos similares a los que se encuentran en el Rosellón. En el batiente derecho se distingue una herradura y, a modo de tirador, vemos dos anillos de bronce soldados en forma de asa. El cerrojo deslizante se acciona mediante un anillo de cobre adornado con pequeñas bolas guilloché, un motivo utilizado en la Grecia y Roma clásicas.

La nave central y las naves laterales


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Nave central con arcos semicirculares románicos

La Basílica de Saint-Just de Valcabrère cuenta con una planta basilical, muy característica en la región de Comminges, que otorga monumentalidad a un edificio de proporciones relativamente modestas. La nave central, que conduce al coro, está cubierta por una bóveda de cañón sostenida por arcos semicirculares, mientras que las naves laterales presentan bóvedas de cuarto de cañón y desembocan en absidiolos cubiertos con bóvedas de horno.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Tabernáculo del siglo XVII en el absidiolo derecho

Estas naves se comunican con la central mediante arcos de medio punto apoyados en robustos pilares cuadrados construidos, en gran medida, con materiales reutilizados de la antigua ciudad romana, empleados en su estado original sin apenas modificaciones. La nave se divide en cuatro tramos desiguales.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Decoración de un arco de la nave lateral

Los tres tramos más alejados del coro destacan por su sobriedad, sin apenas decoración escultórica, con la luz filtrándose de manera tenue por pequeñas ventanas abiertas a gran altura. En algunos puntos aún se conservan restos de pinturas murales, testigos del colorido original del templo románico.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Columnas geminadas de la nave central

El primer tramo, próximo al coro, recibió un tratamiento más elaborado: columnas geminadas y fragmentos de columnas superpuestos de forma tosca, que coinciden con las columnas de la entrada al coro. Este tramo presenta cuatro arcos de igual altura, incluido el arco triunfal que da acceso al presbiterio, y que sostienen una bóveda elevada que sirve de base al campanario, erigido probablemente en el siglo XIV. 

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Detalle de la talla policromada del siglo XV de la Virgen

En la nave lateral izquierda, en el muro del fondo, puede verse una elegante composición de tres arcos de medio punto sobre columnas y una cornisa, un motivo ornamental que se repite también en el coro. En el absidiolo izquierdo puede verse la imagen policromada de la Virgen con el Niño, una talla en madera del siglo XV. La Virgen, coronada y sentada, sostiene al Niño sobre su pierna izquierda; la escultura, ahuecada por detrás para evitar deformaciones, conserva buena parte de su policromía original.

Los elementos romanos reutilizados


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Capitel romano reutilizado para el agua bendita

La Basílica de Saint-Just de Valcabrère destaca por la extraordinaria reutilización de materiales de la Antigüedad, procedentes de la antigua ciudad romana de Lugdunum y de sus monumentos cercanos. Sus constructores románicos convirtieron estas ruinas en una cantera, incorporando columnas, capiteles, frisos, sarcófagos y grandes bloques de mármol en la estructura del templo. 

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Vestigio de pintura mural del siglo XIV con diseño geométrico en damero

Estos fragmentos fueron integrados con habilidad en la estructura del templo, no para ser contemplados, sino para quedar ocultos bajo enlucidos y pinturas con motivos geométricos o escenas bíblicas. La sobriedad actual del edificio oculta la riqueza cromática que tuvo en el pasado. De las pinturas murales originales sólo sobreviven algunos vestigios, como el fragmento del siglo XIV en uno de los pilares, donde aún se distingue la silueta de un profeta o apóstol, y un motivo geométrico en la nave lateral.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Friso con delicados motivos decorativos en forma de ramilletes

En el primer tramo de la nave central, próximo al coro, se aprecia la disposición de tambores de columnas, bloques cilíndricos y capiteles que sustentan el arco triunfal y los arcos de los absidiolos. La nave lateral norte, por su parte, conserva arquerías apoyadas en muros formados con losas de sarcófagos, cada uno cortado en cuatro piezas laterales (de unos 12 cm de grosor) y una pieza de fondo (de entre 20 y 25 cm).

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Al fondo de la nave podemos ver esta copia de un fragmento de sarcófago

La progresiva escasez de materiales antiguos se hace evidente en los tramos más alejados del coro, donde los canteros emplearon piedras toscas e irregulares. Este detalle constructivo permite deducir que la construcción de la iglesia comenzó por la cabecera y avanzó hacia el fondo de la nave. Y es aquí donde veremos un fragmento de sarcófago romano, hallado en una tumba medieval del cementerio de Saint-Just-de-Valcabrère. El relieve representa una escena de ofrendas a una difunta recostada en una cama.

El coro y su conjunto monumental


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Detalle de la arquería mural de once arcos de medio punto en el coro románico

El coro de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère es uno de los espacios más singulares del templo, tanto por su estructura como por su decoración. El coro se cierra con un ábside cubierto por una bóveda de cuarto de esfera (o cul-de-four), perforada por tres ventanales que bañan de luz el presbiterio. A su alrededor, una elegante arquería mural de once arcos de medio punto se apoya sobre un estilóbato, generando una sensación de ritmo y profundidad.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Columnas con fuste acanalado en el absidiolo norte

A ambos lados del coro se abren los absidiolos, de planta ligeramente en herradura —un poco más de la mitad de una circunferencia—, cubiertos por segmentos de cúpula que completan el conjunto. Esta disposición refuerza el carácter monumental del presbiterio, enmarcado por columnas con bases toroides y capiteles esculpidos. Una abertura de arco de medio punto comunica el ábside central con el absidiolo norte.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Detalle decorativo en la plataforma del ciborio

El corazón de este espacio lo ocupa el altar mayor, protegido por un delicado ciborio gótico que contrasta con la sobriedad del románico. Bajo el altar se encuentra una cripta abovedada, minúscula pero de gran valor histórico. Hoy en día, en este espacio se exhibe una imagen del pergamino de consagración del altar, hallado en 1885, uno de los descubrimientos más importantes de la historia del templo.

El altar mayor


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Altar mayor consagrado en 1200 en honor de San Esteban, San Justo y San Pastor

El altar mayor está formado por un bloque macizo rectangular de piedra con mesa de mármol tallada de superficie ligeramente cóncava. Fue consagrado en octubre del año 1200, como lo certifica el pergamino encontrado en 1885 dentro de su propia mampostería. Este documento, fechado, firmado y sellado por Raymond-Arnaud Labarthe (obispo de Comminges entre 1188 y 1205), es el único testimonio escrito que permite fechar con exactitud la basílica.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Fotografía del pergamino original y transcripción en francés

El pergamino, que hoy se conserva en perfecto estado, señala que el altar fue consagrado en honor de San Esteban protomártir y de los santos Justo y Pastor, patronos del templo. La inscripción del pergamino incluye fragmentos de los Diez Mandamientos y el inicio de los Evangelios, terminando con estas palabras:

“Este altar mayor ha sido consagrado en honor de San Esteban protomártir y de los santos mártires Justo y Pastor, por el señor R., obispo de Comminges.”

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Imagen antigua del hallazgo en el altar de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère

Junto al pergamino se hallaron varias reliquias: una urna cineraria de vidrio, lienzos con restos de sangre, una vértebra y otro hueso bien conservado, una pequeña ampolla sellada con restos orgánicos de origen indeterminado y un fragmento de tela dorada. Todo este conjunto estaba cuidadosamente guardado en el interior de un capitel hueco, integrado en la estructura del altar.

El ciborio


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Ciborio gótico del siglo XIII con sarcófago y estatuas de San Justo y San Pastor

Detrás del altar mayor se alza un delicado ciborio gótico de dos niveles, construido en el siglo XIII. Su estructura, formada por arcos trilobulados profusamente ornamentados, enmarca un sarcófago de piedra vacío, cubierto por una tapa a cuatro vertientes. A ambos lados del ciborio se encuentran las estatuas policromadas de San Justo y San Pastor, patronos del templo, cuya veneración se remonta a los orígenes de la iglesia. Una escalera de doble tramo permite acceder al nivel donde se sitúa el sarcófago, aunque debe usarse con cuidado debido a la estrechez de los peldaños.

La cripta


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Clave decorada en la bóveda de la cripta

Bajo el ciborio se encuentra una pequeña cripta abovedada, un espacio que en la Edad Media servía como lugar de recogimiento y oración. Los peregrinos acudían allí para impregnarse de la fuerza sobrenatural que emanaba de las reliquias de los santos allí custodiadas. Recordemos que la Basílica de Saint-Just de Valcabrère era una parada para los peregrinos que hacían el Camino de Santiago.

El órgano de Saint-Just de Valcabrère

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Órgano de Gerhard Grenzing, integrado en la nave románica

El órgano actual de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère es una pieza contemporánea encargada al maestro organero alemán Gerhard Grenzing por el Festival de Comminges, que fue inaugurado el 3 de agosto de 1980. Este instrumento de 19 registros, con dos teclados y pedal, está concebido con una estética sonora de tradición nórdica, ideal para la música barroca alemana y, en particular, para las composiciones de Johann Sebastian Bach. La caja de castaño, sobria y proporcionada, se integra de forma natural con la sobriedad de la nave románica.

El claustro


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Vista del muro exterior del claustro de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère

Al sur de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère se encontraba un claustro medieval, del que hoy apenas quedan algunos restos. Su galería norte se apoyaba directamente sobre el muro meridional del templo, donde aún se abre una pequeña puerta que debió servir de acceso a los canónigos. Entre la hierba se distinguen los vestigios de los antiguos muros interiores, mientras que el muro exterior, restaurado en diversas ocasiones, sigue en pie.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Vestigios del claustro medieval junto al lado sur de la basílica

Las excavaciones arqueológicas realizadas en 1943 y 1950 sacaron a la luz un conjunto de espacios rectangulares anteriores al edificio actual, que se prolongan bajo la basílica y son visibles entre los contrafuertes. Estas estructuras, construidas con piedras irregulares —morillos y cantos rotos— colocadas con sorprendente orden en la mampostería, se han datado entre la Antigüedad tardía y el siglo XI.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Muro meridional donde se apoyaba la galería norte del claustro medieval

En este sector meridional también se hallaron restos de muros prerrománicos, que permiten identificar la huella de un antiguo transepto, situado a la altura de los dos primeros tramos de la nave. Este transepto, que habría dado a la iglesia una planta en cruz latina, podría corresponder a un edificio de culto anterior al actual, probablemente levantado entre los siglos IX y X, en plena transición del mundo carolingio al románico. Estos vestigios confirman la prolongada historia del lugar como espacio de culto.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Antiguos sarcófagos de la necrópolis paleocristiana

La necrópolis asociada a este antiguo santuario ha revelado un importante conjunto funerario, con numerosos sarcófagos de piedra exhumados junto al muro de clausura y bajo el absidiolo norte. Algunos de estos sepulcros, encajados en los cimientos actuales, son anteriores a los siglos XI y XII, lo que evidencia una vez más la larga tradición de enterramientos en este lugar sagrado.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Fragmento de una máscara trágica reutilizada del teatro de Lugdunum Convenarum

Avanzando hacia la cabecera, en el último contrafuerte sur, podrás descubrir una hermosa máscara de teatro de época romana, sostenida por cintas, con un peinado alto y largas trenzas que enmarcan el rostro. Reutilizada como elemento decorativo, testimonio de la riqueza monumental de la antigua Lugdunum Convenarum

La cabecera


Basílica de Saint-Just de Valcabrère
En la cabecera se reutilizaron losas de sarcófagos y piedras talladas en mármol

La cabecera de Saint-Just de Valcabrère es una de las piezas más singulares del románico pirenaico, tanto por su ingenio técnico como por la riqueza de sus materiales. En su construcción se reutilizaron losas de sarcófagos en los muros y grandes bloques de mármol en contrafuertes y esquinas, lo que aporta al conjunto un aspecto poco habitual.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Cabecera con absidiolos poligonales y ábside central rectangular con contrafuertes

A diferencia del interior, donde los absidiolos son semicirculares, el exterior presenta un diseño poligonal para los absidiolos y rectangular para el ábside central. Este último está enmarcado por dos contrafuertes unidos por un arco de medio punto que forma una hornacina en cuyo centro se abre una ventana axial

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Campanario junto a la cabecera escalonada en tres niveles

El diseño de la cabecera se organiza en tres niveles de cubierta que generan una sensación de ascenso. Los tejados de los absidiolos forman el primer nivel; sobre ellos se eleva una segunda cubierta, marcada por la ondulación de las trompas que suavizan el paso entre planos; y, finalmente, la bóveda de horno del ábside central, coronada por un tejado a cinco vertientes, completa el conjunto. Este escalonamiento progresivo dirige la mirada hacia el campanario.

Basílica de Saint-Just de Valcabrère
Cabeza de toro reutilizada en la cabecera de la Basílica de Saint-Just de Valcabrère

Este juego de volúmenes y alturas, concebido para corregir las irregularidades del plano original, se considera una auténtica proeza constructiva del arte románico pirenaico. Las falsas trompas y arcos exteriores cumplen una función tanto técnica, al facilitar la disposición de las cubiertas, como estética, creando una silueta armónica y sorprendentemente moderna.

Más información: Basílica de Saint-Just de Valcabrère. Dirección: Route du cimetière, 31510 Valcabrère (Francia). Teléfono: +33 561 954 906. Horario: En mayo y octubre, diariamente de 10 a 18 h. De junio a septiembre, diariamente de 10 a 19 h. De noviembre a abril, fines de semana y festivos de 14 a 17 h. Entrada: 3 €. Gratis para niños menores de 10 años. Audioguía disponible en la entrada y en el siguiente enlace

La Grand-Place de Bruselas: Un homenaje a los gremios que forjaron la ciudad

Bruselas
 Las casas de la Grand-Place ilustran la arquitectura barroca de finales del siglo XVII al XVIII
La Grand-Place de Bruselas, inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el 1 de enero de 1998, es una joya arquitectónica y cultural, que atesora magníficos edificios que una vez acogieron gremios, comerciantes y artesanos que participaban en el gobierno de la ciudad. Este maravilloso espacio fue mencionado por primera vez en 1174 como “Nedermerckt” (mercado bajo). En los siglos XIII y XIV, la plaza estaba rodeada por algunos “steenen” (casas señoriales fortificadas), además de la Lonja de los Paños, la Lonja de Pan, la Lonja de Carne y casas de madera o arcilla, con techo de paja dispuestas de forma desordenada.

Bruselas
La plaza del mercado era el centro de la vida política, económica y social de Bruselas

Durante el siglo XVIII, la decadencia de los gremios provocó el progresivo deterioro de sus locales. Las casas comerciales fueron confiscadas y vendidas a particulares. Entre 1777 y 1789, se generalizó el nombre actual de Grand-Place. Entre 1882 y 1920 se tomó conciencia del valor histórico y monumental de la Grand-Place y se llevó a cabo una campaña de restauración, que a día de hoy no se ha abandonado. Durante mucho tiempo la Grand-Place de Bruselas fue escenario de grandes acontecimientos públicos.

Bruselas
Casas entre la Rue des Harengs y la Rue de la Colline

La Grand-Place ha sido el lugar destacado para recibir a la corte, celebrar torneos, realizar procesiones (cuya tradición se perpetúa en la actualidad, con la celebración anual del Ommegang) e incluso fue lugar de ejecuciones capitales. Aquí fueron decapitados, acusados de traición por su participación en la revuelta contra el gobierno español, el 5 de junio de 1568, el conde Lamoral de Egmont y Felipe de Montmorency, Conde de Horn. El 19 de septiembre de 1719 corrió la misma suerte, acusado de sedición, François Anneessens; un líder prominente de los gremios de Bruselas que desafió las medidas impositivas del gobierno español.

Casas entre la Rue au Beurre y la Rue Chair et Pain

Los gremios jugaron un papel fundamental en la economía y la sociedad de la Bruselas medieval. Cada uno tenía sus propias reglas, tradiciones y jerarquías, y competían entre sí por el prestigio y la riqueza. Las decoraciones en dorado recuerdan el aspecto resplandeciente que tenía originalmente la Grand-Place, como sugieren algunas pinturas del siglo XVII, dibujos de la primera mitad del siglo XVIII y raros vestigios sacados a la luz durante las últimas restauraciones. En la Grand-Place confluyen siete calles: Rue au Beurre, Rue de la Tête d'or, Rue Charles Buls, Rue des Chapeliers, Rue de la Colline, Rue des Harengs y Rue Chair et Pain

Bruselas
Casas entre la Rue de la Tête d'or y la Rue au Beurre

La Grote Markt o Grand-Place, forma parte de la zona conocida como “Îlot Sacré”, que abarca más de 700 edificios y que coincide con el área protegida por la UNESCO. El Îlot Sacré ha conservado su esencia medieval original, con calles estrechas y sinuosas, con numerosos callejones, ¡algunos sin salida! Vamos a explorar cada rincón de la que probablemente sea ¡la plaza más bonita del mundo! Empezamos con las casas gremiales ubicadas entre la Rue de la Tête d'or y la Rue au Beurre (noroeste) y de derecha a izquierda. Aquí veremos ejemplos de fachadas de estilo más italiano, con órdenes superpuestos de pilastras o columnas (núm. 1, 5 y 7). Los núm. 2-3 y 4 tienen frontones más profusamente decorados.

Maison du Roi d'Espagne


Grand-Place
En la balaustrada pueden verse seis estatuas alegóricas

La "Maison du Roi d'Espagne" (Casa del Rey de España), ubicada en el número 1 de la Grand-Place, es una imponente residencia en esquina. Conocida con el nombre de la "Maison des Boulangers" (Casa de los panaderos) fue construida entre 1696 y 1697 por el gremio de los panaderos, reemplazando la antigua casa fortificada de la familia Serhuyghs (siglos XII-XIII). Originalmente compuesta por varias viviendas, fue reconstruida entre 1900 y 1902 por el arquitecto bruselense Adolphe Samyn, quien también restauró las esculturas y la cúpula original, perdida en el siglo XIX.

Grand-Place
El rey Carlos II de España rodeado de trofeos y esclavos encadenados

La cúpula tiene un tejado adornado con jarrones, presidida por una estatua dorada de La Fama, obra del escultor P. Du Bois. La balaustrada del ático está coronada por estatuas alegóricas de la Fuerza, el Trigo, el Viento, el Fuego, el Agua y la Previsión. La fachada combina piedra blanca de Euville y piedra azul, con detalles dorados. En el centro del segundo piso destaca una escultura que representa el triunfo del rey Carlos II de España, “El Hechizado”, rodeado de trofeos y esclavos encadenados, sobre la mención "Den Coninck van Spaignien" (El Rey de España).

Grand-Place
Busto de San Auberto, patrón de los panaderos

En el primer piso, alféizares decorados con balaustradas y medallones esculpidos por Alphonse de Tombay y Albert Desenfans representando a los emperadores Marco Aurelio, Nerva, Decio y Trajano. El entablamento presenta el cronograma "HAEC STATUIT / PISTOR / VICTRICIA SIGNA / TROPHAEI QUO / CAROLUS / PLENA LAUDE / SECUNDUS OVAT" (El panadero erigió estas señales de victoria como trofeos por los que Carlos II triunfa con plena gloria) que alude al trofeo esculpido por Jules Lagae. En la planta baja, pueden verse pilastras y un arco adornado con una canasta de frutas. El cronograma realizado en 1697: "HIC QUANDO VIXIT MIRA IN PAUPERES PIETATE ELUXIT" (Aquí, mientras vivió, brilló con una admirable piedad hacia los pobres) sirve de pedestal al busto dorado de San Auberto, patrón de los panaderos.

Maison de la Brouette


Grand-Place
Gablete ornamentado con jarrones y guirnaldas doradas, y la estatua de San Gil

En los números 2 y 3 de la Grand-Place se encuentra la antigua residencia de la "Corporation des Graissiers" (Corporación de los comerciantes de sebo), un gremio establecido desde 1365. La parte superior de la fachada cuenta con frutas, antorchas y una hornacina coronada por una concha que alberga la estatua de Saint-Gilles (patrón de los graseros y de la cofradía de los traperos), obra del escultor Joseph Van Hamme de 1912. 

Grand-Place
Columnas salomónicas decoran el segundo piso de “La Brouette”

En 1439 la fachada Original era de madera y no fue hasta 1644 y 1645, que la casa se reconstruyó en piedra. Alineándose con las estructuras vecinas, a finales del siglo XVII, tras el bombardeo por las tropas francesas de Luis XIV comandadas por el mariscal François de Neufville de Villeroy. El arquitecto bruselense Jean Cosyn restauró la fachada y añadió un nuevo gablete. En 1912, se restauró la decoración, se agregaron ventanas y se reemplazaron algunas piedras.

Grand-Place
La Brouette toma su nombre de las carretillas doradas grabadas en los cartuchos

La fachada barroca de “La Brouette” (La Carretilla) presenta una rica decoración que superpone los cuatro órdenes clásicos. El tercer piso tiene pilastras compuestas y ménsulas decoradas. El segundo piso presenta columnas corintias retorcidas y cartuchos con la fecha de finalización de las obras, 1697. El primer piso exhibe columnas jónicas con ménsulas esculpidas con cabezas de ángeles e inscripciones: "EVETTEWARIERS HUYS" (La casa del vendedor de grasa) y "DEN CRUYWAGEN" (La carreta de mercancías), mientras unas pilastras dóricas adornan la planta baja.

Maison du Sac


Grand-Place
Compás sobre el globo terráqueo: el poder de la razón sobre el mundo

En el número 4 de la Grand-Place se erige “Le Sac” (El Saco) o la "Maison des Menuisiers, Ébénistes et Tonneliers" (Casa de los carpinteros, ebanistas y toneleros), un gremio fundado en 1365. Establecidos aquí en 1444, tras vender su local "Rodenborch" para dar cabida al ala oeste del Ayuntamiento. En la parte superior, el gablete ostenta una rica decoración con óculos, ventanas, jarrones y la fecha "1697", rematada por un globo terráqueo.

Grand-Place
"Le Sac" hace referencia a los sacos de tela que se utilizaban para transportar mercancías

El tercer piso presenta mayor decoración que los pisos inferiores. Aquí pueden verse cariátides, cartuchos, conchas y cabezas de ángeles y una cornisa decorada. La casa fue reconstruida entre 1645 y 1646 y sobrevivió milagrosamente al bombardeo de 1695, aunque se realizaron restauraciones en 1720, entre 1854 y 1858, y también en 1882. Busca el bajorrelieve en piedra que muestra un gran saco sostenido por un personaje, mientras otro hunde la cabeza y los brazos en él. ¡Nadie sabe qué significa!

Grand-Place
Herramientas comunes en carpintería, ebanistería, tonelería y masonería

En 1697, el arquitecto y ebanista neerlandés Antoine Pastorana restauró la fachada y la complementó con esculturas de L. Merckaert y del bruselense Peeter van Dievoet. La fachada barroca destaca con una decoración a base de pilastras, columnas jónicas y corintias y en las bases de los balaustres, una impresionante colección de herramientas esculpidas muestra las que utilizaban los carpinteros, ebanistas y toneleros y que curiosamente también están relacionadas con la masonería.

Maison de la Louve


Grand-Place
El ave fénix resurgiendo de sus cenizas

La "Maison du Serment des Archers" (Casa del juramento de los arqueros) o “La Louve” (La Loba), conocida inicialmente como "Le Loup" (El Lobo), se encuentra en el n.º 5 de la Grand-Place. Su historia se remonta a 1340, siendo parte del antiguo dominio de la familia Serhuyghs. El frontón triangular contiene un bajorrelieve de Apolo disparando una flecha a una serpiente Pitón, obra del escultor J. Pollard, mientras que otro grupo esculpido en la parte superior, representa al ave fénix renaciendo de las cenizas, símbolo de la reconstrucción de la ciudad tras el bombardeo y con el cronograma: "COMBUSTA INSIGNIOR RESURREXI EXPENSIS SEBASTIANAE GULDAE" (Habiendo sido quemada, he resurgido más espléndida, a expensas del gremio de Sebastián).

Grand-Place
Apolo disparando una flecha a una serpiente Pitón

Propiedad del gremio de los arqueros desde principios del siglo XVII, la casa fue reconstruida en 1690 después de un incendio y nuevamente en 1696 tras el bombardeo de 1695, aunque con un remate diferente. Pueden verse cuatro medallones con los rostros de los emperadores: Trajano, Tiberio, Augusto y César, realizados por J. Herain, adornando el piso superior. Estos emperadores eran considerados figuras de autoridad, justicia y sabiduría, y su representación en la casa servía para afirmar los valores y la posición social de sus propietarios. 

Grand-Place
La loba capitolina amamantando a Rómulo y Remo

En el segundo piso, 4 estatuas alegóricas representan la Verdad, la Falsedad, la Paz y la Discordia, son también obra de J. Herain. En el primer piso, se conserva la decoración de pilastras dóricas. Modificaciones en 1847 y restauraciones en 1852 y 1890-1892 agregaron detalles y renovaron elementos estructurales. La fachada barroca presenta pilastras, balcones, un relieve que representa a Rómulo y Remo amamantados por una loba. Busca en las rejas forjadas de las puertas laterales, las iniciales de San Antonio y San Sebastián, patrones de los arqueros.

Maison du Cornet


Grand-Place
La fachada del número 6 de la Grand-Place anuncia la llegada del estilo rococó

La "Maison de la Corporation des Bateliers" (Casa de los Barqueros) o “Maison du Cornet” (Casa de la Corneta), en el n.º 6 de la Grand-Place, destaca por su frontón donde puede verse un medallón de Carlos II, rey de España, entre los cuatro vientos y flanqueado por dos marineros y dos delfines, esculpidos por P. Braecke. Arriba, el blasón de España flanqueado por leones heráldicos, obra de los Hermanos Goyer. La fachada presenta una rica decoración, desde pilastras y relieves hasta ventanas y una terraza adornada con caballos marinos y un tritón, obras de G. Devreese.

Grand-Place
Bajorrelieve que representa una corneta y que da nombre a la casa

Entre 1899 y 1902, Adolphe Samyn renovó la fachada barroca con elementos rococó tempranos, destacando tramos cóncavos y un frontón en forma de popa de barco, esculpido por Peeter van Dievoet. Originalmente conocida como "Den Berg" (La Montaña), Le Cornet (La Corneta), tiene raíces que se remontan a 1379, cuando se constituyó como Gremio de los Barqueros. En 1434, es probable que ya fuera ocupada por el gremio y reconstruida en piedra entre 1641 y 1645 por el cantero Godefroid. Tras el bombardeo de 1695, fue restaurada en 1697 por el arquitecto Antoine Pastorana.

Maison du Renard


Grand-Place
Estatua de San Nicolás con báculo pastoral y mitra

La "Maison de la Corporation des Merciers" o “Maison du Renard” (Casa del Zorro), en el n.º 7 de la Grand-Place, está ligada al gremio de los merceros, establecido en 1382. El gablete, de estilo barroco tardío, luce la estatua de San Nicolás en el remate, según un modelo de J.-A. Laumans. Reconstruida en piedra alrededor de 1645, la casa sufrió daños en el bombardeo de 1695, siendo restaurada en 1699, posiblemente por el arquitecto bruselense Cornelius Van Nerven. El arquitecto bruselense Pierre Victor Jamaer supervisó la restauración realizada entre 1883 y 1884, renovando elementos en piedra de Euville.

Grand-Place
En el centro del friso puede verse el año de reconstrucción "1699"

Las esculturas de los artistas bruselenses barrocos Marc De Vos y Jan Van Delen aportaron majestuosidad al edificio, aunque algunas desaparecieron con el tiempo. La fachada barroca tardía presenta tres registros, destacando en el segundo piso la decoración de cuatro cariátides y una guirnalda de flores y frutas, obra de Edmond Geirnaert. Destacan las estatuas de los cuatro continentes; a la izquierda, África y Europa, fechadas en 1884 en el pedestal. A la derecha, pueden verse Asia y América, obra del escultor flamenco Julien Dillens. Un friso con motivos estilo Luis XIV enmarca una imagen del Sol sobre una banderola con la inscripción "PONDERE ET MENSURA" (Con peso y medida). 

Grand-Place
Bajorrelieves que ilustran las actividades de los merceros

En la planta baja la decoración de pilastras y bajorrelieves ilustran las actividades merceras, así como la figura alegórica central de la Justicia, obra de Polydore Comein. También se conserva la inscripción "IN DEN VOS" (En el Zorro) en el dintel de la puerta y un zorro coronándola. Cuenta la leyenda, que la Maison du Renard era originalmente una posada y que su propietario, era un comerciante llamado Gaspard van der Cruyce, miembro del gremio de peleteros. El zorro era un animal importante para el gremio, ya que su piel se utilizaba para hacer abrigos y otros artículos de lujo, y él los utilizó como anuncio para la posada.

Hôtel de Ville


La torre gótica de 96 metros de altura está coronada por el Arcángel Miguel, patrón de Bruselas

El Ayuntamiento de Bruselas, situado en el lado sudoeste de la Grand-Place, ha resistido a lo largo del tiempo, sobreviviendo al bombardeo de 1695 y manteniendo su esplendor. Se erige en el lugar que una vez ocupó la Lonja de los Paños del siglo XIV. La estructura actual corresponde a la restauración exhaustiva realizada en el siglo XIX. Destaca la utilización de piedra de Gobertange (piedra caliza color ocre) y Euville (piedra caliza color blanco crema), bajo la dirección de los arquitectos belgas Tilman-François Suys y Pierre Victor Jamaer.

Grand-Place
En la fachada pueden verse los escudos de armas de los Siete Linajes de Bruselas, de nuevo el 7

Entre 1844 y 1902, se añadieron más de ciento cincuenta estatuas en piedra de Caen (piedra caliza color crema) y Échaillon (piedra caliza blanca) a la fachada, representando santos, profetas, alegorías, soberanos, caballeros, burgomaestres y residentes ilustres. La planta baja exhibe una galería adornada con follaje y una balaustrada almenada. Destacan los cuatro torreones octogonales y los leones heráldicos sentados, obra de De Groot de 1869. La arquitectura del Ayuntamiento de Bruselas ha influido en la construcción de otros ayuntamientos góticos de Brabante.

Bruselas
Entre la Rue des Chapeliers y Rue Charles Buls encontramos un grupo de cinco casas

En la cara sudeste de la Grand-Place, entre la Rue des Chapeliers y la Rue Charles Buls, la calle que lleva directamente al Manneken Pis, y, por tanto, una zona muy concurrida, se encuentran cinco casas que conforman un bello rincón con fachadas notables. La del centro, mucho más ornamentada que las de los extremos que presentan fachadas más sobrias. Aunque hay que destacar las arcadas de la planta baja de la Maison de l'Étoile, construidas entre 1896 y 1897 en forma de galería, para facilitar la circulación.

Maison de l'Étoile


Grand-Place
La Maison de l'Étoile está adornada con una estrella dorada que le da el nombre

En el número 8 de la Grand-Place, vemos la “Maison de l'Étoile” (Casa de la Estrella) o "Maison de l'Amman", antigua residencia del Amman, figura que presidía el tribunal de concejales y ejecutaba las sentencias en el siglo XIV, haciendo las funciones de juez y jefe de la policía. La fachada principal destaca por un orden colosal de pilastras compuestas, un tramo central más ancho con motivos ornamentales, entablamento y un frontón triangular coronado por una estrella dorada. Mencionada  por primera vez en el siglo XIII, hubo de ser reconstruida después del bombardeo de 1695. Fue demolida en 1853 y posteriormente reconstruida entre 1896 y 1897 por orden del alcalde Charles Buls, bajo la supervisión del arquitecto Adolphe Samyn

Grand-Place
Monumento dedicado a Everard ’t Serclaes

Esta vivienda, que comparte estructura con el número 9, exhibe un estilo barroco sobrio con detalles en piedra de Euville, piedra azul y ladrillos. La ventana de arco y la fachada lateral, decoradas con elementos arquitectónicos y relieves, contribuyen a la elegancia de la estructura. Bajo la galería, se encuentran dos monumentos conmemorativos, uno dedicado a Charles Buls diseñado por el arquitecto Victor Horta en colaboración con el escultor valón Victor Rousseau, y el otro dedicado a Everard ’t Serclaes, concejal y liberador de la ciudad, que falleció aquí en 1388.

Maison du Cygne


Grand-Place
Estatuas de la Agricultura, la Abundancia y la Carnicería coronan la Maison du Cygne

La historia de la "Maison du Cygne" (Casa del Cisne), situada en el número 9 de la Grand-Place, se remonta al siglo XIV, cuando era una posada rodeada de jardines. Reconstruida en 1523 con una fachada de madera, fue afectada por el bombardeo de 1698 y posteriormente reconstruida, posiblemente, por Cornelius Van Nerven, adelantándose de la alineación original como vivienda para Pierre Fariseau, cofundador de la Academia de Música, cuyas iniciales pueden verse en la fachada.

Grand-Place
Cartucho sostenido por dos amorcillos con las iniciales "P.F."

En 1720, fue adquirida por el gremio de los carniceros, que la transformó con los ingresos de la venta de la lana, como indica el cronograma de 1720, en la parte superior de la fachada "HAEC DOMUS LANEA EXALTATUR" (Esta casa está construida con lana). Entre 1896 y 1897, se realizaron modificaciones durante la reconstrucción de la casa vecina "L'Étoile" (n.º 8), y en 1903-1904, se restauró la fachada principal y el tejado.

Grand-Place
Cisne esculpido por el escultor Egide Emile Aertsen en 1852 sobre la puerta

Esta impresionante casa de tres niveles más entresuelo destaca por su innovadora fachada de estilo Luis XIV. Detalles notables incluyen una puerta-ventana flanqueada por columnas jónicas, un balcón decorativo, ventanas rematadas por frontones y tres estatuas representativas de la Agricultura, la Abundancia y la Carnicería, en el ático, que fueron restauradas por el escultor Charles Samuel en 1899.

Maison de l'Arbre d'Or


Grand-Place
Estatua ecuestre en bronce de Carlos de Lorena

La “Maison de l'Arbre d'Or” (Casa del Árbol de Oro) o "Maison des Brasseurs" (Casa de los Cerveceros), ubicada en el número 10 de la Grand-Place, tiene una historia que se remonta al siglo XIII, cuando era conocida como "De Hille" (La Colina) y luego como "Den Gulden Boom" (El Árbol Dorado). El frontón curvo está realzado con delfines, leones y una estatua ecuestre en bronce de Carlos de Lorena, fundida en 1901 por P. Van Aerschodt, según un modelo de Jules Lagae.

Grand-Place
En el friso puede leerse la inscripción: "MAISON DES BRASSEURS"

En el siglo XV, fue adquirida por los curtidores y posteriormente cedida a los tapiceros. No fue hasta el siglo XVII, que pasó a manos del gremio de los cerveceros, que la reconstruyó en 1638. Después del bombardeo de 1698, se reconstruyó de nuevo según los planos del arquitecto bruselense Willem De Bruyn, moviéndose al antiguo alineamiento de la plaza.

Grand-Place
Bajorrelieves con escenas de la labor de los cerveceros

En 1901, Adolphe Samyn restauró la fachada utilizando piedra de Euville y Gobertange. La fachada barroca clasicista destaca por un orden colosal de columnas corintias y dóricas que sostienen el frontón. Los pisos superiores exhiben columnas decoradas con guirnaldas de lúpulo y espigas de trigo, ventanas rectangulares y bajorrelieves con escenas de la labor de los cerveceros.

Maison de la Rose


Grand-Place
Frontón decoradocon volutas y jarrones

La casa "La Rose" (La Rosa. De Roose en neerlandés), situada en el número 11 de la Grand-Place, tiene una historia vinculada a la ampliación del acceso al Mercado del Queso en el siglo XIV, cuando fue adquirida por la ciudad. El remate superior se divide en dos registros, rematado por jarrones y adornado con elementos decorativos en dorado. En 1452, pertenecía a Catherine Van der Rosen, esposa de Melchior d'Arquennes, Señor de Petit-Roeulx que formó parte de una liga que apoyaba a Juan IV, duque de Brabante, contra los lovanistas.

Grand-Place
El escudo de armas de la familia Van der Rosen que incluía una rosa, dio nombre al edificio

La casa fue reconstruida por orden de Jean-Baptiste ’t Serstevens, siguiendo el alineamiento prescrito después de una expropiación parcial de terreno por parte de la ciudad. La fachada, restaurada entre 1885 y 1887 por el arquitecto Pierre Victor Jamaer, presenta un estilo barroco sencillo de tres niveles, con un tejado de tejas en forma de S. El primer piso exhibe pilastras jónicas y una cartela de época, con el año “1702” fecha de su reconstrucción. En la planta baja, pilastras dóricas y una puerta con marco contorneado sobre el que se apoya un jarrón con rosas.

Maison du Mont Thabor


Grand-Place
La fachada barroca es sobria, con un frontón que destaca por ménsulas invertidas

La casa "Le Mont Thabor" (El Monte Tabor), ubicada en el número 12 de la Grand-Place, tiene sus raíces en el siglo XVI. Está dividida en dos cuerpos, exhibe detalles ornamentales, como volutas, jarrones y un óculo ovalado, rematado por un saliente curvo. En 1699, la vivienda fue reconstruida por el maestro carpintero F. Timmermans y el maestro albañil P. de Roy para J.B. Van de Putte siguiendo el alineamiento del número 11.

Grand-Place
Las tres banderas doradas representan las tres etapas de la obra alquímica

La restauración entre 1885 y 1887, dirigida por el arquitecto Pierre Victor Jamaer, empleó piedra de Gobertange para el frontón, piedras de Euville y Savonnière para los capiteles y decoración, y piedra azul para las ventanas. Un orden colosal de pilastras compuestas une los pisos, con antepechos decorados con balaustres y guirnaldas. En el primer piso puede verse una cartela dorada con la representación de banderas.

Maison des Ducs de Brabant


Grand-Place
Siete casas unificadas bajo una sola fachada, entre la Rue des Chapeliers y la Rue de la Colline

La "Maison des Ducs de Brabant" (Casa de los Duques de Brabante), situada entre el n.º 13 al 19 de la Grand-Place, está formada por siete viviendas, cada una con su nombre propio: "La Renommée" La Fama (n.º 13), "L'Ermitage" El ermitaño (n.º 14), "La Fortune" (n.º 15), "Le Moulin à vent" Gremio de los Molineros (n.º 16), "Le Pot d'Étain" Gremio de los Carpinteros y carreteros (n.º 17), "La Colline" Corporation des «Quatre Couronnés» (escultores, albañiles, canteros y pizarreros) (n.º 18) y "La Bourse" La Bolsa de Valores (n.º 19). Su origen se remonta al siglo XII, cuando el espacio estaba ocupado por la casa fortificada de la familia Meynaert.

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Alegoría del comercio, personificado por el Escalda, que trajo la paz a los Países Bajos

Una fachada única diseñada por Willem De Bruyn unió las viviendas, completándose en 1698. El frontón original fue modificado en 1770, por un frontón curvo coronado por una barandilla y una cornisa con jarrones decorativos. Los bustos de diecinueve duques de Brabante fueron colocados en 1793 por Jean-Pierre Huens, eliminados posteriormente por los sans-culottes, y restablecidos en 1851 por Édouard Marchant y son el origen del nombre actual del edificio. 

Grand-Place
Reconstruidas y agrupadas después de 1441, estas casas albergaron diversos oficios hasta 1795

Entre 1881 y 1890, el arquitecto Pierre Victor Jamaer lideró una restauración con trabajos de dorado y policromía. La monumental fachada barroca presenta órdenes colosales de pilastras. Las entradas gemelas y escaleras dobles conducen a cada una de las casas. La decoración incluye representaciones de herramientas de oficios y cartuchos con las fechas de restauración.

Maison du Cerf


Grand-Place
Entre la Rue des Harengs y la Rue de la Colline se encuentra la “Maison du Cerf”

La casa de “Le Cerf” (El Ciervo), en el n.º 20 de la Grand-Place, es parte de un conjunto construido simultáneamente con los edificios comprendidos entre los números 21 al 28, en sustitución de las viviendas expropiadas por la ciudad en el siglo XIV. El gablete está coronado por jarrones, y presidido por una ventana arqueada flanqueada por volutas y un óculo en la cima. Su fachada, posiblemente reconstruida en piedra en el XVII, experimentó renovaciones en 1710 de mano del arquitecto barroco, Gilles Van den Eynde.

Grand-Place
El año de reconstrucción es visible en las cartelas enmarcadas con astas de ciervo del segundo piso

Se realizaron obras adicionales entre 1868 y 1869, y en 1880, 1881, y 1895. En 1896-1897, el arquitecto Adolphe Samyn reconstruyó la fachada principal y la primera travesía de la lateral, en piedra de Euville. La casa de cuatro niveles en la esquina de la Rue de la Colline exhibe una fachada de piedra blanca, con detalles decorativos en piedra azul. Su estructura, de inspiración barroca tardía, con influencias góticas tardías, presenta decoración sencilla con anclas ornamentales de flor de lis, y cartuchos con inscripciones: "ANNO/ 1710" (año 1710) en el segundo piso y "HEERT / CERF" (Ciervo) en el primer piso.

Maison de Joseph et Anne


Grand-Place
El aspecto actual es obra del arquitecto Adolphe Samyn

En los números 21 y 22 de la Grand-Place, encontramos dos casas particulares bajo una sola fachada, la casa denominada "Joseph et Anne" (José y Ana). El edificio tiene tres niveles, más medio piso, y presenta una disposición de estilo barroco tardío, con un gablete con bordes curvados, decorado con cuatro ojos ciegos. Los del nivel superior, enmarcados por volutas y coronados por un frontón triangular rematado por un jarrón.

Grand-Place
En los alféizares pueden verse las cartelas con las inscripciones "ANNA" y "JOSEPH"

Esta vivienda aún tenía una fachada de madera a finales del siglo XVI. La fachada actual es el resultado de una reconstrucción realizada entre 1896 y 1897, en piedra blanca de Euville y piedra azul de Écaussinnes, por el arquitecto Adolphe Samyn. Busca las cartelas con los nombres de "Anna" y "Joseph" (Ana y José), aunque no está confirmado, es posible que representen a los propietarios que vivieron aquí en algún momento de su historia.

Maison de l'Ange

Grand-Place
El frontón triangular está rematado con tres jarrones de piedra

“L'Ange” (El Ángel) que se encuentra en el n.º 23 de la Grand-Place, era conocida en el siglo XIV con el nombre de "L'Olivier" (El Olivo). Fue expropiada por la ciudad en el siglo XVI, para expandir el mercado y fue reconstruida junto con las casas situadas en el número 24 y 25. En 1591, G. de Roovere la adquirió a cambio de una renta anual. El frontón triangular, perforado por una ventana contorneada y alféizar, está flanqueado por pilastras corintias, con ventanas arqueadas ciegas y coronado por jarrones.

Grand-Place
Dos bajorrelieves, con el rostro de hombre y una mujer, enmarcan el balcón del segundo piso

Los alféizares superiores están adornados con mascarones y guirnaldas, y el año de la reconstrucción "16/97". El mercader Jan De Vos la reconstruyó en estilo barroco tardío, posiblemente siguiendo el diseño de Willem De Bruyn. El edificio actual forma parte de la reconstrucción realizada entre 1896 y 1897 por Adolphe Samyn. La fachada barroca tardía de piedra blanca con detalles en piedra azul exhibe pilastras jónicas y corintias sobre pedestales altos, destacando un diseño vertical. La travesía central tiene un balcón curvo y balaustrada.

Maison des Tailleurs


Grand-Place
Estatua de San Homobono de Cremona, patrón de los sastres

La "Maison des Tailleurs" (Casa de los Sastres), en los números 24 y 25 de la Grand-Place, era en el siglo XIV dos casas conocidas con el nombre "La Chaloupe d'Or" (La Chalupa de Oro) y "La Taupe" (El Topo) y que también fueron expropiadas para expandir el mercado. La casa se compone de tres niveles más entresuelo y presenta un remate con jarrones sobre pedestal que incluye una hornacina con la estatua de San Homobono de Cremona. La fachada monumental barroca clasicista está decorada con pilastras jónicas y compuestas, balcón, ventanas rectangulares y un frontón triangular con el cronograma de “1697”.

Grand-Place
La entrada principal está rematada por un frontón y el busto de Santa Bárbara

Alrededor del año 1500, fueron adquiridas por el gremio de los sastres y reconstruidas en estilo gótico tardío, junto a la vivienda del n.º 23. Tras el bombardeo de 1695, Willem De Bruyn restauró ambas viviendas en 1697, detrás de una fachada única, decorada por Peeter van Dievoet. En 1882, Pierre Victor Jamaer realizó una restauración, y Adolphe Samyn renovó la carpintería y ventanas en piedra azul en 1898. La puerta de la "Maison des Tailleurs" destaca con un panel entre dos volutas doradas, un frontón curvo y una hornacina redonda con el busto de Santa Bárbara, patrona del gremio de los sastres, obra del escultor Godefroid Van den Kerckhove de 1872.

Maison du Pigeon


Grand-Place
La fachada está coronada por un frontón triangular rematado por jarrones de piedra

La casa "Le Pigeon" (La Paloma), ubicada en los números 26 y 27 de la Grand-Place, presenta tres niveles más entresuelo, con una fachada barroca con pilastras dóricas, jónicas y corintias, ventanas y puerta arqueadas, y un remate sobrio con un gablete de frontón triangular adornado con jarrones. La estructura de doble cuerpo, dividida en dos viviendas, destaca por su elegante combinación de elementos renacentistas y barrocos. Ha sido la sede de la "Corporation des peintres" (Corporación de pintores) desde el siglo XV.

Grand-Place
En 1553, la fachada de madera fue cambiada por una inspirada en el Renacimiento italiano

El Gremio de pintores obtuvo, en 1510, la autorización para reconstruir este espacio, cambiando en 1553 la fachada de madera por una de piedra de estilo renacentista. Después del bombardeo, Pierre Simon, arquitecto y cantero, adquirió el terreno y reconstruyó la casa en 1697. Victor Hugo se alojó aquí en 1852, durante su exilio en Bélgica, como lo recuerdan una placa y una inscripción en la fachada. Restaurada entre 1906 y 1908 por la ciudad de Bruselas, según los planos del arquitecto J. Segers, quien utilizó piedra de Gobertange y de Euville, así como piedra azul.

Maison du Marchand d'or


Grand-Place
La fachada está coronada por un gablete con volutas de estilo barroco tardío

La vivienda del número 28 de la Grand-Place, se conoció inicialmente como "Le Marchand d'or" (El Mercader de Oro) y luego como la "Chambrette de l'amman" (Cámara del Amman), adoptando su nombre actual "Aux armes de Brabant" (A las Armas de Brabante), por las armas que adornan su fachada. El gablete flanqueado por volutas, destaca por una ventana central arqueada y pequeñas ventanas laterales. Reconstruida en 1709 por el arquitecto y cantero bruselense, Jacques Walckiers, posiblemente por encargo del ceramista Corneille Mombaerts, la casa fue restaurada por Adolphe Samyn entre 1896 y 1897 con piedra azul y de Euville.

Grand-Place
El escudo de Bélgica lleva un león de oro como el escudo de armas del duque de Brabante

La fachada barroca tardía, simétrica y dividida en dos secciones, presenta órdenes superpuestos de pilastras dóricas, jónicas y corintias. Los niveles exhiben detalles como triglifos, balaustres decorativos y el escudo de armas de Brabante. La planta baja de piedra azul tiene aberturas para bodegas, y la entrada rectangular original fue reemplazada por una puerta con marco ondulado. La fachada lateral, de ladrillo y piedra blanca, muestra una disposición asimétrica con ventanas en tramos desiguales.

Maison du Roi


Grand-Place
La antigua “Halle au Pain” conserva su nombre en neerlandés de Broodhuis

Entre la Rue Chair et Pain y la Rue des Harengs se erige majestuosa la Maison du Roi(Casa del Rey), en el número 29 de la Grand-Place. Este imponente edificio ocupa el lugar de la antigua Lonja de Pan, mencionada por primera vez en 1321. Fue reconstruida en piedra en 1405 por el duque de Brabante, recibiendo el nombre de "Maison ducale" (Casa Ducal). Demolida en 1512-1513, fue reedificada entre 1515 y 1536 por Carlos V, duque de Brabante y rey de España, convirtiéndose en la "Casa del Rey".

Grand-Place
Pierre Victor Jamaer agregó dos galerías y la torre central

El edificio actual, reconstruido en estilo gótico en 1875 por el arquitecto Pierre Victor Jamaer, emplea piedra azul de Soignies y piedra de Gobertange. La torre cuadrada tiene una balaustrada y una linterna octogonal con aguja. La fachada principal, ricamente decorada con motivos de tréboles de cuatro hojas, presenta ventanas flanqueadas por columnas y una balaustrada perforada.

Grand-Place
El edificio fue la residencia oficial de los duques de Brabante hasta el siglo XVI

La fachada destaca por su decoración de arquerías, pináculos, leones heráldicos y estatuas que representan a los príncipes del Brabante. La Maison du Roi, que albergó instituciones administrativas y judiciales, se convirtió en el Museo de la Ciudad en 1927. El Musée de la ville de Bruxelles exhibe diversas colecciones que trazan la evolución social, económica, intelectual, artística y urbanística de la ciudad y la vida de sus habitantes.

Maison du Heaume


Grand-Place
Clásica superposición de pilastras jónicas en el segundo piso

Entre la Rue au Beurre y la Rue Chair et Pain encontramos la casa de "Le Heaume" (El Yelmo). Situada en el número 34 de la Grand-Place, ya era conocida en el siglo XVIII, pero con el nombre de “Gulden Helm” (Yelmo Dorado). Presenta una fachada de inspiración barroca tardía bajo un gablete parcialmente reconstruido en piedra blanca. El gablete, dividido en dos secciones, exhibe una parte superior con frontón triangular y jarrón, y una parte inferior decorada con guirnaldas, bolas y una ventana central flanqueada por pilastras corintias. 

Grand-Place
Los bajorrelieves de Frans Huygelen reemplazaron a los originales de Peeter van Dievoet

La vivienda fue reconstruida después de 1695, posiblemente por Peeter van Dievoet. En 1920, fue sometida a una restauración general por el arquitecto bruselense François Malfait, que utilizó piedras de Baeleghem, Euville, Gobertange, ladrillos antiguos y piedra azul. En la planta principal destaca un friso de triglifos y bajorrelieves del escultor flamenco Frans Huygelen. La fachada lateral de ladrillo, dividida por cintas continuas, presenta un zócalo biselado de piedra blanca y detalles decorativos que complementan la armonía barroca de la estructura.

Maison du Paon


Grand-Place
Le Paon destaca por su gablete característico del siglo XVIII

La casa "Le Paon" (El Pavo Real), en el número 35 de la Grand-Place, llegó al siglo XIX con una fachada sin decoración. En 1882, el arquitecto Pierre Victor Jamaer reintrodujo ornamentos y balaustres de piedra azul, renovando las carpinterías. La parte superior tiene dos bolas doradas en sus extremos y está rematada por un frontón triangular. Presenta una ventana enmarcada por dos más pequeñas y coronada por un ojo de buey bajo una cornisa, con cartelas que mencionan el año de reconstrucción del edificio "1697".

Grand-Place
La cartela del pavo real está enmarcada por balaustres

La fachada fue revestida, pintada y dorada en 1984, y es una de las fachadas blancas de la Grand-Place. El segundo piso está decorado con guirnaldas de frutas doradas. En el eje del primer piso, se encuentra una cartela decorada con un pavo real dorado, enmarcado por grandes ventanales con parteluces, que da nombre al edificio. Se realizaron modificaciones en la planta baja en 1890, añadiendo detalles que complementan la estética barroca de la estructura.

Maison Le Petit Renard y Le Chêne


Grand-Place
Los tímpanos están ornamentados con cartuchos barrocos

En los números 36 y 37 de la Grand-Place, las casas "Le Petit Renard y Le Chêne" (El Pequeño Zorro y el Roble) son dos viviendas de estilo barroco reconstruidas en 1696. En el siglo XVIII, estas casas se llamaban “Samaritaen” (El Pequeño Zorro) y “Den Eyck” (El Roble). En el entablamento, puede verse un friso de paneles ornamentados con flores y la inscripción "A/N/N/O /1/6/9/6" (Año 1696). En la cubierta, puede verse dos ventanas abuhardilladas con aletas en voluta y pilastras jónicas que sostienen un frontón curvo coronado por una bola.

Grand-Place
Sencillos alféizares decorados con balaustres

La fachada fue restaurada entre 1884 y 1886 por el arquitecto de la ciudad de Bruselas, Pierre Victor Jamaer, quien renovó las ventanas abuhardilladas, las carpinterías y el revestimiento de la planta baja en piedra de Gobertange. Los alféizares están decorados con balaustres. La puerta y el aparador actuales datan de 1947, aunque la puerta del n.° 36 luce un marco de estilo Luis XV.

Maison Sainte-Barbe


Grand-Place
En el siglo XVIII ya se conocía por el nombre de “Sinte Bárbara”

En el n.º 38 de la Grand-Place, "Sainte-Barbe" (Santa Bárbara) es una casa privada reconstruida en 1696. El gablete perfilado en campana, de estilo bastante sobrio, está coronado por un frontón triangular decorado con tres bolas doradas. El alféizar central del nivel superior está decorado con un bajorrelieve que representa a Santa Bárbara y que muestra el nombre de la casa: “In Sinte Barbara”.

Grand-Place
Santa Bárbara suele representarse con una torre en la mano, su atributo más característico

La fachada en piedra blanca está realzada con detalles dorados, y cornisas y balaustres en piedra azul. El estado actual corresponde a la restauración realizada en 1918 por el arquitecto de la ciudad, François Malfait, quien se inspiró en un dibujo de Ferdinand-Joseph De Rons de 1729. El primer y segundo piso tienen ventanas abatibles de madera, cada una rematada con un travesaño de piedra.

Maison de l'Âne 

Grand-Place
El gablete está decorado con un jarrón de piedra y guirnaldas de frutas doradas

Por último, en el n.º 39 de la Grand-Place encontramos la "Maison de l'Âne" (La Casa del Burro. Den Ezel en neerlandés). La parte superior está decorada con un gablete con dos ventanas bajo un frontón curvo con un ojo de buey, flanqueado por guirnaldas de frutas doradas y rematado por un jarrón de piedra, también dorado. 

Grand-Place
El segundo piso muestra pilastras estriadas rematadas con capiteles de hojas de acanto

Esta estrecha vivienda, de tres niveles, fue reconstruida después de 1695 y restaurada entre 1916 y 1917 con piedra azul, de Gobertange y de Euville. La fachada, de estilo barroco tardío, en piedra blanca, está decorada con pilastras, balaustres y cornisas en piedra azul. Los pisos están separados visualmente por la superposición de dos órdenes de pilastras: jónicas y corintias, bajo un entablamento con arquitrabe y cornisa perfilada.

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