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Conociendo a la tribu de los Iban

Las antiguas leyendas todavía persiguen a la tribu de los Iban de Borneo. Durante años fueron los guerreros más bravos y los más temidos del archipiélago malayo y de las costas del sur asiático. Se les conocía con el terrible nombre de “cazadores de cabezas”, aunque su verdadero nombre Iban es mucho menos espectacular y terrorífico. 


Una ley tribal obligaba a los jóvenes de la tribu a salir y demostrar su hombría, “cortándole la cabeza a algún enemigo”, en los últimos años habían sido en su mayoría comerciantes chinos que llegaban a Borneo para ganarse la vida. En el año 2006 durante mi luna de miel, los miembros más ancianos de la longhouse (casa comunal donde habitan los miembros de la tribu Iban que puede tener capacidad para un total de 200 personas de la misma tribu) donde estuvimos hospedados, sí eran auténticos “cazadores de cabezas”. Todos ellos lucían con orgullo varios tatuajes en la piel con mucho significado como los que lucen en los nudillos de las manos o en el cuello, que advierten y recuerdan que fueron los guerreros de la tribu.

Dicen, que en la actualidad han dejado de practicar aquel “peculiar” ritual, pero en el interior de las longhouses, aún se ven los cráneos de las últimas desafortunadas víctimas. Por fortuna de los viajeros actuales, son muchas las costumbres y rituales que aún se mantienen intactos, como la de dar la bienvenida con vino de arroz, las danzas y en general la vida comunal más o menos segura. 


Es así como cuando se llega de visita a una casa comunal Iban, al viajero se le recibe con una cálida bienvenida. Por doquier suenan los gongs anunciando la llegada del extranjero, las mujeres y niños corren hacia la orilla y se alzan en cantos y gritos de júbilo. Los gongs son el tesoro más preciado de la tribu, suenan a modo de saludo, pero son una muestra del poder y del dinero que tiene ese clan en concreto. Cuanto mayor número de gongs tengan o mejor decorados estén, mayor riqueza tiene ese poblado.


Los bomoh o magos, todavía practican la medicina tradicional en las áreas rurales. Usando conjuros, en los que a veces también se invoca a Allah, se expulsarán toda clase de espíritus que causan las enfermedades de los Iban. Se suelen practicar ofrendas a los espíritus de la tierra, sobre todo para solicitar una buena cosecha. Para ello se sacrificará un pollo -antiguamente se sacrificaba un esclavo- y con ese sacrificio de sangre se intentará apaciguar al espíritu de la casa.

Aunque parezca mentira las acciones de la tribu Iban vienen en su mayoría determinadas por la interpretación de los sueños que ha hecho el bomoh y por la observación de los pájaros; mensajeros de las deidades. Si os dan la bienvenida en la tribu es que mucho antes se dio el consentimiento oportuno por parte de los Dioses. La mayoría de las normas sociales que se practican hoy en día en la tribu Iban, provienen de sus creencias y también de sus tabúes, así que debes saber que rechazar el vino de arroz puede ser visto con muy malos ojos.


Durante el día las mujeres Iban tejen alfombras, cestos o uno de los adornos más preciados de su arte ancestral; el pua kumbu. Para este colorido adorno se siguen utilizando técnicas ancestrales con tintes naturales extraídos de plantas y cada diseño ha sido aprendido generación tras generación, impidiendo su desaparición. El pua kumbu es utilizado aún en las grandes ceremonias. Los motivos animales o florales suelen ser la representación de temas míticos o leyendas que tienen un significado espiritual muy especial para los Iban.


Los hombres también se dedican a tejer, pero principalmente redes de pesca, una de las actividades que siguen practicando, junto a la caza y el cultivo de la tierra. La extracción de caucho de los árboles les proporciona ingresos extra para comprar gasolina para sus embarcaciones u otros productos de la atrayente civilización. Se trata de que todo funcione en un perfecto orden “Iban” y con el máximo respeto a la Madre Naturaleza.


Como los miembros de la tribu viven todos en la misma casa comunal y no dispersos en el poblado, las fiestas que se montan en la longhouse son de órdago. Para ello los bailarines lucirán sus trajes ceremoniales adornados con una hermosa colección de joyas de plata muy elaborada. Aún se realizan danzas guerreras, son ¡las más espectaculares! ya que los más pequeños se esconden asustados tras las madres y los hombres adultos gritan con fervor, mientras las jóvenes miran embelesadas a los guapos de la tribu.


Los hombres visten un taparrabos y lucen en la cabeza un gran tocado fabricado con plumas y abalorios de plata. Sus movimientos se asemejan a los que realizan los cálao; un ave extraordinaria de casi un metro de longitud que parece sacada del edén.

Después de la fiesta nocturna, donde puedo aseguraros que corre el vino de arroz como si no hubiera un mañana, todos quedamos tumbados sobre las esteras, uno al lado del otro, a lo largo de una longhouse convertida en dormitorio. Antes de que salga el sol, las mujeres comenzarán con sus quehaceres y ya no quedará rastro de los hombres que habrán partido en busca de comida o quién sabe si de alguna otra pieza de caza.

El gran Museo de las Culturas del Mundo

Sin duda para un auténtico viajero el mayor Museo de Culturas del Mundo es nuestro planeta. La variedad de pueblos, civilizaciones, etnias y religiones del territorio que abarca nuestra historia es tan grande, que es imposible recorrerlas todas en una vida. Quizás por eso viajo, a veces de una forma apresurada, como atendiendo al reloj que marca el tic tac de mi vida. El trabajo y el dinero no son siempre un buen aliado para ser un nómada, así que cuando me enteré que en Barcelona se abría un museo donde se daba cabida a la diversidad cultural de la Tierra ¡quise visitarlo!

El Museu de Cultures del Món muestra de una forma clara y detallada algunos de los pueblos más significativos de África, América, Asia y Oceanía. Las piezas elegidas se exhiben en tres plantas acondicionadas con apoyo audiovisual, luces bien situadas (no os imagináis la rabia que da, visitar un museo y que la luz obstruya la contemplación de una obra) y unas vitrinas tan transparentes que en muchos casos parece que ni siquiera existan.

Primer recorrido: África


Una gran bola terráquea recibe al visitante y sirve de pantalla de proyección para recorrer el planeta de un continente a otro a través de alguna de las piezas que veremos a continuación. Cuatro vitrinas muestran una pieza representativa de cada zona que visitaremos y a la vez sirven de ejemplo de los materiales con los que se han fabricado los ídolos o utensilios que iremos encontrando en las salas de este museo: madera, terracota, metal y cuero.

Nos adentramos en Guinea Ecuatorial, Antiguo Reino de Benín, Burkina Faso, Mali, República Democrática del Congo o Etiopía para entrar de lleno en la cultura, los instrumentos y amuletos de los pueblos Akan, Baulé, Bembe, Dogón, Mende, Mossi, Senufo, Yoruba, entre otros. Conocer el culto a la fertilidad, la creencia en los espíritus, la magia etnográfica de las figuras relicario, las máscaras y los fetiches, sirve para amar la pluralidad, para entender las diferencias y para conocer a nuestros vecinos.

Si quieres ampliar la información sobre el pueblo Dogón os invito a leer Descubriendo una aldea dogón. Si te interesa saber más sobre los Mossi, nada mejor que conocerlos en el País Bissa.

En el interior del museo tienes unas pantallas donde se explica con texto e imágenes algunas características interesantes de los pueblos, así mismo también sirven para ampliar nuestro conocimiento sobre las piezas mostradas. El Museu de Cultures del Món tiene disponible una aplicación móvil que se puede consultar desde casa y que complementa e invita al visitante a conocer el mundo en el que vivimos. Vamos ya, a conocer algunas de las piezas que se pueden encontrar en la exposición sobre África y que personalmente me gustaron:

  • El Guardián de Relicario (Guinea Ecuatorial) es una figura femenina tallada en madera del pueblo Fang, conocida como Eyema Byeri. Se utilizaba en las ceremonias del paso de los jóvenes de la tribu a la edad adulta. Se guardaban en una cabaña junto a los cráneos de los antepasados que eran mostrados en el ritual de iniciación.
  • Placas decorativas del Reino de Benín (Nigeria) realizadas entre 1550 y el año 1700 en latón, revestían las columnas de madera del palacio real y de las casas nobles. Muestran escenas rituales o de la vida en palacio y destacan por la variedad y lujo de detalles.
  • Figura Fetiche (República Democrática del Congo) escultura femenina tallada en madera del pueblo Bembe. Tiene unos ojos almendrados realizados en porcelana y escarificaciones en la cara, está revestida de barro, vidrio, cuerda y pintura ritual. Se utilizaba en ceremonias de culto a los antepasados, ritos de curación y fertilidad, gracias a las sustancias que utilizaba el especialista en rituales llamado nganga, la pieza quedaba dotada de poderes mágicos así como de alma.
  • Figura Waka Sran (Costa de Marfil) figura tallada en madera del pueblo Baulé, utilizada en la ceremonia de reconciliación o matrimonio con los espíritus. Según las creencias de este pueblo, cada persona tiene un esposo y una esposa en el más allá que puede estorbar en el mundo de los vivos, su adoración atraerá el bien y la “paz conyugal”.
  • Máscara Casco Sowei (Sierra Leona y Liberia) cabeza tallada en madera con un elaborado peinado de 8 trenzas originario del pueblo Mende. Es la única máscara utilizada por mujeres en danzas africanas y representan a los espíritus del agua. Su uso se reserva para el paso de las jóvenes a la edad adulta, quienes pasan tres meses alejadas de la tribu en un bosque sagrado y donde se les practica la ablación del clítoris.

Segundo recorrido: Oceanía


En mi opinión la colección de Papúa Nueva Guinea, Polinesia y Australia es pequeña, pero hay que tener en cuenta que el museo exhibe aproximadamente unos 2400 objetos de una colección privada de la Fundación Folch. Las ganas de pisar algún día Papúa Nueva Guinea y las islas del Pacífico hacen que todo lo que veo me sepa a poco. Aquí se puede conocer la cultura, los enseres o los dioses de los pueblos Abelam, Asmat, Baining o Yiwam. Vamos a descubrir los cultos de iniciación, los objetos sagrados utilizados en los rituales o los ritos ancestrales para la caza y la guerra de otros pueblos. Proas de canoa, figuras espíritu Yipwon, figuras Aripa, postes ceremoniales Bisj, totems u ornamentos de la Isla de Pascua, son algunas de las piezas que se pueden encontrar en la exposición sobre Oceanía y que algunas destacan por su tamaño.

  • Pilar de la Casa de los Hombres (Nueva Guinea) figura femenina tallada en madera símbolo de fertilidad. Adornaba las vigas de la Casa Ceremonial, también conocida como “Casa de los Hombres”, del poblado Gaikorobi. El recinto congregaba a los hombres de la comunidad, bien para discutir los temas referentes al poblado o realizar los rituales más sagrados.
  • Colgador de Cráneos o agiba (Nueva Guinea) figura en relieve tallada en madera del pueblo Kerewa. Servía para exponer cráneos en la “Casa de los Hombres”. Hasta finales del siglo XIX, en Papúa Nueva Guinea, se practicaba la caza de cabezas como práctica ceremonial y eran los propios guerreros quienes realizaban estas piezas. El ritual se realizaba en venganza por la muerte de un miembro de la tribu.
  • Figuras de espíritu Nggwalandu, Yipwon o los Bisj (Nueva Guinea) son unas impresionantes piezas talladas en madera pintada, de los pueblos Abelam, Yiwam o Asmat respectivamente. Se erguían como adorno en las fachadas de las “Casa de los Hombres” o se exhibían delante. Servían como protección del poblado o de recordatorio de los difuntos.
  • Pinturas del Tiempo de los Sueños (Australia) Pinturas sobre corteza de eucalipto procedente de la Tierra de Arnhem, algunas del artista aborigen Yirawala. Representan historias míticas, objetos sagrados, animales, personajes o espíritus de este pueblo originario del norte del continente australiano que hace miles de años pintaban en la roca sus curiosos mimi (los espíritus benignos que protegen al hombre).

Para no extenderme demasiado, dejo para un siguiente post, las maravillosas salas que nos transportan a Asia y América. Espero que os haya gustado.


Más información: Dónde se encuentra, cómo llegar, cuándo está abierto, qué precio tiene
Dirección: Carrer Montcada 12, 08003 Barcelona.
Teléfono: 932 562 300.
Transporte: RENFE parada Arc de Triomf o Plaça Catalunya. Metro línea 1 parada Arc de Triomf, línea 3 parada Liceu o línea 4 parada Jaume I.
Horario: De martes a sábado de 10 a 19 h. Domingos y festivos de 10 a 20 h. Lunes cerrado.
Entrada: 3,5 €. Gratis el primer domingo de mes o domingos de 15 a 20 h. Menores de 16 años. La entrada sirve para visitar el Museu Etnològic de Barcelona en el plazo de 30 días.

Tatuajes en la piel


A menudo los viajeros experimentamos una intensa sensación cuando desembarcamos en un nuevo lugar. Un diminuto punto de nuestro planeta queda a veces como un tatuaje en la piel; grabado para siempre en el recuerdo y cargado en la mochila de nuestra alma para siempre.

Es indiscutible que VIAJAR nos transforma y nos enriquece de mil formas distintas. Escribir sobre esos lugares no me exime de escribir sobre sensaciones, percepciones y de incluso de conclusiones muy personales. En contra de todas esas recomendaciones de los gurús que indican que un blog debe seguir una “linea editorial” o “especializarse” en un destino, continente o forma de viajar, yo no entiendo de ese cerco espacial que me limitaría en “mi propia casa”, en mi propia criatura creativa, a compartir ciertas partes de nuestro Planeta Tierra.

Es por eso que sigo escribiendo posts como el que ahora viene (menuda introducción, ¿eh?) saltándome todas las posibilidades de conseguir mil visitas al día o tres mil seguidores en Twitter. Por el simple placer de dar alas a la creatividad, poner palabras a los latidos viajeros de mi corazón y dejar escrito ¡para cuando mi memoria falle! lo que viví y sentí.

Tatuajes en la piel es un pequeño recorrido por esos tatuajes que mi cámara inmortalizó, sobre la piel de algunas personas que encontré en mi camino y que quisieron formar parte de mi historia.

En Oriente Medio y en alguno lugares de África, mujeres y niñas decoran su piel con dibujos de henna. En Yemen, por ejemplo, son conocidos con el nombre de naqsh. Se utilizan tintes a base de manganeso o henna para realizar dibujos geométricos o florales, son de color negro y decoran manos, pies o cara. En Kenya, las mujeres swahili se pintan brazos, piernas, pies y manos con henna el día de su boda como lo hacen también en Rajastán (India).

En la Isla de Borneo (Malasia), donde aún habita la tribu de los Iban, los antiguos cortadores de cabezas, los hombres se añadían un nuevo tatuaje, por cada “delito de sangre” cometido, para dejar visible así su hombría.

En Túnez las mujeres bereberes se tiñen el pelo con henna de color naranja y se hacen dibujos en la piel, también con este tinte. También en África pero esta vez en Mali, las mujeres Peúl o Fulani como también se conoce a esta etnia nómada, se tatúan los labios. Para los Peúl la belleza es tan importante como la familia y su ganado, así que tanto hombres como mujeres jóvenes, se pintan con ocre o sulfuro de antimonio para estar más atractivos.

Es así, como los tatuajes alcanzan puntas opuestas del mapa y sirven para un mismo propósito: 
¡Ser admirados!

África y el Níger

Malí

El río Níger cruza en forma de media luna, de oeste a este, cinco países africanos: Guinea, Malí, Níger, Benín y Nigeria. Durante más de cuatro mil kilómetros, el Níger se convierte en el eje principal de la vida de millones de almas. Sirve de alimento y de vía de comunicación, todo se mueve alrededor de este río de color chocolate. Se vive, se pesca, se viaja y se comercia a través de él; inundando sus orillas de color y vida ajetreada. Es así como África y el Níger forman un todo.

Mujeres en el Níger
Mujeres lavando ropa en el río Níger

En Malí fui testigo de esa vida azarosa de los malienses y sobre todo de sus mujeres, que como en muchos lugares del planeta, son las mujeres lo que lo hacen todo. El espectáculo es infinito, a cualquier hora del día ves mujeres lavando la ropa, rodeadas de un montón de niños que juegan y se bañan en las orillas del Níger. Hay quien se acerca a dar de beber al ganado en sus aguas o el que lo cruza con sus bestias a nado o también en barca. Se lavan motos, cabras, ollas e hijos, con la misma agua, día tras día.

Mopti
Pinazas surcando el Níger a la altura de Mopti

Aquí en el Níger las barcas que surcan el río tienen nombre propio, se llaman pinazas; una especie de enorme canoa rudimentaria construida en madera. Algunas llegan a medir unos 25 metros de largo, los tablones de madera se clavetean a mano y se recubre la cubierta con brea negra para que no se filtre el agua. En Mopti visitamos un taller de construcción de pinazas y había de todos los tamaños. Recuerdo que cada trabajador estaba especializado en un componente, había quien se dedicaba a fundir el metal y a golpearlo para hacer clavos, los que se limitaban a preparar los listones de madera o el que pintaba el exterior de brillantes colores.

Malí
El puerto de Mopti es un espectáculo de pinazas

Gracias a su poco fondo, las pinazas vadean y se acercan sin problema hasta la orilla misma de cualquier tramo del Níger. Las pinazas recorren el Níger de aldea en aldea, desde el amanecer hasta la puesta de sol, transportando cientos de sacos de arroz, mijo, pescado, gallinas, leche, rocas de sal, fardos de algodón o tejidos. Estas barcas son el transporte principal de miles de malienses hacia Tombuctú y es en ellas, que los viajeros alcanzan las aldeas Bozo y Peul de las orillas del Níger.

Níger
La actividad en el río Níger es frenética

Es en Mopti donde se fabrican y se reparan la mayoría de las pinazas que transportan las mercancías y los pasajeros de este río africano. El puerto de Mopti es un auténtico cruce de caminos y también punto de encuentro de etnias, de culturas y de comercio entre el Norte y el Sur de Malí. Aquí se dan cita nómadas songay, pescadores bozo, pastores peul, vendedores Tuareg, hombres Dogón, niños bambaras, parejas toucouleur o mujeres bel-la

Malí
Una enorme variedad de etnias se dan cita a orillas del Níger

A orillas del Níger, aparecen cientos de artesanos y vendedores que desde el amanecer acarrean grandes fardos llenos de mercancía. Todo está dispuesto para la venta, como un escenario donde el principal protagonista es el bullicio del puerto fluvial de Mopti. Mientras, en el telón de fondo se encuentran unas coloridas pinazas que compiten en variedad cromática y diseño con las vestimentas de todas las etnias que van y que vienen.

Malí
Transporte de mercancías y pasajeros en Mopti

Oraciones, gritos, vendedores, regateos, compradores, todo el mundo encuentra en Mopti, algo que hacer y si no siempre quedará surcar las aguas del Níger.

Otro de los lugares que te recomiendo visitar en Mopti es el Mercado de las Mujeres.

Los Akha y el espíritu de la puerta


Laos

¿Quiénes son los Akha?

Los Akha son una de las setenta etnias que viven en la República Democrática Popular de Laos. Se encuentran situados al norte del país y dicen que llegaron a este territorio hace más de 1500 años. Los Akha proceden de la limítrofe región china de Yunnan, aunque su territorio natural original habría sido Mongolia. 

La etnia Akha vive en las montañas, en zonas elevadas de difícil acceso, pero con suficiente terreno cultivable para plantar arroz y dar de comer a sus animales. Aunque en el pasado sobrevivían con las ganancias del tráfico de opio, hoy en día han encontrado en el turismo una fuente de ingresos extra.


Akha
La herrería se encuentra fuera del poblado de los Akha, en el lado de los espíritus

Las poblaciones de la etnia Akha son economías pobres, mantenidas con técnicas agrícolas de subsistencia, pero de una gran riqueza cultural e interesantes creencias animistas donde el mundo de los espíritus se impone en la vida diaria. En nuestro viaje por Laos y Camboya, incluimos un par de días de trekking para visitarlos, conocer cómo viven y ayudar en lo que hiciera falta.

Tanto en Tailandia, como en Myanmar y Laos, los Akha son una minoría étnica que fueron obligados a abandonar su país de origen, a causa de las diferentes guerras. Son conocidos popularmente como “La tribu de las montañas” y en su sociedad no existe la diferencia de clases, aunque hay un líder en la aldea responsable de realizar los rituales y un segundo jefe llamado pa jee que es el herrero.

Visita a un poblado de la etnia Akha


Akha
La “Puerta Espiritual” de los Akha separa el mundo de los espíritus del mundo de los vivos

La puerta de entrada a un poblado Akha deja boquiabierto a cualquiera. Estamos delante del espíritu de la puerta de acceso al poblado, realizada con altos postes de madera, protege al poblado e impide la entrada de los malos espíritus. En ella se pueden ver lanzas, redes y en uno de sus lados, dos troncos en forma de mujer y otro en forma de hombre. 

Las figuras están en evidente estado de intimidad sexual para que los espíritus protejan a las mujeres embarazadas y no aborten. Los nacimientos dobles (gemelos) o con deformaciones están vistos como un castigo por parte de los espíritus. Ninguna de estas formas esculpidas en madera pueden ser tocadas o traeríamos la desgracia al poblado.

Akha
Las casas tradicionales de los Akha están preparadas para ser trasladadas en caso de necesidad

La “Puerta Espiritual” de los Akha separa el espacio exterior del mundo salvaje y los espíritus, del espacio interior donde habita esta etnia de las montañas con sus animales domésticos. En algunas casas del poblado también pueden verse tallas de madera como una segunda protección para alejar a los espíritus malignos.

Existen dos tipos de vivienda Akha; las construidas en alto sobre pilotes de madera y las construidas a ras de suelo. Ambos estilos pueden estar construidos de la forma tradicional utilizando bambú, paja y troncos de madera, o de forma más occidental con materiales que consiguen de la “civilización” cuando sus poblados se encuentran cerca de una ciudad.

Creencias y rituales en la sociedad Akha


Laos
Ofrenda de arroz al espíritu de la "Madre del arroz"

Las creencias y rituales de los Akha incluyen, además de la construcción de la “Puerta Espiritual”, ofrendas a los antepasados para solicitar fertilidad, buena salud, abundantes cosechas de arroz. Los Akha creen en el espíritu de las personas y también en el espíritu del arroz, por eso realizan rituales con este cereal que consideran que ofenderlo puede causar enfermedades.

Una de las festividades más importantes de los Akha tiene lugar a finales de agosto, exactamente 120 días después de haber plantado el arroz. Las mujeres se visten con la ropa nueva y adornos tradicionales que han confeccionado a mano durante el año y realizan bailes para toda la comunidad. La indumentaria de las mujeres Akha destaca por sus elaborados bordados y es una de las más vistosas del sudeste asiático.

Akha
El tocado de las mujeres Akha es el que llama más la atención en Laos

El tocado de las mujeres Akha es una de las piezas más elaboradas de su indumentaria e indica el estado civil de la mujer y su edad. Habitualmente están realizados con monedas de plata, plumas de colores, pieles de animales, semillas, cuentas de colores y pompones de lana. El tocado es símbolo de identidad y se utiliza diariamente desde que son bebés, a medida que las niñas crecen, su tocado va cambiando de aspecto y se le van añadiendo materiales. La plata se incluye a partir de los 12 años y es el elemento que indica el estatus y la riqueza familiar.

El sexo forma parte de los Akha desde edades tempranas, de hecho, los jóvenes viven en su propia choza a partir de los 15 años y pueden dormir en pareja sin estar casados. Una creencia de los Akha asegura que si en ese tiempo de convivencia, los jóvenes hablan entre ellos; se casarán y si no consiguen conversar, no son la pareja ideal.


Akha
Los Akha aunque cazan animales, también crían pollos y cerdos

Si tienes la fortuna de ser invitado a una mesa de los Akha, serás un afortunado viajero y partícipe de la gastronomía que ofrecen las montañas: carne de pollo o cerdo, arroz (su cultivo principal que en Laos es delicioso), maíz, soja, verduras y un tipo de araña que cazan como delicatessen. Todos estos alimentos que diariamente aparecen en la dieta de esta etnia de Laos, deben agradecerse a los espíritus. Los Akha realizan una ofrenda y pronuncian una oración dirigida a los Phi; los espíritus que habitan en sus densos bosques.

Si te gusta viajar sin colonizar, aprender de otras culturas, convivir con otras etnias y conectar con los seres humanos que habitan este planeta, te encantará descubrir mis artículos de viaje dedicados a diferentes etnias.

Palacio Real de Tiébélé (Burkina Faso)

Palacio Real de Tiébélé
Interior del Palacio Real de Tiébélé (Burkina Faso)

Tiébélé es una ciudad de Burkina Faso que queda situada a unos 180 Km. al sureste de Uagadugú, cerca de la frontera con Ghana. Es la capital del País Gurunsi, también conocido como País Kassena que presenta una arquitectura particular de casas fortificadas con muros coloreados. Las viviendas son pintadas anualmente por las mujeres del pueblo y en ellas se representan cenefas con una interesante simbología. Las casas están construidas como hace miles de años: con barro, madera y paja de la zona. Sus paredes están decoradas a mano con originales pinturas y bonitos grabados geométricos; una práctica que se remonta al siglo XVI.

Palacio Real de Tiébélé
En las casas rectangulares viven las parejas más jóvenes de los Kassena

Las casas del País Kassena son de tres tipos: redondas o draa (en lengua kassena) con techo cónico de paja y reservadas para que vivan los hombres solteros. Las casas en forma de ocho o dinian están destinadas a las parejas más ancianas y a los niños de corta edad que son educados por la abuela en pequeños en los hábitos y tradiciones ancestrales de los Kassena. Los dinian son las viviendas más importantes de la aldea, ya que albergan el espíritu de los antepasados. Por último, las casas rectangulares o mangolo son las viviendas reservadas para las parejas más jóvenes.

Palacio Real de Tiébélé
Desde el tejado de cualquier casa del recinto del Palacio Real de Tiébélé pueden verse las formas de las casas

El lugar más representativo y más importante del País Kassena es la Cour Royale de Tiébélé, más conocida como el Palacio Real de Tiébélé. El recinto formado por un espacio circular desigual alcanza una extensión de 1'2 hectáreas. Aquí se dan cita todos los tipos de construcciones de la etnia Kassena que, a principios de la temporada seca, entre noviembre y diciembre, las mujeres Kassena reparan con esmero sus importantes pinturas murales. Tras amontonar estiércol de vaca y barro, se reúnen todas las mujeres disponibles para llevar a cabo la decoración exterior de las viviendas. Los motivos utilizados son símbolos que se repiten de forma aleatoria a gusto de cada artista. Varía el tamaño, la disposición y el número de símbolos representados. Los más habituales son:

Palacio Real de Tiébélé
El triángulo es el símbolo más utilizado para decorar las viviendas de los Kassena

El triángulo que representa un trozo de calabaza o zimboré; es el signo femenino por antonomasia y el más utilizado. La calabaza una vez secada, se utiliza para beber agua y es usada por las mujeres como utensilio de cocina. Para la etnia Kassena es cuchara, vaso, plato y cuenco, pero además tradicionalmente se rompe una calabaza cuando una mujer fallece. Representa a la vez la vida y la muerte de lo femenino.

Palacio Real de Tiébélé
La red de pesca se dibuja en el Palacio Real de Tiébélé para recordar la superviviencia en época de hambruna

Otro signo o dibujo utilizado en estas decoraciones murales Kassena es la red de pesca. A pesar de que Burkina Faso no tiene salida al mar, los hombres Kassena tuvieron que marcharse a Ghana para pescar (debido a una gran hambruna sufrida por una mala cosecha). La pesca salvó a los Kassena del hambre y para que perviva el recuerdo y la importancia de saber pescar entre los más jóvenes, se representa este símbolo en las casas del Palacio Real de Tiébélé.

Palacio Real de Tiébélé
En las casas en forma de ocho viven las parejas más ancianas de los Kassena con los más pequeños

La agricultura es la actividad más importante de la etnia Gurunsi. El mijo, sorgo y ñame son sus principales cultivos junto al maíz, arroz, cacahuetes y alubias. Algunos de estos alimentos también son representados en los muros de Tiébélé, así como los árboles más comunes de la zona: el baobab, néré, kapok y karité. En la sociedad Gurunsi las decisiones son tomadas por el Consejo de Ancianos que está formado por los más viejos de cada uno de los linajes del pueblo. Los Gurunsi o Kassena creen en un Dios creador supremo cuyas ofrendas ocupan un espacio central en cada aldea. 

Palacio Real de Tiébélé
La decoración en damero de las casas de los Kassena es un símbolo de protección

En la puerta de entrada del Palacio Real de Tiébélé verás un montículo de tierra donde han sido enterradas multitud de vasijas de barro con las placentas de los bebés nacidos en Tiébélé. Cuánto más alto es el montículo, más prestigio tiene la aldea. Antes de entrar en la Cour Royale de Tiébélé también verás un conjunto de piedras que rodean una piedra de mayor tamaño, no se pueden fotografiar.

Burkina Faso
Los árboles son sagrados para los Kassena, en especial los baobabs

Nos encontramos en el lugar donde los jefes de las tribus de la región se reúnen para tratar temas de la comunidad, por supuesto que la piedra mayor es para el jefe de Tiébélé. Tampoco se permite a los extranjeros sentarse bajo el árbol donde se sientan los hombres más importantes de la aldea, de hacerlo se convertiría automáticamente en esclavo del Palacio Real de Tiébélé y se le reservarían los peores trabajos, como: dar de comer a los caballos y barrer el suelo.

Palacio Real de Tiébélé
La tortuga es el tótem de la Familia Real de Tiébélé

Las pinturas murales de los Kassena sirven para proteger las paredes de las casas durante la estación de las lluvias, pero también se utilizan para invocar la protección de los espíritus. La representación de la tortuga representa el tótem de la familia real y sus miembros tienen prohibido comer su carne. Las patas de pollo hacen referencia a una de las ofrendas más importantes de los Kassena. Funcionalidad, misticismo y arte se dan la mano en el Palacio Real de Tiébélé que desde 2012 aspira a ser reconocido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La tribu Iban de Borneo

Borneo
Los Iban reciben al visitante al ritmo de los gongs

Desconozco las millas de distancia que recorrí, remontando el río Lemanak, situado en la región de Sarawak. Utilizamos para ello, unas embarcaciones típicas de madera, de poca profundidad y muy alargadas, dotadas de un ruidoso motor. Sé que dejamos Kuching, la capital de la región, por la mañana y viajamos en coche por una carretera en dirección al interior de la Selva de Borneo hasta casi la hora de comer.

Iban
La familia Iban que vino a recogernos para llevarnos a su longhouse

Llegamos al embarcadero, donde comenzaría nuestra excursión fluvial, con entusiasmo y una gran dosis de curiosidad. Con una embarcación tipo lancha nos adentramos en la espesura de la Selva de Borneo por más de 4 horas de navegación. Nuestro destino se situaba en una comunidad de Ngemah, donde dormiríamos en la casa comunal, más conocida como longhouse en pleno territorio de los indios Iban. Nuestra intención era pasar algún tiempo con ellos para conocerlos de cerca.

Creencias y rituales de la tribu Iban de Borneo

Iban
La actividad dentro y fuera de la Longhouse de los Iban es continua

En Borneo disfruté de las ancestrales costumbres de los Iban, más conocidos por su terrible pasado como “los cortadores de cabezas”. Me enamoré de sus vistosas danzas y de un estilo de vida sencillo acorde y respetuoso con la Madre Naturaleza. La visita a uno de estos poblados de la tribu Iban de Borneo es el encuentro con un mundo lleno de tabúes, mitos y creencias que es extrañamente seductor para una amante de las etnias como yo.

Jefe Iban
La puntería de los cazadores Iban es legendaria

La oportunidad de conocer in situ a los indígenas de Borneo, es una de las mejores experiencias que ofrece un viaje a Malasia. Como huéspedes se deben respetar sus costumbres: primero debemos quitarnos los zapatos antes de entrar en la casa comunal y por encima de todo, nunca se debe rechazar el tuak, la bebida tradicional a base de arroz y con cierto grado de alcohol, a la que se le atribuyen propiedades estimulantes y ¡mágicas!

Iban
El tuak forma parte de las danzas de los Iban

Cuando nos ofrezcan un vaso de tuak, aunque no bebamos alcohol, hay que dar por lo menos un sorbo simbólico. Antes de servir los vasos, los Iban vierten unas gotas sobre el suelo en honor de los espíritus de la longhouse. Luego, el jefe de la tribu inicia una danza extraña; con las piernas encogidas en posturas increíbles, manos gesticulantes y rostros imperturbables.

Tribu Iban
Los Iban son conocidos como "los cortadores de cabezas"

Observaremos que cada trozo de piel de los hombres Iban está tatuado con dibujos de flores y animales. Aquellos hombres que muestran tatuajes en forma de marcas en el cuello, indican que fueron grandes guerreros. Los ancestros de estos Iban que hoy nos reciben, añadían un tatuaje por cada "delito de sangre" que realizaban; símbolo de su hombría y ferocidad.

Dormir en un longhouse con los Iban

Iban
Los Iban introducen los alimentos envueltos en hojas dentro del bambú para cocinarlos

Si vas a dormir en un longhouse con los Iban, es costumbre llevar pequeños obsequios como gesto de amistad. Durante algunos días serán unos magníficos anfitriones: cazarán y cocinarán para nosotros, compartirán su tiempo y nos mostrarán sus costumbres. Así que, si puedes compra en Borneo galletas, dulces, tabaco, cuadernos o lápices, objetos muy cotidianos para nosotros, pero que son muy apreciados por ellos.

Iban
Una longhouse pintada por una niña Iban

Personalmente cargué con un extenso surtido de "artefactos" que, sin querer, sirvieron para darme el mejor regalo de mi viaje a Borneo: unos dibujos pintados por los más pequeños de la tribu. Ver lo que dibuja un niño de cualquier tribu indígena, es abrir una pequeña ventana real a su mundo y lo que ellos consideran importante.

Iban
El jefe de la tribu Iban nos mostró su afición por las peleas de gallos

A pesar de las pequeñas incomodidades de dormir en el suelo y tener que compartir un baño rudimentario con todos los miembros de la tribu, la belleza del paisaje y los sonidos de la selva ofrecen al viajero una atmósfera mágica inolvidable. Durante los días que convivimos con los Iban, pudimos saborear carne de jabalí cazado por ellos con cerbatanas. Cocinamos arroz y verduras dentro de una caña de bambú, aprendimos palabras en su lengua mientras nos enseñaban donde se encuentran las golosinas de los niños Iban; unos gorditos gusanos que se comen vivos.

Iban
Tejer es una de las tareas diarias de las mujeres Iban

Con las mujeres Iban aprendimos a tejer alfombras y con los hombres Iban a reparar redes de pesca. Salimos de caza, a pescar y a recoger caucho que los Iban extraen de los árboles y que pueden vender en la ciudad. De hecho, Malasia es el sexto productor mundial de caucho natural y es un material que ofrece ciertos beneficios económicos a los Iban. Aunque intentan ser suficientes, los Iban necesitan comprar algunos productos en la "civilización".

Borneo
Bienvenida a la longhouse de los Iban

Ser partícipe de tantas experiencias, hará que vivir la aventura de dormir en un longhouse con los Iban, sea un viaje inolvidable en nuestra memoria. Seguramente esta experiencia vivida en Borneo, marcará "un antes y un después" en la vida de cualquier viajero que se precie. El contacto con estas tribus aferradas a sus costumbres y alejadas de la civilización, impacta y seduce, además de enseñarnos la variedad cultural y étnica de nuestro planeta.

Descubriendo una aldea dogón

País Dogón
Laberinto de calles en Sangha

La distribución de las aldeas Dogón es un universo único donde se mezclan magia y tradición. Nos encontramos en Malí, más concretamente en la región de Mopti, al borde de la espectacular Falla de Bandiagara. Por las calles desiertas de la pequeña población de Sangha se puede oler la tierra de África, toda la aldea permanece en silencio, detenida en el tiempo.

País Dogón
Sangha se extiende en el interior de un recinto construido en adobe

Alejado del centro de la población, se encuentra un edificio donde viven las mujeres Dogón los días que tienen la menstruación, allí permanecen hasta que son purificadas con un aceite que extraen de una uva salvaje. El día que van a salir, antes de volver a su propia casa, se fabrica el aceite y se unta a las mujeres que han permanecido alejadas de la sociedad hasta volver a ser "puras".

País Dogón
La Toguna es el lugar de reunión más importante del pueblo Dogón

Por calles estrechas donde el color de las casas se funde con el color del suelo, se llega al edificio más importante de la aldea Dogón: la toguna o Casa de la Palabra. La construcción está sostenida por ocho pilares de madera laboriosamente labrados, soportando un grueso tejado de ocho hiladas de paja y tallos de mijo secos, en referencia a los ocho ancestros primitivos. En la toguna es donde los ancianos se reúnen durante largas horas para tratar los problemas de la comunidad, el espacio interior es sorprendentemente bajo, para impedir que al estallar una discusión, nadie pueda levantarse para imponer físicamente su criterio.

País Dogón
Deambular por Sangha te lleva a descubrir bellos rincones

La irregular plaza, donde se encuentra la toguna de Sangha, está reservada para celebraciones y ceremonias rituales y no puede ser pisada habitualmente sin permiso expreso del hogón. La mayoría de los edificios en el País Dogón son sagrados y no pueden ser fotografiados.

País Dogón
La Casa de Gutemele es la casa más famosa de Sangha

La casa más famosa de Sangha es la casa de Gutemele, el cazador protagonista del libro “El Dios del Agua”escrito por el antropólogo francés Marcel Griaule. La casa como todas las de Sangha está construida en adobe, en los huecos que adornan la fachada se guardan plantas y raíces para utilizar en caso de enfermedad. Un ejemplo de la sabiduría ancestral de los Dogón y técnicas médicas ancladas en el pasado lejano para nuestra civilización y muy actual para esta etnia africana.

Arte Dogón
Los Dogón crean espléndidas obras de arte en madera

Muy cerca de la casa de Gutemele se encuentra la Casa del Hogón y la Casa del Fetiche. El hogón es el líder espiritual de la tribu del pueblo Dogón, vive solo y únicamente sale de su casa en caso de necesidad. Suele elegirse de entre los más ancianos de cada aldea y aunque reciba la visita de una mujer Dógon, ésta pasará la noche fuera de la Casa del Hogón. Un montículo de piedras junto a la casa señala la cantidad de “hogones” que han habitado en Sangha.

Falla de Bandiagara
La espectacular Falla de Bandiagara fue el lugar de origen de los Dogón

En nuestro viaje por el País Dogón, esperamos a que el sol disminuya para empezar nuestra ruta senderista. Hacia las 16 h. empezamos la caminata de 3 Km. por la Falla de Bandiagara, salimos de la pequeña aldea de Bongo. Tras pasar un túnel natural que parece una cueva donde el olor a estiércol de murciélago es bastante fuerte iniciamos el trekking por el País Dogón. Llegamos a la cima de la Falla de Bandiagara donde contemplamos una impresionante panorámica que nos regala la vista y nos anima a continuar. Ante nosotros se extiende sobre un manto rojizo de rocas y tierra, pequeños campos de cultivo y baobabs que salpican la tierra de motas verdes, más allá de esta alfombra vegetal, divisamos la aldea de Banani donde pasaremos la noche. 

País Dogón
Casa Dogón de Miquel Barceló
El descenso por la Falla de Bandiagara resulta fácil y está plagado de momentos pintorescos; nuestro guía se encarga de ello. Encuentra plantas con nombre indescifrable que nos enseña con entusiasmo, allá encuentra un fruto comestible para saborear, a lo lejos vemos a los Dogón que vuelven del trabajo y les toca ascender la Falla de Bandiagara. Por el camino tropezamos con la casa de Miquel Barceló, está en un lugar idílico del País Dogón. Desde este lugar se contempla el valle más bonito de África, está salpicado de pinceladas verdes y rojas, pero también destaca por la impresionante pared de la Falla de Bandiagara. Plagada de graneros de techo cónico de paja donde mujeres y hombres Dogón por separado guardan sus cereales y pertenencias, junto a casas de barro inmaculado.

Bandiagara
Los Acantilados de Bandiagara fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1989

Llegamos al atardecer a Banani donde pasaremos la noche. Cuando el cielo se tiñe de hermosos tonos anaranjados y lilas, y las nubes se ciernen sobre la Falla de Bandiagara nos damos cuenta que nos encontrarnos en uno de esos Patrimonio de la Humanidad únicos y frágiles que muy pocos han llegado a pisar. Es al atardecer, mecidos por el rítmico sonido de los grandes morteros de madera que utilizan las mujeres para moler el mijo que se puede saborear parte de la magia de África. A medida que van apareciendo las primeras estrellas de la noche y la oscuridad se cierne sobre la aldea Dogón es cuando nos sentimos más mimetizadas en África.

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