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Los Mercados de Burkina Faso son inolvidables


En África todos los pueblos, por pequeños que sean, tienen un mercado diario donde se comercializan los productos de uso cotidiano que se necesitan en el hogar. Curiosamente las dosis pueden ser reducidas a tan sólo una unidad del producto o a la cantidad necesaria de un sólo uso. Eso se observa en muchas de las paradas que exponen los productos en pequeñas pilas invitando a comprar la cantidad justa. No es que la parada venda tomates o pimientos “a granel”, es que en la mesa hay pilas de 5 tomates que forman una llamativa flor o 4 cebollas alineadas con otro grupo de 6 ó 7 montones y ese montoncito, es el que podrás comprar.


Cuidado con las guindillas, cuanto más pequeño y diminuto veas el pimiento, más picante será y si ves bolsas de polvo rojo en África, seguramente será polvo de cayena, una especia utilizada en multitud de platos de África Oriental y que además de ardor bucal te asegura la conservación de los alimentos.


A diferencia de Europa donde los panecillos de hamburguesas son de 4 unidades y las bandejas de hamburguesas son de 6, en África mantienen esa sana cordura de equiparar raciones con la necesidad del individuo. Que hoy necesito café, pues compro la dosis necesaria para llenar mi cafetera, que me falta jabón, pues compro una pastilla. El mercado está para satisfacer la necesidad de la vida diaria, tanto del que compra como del que vende, y no para enriquecerse, hacer grandes fortunas o acaparar alimentos. El concepto de despensa no es africano precisamente, el acopio necesita de dinero, espacio y condiciones de conservación, algo que a veces, por aquí, escasea.


En Burkina Faso encontrarás paradas donde se venden nueces de cola, son consumidas como golosina aunque son de sabor amargo. Su consumo es masivo, ya sea por la creencia de que la nuez de cola es afrodisíaca o porque realmente tiene efectos estimulantes. Si tienes previsto visitar alguna tribu, grupo étnico o familia, ve provisto de una bolsa de nueces ¡es una muestra de cortesía!.


A medida que crece la importancia de la ciudad, los mercados crecen en tamaño y en variedad de productos. No importa si el espacio destinado para montar un mercado se reduce al borde de la carretera, a un espacio delimitado o al interior de un edificio, en los mercados africanos es posible comprar pan, carne, pescado seco, frutas, sal, baterías, medicinas, tabaco, cerillas, menaje de plástico o ropa, tanto usada como hecha a medida, y telas, metros y metros de coloridas telas africanas que tiñen de color y belleza los mercados. La elegancia de la mujer africana sobrepasa los cánones del poder adquisitivo y eso me encanta. 


En las pequeñas poblaciones, como pueden ser Dendeogo, Guelwongo, Loropéni, Kokologo y Boromo, la etnia mayoritaria del país son los Mossi; dignos herederos de la princesa Yennenga. Lucen orgullosos su oficio y mercancía, te aconsejo que compres un bonito recuerdo: una cáscara de calabaza seca. En África es el recipiente de los mil usos, utilizado tanto para almacenar líquidos, como sólidos, además de ser económico, es totalmente ecológico. En algunas regiones las calabazas están decoradas y las convierten en hermosos “tarros” con tapa.


Si el mercados es grande, los comerciantes vendrán de otras zonas del país, incluso de los países vecinos y es entonces cuando entiendes que la “ley de la oferta y de la demanda” deja de tener importancia y lo que importa entonces es el diálogo, los chismes, la información que corre de boca en boca. Mercados alegres, vivaces y multicolores, con impactantes experiencias para quien los contempla.


El olor de centenares de bandejas de pescado seco bajo el tórrido sol de agosto, los rebaños de ovejas limpiando los restos de lo que queda después del día de mercado, la invitación a probar un vaso de cerveza artesanal de mijo junto a los jefes de la tribu. El sonido del mazo de madera repicando en el enorme mortero mientras se muele manualmente kilos y kilos de mandioca.


Trueque en Gaoua, orugas fritas en Banfora o las misteriosas bolas negras de hierbas filamentosas ahumadas que sirven para hacer sopa y que son la pastilla de “Avecrem” africana. Los mercados de Burkina Faso son inolvidables. Por último quedan los grandes mercados, como el Grand Marché de Bobo Dioulasso, uno de los denominados “centros comerciales” de África. Con más de tres mil tiendas, aquí te espera un gran repertorio de productos desde carnicerías y paradas de mangos hasta fabricantes de cerveza artesanal. Prepárate para volverte loco con la artesanía; aquí es posible comprar desde famosas telas teñidas (batik), hasta máscaras o bellas tallas de madera de todos los tamaños y para todos los bolsillos. Sombreros peul, tambores y cruces tuareg o camisas a medida, junto a objetos rituales o juguetes de metal reciclado.


Si se tiene ocasión hay que probar la mandioca, la batata o los buñuelos dulces fritos. En Burkina Faso se encuentran paradas por doquier, donde la vendedora es la que prepara la masa, los fríe y los vende.

Por último hay que explorar el Mercado Central de Ouagadougou, en la capital del país. Es donde los precios se disparan más y donde hay que regatear a muerte. Si te puedes permitir comprar en otros mercados será mejor para tu economía. Aquí hay de todo, desde objetos de uso diario hasta recuerdos para que los extranjeros se lleven un pedacito de África a casa.

En Mali no dejes de visitar el Mercado de las mujeres de Mopti.

Vuelta al mundo con poco dinero


¿Quieres dar la vuelta al mundo sin gastarte mucho dinero? Si es así, este post te va a encantar, yo pongo los billetes y el recorrido, y el resto corre de tu cuenta (hoy los lectores me matan).

¿No te has fijado nunca en el arte que esconden los billetes extranjeros? Muchos de ellos utilizan personajes o maravillas naturales del país para ilustrarlos. Aquí comparto algunos de los billetes más interesantes y el papel moneda más bello que ha pasado por mis manos hasta ahora. Tengo tantas pequeñas “obras de arte económicas” que no caben todas en un post, así que me reservo un recorrido por Oriente Medio sin límite de dinero ;-).

¡Comenzamos!


Moneda de Mali y Burkina Faso: Franco CFA del África Occidental (su símbolo es FCFA)

Es quizá la clase de papel moneda más interesante que he conocido, ya que se utiliza en ocho países diferentes, al estilo del euro europeo, pero en africano ¿práctico no?.

El billete de 1.000 francos CFA es de un color rojo intenso y muestra el dibujo de una máscara que no es otra cosa que el logotipo de la BCEAO (Banco Central de los Estados Africanos del Oeste) junto a símbolos de la educación y de la sanidad. En el otro lado hay representados una pareja de dromedarios del Sahel.

Moneda rusa: Rublo (su símbolo es ϼ)

El billete de 10 rublos tiene dibujado el Puente sobre el río Yeniséi, a la altura de la ciudad de Krasnoyarsk, y la imagen de la Capilla ortodoxa de Paraskeva Pyatnitsa. Por el otro lado muestra la imagen de la segunda Planta hidroeléctrica más grande de Rusia y la quinta del mundo, la ubicada también en Krasnoyarsk (Siberia).

Moneda japonesa: Yen (su símbolo es ¥)

El billete de 2.000 yenes tiene dibujada la Puerta Shureimon de Okinawa; perteneciente al Castillo de Shuri, y dos personajes de la Historia de Genji; considerada la primera novela japonesa.

El billete de 5.000 yenes tiene dibujada a Ichiyō Higuchi; escritora japonesa del siglo XIX y la representación del cuadro Las Flores de Kakitsubata; donde se representan flores de Iris Japonés.

El billete de 10.000 yenes tiene dibujado a Yukichi Fukuzawa; un filósofo-ideólogo que hizo logros en política y ayudó a la "occidentalización" del Japón. Al otro lado del billete se ha representado la Estatua de un ave fénix, que se encuentra en el tejado del Templo budista de Byōdō-in localizado en la ciudad de Uji (Kioto).

Moneda malaya: Ringgit (su símbolo es RM)

Lo más curioso de estos billetes y que no había visto todavía es que tienen en uno de sus margenes el valor escrito en braille, para que las personas invidentes puedan saber qué billete tienen en las manos.

El billete de 1 Ringgit tiene dibujado en una de sus caras el retrato de Abdul Rahman of Negeri Sembilan; el primer Seri Paduka Baginda Yang di-Pertuan Agong; algo así como el gobernante del país. En la otra cara hay representada una cometa malaya, el paisaje de una playa, el Monte Kinabalu y los pináculos de Gunung Api situado en el Parque Nacional de Gunung Mulu. Un buen billete que sirve como reclamo turístico de todas las maravillas naturales de Malasia.


El billete de 2 Ringgits repite retrato de Abdul Rahman pero con un fondo distinto. En la otra cara aparece el dibujo de un satélite y de una Torre de Comunicaciones, es a mi parecer el más feo de todos los billetes malayos.

Para acabar el billete de 5 Ringgits, es uno de mis preferidos, se trata de un billete de polímero; mucho más duraderos y que incluyen una ventana transparente difícil de falsificar, pero que a mí personalmente me encanta por lo artístico. Aunque repite retrato en una de las caras, le han incluido la imagen en papel transparente del Perdana Putra; la Oficina del Primer Ministro que me recuerda un poco al Taj Mahal (os la he escaneado con un fondo oscuro para que se pueda ver). En el otro lado del billete están dibujadas las inconfundibles Torres Petronas, el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur y un mapa con la situación de Putrajaya y Cyberjaya; importantes ciudades administrativas y tecnológicas.



¿Qué te ha parecido mi vuelta al mundo con 8 billetes?

Mujeres del Mundo a través del tabaco y la cerveza


La mujer a través de los tiempos ha sido protagonista de su propio espacio, más o menos amplio. En la actualidad, las diferentes religiones, nacionalidades y etnias, siguen delimitando ese espacio de la mujer, que se abre afortunadamente y en contadas ocasiones, a la mirada curiosa de los viajeros que se asoman a la pequeña ventana de la cotidianidad alejada de su hogar.

El tabaco y la mujer

Tras más de 156.000 kilómetros recorridos en treinta y cinco países, creo firmemente que existen lazos que unen a la figura de la mujer aunque éstas no se conozcan entre sí. Empezaré mi historia con una antigua costumbre popular del los pueblos de la Vall de Boí (Lleida). Existía un célebre baile donde las mujeres sacaban a bailar a los hombres. Las solteras salían a bailar a la Plaza Mayor fumando unas pipas construidas con barro y provistas de largas boquillas de caña. Las mujeres se paseaban presumiendo por todo el cercado del baile, fumando su propia pipa. Me las imagino vestidas como antaño, con largas faldas y alguna que otra enagua delicadamente bordada, con un par de alpargatas desgastadas y una camisa blanca apedazada y mil veces cosida. Ropajes que se ensanchaban y se ceñían con el pasar de los años y al pasar de mano en mano. 

Cuando el paseo se daba por terminado y la mujer decidía buscar una pareja para bailar, se colgaban la pipa de un corchete del jubón y se dirigía al hombre escogido al que le ofrecían un pañuelo. Si se lo quedaba era señal que la tomaba como pareja de baile y si lo rehusaba, la mujer volvía a fumar su pipa y a deambular por el baile para hacer una nueva elección de pareja. ¿Quién dijo que nos debemos conformar con un no por respuesta?

Ah! pero si el hombre aceptaba bailar, la mujer compartía su pipa con él y le dejaba fumar unas cuantas pipadas. Este singular “intercambio de saliva” tiene una gran similitud con la costumbre de algunos pueblos franceses, que sellaban el matrimonio antiguamente, escupiéndose ambos prometidos a la boca. ¿Y qué me decís del ofrecimiento de la pipa? ¿no os parece similar al gesto de hospitalidad, de amistad y confianza, que practicaban algunos pueblos de Oriente o los antiguos indios americanos?

El tipo de pipa -construida en barro y con una larga boquilla de caña- me recuerda a las pipas que utilizan actualmente los obreros de las plantaciones de palmeras datileras en Túnez. En ellas fuman un peculiar tabaco “de palmera” que por contra, es infumable para los occidentales, doy fe de ello. Al ritual de fumar esta pipa se le añade un buen trago de una bebida alcohólica fabricada con dátiles, por otra parte deliciosa, también doy cuenta de ello y os la recomiendo probar. Los hombres dejan “macerar” la bebida, que con el calor de las horas va cogiendo graduación alcohólica.

La cerveza y la mujer


Las bebidas artesanales suelen ser frecuentes en países como Perú, Mali o Burkina Faso, de la fabricación de la cerveza se encargan las mujeres. A menudo las mujeres en Sudamérica, Asia y África son el motor de la economía familiar: cocinan, limpian, tejen, cuidan de los niños y ancianos, del ganado, y si les sobra tiempo elaboran cerveza de mijo o de maíz.

El espacio que ocupa la mujer es infinito y para algunos hombres, lo es todo, pero ¿saben las mujeres quechuas de su parecido con la mujer bambara?. Ambas realizan cerveza artesanal en sus casas, la fermentan con saliva, así que si algún día os ofrecen probarla, tenedlo en cuenta. Cocción al fuego de leña, algún que otro cribaje y la cerveza ya está lista para consumir.

Palacio Real de Tiébélé (Burkina Faso)

Palacio Real de Tiébélé
Interior del Palacio Real de Tiébélé (Burkina Faso)

Tiébélé es una ciudad de Burkina Faso que queda situada a unos 180 Km. al sureste de Uagadugú, cerca de la frontera con Ghana. Es la capital del País Gurunsi, también conocido como País Kassena que presenta una arquitectura particular de casas fortificadas con muros coloreados. Las viviendas son pintadas anualmente por las mujeres del pueblo y en ellas se representan cenefas con una interesante simbología. Las casas están construidas como hace miles de años: con barro, madera y paja de la zona. Sus paredes están decoradas a mano con originales pinturas y bonitos grabados geométricos; una práctica que se remonta al siglo XVI.

Palacio Real de Tiébélé
En las casas rectangulares viven las parejas más jóvenes de los Kassena

Las casas del País Kassena son de tres tipos: redondas o draa (en lengua kassena) con techo cónico de paja y reservadas para que vivan los hombres solteros. Las casas en forma de ocho o dinian están destinadas a las parejas más ancianas y a los niños de corta edad que son educados por la abuela en pequeños en los hábitos y tradiciones ancestrales de los Kassena. Los dinian son las viviendas más importantes de la aldea, ya que albergan el espíritu de los antepasados. Por último, las casas rectangulares o mangolo son las viviendas reservadas para las parejas más jóvenes.

Palacio Real de Tiébélé
Desde el tejado de cualquier casa del recinto del Palacio Real de Tiébélé pueden verse las formas de las casas

El lugar más representativo y más importante del País Kassena es la Cour Royale de Tiébélé, más conocida como el Palacio Real de Tiébélé. El recinto formado por un espacio circular desigual alcanza una extensión de 1'2 hectáreas. Aquí se dan cita todos los tipos de construcciones de la etnia Kassena que, a principios de la temporada seca, entre noviembre y diciembre, las mujeres Kassena reparan con esmero sus importantes pinturas murales. Tras amontonar estiércol de vaca y barro, se reúnen todas las mujeres disponibles para llevar a cabo la decoración exterior de las viviendas. Los motivos utilizados son símbolos que se repiten de forma aleatoria a gusto de cada artista. Varía el tamaño, la disposición y el número de símbolos representados. Los más habituales son:

Palacio Real de Tiébélé
El triángulo es el símbolo más utilizado para decorar las viviendas de los Kassena

El triángulo que representa un trozo de calabaza o zimboré; es el signo femenino por antonomasia y el más utilizado. La calabaza una vez secada, se utiliza para beber agua y es usada por las mujeres como utensilio de cocina. Para la etnia Kassena es cuchara, vaso, plato y cuenco, pero además tradicionalmente se rompe una calabaza cuando una mujer fallece. Representa a la vez la vida y la muerte de lo femenino.

Palacio Real de Tiébélé
La red de pesca se dibuja en el Palacio Real de Tiébélé para recordar la superviviencia en época de hambruna

Otro signo o dibujo utilizado en estas decoraciones murales Kassena es la red de pesca. A pesar de que Burkina Faso no tiene salida al mar, los hombres Kassena tuvieron que marcharse a Ghana para pescar (debido a una gran hambruna sufrida por una mala cosecha). La pesca salvó a los Kassena del hambre y para que perviva el recuerdo y la importancia de saber pescar entre los más jóvenes, se representa este símbolo en las casas del Palacio Real de Tiébélé.

Palacio Real de Tiébélé
En las casas en forma de ocho viven las parejas más ancianas de los Kassena con los más pequeños

La agricultura es la actividad más importante de la etnia Gurunsi. El mijo, sorgo y ñame son sus principales cultivos junto al maíz, arroz, cacahuetes y alubias. Algunos de estos alimentos también son representados en los muros de Tiébélé, así como los árboles más comunes de la zona: el baobab, néré, kapok y karité. En la sociedad Gurunsi las decisiones son tomadas por el Consejo de Ancianos que está formado por los más viejos de cada uno de los linajes del pueblo. Los Gurunsi o Kassena creen en un Dios creador supremo cuyas ofrendas ocupan un espacio central en cada aldea. 

Palacio Real de Tiébélé
La decoración en damero de las casas de los Kassena es un símbolo de protección

En la puerta de entrada del Palacio Real de Tiébélé verás un montículo de tierra donde han sido enterradas multitud de vasijas de barro con las placentas de los bebés nacidos en Tiébélé. Cuánto más alto es el montículo, más prestigio tiene la aldea. Antes de entrar en la Cour Royale de Tiébélé también verás un conjunto de piedras que rodean una piedra de mayor tamaño, no se pueden fotografiar.

Burkina Faso
Los árboles son sagrados para los Kassena, en especial los baobabs

Nos encontramos en el lugar donde los jefes de las tribus de la región se reúnen para tratar temas de la comunidad, por supuesto que la piedra mayor es para el jefe de Tiébélé. Tampoco se permite a los extranjeros sentarse bajo el árbol donde se sientan los hombres más importantes de la aldea, de hacerlo se convertiría automáticamente en esclavo del Palacio Real de Tiébélé y se le reservarían los peores trabajos, como: dar de comer a los caballos y barrer el suelo.

Palacio Real de Tiébélé
La tortuga es el tótem de la Familia Real de Tiébélé

Las pinturas murales de los Kassena sirven para proteger las paredes de las casas durante la estación de las lluvias, pero también se utilizan para invocar la protección de los espíritus. La representación de la tortuga representa el tótem de la familia real y sus miembros tienen prohibido comer su carne. Las patas de pollo hacen referencia a una de las ofrendas más importantes de los Kassena. Funcionalidad, misticismo y arte se dan la mano en el Palacio Real de Tiébélé que desde 2012 aspira a ser reconocido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Mercados Africanos: nos vamos de viaje a Burkina Faso


En los mercados africanos quien da la nota de color y belleza no son los productos bien expuestos, más bien son sus bellísimas mujeres que con sus espectaculares ropas parecen emular una sutil danza mientras compran, preguntan, se informan y salen de casa.

Aquí os dejo un vídeo de los mercados de Burkina Faso que visité en julio del 2008.



Un complejo sistema de compra-venta de productos donde lo importante es la comunicación. Cada día millones de personas acuden para comprar lo justo y necesario. La acumulación de víveres en África es un lujo que la mayoría no se puede permitir.

Los mejores desiertos para viajar

Los mejores desiertos para viajar

El desierto no es más que polvo, de cielo destruido

He recorrido varios desiertos en mi vida, desde África hasta Sudamérica, desde Oriente Medio hasta Asia. Me he alojado en varias ciudades que cierran sus puertas a las inclemencias del tiempo y al aire lleno de polvo, como en Shibam Hadramaut en Yemen que era conocida con el nombre de la Manhattan del desierto o en Jaisalmer en la India llamada la “Perla del Desierto” y donde sobraban básicamente los hindúes para ser perfecta.

Beduina
En el desierto del Sáhara. Fotografía vía: Guillermo Cachero

En el desierto del Sáhara tunecino dormí en una jaima y recorrí los escenarios de Star Wars en Túnez, en Israel pude pisar un desierto bíblico; el Desierto de Judea donde las palabras Sodoma y Gomorra tienen más de una connotación. Un proverbio beduino dice que “El silencio del desierto es el mejor amigo del loco” quizás por eso me enamoré de los desiertos cuando vi los colores que se esconden en el desierto de Wadi Rum en Jordania, No dejes que nadie te diga que en el desierto no hay nada ¡están llenos de vida!

Ramlat as Sabatain (Yemen)

Ramlat as Sabatain
Desierto Ramlat as Sabatain (Yemen)

El desierto de Ramlat as Sabatain, en Yemen, se encuentra cerca de la frontera nororiental, en territorio beduino. Por delante tienes 600 kilómetros de desierto, donde todavía es posible encontrar una ciudad enterrada o campamentos de beduinos. La tierra está dominada por el gran desierto de arena de Rub al-Jali, que en árabe quiere decir región vacía, aunque aquí se presenta majestuosa, de derecha a izquierda y hasta el infinito.

Ramlat as Sabatain
Los beduinos yemenitas son los únicos que saben cruzar el desierto de Ramlat as Sabatain

Dos colores lo invaden todo: el marrón tostado, acogedor y nebuloso de las arenas de este desierto yemení y el azul cobalto, firme y poderoso del cielo, como si fuera realmente cierto aquello que dicen: de que el desierto es polvo de cielo destruido. Contemplar los tonos de la inmensidad de las dunas de arena, todas esas sombras que dibuja el sol cuando caricia la tierra, es una paleta de colores única y cambiante que lo impregna todo. El desierto es un entorno espectacular y silencioso, una oportunidad única para soñar aventuras y disfrutar de la nada, aunque el calor sea intenso y toneladas de polvo se introduzcan por la más pequeña de las rendijas de nuestra vestimenta, de las casas y de los coches, tiñendo con una suave capa de arena todo aquello que toca.

Nazca (Perú)

Líneas de Nazca
Líneas de Nazca. El mono (Perú)

Las Líneas de Nazca, en Perú, están consideradas por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad. En los llanos desiertos de Paracas, los antiguos pobladores de la cultura Nazca tejieron espléndidos mantos de variados colores, momificaron a sus muertos con singular maestría y trazaron un valioso monumento arqueológico constituido por 32 geoglifos. Este enorme conjunto de figuras es una red de líneas que configuran variados dibujos de animales marinos y terrestres, plantas, figuras humanas y figuras geométricas gigantescas.

Líneas de Nazca
Líneas de Nazca. El colibrí (Perú)

Resulta sorprendente la espectacular dimensión de los dibujos y lo fácil que es verlas aunque parezcan irreales. Las Líneas de Nazca se encuentran situadas entre el km 419 y 465 de la Panamericana Sur, en las pampas desoladas, cubriendo un área de aproximadamente 350 km2. La cultura Nazca los realizaron con la misteriosa intención de rendirle culto al agua y de interpretar los mensajes del Sol, la Luna y las estrellas. No te creas que es obra de los extraterrestres como se empeñan los programas televisivos norteamericanos de mentir. El sobrevuelo de las Líneas de Nazca es una experiencia inolvidable que te recomiendo hacer.

Djenné (Malí)

Djenné
Día de mercado en Djenné junto a la Gran Mezquita, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

La ciudad de Djenné, en Malí, también conocida con el nombre de Yenné, Djenne o Djeneé, es una pequeña ciudad situada en el delta del río Níger, ubicada en medio del desierto y formando parte del paisaje con gran majestuosidad. Los arqueólogos la consideran la primera ciudad de África y seguramente es la población más hermosa de Malí. Por ella han pasado multitud de etnias; bozos, bambaras, sonraís y peuls, actualmente la habitan un cuarto de millón de mezclas étnicas diseminadas en sus más de 200 km de largo. Las antiguas caravanas que transportaban marfil, oro, esclavos, lana y nuez de cola procedente del sur, se han convertido en autobuses cargados de cachivaches de plástico, frutas, verduras y cereales.

Djenné
Casa de adobe en Djenné, detrás el desierto se extiende en el horizonte

La ciudad de Djenné sigue siendo un punto comercial importante entre la sabana y el desierto. Sus calles y casas medievales quedan rodeadas por el agua en época de lluvias. Llamada la "Venecia del Níger", el comercio sigue siendo tan importante como en época de las caravanas. En los días de mercado, recibe a mujeres espléndidamente ataviadas, alegres, sinceras, y amistosas, quizá por contraste con la monotonía de las tonalidades del desierto que las rodea, en Djenné  tienen desarrollado más el sentido del color y la hospitalidad. La Gran Mezquita de Djenné es el templo religioso realizado en barro más grande del mundo.

País Bissa (Burkina Faso)

País Bissa (Burkina Faso)

Burkina Faso
Aldea en el País Bissa

A 80 km al sudeste de Ouagadougou, la capital de Burkina Faso, en la provincia del Boulgou, se encuentra la región llamada País Bissa o Busanga como es conocido entre sus vecinos los Mossi, la etnia mayoritaria del país.

Burkina Faso
Carreteras interminables en el País Bissa

La carretera asfaltada nos acompaña la mayor parte del trayecto, por delante nos quedan 209 km de los más bellos que mis ojos han recorrido en mucho tiempo. El cielo en África es más inconmensurable, más “grande”, nítido y cercano, que en cualquier parte de los países donde he estado. La carretera se convierte en una recta línea roja de tierra, a ambos lados se extienden inmensos campos verdes de plantaciones de mijo y árboles inmensos, estamos en época de lluvias y el paisaje es exuberante.


Durante todo el recorrido, nuestro guía Yabre, nos irá explicando y enseñando diferentes tipos de vegetación, de frutas de nombres impronunciables, que amenizarán los trayectos largos y que nos dará la oportunidad de probar, multitud de frutos salvajes y conocer curiosas historias: como la de la receta mágica, para mejorar de la enfermedad de la malaria, haciendo vapores con hojas de eucalipto, hojas de guayaba y hojas del árbol de karité.

Burkina Faso
La bicicleta es el medio de transporte más utilizado en el País Bissa

Entre la población de Banka y Massanga nos detenemos a ver una pequeña aldea Mossi, las mujeres están trabajando en el huerto, normalmente cultivan sorjo con el cual fabrican la cerveza tradicional, evitando así que sus maridos se pasen el día en el bar bebiendo.

Burkina Faso
Los mercados en el País Bissa son la mejor experiencia de viaje

En las pequeñas ciudades como Kokologo y Boromo, los mercados son alegres y multicolores, las leyes de la oferta y la demanda no tienen gran importancia, lo que importa son las noticias, lo que se comenta, informarse de lo que acontece. Es en estas ciudades. y sobre todo en sus pequeñas aldeas de chozas de barro y paja, donde se pueden descubrir las costumbres de esta etnia que, allá por el siglo XII, se convirtió en un imperio, de la mano del legendario guerrero Ouédragogo.

Los Bissa representan sólo el 4 % de la población total de Burkina Faso, aunque también los podemos encontrar en el norte de Ghana y en Togo. Su religión es el animismo y su idioma el Mande, una lengua hablada por diversas etnias en África Occidental. En sus poblados, las casas se disponen alrededor de un patio central, donde el Naaba; el jefe del poblado, imparte justicia y ejerce de intermediario entre los vivos y los ancestros.

Burkina Faso
En los mercados del País Bissa se encuentran alimentos listos para comer

La actividad económica de los Bissa se basa principalmente en el cultivo del maíz y cacahuete, de lo que se encargan mujeres y niños, mientras los hombres permanecen en los poblados o cuidan las incipientes plantaciones que se encuentran en sus inmediaciones. Los niños también juegan, pero sobretodo trabajan, ya sea moliendo mijo o cuidando de las cabras, ovejas y vacas de la familia, las mujeres trenzan sus sofisticados peinados, lavan cacharros en las orillas de los ríos, acarrean palanganas, cubos, cestos en su cabeza e hijos a sus espaldas, cultivan el huerto familiar, venden, cocinan, extraen el agua del pozo. Las mujeres son la fuerza, el color, el espíritu de África.

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Mercado de Sakoulga en el País Bissa

En el Mercado de Sakoulga, nuestra primera incursión a un mercado africano, nos resulta impresionante. Se vende mijo blanco, mijo rojo, carne de burro, carne de cerdo, nueces de karité. Acostumbradas a los mercados asiáticos donde el color lo dan los productos expuestos, nos apasiona ver que en los mercados africanos quien da color y vida son sus bellísimas mujeres y sus espectaculares vestimentas.

Pasamos por Gogo y Gom-Boussugou y a las 15 h. llegamos al Mercado de Dendeogo, cercano a la aldea donde dormiremos esta noche. Los niños nos persiguen, las mujeres cuchichean y sonríen, algunos se acercan a saludarnos, nos dan la mano y nos preguntan cómo estamos, nos entendemos en francés.

Burkina Faso
Vendedora en el Mercado de Dendeogo

El guía se acerca hasta un grupo de hombres que están bebiendo cerveza tradicional, nos invitan a un trago con una calabaza que ocupa nuestras dos manos abiertas, parece como si algún jefe de clan estuviera por allí, porque nos dan permiso para hacer fotografías, de otra manera sería imposible.

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