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Musée Wiertz: la esencia del romanticismo belga

Bruselas
L'attente (1844) y Quasimodo (1839)

Bruselas, la fascinante capital europea, es hogar de una rica amalgama de historia, arte y cultura. Entre sus tesoros culturales, quizás de los más desconocidos, se encuentra el Musée Wiertz. El museo está situado en la antigua residencia y taller del artista Antoine-Joseph Wiertz, prominente figura del romanticismo belga.

Antoine-Joseph Wiertz: un visionario del Romanticismo


Bruselas
Antoine Wiertz fue una prominente figura del romanticismo belga

Antoine Wiertz, nació en Dinant el 22 de febrero de 1806 y dejó una huella indeleble en el arte del siglo XIX, destacándose como un ejemplo de la efervescencia cultural de la época. Desde joven, demostró un talento artístico excepcional, trasladándose a Bruselas para estudiar en la Academia Real de Bellas Artes. Allí, rápidamente se destacó como un artista visionario.

Bruselas
La lutte homérique (1853)

No solo abrazó los ideales románticos de su tiempo, sino que los llevó más allá, desafiando las convenciones artísticas establecidas y explorando temas filosóficos y sociales en sus obras. Defensor de la pintura monumental, con lienzos que sobrepasan los 9 y 11 metros de altura, Wiertz fue considerado un "filósofo con pincel".

Legado cultural y residencia en Ixelles (Bruselas)


Bruselas
El Musée Wiertz actualmente rinde homenaje al genio creativo de Antoine Wiertz

En 1850, Wiertz se trasladó a Ixelles, donde diseñó su propio estudio, casa y jardín. El espacio fue concebido con dos premisas importantes: la primera, debía ser un lugar donde poder pintar lienzos a gran escala, para lo cual el taller debía tener unas dimensiones de aproximadamente 35 metros de largo por 15 metros de ancho y 15 metros de altura, acordes con sus colosales obras, presentes y futuras.

Bruselas
Heureux temps (1837)

La segunda premisa era conservar su legado de la mejor manera posible para que su obra le sobreviviera. Wiertz propuso una gran sala con cuatro paredes sin aberturas y un techo de cristal que inundara de luz el espacio. Para llevar a cabo este proyecto, Wiertz presentó la idea a Charles Rogier, el ministro del Interior belga de entonces.

Legado Post Mortem

Bruselas
Noticia sobre el entierro de A. Wiertz aparecida en L'Illustration, Journal Universel en julio de 1865

A cambio de que el gobierno sufragara los gastos de su casa-taller, Wiertz donaría sus obras al Estado belga, con la condición de que sus obras permanecerían en el estudio durante su vida y después de su muerte, acaecida en Ixelles el 18 de junio de 1865. Aunque deseaba ser enterrado en su jardín, esto le fue negado. Su funeral tuvo lugar el 21 de junio y el Ayuntamiento de Ixelles dispuso una tumba en el cementerio municipal.

Bruselas
Máscara mortuoria en bronce de Antoine Wiertz, fundida del natural, después de su muerte

La rue du Remorqueur, que bordea la vía férrea en el barrio Léopold, pasó a llamarse rue Wiertz. Su corazón embalsamado por separado, fue colocado en una caja de plomo y entregado al Ayuntamiento de Dinant, su ciudad natal. Lamentablemente, el Ayuntamiento arderá en agosto de 1914. 

Puedes descubrir qué ver en Dinant: la ciudad bañada por el Mosa en la bella región de Valonia, en mi artículo de viajes.

Pinturas de Antoine Wiertz


Bruselas
Longchamp à la Villa Borghèse (1834-1835)

Dentro de las paredes del Musée Wiertz, los visitantes tienen la oportunidad única de sumergirse en la vastedad del repertorio artístico de Wiertz. Entre las numerosas obras que adornan las salas, algunas destacan por su monumentalidad y su capacidad para capturar la esencia del Romanticismo belga. Aunque sus contemporáneos no supieron reconocer el genio de Antoine Wiertz.

Bruselas
Madame Laetitia sur son lit de mort (1836)

En el Salón de París de 1839, Wiertz presentó a "Patrocle", así como a “Madame Laetitia [Bonaparte] sur son lit de mort” (1836), “La Fable des trois souhaits” [o insaciabilidad humana] (1836) y el tríptico titulado "Le Christ au tombeau" (1839). "Patrocle" también se expuso en el Salón de Bruselas de 1839, y las autoridades le otorgaron a Wiertz una medalla de plata dorada.

Bruselas
Le Christ au tombeau (1839)

"Le Christ au tombeau" (1839): Este tríptico, presentado en las exposiciones de Bruselas y París en 1839, así como en Gante en 1844, muestra en el panel central, el momento en el que Cristo, descendido de la cruz, es entregado a José de Arimatea. Yace sobre la piedra sepulcral, mientras la Madre de Dios, sumida en el dolor, inclina su cabeza sobre su hijo. María Magdalena y otra mujer contemplan con aflicción esta trágica escena. En los paneles laterales, Eva sostiene la manzana en la mano, vacilando antes de morderla. En el segundo panel, el Ángel del Mal seduce con su belleza infernal, con una expresión desafiante, deleitándose en su propia maldad.

Bruselas
Baigneuses et satyres (1841)

"Baigneuses et satyres" (1841): En esta pintura, cuatro hermosas jóvenes se encuentran en el borde de una fuente, dudando en sumergirse. Un sátiro trata de atraer a una joven tirando suavemente de su prenda, quien, aunque ofrece poca resistencia, se muestra reacia. Amor, oculto tras el sátiro, parece animarlo. Mientras una joven ya está en el agua, hace señas a sus compañeras para unirse. En segundo plano, un sátiro anciano toca la flauta de Pan.

Bruselas
La révolte des Enfers contre le Ciel (1842)

"La révolte des Enfers contre le Ciel" (1842): Es una obra maestra de dimensiones colosales (11.53 m x 7.93 m), creada en pocas semanas durante el año 1841 en la iglesia en desuso de Saint-André, puesta a disposición de Wiertz por el Ayuntamiento de Lieja. La pintura se expondrá en el Salón de Bruselas de 1842. Por su formato, este gigantesco lienzo arqueado, de inspiración rubeniana, se instalará, según las indicaciones del catálogo, en la Iglesia de los Agustinos de Bruselas, demolida entre 1893 y 1894.

Bruselas
Une jeune fille à sa toilette (1842) y Le bouton de rose (1864)

"Une jeune fille à sa toilette" (1842): En esta obra, Wiertz abandona la grandiosidad épica para sumergirse en la intimidad de la vida cotidiana. La representación detallada de una joven en su tocador es un ejemplo magistral de la habilidad de Wiertz para capturar la belleza en las situaciones más simples. En "Le bouton de rose" (1864): una joven, casta y desnuda como la Venus de Médicis, ofrece un capullo de rosa. ¿A quién? Es un secreto que solo su rubor delata a medias.

Bruselas
Les Grecs et les Troyens se disputant le corps de Patrocle (1844-45)

"Les Grecs et les Troyens se disputant le corps de Patrocle" (1844-45): En esta impresionante pintura al óleo de 5.20 metros de altura y 8.52 metros de ancho, se representa la encarnizada lucha entre griegos y troyanos por el cuerpo de Patroclo. La oscuridad envuelve la escena mientras los guerreros más valientes se enfrentan alrededor del cadáver. La batalla extenuante se prolonga hasta el anochecer, dejando a todos exhaustos y cubiertos de sangre, sudor y polvo. Ambos bandos ansían arrastrar el cuerpo en direcciones opuestas. Esta obra es la segunda que Wiertz pintó sobre el mismo tema; la primera fue realizada en Roma en 1836 y expuesta allí un año después, así como en Bruselas y París en 1839.

Bruselas
Le Triomphe du Christ (1848)

"Le Triomphe du Christ" (1848): en esta impactante pintura al óleo de 6.25 metros de altura y 11.04 metros de ancho, se representa a Cristo recién fallecido, crucificado y rodeado por la aureola divina, mientras las tinieblas se disipan ante su trascendental paso a la inmortalidad. Un ejército de santos arcángeles se precipita desde la bóveda celestial persiguiendo a los ángeles caídos. Satanás desafía una vez más a Cristo, dejando tras de sí una larga estela de fuego. El arcángel Miguel, con la espada flamígera, señala con un gesto imperioso al espíritu de las tinieblas y al reino infernal, su futura morada. 

Bruselas
De la Chair à canon (1858)

"De la Chair à canon" (1858): En esta obra, un grupo de niños juega cerca de un cañón abandonado que parece haber inspirado el juego de ser soldados, desencadenando una feroz lucha. Han capturado a un prisionero y lo atan con cuerdas. Uno de los niños, consciente de su papel, adopta una pose marcial; otro golpea al prisionero, mientras una niña llora de miedo junto al cañón. La obra, aparentemente alegre, arroja una sombra amarga al explorar la dualidad entre la inocencia infantil y la brutalidad de la guerra.

Bruselas
La Forge de Vulcain (1858)

"La Forge de Vulcain" (1858): Esta pintura al óleo de 2.12 metros de altura y 2.80 metros de ancho, muestra a Vulcano, el dios del fuego y la forja, meditando sobre un diseño que será forjado en hierro o grabado en oro, ya sea en una coraza o en un escudo. Venus le ofrece un zumo de las uvas, vertido en una copa de oro por las ninfas. Amor está presente, mientras en el fondo, los cíclopes forjan una armadura.

Esculturas de Antoine Wiertz


Bruselas
Première époque. Naissance des passions (1860)

No satisfecho con pintar, Wiertz deseaba regresar a la escultura, técnica aprendida desde muy joven y que nunca abandonó por completo. Al final de su vida, modeló tres grupos que simbolizarían la historia de la humanidad, con la aspiración de reproducirlos en dimensiones colosales en alguna plaza pública. El primer grupo, "Première époque. Naissance des passions", representa las luchas que ensangrientan el mundo.

Bruselas
Deuxième époque. Les luttes (1861)

El segundo grupo, "Deuxième époque. Les luttes", representa dos hombres en una lucha espantosa, simbolizando las largas guerras que han involucrado naciones enteras. El tercer grupo fue para la Luz. El Genio de la civilización llega para librarse del ángel del mal que lucha a sus pies. En una mano puede verse la espada de esta contienda fratricida, y en la otra, elevada hacia el cielo, la antorcha que, iluminará a todos los hombres, invitando a la paz y a la unión.

Bruselas
Escultura Troisième époque. La lumière" (1870)

Escultura "Troisième époque. La lumière" (1870): Wiertz diseñó el proyecto de una estatua monumental de 45 metros de altura, la figura colosal debía colocarse en lo alto del promontorio que domina el río Mosa en la ciudad de Dinant. Sin embargo, la magnitud de la visión de Wiertz resultó ser demasiado ambiciosa y el proyecto de la estatua nunca se materializó.

Dinant
Proyecto de escultura gigante del Triunfo de la Luz para la ciudadela de Dinant

Aunque sí fue instalada en la plaza del ayuntamiento de Dinant, una versión “reducida” de la escultura que posteriormente fue trasladada, en 1938, al final de la Rue Wiertz. Cuenta la leyenda que esta obra inspiraría a Frédéric-Auguste Bartholdi para la creación de la icónica Estatua de la Libertad (1886), si bien con una diferencia notable: la sustitución de la espada por las tablas de la constitución americana.

Bruselas
Sala principal del Musée Wiertz

En el museo pueden verse aproximadamente unas 220 obras de Antoine Wiertz, entre pinturas, esculturas y dibujos. Su obra, inspirada por la de Rubens, Miguel Ángel, Rafael y los Grandes Maestros, destacó por un dibujo preciso y una paleta refinada. La disposición general de las obras en este museo conserva el espíritu de presentación de las colecciones en vida del artista.

El Jardín de los Ciudadanos: un oasis en el Barrio Europeo


Bruselas
El Jardín de los Ciudadanos cuenta con 17 especies de árboles, incluyendo álamos, arces y castaños

La vivienda y el taller de Antoine Wiertz quedan rodeados por el Jardín de los Ciudadanos; un encantador oasis, situado a tan solo cien metros de la entrada oficial del Parlamento Europeo. El jardín fue inaugurado al público en septiembre de 2020 tras una concienzuda renovación. En la época del pintor podía verse en el jardín una reproducción de la columnata del Templo de Paestum.

Bruselas
Escultura de Homero en el Jardín de los Ciudadanos

Al pasear por este pintoresco rincón, te encontrarás rodeado de setenta y seis árboles, algunos de ellos centenarios. Además de una colección de esculturas al aire libre de filósofos y artistas europeos, bancos que invitan a bajar el ritmo y un área de césped presidida por un pintoresco pabellón de música, que de vez en cuando se transforma en el escenario de eventos culturales.

Más información: Musée Wiertz. Dirección: Rue Vautier 62 / Vautierstraat 62, 1050 Bruselas. Teléfono: +32 (0)2 648 17 18. Horario: De martes a viernes: de 10 a 12 h y de 12:45 a 17 h. Sábados y domingos: Sólo para grupos con reserva. Cerrado: lunes y 1 de enero, 1 de mayo, 14 de septiembre, 1 de noviembre, 11 de noviembre y 25 de diciembre. Los días 24 y 31 de diciembre el museo cierra a las 14 horas. Entrada gratuita.

Toda la información generada durante mi viaje a Bruselas puede consultarse a través del hashtag #visitbrussels.

Josef Hoffmann - Falling for Beauty

Bruselas
Maqueta del pabellón de exposiciones de la Secesión vienesa construido entre 1897 y 1898
En octubre de 1955, el arquitecto y diseñador vienés Josef Hoffmann (1870-1956) viajó a Bruselas con motivo del 50 aniversario del Palacio Stoclet, un proyecto que moldeó su vida y carrera. Este evento sirve de conexión para la exposición "Josef Hoffmann - Falling for Beauty", que por primera vez presenta en Bélgica, la infinita habilidad artística de Hoffmann.

Bruselas
Gabinete en aliso con decoraciones en cobre para el estudio de Koloman Moser. Viena, 1898

La exhibición, ubicada en el Museo de Arte e Historia de Bruselas hasta el 14 de abril de 2024, ofrece una visión amplia de la vida y el trabajo de Hoffmann, a lo largo de seis décadas de creaciones y genialidad. Ocupando un lugar privilegiado su estrecha relación con la Wiener Werkstätte y su influencia en generaciones posteriores de diseñadores.

Josef Hoffmann: una vida impregnada de creatividad y tradición


Bruselas
Taburete en madera de pino, para la casa de campo de Paul Wittgenstein. Viena, 1899

Nacido en 1870 en Brtnice, Moravia, entonces parte del Imperio Austrohúngaro y hoy República Checa, Josef Hoffmann destacó como un arquitecto y diseñador integral. Hoffmann estudió arquitectura en 1892 en la Academia de Bellas Artes de Viena, donde se vio influenciado por el movimiento inglés y escocés Arts & Crafts.

Bruselas
Silla en haya para el hall de la residencia del Dr. Hans Salzer. Viena, 1902

Este movimiento se caracterizaba por su objetivo de incorporar el arte en todos los aspectos de la vida, con la creencia de que objetos bellos y funcionales podrían facilitar y enriquecer la vida cotidiana de las personas sin importar su estatus social. Hoffmann y sus compañeros compartían la convicción firme de que el arte tiene el poder de curar el alma humana.

Bruselas
Armario para la casa de moda Schwestern Flöge. Fabricado por Wiener Werkstätte. Viena, 1904

A lo largo de su vida, Hoffmann desempeñó un papel crucial en la evolución del diseño moderno, dejando un legado perdurable en la historia del arte y la arquitectura. Su formación en la Academia de Bellas Artes de Viena, bajo la tutela de Karl Freiherr von Hasenauer y Otto Wagner, sentó las bases para la posterior fundación de la Secesión de Viena en 1897, y posteriormente, junto a su amigo Koloman Moser fundarían la Wiener Werkstätte en 1903.

La Wiener Werkstätte y su legado en el diseño europeo


Bruselas
Escritorio de Lydia Wittgenstein en roble. Fabricada por Wiener Werkstätte. Viena, 1905

La Wiener Werkstätte, fundada por Hoffmann y Koloman Moser con el apoyo financiero del industrial austríaco Fritz Waerndorfer, representó un hito en la producción de objetos funcionales y decorativos de belleza atemporal. No hay más que mirar las piezas expuestas en las vitrinas y ver que a pesar de tener más de cien años, la mayoría de los diseños pasarían por actuales.

Bruselas
Sillón reclinable “máquina para sentarse” Modelo nº. 670 en madera de haya y latón. Viena, 1906

Con un enfoque en la simplicidad y la elegancia en la vida cotidiana, la Wiener Werkstätte se convirtió en un símbolo de la resistencia a la producción en masa, destacando la importancia de la artesanía y el diseño cuidadoso. Una tendencia que en la actualidad vuelve a resurgir con fuerza, en un anhelo por la sostenibilidad y la artesanía de calidad.

Bruselas
Vestido de mujer en seda y algodón. Fabricado por Wiener Werkstätte. Viena, c. 1910

La influencia de la Wiener Werkstätte perdura hasta nuestros días, con numerosas empresas de renombre, como Alessi, Augarten Porzellanmanufaktur, Wittmann, J & L Lobmeyr y Backhausen que continúan produciendo los diseños de Hoffmann.

La Exposición de Bruselas: un homenaje al diseño integral


Bruselas
Jarrón con decoración de broncita. Fabricado por Wiener Werkstätte para J. & L. Lobmeyr. Viena, 1913

La exposición "Josef Hoffmann - Falling for Beauty" de Bruselas es una oportunidad excepcional para explorar la mente creativa de un artista que consideraba la belleza como un requisito fundamental para la transformación individual y social. Las obras proceden del Museo de Arte Aplicado de Viena (MAK) y también de colecciones privadas.

Bruselas
Juego en cristal de Bohemia con decoración de broncita. Fabricado por Wiener Werkstätte. Viena, 1913

Esta retrospectiva es un testimonio de la influencia perdurable de Hoffmann en la estética y el diseño modernos. La exposición se articula sobre un eje central donde se muestran las maquetas de algunos de sus icónicos edificios y que sirve de referencia para mostrar muebles, objetos funcionales y de decoración, textiles y documentos, en periodos de 10 años.

Hoffmann y su impacto en el movimiento de la Gesamtkunstwerk


Bruselas
Tetera en plata y marfil con remate en forma de piña. Fabricado por Wiener Werkstätte. Viena, 1923

La visión de Hoffmann comprendió el concepto alemán de Gesamtkunstwerk o "obra de arte total". Su enfoque holístico hacia el diseño y la creación de entornos armoniosos se refleja en sus obras maestras arquitectónicas, como el Palacio Stoclet en Bruselas (1905-11), catalogado Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Sus interiores revelan la búsqueda incansable de la perfección estética en cada detalle.

Bruselas
Juego de café en porcelana esmaltada. Modelo Melon. Fabricado por Wiener Werkstätte. Viena, 1929

A pesar de los cambios políticos y sociales a lo largo de su vida (le tocó vivir y trabajar en cinco sistemas políticos distintos), Hoffmann permaneció fiel a sus elevados estándares creativos. “Es mejor trabajar diez días en un producto que producir diez productos en un día”, era el lema del círculo de artistas y artesanos que rodeaba a Hoffmann.

Bruselas
Vitrina en nogal fabricada por Franz Konecny para la exposición “El Oficio Liberado”. Viena, 1934

La idea de que los arquitectos debían ser también diseñadores y debían prestar atención incluso a los elementos más pequeños, con el fin de crear un todo armonioso, cobró mucha fuerza en la época modernista. A los 29 años, Hoffmann aceptó un puesto de profesor en la Wiener Kunstgewerbeschule, posterior Universidad de Artes Aplicadas de Viena.

Bruselas
Reproducción de un tocador de una gran estrella para la Exposición Mundial de París de 1937

Durante 40 años, entre otras cosas, formaría artesanos para la Wiener Werkstätte en el departamento de arquitectura, orfebrería y esmalte, además de promover el acceso a la educación superior para mujeres con talento, algo muy inusual en aquella época. Su obra continúa inspirando a artistas y diseñadores de todo el mundo, destacando la importancia de la belleza y la funcionalidad en la vida cotidiana.

Toda la información generada durante mi viaje a Bruselas puede consultarse a través del hashtag #visitbrussels.

La Iglesia de San Pedro de Lovaina

La Iglesia de San Pedro de Lovaina forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO
La Iglesia de San Pedro de Lovaina, conocida como Sint-Pieterskerk en neerlandés, se alza majestuosamente en el corazón de esta ciudad belga. El templo es un magnífico ejemplo del estilo gótico brabantino y forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1999. También es una galería de arte que alberga excepcionales obras maestras que han sobrevivido milagrosamente al paso del tiempo.

Un legado histórico: orígenes y renacimiento


Vista de la Plaza del Mercado de Lovaina pintada de Wolfgang de Smet entre 1665 y 1667

La Iglesia de San Pedro tiene profundas raíces históricas que se remontan al siglo XI, cuando se construyó un templo románico en este lugar. Este simple comienzo la consagra como la iglesia más antigua de Lovaina. Sin embargo, su historia ha estado marcada por notables desafíos. En 1176, un devastador incendio asoló la iglesia por primera vez, y dos siglos después, las llamas volvieron a afectar partes del edificio. 

Vista de la Iglesia de San Pedro en 1865 cuando aún estaba rodeada de viviendas y comercios

Finalmente, en el siglo XV, se inició la demolición del edificio románico, dando paso a la iglesia gótica que conocemos hoy en día. La construcción de la majestuosa iglesia abarcó más de un siglo, y requirió la colaboración de varios maestros de obra, entre ellos Sulpitius van Vorst, Jan II Keldermans y Matthijs de Layens, junto con numerosos artistas. 

Aspecto de la Iglesia de San Pedro tras la Primera Guerra Mundial

A pesar de los desafíos a lo largo de su historia, la Iglesia de San Pedro se erigió como un impresionante ejemplo de la arquitectura gótica brabantina. La basílica cruciforme, de tres naves largas y un transepto más corto, se completó a más tardar en 1499. Su rasgo más distintivo radica en las numerosas capillas que rodean el coro, las cuales están ricamente decoradas con valiosas obras de arte religioso.

El Esplendor del Gótico Brabantino en la Iglesia de San Pedro


Los elementos góticos brabantinos realzan la elegancia y grandeza de la iglesia

El estilo arquitectónico gótico brabantino, originario de la región de Brabante, en Bélgica, confiere a la Iglesia de San Pedro su esplendor característico. Este estilo se distingue por su énfasis en la verticalidad y la luminosidad, manifestándose a través de arcos puntiagudos, elaboradas bóvedas de crucería y ventanas decoradas con vidrieras ornamentadas. Estos elementos arquitectónicos realzan la apariencia elegante y grandiosa del templo.

Diseño y maqueta del ambicioso intento de construcción de tres torres en el siglo XVI

Varios maestros de obras trabajaron en la iglesia durante casi un siglo, manteniendo una notable coherencia en el estilo arquitectónico. En 1505, el maestro Joost Massys diseñó tres altas torres para la fachada principal de la iglesia: dos torres laterales planeadas para alcanzar una asombrosa altura de 136 metros y una torre central que se elevaría majestuosamente hasta los 168 metros. Sin embargo, la naturaleza arenosa e inestable del suelo provocó el colapso repentino de estas torres colosales. 

A través de las gafas VR hololens se pueden ver animaciones en 3D de algunas obras

Como resultado, las torres quedaron sin terminar, y en la actualidad, sólo quedan las bases como testigos silenciosos de la ambición del proyecto. Al entrar en la iglesia y dirigirse hacia la derecha, en el crucero, se puede observar el modelo realizado en piedra natural de Avesnes de la torre norte y central. Con una altura de 827 centímetros, esta obra fue creada por Joost Massys y Jan Beyaert entre 1524 y 1530 y gracias a la realidad virtual podemos profundizar en su diseño.

La Cruz del Triunfo, una obra maestra flamenca


La Cruz del Triunfo de la Iglesia de San Pedro fue realizada entre 1490 y 1500

La majestuosa “Cruz del Triunfo” es una obra maestra tallada en madera por el mejor tallador de Brabante, Jan Borman. Esta cruz triunfal, realizada en roble policromado de finales del siglo XV, presenta a Cristo crucificado en su parte central, mientras que en la base se encuentran representados los cuatro Padres de la Iglesia, así como los santos Pedro y Enrique. En el coro, de estilo gótico tardío, puede verse una impresionante bóveda de crucería con restos de pintura originales.

El coro alto de la Iglesia de San Pedro


El coro alto de la iglesia de San Pedro es el más antiguo que se conserva en Lovaina

Nos asombramos con el magnífico coro alto y su decoración con marquesinas y tracerías que evoca un pasado glorioso y de esplendor. Este coro alto, construido entre 1488 y 1490, es el más antiguo de la región de Lovaina. Su intrincado cancel de estilo gótico tardío, meticulosamente restaurado en el siglo XIX, resplandece con sus detalles blancos y dorados. Durante la ocupación francesa de finales del siglo XVIII, algunas estatuas que adornaban los nichos originales desaparecieron y fueron reemplazadas por nuevas esculturas en el siglo XIX.

La cripta románica bajo el coro


La antigua cripta románica se encuentra debajo del coro

En el proceso de restauración de 1956, dirigido por J. Mertens, se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas que desenterraron parte del legado románico de la Iglesia de San Pedro. Bajo el coro de la iglesia gótica, se descubrieron los restos del antiguo coro y el crucero de la iglesia románica original. Sin embargo, la verdadera joya oculta que se reveló fue la cripta circular que yace detrás del coro románico. Esta cripta podría haber sido el lugar de entierro de los condes de Lovaina y los primeros duques de Brabante.

El Púlpito de Jacques Bergé


El púlpito barroco es una obra maestra de madera tallada con detalles intrincados y relieves

El impresionante púlpito barroco de la Iglesia de San Pedro fue esculpido por Jacques Bergé en el año 1742. El púlpito, que incluye escaleras, un pretil y un dosel ricamente adornados, proviene de la abadía premonstratense de Ninove, ubicada al oeste de Bruselas. Esta magnífica pieza de arte en madera fue adquirida por la Iglesia de San Pedro en 1807. Su decoración se compone de intrincados detalles y relieves que narran historias religiosas, en especial de la vida de San Norberto.

El Tesoro de San Pedro


Las capillas del deambulatorio albergan estatuas, pinturas, reliquias y custodias de arte religioso

El Tesoro de San Pedro, que se encuentra en las capillas del deambulatorio que en su origen pertenecían a diversas cofradías, artesanos, gremios, patricios y facultades universitarias de Lovaina, se convirtió en un museo en 1998. Posteriormente, en 2009, se incorporó al M-Museum y exhibe algunos hermosos ejemplos de arte religioso medieval. Este tesoro alberga una impresionante colección que incluye obras de orfebrería religiosa y pinturas devocionales, la mayoría de las cuales están intrínsecamente ligadas a la historia de la Iglesia de San Pedro.

Tumba de Enrique I


El mausoleo de Enrique I, el primer duque de Brabante, en el coro alto (c. 1235)

El mausoleo de Enrique I, el primer duque de Brabante, es una de las tumbas más antiguas que han llegado a nuestros días. La losa funeraria de piedra caliza de Tournai se remonta al siglo XIII, mientras que la base y las columnas datan de 1835, cuando se realizó la reconstrucción del monumento, que previamente había sido desmantelado en torno al año 1800. La representación en relieve de Enrique I es idealizada: lo vemos como un joven sonriente, con cabello rizado y espeso, vistiendo una larga túnica y el manto ducal. Con su mano derecha sostiene un cetro mientras que con la izquierda juega con la cuerda del manto.

Tumba de Matilde de Boulogne y María de Brabante


Monumento funerario de Matilde de Boulogne y María de Brabante en la Capilla de San Andrés

En la Capilla de San Andrés, ubicada en el deambulatorio norte, bajo el mecenazgo de los panaderos, se encuentra el monumento funerario de Matilde de Boulogne, esposa del duque Enrique I, y de su hija María de Brabante, quien contrajo matrimonio con el rey alemán Otón IV. La tumba está protegida por una losa de piedra caliza de Tournai que data del siglo XIII. Esta losa descansa sobre columnas parcialmente originales de piedra natural, las cuales están decoradas con capiteles ornamentados con motivos vegetales.

Cabeza del Cristo “Torcido”, la imagen milagrosa de Lovaina


La cabeza del Cristo "Torcido" es la única parte que ha sobrevivido de la escultura original

Este rostro desgastado es todo lo que queda de una de las esculturas más importantes en la historia de Lovaina. Conocida como la “Cruz Torcida”, esta obra de arte tallada en roble fue realizada en torno al año 1200 y se encontraba en la Capilla de los Arcabuceros de la Iglesia de San Pedro. Sin embargo, en agosto de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, un incendio destruyó la escultura con excepción de la cabeza, que en ese momento se encontraba en el taller de un restaurador y, milagrosamente, sobrevivió al desastre.

El "Descendimiento de la Cruz" de Rogier van der Weyden


El "Descendimiento de la Cruz", en el Museo del Prado, es una obra maestra del arte flamenco

En torno al año 1435, el pintor flamenco Rogier van der Weyden pintó el "Descendimiento de la cruz" para la Capilla de Nuestra Señora de Ginderbuyten, cerca de la actual Puerta de Tiensepoort en Lovaina. La pintura forma parte de la colección del Museo del Prado en Madrid. Desde su creación, la pintura fue reconocida de inmediato como una obra maestra, como lo demuestran las numerosas copias que se realizaron poco después. Se conservan alrededor de 50 copias de esta obra, y el famoso “Tríptico Edelheere” de la Iglesia de San Pedro en Lovaina fue el primero de una larga serie de reproducciones.

El Tríptico Edelheere: una copia magistral


El Tríptico de Edelheere es una impresionante copia elevada a obra maestra

El Tríptico Edelheere, ubicado en la Iglesia de San Pedro, es una asombrosa réplica de la obra original de Rogier van der Weyden. Esta copia, realizada en 1443, es por mérito propio una obra maestra del arte flamenco. Aunque es aproximadamente cinco veces más pequeña que el original, mantiene una sorprendente fidelidad con la obra de van der Weyden. Realizada por un pintor desconocido, fue encargada por Willem Edelheere, un destacado patricio de Lovaina, quien destinó la obra al altar de la capilla funeraria de su familia. 

El Martirio de Santa Catalina de Jan Rombouts


Se cree que estas obras fueron creadas entre 1525 y 1535 por Jan Rombouts

Jan Rombouts, el ilustre pintor originario de Lovaina, dejó su huella en la época dorada del Renacimiento flamenco, en su ciudad natal. Dos de sus obras más destacadas, "El Martirio de Santa Catalina" y "El Martirio de San Clemente", han perdurado en la Iglesia de San Pedro a lo largo de los siglos. Estas pinturas maestras narran vívidamente las escenas de la vida y el martirio de estos santos en paneles que han sido pintados por ambas caras.

Sedes Sapientiae: la Reina de la Sabiduría


La estatua de Sedes Sapientiae fue restaurada después de los bombardeos de 1944

Cerca del altar de la Iglesia de San Pedro se encuentra una conmovedora representación de la Virgen María, sentada en un trono con el niño Jesús en su regazo, conocida como “Sedes Sapientiae” o "Sede de la Sabiduría". Esta icónica imagen ha sido el emblema de la Universidad de Lovaina desde 1909 y es una de las estatuas más antiguas de la Iglesia de San Pedro. Realizada en 1442 por el escultor Nicolaas de Bruyn en roble policromado, la estatua mide 160 centímetros de altura y se inspira en un diseño más antiguo que se remonta al siglo XIII, lo que explica la sensación de "rigidez" en la talla.

La presencia de otra representación de Sedes Sapientiae en la Biblioteca Universitaria de Lovaina destaca la profunda conexión de la ciudad con la devoción a la Virgen María y su identidad como ciudad del conocimiento.

La Última Cena de Dieric Bouts


En el coro se encuentra el museo de arte religioso, que alberga la obra maestra de Dieric Bouts

En marzo de 1464, treinta años antes de que Leonardo Da Vinci pintara su famosa pintura de “La Última Cena”, Dieric Bouts recibió el encargo de crear un tríptico sobre la Eucaristía. Es una de las obras más destacadas del pintor y una obra maestra del arte flamenco excepcional, dado que la mayoría de sus creaciones se han perdido en el tiempo, y solo se conservan 25 de sus pinturas en todo el mundo. "La Última Cena" de Dieric Bouts se encuentra en el coro de la iglesia y retrata con detallado realismo el momento en que Jesús comparte su última cena con los apóstoles. A través de las ventanas representadas en el lienzo, puede verse el Ayuntamiento de Lovaina en proceso de construcción.

El Martirio de San Erasmo de Dieric Bouts


El tríptico de Dieric Bouts sigue en su ubicación original en la Capilla de San Erasmo

"El Martirio de San Erasmo" de Dieric Bouts, otra destacada obra maestra flamenca, ha permanecido por más de 500 años en su ubicación original para la que fue creada, en la Capilla de San Erasmo. Fue encargada por la Hermandad del Santísimo Sacramento alrededor del año 1460. El panel central representa el martirio de San Erasmo, obispo de Antioquía (Siria) en el siglo IV. Sus manos y pies están encadenados mientras dos verdugos extraen sus intestinos. La indiferencia de la multitud, incluido el emperador Diocleciano, que lo condenó, es impactante. San Jerónimo y San Bernardo de Claraval aparecen en los paneles laterales. La obra refleja el estilo contenido que caracteriza a Bouts, el pintor más importante de Lovaina.

La Torre del Sacramento: un sagrado tesoro


Esta joya gótica resguardaba la hostia y el vino consagrados

Una de las joyas más sorprendentes del interior de la Iglesia de San Pedro es la Torre del Sacramento, una obra de Matthijs de Layens de alrededor de 1450, encargada por la Hermandad del Santísimo Sacramento. La misma orden, unos años después, encargaría al pintor de la ciudad, Dieric Bouts, la famosa pintura de “La Última Cena”. La Torre del Sacramento, de estilo gótico tardío y forma hexagonal, en realidad servía como sagrario, un lugar sagrado donde se guardaban las hostias consagradas, resguardadas detrás de sus puertas.

Detalle de la Torre del Sacramento donde puede verse "El Asiento de la Misericordia"

Esta imponente obra de arte está esculpida en piedra caliza blanca de Avesnes y alcanza una altura de doce metros, siendo la torre sacramental mejor conservada y más antigua de Bélgica. Los nichos de la torre están adornados con relieves que representan escenas de la Pasión de Cristo, siendo "El Asiento de la Misericordia" la más destacada, donde Dios Padre entronizado sostiene el cuerpo sin vida de su hijo Jesucristo. Este es el único lugar donde la policromía original ha sido restaurada, mientras que las demás escenas han sido pintadas nuevamente.

Capilla de Margarita de Lovaina


Relicario de Fiere Margriet en latón. Taller de Joseph Wilmotte, Lieja (1902)

La Capilla de Margarita de Lovaina, fundada en 1535 según una piedra conmemorativa, alberga las reliquias de la querida santa de Lovaina, Fiere Margriet (La Orgullosa Margarita). En esta capilla, se relata la popular leyenda de Margarita, una joven de dieciocho años. La fatídica noche del 2 de septiembre de 1225, unos bandidos irrumpieron en la posada de sus padres y, tras un violento enfrentamiento, todos perdieron la vida, a excepción de Margarita, que fue secuestrada y llevada fuera de las murallas de la ciudad.

 Altar de Fiere Margriet en piedra natural de Frantz Vermeylen (1902)

Cuando sus secuestradores intentaron agredirla, ella se defendió con una valentía excepcional, pero lamentablemente, fue asesinada y su cadáver arrojado al río Dijle. Curiosamente, su cuerpo sin vida flotó río arriba de regreso a Lovaina, donde se encontraba Enrique I, duque de Brabante. En reconocimiento a su valentía, Margarita se convirtió en la patrona de las jóvenes sirvientas, el personal de hostelería y los mártires. 

El Martirio de Fiere Margriet de Pieter Jozef Verhaghen (1760) y escultura de Margarita

En 1535, se erigió una capilla en su honor en la iglesia de San Pedro, que se convirtió en lugar destacado de peregrinación. Margarita sería beatificada en 1902. En esta capilla, se la representa sosteniendo una jarra de vino, haciendo referencia a su labor en la posada de sus padres. La capilla alberga cinco pinturas que narran su leyenda, realizadas en 1760 por el artista de Brabante Pieter Jozef Verhaghen. Además de las pinturas, la capilla contiene dos estatuas de Margarita y el relicario de la “Orgullosa Margarita”, que ha sido restaurado y devuelto a su contexto histórico.

Capilla de los Cerveceros diseñada por Hendrik Danco en 1756

Desde las impresionantes obras de Dieric Bouts y Rogier van der Weyden hasta las capillas que resguardan invaluables tesoros artísticos, la Iglesia de San Pedro es una auténtica galería de arte que sigue asombrando a todos aquellos que tienen el privilegio de visitarla. Su ubicación en el corazón de Lovaina la convierte en un destino accesible para quienes desean explorar esta encantadora ciudad belga y sumergirse en su rica herencia cultural. 

Las nuevas tecnologías ofrecen una experiencia inmersiva y de conocimiento

En 2020, la Iglesia de San Pedro reabrió sus puertas tras una completa restauración, presentando una nueva experiencia para los visitantes. El patrimonio de la iglesia cobra vida de manera innovadora a través de tablets y nuevas gafas de realidad aumentada. La experiencia inmersiva permite disfrutar de imágenes y animaciones en 3D a través de las gafas VR hololens, mientras observas doce obras reales seleccionadas.

Más información: Parochiekerk Sint-Pieter. Dirección: Grote Markt 1, 3000 Lovaina. Horario: De lunes a sábado de 10 a 16:30 h. Domingos de 11 a 16:30 h. Del 1 de octubre al 31 de marzo, miércoles cerrado. Entrada a la Iglesia de San Pedro: gratuita. Experiencias digitales: Sólo previa reserva, a recoger en recepción. Tablet (información disponible en español): 5 €. Gafas 3D de realidad aumentada: 12 € (por 1 hora). Transporte público: autobuses con parada en Halte Rector de Somerplein.

Si quieres visitar otro Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en la ciudad, te dejo esta ruta a pie por el Klein Begijnhof de Lovaina

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