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El Palacio de Peñaflor es un gran ejemplo del Siglo de Oro Ecijano |
El
gran Siglo de Oro ecijano tuvo lugar en el siglo XVIII y durante
esa época las familias nobles embellecieron Écija con numerosos palacios
barrocos cubiertos de pinturas murales. La iglesia hizo otro tanto construyendo
22 conventos, 6 templos y numerosas capillas. La altísima demanda de artesanos
gracias a esa pujanza económica, social y artística llegó hasta tal punto de
esplendor que se llegaron a contabilizar en Écija hasta 40 casas gremiales de
las que se conservan algunos bellos edificios.
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Detalle de la portada de la Casa Palacio de Valdehermoso |
Aunque el famoso terremoto de Lisboa sufrido
en 1755 afectó a los edificios construidos en el siglo XVIII, la ruta por el Siglo de Oro Ecijano es aún
visible por el casco histórico de Écija. Al igual que la esencia y el recuerdo
de cuando fue griega (fueron los griegos quienes le pusieron el nombre de Astigi), romana, sede episcopal visigoda,
la “Ciudad Rica” de Estigga en época musulmana
y la capital de provincia durante el emirato y el califato de Córdoba. Abrid
bien los ojos porque en Écija las
paredes cuentan su historia, ya sea en versículos del Corán o en imágenes
de azulejos de fervorosa fe cristiana.
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Torres campanario Iglesia Santa María y Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción |
La ciudad de Écija es una de las capitales del barroco andaluz y recibe el
sobrenombre de la “Ciudad de las Torres”
gracias al gran número de campanarios y miradores conservados; unos 11 en la
actualidad. Écija se encuentra situada a 90 km de Sevilla y también es
conocida popularmente como “La Sartén de
Andalucía” ya que, con el buen tiempo, alcanza altísimas temperaturas. Sin
duda es un buen destino para disfrutar con más tranquilidad que en la capital
sevillana de su bello Conjunto
Histórico-Artístico, considerado uno de los más importantes de Andalucía. Aunque
nos encontramos en una de las etapas importantes de la Ruta de Washington
Irving que recorre las poblaciones de Sevilla a Granada, los horarios de los
monumentos visitables hacen imposible entrar en todas las iglesias y palacios
en un solo día.
Ruta
por el Siglo de Oro Ecijano entre iglesias, conventos y palacios
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Patio del Palacio de Benamejí |
Entre los edificios de Écija destacan un buen número de iglesias y
conventos, como la Iglesia de Santa Bárbara, Iglesia de San Gil, Iglesia de
Santa Ana, Iglesia de San Juan o el Convento de Las Teresas. Desde fuera esos
templos no dan la impresión de acaparar la gran cantidad de maravillas barrocas
y capillas sorprendentes de las que Écija atesora un importante número. Lo
mismo pasa con las casas señoriales y
palacios de Écija de estilo renacentista y barroco. Perderse por las calles
de Écija es toparse con el Palacio de Peñaflor, el Palacio Valhermoso o el
Palacio de Benamejí, rincones privados o convertidos en hotel que esconden la
esencia árabe con patios y fuentes interiores que refrescan las noches de
verano y nos transportan a la antigua Al-Andalus.
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Palacio de Benamejí |
Iniciamos nuestro recorrido donde se
encuentra ubicado el Museo Histórico Municipal
que conserva importantes piezas romanas como la Amazona Herida del siglo II. Se trata del Palacio de Benamejí, declarado Monumento Nacional, es uno de los
edificios más singulares de Écija y uno
de los más importantes del barroco civil de Andalucía. El antiguo palacio
señorial fue construido con 2 plantas de altura en el primer tercio del siglo
XVIII en estilo barroco. Se encuentra en la Plaza
de la Constitución y fue sede del Gremio de los Cinteros. Del Palacio de
Benamejí destaca su magnífica portada
en mármoles policromados y 2 torres mirador en los extremos de la fachada. Su
interior está organizado según el prototipo de vivienda ecijana que imita las
antiguas construcciones musulmanas. El patio que servía de apeadero o de
ingreso a las caballerizas, es seguido por un gran patio principal porticado
con una fuente central de piedra y una casa de labor de acceso independiente.
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La Casa Palacio de Villaverde de San Isidro y el Mirador de Peñaflor |
En la Calle Cinteria 14 se encuentra la austera Casa Palacio de Villaverde de San Isidro. De su fachada destaca el
remate superior que luce 2 emblemas heráldicos, la portada adintelada de piedra
y el balcón corrido. El Mirador de los
Marqueses de Peñaflor que se encuentra en el número 5 de la Plaza de España es uno de los edificios
utilizados por la nobleza a modo de palco. En un futuro no muy lejano, el
Mirador de los Marqueses de Peñaflor acogerá la Oficina de Turismo de Écija.
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Plaza de España |
Un buen lugar para recorrer Écija es desde
la Plaza de España conocida
popularmente como “El Salón” ya que, en
el siglo XVIII, era común que las familias nobles utilizaran los edificios de
esta plaza para observar, los eventos y toda clase de festejos como corridas de
toros y obras de teatro desde una posición privilegiada. La Plaza de España es el centro neurálgico
de la vida local desde tiempos romanos, cuando se situaba el foro de la Colonia Augusta Firma Astigi. Aquí
también se encuentra el Ayuntamiento de
Écija, un edificio historicista de 1863 diseñado por Balbino Marrón. En su Sala Capitular conserva varios mosaicos romanos extraordinarios como
el Sacrificio de Dirce del siglo III bajo
una armadura de madera del siglo XVII.
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La Iglesia de San Francisco preside un lateral de la Plaza de España de Écija |
Al lado, se encuentra la Iglesia de San Francisco que luce una portada del siglo XVII. En su interior
se conserva uno de los retablos más
importantes del barroco ecijano del siglo XVIII. Su parte más antigua
conservada son sus bóvedas góticas. Desde
la Plaza de España pueden verse sus 2
espadañas; una decorada con azulejos
del siglo XVIII y otra más pequeña que corresponde a la Capilla de la Veracruz.
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La Iglesia de Santa Bárbara y el Mirador de Benamejí se encuentran en la Plaza de España |
La
primera iglesia neoclásica de Andalucía fue la Iglesia de Santa Bárbara, construida entre 1787 y 1855 por Ignacio Tomás sobre los restos de un
templo romano de los que aprovecharon las columnas
de granito para la portada. En su fachada puede verse otra de las imágenes
religiosas en azulejo de Écija, el del Sagrado
Corazón de Jesús. En su interior destaca la sillería del coro de 1762 en estilo rococó.
Justo enfrente, en la Plaza de España nº 20 se encuentra el Mirador de Benamejí construido por el Marqués de Benamejí en el siglo XVIII y
que servía como el anterior para contemplar los festejos que tenían lugar en la
Plaza Mayor de Écija. La planta baja conserva
los soportales y las plantas superiores unas galerías abiertas con arcos sobre
columnas. En el centro de la amplia cornisa se encuentra el escudo heráldico de
la familia Bernuy. Aún es posible
encontrar restos de las pinturas murales que lo decoraban.
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Palacio de Peñaflor |
Desde la Plaza de España parten numerosas calles que conducen a un sinfín de
iglesias y casas señoriales como las situadas una detrás de otra en la Calle Emilio Castelar. La primera que
encontramos en el camino es el Palacio
de los Marqueses de Peñaflor situado en la Calle Emilio Castelar 26. Este palacio barroco construido en 1726
con portada de mármol flanqueada por
columnas salomónicas sobre cabezas de leones es conocido con el nombre de “Palacio de los balcones largos”. Por
supuesto, el elemento que más destaca es esa balconada de forja que mide 57
metros y que recorre toda su fachada. Destacan las pinturas al fresco policromadas obra del artista madrileño Antonio Fernández. En un extremo se alza
una torre-mirador de planta cuadrada.
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Palacio Valdehermoso |
El Palacio Valdehermoso situado en la Calle Emilio Castelar 37 es otra de las joyas de Écija, construido
en el siglo XVI en estilo renacentista. Perteneció a una de las 13 familias
“Grandes de España” instaladas en Écija y está considerado el mejor ejemplo de estilo plateresco de la ciudad. Destaca su
formidable puerta de entrada con un
arco enmarcado por pilastras y figuras, un balcón flanqueado por esculturas
alegóricas y una galería abierta con arcos de medio punto sobre columnas de
granito, algunas de ellas de época romana del siglo I.
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Torre de la Iglesia de San Gil y portada de la Casa Palacio de los Castrillos |
Nos desviamos hasta la Iglesia de San Gil levantada en 1479 y
que conserva parte de su estilo gótico-mudéjar y las modificaciones barrocas
del siglo XVIII. La Torre de San Gil está
considerada la más bella de Écija, se reconstruyó entre 1775 y 1782 y destaca
por su decoración en ladrillo. En el interior de la Iglesia de San Gil destacan
las pinturas del siglo XVI de Alejo Martínez y Pedro de Villegas Marmolejo. Volvemos a la Calle Emilio Castelar. A pesar de su sencillez, en el número 43
encontramos la Casa Palacio de los
Castrillos, uno de los palacios más
antiguos de Écija. Iniciado en el siglo XVI luce una sencilla portada
gótica de ladrillo.
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Casa Palacio de Los Granados |
En la Calle Emilio Castelar 42 se alza la Casa Palacio de Los Granados fue construida en el siglo XVIII en
estilo barroco. Su fachada combina decoración en ladrillo y tapial enlucido,
aunque destaca por la galería con
arcos de medio punto del piso superior y las pinturas al fresco de la cornisa. En este misma calle encontramos en el número 45 la Casa Palacio de Fernández de Golfín construida entre el siglo XVIII y XIX, en el 38 la Casa señorial de Fernández de Córdoba del siglo XVIII y en el número 47 el Palacio de Alcántara.
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Iglesia de Santa Ana e Iglesia de San Juan Bautista |
La Iglesia de Santa Ana se encuentra en la Calle Emilio Castelar 62, fue construida en estilo barroco en el
siglo XVIII. La torre de la Iglesia
de Santa Ana conserva el fuste de ladrillo de la primera torre construida en
1641 y dañada en el terremoto de 1755. Aquí se encontraba uno de los torreones
de la antigua muralla musulmana que formaban parte de la Puerta Real.
La Iglesia de San Juan Bautista muestra una imagen religiosa en
azulejo en su exterior de Jesús Nazareno.
La Hermandad de San Juan que hace estación de penitencia el Viernes Santo tiene
su sede aquí. En el interior de la Iglesia de San Juan Bautista se conservan
esculturas y pinturas de Pedro Roldán,
Duque Cornejo, Antonio de Pereda y Juan de
Espinal. La Torre de San Juan de
estilo barroco es otro de los campanarios que te obligan a levantar la vista en
Écija. Fue levantada en 1768 gracias al proyecto de Pedro de Silva y dicen que es la
torre más barroca de Écija. Está profusamente decorada con azulejos y
pináculos y rematada por una veleta en forma de ángel que porta el estandarte
de la Orden de Malta.
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Palacio de los Garcilaso y Casa Palacio de Lasso de la Vega |
En Calle
Garcilaso 9 se encuentra el Palacio
de los Garcilaso del siglo XVI y a continuación la
Casa Palacio de Lasso de la Vega construida entre el siglo XVI y XX que perteneció,
al igual que la anterior, al linaje de Lasso
de la Vega y Fajardo. El escudo familiar puede verse en la cornisa superior
enmarcado por querubines. Destaca la portada decorada con bajorrelieves de motivos vegetales que suben hasta el balcón de la
fachada.
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Iglesia de San Pablo y Santo Domingo |
Nuestra próxima parada es la Iglesia de San Pablo y Santo Domingo. En
el siglo XIV ya se tiene constancia del Monasterio ecijano de San Pablo y Santo
Domingo. Conserva en su interior restos originales de estilo gótico-mudéjar en
los pilares y un impresionante artesonado
de lacería mudéjar de finales del siglo XVI. La torre-campanario de la Iglesia de San Pablo y Santo Domingo fechado
en el siglo XVIII, luce un sorprendente rosario gigante colgado en su fuste.
Dicen que en 1436 se apareció en Écija el Apóstol
San Pablo y que se conserva una cruz que obra milagros.
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Distintas vistas de la Iglesia Mayor de Santa Cruz |
Nos acercamos hasta la Plaza Nuestra Señora del Valle donde se
encuentra la Iglesia Mayor de Santa Cruz,
levantada en el siglo XV sobre la Mezquita de Écija. Del edificio primitivo,
destruido por el terremoto de Lisboa en 1755, se conserva en el patio un arco mudéjar con yeserías. En el interior
del templo se venera la imagen
gótica del siglo XIV de la Patrona de Écija: Nuestra Señora del Valle. El Altar Mayor está formado por un sarcófago paleocristiano con
inscripciones griegas del siglo V. Aquí se encuentra el Museo de Arte Sacro que conserva una interesante colección de
orfebrería barroca. La torre de la Iglesia
Mayor de Santa Cruz que está coronada por una veleta en forma de ángel que
sostiene la cruz de Cristo, conserva 2 inscripciones romanas y 2 árabes del
siglo X.
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Casa del Gremio de la Lana y Casa Palacio Fernández de Valderrama |
En la Calle Merinos 4 encontramos otra de las casas gremiales de Écija,
la Casa del Gremio de la Lana. El
edificio del siglo XVIII aunque de portada simple, conserva restos de pinturas murales bajo la cornisa del
balcón y motivos geométricos en su fachada. A unos 70 m en la Calle Mayor 12, se encuentra la Casa Palacio Fernández de Valderrama construida
entre los siglos XVI y XX. En la puerta principal puede verse el emblema
heráldico familiar sostenido por querubines. Aunque la mayor parte del edificio
original ha desaparecido, conserva una galería de arcos superior que alcanza la
Plaza de Luis Vélez de Guevara donde
se encuentra la Iglesia de la Purísima
Concepción del antiguo monasterio de los Mercedarios Descalzos.
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Torre de la Iglesia de la Purísima Concepción y Convento de las Marroquíes |
Las 2
torres de la Iglesia de la Purísima Concepción situadas en los extremos de la fachada son lo único que
queda del edificio original levantado en el siglo XVIII y que se conocen
popularmente como “Las Gemelas”. Dicen que el Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción, conocido popularmente como el Convento de las Marroquíes, conserva la espadaña más bella de Écija. La Comunidad de Concepcionistas Franciscanas del convento elaboran unos deliciosos bizcochos marroquíes con una receta del siglo XVIII que pueden adquirirse en su torno situado en la Calle Secretario Armesto 4 A.
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Real Convento de Santa Inés y Convento de las Florentinas |
El Real Convento de Santa Inés de la Calle Mayor fue fundado en 1487 por una Comunidad de Clarisas
Franciscanas. La Reina Isabel la Católica
estuvo hospedada entre sus muros y se hizo benefactora del convento, junto
a otras nobles como la Emperatriz María
de Austria y la infanta Isabel Clara
Eugenia. La nobleza legó a las monjas valiosas
reliquias entre las que se encuentra una espina de la corona de Jesús.
El Convento de las Florentinas es
el convento más antiguo de Écija. Fue construido en estilo mudéjar y fue
ampliándose en estilo barroco. Del siglo XVIII pertenece su puerta principal cincelada en piedra y
rematada por una hornacina con la imagen de la Virgen del Rosario. Destaca la espadaña
que muestra 3 lados decorados con azulejos. Aunque no pueda visitarse su
interior, a través del torno se pueden comprar productos de repostería elaborados
por las monjas dominicas como pestiños, alfajores o torrijas.
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Casa Palacio de Cárdenas y Prado Castellano |
En la Calle Santa Florentina 20 se encuentra un bello rincón de Écija presidido
por la Casa Palacio de Cárdenas y Prado
Castellano construido en estilo barroco entre los siglos XVI y XX y que
perteneció a los Marqueses de la Garantía,
título concedido por el Rey Fernando VII
de España, “el Deseado” al ecijano Fernando
Tamariz-Martel y Porcel. Destaca la portada
del siglo XVIII enmarcada con columnas que soportan un balcón central. El
conjunto está rematado por el escudo del marquesado. La imagen se complementa
con un pequeño jardín de palmeras y una torre almenada pintada de blanco.
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Portada y espadaña de los Carmelitas Descalzos |
A continuación, situado en la Calle Conde 16, nos topamos con el antiguo Palacio de los Condes de Palma de estilo mudéjar, construido entre los siglos XIV y XV. Fue decorado con azulejos y yeserías inspiradas en el Alcázar de Sevilla. Aquí se encuentra en la actualidad el Convento de San José de las Carmelitas Descalzas, antiguo Convento de Las Teresas fundado en 1591. Destaca la portada de los Carmelitas Descalzos de la Calle la Marquesa 10 con decoración manuelina y detalles marineros, cuyo estilo se importaron de Portugal. La Iglesia de los Carmelitas Descalzos añadió la espadaña actual después de que el campanario original sufriera daños por el terremoto de Lisboa de 1755. Hoy es uno de los elementos característicos del paisaje de Écija y luce unas recuperadas molduras con bordes curvos.
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Palacio de Justicia |
En
Calle
La Marquesa 15 se levanta el
Palacio
de Justicia de Écija que se encuentra ubicado en un palacio historicista de
1931 conocido con el nombre de Palacio de las Tomasas e inspirado en
la Alhambra de Granada.
Si lo encontráis abierto, pasad, la entrada es gratuita.
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Plaza de Abastos y Carnicerías Reales |
En la Calle Compañía nº 6 se encuentra el antiguo edificio de la Plaza de Abastos de Écija donde podrás
adquirir productos típicos como molletes, tortas de manteca o yemas ecijanas. En esta misma calle en el número 3
encontraréis una portada barroca,
hay más portadas de este estilo en la Calle
Aguabajo. Del antiguo edificio de las Carnicerías Reales del siglo XVI apenas
queda la portada de estilo
renacentista en la Calle Francisco Mateo
Díaz González nº 3. Está rematada en su parte superior por un escudo de
armas real y la figura en relieve de la Justicia. En la pared ha sido
restaurada un fragmento de pintura mural
donde puede verse la cabeza de un carnero.
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Casa del Gremio de la Seda |
La industria de la seda y la lana tuvo
una gran importancia en Écija en el siglo XVIII. Uno de los edificios más hermosos de la ciudad es la Casa del Gremio de
la Seda donde los comerciantes de tejidos trataban la compra y venta de
materias. Destacan sus pinturas al
fresco, sus arquerías y cornisas decoradas del siglo XVIII.
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Torre y portada de la Iglesia de Santa María |
La Torre de la Iglesia de Santa
María de 1717 es visible desde la Plaza
de España. Luce fuste en ladrillo y 2 balcones decorados con labores de
cantería. El cuerpo donde se encuentran las campanas recuerda a la Giralda de
Sevilla y muestra decoración de azulejos y molduras de ladrillo. La primera Iglesia de Santa María fue construida
en el siglo XIII, aunque el templo que se conserva en la actualidad es el
construido por Pedro de Silva en la
segunda mitad del siglo XVIII en estilo barroco. La portada en piedra diseñada por Antonio
Matías de Figueroa en el siglo XVIII es una de las más monumentales del barroco andaluz. En el interior
destacan las pinturas murales
neobarrocas de su cúpula obra de Antonio
Gardoso, la Capilla del Sagrario
y la sillería del coro tallada por Juan de Mesa en 1628. En el claustro de la Iglesia de Santa María encontraréis
restos de lápidas, ánforas y estatuas romanas. En la Plaza de Santa María destaca una hermosa columna barroca de 1766
donde se levanta el Triunfo a la Virgen
del Valle, patrona de Écija.
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Convento de Capuchinos y Casa Palacio de los Aguilar |
Si continuamos hasta la Calle Santa Ángela de la Cruz 20 nos
toparemos con el Convento de Capuchinos
- Hermanas de la Cruz levantado entre el siglo XVII y XVIII. Su puerta
realizada en ladrillo muestra en un friso de azulejos, el año de su
construcción: 1758. En la pared puede verse una imagen de azulejo de la Virgen y San Juan Evangelista. Muy cerca se encuentra la Casa Palacio de los Aguilar construida en la segunda mitad del siglo XVIII. Luce el blasón familiar en el remate de la portada flanqueada por dobles columnas.
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Iglesia de Santiago |
La Iglesia de Santiago es un templo gótico-mudéjar construido en el
siglo XV y con añadidos posteriores como su torre-campanario de estilo barroco obra de Juan Núñez o el patio cuadrangular diseñado por Pedro de Silva con parterres ajardinados
y una fuente. Está considerada la
iglesia más interesante de Écija y una de las más elegantes de Andalucía. Tiene
3 portadas con ventanales y celosías de piedra tallada. En su interior destaca
el extraordinario Retablo Mayor en
madera tallada del siglo XV e importantes obras de imaginería de Alejo Fernández, Pedro de Campaña y Pedro Roldán.
Hasta aquí nuestra ruta por las
iglesias, conventos y palacios del centro histórico de Écija. Algunos de sus
edificios han sido recreados en el Poble Espanyol de Barcelona para representar a Andalucía.