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Nos adentramos en el mundo de Lita Cabellut


Dried Tear
LITA CABELLUT. Dried Tear 65 (2014)
Nos adentramos en el mundo de Lita Cabellut a través de su exposición Retrospective que estará abierta, en los Espais Volart de la Fundació Vila Casas de Barcelona, hasta el 27 de mayo del 2018.
Black Tulip
LITA CABELLUT. Odette de Groede & Catharina de Jonge (2014)
Y nos adentramos de la manera que más nos gusta, viajando a través de los personajes que nos transportan a diferentes países: Japón, España, Países Bajos, Francia o México se muestran aquí desvelados bajo la dualidad del retrato y el retratado. Bajo la ropa se encuentra la piel y bajo la piel, quizás el alma.
Memories wrapped in gold paper
LITA CABELLUT. Secret Behind the veil 02 & detalle (2013)

Lita Cabellut nació en Sariñena (Huesca) en 1961, aunque creció en el Barrio de El Raval de Barcelona y con 19 años se trasladó a estudiar a Ámsterdam para instalarse definitivamente en La Haya. La artista utiliza el color para plasmar sentimientos, telas llenas de intensidad cromática y estados de ánimo. Miedo y esperanza reflejados en un espejo ciego que nos invita a profundizar en nosotros mismos.

Black Tulip
LITA CABELLUT. Constantine Sterneberg (2014)
Casi 1.600 metros de recorrido expositivo repartidos en 2 plantas sirven para ilustrar la belleza, los sentimientos, la desnudez y la fragilidad humana en lienzos de grandes dimensiones (entre 4 a 6 m2). Rostros que recuerdan a la obra de Alfons Mucha o Francisco de Goya, ropas que recuperan a Velázquez, Rembrandt o a Tiziano, desnudos que actualizan a Rubens o Rafael.


Frida Kahlo
LITA CABELLUT. Frida 01 (2010) & Frida 31 (2011)
La belleza y la edad sirven como la fealdad y el efecto agrietado de las obras de Lita Cabellut, para profundizar en la fragilidad del ser humano, en la fugacidad del tiempo y en las cicatrices que nos inflige la vida. Las pinturas y las personas se agrietan del mismo modo, pero pinturas y personas no abandonan su belleza original por el simple hecho de acumular años, siempre que ambos sean auténticos.


Madness and reason
LITA CABELLUT. Dulcinea 18 (2010)
Más información: Espais Volart. Dirección: Ausiàs Mac 20-22, 08010 Barcelona. Teléfono: 93 481 79 85. Horario: De martes a sábado de 11 a 14 h. y de 17 a 20.30 h. Domingos de 11 a 14 h. Visitas guiadas: miércoles a las 12 h. y jueves a las 17 h. Precio de entrada: 5 €. Web: Fundació Vila Casas.

Visita al Museo de las Minas de Cercs

Colònia Sant Corneli
Entrada a la Galería Sant Romà

La Colonia de Sant Corneli, junto a las aledañas minas de Sant Josep y la Consolació, fue el núcleo minero más importante de Catalunya en el siglo XX, con cerca de 700 km de galerías excavadas. Las minas de carbón fueron explotadas por “Carbones de Berga, S.A.” durante 140 años, desde 1851 hasta el año 1991, cuando cerraron. 

Las Minas de Cercs están situadas a 960 metros de altitud, en la pendiente sur de los Pirineos, en la comarca catalana del Berguedà. El concepto de colonia aseguraba mano de obra estable en un lugar tan aislado del territorio y con graves problemas de acceso (el primer ferrocarril llegaría a Cercs en 1904.

¿Cómo era la vida en la mina?


Colònia Sant Corneli
Carbones de Berga S.A.

Durante el siglo XX la minería fue uno de los sectores más importantes de la industria y vital para muchos países, aunque no fuera valorado según una escala de valores sociales y laborales actuales. Los mineros estaban considerados una pieza clave de la sociedad, aunque carecían de medidas de seguridad básicas, beneficios salariales y vida cómoda, el Estado los consideraba tan importantes como un soldado. 

En el siglo XIX los mineros trabajaban 12 horas, en la década de los años 30 su jornada de trabajo era de 10 horas y no sería hasta los años 70 que su jornada laboral se rebajaría a las 8 horas diarias de trabajo. Las jornadas no era lo único duro de trabajar en una mina, la falta de higiene, salubridad y riesgos laborales, hacían que los mineros tuvieran una esperanza de vida de 35 años.

Colònia Sant Corneli
El martillo neumático apareció en 1930, hasta entonces se había picado a mano

Los mineros estaban exentos de hacer el servicio militar y muchos hombres jóvenes con la edad de entrar en el ejército solicitaban trabajo en las minas. Algunos al cabo de unos días dejaban la minería y cogían el fusil, sí, la vida en la mina no era nada fácil. No fue hasta el año 1965 que se introducen las primeras mejoras en la minería.

Colònia Sant Corneli
Cocina de una vivienda en la Colonia Minera

En las Colonias Mineras, así como en las colonias textiles, los trabajadores disponían de una vivienda para ellos y sus familias, así como un servicio de ebanistas, electricistas y lampistas que solucionaban las averías de las casas de la colonia. El dueño de la colonia aseguraba un horno de pan, una tienda de comestibles, una cantina, una iglesia y una escuela. En las Minas de Cercs podemos visitar la vivienda de un encargado del año 1944. 

La casa de dos dormitorios disponía además de un comedor-cocina y un baño. La mujer e hijos del minero podían utilizar la vivienda, siempre que el minero estuviera en plantilla y debían abandonarla si el minero moría y ningún hijo trabajaba, por eso las parejas tenían hijos muy jóvenes. La edad mínima legal para trabajar era 14 años, pero la ausencia de inspecciones de trabajo y la necesidad de las familias hacían que a menudo, hubieran niños entre 10 y 12 años trabajando.

Colonia minera
Bar de la Colònia Sant Corneli

En el Centro de Interpretación de la colonia minera de las Minas de Cercs, se ha conservado el lavadero público, situado junto a la iglesia, donde las mujeres lavaban la ropa y socializaban con el resto de mujeres de la colonia. Mientras los hombres lo hacían en el bar o local social donde los mineros podían jugar a cartas y charlar con sus compañeros.

Colònia Sant Corneli
Panel indicativo para el control de los mineros

Los mineros disponían de una ficha de color negro y una de color rojo con un mismo número. La ficha negra estaba colgaba siempre en un panel, cuando el minero entraba a trabajar en su turno dentro de la mina, colgaba la ficha roja tapando la ficha negra. Los mineros estaban obligados a llevarse la ficha roja cuando acababa su turno y aquel que no lo hiciera, estaba condenado a ir a prisión durante una semana

El motivo es bien sencillo, si había un accidente las fichas rojas delataban a los hombres atrapados o desaparecidos y no se podía permitir que por un olvido del minero se le diera por muerto y tampoco que se le buscara poniendo en peligro a otros compañeros mientras él descansaba en su casa. En el panel del Museo de las Minas de Cercs pueden verse además de las fichas rojas y negras, fichas de color blanco que sirven de homenaje y recordatorio de los mineros muertos en el interior de la mina. Durante los 140 años que se explotó la mina de Cercs, murieron un total de 181 mineros.

Museo de las Minas de Cercs


Colònia Sant Corneli
Museo de las Minas de Cercs

El espacio museístico de las Minas de Cercs se encuentra ubicado en el que fue el primer convento de monjas de la colonia y que acogía también el edificio de la escuela y los comedores escolares. En 1931 se convertiría en el “Hogar del Minero”; un Centro Social con barbería, café, teatro, sala de juegos y biblioteca. 

El Centro de Interpretación está dividido en 2 partes; por un lado, varios paneles explicativos y objetos relacionados, junto a vagonetas cargadas de carbón, sirven al visitante para entender con toda clase de detalles, la materia prima: el carbón y cómo se trabajaba en una mina

Desde saber cómo se extrae el carbón o qué tipo de carbón se extrae en la comarca del Berguedà hasta qué oficios estaban relacionados con la colonia minera y era necesario disponer de talleres mecánicos especializados, para asegurarse el buen funcionamiento de la mina.

Colònia Sant Corneli
Noticia sobre la intentona Revolucionaria en Cataluña

Un audiovisual titulado “Els Fets de Fígols de 1932” (Los Hechos de Figols de 1932) recupera las imágenes y los hechos vinculados a la revuelta anarquista y que se iniciaron con las reivindicaciones de las mujeres de los mineros que trabajaban en la Colonia Textil Carme. La Huelga del 26 de enero de 1932 acabaría con 118 hombres deportados a Guinea.

Colònia Sant Corneli
Reconstrucción del "Hospitalillo"

En la otra parte del Museo de las Minas de Cercs se encuentra una reproducción de varios elementos de la colonia minera, como la escuela donde asistían los hijos de los mineros, la enfermería o “hospitalillo” que contaba con un médico para atender a 3.000 personas, el despacho del dueño de la mina y una sala donde se explica la Revolución de la Minería que desencadenó una guerra entre mineros y la Guardia Civil.

Entrada a la Mina



Colònia Sant Corneli
Vagonetas en el interior de la mina

En el Museo de las Minas de Cercs disponen de un tren con vagonetas para entrar en la vieja mina de carbón, de la que se visita la Galería Sant Romà de 7 km de longitud. El recorrido en el interior de la vagoneta es de apenas 450 metros y se recorre rápidamente, ataviados con casco de seguridad. Después del recorrido en tren, descenderemos de la vagoneta para hacer el último tramo y el regreso a pie, vigilando de no tocar con la cabeza en las vigas de madera de las zonas más bajas.

Colònia Sant Corneli
Escenografía en el interior de la Galería Sant Romà

El recorrido a pie permite acceder a varios puntos donde, gracias a escenografías bien representadas, se explica la evolución de la mina y de las condiciones de trabajo de los mineros. También se puede descubrir una veta de carbón o escuchar cómo suena una explosión de dinamita dentro de la mina y la sirena del cambio de turno.

Curiosidades del carbón y de las minas


Colònia Sant Corneli
Veta de lignito en el interior de la Galería Sant Romà

- El carbón empezó a formarse hace 250 millones de años.

- La variedad de carbón que se encuentra en El Berguedà es el lignito, un tipo de carbón con 65 millones de años, apto para la industria textil, locomotoras, alumbrado público y consumo doméstico (aunque no es el que tiene mayor poder calorífico).

- La expresión “Ves a cagar a la vía” tiene su razón de ser en las condiciones en las que trabajaban los mineros. En el interior de la mina trabajaban, comían, descansaban y hacían de vientre al lado de las vías, para no molestar al resto de los mineros.

Interior de una mina real de carbón

Dentro de las minas, dos animales servían para alertar a los mineros del peligro de derrumbe y el de falta de oxígeno: las ratas notaban hasta el más mínimo temblor y el más pequeño de los ruidos de madera quebrándose, así que cuando las ratas corrían hacía la boca del túnel, los mineros también salían corriendo. 

Los pájaros debido a sus pequeños pulmones eran los primeros en detectar la falta de oxígeno o la presencia de una bolsa de gas, así que en las minas siempre había un pájaro enjaulado que alertaba con su muerte de que los mineros debían abandonar rápidamente las galerías si no querían acabar como el pobre animal.


Cuando se producía una explosión en la mina, era muy difícil averiguar si la bolsa de gas que la había producido, se había disipado. Para saber si los mineros podían volver a entrar en la mina, se utilizaba la figura del “Penitente”; un preso condenado a muerte que se le ofrecía la posibilidad de ser exculpado si entraba en la mina a comprobar si se podía respirar con normalidad. Si el preso salía con vida se le perdonaba la condena y si no salía, pues digamos que se ejecutaba la sentencia. 

Al “Penitente” se le ponía una bola de hierro con un grillete en el pie para que no pudiera escapar, se le daba una vela para provocar la deflagración de la bolsa de gas y se le “protegía” del fuego con una sábana blanca mojada en agua, a la que se le realizaban dos agujeros a la altura de los ojos para poder ver. La imagen del “Penitente” es la imagen que todos relacionamos con los fantasmas: muertos con vida.

Más información: Museo de las Minas de Cercs. Dirección: Plaça Sant Romà s/n. 08698 Sant Corneli de Cercs (Berguedà). Teléfono: 93 824 81 87. Horario: Del 8 de enero a julio y de septiembre al 21 de diciembre, de martes a viernes de 10 a 14 h. Fines de semana y festivos de 10 a 15 h. Agosto, de lunes a viernes de 10 a 14 h. y de 16 a 19 h. Fines de semana y festivos de 10 a 19 h. Entrada: 15 €. Web: Museu de les Mines de Cercs.

El Berguedà tiene más rincones de Turismo Industrial para visitar e incluso ¡dinosaurios! descubre 2 lugares próximos que te sorprenderán.

Toda la información generada en redes sociales durante mi visita al Museu de les Mines de Cercs puede consultarse con los hashtags #BusACegues #ViuTurismeIndustrial #ComEsFanLesCoses

Agradecer a la Xarxa de Turisme Industrial de Catalunya (XATIC) su invitación durante la II Setmana del Turisme Industrial. Si quieres saber qué pasó durante la I Setmana del Turisme Industrial puedes leer el artículo: Una ruta a ciegas por Catalunya en autobús.

Visita a la Casa Amatller de Puig i Cadafalch

Casa Amatller

Antoni y Teresa Amatller © Institut Amatller d'Art Hispànic

Uno de los barrios más emblemáticos de Barcelona es el Eixample (Ensanche), un término que se acuñaba “provisionalmente” para todas aquellas planificaciones que suponían un crecimiento constructivo de la ciudad. Aquí se encuentra una de las obras con más color de Josep Puig i Cadafalch: la Casa Amatller.

Imaginemos por un momento la Barcelona de 1854, la fortaleza medieval de la ciudad se derribaba (una medida más adoptada para combatir la gran epidemia de cólera causada por el hacinamiento de la ciudad). El derribo de la fortaleza daba comienzo a la historia del Eixample ideado por Ildefons Cerdà, nombre que en Barcelona no fue substituido nunca, gracias al concepto innovador y la gran superficie que supuso esta ampliación de Barcelona.

Manzana de la discordia: Casa Lleó Morera, Casa Amatller y Casa Batlló. © Museu Nacional d’Art de Catalunya

Los grandes empresarios, pequeña burguesía y algún que otro personaje de noble linaje, vieron en el Eixample y concretamente en el Passeig de Gràcia, un aparador para mostrar sus logros, construir sus viviendas e instalar sus negocios. Entre los años 1898 y 1906 se construirían 3 bellas mansiones entre el Carrer del Consell de Cent y el Carrer d'Aragó: la Casa de Lleó i Morera, la Casa Amatller y la Casa Batlló; en la conocida Manzana de la discordia (¿discordia por ser la más bonita?).

El Juicio de Paris y la Manzana de la discordia


En la mitología griega “El Juicio de Paris” cuenta que Eris la Diosa de la Discordia, se enfada por no ser invitada a una boda que se celebra en el Olimpo. Se presenta un tanto ofendida, dejando una manzana dorada con la frase escrita: “Para la más bella”. Tres de las diosas presentes: Hera, Atenea y Afrodita se pelean, evidentemente, por ser la más bella. ¡Difícil decisión!

Aunque a principios del siglo XX, nuestra Manzana de la discordia arquitectónica llenaría páginas de periódicos, tertulias, viñetas satíricas y discusiones vecinales: ¡No era para menos! El Ayuntamiento de Barcelona celebraba un concurso anual para elegir el edificio más novedoso y de nueva arquitectura, curiosamente, la única casa de la Manzana de la discordia que ganaría sería: la Casa de Lleó i Morera.

La espléndida Casa Amatller


Alrededor de 1898 el arquitecto catalán Josep Puig i Cadafalch recibiría el encargo del empresario Antoni Amatller de reformar una casa ya construida en 1875, sin aparente valor arquitectónico. El propietario, así como su padre, su tío y su abuelo, habían hecho fortuna gracias al chocolate y Puig i Cadafalch se encargaría, durante los 18 meses que durarían las obras, de dotar de símbolos relacionados con la familia Amatller (almendro) la nueva vivienda.

Josep Puig i Cadafalch
Casa Amatller

La Casa Amatller es un edifico modernista de estilo neogótico que debe competir con su vecina Casa Batlló para atraer las miradas. Así que no es fácil lucir un frontón escalonado (quizás sea lo que más llama la atención al que pasa por delante) en pleno Passeig de Gràcia. Puig i Cadafalch dotó a la Casa Amatller de ese aire gótico que imperaba, casi como doctrina, entre los artistas de la corriente modernista. 

Barcelona
Entrada a Casa Amatller

Sólo hay que fijarse en las ventanas para verle el toque medieval a la fachada de Casa Amatller. En la parte central de la fachada destaca un gran balcón de hierro forjado con tribuna gótico-floral. En el Archivo Nacional de Catalunya pueden verse algunos bocetos de la fachada de la Casa Amatller realizados por Josep Puig i Cadafalch.

El arquitecto también mezcló estilos y motivos, tanto catalanes como flamencos, en el resto de la portada. Decoró con piezas cerámicas policromadas la parte superior y de esgrafiados color blanco y ocre en la parte central de la fachada, además de añadir alegorías y personajes de nuestra historia en piedra gris de Montjuïc, en los balcones y puertas de entrada, como el Sant Jordi matando al dragón.

Vestíbulo de la Casa Amatller 


Puig i Cadafalch
Vestíbulo Casa Amatller

El vestíbulo sirve para la compra de entradas a la visita y también, tras una gran puerta de vidrio emplomado, se encuentra el acceso a la tienda de chocolates. Decorada con zócalos de cerámica sevillana y unas enormes farolas con doble sistema de iluminación: a gas y electricidad (también las lámparas del piso principal permiten esa dualidad).

Visita al piso principal de Casa Amatller


Barcelona modernista
Escalera principal de la Casa Amatller

El primer piso de Casa Amatller fue el espacio ocupado por la familia Amatller y que ha podido conservarse casi en su totalidad con la decoración original, sin grandes variaciones, pero que se ha “sacado a la luz” después de 5 años de trabajo. Vidrieras policromadas, azulejos de inspiración mudéjar, papel pintado estilo Art Nouveau, mosaicos de influencia romana, marquetería de madera, lámparas de hierro y cristal y una maravillosa colección de mobiliario diseñado también por Josep Puig i Cadafalch. Está como aquel que dice ¡para entrar a vivir!

Escalera de la Casa Amatller

Barcelona
Claraboya en la escalera principal de la Casa Amatller

A la planta noble se llega a través de un hermoso vestíbulo y una gran escalera principal digna de un palacio medieval. Alzad la vista y admirad la claraboya multicolor de vidrio emplomado, ¡es una maravilla! Tras los peldaños encontraremos una puerta de entrada que tiene sobre el dintel una pareja esculpida en piedra, ataviada con el traje típico de Catalunya. 

Tras la puerta un suelo de mosaico que recuerda a los de estilo romano con la inscripción: “Deu vos do bon dia y bona hora” (Dios os dé buen día y buena hora) rodeada de flores de almendro (Amatller), nos da la bienvenida. El área pública se extiende hacia la izquierda entre mobiliario y cuadros iluminados a media luz, como en la época en que la casa estaba habitada por la familia.

Decoración
Papel pintado de Isidore Leroy en Casa Amatller

La primera sala de nuestra visita guiada es la habitación de invitados, una alcoba que permitía tener una sala de estar. Ambas estancias estaban separadas por un arco aún visible que estaba cubierto por unas cortinas. Fijaros en las baldosas que cubren el suelo están hechas de cemento y parecen una hermosa alfombra. 

Gracias a las imágenes que se hicieron en vida de Antoni Amatller por su amigo y fotógrafo Pau Audouard se ha podido reconstruir los pocos elementos decorativos desaparecidos de la Casa Amatller: concretamente el arco y el papel pintado diseñado por Isidore Leroy de la habitación de invitados. 

Antoni Amatller tuvo sólo una hija llamada Teresa, que nunca se casó y que vivió en esta casa hasta su muerte en 1960. Aunque Teresa “modernizaría” su casa en los años 20, la mayor parte de las reformas “tapaban” la decoración original sin destruirla. Un gesto que ha sido de vital importancia para que podamos disfrutar en el siglo XXI de una vivienda de hace 100 años.

La sala principal de la Casa Amatller


Barcelona modernista
Comedor de la Casa Amatller

La sala principal de la Casa Amatller se muestra a continuación, es el comedor que conserva su aire de palacio medieval. Destaca un enorme ventanal decorado con vidrieras con motivos florales. Originalmente, dos escalinatas permitían el acceso a un frondoso jardín de 800 m2. Extrañamente, a lo que se llevaba en la época, la parte más noble de Casa Amatller se encuentra en la parte más alejada de Passeig de Gràcia y, por tanto, de las miradas.

Josep Puig i Cadafalch
Detalle decorativo de la lámpara del comedor

La abundancia de los elementos decorativos del comedor también se hace patente en los esgrafiados de las paredes, las piezas cerámicas de estilo sevillano (os recordarán a las de la Casa Pilatos) y también cerámica diseñada por Puig i Cadafalch. Una gran lámpara cuelga encima de la mesa del comedor frente a otra de las joyas del comedor; la chimenea de hierro, que presenta un gran grupo escultórico, obra de Eusebi Arnau y que hace referencia al comercio de Ultramar de la familia Amatller, de donde procedía el cacao y la vainilla de sus chocolates.

Escultura
Puerta de la Casa Amatller dotada de simbología

Se pueden ver varias esculturas en las puertas de cada habitación, a modo de alegorías. En el comedor se encuentra representada la abundancia en forma de figura femenina que sostiene racimos de uva y cereal. La langosta y el gallo representan la opulencia y ¿la araña que se va a comer una mosca? ¿Quizás el poder?

Sala de Música

Josep Puig i Cadafalch
Sala de música de la Casa Amatller

Tres arcadas lobuladas dan paso a una pequeña sala, contigua al comedor, es la Sala de Música, en su época contaba con varios tapices y un piano (hoy desaparecidos), símbolo este último de buena educación y refinamiento. Ahora se pueden ver varios instrumentos musicales, un gramófono y una cenefa decorativa que muestra una canción popular y el himno de Catalunya.

Office


Office de la Casa Amatller

Dejamos el comedor a nuestra espalda y nos encontramos con una sala que servía de office. Al encontrarse la cocina en la planta baja, los elementos necesarios para los almuerzos diarios se subían en un montaplatos. Estamos a principios del siglo XX, ¿recuerdas? Quizás estemos delante de uno de los primeros de Barcelona, igual que el ascensor de Casa Amatller que conserva la cabina original de madera.

Pasillo de la Casa Amatller

Un curioso lavamanos de mármol situado en el pasillo, permitía que se pudieran lavar las manos antes de entrar al comedor incluso en invierno, ya que la chimenea queda justo detrás de la pared y calentaba el agua mientras un cuadro pintado por Ramón Casas sigue atento nuestros pasos.

Dormitorios de la Casa Amatller


Barcelona
Dormitorio de Teresa Amatller

Accedemos a la parte más privada donde se ubican los dormitorios de la familia. Suelos de marquetería, tapicerías de seda nos dan la bienvenida en la Sala de Costura decorada con las alegorías femeninas esculpidas de: la laboriosidad, la fidelidad (perro) y la feminidad (gato) virtudes deseables en toda mujer del siglo XX. 

La siguiente habitación es el dormitorio de Teresa presidido por la tribuna-balcón que da al Passeig de Gràcia donde se alza una columna de mármol rosa decorativa con un capitel donde se ha esculpido el ciclo de la vida (infancia, juventud, madurez, vejez). Se conserva el mobiliario modernista de madera realizado por Gaspar Homar del dormitorio, decorado con flores de almendro. Detrás de la pared se encuentra mimetizado un espejo de tres cuerpos.

Barcelona
Vestidor Art Déco de Teresa Amatller

El vestidor de Teresa se encuentra en la habitación contigua y se basa en una reforma que mandó hacer Teresa al arquitecto Josep Gudiol Ricart en 1934 y que muestra un espacio Art Déco, único, de los que hay muy pocos bien conservados.

Una de los salones de la Casa Amatller

Al dormitorio de Antoni Amatller se accede tras pasar por una gran sala donde se muestran varias obras de arte reunidas por él y por su hija, que recogió el legado de la colección de arte. La puerta del dormitorio paterno está decorada con las virtudes masculinas: sabiduría y economía (bolsa con monedas). Las maderas y tonalidades son mucho más oscuras que en las dependencias de Teresa.

Josep Puig i Cadafalch
Decoración en el techo del despacho de Antoni Amatller

Finalmente, accedemos al despacho de Antoni Amatller donde destaca un bonito pavimento de mosaico, los vidrios emplomados de la ventana, los techos decorados y una librería que conservaba todas las facturas de las reformas llevadas a cabo en la casa, quién las realizó y cuánto costaron.

vidrio
Colección de vidrio antiguo en Casa Amatller

Antoni Amatller aunque era un gran industrial, también fue un gran coleccionista y un apasionado de la fotografía; en 1891 fundaría la Sociedad Española de Fotografía. Su inquietud cultural lo llevaría también a realizar grandes viajes: Tánger en 1903, Estambul en 1905 y Egipto en 1909. Quizás Antoni Amatller fuera uno de los primeros fotógrafos de viajes, esa afición le condujo a ubicar en la buhardilla de Casa Amatller un estudio fotográfico que mandó construir. 

Además, en algunas de las salas de Casa Amatller se pueden ver objetos del Antiguo Egipto y de la Antigua Roma, junto a la colección privada de obras de arte que va desde retablos románicos a obras de Andrés Deleito, Bartolomé Bermejo, Miquel Renom o René Lalique.

Barcelona
Antigua cocina de la Casa Amatller

Actualmente, se conserva en la planta baja, donde se encontraban las dependencias del servicio; una tienda-cafetería donde se pueden adquirir chocolate de Simón Coll, que se sigue elaborando con la receta del chocolate de la familia Amatller. También se conserva parte de la cocina y donde estaba situado el garaje, se encuentra un mecanismo que permitía dar la vuelta al coche sin hacer ningún tipo de maniobra: a través de una plataforma giratoria eléctrica.

Más información: Casa Amatller. Dirección: Passeig de Gràcia 41, 08007 Barcelona. Teléfono: 93 461 74 60. Horario: diariamente de 10 a 17:30 h. Entrada al vestíbulo: gratuita. Visita guiada: 17 €. Web: Casa Amatller.

Si te interesa descubrir otras obras del arquitecto Josep Puig i Cadafalch en Barcelona, se pueden visitar varios de sus edificios como la Casa Terrades o Casa de les Punxes
En Mataró hay una ruta modernista que recorre varias de sus obras.

Casa Terrades o Casa de les Punxes

Casa Ángela Terrades
Casa de les Punxes

La Casa Terrades o Casa de les Punxes, como se la conoce popularmente, es un edificio de estilo neogótico construido en el año 1905 por el arquitecto catalán Josep Puig i Cadafalch (1867-1957). Ocupa toda una isla irregular de la Avinguda Diagonal de Barcelona, lo que permite exhibir 4 fachadas de ladrillo con distinta ornamentación y características, además de estar considerado uno de los edificios más grandes del Eixample.

Fachadas de Casa de les Punxes


Josep Puig Cadafalch
Casa de les Punxes

La construcción recuerda a un fantástico y encantador castillo medieval. Dicen que el arquitecto se inspiró en el Castillo de Neuschwanstein; el Castillo del Rey Loco, que inspiraría también el castillo de Disney World. 

La Casa de les Punxes pretende dar a conocer tanto la importancia arquitectónica del edificio, como la leyenda de Sant Jordi. Para ello se ha habilitado un espacio en la primera planta que conjuga la experiencia audiovisual con la experiencia interactiva.

Casa de les Punxes
Obras de Puig i Cadafalch

En 2017 se celebró el Año de Puig i Cadafalch y fue una ocasión única para rendir homenaje a este arquitecto modernista del que se conserva una extensa obra en varias ciudades y poblaciones de Catalunya. 

Si quieres conocer la obra de Josep Puig i Cadafalch conservada en Barcelona y Mataró, te dejo el enlace de una guía práctica de visitasEn Barcelona podemos ver varias construcciones como: Casa Martí, Casa Amatller, Casa Muntadas, Fàbrica Casaramona, Palau Macaya, Casa Serra, Casa Quadras o Casa Company.

Casa Terrades
Fachada principal de la Casa de les Punxes

En la Casa de les Punxes vale la pena detenerse en los miles de detalles de su exterior. Descubriremos esa pasión de los artistas modernistas por imitar la madre naturaleza con los elementos con los que creaban sus obras. 

Bajo sus manos, la madera, el cristal, el hierro, la piedra o la cerámica, se dotaban de vida. Mientras se cubrían todos los espacios que podían ser decorados sin dejar nada vacío. En esta vivienda, Josep Puig i Cadafalch apasionado del románico, mezclaría toques de esencia árabe junto con elementos del Renacimiento; considerado en su época, el romanticismo catalán.

Barcelona
Casa de les Punxes

La Familia Terrades procedía de una importante familia textil de Sabadell con un heredero (Bartomeu Terrades; segundo presidente y uno de los fundadores del F.C. Barcelona) y tres hijas (Rosa, Ángela y Josepa). Fue el primogénito el que decidió construir un edificio para que sus hermanas y madre vivieran juntas, pero en viviendas independientes si querían. La idea era proporcionar a las mujeres una manera de ganarse la vida, ya que la Casa de les Punxes permitía a las tres hermanas alquilar locales, negocios, despachos o pisos y vivir de esos ingresos.

Casa de Angela Terrades
Torre principal de la Casa de les Punxes

La Torre principal de la Casa de les Punxes pertenece a Ángela Terrades y sus iniciales ATB pueden verse cinceladas en piedra junto a un plafón que muestra un ángel realizado en mosaico. La fachada principal es la que tiene la puerta de entrada en la Avinguda Diagonal 420 y es la que presenta más decoración. 

Destaca la inscripción de piedra en forma rectangular que dice: “A casa seva cadascú és el rei” (En su casa cada uno es el rey). Os invito a buscar una gárgola en forma de pez alado que simboliza la “supervivencia”. Pero lo que no te debes perder es la portería que conserva un ascensor de 1906.

La portería


Barcelona
Una de las porterías de la Casa de les Punxes y su ascensor

En la segunda portería, ubicada en la Avinguda Diagonal 418, vivía Josepa Terrades y los elementos decorativos están relacionados con la figura de San José; puede verse un reloj solar y varas de San José. Aquí puede leerse la inscripción: “La riquesa no serveix si no es comparteix” (La riqueza no sirve si no se comparte). Josepa fue la única de las 3 hermanas que se casó.

Casa Rosa Terrades
Mosaico con la imagen de San Jorge

En la Avinguda Diagonal 416 encontramos la casa de Rosa Terrades. En la fachada se ven mazorcas de maíz que aluden al Comercio Exterior con el que estaba vinculado la familia y rosas que aluden al nombre de su propietaria. Te invito a descubrir la cara esculpida del arquitecto Josep Puig i Cadafalch en el marco izquierdo de piedra que rodea la imagen de San Jorge.

La terraza y las “Punxes”


Terraza Casa Terrades
Azotea de la Casa de les Punxes

Comienza la visita al interior de la Casa de les Punxes, para ello nos equiparán con una audioguía que se activa sola en cada una de las salas y espacios que se visitan. Subimos en ascensor hasta la azotea. El espacio era utilizado por todas las familias que vivían aquí, tanto la familia Terrades, como sus inquilinos o el personal de servicio de la familia. 

Se han habilitado cinco espacios para organizar eventos o explicar algunas curiosidades de la época modernista, la sociedad del momento, la arquitectura, la obra de Josep Puig i Cadafalch o detalles sobre el edificio. Aquí se encontraban las antiguas carboneras y las viviendas del servicio doméstico, curiosamente sólo había una escalera de acceso, así que no era el único espacio que compartían sirvientes y propietarios. 

En aquella época era inusual, pero parece que la familia Terrades presumían de ser muy progresistas. Para los que hayan visitado el Museo Horta sabrán que lo habitual era tener una escalera para los habitantes de la casa y otra, para el servicio.

Barcelona
Representación de la Leyenda de Sant Jordi en el interior de una "Punxa"

En la Torre número 5 (al fondo a la derecha, dejando el acceso a la terraza a nuestras espaldas) se encuentra la “punxa” dedicada a "La inspiración". Una suave música de Richard Wagner nos invita a recorrerla y conocer esa relación entre los modernistas y este autor alemán. En el piso superior se puede ver sobre las paredes, una proyección de rosas y del caballero Sant Jordi

Casa Terrades
Maqueta virtual de la Casa de les Punxes

Siguiendo el sentido inverso de las agujas del reloj seguimos hacia la Torre n.º 4, dedicada a "La arquitectura", aquí puede verse una maqueta virtual de la Casa de les Punxes. 

Barcelona
Pieza de vidriera modernista para tocar

La Torre n.º 3 está dedicada a "Los recursos", unos cubos con sobre de cristal y una abertura permiten introducir la mano para tocar el interior sin verlo, al cabo de unos segundos el cubo se ilumina para ver exactamente la pieza que estabas tocando. Aquí descubrirás a través del tacto distintos materiales empleados en la Casa de les Punxes como la forja, la piedra, el vidrio o la cerámica vidriada. 

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Proyección de los detalles arquitectónicos de edificios modernistas

La Torre n.º 2 es la dedicada a "El estilo", dispone de un sofá que permite estirarte para ver la proyección del techo donde se pueden ver los detalles arquitectónicos de varios edificios modernistas de Josep Puig i Cadafalch

Vistas desde la Casa de les Punxes
Vista panorámica desde lo alto de la Torre principal

Por último, la Torre n.º 1, la más grande de todas ellas, está dedicada a la figura de Puig i Cadafalch y a explicar la vida y obra del arquitecto. Tiene tres alturas, mientras que las anteriores tienen sólo dos, desde su punto más alto se obtiene una magnífica vista panorámica de Barcelona.

Visita a la primera planta de la Casa de les Punxes


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Proyección de la Leyenda de Sant Jordi

La visita continúa en la primera planta de la Casa de les Punxes, donde encontramos un río virtual por donde caminamos sobre sus aguas, mientras las hojas otoñales se separan de nuestros pies. Aquí debemos esperar a que el contador se ponga a cero, será el momento de dejarse guiar por las puertas automáticas que se abrirán indicando el camino. 

El recorrido está vinculado a la leyenda de Sant Jordi, la leyenda más explicada e importante de Catalunya. Descubrirás quién era este caballero y verás al dragón atacando la Casa de les Punxes convertida en un castillo medieval. 

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Proyección de la Leyenda de Sant Jordi

Para ello las paredes y el suelo se convertirán en una pantalla de proyección de imágenes y nuestra audioguía en el sonido de este mundo fantástico del que te sentirás rodeado y sin posibilidad de escapar. En la siguiente habitación, el Rey y la princesa convertidos en hologramas principescos seguirán relatando su historia y vicisitudes. 

Para continuar por salas donde se explica la importancia de la Diada de Sant Jordi para Catalunya, se ven imágenes antiguas de la Casa de les Punxes, baldosas modernistas y finaliza en una habitación con pantallas interactivas donde se explica el significado y las creencias sobre los dragones en diferentes civilizaciones.

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Interior de la Casa de les Punxes

Cuando murieron las 3 hermanas, la Casa de les Punxes fue vendida, ya que Bartomeu Terrades tenía 12 hijos, y no se ha podido conservar el mobiliario original de la vivienda, pero si quieres imaginarte cómo era la decoración, te invito a visitar el Museo del Modernismo de Barcelona a tan sólo 20 minutos caminando y que expone algunos muebles y objetos modernistas.


Más información: Casa de les Punxes. Dirección: Avinguda Diagonal 420, 08037 Barcelona. Teléfono: 930 185 242. Visita guiada con audioguía: 20 €. Visita con audioguía: 12.50 €. Horario: diariamente de 9 a 20 h. Web: Casa de les Punxes.

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