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Mujeres del Mundo a través del tabaco y la cerveza


La mujer a través de los tiempos ha sido protagonista de su propio espacio, más o menos amplio. En la actualidad, las diferentes religiones, nacionalidades y etnias, siguen delimitando ese espacio de la mujer, que se abre afortunadamente y en contadas ocasiones, a la mirada curiosa de los viajeros que se asoman a la pequeña ventana de la cotidianidad alejada de su hogar.

El tabaco y la mujer

Tras más de 156.000 kilómetros recorridos en treinta y cinco países, creo firmemente que existen lazos que unen a la figura de la mujer aunque éstas no se conozcan entre sí. Empezaré mi historia con una antigua costumbre popular del los pueblos de la Vall de Boí (Lleida). Existía un célebre baile donde las mujeres sacaban a bailar a los hombres. Las solteras salían a bailar a la Plaza Mayor fumando unas pipas construidas con barro y provistas de largas boquillas de caña. Las mujeres se paseaban presumiendo por todo el cercado del baile, fumando su propia pipa. Me las imagino vestidas como antaño, con largas faldas y alguna que otra enagua delicadamente bordada, con un par de alpargatas desgastadas y una camisa blanca apedazada y mil veces cosida. Ropajes que se ensanchaban y se ceñían con el pasar de los años y al pasar de mano en mano. 

Cuando el paseo se daba por terminado y la mujer decidía buscar una pareja para bailar, se colgaban la pipa de un corchete del jubón y se dirigía al hombre escogido al que le ofrecían un pañuelo. Si se lo quedaba era señal que la tomaba como pareja de baile y si lo rehusaba, la mujer volvía a fumar su pipa y a deambular por el baile para hacer una nueva elección de pareja. ¿Quién dijo que nos debemos conformar con un no por respuesta?

Ah! pero si el hombre aceptaba bailar, la mujer compartía su pipa con él y le dejaba fumar unas cuantas pipadas. Este singular “intercambio de saliva” tiene una gran similitud con la costumbre de algunos pueblos franceses, que sellaban el matrimonio antiguamente, escupiéndose ambos prometidos a la boca. ¿Y qué me decís del ofrecimiento de la pipa? ¿no os parece similar al gesto de hospitalidad, de amistad y confianza, que practicaban algunos pueblos de Oriente o los antiguos indios americanos?

El tipo de pipa -construida en barro y con una larga boquilla de caña- me recuerda a las pipas que utilizan actualmente los obreros de las plantaciones de palmeras datileras en Túnez. En ellas fuman un peculiar tabaco “de palmera” que por contra, es infumable para los occidentales, doy fe de ello. Al ritual de fumar esta pipa se le añade un buen trago de una bebida alcohólica fabricada con dátiles, por otra parte deliciosa, también doy cuenta de ello y os la recomiendo probar. Los hombres dejan “macerar” la bebida, que con el calor de las horas va cogiendo graduación alcohólica.

La cerveza y la mujer


Las bebidas artesanales suelen ser frecuentes en países como Perú, Mali o Burkina Faso, de la fabricación de la cerveza se encargan las mujeres. A menudo las mujeres en Sudamérica, Asia y África son el motor de la economía familiar: cocinan, limpian, tejen, cuidan de los niños y ancianos, del ganado, y si les sobra tiempo elaboran cerveza de mijo o de maíz.

El espacio que ocupa la mujer es infinito y para algunos hombres, lo es todo, pero ¿saben las mujeres quechuas de su parecido con la mujer bambara?. Ambas realizan cerveza artesanal en sus casas, la fermentan con saliva, así que si algún día os ofrecen probarla, tenedlo en cuenta. Cocción al fuego de leña, algún que otro cribaje y la cerveza ya está lista para consumir.

Alzola Basque Water y las Diosas del Agua


Hoy, hago un alto en mi camino de posts viajeros para escribir sobre la campaña de Blog on Brands con Alzola Basque Water. Mi cometido ha sido probar el agua embotella en Alzola, un municipio de Elgóibar (País Vasco), donde esta peculiar agua mineral natural brota de un manantial. Surge enriquecida tras 25 años de pausadadestilación de sus 700 metros de profundidad en el Macizo de Izarraitz, a 29 grados de temperatura, poseyendo unas características químicas especiales, con propiedades diuréticas y digestivas, que han sido alabadas por médicos y entendidos, así como premiadas en numerosos certámenes.

Lo primero que me gustó fue su botella de vidrio transparente, es muy elegante, como ellos mismos dicen: “el agua está envasada en un recipiente de lujo a la altura del agua que contiene”. Lo cierto es que una botella así, viste en la mesa si tienes invitados o alguna celebración familiar especial. Quizá este inusual envase para embotellar agua sea el culpable de querer seguir bebiendo agua Alzola, una vez empiezas. Como parte de mi responsabilidad para evaluar Alzola Basque Water quise ser objetiva, así que hice una cata a ciegas junto a mi hermana. Se llenaron varios vasos con distintas aguas, cada vaso tenía una etiqueta oculta con el nombre de la marca. Bebimos de cada uno de los vasos descartando primero las que menos nos gustaron y finalmente hubo una que apetecía beber, esa fue la de Alzola. A nuestro paladar le gustó la sensación refrescante, escondida en el origen mismo de este manantial vasco.

Situado en el Valle del Deba, el lugar  fue testigo del crecimiento del Gran Balneario de Alzola desde su primera piedra, en el año 1846 y hasta su cierre en 1976, pero sin duda el recuerdo de aquel lugar, que permanecerá imperecedero al tiempo, es la descripción que la escritora Carmen Martín Gaite hizo en su novela El Balneario. La protagonista describe el Balneario de Alzola, con sumo detalle, en su rocambolesca aventura por los pasillos y habitaciones de esta casa de baños, frecuentada por la alta sociedad del siglo XX.

Cuando Asier, del Departamento de Comunicación, se puso en contacto conmigo, lo hizo desde “el manantial de la mejor agua del mundo” el mismo que se esconde detrás del cariño que desprende un deseo o un sueño de viaje. En mi peregrinaje por el Planeta he podido constatar la importancia que adquiere el agua para las poblaciones donde escasea o en lugares donde está contaminada. Muchas veces olvidamos que es un recurso limitado que debemos proteger.


Hay tres lugares que quiero compartir especialmente en este post y que reflejan la importancia, no sólo de disfrutar en la mesa de una agua de prestigio como Alzola, si no de la importancia de este Patrimonio de la Humanidad que es el agua:

Yemen:

Algunas de las cisternas de agua más impresionantes de Yemen están excavadas en la roca. En ellas se recogen las aguas pluviales sin más tratamiento que el hervor que puedan dar las mujeres en sus casas. Abastecen a los yemenitas durante todo el año desde hace siglos, unas de las más antiguas fueron construidas alrededor del siglo I a. C., en la zona volcánica alrededor de Adén, probablemente por los himyaritas, conquistadores del Reino de Saba. Pueden almacenar hasta 45 millones de litros de agua. El ir y venir de las mujeres acarreando bidones de plástico no cesa nunca.

India:

El deambular de numerosas mujeres, con grandes cántaros de agua sobre sus cabezas fabricados en metal o barro, por las carreteras del Rajastán, es otra de esas imágenes que no olvida un viajero cuando pisa la India. Niñas, jóvenes muchachas o mujeres en edad adulta son las encargadas de ir a buscar agua a los pozos cercanos con sus vasijas artesanales, algunas bellamente decoradas. Existe una danza tribal rajastaní, llamada Bhavai, que se realiza bailando en perfecto equilibrio con siete o hasta once cántaros de barro, alineados sobre la cabeza. La bailarina realiza rítmicos giros en rápido movimiento al son de una frenética música, si fuera poco el mantener tan sutil equilibrio la danza acaba con unos pasos sobre cristales rotos.

Malí:

Por último quiero acabar en Malí donde una vez más la tarea de acarrear agua recae en las mujeres. Allí los pozos se hunden bajo tierra muchos metros hacia las profundidades y es a fuerza de brazos que sale a la superficie. Los más pequeños aprenden la importancia de no desaprovechar ni una sola gota de este elixir de vida que aunque abundante, escasea en pureza y cristalinidad. No importa la dureza del trabajo en sí, ni el calor sofocante, las mujeres cantan mientras izan los odres de cabra; son las Diosas del Agua.


Si pruebas el agua de Alzola, ¡la eliges!.

Si te ha gustado este texto y quieres seguir leyendo sobre Diosas de Agua te invito a leer Ganga Deví, la Diosa del río Ganges (India).

Túnez: tu primer viaje a un país árabe


Me gusta recomendar Túnez a todos aquellos que no han pisado nunca un país árabe, porque es la manera más “suave” de empezar a recorrer los atrayentes países musulmanes (aunque algunas veces no coincida lo que entendemos por mundo árabe con la religión musulmana). El viajar y salir de nuestra burbuja local nos enseña esos pequeños matices a medida que pisamos suelo extranjero.

Mezquita Zitouna
Minarete de la Mezquita Zitouna (Túnez)
Cuestiones políticas y religiosas aparte, lo cierto es que Túnez me resultó un país con diversos rincones exóticos de esencia árabe y sin el acoso al turista que existe en países como Marruecos. Si bien es cierto que Túnez ha sufrido varios atentados terroristas, al igual que Egipto, han sabido superar el bache y vuelven a brindar al viajero toda la esencia mágica de su cultura.

Matmata
Los habitantes de Matmata te esperan con una sonrisa y las puertas abiertas de sus casas
Túnez es amigable con sus visitantes y aunque sí es cierto que se encuentran vendedores por doquier, la insistencia es mucho más llevadera que en otros países donde te ven con cara de billete andante.

Túnez
El litoral de Túnez tiene playas infinitas poco masificadas

El país posee un tentador litoral de costa que alcanza aproximadamente los 1.300 kilómetros, un litoral de un especial color azul que en Cartago se vuelve mágico, en Hammamet, Sousse o Monastir encontrarás todo el sol y playa que tu cuerpo pueda resistir.

Anfiteatro de El Djem
Anfiteatro de El Djem
También os invito a conocer otros lugares de Túnez donde es posible encontrar: excelentes ruinas romanas (Anfiteatro de El Djem), un desierto de sal (Chott el Djerid) y otro de arena (el Desierto del Sáhara) con un oasis de cuento (Nefta) en un país de palmeras (Tozeur), caravanas de camellos y tribus nómadas (Douz), un pueblo troglodita (Matmata) y los escenarios donde se han filmado muchas películas como El Paciente Inglés o la saga de Star Wars.

Túnez
Planeta Dunia está preparada para volver a Túnez ¿y tú?

Túnez tiene mucho que ofrecer, tanto para los amantes de los yacimientos arqueológicos con importantes restos de la época púnica y romana (Museo Nacional del Bardo), como para los amantes de las actividades (paseos en jeep, con dromedarios o en quad por el desierto), la gastronomía y el relax.

Sidi Bou Said
Rincones de Sidi Bou Said
Sin duda, si existe una población pensada para pasear entre casas encaladas en blanco y salpicadas de azul, ésta se encuentra en Túnez (Sidi Bou Said). También disfrutarás de estupendos lugares y ciudades declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO (la Medina de Túnez, la Medina de Sousse, Dougga, Kairouan, son claros ejemplos). 


La esencia árabe se respira en mezquitas, baños turcos y zocos que se encuentran a tan sólo dos horas de avión de España y a un salto radical de ambiente, cultura y gastronomía propias.

Túnez
El Museo del Bardo está considerado, el 2º museo africano más importante del mundo

Túnez es un destino económico y si estás interesado, estaría atento a las ofertas de viaje: ¡Túnez te sorprenderá!

Si ya has hecho un viaje a Túnez o quieres descubrir sus tesoros arqueológicos más desconocidos, te invito a leer: Ruta por los tesoros arqueológicos desconocidos de Túnez.

Matmata: pueblo troglodita (Túnez)

Matmata

Matmata es un lugar sorprendente y de lo más curioso, queda situado en el suroeste de Túnez, a 600 metros de altitud en lo alto de una colina. Se dio a conocer al mundo gracias a la película La Guerra de la Galaxias donde George Lucas filmó algunos exteriores del planeta ficticio Tatooine.

Hotel Sidi Driss
Hotel Sidi Driss escenario de la saga Star Wars
Por el paisaje de Matmata se desarrollaron muchas escenas de la película; como la carrera de Anakin Skywalker o su casa natal, convertida en la actualidad en un hotel que puede ser visitado y donde uno puede quedarse a dormir: el Hotel Sidi Driss.

La Matmata real fuera de las películas es la de las viviendas excavadas bajo tierra, las que se esconden tras una puerta de tronco de palmera y cuyas habitaciones, se abren a un patio central a cielo abierto. Por dentro y por fuera Matmata es un lugar único que te recomiendo descubrir.

Matmata
Las viviendas en Matmata están excavadas en la roca y mantienen una temperatura constante
La vegetación de la zona es más bien escasa, está sembrada de arbustos espinosos y como mucho hay un puñado de palmeras. Quizá por esas duras condiciones climáticas es porque este pueblo troglodita se encuentra escondido bajo tierra. Las viviendas están excavadas en una roca que es muy maleable y fácil de trabajar, ideal para construir extraordinarios edificios bajo tierra y que además le confieren la particularidad isotérmica de mantenerse cálidas en invierno y frescas en verano.

Las viviendas de adobe se han excavado de tal manera que desde el aire parecen los cráteres de roca y arena de un paisaje con aspecto lunar y misterioso. Esto explica la acertada elección de George Lucas para simular un planeta desértico en la película Star Wars. Algunas de las construcciones que se mantienen en pie (en 1969 muchas de ellas se derrumbaron a causa de las lluvias torrenciales) siguen siendo utilizadas como viviendas y pueden ser visitadas por los más curiosos y cinéfilos.

Matmata
El interior de las habitaciones excavadas en la roca están iluminadas gracias al patio central descubierto
La mayoría tienen un túnel de acceso que se dirige a un patio interior abierto y de forma circular. El patio sirve para otorgar luz a las dependencias que se abren alrededor y que pueden estar construidas con una o dos alturas. La principal ventaja de tener habitaciones alojadas en la roca es que la temperatura es constante, con una media de 18 grados centígrados.

Los pocos habitantes que siguen viviendo en estas casas lo hacen manteniendo sus costumbres, “a la antigua usanza” alejados de las comodidades del mundo actual. Tienen algunos animales para extraer leche (ya sean cabras o camellos), fabrican su propio pan moliendo los cereales con dos piedras, tejen alfombras para vender y siempre, siempre, tienen una sonrisa y un té para el viajero que llega hasta su puerta.

Anécdotas de algunos de mis vuelos


Alguna vez os habéis preguntado: ¿cuántas veces habré subido a un avión?

Hay quien no soporta volar y otros, disfrutamos como niños con la sensación del despegue. Cada uno de los 186 vuelos que he realizado, ha sido diferente. Aquí os cuento algunas de las anécdotas vividas en mis primeros vuelos:

Compañeros de asiento peculiares
En mi segundo vuelo intercontinental, de São Paulo (Brasil) a Barcelona, tuve de compañero a un hombre de larga melena pelirroja que viajaba con indumentaria típica escocesa. Llevaba un vistoso kilt de cuadros color verde, unos calcetines negros con pompones e incluso un sporran (una especie de bolsa-monedero colgada al cinturón) de cuero negro. Después de 19 años viajando, no he coincidido con nadie tan peculiar como aquel escocés.

Mi primera metralleta y el Duty Free más exclusivo
Aterrizar en el Aeropuerto de Bahrain (Golfo Pérsico), en muchos sentidos es ¡toda una experiencia!. El vuelo Barcelona a Bangkok hacía escala allí por la noche, y eso me permitió ver a través de las ventanilla a Durrat Al Bahrain; una isla artificial en forma de media luna que iluminada por la noche y desde el aire, se asemeja a un espejismo en el desierto. Cuando llegas al Duty Free de Bahrein te das cuenta de que vives en otro mundo, jeques árabes, soldados con metralletas y todo el lujo que puedas imaginar, inalcanzable para la mayoría.

Sobrevolando una tormenta de arena
El vuelo desde Aswan hasta Abu Simbel en Egipto fue corto; igual que la visibilidad del piloto. Durante los escasos 45 minutos que duró el trayecto, el cielo se volvió de color vainilla y me acordé mucho de las palabras del guía, cuando estando en tierra nos dijo: "En Abu Simbel hay una tormenta de arena y nos retrasan el vuelo, voy a ver si puedo cambiar los billetes con otra compañía que no tenga unas normas de seguridad tan estrictas". Afortunadamente sigo aquí ;)

Servicio exclusivo
Algunas compañías aéreas se toman la puntualidad muy seriamente, tanto es así que en un vuelo Barcelona-Ankara, Lufthansa vino a recogernos con un coche a pie de pista, en el Aeropuerto de Múnich donde hacíamos escala, para llevarnos al avión que continuaba hacia Turquía. La carrera y las luces de emergencia debieron extrañar a los pasajeros que esperaban sentados contemplando la escena. Finalmente llegamos a nuestro destino a la hora prevista.

Mi última anécdota viajera en un vuelo, fue con Canaryfly, el comandante nos saludó por megafonía.

Anfiteatro de El Djem: el coliseo más grande del Norte de África (Túnez)

El Djem

Anfiteatro de El Djem
Anfiteatro de El Djem: el coliseo más grande del Norte de África (Túnez)

El pequeño pueblo de El Jem o el Djem, está situado en la región tunecina de El- Mahdia. Es la antigua población romana conocida con el nombre de Thysdrus, fue fundada seguramente por los fenicios en el siglo III a. C. Situada en una zona agrícola pobre, no disfrutó de un desarrollo importante hasta el siglo II d. C. con la plantación masiva de olivos. 

Numerosos monumentos públicos fueron construidos a partir de entonces, algunos de ellos aún pueden verse en la actualidad. Los comerciantes enriquecidos gracias a la situación privilegiada de El Jem, dentro de importantes rutas comerciales, edificaron suntuosas casas de las que, por fortuna, se han conservado magníficos ejemplos de mosaicos romanos, visibles en la villa romana de Maison Afrique.

Anfiteatro de El Djem

Anfiteatro de El Djem
Anfiteatro de El Djem

Pero entre todas las construcciones romanas de Túnez, sin lugar a dudas, la que destaca por encima de todas es el Anfiteatro de El Djem. El anfiteatro, por aquel entonces conocido como Coliseo de Thysdrus, fue construido por orden del emperador Gordiano, durante la cuarta década del siglo III, aproximadamente en el año 238 d. C. Según la UNESCO es uno de los monumentos mejor conservados de este tipo ¡de todo el mundo romano!

Anfiteatro de El Djem
Anfiteatro de El Djem

Su imponente arquitectura ha superado las vicisitudes del tiempo y no ha necesitado de abundantes restauraciones. La última tuvo lugar gracias a la colaboración de la Fundación Gulbenkian entre 1973 y 1980. Las impresionantes dimensiones del anfiteatro destacan majestuosamente entre las casas bajas de la población tunecina de El Jem. 

El más célebre y más grande coliseo romano de África del Norte, tenía capacidad para unos 35.000 espectadores. Ocupa el sexto o séptimo lugar a nivel mundial (los eruditos no se ponen de acuerdo) después de los coliseos de Roma, Capua, (varios autores mencionan el de Pozzuoli, el de Milán o el de Autum en la Galia), Verona y Cartago (aunque algunos de éstos son actualmente unas escasas ruinas). 

Anfiteatro de El Djem
Anfiteatro de El Djem

El Anfiteatro de El Djem presenta una fachada exterior de 36 metros de altura, fabricada en toba muy porosa de tonos dorados, con tres hileras de arcadas de orden corintio que enmarcan dos series de huecos rematados con arcos de medio punto. Los tres pisos en la antigüedad contaban con un total de 60 arcadas corintias. 

La construcción tiene forma elíptica y alcanza unas dimensiones de 148 metros de longitud por 122 metros de anchura. La arena mide 65 por 39 metros y bajo su suelo tiene dos galerías en forma de cruz, bordeadas de celdas abovedadas destinadas a los gladiadores o bien condenados a muerte, y a las temibles fieras (las otras; las del reino animal de cuatro patas) con las que luchaban a vida o muerte.

Anfiteatro de El Djem
Anfiteatro de El Djem

El acceso al anfiteatro se hacía por la planta baja a través de grandes arcadas, sobre las cuales había una inscripción simbólica (león, mujer, etc.) que correspondía a un barrio concreto de la ciudad. De esta manera los espectadores entraban y salían por la misma puerta que les estaba asignada y se evitaban angustiosas aglomeraciones. 

Esas mismas arcadas conducen hoy a unos pasillos paralelos del perímetro de la arena, de los que salen unas escaleras que conducen a los tres pisos superiores y desembocan en las gradas. Gracias a ello, el Anfiteatro de El Djem es totalmente visitableEl Anfiteatro de El Djem fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1979.

El mosaico del Triunfo de Neptuno


El enorme mosaico de casi 5 m2 del Triunfo de Neptuno que se encuentra en el interior del Museo Nacional del Bardo, fue encontrado en el atrio de una residencia romana en Chebba y está fechado entre los años 130 y 150 d.C.

En él se representan varias escenas, de ahí que algunos lo reconozcan con el nombre de Neptuno y las cuatro estaciones. En el centro de este magnífico pavimento, dentro de un medallón, aparece la figura del dios Neptuno que permanece de pie de manera majestuosa. Está subido en una cuadriga tirada por cuatro vigorosos hipocampos (caballos marinos) y permanece escoltado por las figuras de un tritón a la izquierda, y a la derecha; una nereida (ninfa del mar). No pasan desapercibidos detalles como el halo en la cabeza del dios o el tridente de su mano izquierda.

En las esquinas del mosaico, enmarcadas con el dibujo de plantas relacionadas con cada estación (trigo, olivo, vid y rosas), están representadas cuatro figuras femeninas que simbolizan las estaciones del año. Al mismo tiempo, en el centro de los cuatro laterales, se han representado animales y actividades relacionadas con los ciclos agrícolas de cada estación (siembra, cosecha, caza y recolección).

Palacio Real de Tiébélé (Burkina Faso)

Palacio Real de Tiébélé
Interior del Palacio Real de Tiébélé (Burkina Faso)

Tiébélé es una ciudad de Burkina Faso que queda situada a unos 180 Km. al sureste de Uagadugú, cerca de la frontera con Ghana. Es la capital del País Gurunsi, también conocido como País Kassena que presenta una arquitectura particular de casas fortificadas con muros coloreados. Las viviendas son pintadas anualmente por las mujeres del pueblo y en ellas se representan cenefas con una interesante simbología. Las casas están construidas como hace miles de años: con barro, madera y paja de la zona. Sus paredes están decoradas a mano con originales pinturas y bonitos grabados geométricos; una práctica que se remonta al siglo XVI.

Palacio Real de Tiébélé
En las casas rectangulares viven las parejas más jóvenes de los Kassena

Las casas del País Kassena son de tres tipos: redondas o draa (en lengua kassena) con techo cónico de paja y reservadas para que vivan los hombres solteros. Las casas en forma de ocho o dinian están destinadas a las parejas más ancianas y a los niños de corta edad que son educados por la abuela en pequeños en los hábitos y tradiciones ancestrales de los Kassena. Los dinian son las viviendas más importantes de la aldea, ya que albergan el espíritu de los antepasados. Por último, las casas rectangulares o mangolo son las viviendas reservadas para las parejas más jóvenes.

Palacio Real de Tiébélé
Desde el tejado de cualquier casa del recinto del Palacio Real de Tiébélé pueden verse las formas de las casas

El lugar más representativo y más importante del País Kassena es la Cour Royale de Tiébélé, más conocida como el Palacio Real de Tiébélé. El recinto formado por un espacio circular desigual alcanza una extensión de 1'2 hectáreas. Aquí se dan cita todos los tipos de construcciones de la etnia Kassena que, a principios de la temporada seca, entre noviembre y diciembre, las mujeres Kassena reparan con esmero sus importantes pinturas murales. Tras amontonar estiércol de vaca y barro, se reúnen todas las mujeres disponibles para llevar a cabo la decoración exterior de las viviendas. Los motivos utilizados son símbolos que se repiten de forma aleatoria a gusto de cada artista. Varía el tamaño, la disposición y el número de símbolos representados. Los más habituales son:

Palacio Real de Tiébélé
El triángulo es el símbolo más utilizado para decorar las viviendas de los Kassena

El triángulo que representa un trozo de calabaza o zimboré; es el signo femenino por antonomasia y el más utilizado. La calabaza una vez secada, se utiliza para beber agua y es usada por las mujeres como utensilio de cocina. Para la etnia Kassena es cuchara, vaso, plato y cuenco, pero además tradicionalmente se rompe una calabaza cuando una mujer fallece. Representa a la vez la vida y la muerte de lo femenino.

Palacio Real de Tiébélé
La red de pesca se dibuja en el Palacio Real de Tiébélé para recordar la superviviencia en época de hambruna

Otro signo o dibujo utilizado en estas decoraciones murales Kassena es la red de pesca. A pesar de que Burkina Faso no tiene salida al mar, los hombres Kassena tuvieron que marcharse a Ghana para pescar (debido a una gran hambruna sufrida por una mala cosecha). La pesca salvó a los Kassena del hambre y para que perviva el recuerdo y la importancia de saber pescar entre los más jóvenes, se representa este símbolo en las casas del Palacio Real de Tiébélé.

Palacio Real de Tiébélé
En las casas en forma de ocho viven las parejas más ancianas de los Kassena con los más pequeños

La agricultura es la actividad más importante de la etnia Gurunsi. El mijo, sorgo y ñame son sus principales cultivos junto al maíz, arroz, cacahuetes y alubias. Algunos de estos alimentos también son representados en los muros de Tiébélé, así como los árboles más comunes de la zona: el baobab, néré, kapok y karité. En la sociedad Gurunsi las decisiones son tomadas por el Consejo de Ancianos que está formado por los más viejos de cada uno de los linajes del pueblo. Los Gurunsi o Kassena creen en un Dios creador supremo cuyas ofrendas ocupan un espacio central en cada aldea. 

Palacio Real de Tiébélé
La decoración en damero de las casas de los Kassena es un símbolo de protección

En la puerta de entrada del Palacio Real de Tiébélé verás un montículo de tierra donde han sido enterradas multitud de vasijas de barro con las placentas de los bebés nacidos en Tiébélé. Cuánto más alto es el montículo, más prestigio tiene la aldea. Antes de entrar en la Cour Royale de Tiébélé también verás un conjunto de piedras que rodean una piedra de mayor tamaño, no se pueden fotografiar.

Burkina Faso
Los árboles son sagrados para los Kassena, en especial los baobabs

Nos encontramos en el lugar donde los jefes de las tribus de la región se reúnen para tratar temas de la comunidad, por supuesto que la piedra mayor es para el jefe de Tiébélé. Tampoco se permite a los extranjeros sentarse bajo el árbol donde se sientan los hombres más importantes de la aldea, de hacerlo se convertiría automáticamente en esclavo del Palacio Real de Tiébélé y se le reservarían los peores trabajos, como: dar de comer a los caballos y barrer el suelo.

Palacio Real de Tiébélé
La tortuga es el tótem de la Familia Real de Tiébélé

Las pinturas murales de los Kassena sirven para proteger las paredes de las casas durante la estación de las lluvias, pero también se utilizan para invocar la protección de los espíritus. La representación de la tortuga representa el tótem de la familia real y sus miembros tienen prohibido comer su carne. Las patas de pollo hacen referencia a una de las ofrendas más importantes de los Kassena. Funcionalidad, misticismo y arte se dan la mano en el Palacio Real de Tiébélé que desde 2012 aspira a ser reconocido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El Mercado de las mujeres de Mopti


El Mercado de las mujeres de Mopti se encuentra en un destartalado edificio de dos pisos, lo habitual en África es encontrar los mercados a pie de carretera y extendidos en zonas al aire libre, pero en la segunda ciudad más importante de Malí, hay de todos los tipos. El mercado africano a menudo escaso en cantidad de productos, es abundante en colorido, pero curiosamente su tonalidad no es debido a los productos que se venden si no a las mujeres que lo despachan y que lo compran.

En la ciudad portuaria de Mopti cuyo nombre significa “reunión”, la intensidad de colores se ve beneficiada por ese ir y venir de pinazas abarrotadas de cargamento y gentes venidas de todos los rincones del país. En el Mercado de las mujeres se puede comprar desde fruta y verdura en la planta baja, hasta tallas de madera en el piso de arriba, donde se encuentra el Mercado de Suguni (mercado de las especias) con varias pequeñas tiendas donde se venden productos de cuero y todo tipo de baratijas.

Mopti está considerada la escala comercial más importante del Níger, es normal que los mercados aquí tomen una especial relevancia y que el de las mujeres, no sea el único donde se puede disfrutar del ambiente de mercado. En el centro de la ciudad se puede encontrar el Mercado Artesanal donde te confeccionan una camisa o un pantalón a medida, en un abrir y cerrar de ojos, pero eso os lo contaré otro día. Hoy nos apostaremos en un rincón de este peculiar mercado de la Venecia africana, donde sólo compran mujeres y disfrutaremos de la visión de nómadas songay, pescadores bozo y pastores peul, cuyas mujeres han ido hoy al mercado a comprar.


Si os gustan los mercados africanos, aquí tenéis un vídeo sobre los Mercados de Burkina Faso.

El mosaico de Ulises y las sirenas

Museo Nacional del Bardo
Detalle del mosaico “Ulises y las Sirenas” del 260 d.C. encontrado en Dougga

El célebre mosaico de "Ulises y las Sirenas" que se encuentra en el interior del Museo Nacional del Bardo fue encontrado en el peristilo de una de las residencias romanas más suntuosas y mejor conservadas de la antigua ciudad de Thugga. La vivienda, llamada Casa de Dionisio y Ulises, fue construida en tiempos del emperador Publio Licinio Egnacio Galieno (260-268 d.C.) en Dougga.

En este mosaico fechado en el año 260 d.C. se representa la escena épica descrita en La Odisea, donde Ulises, el famoso héroe griego, permanece de pie con las manos atadas al mástil de la embarcación, para resistir al sugerente canto de las sirenas, también representadas en el mosaico en forma de mujeres-pájaro, y que encantaban a los hombres que las escuchaban. 

Ulises viste una túnica blanca que deja al descubierto parte de su pecho, demostrando su fuerza físicaCirce previno a Ulises para no sucumbir a la mortal música: "Tapa las orejas de tus compañeros con cera blanda y si quieres deleitarte escuchando a las Sirenas, átate bien de pies y manos a la embarcación".

Las tres mujeres con alas y patas de ave situadas al pie de unas rocas, en el lado derecho del mosaico, son la representación romana de las sirenas. La de la izquierda sostiene una doble flauta con sus manos, mientras observa como se aleja el barco de Ulises. La del centro, está sentada y luce una toga de color verde, no lleva ningún instrumento, así que se considera la sirena cantante

A la derecha puede verse otra sirena sentada sosteniendo una lira con la mano izquierda, ha dejado de tocar y persigue con su mirada a los hombres que se alejan. El pavimento de teselas también muestra las velas de la embarcación con sensación de movimiento, infladas por el viento que sopla desde babor. Un mástil secundario con dos velas, inclinadas hacia adelante, también obedecen a la fuerza del viento que sopla. 

Rodeando a Ulises, se encuentran cuatro de sus hombres llevando unos escudos de forma ovalada. En la proa de la embarcación se han representado un busto humano y en la popa, en forma de cuello de cisne, puede verse representada una hoja de palmeraDelante de la embarcación de Ulises, puede verse la barca de un pescador vestido con una túnica corta, sosteniendo en su mano izquierda una enorme langosta

Museo Nacional del Bardo
Detalle del mosaico "Dionisio castigando a los piratas del mar Tirreno" del 260 d.C.

En el mismo peristilo de la villa de Dougga fue encontrado otro mosaico, el de "Dionisio castigando a los piratas del mar Tirreno". La embarcación con remos y sin mástil está decorada con formas geométricas y las figuras de un delfín y un caballo en la proa. El dios aparece representado como un hombre maduro y barrigón sosteniendo el timón de la embarcación. Lleva una corona de hiedra y enredaderas y va vestido con una túnica blanca que deja ver su torso desnudo.  

A Dionisio le acompañan un sátiro desnudo con las piernas abiertas y dos bacantes, una vestida con túnica azul bordada en oro y otra llevando una corona de hojas de vid. Por la borda, puede verse un tigre (uno de los muchos atributos de Dionisio) saltando al agua mientras muerde los pies de un pirata que se está transformando en delfín, rodeado de otros dos piratas, mitad hombre mitad delfín. 

A la izquierda del barco de Dionisio hay otra embarcación con dos amorcillos, el de la izquierda sostiene el timón, mientras que el de la derecha sujeta una cuerda con trampas. A la derecha del barco de Dionisio, puede verse otro barco de pescadores con tres hombres, el de la izquierda sujeta un arpón con su mano derecha a punto de lanzarla contra un enorme pulpo, mientras los otros dos sujetan una red de pesca.

Museo Dar Cherait متحف دار شريط (Tozeur, Túnez)


El Museo Dar Cherait es un museo singular enclavado en el corazón del oasis de Tozeur; la capital del sur de Túnez. Es el típico lugar que te traslada a una realidad ya perdida, de costumbres y formas de vivir del pasado. Se asemeja de algún modo, a lo que veríamos si fuéramos viajeros del siglo XVIII, invitados por una familia de la burguesía tunecina.

Un palacio surgido de entre las arenas del desierto que ofrece el frescor de su patio, el lujo de su Sala de los Notables, el sabor de sus fogones, la fastuosidad de sus joyas, el relax de su hammam y el recogimiento de su escuela coránica.

El lugar respira por sus cuatro costados una peculiar atmósfera oriental; una fuente en forma de estrella rodeada por múltiples galerías cubiertas, da la bienvenida al visitante. El resto de habitaciones de la mansión quedarán ocultas de las miradas extrañas gracias a pasillos en zigzag y puertas bellamente trabajadas.

Los azulejos están por doquier; incluso en los techos. Cada uno con una simbología particular y nombre propio: “garra del león”, “flor del perejil”, “ala de la golondrina”; primero venidos desde Irak, después de Marruecos y luego desde Andalucía, pero todos son pequeñas obras de arte.

Las estancias invitan a la contemplación de escenas cuidadas al detalle. El viajero venido de tan lejos se estiraría en el diván, mientras las mujeres bailan sensuales danzas. Un ligero aroma a té viene de la cocina y como por arte de magia, aparece vertido en dorados vasos de cristal transparente.

Más información: Dirección: Rue Touristique, 2200 Tozeur. Horario: de 8 a 24 h.

Museo Nacional del Bardo المتحف الوطني بباردو (Túnez)

Museo Nacional del Bardo


El Bardo es el Museo Nacional de Túnez, se encuentra situado a las afueras de la capital, en el interior de un antiguo palacio, residencia de los sultanes hafsidas en torno al año 1250 y posteriormente propiedad de la dinastía de los Husain.

Museo de El Bardo
El Museo del Bardo se encuentra en el palacio del bey de Túnez

Cualquier guía en papel dedicará un apartado a este museo creado en 1882 y que está considerado, el segundo museo africano más importante después del Museo Egipcio de El Cairo. No fue hasta mayo del 1888 que abrió sus puertas con el nombre de Museo Alaoui para tomar su nombre actual en 1956. 

El edificio en sí, mezcla arte andaluz, asiático y europeo con detalles del Magreb, Turquía e Italia. Fue declarado Monumento Histórico en 1985 por su calidad arquitectónica. Se podría decir que el museo de mosaicos está dentro de otro museo: una joya palaciega.

Museo de El Bardo
Los mosaicos del Bardo son de los más importantes del mundo

La importancia del Bardo, se debe a que alberga una magnífica colección de mosaicos romanos de los siglos II al IV y que muchos han calificado como la mejor del mundo. Los fabulosos pavimentos en mosaico, que antaño adornaban edificios públicos, termas y residencias de algunos de los ciudadanos más ricos del norte de África, proceden de las antiguas ciudades romanas del país: Bulla Regia, Cartago, Dougga, Hadrumetum (actual Sousse), Tabarka o Útica.

Museo de El Bardo
Mosaico del Triunfo de Neptuno (Museo del Bardo)

Me impresionó tanto su colección de mosaicos que he dedicado varias entradas a la historia de algunos de ellos:

Museo de El Bardo
Los mosaicos de época romana del Museo del Bardo son espectaculares

En las 34 salas del museo también se pueden admirar otras piezas arqueológicas que muestran la variada y rica existencia de numerosas culturas que convivieron en Túnez a lo largo de varios siglos. Máscaras funerarias y joyas púnicas, estelas y figurillas cartaginesas, fuentes y sarcófagos paleocristianos, bronces y mármoles griegos, muebles y azulejos islámicos y restos del naufragio de Mahdiya; una galera que se hundió en el año 81 a. C. cargada con tesoros griegos.

Más información: Museo Nacional del Bardo. Dirección: Bardo 2000. Horario: de martes a domingo del 1 de junio al 15 de septiembre de 9 a 17 h. Del 16 de septiembre al 30 de mayo de 9:30 a 16:30 h. Lunes cerrado. Entrada: 13 Dt (dinar tunecino). Web: Museo Nacional del Bardo.

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