El Djem
El pequeño pueblo de El
Jem o el Djem, está situado en la región tunecina de El- Mahdia. Es
la antigua población romana conocida con el nombre de Thysdrus, fue fundada seguramente por los fenicios en el siglo III a. C. Situada
en una zona agrícola pobre, no disfrutó de un desarrollo importante
hasta el siglo II d. C. con la plantación masiva de olivos.
Numerosos
monumentos públicos fueron construidos a partir de entonces, algunos de ellos aún pueden verse en la actualidad. Los comerciantes enriquecidos gracias
a la situación privilegiada de El Jem, dentro de importantes rutas
comerciales, edificaron suntuosas casas de las que, por fortuna, se
han conservado magníficos ejemplos de mosaicos romanos, visibles en la villa romana de Maison Afrique.
Anfiteatro de El Djem
Pero entre todas las
construcciones romanas de Túnez, sin lugar a dudas, la que destaca por encima de todas
es el Anfiteatro de El Djem. El anfiteatro, por aquel entonces conocido como Coliseo de Thysdrus, fue construido por orden del emperador
Gordiano, durante la cuarta década del siglo III,
aproximadamente en el año 238 d. C. Según la UNESCO
es uno de los monumentos mejor conservados de este tipo ¡de todo el
mundo romano!
Su imponente arquitectura
ha superado las vicisitudes del tiempo y no ha necesitado de
abundantes restauraciones. La última tuvo lugar gracias a la
colaboración de la Fundación Gulbenkian entre 1973 y 1980. Las impresionantes dimensiones del anfiteatro destacan majestuosamente entre las casas bajas de la población tunecina de El Jem.
El más
célebre y más grande coliseo romano de África del Norte, tenía
capacidad para unos 35.000 espectadores. Ocupa el sexto o séptimo lugar a
nivel mundial (los eruditos no se ponen de acuerdo) después de los coliseos de Roma, Capua, (varios autores
mencionan el de Pozzuoli, el de Milán o el de Autum en la Galia), Verona y Cartago
(aunque algunos de éstos son actualmente unas escasas ruinas).
El Anfiteatro de El Djem presenta una fachada
exterior de 36 metros de altura, fabricada en toba muy porosa de
tonos dorados, con tres hileras de arcadas de orden corintio que
enmarcan dos series de huecos rematados con arcos de medio punto. Los
tres pisos en la antigüedad contaban con un total de 60 arcadas
corintias.
La construcción tiene forma elíptica y alcanza unas
dimensiones de 148 metros de longitud por 122 metros de anchura. La
arena mide 65 por 39 metros y bajo su suelo tiene dos galerías en
forma de cruz, bordeadas de celdas abovedadas destinadas a los
gladiadores o bien condenados a muerte, y a las temibles fieras (las
otras; las del reino animal de cuatro patas) con las que luchaban a vida o muerte.
El acceso al anfiteatro
se hacía por la planta baja a través de grandes arcadas, sobre las
cuales había una inscripción simbólica (león, mujer, etc.) que
correspondía a un barrio concreto de la ciudad. De esta manera los
espectadores entraban y salían por la misma puerta que les estaba
asignada y se evitaban angustiosas aglomeraciones.
Esas mismas
arcadas conducen hoy a unos pasillos paralelos del perímetro de la arena,
de los que salen unas escaleras que conducen a los tres pisos
superiores y desembocan en las gradas. Gracias a ello, el
Anfiteatro de El Djem es totalmente visitable. El Anfiteatro de El Djem fue declarado Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO en el año 1979.
No hay comentarios:
Publicar un comentario