El célebre mosaico de
Ulises y las Sirenas que se encuentra en el interior del Museo Nacional El Bardo
fue encontrado en el vestíbulo de la residencia romana del siglo III
d. C. llamada Casa de Dioniso y Odiseo situada en Dougga.
En él se representa la
escena épica de La Odisea donde Ulises, el famoso
héroe griego, permanece de pie con las manos atadas al mástil de la
embarcación, para resistir al sugerente canto de las sirenas
-también representadas en el mosaico- y que encantaban a los hombres
que lo escuchaban. Circe le previno para no sucumbir a la mortal
música; tapa las orejas de tus compañeros con cera blanda y si
quieres deleitarte escuchando a las Sirenas, átate bien de pies y
manos a la embarcación.
Las tres mujeres aladas y
con patas de ave situadas al pie de unas rocas, son la representación
romana de las sirenas. Una toca una doble flauta, otra una lira y la
tercera que permanece sentada y no lleva instrumento alguno se
considera la sirena cantante.
Las velas dan sensación
de movimiento, los hombres que rodean a Ulises van
pertrechados con sus escudos y a ambos lados de la embarcación se
han representado una cabeza humana y una hoja de palma.
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