El Museo Dar Cherait se encuentra enclavado en el corazón del oasis de
Tozeur, la capital del sur de Túnez. Situado en una mansión junto a un palmeral y sobre las dunas del desierto, este
edificio combina la austeridad del
ladrillo del Sáhara con la finura
del estuco blanco de escayola, conocido como nakch hadida, un delicado trabajo que recuerda la sutileza de un
encaje.
La disposición de la casa sigue el esquema típico de las mansiones de la alta sociedad |
Dar Cherait fue el primer museo privado de Túnez, fundado por el mecenas que le dio nombre Abderrazak Cherait, quien quiso plasmar en un solo lugar el arte de vivir de la alta sociedad tunecina y su patrimonio cultural. Es el típico lugar que te traslada a una realidad ya perdida, de costumbres y formas de vivir del pasado.
El Museo Dar Cherait de Tozeur es una ventana abierta al pasado |
Se asemeja de algún modo, a lo que veríamos si fuéramos viajeros del siglo XVIII, invitados por una familia de la burguesía tunecina. Un palacio surgido de entre las arenas del desierto que ofrece el frescor de su patio, el lujo de sus estancias, el sabor de sus fogones, la fastuosidad de sus joyas, el relax de su hammam y el recogimiento de su escuela coránica.
Patio central de bienvenida
Fuente en forma de estrella del patio de Dar Cherait rodeada de turistas |
El lugar respira por sus cuatro costados una peculiar atmósfera oriental. Nada más cruzar el umbral, el visitante se encuentra con un patio central de bienvenida, con una fuente en forma de estrella rodeada por cuatro galerías cubiertas, una distinción reservada a palacios reales. Las mansiones más austeras, incluso las de dignatarios, contaban solo con tres o dos galerías.
Vestíbulo
Las habitaciones privadas quedan ocultas gracias a varios vestíbulos |
Este diseño típico establece un recorrido en zigzag por hileras de vestíbulos y puertas bellamente trabajadas que aseguran la privacidad de las estancias interiores, limitando el acceso a los amigos cercanos hasta el segundo vestíbulo y a los familiares hasta el tercer vestíbulo. De hecho, algunas casas tunecinas podían contar hasta con seis vestíbulos para proteger la intimidad familiar.
La decoración del patio recuerda a la Alhambra de Granada |
Los azulejos están por doquier; incluso en los techos. Cada uno con una simbología particular y nombre propio: “garra del león”, “flor del perejil”, “ala de la golondrina”; primero venidos desde Irak, después de Marruecos y luego desde Andalucía, pero todos los azulejos de Dar Cherait son pequeñas obras de arte, que forman parte de la rica tradición decorativa islámica.
Sala del Erudito
Escena de dos hombres jugando al ajedrez |
La Sala del Erudito, una de las más evocadoras, recrea una escena de aprendizaje con niños rodeados de libros del Corán, atriles para sostenerlos, tinteros y portaplumas antiguos, pergaminos y caligrafías. También pueden verse miniaturas persas y el janfusa, un cuadro con firmas de aduls. Un adul era un tipo de notario o escriba encargado de certificar y autentificar contratos y otros documentos legales. Estas firmas eran la marca distintiva en dichos documentos, que actuaban como una garantía de autenticidad y legalidad.
Cámara Beylical
Cada azulejo tiene su propia simbología dentro de la narrativa visual del edificio |
A pocos pasos, en la Cámara Beylical, se representa el momento en que el Bey recibe a un grupo de dignatarios, rodeado de tapices, escudos llamados jabchat el Bey, sillas de montar decoradas en plata, pipas orientales de nácar y maderas preciosas que reflejan la ostentación propia de la época. En la sala contigua se expone una colección de armas procedentes de Kaïrouan, como sables con empuñadura de plata, fusiles con culatas de nácar.
Cámara Nupcial
Junto a la novia aparece la figura de la casamentera |
El lujo continúa en la Cámara Nupcial, donde un grupo de
mujeres acompaña a una novia vestida con refinados ropajes. Aquí se pueden
admirar pequeños muebles, espejos, joyeros de nácar, carey o maderas preciosas
incrustados de filigranas de plata llamados kanauitas,
cofres y arquetas de novia en plata repujada.
Antiguo peroné o broche de plata en forma de medialuna, usado para sujetar prendas de vestir |
El ajuar nupcial incluía los artículos de tocador, incensarios, frascos, polveras, peines e incluso los zuecos de madera para el hammam. La tradición marca la decoración de cada sala: baúles y mesas bajas o sofras, que contrastan con las arquetas de plata, utilizadas para guardar joyas o ropa, todas ellas hermosamente elaboradas.
Sala donde trabajan las mujeres
Cabeza de león con turquesas |
Otro rincón singular es la sala de bordados, donde las mujeres trabajan diferentes técnicas sobre bastidor o puntilla. Se exhiben trajes de circuncisión, chalecos, camisas y guantes bellamente bordados. Las arquetas de plata más pequeñas servían para guardar joyas y las grandes para guardar ropa. Hay incluso una maleta de aseo para ir al hammam.
Sala de los cristales
Juego de té árabe |
En una sala cercana, con una preciosa vidriera en el techo, se exhibe una colección de piezas de cristal procedentes de Damasco, Venecia, Bohemia o Beykoz (Turquía) que muestra la maestría del vidrio soplado. Entre las piezas más costosas destacan las de color rojo, creadas con polvo de oro, y curiosidades como un orinal de cristal rojo y una pistola de cristal azul.
Plato de cerámica con diseño árabe |
Detrás de estos espacios
visitados, en la parte más alejada del patio, el recorrido se completa con las
estancias de la cocina, la Escuela Coránica tradicional o kuttab y el hammam, tres espacios fundamentales en la vida cotidiana tunecina. Cada
una de las estancias de Dar Cherait invita a la contemplación de multitud de escenas cuidadas al detalle, que
ilustran la vida tradicional tunecina.
Cocina
Representación de la cocina en el Museo Dar Cherait |
El viajero venido de tan lejos se estiraría en el diván, mientras las mujeres bailan sensuales danzas. Un ligero aroma a té viene de la cocina y como por arte de magia, aparece vertido en dorados vasos de cristal transparente. En la cocina encontramos una de carbón, rodeada de todo tipo de utensilios de cobre, molinillos de café o platos con pie alto utilizados para servir dulces durante las ceremonias.
Escuela Coránica
Representación de la kuttab o Escuela Coránica |
En la Escuela Coránica se disponen las esteras de oración y las tablas que empleaban los alumnos para escribir. Estas escuelas solían estar dedicadas principalmente a la enseñanza de la lectura y la escritura del Corán. En ellas, los niños aprendían a recitar y memorizar versos del Corán y, en algunos casos, también adquirían habilidades básicas de lectura, escritura y aritmética.
Baño turco o hammam
Representación de una de las salas del hammam |
El baño turco o hammam del Museo Dar Cherait contiene todas las salas de un baño tradicional. Una cámara para sudar, otra para refrescarse y otra para reposar. No falta ningún utensilio tradicional como los cubos de cobre y paños tradicionales para envolverse. Finalmente, en una última sala encontramos una pequeña galería de arte con pinturas que ilustran la vida tradicional tunecina.
Más información: Museo Dar Cherait. Dirección: Rue Touristique, 2200 Tozeur. Horario:
de 8 a 22 h.
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