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Túnez: tu primer viaje a un país árabe


Me gusta recomendar Túnez a todos aquellos que no han pisado nunca un país árabe, porque es la manera más “suave” de empezar a recorrer los atrayentes países musulmanes (aunque algunas veces no coincida lo que entendemos por mundo árabe con la religión musulmana). El viajar y salir de nuestra burbuja local nos enseña esos pequeños matices a medida que pisamos suelo extranjero.

Mezquita Zitouna
Minarete de la Mezquita Zitouna (Túnez)
Cuestiones políticas y religiosas aparte, lo cierto es que Túnez me resultó un país con diversos rincones exóticos de esencia árabe y sin el acoso al turista que existe en países como Marruecos. Si bien es cierto que Túnez ha sufrido varios atentados terroristas, al igual que Egipto, han sabido superar el bache y vuelven a brindar al viajero toda la esencia mágica de su cultura.

Matmata
Los habitantes de Matmata te esperan con una sonrisa y las puertas abiertas de sus casas
Túnez es amigable con sus visitantes y aunque sí es cierto que se encuentran vendedores por doquier, la insistencia es mucho más llevadera que en otros países donde te ven con cara de billete andante.

Túnez
El litoral de Túnez tiene playas infinitas poco masificadas

El país posee un tentador litoral de costa que alcanza aproximadamente los 1.300 kilómetros, un litoral de un especial color azul que en Cartago se vuelve mágico, en Hammamet, Sousse o Monastir encontrarás todo el sol y playa que tu cuerpo pueda resistir.

Anfiteatro de El Djem
Anfiteatro de El Djem
También os invito a conocer otros lugares de Túnez donde es posible encontrar: excelentes ruinas romanas (Anfiteatro de El Djem), un desierto de sal (Chott el Djerid) y otro de arena (el Desierto del Sáhara) con un oasis de cuento (Nefta) en un país de palmeras (Tozeur), caravanas de camellos y tribus nómadas (Douz), un pueblo troglodita (Matmata) y los escenarios donde se han filmado muchas películas como El Paciente Inglés o la saga de Star Wars.

Túnez
Planeta Dunia está preparada para volver a Túnez ¿y tú?

Túnez tiene mucho que ofrecer, tanto para los amantes de los yacimientos arqueológicos con importantes restos de la época púnica y romana (Museo Nacional del Bardo), como para los amantes de las actividades (paseos en jeep, con dromedarios o en quad por el desierto), la gastronomía y el relax.

Sidi Bou Said
Rincones de Sidi Bou Said
Sin duda, si existe una población pensada para pasear entre casas encaladas en blanco y salpicadas de azul, ésta se encuentra en Túnez (Sidi Bou Said). También disfrutarás de estupendos lugares y ciudades declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO (la Medina de Túnez, la Medina de Sousse, Dougga, Kairouan, son claros ejemplos). 


La esencia árabe se respira en mezquitas, baños turcos y zocos que se encuentran a tan sólo dos horas de avión de España y a un salto radical de ambiente, cultura y gastronomía propias.

Túnez
El Museo del Bardo está considerado, el 2º museo africano más importante del mundo

Túnez es un destino económico y si estás interesado, estaría atento a las ofertas de viaje: ¡Túnez te sorprenderá!

Si ya has hecho un viaje a Túnez o quieres descubrir sus tesoros arqueológicos más desconocidos, te invito a leer: Ruta por los tesoros arqueológicos desconocidos de Túnez.

Museo Dar Cherait متحف دار شريط (Tozeur, Túnez)

Dar Cherait

El Museo Dar Cherait se encuentra enclavado en el corazón del oasis de Tozeur, la capital del sur de Túnez. Situado en una mansión junto a un palmeral y sobre las dunas del desierto, este edificio combina la austeridad del ladrillo del Sáhara con la finura del estuco blanco de escayola, conocido como nakch hadida, un delicado trabajo que recuerda la sutileza de un encaje.

Museo Dar Cherait
La disposición de la casa sigue el esquema típico de las mansiones de la alta sociedad

Dar Cherait fue el primer museo privado de Túnez, fundado por el mecenas que le dio nombre Abderrazak Cherait, quien quiso plasmar en un solo lugar el arte de vivir de la alta sociedad tunecina y su patrimonio cultural. Es el típico lugar que te traslada a una realidad ya perdida, de costumbres y formas de vivir del pasado.

Museo Dar Cherait
 El Museo Dar Cherait de Tozeur es una ventana abierta al pasado

Se asemeja de algún modo, a lo que veríamos si fuéramos viajeros del siglo XVIII, invitados por una familia de la burguesía tunecina. Un palacio surgido de entre las arenas del desierto que ofrece el frescor de su patio, el lujo de sus estancias, el sabor de sus fogones, la fastuosidad de sus joyas, el relax de su hammam y el recogimiento de su escuela coránica.

Patio central de bienvenida


Museo Dar Cherait
Fuente en forma de estrella del patio de Dar Cherait rodeada de turistas

El lugar respira por sus cuatro costados una peculiar atmósfera oriental. Nada más cruzar el umbral, el visitante se encuentra con un patio central de bienvenida, con una fuente en forma de estrella rodeada por cuatro galerías cubiertas, una distinción reservada a palacios reales. Las mansiones más austeras, incluso las de dignatarios, contaban solo con tres o dos galerías.

Vestíbulo


Museo Dar Cherait
Las habitaciones privadas quedan ocultas gracias a varios vestíbulos

Este diseño típico establece un recorrido en zigzag por hileras de vestíbulos y puertas bellamente trabajadas que aseguran la privacidad de las estancias interiores, limitando el acceso a los amigos cercanos hasta el segundo vestíbulo y a los familiares hasta el tercer vestíbulo. De hecho, algunas casas tunecinas podían contar hasta con seis vestíbulos para proteger la intimidad familiar.

La decoración del patio recuerda a la Alhambra de Granada

Los azulejos están por doquier; incluso en los techos. Cada uno con una simbología particular y nombre propio: “garra del león”, “flor del perejil”, “ala de la golondrina”; primero venidos desde Irak, después de Marruecos y luego desde Andalucía, pero todos los azulejos de Dar Cherait son pequeñas obras de arte, que forman parte de la rica tradición decorativa islámica.

Sala del Erudito


Escena de dos hombres jugando al ajedrez

La Sala del Erudito, una de las más evocadoras, recrea una escena de aprendizaje con niños rodeados de libros del Corán, atriles para sostenerlos, tinteros y portaplumas antiguos, pergaminos y caligrafías. También pueden verse miniaturas persas y el janfusa, un cuadro con firmas de aduls. Un adul era un tipo de notario o escriba encargado de certificar y autentificar contratos y otros documentos legales. Estas firmas eran la marca distintiva en dichos documentos, que actuaban como una garantía de autenticidad y legalidad. 

Cámara Beylical

Museo Dar Cherait
Cada azulejo tiene su propia simbología dentro de la narrativa visual del edificio

A pocos pasos, en la Cámara Beylical, se representa el momento en que el Bey recibe a un grupo de dignatarios, rodeado de tapices, escudos llamados jabchat el Bey, sillas de montar decoradas en plata, pipas orientales de nácar y maderas preciosas que reflejan la ostentación propia de la época. En la sala contigua se expone una colección de armas procedentes de Kaïrouan, como sables con empuñadura de plata, fusiles con culatas de nácar. 

Cámara Nupcial

Museo Dar Cherait
Junto a la novia aparece la figura de la casamentera

El lujo continúa en la Cámara Nupcial, donde un grupo de mujeres acompaña a una novia vestida con refinados ropajes. Aquí se pueden admirar pequeños muebles, espejos, joyeros de nácar, carey o maderas preciosas incrustados de filigranas de plata llamados kanauitas, cofres y arquetas de novia en plata repujada.

Museo Dar Cherait
Antiguo peroné o broche de plata en forma de medialuna, usado para sujetar prendas de vestir

El ajuar nupcial incluía los artículos de tocador, incensarios, frascos, polveras, peines e incluso los zuecos de madera para el hammam. La tradición marca la decoración de cada sala: baúles y mesas bajas o sofras, que contrastan con las arquetas de plata, utilizadas para guardar joyas o ropa, todas ellas hermosamente elaboradas.

Sala donde trabajan las mujeres

Museo Dar Cherait
Cabeza de león con turquesas

Otro rincón singular es la sala de bordados, donde las mujeres trabajan diferentes técnicas sobre bastidor o puntilla. Se exhiben trajes de circuncisión, chalecos, camisas y guantes bellamente bordados. Las arquetas de plata más pequeñas servían para guardar joyas y las grandes para guardar ropa. Hay incluso una maleta de aseo para ir al hammam.

Sala de los cristales


Museo Dar Cherait
Juego de té árabe

En una sala cercana, con una preciosa vidriera en el techo, se exhibe una colección de piezas de cristal procedentes de Damasco, Venecia, Bohemia o Beykoz (Turquía) que muestra la maestría del vidrio soplado. Entre las piezas más costosas destacan las de color rojo, creadas con polvo de oro, y curiosidades como un orinal de cristal rojo y una pistola de cristal azul. 

Museo Dar Cherait
Plato de cerámica con diseño árabe

Detrás de estos espacios visitados, en la parte más alejada del patio, el recorrido se completa con las estancias de la cocina, la Escuela Coránica tradicional o kuttab y el hammam, tres espacios fundamentales en la vida cotidiana tunecina. Cada una de las estancias de Dar Cherait invita a la contemplación de multitud de escenas cuidadas al detalle, que ilustran la vida tradicional tunecina.

Cocina


Museo Dar Cherait
Representación de la cocina en el Museo Dar Cherait

El viajero venido de tan lejos se estiraría en el diván, mientras las mujeres bailan sensuales danzas. Un ligero aroma a té viene de la cocina y como por arte de magia, aparece vertido en dorados vasos de cristal transparente. En la cocina encontramos una de carbón, rodeada de todo tipo de utensilios de cobre, molinillos de café o platos con pie alto utilizados para servir dulces durante las ceremonias.

Escuela Coránica


Dar Cherait
Representación de la kuttab o Escuela Coránica

En la Escuela Coránica se disponen las esteras de oración y las tablas que empleaban los alumnos para escribir. Estas escuelas solían estar dedicadas principalmente a la enseñanza de la lectura y la escritura del Corán. En ellas, los niños aprendían a recitar y memorizar versos del Corán y, en algunos casos, también adquirían habilidades básicas de lectura, escritura y aritmética.

Baño turco o hammam


Museo Dar Cherait
Representación de una de las salas del hammam

El baño turco o hammam del Museo Dar Cherait contiene todas las salas de un baño tradicional. Una cámara para sudar, otra para refrescarse y otra para reposar. No falta ningún utensilio tradicional como los cubos de cobre y paños tradicionales para envolverse. Finalmente, en una última sala encontramos una pequeña galería de arte con pinturas que ilustran la vida tradicional tunecina.

Más información: Museo Dar Cherait. Dirección: Rue Touristique, 2200 Tozeur. Horario: de 8 a 22 h.

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