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La Ruta del Cister es un triángulo con corazón en Montblanc

La Ruta del Cister
La Ruta del Cister comprende el Monestir de Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges

La Ruta del Cister se localiza en un triángulo isósceles imaginario situado en Catalunya. Sus tres vértices principales señalan los tres grandes monasterios medievales cistercienses. La Ruta del Cister engloba además la cultura, tradiciones y paisaje de 65 municipios de las comarcas del Alt Camp y Conca de Barberà en Tarragona y de la comarca del Urgell en Lleida. 

Viñedos, olivos y almendros serán una constante en el paisaje y también en los productos de los platos más típicos de la gastronomía que se puede disfrutar en sus restaurantes. En el corazón de esta ruta, se eleva con orgullo, la legendaria ciudad de Montblanc de la que podéis descubrir mis 25 sugerencias para conocerla a fondo. Montblanc es un buen lugar para tomar como base de operaciones si se quieren visitar con detenimiento los monasterios que componen La Ruta del Cister en Catalunya:

Monasterio de Poblet


La Ruta del Cister
Panteón de los reyes de la Corona de Aragón

El Monasterio cisterciense de Santa María de Poblet sigue en la actualidad con su vida monástica en activo. Es además de un centro de espiritualidad y un centro cultural, el Panteón de los reyes de la Corona de Aragón. Destaca un importante legado gótico y bellas muestras románicas. No hay que perderse la Capilla de Sant Esteve, la sala capitular y el claustro de la abadía con su pequeño pabellón dotado de una fuente de época románica del siglo XII. Puedes leer más sobre mi visita al Monestir de Poblet, aquí

Monasterio de Santes Creus


La Ruta del Cister
La decoración del claustro se aleja de las reglas de la orden cisterciense

Antiguo e importante monasterio cisterciense, obra de transición al gótico, que ha conservado bellas muestras románicas, como diversas portadas y ventanales. Destaca el templete octogonal del gran claustro gótico, los espectaculares sepulcros reales de la Corona de Aragón y las vidrieras góticas del siglo XIV con escenas de la Biblia de la Iglesia de Santa María. Puedes leer más sobre mi visita al Monasterio de Santes Creus, aquí

Monasterio de Vallbona de les Monges


La Ruta del Cister
La Sala Capitular del Monasterio de Vallbona de les Monges conserva hermosas vidrieras

El Monasterio de Santa María de Vallbona de les Monges es un monasterio cisterciense femenino aún en activo. El importante conjunto monástico es una obra de transición al gótico, aunque quedan restos de época románica en el ábside, la puerta del crucero norte que también ha conservado un bello relieve de tema mariano y en las alas sur y este de su magnífico claustro. Puedes leer más sobre mi visita al Monasterio de Vallbona de les Monges, aquí

Cada monasterio de la Ruta del Cister es distinto, pero están unidos por una práctica que se pierde en los siglos. Estas abadías conservan rincones que vale la pena visitar tranquilamente, poco a poco.

El estilo cisterciense


La Ruta del Cister
En la arquitectura cisterciense la sobriedad y la luz son elementos imprescindibles

Después de la reconquista de Toledo en el año 1085 por Alfonso VI de León; crece por toda España un estilo románico exuberante en sus líneas escultóricas. La proliferación de formas hará exclamar al monje Bernardo de Claraval (un personaje muy influyente en su época) que se debía apostar por un estilo más sobrio, donde predominara la arquitectura sobre la escultura

Así nació el estilo cisterciense, donde la línea recta y la luz son las verdaderas protagonistas. Los espacios arquitectónicos bien depurados tienen escasos elementos decorativos. Esta austeridad extrema, incrementa los juegos misteriosos de luces y sombras del interior de los templos. Gracias a los grandes ventanales y a los arcos apuntados que hacían posible su proliferación, las iglesias estarán cada vez más y mejor iluminadas.

La vida monástica cisterciense


La Ruta del Cister
La Regla principal de San Benito es: Ora et labora

Los cistercienses fueron monjes que renegaban de la vida “disoluta” y “lujosa” de los cenobios benedictinos del siglo XI y se aferraban a los inicios de la Regla principal difundida por San Benito: Ora et labora (oración y cultivo de la tierra). Había una necesidad de regresar a la austeridad, tanto en la vida monacal como en la arquitectura. Los principios “minimalistas” de la orden monacal alcanzarían hasta el campo de la construcción ¡ríete de la Escuela de la Bauhaus!

La Ruta del Cister
La sala capitular de los monasterios cistercienses se utilizaba para las reuniones monacales con el abad

Ramon Berenguer IV, Conde de Barcelona, vio en la construcción de los monasterios una oportunidad para subrayar que aquellas tierras ya no eran de los sarracenos. En el año 1153 la orden cisterciense tenía 350 abadías, alcanzando su máximo apogeo con la posesión de un total de 740 monasterios. En la actualidad, en los pocos monasterios que aún hay habitados, aún se celebra la Liturgia de las Horas, como hace cientos de años lo hacían los cistercienses. A las 6 de la mañana toca maitines, a las 8 laudes, a la 13 sexta, a las 15:45 nona, a las 19:30 vísperas y a las 21:15 completas. El horario de misa es a las 8:30 los días laborales y a las 11 los días festivos.

Más información: Existe una entrada conjunta para visitar los 3 monasterios de La Ruta del Cister que cuesta 15 € (tarifa actualizada en 2020) y tienes un año de plazo para utilizarla. Web: La Ruta del Cister.

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Real Monasterio de Santa María de Vallbona: el Cister en femenino

El Monasterio de Vallbona de les Monges fue el monasterio femenino cisterciense más importante de Catalunya

El Monasterio de Vallbona de les Monges es el único monasterio de La Ruta del Cister que está habitado aún por monjas. Fue el monasterio femenino cisterciense más importante de Catalunya. Fundado en el año 1171, las doncellas de la aristocracia catalana se “escondían” entre sus muros para escapar de un futuro subyugado al matrimonio concertado. Una ley obligó a que los monasterios femeninos estuvieran cerca de las poblaciones y las monjas tuvieron que donar parte de sus tierras para que se instalaran nuevos vecinos. Así se fundó Vallbona de les Monges, es por ese motivo que el Monasterio de Vallbona se encuentra dentro de la población.

sarcófagos
En las paredes exteriores de Santa María de Vallbona de les Monges pueden verse sarcófagos y detalles esculpidos

Antes de entrar en este mundo de devoción y paz espiritual, vamos a ver en el muro exterior de la iglesia varios sarcófagos de piedra. Dicen que pertenecen a las damas que protegían el monasterio. Es algo poco habitual y que no encontraremos en los otros monasterios de La Ruta del Cister. En realidad, la plaza actual que podemos ver, se abrió en el siglo XX sobre lo que antiguamente era el cementerio, del que se han conservado varios sarcófagos. La portada románica que puede verse es del siglo XIII y luce un tímpano esculpido con la imagen de la Virgen protegida por dos ángeles.

Iglesia
El campanario de Vallbona de les Monges es una extraordinaria obra de la arquitectura medieval

La iglesia que podemos contemplar desde la plaza es un edificio del siglo XII del que destaca el campanario gótico. Este gran cimborrio octogonal data del siglo XIV y está acabado con una delicada decoración de formas puntiagudas. Tomamos la calle que rodea la iglesia a mano derecha y llegamos a la puerta de acceso del cenobio fechada en el siglo XVIII. Aquí tendremos que esperar la visita guiada que cada hora conduce a un pequeño grupo de visitantes al interior.

claustro
El claustro de Vallbona de les Monges muestra los estilos decorativos de cuatro siglos

Cuando entremos al Monasterio de Santa María de Vallbona, nuestros pasos deben dirigirse al hermoso y delicado claustro. Su forma trapezoidal muestra un estilo diferente en cada uno de sus lados. El primero que encontramos es el neorrománico con elementos renacentistas del siglo XV. A mano derecha se extienden los dos lados del claustro románico, donde se conservan capiteles del siglo XII y XIII. Finalmente en el lado norte se encuentra la construcción gótica del siglo XIV, junto a la puerta de acceso a la iglesia y a la sala capitular. Cada capitel de este claustro presenta un diseño distinto, atrapando enseguida el objetivo de nuestras cámaras. En el espacio exterior se conserva un bonito pozo rodeado de vegetación y árboles.

Sala Capitular
En la Sala Capitular verás el escudo de la familia Caldés (3 calderos de oro) cuyas mujeres fueron abadesas del monasterio

A través del claustro del Monasterio de Santa María de Vallbona podemos acceder a varias dependencias como: la cocina, el refectorio, la despensa y la Sala Capitular del siglo XIV. Al igual que en el Real Monasterio de Santes Creus, la Sala Capitular muestra varias lápidas en el suelo. En este caso pertenecen a distintas abadesas que vivieron aquí, desde el siglo XIII hasta el siglo XX. Otro detalle que destaca en el Monasterio de Vallbona, y que no se encuentran habitualmente en tan buen estado, son las vidrieras que cubren la mayoría de las ventanas. Vas a ver vitrales en muchos rincones y son una verdadera preciosidad.

Iglesia abacial
La Iglesia de Vallbona de les Monges ha vivido 800 años de presencia monástica ininterrumpida

El interior de la iglesia abacial del Monasterio de Santa María de Vallbona, es de planta de cruz latina de una sola nave, donde se puede percibir que la luz juega con la piedra. Es un magnífico ejemplo de estilo románico tardío de los siglos XII y XIII en transición al gótico, donde es posible encontrar algunos restos de pintura decorativa. Destacan el cimborrio del campanario y el cimborrio-linterna situado en el crucero, así como la Capilla del Corpus Christi del siglo XIV que luce unos destacados relieves de estilo gótico.

Violant de Hungría
Sepulcro real de la Reina Violant de Hungría

En el Altar se conservan los sencillos sepulcros del siglo XIII de Sancha de Aragón frente al de su madre la Reina Violant de Hungría (esposa de Jaume I, el Conquistador). Estos sepulcros reales se alejan de la opulencia de los que encontramos en los otros dos monasterios de La Ruta del Cister. En una de las capillas situadas a la derecha se encuentra el sepulcro del siglo XIII de los señores de Guimerà; formado por la pareja Ferrer Alemany de Toralla y su mujer Beatriz de Guimerà. A la salida de la iglesia podemos visitar la Capilla de Sant Cristòfol y la Capilla de la Mare de Déu del Claustre.

Más información: Real Monasterio de Santa María de VallbonaDirección: Carrer Major s/n, 25268 Vallbona de les Monges, Urgell. Teléfono: 973 330 266. Horario: De martes a domingo de 10:30 a 13:30 h. y de 16 a 18 h. Cerrado los lunes no festivos, el 25 y 26 de diciembre y el 1 y 6 de enero. Duración de la visita guiada: 45 minutos. Existe una entrada conjunta para visitar los 3 monasterios de La Ruta del Cister: cuesta 15y tienes un año de plazo para utilizarla. Es posible alojarse en el monasterio. Web: Monasterio de Santa María de Vallbona. (Datos actualizados en 2020).

Si quieres recorrer a pie o BTT los 104 km de la Ruta de los Reales Monasterios de Catalunya sigue las indicaciones del GR 175.

Real Monasterio de Santes Creus: austeridad cisterciense

Entrada
El Monasterio de Santes Creus fue uno de los conjuntos monásticos más importantes de la Corona de Aragón

La visita al Monasterio de Santes Creus comienza traspasando un arco de entrada con decoración barroca y enmarcado por varias casas con fachadas esgrafiadas. Es así como se da la bienvenida al visitante, con una entrada triunfal desde la Plaça de Santa Llúcia. A continuación nos encontramos con algunas casas más que lucen una bonita decoración de esgrafiados (que por otro lado, no se encuentran en las otras dos poblaciones de La Ruta del Cister: Vallbona de les Monges y Vimbodí; donde se ubica el Monasterio de Poblet). Una fuente en mitad de la Plaça Sant Bernat de Santes Creus, sirve de patio al Ayuntamiento y al Palacio del Abad que se encuentran a mano derecha.
 
Iglesia de Santa María
La Iglesia del Monasterio de Santes Creus destaca por su aspecto de fortaleza

Al fondo se alza la Iglesia de Santa María del siglo XII con planta basilical románica. Su apariencia te recordará a la de un castillo; luce una cornisa almenada decorada con cabezas y un sencillo reloj solar. La portada de estilo románico es tremendamente modesta, como veremos también en otras partes del Monasterio de Santes Creus, ¡la austeridad se impone en el exterior, espera a ver el interior!

El Real Monasterio de Santes Creus es un buen punto de inicio para realizar la ruta por los monasterios del Cister. Básicamente por dos motivos: primero, es el cenobio más oriental del triángulo monástico y segundo, en el interior del monasterio se puede ver el audiovisual “El mundo del Císter”; donde se explica la vida cisterciense y es posible “entrar en materia”.

Claustro posterior
El claustro posterior de planta trapezoidal está cerrado por un pórtico con arcos apuntados

El Monasterio de Santes Creus data del año 1158 y desde 1835 está deshabitado, así que se puede visitar tranquilamente (aunque personalmente le quita algo de encanto). No hay que perderse sus dos claustros: el primero que encontramos tras pasar algunas salas vacías, es el llamado claustro posterior. Data del siglo XIII y destaca por su extrema sencillez, únicamente luce unos delicados arcos sin decoración escultórica, ni capiteles. En el centro del espacio se encuentra una fuente donde el musgo y el agua juegan a ponerse capas. Si se tiene la fortuna de visitar sin gente es un buen lugar para disfrutar del silencio.

Cocina
Aunque la cocina del monasterio ha perdido su techo, se conservan los fregaderos de piedra y una mesa

La visita sigue por varias dependencias, como el scriptorium (lugar donde se copiaban manuscritos), la cárcel o la cocina, donde prevalece la austeridad y las formas rústicas, una combinación de estilo cisterciense y regia autenticidad. Algunas estancias parecen que no hayan sido restauradas y se muestran con piedras irregulares, muy al natural. Alrededor del claustro se extienden varias habitaciones como por ejemplo: el refectorio, donde veremos algunos lienzos de pared y suelos donde se han conservado restos de baldosas decoradas. Azulejos que nos transmiten esa cotidianidad de un espacio donde se llevaba una vida más o menos normal. 
 
Palacio Real
Patio a cielo abierto con escalera de acceso del Palacio Real

La visita continúa por el Palacio Real de estilo renacentista, pero que podría ser el escenario de una película medieval. Columnas, capiteles, los adornos de la barandilla o las vigas de madera del techo son algunos de los elementos que vale la pena descubrir. Salimos al exterior donde quedan los restos de las estancias primitivas. Donde se levantaban las antiguas dependencias de los monjes, hoy hay flores y árboles. Desde este punto es posible contemplar la Torre de las Horas del siglo XVI y que cobija las campanas del monasterio. Una puerta conduce a la Capilla de la Trinidad del siglo XII, austera y románica, donde puede verse una talla de madera de un Cristo crucificado del siglo XV. 

Claustro
El Claustro del Monasterio de Santes Creus destaca por su rica decoración

Llegamos al segundo claustro, construido en el siglo XIV en estilo gótico. Aquí los capiteles son los protagonistas, tanto por su variedad como por las escenas representadas que son bastante inusuales. En el claustro gótico del Monasterio de Santes Creus se ven figuras humanas, animales fantásticos, escenas satíricas, simbología celta e incluso, el retrato del escultor inglés responsable: Reinard Fonoll. Toda esta profusión escultórica sorprende, ya que se aleja de los motivos y reglas de la orden, pero el escultor seguiría trabajando años más tarde, en la Iglesia de Santa María de Montblanc y en la Catedral de Tarragona, así que no lo debieron considerar un hereje. En el claustro también se pueden ver varias tumbas de piedra de los señores que participaron en la conquista de Mallorca.

Sala Capitular
La Sala Capitular es una de las estancias más importantes del Monasterio de Santes Creus

Desde este claustro se accede al dormitorio de los monjes del siglo XII, ubicado en una sala espaciosa de 46 m de largo con 12 hipnóticos arcos de piedra. A continuación se encuentra la Sala Capitular que presenta ventanas y entrada románicas. Las columnas de la sala tienen forma de palmera y en el suelo pueden verse varias lápidas de los antiguos monjes cistercienses. Este espacio se utilizaba para reunir a los monjes y recitar la Regla de San Benito.

Iglesia de Santa María
La Iglesia de Santa María conserva uno de los pocos conjuntos de vidrieras cistercienses del mundo

Accedemos al interior de la Iglesia de Santa María donde se conservan unos hermosos sepulcros góticos de Jaume II y su esposa la reina Blanca de Anjou, así como el sepulcro del rey Pere III el Gran. Son los únicos sepulcros de los reyes de la Corona de Aragón que han llegado intactos a nuestros días y que no han sido profanados. En la iglesia del Monasterio de Santes Creus también se encuentra el sepulcro del gran almirante Roger de Llúria que comandó la Armada Real, durante el reinado de Pere III el Gran. La mayoría de los retablos son del siglo XVIII, pero por encima de todos destaca el retablo del Altar Mayor, cincelado en el año 1646 por Josep Tramulles. Las excepcionales vidrieras, de la Iglesia de Santa María de Santes Creus, son uno de los pocos ejemplos de vitrales cistercienses que se conservan en el mundo. ¡Son una preciosidad!

Más información: Real Monasterio de Santes Creus. Dirección: Plaça de Jaume el Just, 43815 Aiguamúrcia, Alt Camp. Teléfono: 977 638 329. Horario: de martes a domingo, del 1 de octubre al 31 de mayo, de 10 a 17:30 h. Del 1 de junio al 30 de septiembre de 10 a 19 h. Cerrado los lunes no festivos, el 25 y 26 de diciembre y el 1 y 6 de enero. Entrada: 6 € . Existe una entrada conjunta para visitar los 3 monasterios de La Ruta del Cister: cuesta 15 € y tienes un año de plazo para utilizarla. Web: Monasterio de Santes Creus. (datos actualizados en 2020)

Si quieres recorrer a pie o BTT los 104 km de la Ruta de los Reales Monasterios de Catalunya sigue las indicaciones del GR 175.

El conjunto románico de La Vall de Boí

La Vall de Boí se encuentra en la comarca leridana de la Alta Ribagorça donde la naturaleza ha sido generosa en desplegar su belleza. Extendidos por un extenso paraje de montañas y bosques, durante los siglos XI, XII y XIII se construyeron importantes y numerosos templos religiosos que dieron paso a una variada actividad constructora y artística.

Vall de Boí
Iglesia de Santa María de Cardet

El promotor de la idea fue el señor de Erill, un vasallo de los Condes de Pallars relacionado con la antigua sede episcopal de Roda de Isábena, que como demostración de poder y gracias a un viaje a Roma, quiso adquirir prestigio social, invirtiendo sus botines de guerra en la construcción de estas iglesias. No es de extrañar que su estilo constructivo nos acerque a la influencia del norte de Italia, al románico lombardo. Donde la sencillez destaca en el trabajo de las piedras, en los sillares de granito o en las columnas que separan las naves.

Vall de Boí
Ermita de Sant Quirc de Durro

Hasta el valle llegaron numerosos picapedreros, pintores y artesanos que con sus manos, arte y magia cincelaron, esculpieron, pintaron y decoraron un total de ocho iglesias y una ermita. Convirtieron a este conjunto, sin saberlo, en uno de los más importantes de Europa, gracias a su estilo arquitectónico, homogeneidad, estado de conservación y excepcional valor. Algunas características destacables y que se repiten en las iglesias de la Vall de Boí son: las cubiertas de madera, las bóvedas de cañón, así como los pórticos cubiertos, adosados a la fachada y que protegían la entrada de la iglesia a pesar de las aberturas en los extremos.

La Vall de Boí
Iglesia de la Assumpció de Cóll

Conocer el origen del románico catalán pasa inevitablemente por conocer los tesoros del interior de: la Iglesia de Sant Climent de Taüll, la Iglesia de Santa María de Taüll, la Iglesia de Sant Joan de Boí, la Iglesia de Santa Eulàlia de Erill la Vall, la Iglesia de Sant Feliu de Barruera, la Iglesia de La Nativitat de Durro, la Ermita de Sant Quirc de Durro, la Iglesia de Santa María de Cardet y la Iglesia de la Assumpció de Cóll (en los enlaces tenéis vídeos de todas ellas). 

La Vall de Boí
Iglesia de Sant Joan de Boí

No hay que perderse la majestuosidad de las torres-campanario que lucen esbeltas y que cumplían una importante función de vigilancia del territorio y también de comunicación. Algunas de las torres de planta cuadrada conservan en sus fachadas sencillas decoraciones de frisos de dientes de sierra, bandas lombardas (lesenas) y arcos ciegos que dibujan rítmicamente el exterior de las paredes, ábsides y los campanarios.

La Vall de Boí
Iglesia de Sant Climent de Taüll

Merece la pena hacer una ruta por la Vall de Boí y por sus poblaciones: Cóll, Cardet, Barruera, Durro, Erill la Vall, Boí y Taüll, ya que conservan muchos elementos de su trazado medieval y bonitos ejemplos de la arquitectura característica de la zona (casas de piedra con tejados de pizarra decoradas con vigas, ventanas y balcones en madera). Contemplar las pinturas murales que cubren las paredes del interior de las iglesias (aunque la mayoría de las que se pueden ver son copias) en el lugar original, añaden un valor extra a la visita. Las pinturas románicas originales pueden verse en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) en Barcelona. No hay que olvidar que en el momento en que se decoraron estas iglesias, fue una época de oscuridad, analfabetismo y miedo a Dios. Es increíble entender la función original por las que fueron creadas estas pinturas: para revelar los valores espirituales en la sociedad medieval.

La Vall de Boí
Iglesia de La Nativitat de Durro

Personalmente los elementos que más me sorprendieron fueron: las cerraduras con cabeza de bovino (Boí) de la Iglesia de La Nativitat de Durro y la Iglesia de la Assumpció de Cóll, así como las tallas de madera del descendimiento de la cruz, de finales del siglo XII, de la Iglesia de Santa Eulàlia de Erill la Vall. La escena representa el momento en que José de Arimatea y Nicodemo bajan a Jesús de la Cruz, después de su muerte. A la izquierda se observa la figura de San Dimas, el Buen Ladrón que está mirando a Jesús, junto a la Virgen María. A la derecha se encuentran San Juan que sostiene un evangelio y a Gestas, el Mal Ladrón que saca la lengua y se burla de Cristo.

El conjunto románico de la Vall de Boí fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO el 30 de noviembre del año 2000.

El Conjunto de las Iglesias de Sant Pere (Terrassa)

El 13 de enero del año 615 se reunían en la Seu d'Ègara todos los obispos de la Tarraconense; la provincia de la Hispania Citerior. El Concilio de Ègara se celebró en la antigua catedral visigótica de Santa María (hoy desaparecida y de la que se conservan algunos restos de mosaicos), donde se ofició una misa de rito Hispano-Mozárabe, común en la diócesis egarense de aquel tiempo. De aquella Sede del antiguo Obispado de Ègara del siglo V, nos trasladamos a la actualidad.

Seu d'Ègara
Conjunto monumental de las Esglésies de Sant Pere de Terrassa

Un antiguo puente de piedra del siglo XII conduce hasta el espacio donde se alza hoy el Conjunto monumental de las Esglésies de Sant Pere de Terrassa. Está formado por tres templos ubicados en un mismo recinto y que abarcan diferentes épocas constructivas desde el siglo V hasta el XII. Su rico patrimonio artístico y arquitectónico lo sitúan entre uno de los diez monumentos más destacados del románico catalán. Su valor, por tanto, es equiparable a las iglesias románicas de la Vall de Boí, aunque no sean tan famosas.

Església de Santa Maria


Església de Santa Maria
Iglesia de Santa María

La Iglesia de Santa María es la única del conjunto que conserva un pequeño soportal. La entrada principal se realiza donde estaba situado el coro y a través de una cabecera del siglo V. El interior se ha habilitado para mostrar la riqueza del subsuelo arqueológico que se remonta al período ibérico y al romano de la ciudad de Egara (siglos V a. C.-III d. C.). A los dos lados de la nave de Santa María se conservan pinturas murales góticas del siglo XIV, así como fragmentos de mosaico de la primera basílica del siglo V y una lápida del siglo II. 

Església de Santa Maria
Pintura mural románica dedicada al martirio del arzobispo de Canterbury: Tomás Becket

En el transepto se encuentra la piscina bautismal del siglo V, pinturas murales góticas del siglo XIV y XV y el retablo gótico más famoso de Terrassa, el dedicado a los santos Abdón y Senén obra de Jaume Huguet del 1460. En el ábside se pueden ver varias pinturas originales pintadas en el año 1180, consideradas unas de las más importantes de Europa de la alta Edad Media. Una hermosa imagen de un Cristo en majestad y las pinturas románicas del siglo XII y XIII sobre la consagración, muerte y entierro de Santo Tomás Becket; Arzobispo de Canterbury, que decoran el interior de las paredes del ábside.

Església de Sant Miquel


Església de Sant Miquel
Iglesia de San Miguel

La Iglesia de San Miguel es el templo más pequeño del conjunto y el que ha permanecido con menores cambios desde su construcción (período prerrománico siglos IX y X). Su cúpula está sostenida por 8 columnas con capiteles de época tardorromana y visigóticos que rodean una piscina bautismal reconstruida. 

Església de Sant Miquel
Pinturas murales del siglo VI decoran el ábside de la Iglesia de San Miguel

Una escalera conduce hasta una cripta subterránea dedicada a Sant Celoni que convierte al templo en un espacio funerario. En el ábside destacan las pinturas murales del siglo VI que representan escenas alegóricas de la Ascensión y que están consideradas únicas en Europa, por su estilo y estado de conservación. Se cree que el edificio original presentaba una galería porticada en el exterior, hoy desaparecida.

Església de Sant Pere


Església de Sant Pere
Iglesia de San Pedro

Es difícil transmitir la importancia de un edificio si no miramos hacia el pasado y no nos ponemos en situación histórica. La Iglesia parroquial de San Pedro tiene sus raíces en el final del Imperio Romano y en los comienzos del cristianismo y en la actualidad aún se puede asistir a la celebración de alguna liturgia. El templo de estilo románico del siglo XII, con muros del siglo VI, presenta dos campanarios, un ábside trilobulado y conserva en su interior tres naves, un doble transepto y varias capillas. 

Església de Sant Pere
El retablo mural de Sant Pere destaca por su singularidad

En la nave pueden verse pinturas murales góticas del siglo XIV, la Capilla del Santísimo Sacramento conserva pinturas de Ricard Marlet de 1948 y la Capilla de San Valentín un retablo del siglo XVII. En el ábside destaca un retablo de piedra prerrománico del siglo X que recuerda a las formas que presentan algunas de las iglesias de época bizantina de Capadocia.

Camp de les ànimes
Restos de mosaico de la Basílica paleocristiana de Egara

Aún se pueden observar los quince siglos de historia de este lugar, en el suelo del patio exterior. Bautizado con el nombre de Camp de les ànimes (Campo de las almas) donde se conservan restos de mosaicos del pavimento de la basílica del siglo V, un impluvium o depósito para almacenar agua de lluvia del siglo IV, una piscina bautismal del siglo VI, silos romanos, sepulcros antropomorfos del siglo IX y un total de 900 tumbas que abarcan desde el año 600 hasta el 1300.

Más información: La Seu d'Ègara. Dirección: Plaça del Rector Homs s/n, 08222 Terrassa. Teléfono: 93 783 37 02. Horario: de martes a sábado de 10 a 13:30 h. y de 16 a 19 h. Domingos: de 11 a 14 h. Lunes y festivos cerrado. Entrada: 3 €. En Terrassa es casi imposible aparcar de manera gratuita. Las tarifas de aparcamiento son abusivas, te recomiendo que vengas en transporte público. Transporte: FGC S1 parada Terrassa Estació del Nord. Renfe C-4 Rodalies parada Terrassa. Web: La Seu d'Ègara.

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La Seu de Manresa y la Fira de l'Aixada

Fira de l'Aixada

La Seu de Manresa se encuentra situada en el antiguo centro de la ciudad medieval. Restos de aquella época remota son sus callejuelas estrechas y zigzagueantes, con nombres tan peculiares como Baixada dels Jueus, Carrer del Balç, Carrer Sobrerroca o Carrer Sant Miquel, donde aún resuenan los cascos de caballos y suspiros de princesas.

Puente Medieval Manresa
Pont Vell de Manresa
El río Cardoner resigue una parte de la antigua muralla que rodeaba Manresa en la Edad Media y se hace protagonista de las vistas desde el Parc de la Seu donde se instala cada año la Fira de l'Aixada; el Mercado Medieval de Manresa se celebra anualmente a finales del mes de febrero.

Manresa
Caballero medieval con armadura frente a La Seu de Manresa
La Colegiata Basílica de Santa María de Manresa fue iniciada en 1328 por el arquitecto Berenguer de Montagut, trabajos posteriores y años de inactividad forman parte de su historia y no es hasta el año 1488 que se considera que la obra está acabada. Hoy Santa María es más conocida por su nombre popular: La Seu de Manresa.

Manresa
Interior de la Basílica de Santa María de Manresa
En el interior de La Seu se exhiben algunos de los retablos góticos más importantes de Cataluña pero quizá lo más destacable, desde mi punto de vista, son la treintena de vidrieras que le confieren un juego de luces difícil de encontrar en edificios de estas características. Debajo del Altar Mayor se encuentra una misteriosa cripta barroca obra de Jaume Padró donde se guardan las reliquias de los mártires San Mauricio, San Fructuoso y Santa Agnes. Un claustro del siglo XVIII y uno románico del siglo XI completan la visita a esta joya medieval.

Manresa
Damas medievales durante una interpretación teatral
Llegado a este punto, sólo me queda invitaros a recorrer el ambiente del Parc de la Seu, la Plaça Major, la Plaça de Sant Ignasi Malalt y la Plaça Europa; los espacios habituales donde juglares, apuestos caballeros, hermosas zíngaras, reyes y obispos transitan entre el populacho, mercaderes venidos de tierras lejanas y hábiles artesanos que sin descanso venden sus productos en la Fira de l'Aixada.

La visita a Manresa y a su pasado medieval se completa perfectamente con la visita al Parc de La Sèquia; donde se conserva una obra de ingeniería hidráulica medieval única.

Más información: Fira de l'Aixada

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