La Seu de Manresa y la Fira de l'Aixada

Fira de l'Aixada

La Seu de Manresa se encuentra situada en el antiguo centro de la ciudad medieval. Restos de aquella época remota son sus callejuelas estrechas y zigzagueantes, con nombres tan peculiares como Baixada dels Jueus, Carrer del Balç, Carrer Sobrerroca o Carrer Sant Miquel, donde aún resuenan los cascos de caballos y suspiros de princesas.

Puente Medieval Manresa
Pont Vell de Manresa
El río Cardoner resigue una parte de la antigua muralla que rodeaba Manresa en la Edad Media y se hace protagonista de las vistas desde el Parc de la Seu donde se instala cada año la Fira de l'Aixada; el Mercado Medieval de Manresa se celebra anualmente a finales del mes de febrero.

Manresa
Caballero medieval con armadura frente a La Seu de Manresa
La Colegiata Basílica de Santa María de Manresa fue iniciada en 1328 por el arquitecto Berenguer de Montagut, trabajos posteriores y años de inactividad forman parte de su historia y no es hasta el año 1488 que se considera que la obra está acabada. Hoy Santa María es más conocida por su nombre popular: La Seu de Manresa.

Manresa
Interior de la Basílica de Santa María de Manresa
En el interior de La Seu se exhiben algunos de los retablos góticos más importantes de Cataluña pero quizá lo más destacable, desde mi punto de vista, son la treintena de vidrieras que le confieren un juego de luces difícil de encontrar en edificios de estas características. Debajo del Altar Mayor se encuentra una misteriosa cripta barroca obra de Jaume Padró donde se guardan las reliquias de los mártires San Mauricio, San Fructuoso y Santa Agnes. Un claustro del siglo XVIII y uno románico del siglo XI completan la visita a esta joya medieval.

Manresa
Damas medievales durante una interpretación teatral
Llegado a este punto, sólo me queda invitaros a recorrer el ambiente del Parc de la Seu, la Plaça Major, la Plaça de Sant Ignasi Malalt y la Plaça Europa; los espacios habituales donde juglares, apuestos caballeros, hermosas zíngaras, reyes y obispos transitan entre el populacho, mercaderes venidos de tierras lejanas y hábiles artesanos que sin descanso venden sus productos en la Fira de l'Aixada.

La visita a Manresa y a su pasado medieval se completa perfectamente con la visita al Parc de La Sèquia; donde se conserva una obra de ingeniería hidráulica medieval única.

Más información: Fira de l'Aixada

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