El conjunto románico de La Vall de Boí

La Vall de Boí se encuentra en la comarca leridana de la Alta Ribagorça donde la naturaleza ha sido generosa en desplegar su belleza. Extendidos por un extenso paraje de montañas y bosques, durante los siglos XI, XII y XIII se construyeron importantes y numerosos templos religiosos que dieron paso a una variada actividad constructora y artística.

Vall de Boí
Iglesia de Santa María de Cardet

El promotor de la idea fue el señor de Erill, un vasallo de los Condes de Pallars relacionado con la antigua sede episcopal de Roda de Isábena, que como demostración de poder y gracias a un viaje a Roma, quiso adquirir prestigio social, invirtiendo sus botines de guerra en la construcción de estas iglesias. No es de extrañar que su estilo constructivo nos acerque a la influencia del norte de Italia, al románico lombardo. Donde la sencillez destaca en el trabajo de las piedras, en los sillares de granito o en las columnas que separan las naves.

Vall de Boí
Ermita de Sant Quirc de Durro

Hasta el valle llegaron numerosos picapedreros, pintores y artesanos que con sus manos, arte y magia cincelaron, esculpieron, pintaron y decoraron un total de ocho iglesias y una ermita. Convirtieron a este conjunto, sin saberlo, en uno de los más importantes de Europa, gracias a su estilo arquitectónico, homogeneidad, estado de conservación y excepcional valor. Algunas características destacables y que se repiten en las iglesias de la Vall de Boí son: las cubiertas de madera, las bóvedas de cañón, así como los pórticos cubiertos, adosados a la fachada y que protegían la entrada de la iglesia a pesar de las aberturas en los extremos.

La Vall de Boí
Iglesia de la Assumpció de Cóll

Conocer el origen del románico catalán pasa inevitablemente por conocer los tesoros del interior de: la Iglesia de Sant Climent de Taüll, la Iglesia de Santa María de Taüll, la Iglesia de Sant Joan de Boí, la Iglesia de Santa Eulàlia de Erill la Vall, la Iglesia de Sant Feliu de Barruera, la Iglesia de La Nativitat de Durro, la Ermita de Sant Quirc de Durro, la Iglesia de Santa María de Cardet y la Iglesia de la Assumpció de Cóll (en los enlaces tenéis vídeos de todas ellas). 

La Vall de Boí
Iglesia de Sant Joan de Boí

No hay que perderse la majestuosidad de las torres-campanario que lucen esbeltas y que cumplían una importante función de vigilancia del territorio y también de comunicación. Algunas de las torres de planta cuadrada conservan en sus fachadas sencillas decoraciones de frisos de dientes de sierra, bandas lombardas (lesenas) y arcos ciegos que dibujan rítmicamente el exterior de las paredes, ábsides y los campanarios.

La Vall de Boí
Iglesia de Sant Climent de Taüll

Merece la pena hacer una ruta por la Vall de Boí y por sus poblaciones: Cóll, Cardet, Barruera, Durro, Erill la Vall, Boí y Taüll, ya que conservan muchos elementos de su trazado medieval y bonitos ejemplos de la arquitectura característica de la zona (casas de piedra con tejados de pizarra decoradas con vigas, ventanas y balcones en madera). Contemplar las pinturas murales que cubren las paredes del interior de las iglesias (aunque la mayoría de las que se pueden ver son copias) en el lugar original, añaden un valor extra a la visita. Las pinturas románicas originales pueden verse en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) en Barcelona. No hay que olvidar que en el momento en que se decoraron estas iglesias, fue una época de oscuridad, analfabetismo y miedo a Dios. Es increíble entender la función original por las que fueron creadas estas pinturas: para revelar los valores espirituales en la sociedad medieval.

La Vall de Boí
Iglesia de La Nativitat de Durro

Personalmente los elementos que más me sorprendieron fueron: las cerraduras con cabeza de bovino (Boí) de la Iglesia de La Nativitat de Durro y la Iglesia de la Assumpció de Cóll, así como las tallas de madera del descendimiento de la cruz, de finales del siglo XII, de la Iglesia de Santa Eulàlia de Erill la Vall. La escena representa el momento en que José de Arimatea y Nicodemo bajan a Jesús de la Cruz, después de su muerte. A la izquierda se observa la figura de San Dimas, el Buen Ladrón que está mirando a Jesús, junto a la Virgen María. A la derecha se encuentran San Juan que sostiene un evangelio y a Gestas, el Mal Ladrón que saca la lengua y se burla de Cristo.

El conjunto románico de la Vall de Boí fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO el 30 de noviembre del año 2000.

El Conjunto de las Iglesias de Sant Pere (Terrassa)

El 13 de enero del año 615 se reunían en la Seu d'Ègara todos los obispos de la Tarraconense; la provincia de la Hispania Citerior. El Concilio de Ègara se celebró en la antigua catedral visigótica de Santa María (hoy desaparecida y de la que se conservan algunos restos de mosaicos), donde se ofició una misa de rito Hispano-Mozárabe, común en la diócesis egarense de aquel tiempo. De aquella Sede del antiguo Obispado de Ègara del siglo V, nos trasladamos a la actualidad.

Seu d'Ègara
Conjunto monumental de las Esglésies de Sant Pere de Terrassa

Un antiguo puente de piedra del siglo XII conduce hasta el espacio donde se alza hoy el Conjunto monumental de las Esglésies de Sant Pere de Terrassa. Está formado por tres templos ubicados en un mismo recinto y que abarcan diferentes épocas constructivas desde el siglo V hasta el XII. Su rico patrimonio artístico y arquitectónico lo sitúan entre uno de los diez monumentos más destacados del románico catalán. Su valor, por tanto, es equiparable a las iglesias románicas de la Vall de Boí, aunque no sean tan famosas.

Església de Santa Maria


Església de Santa Maria
Iglesia de Santa María

La Iglesia de Santa María es la única del conjunto que conserva un pequeño soportal. La entrada principal se realiza donde estaba situado el coro y a través de una cabecera del siglo V. El interior se ha habilitado para mostrar la riqueza del subsuelo arqueológico que se remonta al período ibérico y al romano de la ciudad de Egara (siglos V a. C.-III d. C.). A los dos lados de la nave de Santa María se conservan pinturas murales góticas del siglo XIV, así como fragmentos de mosaico de la primera basílica del siglo V y una lápida del siglo II. 

Església de Santa Maria
Pintura mural románica dedicada al martirio del arzobispo de Canterbury: Tomás Becket

En el transepto se encuentra la piscina bautismal del siglo V, pinturas murales góticas del siglo XIV y XV y el retablo gótico más famoso de Terrassa, el dedicado a los santos Abdón y Senén obra de Jaume Huguet del 1460. En el ábside se pueden ver varias pinturas originales pintadas en el año 1180, consideradas unas de las más importantes de Europa de la alta Edad Media. Una hermosa imagen de un Cristo en majestad y las pinturas románicas del siglo XII y XIII sobre la consagración, muerte y entierro de Santo Tomás Becket; Arzobispo de Canterbury, que decoran el interior de las paredes del ábside.

Església de Sant Miquel


Església de Sant Miquel
Iglesia de San Miguel

La Iglesia de San Miguel es el templo más pequeño del conjunto y el que ha permanecido con menores cambios desde su construcción (período prerrománico siglos IX y X). Su cúpula está sostenida por 8 columnas con capiteles de época tardorromana y visigóticos que rodean una piscina bautismal reconstruida. 

Església de Sant Miquel
Pinturas murales del siglo VI decoran el ábside de la Iglesia de San Miguel

Una escalera conduce hasta una cripta subterránea dedicada a Sant Celoni que convierte al templo en un espacio funerario. En el ábside destacan las pinturas murales del siglo VI que representan escenas alegóricas de la Ascensión y que están consideradas únicas en Europa, por su estilo y estado de conservación. Se cree que el edificio original presentaba una galería porticada en el exterior, hoy desaparecida.

Església de Sant Pere


Església de Sant Pere
Iglesia de San Pedro

Es difícil transmitir la importancia de un edificio si no miramos hacia el pasado y no nos ponemos en situación histórica. La Iglesia parroquial de San Pedro tiene sus raíces en el final del Imperio Romano y en los comienzos del cristianismo y en la actualidad aún se puede asistir a la celebración de alguna liturgia. El templo de estilo románico del siglo XII, con muros del siglo VI, presenta dos campanarios, un ábside trilobulado y conserva en su interior tres naves, un doble transepto y varias capillas. 

Església de Sant Pere
El retablo mural de Sant Pere destaca por su singularidad

En la nave pueden verse pinturas murales góticas del siglo XIV, la Capilla del Santísimo Sacramento conserva pinturas de Ricard Marlet de 1948 y la Capilla de San Valentín un retablo del siglo XVII. En el ábside destaca un retablo de piedra prerrománico del siglo X que recuerda a las formas que presentan algunas de las iglesias de época bizantina de Capadocia.

Camp de les ànimes
Restos de mosaico de la Basílica paleocristiana de Egara

Aún se pueden observar los quince siglos de historia de este lugar, en el suelo del patio exterior. Bautizado con el nombre de Camp de les ànimes (Campo de las almas) donde se conservan restos de mosaicos del pavimento de la basílica del siglo V, un impluvium o depósito para almacenar agua de lluvia del siglo IV, una piscina bautismal del siglo VI, silos romanos, sepulcros antropomorfos del siglo IX y un total de 900 tumbas que abarcan desde el año 600 hasta el 1300.

Más información: La Seu d'Ègara. Dirección: Plaça del Rector Homs s/n, 08222 Terrassa. Teléfono: 93 783 37 02. Horario: de martes a sábado de 10 a 13:30 h. y de 16 a 19 h. Domingos: de 11 a 14 h. Lunes y festivos cerrado. Entrada: 3 €. En Terrassa es casi imposible aparcar de manera gratuita. Las tarifas de aparcamiento son abusivas, te recomiendo que vengas en transporte público. Transporte: FGC S1 parada Terrassa Estació del Nord. Renfe C-4 Rodalies parada Terrassa. Web: La Seu d'Ègara.

Si te ha gustado este artículo quizás te interese conocer el Monestir de Sant Benet de Bages o el Monestir de Poblet.

La Roca Foradada de Cantonigròs

La Roca Foradada
La Roca Foradada

Quizás para muchos la Comarca de Osona les suene bastante lejana y desconocida a pesar de que se encuentra en la provincia de Barcelona. Seguramente no es la región más visitada de Catalunya, pero esconde poblaciones encantadoras y lugares que parecen sacados de un cuento medieval. Nos encontramos en el interior, a 15 kilómetros de Vic (ciudad que recomiendo visitar) y a 80 kilómetros de la ciudad de Barcelona, pero os va a parecer otro mundo. 

Hoy toca calzarse las botas de montaña y colgarse la mochila bien aprovisionada de agua, tentempiés y espíritu de caminante. Atentos, ahora viene lo más difícil, situar en un mapa los nombres de Santa María de Corcó, L'Esquirol y Cantonigròs con la única intención de visitar La Roca Foradada. Seguramente hay que estar loco, para hacer una escapada sólo para ver un agujero en una pared de piedra, sí, aunque en defensa de mi cordura diré que no es un agujero cualquiera.

Camino hacia La Roca Foradada

Junto al Campo de Fútbol de Cantonigròs encontraremos un sendero en bajada de poco más de 1 km, sin apenas dificultad (aunque en zonas sombrías hay que evitar los resbalones) y que forma parte del GR-151. La mayor parte del camino transcurre entre castaños, robles y alcornoques que esconden perfectamente nuestro destino final, un salto de agua de unos 15 metros de altura que se encuentra en un entorno privilegiado.

Reflejos en La Roca Foradada

La pared de piedra se alza como un anfiteatro geológico que tiene horado en una de sus paredes una ventana mágica por donde entra la luz y los rayos juegan con el agua. Para ello hay que tener la suerte de que se den varios factores:

La Roca Foradada
Cascada en La Roca Foradada
  • Que sea época de lluvias o al menos, no de sequía, ya que la cascada se alimenta del agua proveniente del Torrent de la Rotllada y la Riera de Sant Julià.
  • Que el día se presente soleado y sea mediodía.
  • Que no esté lleno de gente y parezca menos bucólico que Las Ramblas.

La Roca Foradada
La Roca Foradada

La excursión de ida y vuelta no ocupa más de hora y media incluyendo alguna parada, a no ser que quieras darte un chapuzón o acceder al otro lado de La Foradada. Si tienes tiempo para descubrir otros lugares encantadores de la Sierra de Collsacabra, dirige tus pasos a Rupit i Pruit, un pueblo construido en piedra, pequeño y coqueto del que tengo pendiente escribir otro día.

Más información: Se puede comer en Brasería Cal Carreter por 11 € el menú. Dirección: Carretera de Vic a Olot 12, 08569 L'Esquirol. Martes cerrado.

De ruta por la Tarragona romana

Imperial Tarraco

Durante la celebración del Festival romano de Tarragona se recrea la época romana

A orillas del Mar Mediterráneo nació del poder y la expansión romana la hermosa Imperial Tarraco; una de las ciudades más importantes de Hispania y su primera capital romana. Fundada por Publio Cornelio Escipión en el año 218 a. C., gracias a la ubicación privilegiada de su puerto y a las posibilidades de explotación agrícola de su extensa llanura, su expansión fue muy rápida. No tardaría el Emperador Octavio Augusto en nombrarla capital de la Hispania Citerior tras convertirla en el campamento de invierno de las tropas romanas que combatían contra los íberos.

Circo
Parte del circo romano de Tarraco permanece oculto bajo los edificios de la ciudad

En el año 45 a. C. Julio Cesar la convirtió en la Colonia Julia Urbs Triumphalis Tarraconensis. Fue bajo el mandato de Adriano y Trajano que le llegaría la etapa de máximo esplendor. En el año 2000 Tarragona fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Los puntos claves para conocer el pasado romano de Tarragona son:

Fórum Provincial
Los restos del Foro Provincial son visibles en la Plaça del Pallol, Plaça del Fòrum y Plaça del Rei

El Foro Provincial de la antigua Tarraco se extiende por las actuales plazas de Tarragona. Fue construido en el siglo I y servía para tratar temas de gobierno y como sede de la administración pública de la provincia romana Tarraconense. En la Plaça del Pallol se puede ver parte de una puerta y muros romanos. En la Plaza del Fórum; una de las más grandes del Imperio Romano (en la imagen superios), se alza una parte de los muros del recinto original que llegó a medir 318 metros por 175 m.

Passeig Arqueològic
Passeig Arqueològic de Tarragona

El Passeig Arqueològic de Tarragona está configurado por un recinto amurallado bien conservado de 1.100 metros, aunque el trazado original presentaba un recorrido de 4 km de perímetro. Está formado por la primera muralla romana de piedra construida entre los años 217 y 197 a. C. de la que se conservan tres torres (la del Arquebisbe, Cabiscol y Minerva que ha conservado un destacado relieve de la Diosa).

Muralla
Las murallas de Tarragona son la construcción romana más antigua fuera de Italia

El Portal del Roser es la puerta adovelada que servía de acceso a la ciudad romana, se conservan varias columnas y estatuas de la época, incluida la realizada en bronce de la Loba Capitolina que pueden verse siguiendo el recorrido de sus muros. A lo largo del tiempo, a partir del siglo XIV y hasta el siglo XVIII, a la muralla romana se le fueron añadiendo otras fortificaciones medievales y modernas. La base romana está realizada con pedruscos ciclópeos y sillares almohadillados firmados por los canteros que los realizaron, hasta alcanzar una altura de muralla de 6 metros.

Museo Nacional Arqueológico
El Mosaico de la Medusa es el emblema del Museu Nacional Arqueològic de Tarragona

En el Museu Nacional Arqueològic de Tarragona se puede descubrir cómo era la ciudad romana de Tarraco gracias a una maqueta realizada con todo lujo de detalles. En el museo encontrarás además restos arquitectónicos, esculturas, cerámica, mosaicos, monedas, así como objetos de uso personal y cotidiano de la antigua Tarraco como ánforas o lámparas de aceite encontrados durante las excavaciones y obras de restauración.

.Pretorio
La torre romana del Pretorio se encuentra junto al Museu Nacional Arqueològic de Tarragona

Junto al Museo Arqueológico de la Plaça del Rei verás el Pretorio Romano o Torre de Pilatos; un edificio de gobierno de planta casi cuadrada construido en el siglo I que se convertiría en palacio y residencia real de la Corona de Aragón en el siglo XIV. Los restos de su pasado romano están presentes en los muros de grandes sillares almohadillados, en sus dos puertas, en las bóvedas superpuestas y en la fachada tímidamente decorada. Aquí tienen lugar los conciertos de música romana durante la celebración anual del Festival de Tarraco Viva.




En la Plaça de la Font se encontraba la arena del Circo Romano de Tarragona, construido a finales del siglo I durante el mandato del Emperador Domiciano. Dicen que es uno de los circos mejor conservados de Europa, medía 325 metros de longitud y 115 metros de anchura y tenía capacidad para 20.000 espectadores. Era el lugar destinado para las carreras de caballos y carros y es posible imaginarse su frenética actividad paseando por las galerías subterráneas, aunque lo mejor es descubrir en algún local, los restos de las gradas y las bóvedas romanas que formaban parte del circo.

Tarraco Viva
Durante la celebración de Tarraco Viva los gladiadores regresan al anfiteatro de Tarragona

En el Anfiteatro romano de Tarragona se celebraban los munera gladiatoria (luchas de gladiadores) y las venationes (luchas o cacerías de fieras) típicas de los espectáculos romanos. Fue construido a principios del siglo II con forma oval y unas proporciones de 109'5 metros por 86'5 m. Aquí fueron quemados vivos los primeros cristianos y también sufrirían martirio, el 21 de enero del año 259, San Fructuoso (Obispo de Tarragona) y sus diáconos Augurio y Eulogio.  

Anfiteatro
El Anfiteatro de Tarragona tenía capacidad para 14.000 espectadores

Este hecho motivaría la construcción en el siglo VI de una basílica paleocristiana dedicada a los mártires, de la que aún quedan restos de sus cimientos. Parte de las gradas que rodean la arena elíptica del Anfiteatro de Tarragona aprovechan la pendiente y tienen como espléndido mirador al Mare Nostrum, el resto de la grada meridional se sustenta sobre arcos y bóvedas.

Foro Local
El Foro Local de Tarragona fue construido alrededor del año 30 a. C.

El Fórum de la Colonia o Foro Local fue el centro de la vida social, administrativa y política de Tarraco. El espacio era utilizado para tratar los temas locales, mientras en el Foro Provincial se trataban los temas de la Hispania Citerior. Algunos historiadores creen que si San Pablo visitó la ciudad y predicó su fe, fue con toda seguridad en este lugar. Se conservan restos de una basílica construida en tiempos del Emperador Augusto, una calle romana, así como restos de casas y columnas de la época.

Tarraco Viva
Durante el Festival de Tarraco Viva, Tarragona vuelve a época romana

Durante la segunda quincena de mayo tiene lugar el importante festival de Tarraco Viva, una oportunidad única para vivir el mundo romano a través de representaciones y una puesta en escena que incluye reconstrucciones históricas y las deliciosas jornadas gastronómicas de Tarraco a Taula. Si visitas Tarragona quizás te interese disfrutar de la cocina del Bar El Cortijo o de una visita a la Catedral de Tarragona. Puedes solicitar más información en la Oficina de Turismo de Tarragona ya que hay algunos lugares que permanecen cerrados por restauración.

Los viajes más populares