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La Roca Foradada de Cantonigròs

La Roca Foradada
La Roca Foradada

Quizás para muchos la Comarca de Osona les suene bastante lejana y desconocida a pesar de que se encuentra en la provincia de Barcelona. Seguramente no es la región más visitada de Catalunya, pero esconde poblaciones encantadoras y lugares que parecen sacados de un cuento medieval. Nos encontramos en el interior, a 15 kilómetros de Vic (ciudad que recomiendo visitar) y a 80 kilómetros de la ciudad de Barcelona, pero os va a parecer otro mundo. 

Hoy toca calzarse las botas de montaña y colgarse la mochila bien aprovisionada de agua, tentempiés y espíritu de caminante. Atentos, ahora viene lo más difícil, situar en un mapa los nombres de Santa María de Corcó, L'Esquirol y Cantonigròs con la única intención de visitar La Roca Foradada. Seguramente hay que estar loco, para hacer una escapada sólo para ver un agujero en una pared de piedra, sí, aunque en defensa de mi cordura diré que no es un agujero cualquiera.

Camino hacia La Roca Foradada

Junto al Campo de Fútbol de Cantonigròs encontraremos un sendero en bajada de poco más de 1 km, sin apenas dificultad (aunque en zonas sombrías hay que evitar los resbalones) y que forma parte del GR-151. La mayor parte del camino transcurre entre castaños, robles y alcornoques que esconden perfectamente nuestro destino final, un salto de agua de unos 15 metros de altura que se encuentra en un entorno privilegiado.

Reflejos en La Roca Foradada

La pared de piedra se alza como un anfiteatro geológico que tiene horado en una de sus paredes una ventana mágica por donde entra la luz y los rayos juegan con el agua. Para ello hay que tener la suerte de que se den varios factores:

La Roca Foradada
Cascada en La Roca Foradada
  • Que sea época de lluvias o al menos, no de sequía, ya que la cascada se alimenta del agua proveniente del Torrent de la Rotllada y la Riera de Sant Julià.
  • Que el día se presente soleado y sea mediodía.
  • Que no esté lleno de gente y parezca menos bucólico que Las Ramblas.

La Roca Foradada
La Roca Foradada

La excursión de ida y vuelta no ocupa más de hora y media incluyendo alguna parada, a no ser que quieras darte un chapuzón o acceder al otro lado de La Foradada. Si tienes tiempo para descubrir otros lugares encantadores de la Sierra de Collsacabra, dirige tus pasos a Rupit i Pruit, un pueblo construido en piedra, pequeño y coqueto del que tengo pendiente escribir otro día.

Más información: Se puede comer en Brasería Cal Carreter por 11 € el menú. Dirección: Carretera de Vic a Olot 12, 08569 L'Esquirol. Martes cerrado.

La Catedral de Vic

Catedral de Vic

La Catedral de Vic, dedicada a San Pedro, fue consagrada en el año 1038 por el obispo Oliba, un personaje singular nacido en el año 970, hijo de los condes de Cerdaña y Besalú, y bisnieto de Wifredo el Velloso (c. 840-897), conde de Barcelona, que consolidó la independencia de los condados catalanes y fundó la dinastía que unificó Cataluña. Considerada una de las joyas de la ciudad, estoy segura de que la Catedral de Sant Pere de Vic os sorprenderá.

Catedral de Vic
La fachada neoclásica de la catedral de Vic destaca por su sobria monumentalidad

El edificio actual se levantó sobre un templo primitivo de época románica, del cual se conserva la torre campanario, de planta cuadrada, de estilo románico lombardo del siglo XI. Destaca por su decoración de arcos y bandas lombardas, separadas por frisos de esquinillas. La cripta, con tres naves separadas por columnas que sostienen bóvedas de crucería, conserva diecisiete capiteles decorados con motivos vegetales, datados hacia el año 975. 

Catedral de Vic
La nave principal destaca por su amplitud, elegancia clásica y decoración sobria monumental

La gran remodelación en estilo neoclásico, llevada a cabo por Josep Morató i Codina entre 1781 y 1803, es la que ha perdurado hasta la actualidad. El interior de la Catedral de Vic impresiona con sus tres naves de líneas sobrias y una estructura monumental que destila elegancia y solidez. Los esbeltos pilares de planta cuadrada destacan por una fina decoración de estrías que acentúan su verticalidad, elevándose hacia grandes capiteles corintios que coronan sus fustes. 

Catedral de Vic
Sert retrató a Jacobus y Lucas con fuerza expresiva, cuerpos tensos y dramatismo bíblico

Más allá de sus raíces románicas y de la imponente estructura neoclásica actual, la catedral destaca por albergar uno de los conjuntos de pinturas murales más impresionantes del siglo XX, obra del pintor catalán Josep María Sert (1874-1945). La intervención de Sert en la catedral de Vic constituye una obra monumental, profundamente emocional, que conecta la narrativa bíblica con el dramatismo y la fuerza de las formas humanas en una estética única. 

Un encargo de magnitudes épicas


Catedral de Vic
Josep María Sert está considerado el mejor pintor muralista de los años treinta

En 1927, Josep María Sert recibió el encargo de decorar la catedral de Vic, lo que para él significaba un retorno a sus raíces artísticas y una oportunidad de expresar la máxima esencia de su estilo pictórico. Ya conocido por sus murales en el Rockefeller Center de Nueva York y el edificio de la Sociedad de Naciones en GinebraSert fue elegido por su habilidad artística y su capacidad para crear grandes composiciones que parecían “salir de las paredes”.

Catedral de Vic
Sert exploró temas bíblicos con figuras musculosas en poses dramáticas y expresivas

Sert también diseñó quince paneles para uno de los comedores de gala del Hotel Waldorf Astoria, un icónico espacio que encarnó la elegancia del Art Déco. Su estilo, caracterizado por el uso de tonos marrones, dorados y negros, junto a figuras de gran dinamismo y tensión emocional, encajaba perfectamente con el espíritu que se deseaba imprimir en el templo. 

Catedral de Vic
La Catedral de Vic fue declarada Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931

Sin embargo, los primeros murales que Sert pintó para la catedral de Vic se perdieron trágicamente en 1936, durante los primeros días de la Guerra Civil Española, cuando un incendio provocado destruyó la decoración. Esta pérdida, paradójicamente, resultó en una segunda y mejorada intervención de Sert, quien decidió reinventar por completo la obra. 

La segunda decoración de Sert: Un nuevo comienzo

Catedral de Vic
Una Cruz de gran tamaño preside el Altar Mayor de la Catedral de Vic

Esta vez, el pintor dejó de lado los elementos anteriores para crear una nueva serie de composiciones que, hoy en día, son consideradas la cúspide de su carreraLejos de intentar reproducir el primer ciclo de pinturas, Sert optó por una aproximación completamente distinta en temática, estilo y color. 

Catedral de Vic
Las pinturas de Sert de la Catedral de Vic están consideradas la culminación de su obra

Aunque las primeras obras de la catedral ya incluían figuras poderosas y musculosas, la segunda decoración pone un énfasis aún mayor en el aspecto humano y en el dramatismo emocionalEn total, las composiciones abarcan un total de veintidós lienzos que fueron finalizados en 1945, un mes antes del fallecimiento del pintor, convirtiéndose en el último gran proyecto del artista antes de su muerte. 

Catedral de Vic
El segundo ciclo de pinturas murales fue realizado por Sert entre 1940 y 1945

Los temas bíblicos son reinterpretados con un lenguaje visual propio de Sert. Los cuerpos desnudos y robustos, creados por Sert, en posturas tensas, simbolizan la lucha, el sacrificio y la redención. El pintor catalán consigue dotar de vida las escenas utilizando la técnica en grisalla, con tonos monocromáticos que refuerzan la tridimensionalidad de las figuras. 

Catedral de Vic
Esta obra, terminada el año 1945, es la más grande en cuanto a dimensiones y número de piezas

Estas figuras, aunque están fijadas a los muros, parecen liberarse del plano bidimensional, proyectándose hacia el espectador como si fueran esculturasLa atmósfera que Sert logró en la catedral de Vic rompe con la estética tradicional de un espacio eclesiástico

Catedral de Vic
La técnica en grisalla logra un efecto tridimensional impactante

En lugar de un ambiente de recogimiento y serenidad, sus murales imponen un ambiente de solemnidad y magnitud que impacta y sobrecoge. Los colosales cortinajes rojos, las densas nubes, los objetos descomunales y los cuerpos en movimientos intensos crean una “sinfonía visual” que recuerda a la pintura barroca, con referencias a Rubens y al manierismo. 

Un espacio transformado: Dramatismo y experiencia espiritual


Catedral de Vic
El conjunto pictórico es muy distinto a cualquier otro interior de catedral que podamos conocer

La exageración en el tamaño y en la postura de las figuras ayuda a enfatizar la fuerza de los valores cristianos y el dramatismo de las escenas. Sin embargo, a diferencia del estilo barroco, Sert emplea una composición fragmentada que aumenta el dinamismo de cada escena, permitiendo al espectador sumergirse en cada una de ellas, como si fueran relatos independientes. 

Catedral de Vic
Sert emplea la técnica de grisalla para resaltar la tridimensionalidad de sus murales

El efecto es inmediato y abrumador. Desde el momento en que se entra en la catedral de Vic, los murales de Sert envuelven al visitante en una sensación de movimiento continuo. Las figuras representadas parecen interactuar entre sí y con el espectador, desafiando la estabilidad de los muros y creando una ilusión de profundidad y tridimensionalidad que transforma el espacio religioso en un entorno teatral. 

Catedral de Vic
La decoración presenta temas del Evangelio, resaltados en dorados

Cada sección invita a ser contemplada en detalle, desde los poderosos desnudos humanos hasta los elementos simbólicos como serpientes, escaleras que no llevan a ningún lugar y figuras mitológicas, que Sert utiliza para expresar temas como el conflicto y la elevación espiritual.  

Técnica y simbología: La fuerza de lo humano y lo divino


Catedral de Vic
Las pinturas de Sert son escenas intensamente expresivas

Uno de los elementos más característicos de las pinturas de Sert en la catedral de Vic es el uso de la grisalla, una técnica que crea un efecto monocromático, simulando esculturas de bronce o piedra sobre la superficie plana de las paredes. Esta técnica, que emplea principalmente grises, ocres y dorados, se complementa con el uso de rojos profundos en los cortinajes, color que simboliza la pasiónEsta paleta limitada pero intensa, junto con la textura de los murales, da al espacio una sensación de relieve y profundidad, como si cada pintura fuera un bajorrelieve en lugar de un lienzo. 

Catedral de Vic
La grisalla ayuda a dar al conjunto una atmósfera especial y monumental

La temática es igualmente fascinante. Sert introduce elementos que simbolizan la dualidad humana y el destino: cuerpos que parecen árboles, escaleras que se pierden en el vacío. Sus figuras son musculosas y expresan una violencia contenida, como si estuvieran atrapadas en una lucha perpetua. Es una simbología que, en el contexto de una catedral, nos habla de la vida espiritual y del conflicto constante entre el bien y el mal, entre lo terrenal y lo divino.  

La Catedral de Vic hoy: Un monumento vivo


Catedral de Vic
Los tonos monocromáticos del resto de elementos decorativos, acentúan la cohesión estética

Actualmente, la Catedral de Vic se ha convertido en un destino esencial para quienes desean comprender la obra de Sert en toda su magnitud. Este conjunto mural es el mayor logro de su carrera y una de las muestras de pintura mural más importantes del siglo XX. La experiencia de visitar la catedral es única, un viaje visual y emocional que permite redescubrir los temas bíblicos y espirituales desde la perspectiva de uno de los muralistas más destacados de su tiempo

Catedral de Vic
Las pinturas de Sert de la Catedral de Vic son una fusión de emoción y espiritualidad

La ciudad de Vic ha sabido conservar el vínculo con Sert, convirtiéndose en un punto de referencia para los amantes de su obra. Además de la catedral, el Museo Episcopal de Vic y otros espacios expositivos de la ciudad ofrecen un recorrido por su trayectoria, permitiendo a los visitantes profundizar en la influencia y el impacto de este artista en el arte catalán y mundial. Josep María Sert transformó la Catedral de Vic en una obra de arte en sí misma. 

Catedral de Vic
Colección de esbeltos pilares cuadrados con estrías y capiteles corintios de la nave

La obra de Sert convirtió el templo en un espacio donde lo humano y lo divino se fusionan en un espectáculo visual de profunda carga emocional. La fuerza de sus murales, su técnica innovadora y su capacidad para reinterpretar la narrativa bíblica hacen de la catedral de Vic un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia artística y espiritual única. Cada rincón de este espacio invita a la reflexión y al asombro, y su grandeza asegura que, quien lo visite, difícilmente olvidará la experiencia.

Más información: Catedral de Vic. Dirección: Plaça de la Catedral s/n, 08500 Vic. Tel.: 93 886 44 49. Entrada a la nave: gratuita. Entrada a la Cripta y el Claustro: 2 €. Horario: diariamente de 10 a 13 h y de 16 a 19 h.

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