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Villa Cavrois: un icono arquitectónico del siglo XX

Villa Cavrois

Si os hablara de arquitectos como Alvar Aalto, Le Corbusier, Oscar Niemeyer, Frank Lloyd Wright o Ludwig Mies van der Rohe seguramente los consideraríais nombres importantes en el mundo de la arquitectura, pero hablar del arquitecto francés Robert Mallet-Stevens y que a alguien le suene, ya es más complicado.

Así como Josep Maria Jujol vivió a la sombra de la figura de Antoni Gaudí, Robert Mallet-Stevens (1886 - 1945) trabajó a la sombra de otros grandes arquitectos de su época, pasó casi inadvertido hasta que una exposición en 1980 en el Centro Pompidou, hizo resurgir la obra y el legado de este casi completo desconocido.

Vídeo de Tourisme Nord-Pas de Calais - Créateurs d'Horizons

La época de Robert Mallet-Stevens


Los trabajos realizados con motivo de la Exposición de Artes Decorativas de París de 1925 le valdrían a este arquitecto algún que otro “escándalo y revolución” debido a la modernidad de su obra y al estilo demasiado avanzado a su época, pero también le serviría para cerrar algún que otro contrato para la construcción en Francia de varias villas burguesas. Fue así como el diseñador de moda Paul Poirot le encargó la construcción de su villa o el empresario textil Paul Cavrois se rindió ante la magia del arquitecto, como lo haría en la misma época otro empresario textil, Eusebi Güell, con otro gran artista, Antoni Gaudí.

Entre los años 1929 y 1932 se realizaron los trabajos de construcción de la Villa Cavrois, mientras en el vecindario las casas construidas eran de estilo más bien inglés, en Croix aparecería una llamativa casa unifamiliar con capacidad para nueve personas con 2.400 m2 de superficie repartidos en 3 alturas. Entre 1940 y 1944 la casa fue ocupada por soldados nazis que la convertirían en cuartel militar para 200 hombres. Posteriormente entre 1947 y 1955 Pierre Barbe, arquitecto interiorista que participó en la construcción inicial, realizaría obras de ampliación en Villa Cavrois, ya que por desgracia Robert Mallet-Stevens fallecería en 1945. En 1986 comenzaría la decadencia y abandono de la casa familiar hasta casi su completa destrucción. No sería hasta el año 1990, cuando la Villa Cavrois fue declarada Monumento Histórico de Francia. Esta distinción “in extremis” la salvaría de su desaparición, ya que una Asociación para la defensa y conservación del edificio, se puso en marcha en 1999, con un gran proyecto para recuperar el monumento, que en la actualidad podemos contemplar.

Villa Cavrois
Entrada a la Villa Cavrois

El verdadero lujo, es vivir en un marco luminoso, alegre, ampliamente aireado y bien calentado, con los menos gestos inútiles posibles y el mínimo de sirvientes”
(Robert Mallet-Stevens)

El castillo modernista de Villa Cavrois


Las cifras en lo que concierne a Villa Cavrois son siempre superlativas, los trabajos de restauración han ascendido a 23 millones de euros. La fachada, construida con ladrillos de color amarillo especialmente fabricados para esta casa, mide 60 metros de longitud en uno de sus lados. El volumen es importante en esta vivienda, así como los juegos lineales y el contraste de los colores. Los espacios de color negro que separa cada ladrillo dibujan hipnóticas líneas visuales. Quizás esta grandiosidad en la forma sirve de homenaje a las residencias aristocráticas que se construían en el siglo XVIII y que aún eran presentes en el vecindario de Croix.

El diseño y los elementos de Villa Cavrois forman parte intrínseca del propio edificio, como si la obra arquitectónica quisiera extenderse a los muebles, lámparas, suelos y paredes para formar un ser único y excepcional. 

Lujo, elegancia y simplicidad definirían muy bien las diferentes estancias que encontramos en esta residencia. ¿Quieres acompañarme a conocerla?

Villa Cavrois
Chimenea en el salón de la Villa Cavrois

El vestíbulo bien iluminado nos invita a empezar rápidamente la visita y a la vez nos sorprende, estamos en una vivienda construida en plena década de Al Capone y Joséphine Baker, algo que iremos olvidando o recordando según la estancia donde nos encontremos. La primera sala que descubrimos es el enorme salón de una altura considerable y con un magnífico ventanal que da al jardín. Con su luminosidad, inunda y embellece la sala cubierta de láminas de parquet de madera. A un lado se encuentra una chimenea con escalones en forma de media luna, fabricados en mármol de Siena que adquiere diferentes tonalidades según las horas del día. Junto a la chimenea una puerta esconde el acceso a una sala de fumadores con una doble entrada para acceder también desde el despacho, donde destacan las paredes forradas de madera y los muebles integrados en el mismo material y que le dan un foco de atención a la moderna construcción que sirve de leñero.

Villa Cavrois
Aunque parezca mentira, la Villa Cavrois fue una vivienda familiar

Al lado del despacho se encuentran los dos dormitorios juveniles decorados con muebles de llamativos colores que recuerdan más bien a la década de los años 60. Ambas habitaciones tienen acceso a la terraza que sirve de mirador al jardín y también acceden a la piscina.

Villa Cavrois
Un gran espejo preside el comedor de la Villa Cavrois

Debemos volver al centro de la planta baja para poder acceder desde el salón o desde el largo pasillo, al elegante comedor; donde los muebles art-déco en madera de peral de color negro juegan al escondite con las paredes de mármol verde procedente de Suecia. Este gran espacio, con un enorme espejo que duplica la luz de la estancia, tiene salida al jardín de 17.600 m2.

Villa Cavrois
Detalle de la cocina de la Villa Cavrois

Pero si alguna de las estancias merece el calificativo de vanguardista es la cocina, un espacio subdividido en varias salas y que permite un desorbitado espacio para almacenaje, limpieza y preparación de multitudinarios ágapes. En el “Office” destacan los muebles blancos totalmente integrados en la pared de forma redondeada. La cocina propiamente dicha, ocupa toda la anchura de la vivienda. Parece que los propietarios eran muy dados a realizar grandes celebraciones y las fiestas eran algo habitual en Villa Cavrois. El damero blanco y negro del suelo de la cocina distrae la mirada tanto como las dimensiones de las mesas y las pilas de trabajo, pero se debe hacer un alto en el camino y observar con detenimiento el grifo de la cocina que tiene tres mandos; uno para el agua fría, el otro para el agua caliente y un tercero para el agua “mezclada”.

Por toda la casa veremos escondidos en elegantes volúmenes en blanco, negro y plateado los radiadores de la vivienda, nunca una calefacción fue tan bella y tan artística su invisibilidad. A los grandes avances tecnológicos de aquella época instalados en esta casa hay que destacar: un ascensor, teléfono, así como un hilo musical que llegaba a todas las habitaciones. 

Villa Cavrois
Dormitorio principal de la Villa Cavrois

Una hermosa escalera con otro gran ventanal fluye hasta el primer piso, donde se encuentra una sofisticada habitación que hace de tocador. Junto a la estancia se encuentra el dormitorio principal de una elegancia extrema y con un estilo muy actual. Tonos cálidos, pausados que invitan al descanso, para a continuación, encontrarnos con la gran sala de baño luminosa en color blanco que parece sacada de una película de los años 20. Es fácil imaginarse aquí, un frasco de Chanel nº 5.

Villa Cavrois
El gran jardín de la Villa Cavrois es uno de los espacios destacados

La parte más alta de Villa Cavrois se reservó para una gran sala de juegos donde los más pequeños de la familia disponían de un gran espacio y buenas vistas. Tiene salida a otra gran terraza que completaría los 840 m2 de terrazas que tiene en total la vivienda. Aquí se extiende una pérgola que imagino daría sombra y confort a la familia Cavrois. Nos encontramos en la fachada sur, donde se encuentra la piscina, el jardín y su fotogénico estanque que es el espejo acuático donde queda reflejado este singular monumento.

El 13 de junio del 2015 Villa Cavrois abría sus puertas al público y gracias al blogtrip #nortedefrancia promocionado por CRT Nord-Pas de Calais fuimos los primeros españoles en visitarla. Aquí os dejo el reportaje que hizo la cadena francesa France 3 de ese día y donde pudimos ser entrevistados.


Villa Cavrois forma parte de la organización Iconic Houses donde se recogen las 100 casas más bellas y emblemáticas del mundo construidas en el siglo XX, entre ellas algunas del arquitecto catalán Antoni Gaudí que tantas similitudes ha tenido su obra con Robert Mallet-Stevens.

Más información: Dirección: 60 Avenue du Président John Fitzgerald Kennedy, 59170 Croix (Francia). Horario: Del 1 de mayo al 31 de octubre de miércoles a lunes de 10:30 a 18:30 h. Del 1 de noviembre al 30 abril de miércoles a lunes de 10:30 a 17:30 h. Entrada: 7.5 €. Entrada gratuita para ciudadanos de la Unión Europea menores de 26 años. Disponen de una guía interactiva de realidad aumentada para descubrir cómo estaba amueblada en 1932, el año en el que se casó una de las hijas del propietario. Web: Villa Cavrois.

Béthune: la pequeña joya del Norte de Francia


Béthune es una ciudad situada a 35 Km. del Aéroport de Lille-Lesquin. En el siglo XIII la ciudad contaba con 14.000 habitantes y un importante mercado de tejidos que sería destruido en 1664. La figura del dragón es el símbolo de la ciudad de Béthune, el más conocido es la veleta que se encuentra dominando las alturas en el Beffroi, protegiendo el tesoro comunal. Pesa 33 kilos y mide 1'75 m. pero también encontraréis otros dragones en muchos lugares de la ciudad, incluso en las farolas.

Su Grand Place fue construida en el año 1920 en estilo regionalista y Art Déco y ha quedado grabada en mi memoria como un lugar de extraordinaria belleza. La plaza sirve de anillo engarzado a su emblemático Beffroi; un campanario de 1388 que fue declarado en el 2005 Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO -junto a otros 23 campanarios del Norte de Francia-. Por la noche los edificios de la plaza y el campanario pueden verse iluminados y vale la pena buscar una excusa, para disfrutar del espectáculo nocturno de luz, creado por el artista holandés Krijn de Koning.

La Grand Place de Béthune
La mayoría de fachadas de la Grand Place fueron construidas por el arquitecto francés Jacques Alleman. Algunas de las más pintorescas, sirven de juego y entretenimiento al visitante que busca detalles tan divertidos y originales, como los que se encuentran en la Maison Pace Felix (Casa de la Paz y Alegría) donde el propietario quiso demostrar su alegría por el fin de la guerra decorándola con un ángel risueño y un gran sol. La Maison du Canon recuerda con su decoración de balas de cañón y armas que en otros tiempos fue una armería. La Maison du Grain, con detalles en rojo, es la casa más estrecha de la ciudad, dicen que su anchura es exactamente el largo de una bicicleta. En la Maison du Blanc destaca un amplio balcón de hierro forjado y decorado con racimos de uva y hojas de vid. Y así sin darnos cuenta rodeamos la plaza teniendo como eje central el Beffroi de Béthune.

El Beffroi de Béthune
Los “Belfries” son una figura inexistente en otros países, exceptuando quizás Francia y Bélgica, donde eran utilizados como campanario municipal. El campanario de esta ciudad era un lugar de reunión y se utilizaba básicamente para la toma de decisiones que se referían a la población. Los concejales y la ciudad donde estaban ubicados los campanarios utilizaban estos edificios para mostrar el poder de la localidad, así que estas torres se convirtieron en símbolo de riqueza y fueron engalanadas y construidas con toda clase de lujos arquitectónicos. Desde su construcción y hasta el año 1918, el Beffroi de Béthune estuvo habitado por un guarda y su familia que se encargaban de vigilar y mantener el sitio. El carillón del Beffroi de Béthune toca 4 melodías típicas de la región cada hora, una distinta cada quince minutos. Durante el año, media docena de conciertos de carillón son realizados para los más entusiastas de la música de campanas.

L'Hôtel de Ville
El Ayuntamiento de la ciudad de Béthune fue construido entre 1926 y 1928 por Jacques Alleman; que representa perfectamente el estilo Art Déco. Fue autor de la reconstrucción, después de la guerra, de algunas de las casas que se encuentran también en la Grand Place de Béthune. En el Hôtel de Ville de Béthune sobresalen los detalles de su fachada: el Escudo de la ciudad, la legión de honor, la cruz de guerra y “Los Salvajes” -conocidos como los primeros habitantes de la ciudad-. Si se tiene oportunidad hay que disfrutar de las riquezas que aguardan en el interior de este edificio, con unas hermosas vidrieras de época modernista.

La Rue des Treilles
Una de las calles de Béthune con más ejemplos sobre arquitectura es la Rue des Treilles; una calle comercial que acoge multitud de fachadas ricamente decoradas. Un letrero de teselas azul puede leerse en Aux Enfants du Nord, dos cabezas de carnero y dos toros se enfrentan en La Boucherie. La Librairie Fournier obra de Jacques Alleman domina con su hermosa torre el chaflán de la rue Grosse Tête, donde destacan además sus enormes columnas adornadas con piñas.

Lugares que se pueden visitar en Béthune-Bruay
  • En la Rue Louis Blanc de Béthune se alza l'Église Saint Vaast obra reconstruida por Louis-Marie Cordonnier y que destaca por sus vidrieras y esculturas.
  • El Château d'Olhain, el castillo medieval mejor conservado del Norte de Francia, fue construido por Hugues d'Olhain un Caballero Cruzado que luchó en Constantinopla.
  • La piscina y el Estadio del Parc de Bruay-La-Buissière, es un conjunto Art déco que fue construido entre 1931 y 1936, y que se sigue utilizando para mantenerse en forma.
  • La Cuenca minera de la región Nord-Pas de Calais, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2012, conserva desde ciudades mineras hasta paisajes mineros, minas, escombreras, montacargas o estaciones de ferrocarril, todo ello relacionado con el mundo de la minería.

Dónde comer en Béthune
Los restaurantes de Béthune ofrecen una gran variedad de precios y gastronomía. Hay restaurantes populares con platos regionales tradicionales, restaurantes gastronómicos de lujo o de cocina del mundo, pasando por pizzerías, tabernas, braserías y “pataterías”. Podéis encontrar opciones desde 8 € por plato o menú, hasta 18 € por plato y 38 € de menú, como veis la riqueza no sólo se encuentra en la comida. Durante el blogtrip #nortedefrancia ofrecido por el Comité Régional de Tourisme Nord-Pas de Calais pudimos deleitarnos con el menú elaborado por el chef Loïc Ternoy en el Restaurant L'Ô à la Bouche. Por 23 € se pueden degustar algunos de los platos que componen el Menu Plaisir compuesto de primer plato, segundo y postre. Del que ya os haré una review a fondo más adelante.

Dónde dormir en Béthune
Béthune dispone de alojamientos para todos los gustos y presupuestos desde casas particulares, barcos, gîtes, hoteles de una a cuatro estrellas, camping y hostel. Sólo os puedo recomendar en profundidad el alojamiento donde yo estuve, el Guest House Les Béthunoises. Un lugar único situado en un edificio de estilo flamenco con capacidad máxima de 12 personas y 5 habitaciones individuales con baño privado de lujo. Las habitaciones han sido decoradas individualmente en diferentes estilos y disponen de ducha de hidromasaje, bañera jacuzzi o hammam, conexión wifi gratuita y un espectacular desayuno incluido compuesto por productos locales y de Km. 0.
Próximamente os haré un post íntegro donde podréis ver todo con más detalle.

Más información: Cómo llegar a Béthune
- Transporte: Vueling dispone de 3 vuelos semanales desde Barcelona a la ciudad de Lille. Un servicio de autobús, conocido con el nombre de La Navette, lleva diariamente por 10 € (billete ida y vuelta) hasta las estaciones de tren y metro de Lille (trayecto de 20 minutos). En la Gare Lille CHR hay trenes de la compañía francesa de transporte TER que en 42 minutos llegan a Béthune.

Viaje por libre al País Cátaro


Desplegar un mapa del País Cátaro francés es hacerlo directamente en el corazón de la región francesa de Aude. El Comité Departamental de Turismo de Aude engloba 5 territorios de tal importancia, que pueden llamarse con toda la razón, Pays (países). De esta manera encontramos que el Pays Cathare está formado por la complejidad administrativa de regiones, comunas, zonas, distritos, ciudades y departamentos, pero que abarca una sencillez y una facilidad en encontrar maravillas que bien merecen un viaje de inspección.

Como no soy experta territorial y más bien como viajera, no entiendo de fronteras, voy a utilizar la división de las 5 regiones “administrativas” más importantes del Pays Cathare. Aunque el patrimonio es mayor del que describo, sólo os puedo recomendar aquellos lugares que he visitado en las diferentes regiones de: Lauragais, Carcassonnais, el Haute Vallée de l'Aude, Corbières-Minervois y La Narbonnaise.

Pinceladas del Pays Lauragais


Castelnaudary es la capital de Lauragais y la ciudad de la cassoulet por excelencia. Aunque sólo sea por probar este delicioso plato de la gastronomía francesa, la ciudad bien merece una visita. Cuenta una leyenda que durante el asedio sufrido en Castelnaudary, durante la Guerra de los Cien Años, las cocineras idearon un guiso, con todos los ingredientes de los que disponían para infundir valor a las tropas. Tal fue el vigor y coraje de los soldados franceses tras ingerir el plato, que hicieron retroceder a los soldados ingleses hasta el Canal de la Mancha.

La plaza porticada de Castelnaudary, el pequeño y coqueto Moulin de Cugarel, así como los restos de construcciones medievales y edificios art nouveau sirven de excusa para llegar hasta la Collégiale Saint Michel. Recorriendo su exterior, uno no se imagina el juego de luces que aguarda al visitante en el interior. Destacaría la belleza de sus capillas góticas decoradas con colores brillantes y detalles dorados. Está abierta diariamente de 14 a 18 h. 

Castelnaudary está bien conectada por tren y por su puerto fluvial, que sirve de punto de conexión y/o parada para aquellos que recorren el Canal du Midi, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. No dejéis de visitar el puerto y si podéis, cruzad alguno de los 360 kilómetros navegables, que de este a oeste, unen el Mar Mediterráneo con el Atlántico.

Os dejo mi crucero de una semana navegando por el Canal du Midi, saliendo de Castelnaudary y llegando a Port Cassafières.

A menos de 10 kilómetros de Castelnaudary se encuentra Saint Papoul una villa rural con mucho encanto medieval, lugar de referencia del País Cátaro que conserva en el claustro de la Abadía de Saint Papoul, el mayor número de obras del Maestro de Cabestany; un escultor románico muy prolífico con obras en Catalunya, Navarra, Francia e Italia.


Pinceladas del Pays Carcassonnais



Carcassonne es la reina indiscutible del Pays Cathare, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Nadie deja de visitar esta ciudad emblemática a su paso por la región francesa de Aude. Sus detractores son menos numerosos que los que se declaran enamorados de la Ciudad Medieval francesa por excelencia. Su zona amurallada ha sido criticada por su alto grado de reconstrucción, pero si se quiere vivir la experiencia de sentirse armero, tabernera o clérigo medieval, nada como recorrerla sin rumbo. 

El Castillo de Carcasona no es la única maravilla que aguarda al visitante. La Ville Basse, ubicada fuera de las murallas de la Cité, con su Pont Vieux iluminado al atardecer, invita a alejarse de la muralla y buscar la vida cotidiana que bulle en la Place Carnot. Pero volvamos a la vieja ciudad fortificada de la Cité de Carcassonne y busquemos la Ville Haute, donde se encuentra el Château Comtal

Cualquiera de las cuatro puertas sirve de acceso al interior del recinto amurallado, pero sólo la Porte Narbonnaise luce la efigie de la mítica Dame Carcas; la princesa sarracena que defendió la ciudad contra el ejército de Carlomagno. Chez Saskia o la Basilique des Saints Nazaire et Celse pueden servir de excusa para continuar callejeando sin prisas por Carcassonne.

A menos de 25 kilómetros de Carcassonne se encuentra Saissac y alejada de la visita de hordas de turistas. Su castillo feudal y su museo forman parte de los lugares relacionados con la vida cátara. Aún más desconocida por los turistas españoles que Saissac es Montolieu, conocida como la población del libro. Montolieu cuenta con más de una docena de librerías que venden libros antiguos, ediciones originales y libros de ocasión.


Pinceladas del Pays Corbières-Minervois


A pesar de que en esta región se encuentran más de media docena de lugares de referencia sobre el País Cátaro, sólo he podido visitar Lagrasse y es la que os recomiendo. Su situación, a medio camino entre Carcassonne y Narbonne, la hacen una parada recomendable y casi obligatoria. La ciudad medieval de Lagrasse ha conservado el recinto amurallado y una torre de vigilancia que permite obtener buenas vistas del entorno y del paisaje. 

Aquí se encuentra una de las abadías benedictinas más prestigiosas de toda Francia; l'Abbaye Sainte Marie d'Orbieu. Según una leyenda, fue fundada por Carlomagno y alcanzó cotas muy altas de esplendor y poder entre los siglos IX y X llegando a tener tierras hasta en Catalunya. La abadía comparte protagonismo en la actualidad, junto a mansiones y edificios bien conservados de los siglos X al XVIII. 

Los sábados tiene lugar un mercado de alimentación en Les Halles; la plaza que sirve a los productores locales para vender sus productos ecológicos y artesanales.


Pinceladas del Pays de La Narbonnaise


La ciudad más importante de esta región cátara es Narbonne; una ciudad que no descansa hasta habernos deleitado por completo. En sus calles se encuentran desde bellos vestigios de época romana, conservados en sus museos y formando parte de la calzada, hasta bellas muestras arquitectónicas de la Edad Media llegando al siglo XIX. 

La Vía Domitia, la Cathedrale Saint Just et Saint Pasteur, el Palacio de los Arzobispos con sus tres torres y el mercado de abastos de Narbona, más conocido como Les Halles de Narbonne, deben recorrerse de manera que, nuestros pasos nos lleven una y otra vez por los puentes que cruzan el Canal de la Robine; declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que luce especialmente hermoso junto al Pont des Marchands

Narbonne se encuentra a 250 Km. de Barcelona y a dos horas en tren desde la estación de Barcelona Sants. Además cuenta en sus cercanías con tres aeropuertos: el de Perpignan, Montpellier y el de Toulouse.


El camino cátaro


Cualquier libro de Antoni Dalmau sirve para profundizar en la historia, singularidad y la vida de los cátaros, pero es recorriendo a pie como la historia cobra sentido. La región de Aude dispone de 250 kilómetros de caminos señalizados que, desde Port la Nouvelle, unen el Mediterráneo con los Pirineos, llegando hasta Foix. El camino cátaro puede recorrerse en doce etapas, más o menos largas, para disfrutar pausadamente del paisaje vinícola, los valles y más de media docena de castillos medievales que nos aguardan en la región.

Si os decidís a visitar el Pays Cathare existe un pasaporte que por 2 €, reduce el precio de las entradas y ofrece entrada gratuita a los niños de 6 a 15 años. Es válido durante un año y contempla hasta 21 lugares visitables del País Cátaro.

Bon voyage!

La Maison Forte de Reignac (Tursac)

Maison Forte de Reignac

Bienvenid@ a la Maison Forte de Reignac un lugar único como nunca antes habrías imaginado. Quiero llevarte conmigo al siglo XIV y XVI, pero también al siglo XVIII, cuando un señor feudal del linaje de los Calvimont de l'Herm vivía en este castillo-acantilado (el único que se ha conservado en Francia de este tipo). Situado en pleno valle de la región de Dordoña, se encuentra esta magnífica casa-fuerte declarada Monumento Histórico. 

Su fachada de piedra dorada está enclavada sobre un abrupto acantilado como una segunda piel. Aquí vivía el señor de las tierras con su familia y también con los criados o sirvientes (un palafrenero, un halconero, una cocinera y un ayudante de cámara). Dicen que es el castillo más extraño, secreto, extraordinario y misterioso de Nueva Aquitania y te invito a descubrir su interior, ¿me acompañas?.

Una casa-fuerte bien defendida


Maison Forte de Reignac
Maison Forte de Reignac

Matacanes, muralla defensiva, ballestas y piedras servirán para defender de ladrones, bandoleros y saqueadores este lugar durante siglos. Es un refugio casi inexpugnable, pero para ello, cada hombre, mujer o niño que habita la Maison Forte de Reignac, sabe en qué lugar le toca posicionarse cuando sean atacados por truhanes

La Edad Media fue una época de luchas y también de supervivencia, había gente dispuesta a robar desde los bienes materiales hasta la comida que guardas en tu casa, pero cuidado porque algunos querrán apoderarse también de las mujeres. Tranquilos, hoy en tiempos de paz, nos dejan visitar esta magnífica casa sin que nos lancen nada por las ventanas. Descubriremos todos los tesoros que encierra la Maison Forte de Reignac ¡comienza nuestra inmersión al medioevo!

El servicio doméstico


Dordoña
Cocina de la Maison Forte de Reignac

Entramos por la zona del fregadero, un pequeño ventanal da luz a la zona donde se lavaba y seguidamente aparece una maravillosa cocina donde los sonidos le dan vida propia y nos ayuda a imaginarnos cómo era la vida aquí. La chimenea está encendida, la gran mesa de madera que ocupa la mitad de la sala está repleta de cebollas, manzanas y otros ingredientes que esperan ser pelados, cortados y metidos en el puchero. 

En una esquina, una ventana ilumina un ingenioso grifo que economiza agua. En las paredes, muebles y alacenas con utensilios, platos y ollas esperan que los más cocinillas preparen algo para comer. Aquí comía la servidumbre y en algunos casos incluso dormían. Era con total seguridad el lugar más calentito de la casa y el que olía mejor, ¿habéis visto los moldes para hacer pasteles?

Exposición sobre los humanos “modernos”


Hombre de Cro-Magnon
Exposición en Maison Forte de Reignac

Una abertura excavada en la roca nos adentra en una pequeña pero interesante exposición sobre la prehistoria. Nos encontramos en una de las regiones más importantes del Hombre de Cromañón, así que es normal encontrar referencias y objetos que explican cómo era la vida de estos Homo sapiens hace 40.000 años. Puntas de lanza, anzuelos, herramientas, ropajes, ídolos, todo su mundo terrenal y cosmológico en objetos bien elaborados y tallados con maestría y talento.

¡Cuidado con el escalón! La visita continúa, no dejes de contemplar las filigranas grabadas en los muebles o el que dibujan las piedras del suelo.

El Salón-comedor en la Edad Media


Dordoña
Gran Sala de Honor de la Maison Forte de Reignac

La Gran Sala de Honor es la sala más grande de la Maison Forte de Reignac, mide 70 m2 y ejemplifica de maravilla la vida del Señor de estas tierras. Durante 500 años no sufrió modificación alguna y gracias a ello podemos ver, por ejemplo; la gran chimenea encendida con un asador giratorioautomatizado. Un peso de 25 kg hace girar lentamente una barra donde se puede atravesar un lechón para que se vaya asando lentamente sobre el fuego. La bandeja sirve para recoger la grasa fundida y rociarla sobre la carne para que quede bien asada. 

Una alacena delicadamente decorada situada en la pared servía para guardar el pan con cerrojo y bajo llave. Hay dos lavamanos, uno de ellos de cobre y otro en piedra, varios muebles bien surtidos de objetos pertenecientes a los siglos XVI hasta el XIX. Pero también hay muchos misterios y preguntas sin respuesta, ¿qué hacen unas saeteras en el interior de la casa?, y ¿por qué me mira fijamente esa cabeza de jabalí situada encima de la chimenea?

Nos adentramos en un sueño medieval


Dordoña
Maison Forte de Reignac

Una escalera lleva al dormitorio, digamos que “comunal”. Aquí dormían juntos los hijos, los bastardos y los sirvientes del señor feudal. No hay ningún lujo, casi se puede imaginar la incomodidad de dormir en un cajón de madera, sólo cubierto por un jergón (colchón de paja) y con el único calor en invierno de lo que desprende la pared que sirve de conducto de la chimenea del comedor. Nada que ver con lo que nos espera escaleras arriba o en otras habitaciones de la casa.

El salón del respeto


Dordoña
Salón del respeto de la Maison Forte de Reignac

El salón del respeto o Sala de los Grandes Hombres es un gran salón que mide unos 60 m2. Los dueños lo utilizaban tanto de espacio privado como espacio público. Aquí se organizaban fiestas, se firmaban tratados o se trataban de forma cotidiana los asuntos de la casa. Está decorado con tapices, escudos de armas que se mezclan con bellas muestras de mobiliario del siglo XVI al XIX. Otra chimenea, con una abertura en la misma roca del acantilado, preside una de las paredes junto al rincón que parece preparado para hacer de despacho. 

Todo está cuidado al detalle en esta casa, jarrones con flores naturales, candelabros con velas y asientos que invitan a reposar junto al fuego. Hay que detenerse en cada uno de los objetos expuestos y descubrir que cada mueble guarda una historia, un recuerdo y una vida. ¿Serías capaz de utilizar ese tenedor de dos púas? Imagino que lo que viene a continuación te hará tenerlo presente en tu mente.

La habitación del macho cabrío y las mazmorras


Dordoña
Mazmorra de la Maison Forte de Reignac

Nos adentramos en el horror, en la ausencia de derechos y en los oscuros deberes de los plebeyos. El Derecho de Pernada permitía a los señores feudales yacer con cada doncella que fuera a casarse. En la Maison Forte de Reignac, leyenda, historia y novela se entremezclan para mostrar como las mozas por obligación eran utilizadas para fornicar, tanto con el señor de la casa como con los lacayos. 

Un horrible monstruo con el rostro tapado por una piel violaba sin compasión en la habitación del macho cabrío, láminas y cuadros enmascaran y muestran a partes iguales una realidad o una ficción aún muy discutida por historiadores. Mientras, en las mazmorras de apenas 4 m2 que se encuentran a continuación, se oyen los lamentos de quienes quedaban incomunicados casi de por vida. Su único alimento era un trozo de pan y algo de agua y aún puede verse el orificio que utilizaban para dárselo.

Los 200 vicios de la mujer en la Sala de Armas


Dordoña
Sala de Armas de la Maison Forte de Reignac con objetos de tortura

En la Edad Media la mujer estaba considerada “el mismísimo demonio” y así quiso aclararlo el Papa Juan XXII cuando ordenó al franciscano Álvaro Pelayo que lo pusiera por escrito. Los malos actos de la mujer incluían los celos, la charlatanería, el deseo sexual insaciable, la perturbación del hombre o la instigación a todos los crímenes del mundo. Vamos, que la mujer estaba al servicio del hombre por ser un individuo imperfecto y satánico. 

Si el saberlo os desespera y os remueve las entrañas, cuando veáis los instrumentos de tortura que se utilizaban para sacar el mal a la mujer os convertiréis inmediatamente en discípulas de Satán. Como curiosidad, el Papa Inocencio IV legalizó la tortura en 1252, no hay nada como la religión para hacer legal la atrocidad humana. Una muestra de armas medievales, armaduras y algún que otro potro de tortura, ponen al visitante en situación de lo que vendrá al final de la visita a la Maison Forte de Reignac.

Una pequeña capilla


Dordogne Perigord
Capilla de la Maison Forte de Reignac

La Maison Forte de Reignac poseía su propia capilla, quizás no utilizada siempre como lugar de culto, pero sí a modo de recogimiento (a mí me vienen a la cabeza las atrocidades comentadas antes). También disponía de una habitación que servía de escondrijo y que se encuentra tapada por un mueble. Ver la casulla eclesiástica y los grilletes de la habitación de al lado te prepara para el debate eclesiástico, ¡te lo aseguro!.

Una terraza-cueva y una cueva-terraza


Dordogne Perigord
Terraza y Casa del Alquimista, Maison Forte de Reignac

La visita a esta casa se convierte en una aventura para grandes y pequeños, una escalera con 67 peldaños y una armadura que se mueve a mitad de camino, nos lleva hacia el tercer nivel, al exterior, donde se encuentran unas cuevas de la Edad del Hierro. Pero antes de llegar a la zona más troglodita hay que pararse en los descansillos que sirven de mirador y contemplar el paisaje que dibuja el río Vézère. Cuando se deja de estar ensimismado ante la belleza natural de la arboleda, hay que buscar los restos de edificaciones anteriores, incluso de los primeros ocupantes que vivían aquí hace 20.000 años. 

Y es que la Maison Forte de Reignac ha sufrido ligeros cambios con el paso del tiempo, pero hace miles de años que es un hogar. Este peculiar espacio deja lugar para la casa del alquimista, un lugar perfecto para preparar pócimas sin ser descubierto. Debemos bajar y desviarnos del recorrido de subida hasta alcanzar una nueva puerta algo escondida que apetece trabar para que nadie entre y así disfrutar de esta estancia a solas.

El dormitorio de la condesa


Dordogne Perigord
Dormitorio de la condesa, Maison Forte de Reignac

En el siglo XIX una condesa ocupaba esta estancia que se conserva con tanto detalle que parece que bajo el dosel vaya a dormir ella esta noche. Sus joyas están bien colocadas en su joyero, su bañera al lado del biombo está lista para darse un baño y el camisón extendido sobre la cama ya está preparado. Por este dormitorio han pasado marquesas y también baronesas, pero todo el poder y exquisitez de los títulos nobiliarios desaparece en la última sala que hoy visitamos. Abandonamos esta estancia, acompañados del crepitar de los troncos en la chimenea y la visión del crucifijo sobre la biblia.

La Inquisición y la sala de torturas


Instrumentos de tortura
Exposición de instrumentos de tortura, Maison Forte de Reignac

Una exposición sobre la pena de muerte pone por sí sola los pelos de punta, pero en el caso de la expuesta en la Maison Forte de Reignac, instruye, de manera hasta interesante, en los tipos de torturas que eran utilizadas antes de 1789. Cómo eran las condenas o los instrumentos que se usaban (se muestran 60 instrumentos reales) y qué ocurría cuando se sometía al prisionero al tormento. 

La exposición sobre la tortura en la Edad Media que aquí puede visitarse ha sido reconocida internacionalmente, así que su calidad es indiscutible, aunque se trata de un tema delicado no apto para niños. En ningún otro lugar he visto tantas formas y fórmulas de infligir dolor tan bien documentado. No se trata sólo de un trabajo divulgativo, se trata de reivindicar la abolición de la pena de muerte aún presente en nuestros días.

Por último, agradecer y felicitar a Jean Max Touron y a Jerry por salvar Maison Forte de Reignac de su desaparición, por la acogida, las simpáticas explicaciones y por el café más alucinante que he podido beber en una visita. Siempre recordaré que lo hice en una sala medieval con objetos que fueron utilizados en la Edad Media. Fue un placer descubrir este lugar y es un honor darlo a conocer a mis lectores, apasionados de la historia y amantes de los viajes a la Edad Media. 


Más información: Maison Forte de Reignac. Dirección: 24620 Tursac. A 25 minutos de Sarlat, 15 minutos de Montignac y 8 minutos de Eyzies. Aparcamiento gratuito. GPS Tursac. Teléfono: 05 53 506 954. Horario: Diariamente de octubre a marzo de 10 a 18 h. De abril a junio y septiembre de 10 a 19 h. Julio y agosto de 10 a 20 h. Entrada: 7.8 €. Web: Maison Forte de Reignac.

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Si quieres conocer qué otros lugares visité durante mi viaje a Dordoña te invito a leer: Viaje por libre a Dordoña.

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