La deliciosa visión de Clara Peeters

El arte de Clara Peeters

Bodegón, Museo del Prado
Mesa con mantel, salero, taza dorada, pastel, jarra, plato de porcelana con aceitunas y aves asadas

Clara Peeters nació en Amberes a finales del siglo XVI, muy poco se sabe de esta pintora flamenca, pero varios datos me sorprendieron para interesarme en visitar la exposición temporal Dinner is served!, en el interior The Rockox House situada en la ciudad flamenca natal de la artista.

Madrid, Museo Nacional del Prado
Bodegón con gavilán, aves, porcelana y concha

Como mujer, Clara Peeters fue una pionera en su época, en el más amplio sentido de la palabra. Se dedicó a pintar en una época en que la sociedad no tenía puesta la mirada en la igualdad y la integración de la mujer. Fue una de las primeras artistas en pintar bodegones y naturalezas muertas que incluían motivos de caza y también en representar pescados, alimento que se popularizaría desde entonces.

Los autorretratos de Clara Peeters


La Haya, Galería Real de Pinturas Mauritshuis
Bodegón con quesos, almendras y pretzels

Buscar los autorretratos de Clara Peeters puede convertirse en un juego de entretenimiento. Son casi imperceptibles, pero el rostro de la pintora, quedan escondidos en los reflejos de los objetos brillantes de sus bodegones. 

Clara Peeters debía tener muy claro quien era porque se dibujó con los pinceles y la paleta de pinturas en la mano, igual de elegante que en las obras que pintaba. No olvidemos que en aquella época la profesión de pintor estaba dominada por entero por hombres.

Madrid, Museo Nacional del Prado
Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas

Mira bien las copas de plata pintadas en el “Bodegón con flores, copas doradas, monedas y conchas”, “Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre”. 

Busca en las jarras de “Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas”, “Bodegón con arenque, cerezas, alcachofa, jarra y plato de porcelana con mantequilla”, “Bodegón con quesos, almendras y pretzels” o “Bodegón con quesos, gambas y cangrejos de río”.

Además, en estos dos últimos cuadros de Clara Peeters, aparece el nombre de la artista. Busca en la hoja del cuchillo de plata, así como, el símbolo que hace referencia a la ciudad de Amberes

Exposición Museo del Prado
Bodegón con pastel, taza de plata con dulces, porcelana, conchas y ostras

Si hay algo que destaca en la obra de Clara Peeters es el amor por el detalle y la perfección para lograr una imagen real en la representación de alimentos, ya sean crudos o cocinados. Así que cualquier exposición de Clara Peeters, os va a dar hambre. 

Texturas, volúmenes e incluso alimentos mordisqueados invitan a pensar que el bodegón que tenemos delante no es una ilusión, es un banquete lujoso listo para ser degustado por el espectador.

Exposición Museo del Prado
Bodegón con quesos, gambas y cangrejos de río

Los cuadros de Clara Peeters sirven para saber cómo era la suntuosidad y el lujo de las mesas de la aristocracia flamenca y cómo eran los banquetes nupciales

Piezas de cristal de Murano, porcelana procedente de China, vinos de Francia, Italia o España, manteles adamascados, conchas exóticas, incluso la sal, que era un carísimo ingrediente en aquella época, acompañan las naturalezas muertas de Clara Peeters para dotarlas de vida.

Un juego de búsqueda


Si te sientes un poco investigador privado, quizás te interese participar en la búsqueda de una galleta con las iniciales de Clara Peeters, una copa de plata que sale repetida en varios cuadros o un mismo plato de porcelana.

Te dejo una guía de rincones interesantes de Amberes y consejos de viaje para descubrir esta ciudad.

La información generada en redes sociales durante mi viaje a Amberes puede consultarse a través de los hashtags #shareoursmile y #visitflanders.

5 platos tunecinos y 1 poema

África palpita, Túnez late.
Se remueve como un pez dentro de la cesta de mimbre del pescador,
que a primera hora de la mañana y antes de que aparezca la luz por el horizonte,
se ha adentrado en el mar azul del Mediterráneo.
Túnez boquea aferrándose al mar que la engendró.
El mar proveerá, como lo ha hecho durante siglos, de gentes venidas de otras tierras.
Nuevas olas de cambio y esperanza se acercan, en un nuevo comienzo,
para un país acostumbrado a recibir bien a los extranjeros.

In sha'a Allah

Aperitivos: Brik aux choix (8 dinares)

El origen de la pasta brik tunecina se remonta a la época de las caravanas, de las rutas de comerciantes que atravesaban el desierto en dromedario. La comida en brik era ideal para ser transportada. La masa normalmente se fríe, aunque también puede ir horneada.

Restaurant Le Pirate, Sidi Bou Saïd
Brik aux choix. Restaurant Le Pirate (Sidi Bou Saïd)

Como pequeños joyeros llenos de comida, la pasta brik se presenta de distintas formas "engarzadas" (rellenas) de atún, verduras o carne.

Entrante: Brik en forma de barco con atún y huevo

En tiempos de las caravanas era costumbre el intercambio de comida entre los mercaderes de distintos países, quizás por eso el brik que podemos degustar en la actualidad, puede tener mil y una forma y también multitud de ingredientes para su relleno.

Restaurant Le Pirate, Sidi Bou Saïd
Brik de atún y huevo. Restaurant Le Pirate (Sidi Bou Saïd)

Como un barco que zarpa del puerto de Cartago cargado de alimentos frescos, con la bodega llena de aroma a mar y huerta, sobre un pedestal de limón y una vela crujiente, nuestro barco comestible abandona el puerto para embarrancar en el plato y esparcir su carga de atún y huevo.

1er plato: Beignets de crevettes et calmar (18 dinares)

Esta deliciosa cesta de gambas y trozos de calamar rebozados va acompañada de salsa mayonesa. La masa de buñuelo sirve para enfundar los frutos del mar en una sabrosa capa crujiente de tempura que nos recuerda el origen romano de este tipo de elaboración gastronómica. La primera receta de beignets fue escrita por Marco Gavio Apicio en el siglo I en el libro De re coquinaria.

Restaurant Le Pirate, Sidi Bou Saïd
Beignets de crevettes et calmar. Restaurant Le Pirate (Sidi Bou Saïd)
Una cesta trenzada de harina y sal, moldeada por el agua y las manos del cocinero, da cobijo a la pesca de gambas y calamar que hace unas horas vestían las aguas del Mediterráneo. Cubiertas por un rebozado crujiente las gambas se hunden en otras aguas creadas en salsa mayonesa.

2º plato: Couscous de la Mer (38 dinares)

Los tunecinos como granos de couscous miran juntos su futuro con la esperanza de volver a ser el plato exquisito que atrae al comensal.

Restaurant Le Pirate, Sidi Bou Saïd
Couscous de la Mer. Restaurant Le Pirate (Sidi Bou Saïd)
El couscous puede acompañar platos de carne o de pescado, en este caso sirve de acompañamiento a una deliciosa dorada.

Postre: Fruta

Baco está presente en los festines piratas de la costa tunecina. Uvas, ciruelas, peras, plátanos, manzanas, granadas o dátiles. La generosidad de los cultivos de Túnez y de su gente se desgrana, encaja, se mezcla como en una macedonia dulce, variada y plural.

Los mejores dátiles de Túnez
Dátiles Deglet Noir
El dátil es conocido por los pueblos del desierto como los “dedos de Dios”, posee cualidades afrodisíacas y energéticas. Los pastores, beduinos y peregrinos musulmanes se han alimentado durante siglos gracias a sus cualidades alimenticias, facilidad de conservación y transporte. Del dátil se hace vino y miel.

Más información: Platos disponibles en el Restaurant Le Pirate. Dirección: Avenue du Président Kennedy, Sidi Bou Saïd (Túnez).

Agradecer a Rocío Agenjo de Idealmedia y a Ramy Jebali de la Oficina deTurismo de Túnez que pensaran en Planeta Dunia para volver a Túnez y ayudar en su promoción turística. Todo el material generado en redes sociales durante este Press Trip puede consultarse con el hashtag #TrueTunisia

Todas las fotografías que acompañan este texto han sido realizadas con la cámara digital FUJIFILM X-A2

Escapada otoñal a la región de Lozère: tocando con los pies en la tierra

Lozère

Lozère
Meseta de Méjean

Hay lugares que están pensados para ser visitados a pie, otros en coche, incluso a caballo, otros, son territorio ideal para ver como el invierno lo cubre todo bajo un manto de nieve. También para disfrutarlos cuando comienza la primavera, inundando el aire de perfume floral, se funde el verano en un profundo tedio o despierta el otoño

La región francesa de Lozère puede presumir, de estar preparada para ver como la estación otoñal llega cada año. Con sinuosas carreteras rodeadas de campos de cultivo, viñedos, tierras de pastoreo, abruptas montañas, cañones y desfiladeros, la mirada del viajero se pierde en mantos de colores de tonalidades verdes, ocres, amarillas y burdeos. Los bosques de hayas, castaños, abedules, abetos y robles son los culpables del lienzo otoñal en que se convierte Lozère en esta época del año.

Mende


Lozère
Mende, región de Lozère

El paisaje no es lo único que puede enamorar al que llega a esta región del sur de Francia (declarado en 2011 por la UNESCO, Patrimonio Mundial), su ambiente rural, que más que ambiente es vida (rural), sus productos gastronómicos artesanales, la vida sencilla de los granjeros y agricultores o el silencio que sólo es roto por el balido de las ovejas y en otoño, por la berrea de los ciervos en periodo de celo, son algunos de sus atractivos. 

Sin pretenderlo, Lozère reconforta, llega hasta nuestros resortes de ser humano demasiado ocupado, para sumergirlo en una sensación de bienestar que te reconecta con la tierra y la naturaleza. A continuación te explico una ruta que combina todo lo descrito anteriormente y que te descubre todas las actividades que se pueden hacer en Lozère, más concretamente en Grands Causses & Vallée du Lot.

Qué ver en Mende; la antigua capital de Gévaudan


Mende, Lozère
Pont des Dames de Mende

Todo el mundo coincide que las visitas imprescindibles de Mende son: su Catedral gótica de Notre Dame et Saint Privat construida en 1368 por orden del Papa Urbano V, el Pont des Dames del siglo XII y los tapices de Aubusson de la sala donde se celebran los casamientos en el Ayuntamiento de la ciudad y que muestran el pasaje de la Biblia de la judía Judith y el general asirio Holofernes que perdió la cabeza, literalmente, a manos de la bella dama. 

Son unos tapices sorprendentes para una sala donde se ofician bodas (alguien tenía que decirlo). Además, Mende esconde hasta 28 puntos de interés que te permiten descubrir esta ciudad medieval. Puedes descargarte la guía turística “Mende Coeur de Lozere Tour” en la App Store o la aplicación para Android y descubrir sus rincones.

Aven Armand: exploración por las entrañas de la Tierra


Fotografías antiguas
Datos e historia sobre Aven Armand

A una hora en coche de Mende, se encuentra la cueva llamada Aven Armand, situada en Hures-la-Parade. El camino hasta aquí es sinónimo de exclamaciones continuas del tipo ¡qué bonito! ya que la carretera atraviesa una parte del “Parc National des Cévennes” y el “Parc Naturel régional des Grands Causses, zona reconocida por la UNESCO por su paisaje cultural agropastoral mediterráneo milenario. 

La ausencia de poblaciones no impide maravillarse con las pocas casas de piedra que quedan diseminadas por valles profundos, escarpadas montañas y la belleza de Les Gorges du Tarn. Si el tiempo te lo permite, para en el pueblo medieval de Sainte-Énimie, aunque sólo sea para inmortalizar en una fotografía, su perfil de pueblo de pesebre. Su vista sobre las Gargantas del Tarn se volverá inolvidable.

Hures-la-Parade
Gran Sala de Aven Armand

Tras cruzar la meseta de Méjean se llega a Aven Armand, una cueva descubierta el 19 de septiembre de 1897, por un herrero llamado Louis Armand y que se abrió al público en 1927. Desde entonces, miles de visitantes se dejan maravillar por los millones de años hechos piedra, bajo una profundidad de 112 metros. 

Un funicular lleva al visitante, a través de una galería de 200 metros, hasta la Gran Sala. Desde aquí se inicia un recorrido a pie por aproximadamente medio kilómetro, donde se pueden observar más de 400 estalagmitas (las que suben desde el suelo). Dicen que aquí se encuentra la estalagmita más grande del mundo, que mide 30 metros de longitud. 

Un juego de luces colorea las formaciones rocosas mientras el guía que nos acompaña nos explica las curiosidades del lugar. En ciertos puntos del recorrido se proyectan pequeños mapping sobre las formaciones rocosas y en verano (durante los meses de julio y agosto) se organizan conciertos de música.

Le Fédou. Fromagerie de Hyelzas


Quesos de Le Fédou. Fromagerie de Hyelzas

Tras la visita a las profundidades de la tierra, nada como ir en busca de la luz, el aire y el sol. A tres kilómetros de Aven Armand se encuentra Le Fédou. Fromagerie de Hyelzas, un lugar excepcional donde comer, respirar, relajarse y conocer de primera mano como es Le Fédou; el queso de esta tierra. 

Fédou deriva de la palabra occitana Fède que significa oveja. Un excelente queso elaborado manualmente y que es la pieza clave de la cata de quesos que hicimos. Este queso se sitúa justo en el paso intermedio entre, los quesos cremosos y los quesos curados. Los productores locales se han reunido para seguir elaborando el queso de manera artesanal. 

Se utiliza leche cruda de oveja que los pastores locales siguen obteniendo con la práctica de una agricultura sostenible en Causse Méjean. En la quesería disponen de una tabla de quesos para la degustación, pero que por su cantidad (con cinco o siete tipos de los quesos que ellos mismos elaboran) sirve para hacer una comida. 

La tabla de siete quesos que se acompaña del postre (también a base de queso con mermelada) cuesta 8 € . Si además la puedes degustar en la terraza de la quesería, repleta de mesas y bancos de madera, disfrutarás de unas hermosas vistas. Pregunta por las cervezas artesanales de la Brasserie des Gorges de la Jonte o el vino de la región de Lozère, completarán el improvisado pícnic y alargarás más tu comida campestre.

Ferme Caussenarde d'Autrefois: la vida en una granja


Hyelzas, Lozère
Ferme Caussenarde d'Autrefois

Unos metros más allá de la quesería se encuentra un completo estudio de la vida rural de la región de Lozère: la Ferme Caussenarde d'Autrefois. Esta Granja de Hyelzas del siglo XVIII y su eco-museo han recreado como era esta antigua granja que hasta 1950, estuvo en funcionamiento. La visita permite conocer con todo lujo de detalles, el modo de vida y especialmente, de qué manera trabajaban en la granja. 

Las estancias, como la cocina, el dormitorio comunal, el establo o el granero, están abarrotadas de objetos, enseres y utensilios reales utilizados en la vida cotidiana de la granja. Junto a las explicaciones, una película, “Lou Mèjio”, ayuda a imaginar la vida de los campesinos. Los martes de julio y agosto se hornea pan en el horno de la granja.

Espeleología para todos los públicos


Si eres de los que necesitan emociones fuertes y actividades físicas con cierto grado de adrenalina y desgaste, Lozère Nature propone una visita a la Grotte de Poujol. Pueden visitarse con el equipo adecuado y sin demasiada dificultad tres salas.Aunque es preferible no tener miedo a la oscuridad, a los espacios cerrados y se recomienda tener buena forma física para superar los pasos estrechos que unen las salas.

Qué no te puedes perder de la gastronomía de Lozère


Hôtel du Pont Roupt
Ternera con aligot en el Hôtel du Pont Roupt

- Además del Fédou, tienes quesos suaves y cremosos como el Péraldou, Perail, Téoulette y Le Claousou, y una selección de quesos curados como La Tomme y La Souréliette.
- Lozère es tierra de miel, así que no olvides probar la Miel de Margeride que se sigue elaborando en el interior de troncos de castaño por una colonia francesa de abejas.
- El aligot es la gran especialidad de la zona y un imprescindible. Su base es un puré de patatas con un toque de ajo, nata líquida y queso “tome” en láminas finas que queda fundido. Es delicioso para acompañar cualquier tipo de carne y extremadamente contundente.

Cevenas
Paisaje de las Cévennes

Más información:

  • Cómo llegar: El aeropuerto de Lyon se encuentra a 3 horas y 20 minutos de Mende. El aeropuerto de Montpellier se encuentra a 2 horas y 20 minutos de Meyrueis.
  • Dónde dormir en Mende: Hôtel du Pont Roupt; posee 25 sencillas habitaciones, una piscina cubierta con espacio de relajación y un pequeño fitness center. Trato cordial y agradable con un impresionante restaurante gourmet.
  • Dónde dormir en Meyrueis (situado a 14 kilómetros de Hures-la-Parade): Hôtel Family hotel sencillo de 44 habitaciones que posee una zona de spa con sauna, hammam y jacuzzi que puede alquilarse de forma exclusiva. El mismo propietario posee un resort con casas de alquiler y zona de caravanas llamado Domain Aigoual Cévennes que ofrece actividades familiares y de ocio a sus huéspedes.

Agradecer a ATOUT FRANCE (especialmente a Laetitia Lebas y Liliane Bodalo), a la Oficina de Lozère Tourisme y a las empresas y profesionales que hayan hecho posible este viaje de prensa a Lozère y que han pensado en mí para dar a conocer esta región francesa a mis lectores y seguidores. 

Toda la información generada en redes sociales puede consultarse a través de los hashtags #greenfrance #lozeretourisme y #myauvergne

Alzola habla de sí misma


Nací siendo polvo plateado de estrellas, lágrima de océanos, entraña de la tierra


Por mis moléculas corren las fragancias de las nubes y el frescor de la aurora
Hidrógeno y oxígeno


Soy la fuerza que se mece en las mareas, la brizna que salpica el amanecer, y despierta por la mañana


Mis corrientes sinuosas acarician alfombras tupidas de césped, perfilan rocas, disuelven anocheceres


Mi respiración es entrecortada cuando el riachuelo juega con mis burbujas, 
es entonces cuando mi timidez, es parte de su juego


Crezco orgullosa en un abanico interminable de olas, presumo de espuma blanca, 
de retumbar en cuevas o de esconderme, tras una frágil estalactita, creada en los albores del tiempo


Soy remanso de paz en estanques de flores, espejo de la luna en los lagos donde beben las hadas
Soy cura, y sanación, cuando caliente y a borbotones, cautivo tu piel
y te sumerjo en mi espacio, único y precioso, y te envuelvo a besos.


Los colores quieren verse reflejados en mis aguas, de la aguamarina al zafiro, del azul cielo al azul turquesa
Los poetas me pusieron nombres que parecen joyas
Los pintores contemplaron mi alma, para dibujar mi ser

Soy agua, soy vida, soy Alzola


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