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Volar en business con Austrian Airlines a precio de turista

First Class

¿Os habíais preguntado alguna vez cómo es volar en primera clase
Planeta Dunia pudo darse el gustazo -por segunda vez- en el vuelo que unía Viena-Bangkok. Más de diez horas de cuidado exclusivo, por parte de la tripulación de Austrian Airlines, hicieron las delicias de mi maltrecho cuerpo viajero.

First Class
Los asientos y las atenciones de primera clase no tienen nada que ver con las de la clase turista
¿Qué hice para ganar semejante plaza en el Olimpo de los vuelos?
Pues aunque la respuesta suene algo decepcionante para los cazarrecompensas, la verdad es que no hice nada. Mi hermana y yo nos presentamos a tiempo en el mostrador, facturamos nuestras mochilas de viaje, y muy amablemente el personal del mostrador de Lufthansa advirtieron que había un retraso en el vuelo de Barcelona a Frankfurt que afectaría a nuestro enlace hasta Bangkok. La solución cambiar de compañía y en vez de volar a Alemania con Lufthansa, hacerlo hasta Austria con la compañía Austrian Airlines. Al ser ambas compañías miembros de la Star Alliance pudieron hacer un cambio de vuelo, previo consentimiento nuestro, y arreglar antes de que ocurriera, la pérdida del vuelo de conexión.

Hasta aquí todo parecía normal, pero nuestra sorpresa llegó cuando fuimos a embarcar en el Aeropuerto de Viena. Unas máquinas con lector de códigos de barra daban acceso al avión y nuestro billete pitó y expulsó un ticket con un número de asiento nuevo. Cuando entramos al avión, nos pasamos hasta de largo, ya que buscábamos el asiento en clase turista, inocentes del hecho que nos habían cambiado a Business Class. A ésto las compañías aéreas lo llaman Upgrade, hay incluso profesionales que saben trucos para conseguirlo, pero en nuestro caso fue cosa del destino.

First Class
Galletitas saladas en forma de avión para acompañar el cóctel de bienvenida

¿Qué te puedes encontrar volando en Business?
Pagar 4 veces más por volar en primera clase ha de notarse ¿no? ¡y cómo!. Lo primero que hicimos, tras revisar mil veces que aquel asiento correspondía al nuestro y asegurarnos que no nos iban a echar a patadas, fue sentarnos con cara de alucinadas. Una azafata sonriente nos trajo una bandeja con bebidas y cócteles preparados para elegir y beber en el acto. Cuando has volado centenares de veces en clase turista, siempre miras a los de primera clase y te dices ¡Cómo le pegan al alcohol los ricos! Pues ale, aquí tenéis resuelto el misterio. La expresión Free Alcohol no es lo mismo que Alcohol Free.

First Class

Detalles que se agradecen cuando tienes un vuelo por delante de más de ocho horas y en plena noche
Una almohada de las de verdad y una manta, con el firme propósito de que el pasajero pueda dormir. Los asientos de primera clase de la compañía Austrian Airlines, permiten la completa posición horizontal de las personas, convirtiéndolas en ositos hibernando. Sí, dormí a pierna suelta, rodeada de desconocidos y todo lo larga que soy en una cama voladora. Si aún no me odiáis lo suficiente añadiré que los asientos eran con opción de masaje y con graduación de firmeza del “colchón”. ¿Qué prefieres, la posición de relax o la de dormir? Tocando un botón el asiento se convierte en una plataforma del descanso digna de los dioses.

First Class
Panel de control de los asientos de Primera Clase
Para las más fashion victims y otras especies de glamurosas
En Primera Clase tienes acceso a revistas de todo tipo para ponerte al día de moda y cotilleos, y además Austrian Airlines te obsequia con un regalo de aquellos que os tiraríais de los pelos entre buenas amigas. Un neceser de fieltro súper chulo con calcetines, cepillo de dientes, peine, antifaz, tapones para los oídos, calzador y crema facial. Este neceser es la bomba.

First Class
Los asientos de Austrian Airlines de primera clase con espacio para dormir y disfrutar
Para los más tecnológicos
Ya es más común encontrarlo en la clase turista, sobretodo en vuelos largos, se trata de una pantalla con canal de juegos, películas en varios idiomas o música, a libre elección. Lo que quizás, no es aún una posibilidad donde volamos la mayoría, es que tengas acceso a un conector de USB y a unos auriculares “de los de verdad”; circumaurales se llaman y rodean completamente la oreja para apreciar mejor el sonido. Para tocar aún más la fibra de la envidia, añadid el mando a distancia para controlar las luces y todo el menú de acceso a la pantalla. Así tu relajación no se verá afectada porque no tendrás que moverte ni un ápice para cambiar lo que estés haciendo.

First Class
Mantel de algodón, vajilla de cerámica, cubiertos metálicos y excelente gastronomía

Para los más sibaritas
No sé donde lo tenían escondido pero poco después del despegue apareció el Chef ¡con sombrero y todo! llevaba el menú de la cena y el desayuno para que eligiéramos uno de los tres platos disponibles en la carta. Además de una espectacular carta de vinos y una deliciosa carta con 10 diferentes tipos de café vienés. El remate de esta sección gastronómica y para los que nos gusta la buena comida, es que los platos acabados de hacer en la cocina del avión, son servidos sobre mantel de algodón y con vajilla de cerámica, algo que es imposible de encontrar volando en clase turista.

Hasta aquí mi experiencia viajando en primera clase. No he vuelto a ser la misma después de esta experiencia y es que ¡lo bueno nos gusta a todos!

Las 5 carnicerías más impresionantes del mundo


Uno de los lugares que siempre me gusta visitar cuando viajo, son los mercados. Independientemente de su colorido, del bullicio y del contacto con la gente, los mercados reúnen una variopinta muestra de la sociedad del país que se visita, pero también dan mucha información sobre la cultura y la vida de ese país.

Tomándome un tiempo para reflexionar, sobre de lo qué quería escribir hoy (así me va con el posicionamiento de Google y las visitas) he decidido mostraros algunas de las carnicerías más curiosas que he visitado. Y como una vez me aconsejaron que para recibir más visitas en el blog, hay que hacer listas y poner títulos en plan ranking, pues aquí va:

Las 5 carnicerías más impresionantes del mundo

1.- Siria
La primera carnicería que viene a mi memoria, es una carnicería que estaba situada cerca de la Ciudadela de Damasco. Mi hermana y yo nos habíamos aventurado por las callejuelas de detrás del Al-Hamidiyya Souk; el zoco cubierto de la capital de Siria, y descubrimos -en una de esas escapadas que solemos hacer fuera del circuito turístico- una carnicería con cabezas de camello colgadas en la puerta como si de un gran embutido se tratara. El resto de la carnicería tampoco tenía desperdicio, menos carne de cerdo, allí se podía encontrar de todo.

2.- Yemen
La segunda de mi lista, sin duda es, para las improvisadas carnicerías que se abren en la calle principal de Shaharah; una población situada al noroeste del país. Destaca por el rocambolesco acceso y por la cercanía de los vendedores y la naturalidad con la que viven a diario su labor. Shaharah se encuentra en lo alto de unas montañas, es necesario contratar los jeeps de los clanes yemenitas para poder llegar hasta ella. La calle sirve de mercado, la pared y el suelo de tienda, un trapo de expositor, y la docena de hombres que venden carne lo hacen con una sonrisa y con orgullo, ¡imposible olvidarlo!

3.- Malí
En el Mercado de las mujeres de Mopti parece que los hombres mantenían el monopolio de las carnicerías. Las mujeres se dedicaban a vender frutas y verduras, pero quien ostentaba la venta en la carnicería eran los hombres. Ésto no me sorprendió tanto como el hecho de ver las cabezas de los bueyes cortadas ¡con cuernos y todo! y mostrando los sesos sangrientos del animal; listas para vender. Algún enorme hígado, algunas vísceras amontonadas en un lado de las tablas de madera que hacían las veces de mostrador, y yo preguntándome, dónde estarán los grandes bistecs o la tierna pechuguita de pollo.... aix.

4.- India
Esta la incluyo como la nube de moscas más negra y ensordecedora que haya visto instalada en una carnicería. La curiosa parada de carne, no osaría llamarla carnicería, se encuentra a los pies de la gran escalinata de la Jami Masjid; una de las mayores mezquitas de la India, situada junto al Chandni Chowk el mercado más antiguo de Old Delhi. Si antiguo es el mercado; vieja era la carne, patas y cabezas de cabra con todos sus pelos, eran el producto estrella del día. De verdad que aquel día decidí hacerme vegetariana, no me duró mucho....

5.- Laos
Laos es uno de los últimos destinos descubiertos el año pasado. Me sorprendió la... digamos prolongación del término carnicería. A nuestro típico pollo, cerdo, cordero, ternera y pavo, hay que sumar la carne de serpiente, sapo, grillos, tortugas y roedor; una extensión algo peculiar sobre el concepto “carnicería” (algunos aseguraran que estos productos corresponderían más al monopolio de la pescadería, no digo que no ¿eh? Vete tú a saber) pero es que no podía dejar de incluir Khoua Din Market; uno de los mercados de Vientiane, en mi TOP 5 de las carnicerías más impresionantes del planeta.

(Ahora viene cuando se disparan las visitas ¿no?)

Val d'Aran: una Laponia a la catalana


Es en los días más fríos y grises cuando mi mente me transporta al norte de Europa y a recordar las experiencias vividas a 17º bajo cero. Para muchos un viaje en invierno hasta Noruega, Finlandia o Suecia se sale del presupuesto, pero sabed que ¡la necesidad agudiza el ingenio! y si tantas ganas tenéis de una escapada invernal, os recomiendo que os miréis detenidamente un mapa de la Península Ibérica.

Hay muchos lugares de nuestra geografía para descubrir bajo un manto de nieve, uno de los lugares más singulares que parece otro país es la Val d'Aran. Situada en el extremo noroeste de Cataluña, bordeada una parte por territorio francés y aragonés, el tiempo, la historia y sus vecinos, le han conferido un peculiar lenguaje y unas tradiciones únicas que difícilmente se encuentran en otra región catalana.

Naut Aran, Tredòs, Salardú, Unha, Arties, Bossòst, aunque parecen nombres de pueblos extranjeros, forman parte de nuestro rico patrimonio, aunque la cultura occitana del sur de Francia tire mucho. Occitanos, vascos y catalanes forman en la Val d'Aran los ingredientes de un delicioso cóctel que es necesario saborear con sumo detalle.

El rico patrimonio románico adorna, cada una de las poblaciones, con bellas obras en iglesias y basílicas construidas entre los siglos XII y XIII, convirtiéndose así en museos de la vida aranesa de la Edad Media. Es a mi parecer un románico austero, fuerte, rudo, pero de un encanto mayor por esa sencillez de materiales y por el magnifico paisaje donde se engarza cada una de estas joyas. Resumir todas esas vistosas gemas en un sólo post sería imposible, prometo descubrir a lo largo de este año esta región para aquellos que aún no la han visitado. De momento os dejo con un resumen fotográfico de lo que se puede encontrar cuando se abre el cofre de la Laponia catalana ;-)

Para más información: Pagina de turismo de Val d'Aran.

El silencio del desierto es el mejor amigo del loco: Desierto de Wadi Rum (Jordania)


El silencio del desierto es el mejor amigo del loco
(Proverbio beduino)

Tras una dura jornada por el área desértica de Wadi Rum, el más maravilloso desierto que he pisado jamás, sólo pienso en la posibilidad de una ducha: ¡desvarío, sin duda!

Después de todo el día, protegiéndome el rostro del sol abrasador con un pañuelo, y de sudar arena por todos los poros de mi piel, espejismos y alucinaciones asaltan mi mente. Estoy impregnada de los pies a la cabeza del olor a camello de mi montura, con estas absurdas tribulaciones desciendo al fin, cuando encontramos un emplazamiento seguro para pasar la noche: un campamento de tiendas beduinas.

Fue un gran placer ser recibida por un grupo de badawiyin o beduinos del desierto. Unos descansaban en el interior de una gran jaima (tienda utilizada por los pueblos nómadas) y otros alrededor de una hoguera. Las ardientes ráfagas de viento de la tarde se habían extinguido y en esos momentos el aire olía a mansaf (plato de arroz guisado con cordero). Nos sentamos a contemplar las estrellas que cubrían el cielo oscuro, mientras compartíamos la comida de nuestras mochilas con la carne que nos ofrecían nuestros anfitriones y que crepitaba en parte sobre las brasas. Sentí una amarga frustración por no saber árabe y perderme lo que parecía la diversión de la tribu: escuchar las entretenidas historias del contador de cuentos. Los más pequeños se acercaban a sus madres para escuchar las viejas leyendas mil veces explicadas a través de los tiempos.

La noche se cernía sobre nosotros y el cansancio hacía mella en nuestros maltrechos cuerpos; nos estiramos sobre las esteras y conciliamos un sueño profundo y reparador. Desperté con el olor del cardamomo que aromatizaba el té de la mañana y el sonido melódico de las cabras. Cuando preparamos nuestras pocas pertenencias para echarlas al hombro, se desató una tormenta de arena que fugazmente azotó nuestra tienda. Cuando desapareció, nos pusimos en marcha para buscar Los siete pilares de la sabiduría; un promontorio rocoso erosionado por el viento y en medio de la nada. El lugar, aunque inhóspito, me invita al paseo con mis pensamientos. Camino en silencio, acompañada del débil crujir de los granos de arena bajo la suela de mis botas. Por fortuna mi guía beduino no me pierde de vista, y como buena muestra de hospitalidad árabe, me ha preparado una deliciosa comida que disfrutamos sobre una alfombra, recostados a la sombra de la montaña.

Me resisto a marcharme, quisiera quedarme una jornada más para contemplar el atardecer, cuando las paredes montañosas se enciendan de color y las dunas desaparezcan en la inmensidad del desierto por la falta de luz. Pero el viaje debe continuar; aún queda encontrar los dibujos rupestres de dos mil años de antigüedad de Jebel Khazali, y quien sabe si alguna piscina natural escondida entre las rocas que nos deleitará con un baño nocturno.

Jordania es un sueño real al alcance de cualquier aventurero.

África y el Níger

Malí

El río Níger cruza en forma de media luna, de oeste a este, cinco países africanos: Guinea, Malí, Níger, Benín y Nigeria. Durante más de cuatro mil kilómetros el Níger se convierte en el eje principal de la vida de millones de almas. Sirve de alimento y de vía de comunicación, todo se mueve alrededor de este río de color chocolate. Se vive, se pesca, se viaja y se comercia a través de él; inundando sus orillas de color y vida ajetreada. Es así como África y el Níger forman un todo.

Mujeres en el Níger
Mujeres lavando ropa en el río Níger

En Malí fui testigo de esa vida azarosa de los malienses y sobretodo de sus mujeres, que como en muchos lugares del planeta, son las mujeres lo que lo hacen todo. El espectáculo es infinito, a cualquier hora del día ves mujeres lavando la ropa rodeadas de un montón de niños que juegan y se bañan en las orillas del Níger. Hay quien se acerca a dar de beber al ganado en sus aguas o el que lo cruza con sus bestias a nado o también en barca. Se lavan motos, cabras, ollas e hijos, con la misma agua, día tras día.

Mopti
Pinazas surcando el Níger a la altura de Mopti

Aquí en el Níger las barcas que surcan el río tienen nombre propio, se llaman pinazas; una especie de enorme canoa rudimentaria construida en madera. Algunas llegan a medir unos 25 metros de largo, los tablones de madera se clavetean a mano y se recubre la cubierta con brea negra para que no se filtre el agua. En Mopti visitamos un taller de construcción de pinazas y habían de todos los tamaños. Recuerdo que cada trabajador estaba especializado en un componente, había quien se dedicaba a fundir el metal y a golpearlo para hacer clavos, los que se limitaban a preparar los listones de madera o el que pintaba el exterior de brillantes colores.

Malí
El puerto de Mopti es un espectáculo de pinazas

Gracias a su poco fondo, las pinazas vadean y se acercan sin problema hasta la orilla misma de cualquier tramo del Níger. Las pinazas recorren el Níger de aldea en aldea, desde el amanecer hasta la puesta de sol, transportando cientos de sacos de arroz, mijo, pescado, gallinas, leche, rocas de sal, fardos de algodón o tejidos. Estas barcas son el transporte principal de miles de malienses hacia Tombuctú y es en ellas, que los viajeros alcanzan las aldeas Bozo y Peul de las orillas del Níger.

Níger
La actividad en el río Níger es frenética

Es en Mopti donde se fabrican y se reparan la mayoría de las pinazas que transportan las mercancías y los pasajeros de este río africano. El puerto de Mopti es un auténtico cruce de caminos y también punto de encuentro de etnias, de culturas y de comercio entre el Norte y el Sur de Malí. Aquí se dan cita nómadas songay, pescadores bozo, pastores peul, vendedores Tuareg, hombres Dogón, niños bambaras, parejas toucouleur o mujeres bel-la

Malí
Una enorme variedad de etnias se dan cita a orillas del Níger

A orillas del Níger, aparecen cientos de artesanos y vendedores que desde el amanecer acarrean grandes fardos llenos de mercancía. Todo está dispuesto para la venta, como un escenario donde el principal protagonista es el bullicio del puerto fluvial de Mopti. Mientras en el telón de fondo se encuentran unas coloridas pinazas que compiten en variedad cromática y diseño con las vestimentas de todas las etnias que van y que vienen.

Malí
Transporte de mercancías y pasajeros en Mopti

Oraciones, gritos, vendedores, regateos, compradores, todo el mundo encuentra en Mopti, algo que hacer y si no siempre quedará surcar las aguas del Níger.

Otro de los lugares que te recomiendo visitar en Mopti es el Mercado de las Mujeres.

Los Akha y el espíritu de la puerta


Laos

¿Quiénes son los Akha?

Los Akha son una de las setenta etnias que viven en la República Democrática Popular de Laos. Se encuentran situados al norte del país y dicen que llegaron a este territorio hace más de 1500 años. Los Akha proceden de la limítrofe región china de Yunnan, aunque su territorio natural original habría sido Mongolia. 

La etnia Akha vive en las montañas, en zonas elevadas de difícil acceso, pero con suficiente terreno cultivable para plantar arroz y dar de comer a sus animales. Aunque en el pasado sobrevivían con las ganancias del tráfico de opio, hoy en día han encontrado en el turismo una fuente de ingresos extra.


Akha
La herrería se encuentra fuera del poblado de los Akha, en el lado de los espíritus

Las poblaciones de la etnia Akha son economías pobres, mantenidas con técnicas agrícolas de subsistencia, pero de una gran riqueza cultural e interesantes creencias animistas donde el mundo de los espíritus se impone en la vida diaria. En nuestro viaje por Laos y Camboya, incluimos un par de días de trekking para visitarlos, conocer cómo viven y ayudar en lo que hiciera falta.

Tanto en Tailandia, como en Myanmar y Laos, los Akha son una minoría étnica que fueron obligados a abandonar su país de origen, a causa de las diferentes guerras. Son conocidos popularmente como “La tribu de las montañas” y en su sociedad no existe la diferencia de clases, aunque hay un líder en la aldea responsable de realizar los rituales y un segundo jefe llamado pa jee que es el herrero.

Visita a un poblado de la etnia Akha


Akha
La “Puerta Espiritual” de los Akha separa el mundo de los espíritus del mundo de los vivos

La puerta de entrada a un poblado Akha deja boquiabierto a cualquiera. Estamos delante del espíritu de la puerta de acceso al poblado, realizada con altos postes de madera, protege al poblado e impide la entrada de los malos espíritus. En ella se pueden ver lanzas, redes y en uno de sus lados, dos troncos en forma de mujer y otro en forma de hombre. 

Las figuras están en evidente estado de intimidad sexual para que los espíritus protejan a las mujeres embarazadas y no aborten. Los nacimientos dobles (gemelos) o con deformaciones están vistos como un castigo por parte de los espíritus. Ninguna de estas formas esculpidas en madera pueden ser tocadas o traeríamos la desgracia al poblado.

Akha
Las casas tradicionales de los Akha están preparadas para ser trasladadas en caso de necesidad

La “Puerta Espiritual” de los Akha separa el espacio exterior del mundo salvaje y los espíritus, del espacio interior donde habita esta etnia de las montañas con sus animales domésticos. En algunas casas del poblado también pueden verse tallas de madera como una segunda protección para alejar a los espíritus malignos.

Existen dos tipos de vivienda Akha; las construidas en alto sobre pilotes de madera y las construidas a ras de suelo. Ambos estilos pueden estar construidos de la forma tradicional utilizando bambú, paja y troncos de madera, o de forma más occidental con materiales que consiguen de la “civilización” cuando sus poblados se encuentran cerca de una ciudad.

Creencias y rituales en la sociedad Akha


Laos
Ofrenda de arroz al espíritu de la "Madre del arroz"

Las creencias y rituales de los Akha incluyen, además de la construcción de la “Puerta Espiritual”, ofrendas a los antepasados para solicitar fertilidad, buena salud, abundantes cosechas de arroz. Los Akha creen en el espíritu de las personas y también en el espíritu del arroz, por eso realizan rituales con este cereal que consideran que ofenderlo puede causar enfermedades.

Una de las festividades más importantes de los Akha tiene lugar a finales de agosto, exactamente 120 días después de haber plantado el arroz. Las mujeres se visten con la ropa nueva y adornos tradicionales que han confeccionado a mano durante el año y realizan bailes para toda la comunidad. La indumentaria de las mujeres Akha destaca por sus elaborados bordados y es una de las más vistosas del sudeste asiático.

Akha
El tocado de las mujeres Akha es el que llama más la atención en Laos

El tocado de las mujeres Akha es una de las piezas más elaboradas de su indumentaria e indica el estado civil de la mujer y su edad. Habitualmente están realizados con monedas de plata, plumas de colores, pieles de animales, semillas, cuentas de colores y pompones de lana. El tocado es símbolo de identidad y se utiliza diariamente desde que son bebés, a medida que las niñas crecen, su tocado va cambiando de aspecto y se le van añadiendo materiales. La plata se incluye a partir de los 12 años y es el elemento que indica el estatus y la riqueza familiar.

El sexo forma parte de los Akha desde edades tempranas, de hecho, los jóvenes viven en su propia choza a partir de los 15 años y pueden dormir en pareja sin estar casados. Una creencia de los Akha asegura que si en ese tiempo de convivencia, los jóvenes hablan entre ellos; se casarán y si no consiguen conversar, no son la pareja ideal.


Akha
Los Akha aunque cazan animales, también crían pollos y cerdos

Si tienes la fortuna de ser invitado a una mesa de los Akha, serás un afortunado viajero y partícipe de la gastronomía que ofrecen las montañas: carne de pollo o cerdo, arroz (su cultivo principal que en Laos es delicioso), maíz, soja, verduras y un tipo de araña que cazan como delicatessen. Todos estos alimentos que diariamente aparecen en la dieta de esta etnia de Laos, deben agradecerse a los espíritus. Los Akha realizan una ofrenda y pronuncian una oración dirigida a los Phi; los espíritus que habitan en sus densos bosques.

Si te gusta viajar sin colonizar, aprender de otras culturas, convivir con otras etnias y conectar con los seres humanos que habitan este planeta, te encantará descubrir mis artículos de viaje dedicados a diferentes etnias.

Paseo por el Mekong


Hay sensaciones que son difíciles de explicar, como por ejemplo: qué se experimenta cuando el roce del viento acaricia nuestra piel, en un día de temperatura templada y agradable. Atravesar el río Mekong en una embarcación a poca velocidad, asegura ese instante de comunión entre el viento y nuestra piel. Durante la travesía por uno de los ríos más largos de Asia, las altas montañas situadas en ambas orillas, flanquean el perfil del camino. 

La panorámica está cuajada de diferentes especies de plantas arbóreas: teka, palmeras, bambú... tapizan por doquier cada centímetro del suelo. La vida salvaje apenas se vislumbra protegida por la espesura, pero si apagamos el motor de la embarcación, se oye nítidamente esa macedonia de sonidos que habitan en los bosques y en las selvas vírgenes de cualquier parte del mundo. Aves, insectos, monos.... trinan, cacarean, susurran, crepitan, cantan, vibran, aúllan... es el hilo musical de la naturaleza y acompaña cualquier paseo río abajo. Desearéis apagar los motores y detener el tiempo para poder disfrutar del concierto de la Madre Tierra y del paisaje que se abre ante vuestros ojos.

En agosto es época de lluvias en Laos y el cielo permanece moteado por inmensas nubes blancas. En los pequeños espacios donde puede observarse el cielo, éste es de un azul intenso, tan limpio y nítido como puede llegar a ser el lugar donde moran los Dioses del Olimpo. Imaginaros un lienzo con una tonalidad azul en lo alto, verde en el medio y café con leche en la parte de abajo; tenéis ante vosotros, los colores del horizonte del Mekong, y nunca diríais de su belleza al imaginar ¡un caudal de agua cobriza!. 

Este enorme río que nace en el Tíbet y que recorre pausadamente 4.350 kilómetros entre Laos, Myanmar, Tailandia y Camboya, debería tener bandera propia: tres franjas azul, verde y marrón que representaran al Mekong fuera de sus fronteras. Porque aquí la vida tiene sus propias reglas, sus “ciudadanos” son capaces de vadear, pescar y sobrevivir por muy duras que sean las condiciones que impongan las aguas.

Si se tiene la fortuna de navegar por este río a primera hora de la mañana, una etérea niebla corona las cimas de colinas y montañas más altas. La blanca aureola celestial desaparecerá a medida que avancen las horas y así, con la misma sutileza prosigue nuestra embarcación recorriendo el Mekong y algunas de las pequeñas poblaciones que salpican sus márgenes. Algunas dedicadas a la elaboración y venta de Lao Kao; un vino de arroz de buen sabor y mejor pronóstico que es elaborado artesanalmente. Las botellas de alcohol de arroz comparten espacio en la destilería laosiana con otras botellas de exóticos licores, donde escorpiones y serpientes son macerados en su interior, pero ésto es el inicio de otra buena historia para contar otro día.

El antropólogo eventual

Yemen

La magia de un viaje, a menudo, reside en sensaciones experimentadas en diminutas unidades de tiempo. Recuerdo muchas de esas pequeñas y fugaces fracciones divididas en horas y minutos de muchos de mis viajes. Al final, aquellos momentos únicos e irrepetibles se convierten en la esencia viva del viaje. Quizás simplemente porque en el fondo, lo que no se busca te acaba encontrando. Los recuerdos de viaje forman parte de un viaje interior, mucho más largo que el que cualquiera puede desarrollar geográficamente y cuyo trayecto se va realizando sin pausa durante toda la vida. Yemen fue ese viaje que te transporta hacia un viaje interior más profundo, hasta la esencia más pura de uno mismo, un ser desconocido.

Yemen
Vista de Al- Kaipaipa

Uno de los días del circuito "Tras las huellas de Rimbaud" de la agencia de viajes Kananga, con los que realicé mi viaje al Yemen en agosto del 2006, incluía una parada sorpresa. Detuvimos los vehículos en  mitad del camino que partía desde Adén en la costa y que se dirigía en dirección a las montañas hasta Ta'izz (Taiz); la tercera ciudad más grande del país. Bajamos de los vehículos a la hora de comer y nos dispersamos en busca de la sombra de los árboles, de lo que me pareció parte de un campo de cultivo. Allí repusimos fuerzas con un fugaz picnic, cuyos ingredientes han quedado olvidados en mi memoria.


Yemen
Se buscan las manos más pequeñas para seleccionar las hojas más tiernas del qat

Unos niños que correteaban por la zona, fueron interceptados por nuestros chóferes, quienes les llamaron para realizar una de las tareas más importantes de los hombres yemenitas: la preparación de las hojas para masticar qat (un estimulante vegetal que es masticado durante horas hasta formar una  enorme bola que deforma la mejilla de los hombres). Las criaturas obedientes permanecieron acuclillados mientras separaban las hojas más tiernas de las que no servían, y rápidamente el manojo de brotes de qat quedó reducido a un montón de tiernas y “jugosas” hojitas verdes.

Yemen
La observadora cazada por un aventajado grupo de observadores yemenitas

Contemplaba la delicada escena tan abstraída que perdí la noción de lo que sucedía a mi alrededor hasta que levanté la vista. Un grupo de una veintena de niños se habían acercado hasta nuestro improvisado campamento y susurraban entre ellos subidos en lo alto de un pequeño montículo. La algarabía de los chiquillos estaba sabiamente atenuada por la educación y el respeto que le tienen a los mayores. Permanecían expectantes y concentrados mirando a aquellos extranjeros y extranjeras sin velo que habían llegado a las inmediaciones de su diminuto pueblo. Risas, murmullos y grandes dosis de entusiasmo quedaban reflejados en varias docenas de brillantes ojos que no podían apartar su mirada de nosotros.

Yemen
Abdo Qailan fue mi maestro de la cultura yemenita

Abdo Qailan, nuestro conductor, se había situado a un lado de la escena, vigilante de esa diminuta unidad de tiempo vivida en Yemen. Aunque sin querer formar parte de ella, los antropólogos no pueden evitar cambiar la esencia original de cualquier sociedad que observan. Como si de un experimentado antropólogo se tratara, Abdo intentó que aquel contacto, entre dos mundos tan distintos, no se contaminara, pero sí que esos mundos pudieran tomar consciencia de la existencia de ambos.

Matmata: pueblo troglodita (Túnez)

Matmata

Matmata es un lugar sorprendente y de lo más curioso, queda situado en el suroeste de Túnez, a 600 metros de altitud en lo alto de una colina. Se dio a conocer al mundo gracias a la película La Guerra de la Galaxias donde George Lucas filmó algunos exteriores del planeta ficticio Tatooine.

Hotel Sidi Driss
Hotel Sidi Driss escenario de la saga Star Wars
Por el paisaje de Matmata se desarrollaron muchas escenas de la película; como la carrera de Anakin Skywalker o su casa natal, convertida en la actualidad en un hotel que puede ser visitado y donde uno puede quedarse a dormir: el Hotel Sidi Driss.

La Matmata real fuera de las películas es la de las viviendas excavadas bajo tierra, las que se esconden tras una puerta de tronco de palmera y cuyas habitaciones, se abren a un patio central a cielo abierto. Por dentro y por fuera Matmata es un lugar único que te recomiendo descubrir.

Matmata
Las viviendas en Matmata están excavadas en la roca y mantienen una temperatura constante
La vegetación de la zona es más bien escasa, está sembrada de arbustos espinosos y como mucho hay un puñado de palmeras. Quizá por esas duras condiciones climáticas es porque este pueblo troglodita se encuentra escondido bajo tierra. Las viviendas están excavadas en una roca que es muy maleable y fácil de trabajar, ideal para construir extraordinarios edificios bajo tierra y que además le confieren la particularidad isotérmica de mantenerse cálidas en invierno y frescas en verano.

Las viviendas de adobe se han excavado de tal manera que desde el aire parecen los cráteres de roca y arena de un paisaje con aspecto lunar y misterioso. Esto explica la acertada elección de George Lucas para simular un planeta desértico en la película Star Wars. Algunas de las construcciones que se mantienen en pie (en 1969 muchas de ellas se derrumbaron a causa de las lluvias torrenciales) siguen siendo utilizadas como viviendas y pueden ser visitadas por los más curiosos y cinéfilos.

Matmata
El interior de las habitaciones excavadas en la roca están iluminadas gracias al patio central descubierto
La mayoría tienen un túnel de acceso que se dirige a un patio interior abierto y de forma circular. El patio sirve para otorgar luz a las dependencias que se abren alrededor y que pueden estar construidas con una o dos alturas. La principal ventaja de tener habitaciones alojadas en la roca es que la temperatura es constante, con una media de 18 grados centígrados.

Los pocos habitantes que siguen viviendo en estas casas lo hacen manteniendo sus costumbres, “a la antigua usanza” alejados de las comodidades del mundo actual. Tienen algunos animales para extraer leche (ya sean cabras o camellos), fabrican su propio pan moliendo los cereales con dos piedras, tejen alfombras para vender y siempre, siempre, tienen una sonrisa y un té para el viajero que llega hasta su puerta.

Lago Titicaca: el lago de los pumas de piedra

Lago Titicaca: el lago de los pumas de piedra

Según el cronista peruano Inca Garcilaso de la Vega, la aparición de los primeros quechuas coincide con la leyenda donde se explica el origen de los incas. El primer gobernador inca Manco Cápac y su esposa Mama Ocllo nacieron de la espuma formada en las aguas del Lago Titicaca. Su padre el dios Inti (el dios Sol) les dio la orden de fundar el Imperio TahuantinsuyoTierra de las cuatro regiones: el Imperio de los Incas. El extenso espejo de agua se convirtió así en la cuna de la estirpe indígena que desde el siglo XIII hasta el siglo XVI se extendió por América del Sur.

Las leyendas que envuelven a este lago navegable (uno de los más elevados del planeta, situado a 3.812 metros sobre el nivel del mar), lo relacionan con la creación de la maldad y codicia de los hombres, bajo la insistencia y provocación de los espíritus del mal. Las lágrimas del dios Inti al ver los pecados del hombre, formarían el lago más extenso de América del Sur (8.300 Km2) y bajo este diluvio divino miles de pumas se volvieron de piedra y sólo quedaron vivos un hombre y una mujer.

En esta gran masa de aguas transparentes, situada entre Bolivia y Perú, existen más de 41 islas. Las islas más importantes de la parte peruana son: Taquile, Amantaní, Suasi y Soto, de la parte boliviana son la Isla del Sol (Isla Titicaca) y la Isla de la Luna (Isla Koati). Aquí habitan las diferentes etnias que se agruparon tras la desaparición de las civilización Tiahuanaco (una civilización preincaica que existía alrededor del año 1500 a. C.). Los 16 reinos que se formaron alrededor del Lago Titicaca después de esta civilización, prevalecen en las comunidades actuales de aimaras, quechuas y uros que aún viven en las islas del lago.

Algunos de estos “hombres y mujeres del agua” habitan en islas flotantes construidas en totora; una hierba robusta cuyas hojas pueden ser trenzadas para la confección de cestos, barcas e islas. Las islas flotantes de los uros son un espacio digno de estudio y admiración. Las casas, los corrales para los animales y sus medios de transporte, están confeccionados con hojas de totora y la sensación de pisar un elemento vegetal blando y flexible que flota sobre el agua, es toda una experiencia.

Anécdotas de algunos de mis vuelos


Alguna vez os habéis preguntado: ¿cuántas veces habré subido a un avión?

Hay quien no soporta volar y otros, disfrutamos como niños con la sensación del despegue. Cada uno de los 186 vuelos que he realizado, ha sido diferente. Aquí os cuento algunas de las anécdotas vividas en mis primeros vuelos:

Compañeros de asiento peculiares
En mi segundo vuelo intercontinental, de São Paulo (Brasil) a Barcelona, tuve de compañero a un hombre de larga melena pelirroja que viajaba con indumentaria típica escocesa. Llevaba un vistoso kilt de cuadros color verde, unos calcetines negros con pompones e incluso un sporran (una especie de bolsa-monedero colgada al cinturón) de cuero negro. Después de 19 años viajando, no he coincidido con nadie tan peculiar como aquel escocés.

Mi primera metralleta y el Duty Free más exclusivo
Aterrizar en el Aeropuerto de Bahrain (Golfo Pérsico), en muchos sentidos es ¡toda una experiencia!. El vuelo Barcelona a Bangkok hacía escala allí por la noche, y eso me permitió ver a través de las ventanilla a Durrat Al Bahrain; una isla artificial en forma de media luna que iluminada por la noche y desde el aire, se asemeja a un espejismo en el desierto. Cuando llegas al Duty Free de Bahrein te das cuenta de que vives en otro mundo, jeques árabes, soldados con metralletas y todo el lujo que puedas imaginar, inalcanzable para la mayoría.

Sobrevolando una tormenta de arena
El vuelo desde Aswan hasta Abu Simbel en Egipto fue corto; igual que la visibilidad del piloto. Durante los escasos 45 minutos que duró el trayecto, el cielo se volvió de color vainilla y me acordé mucho de las palabras del guía, cuando estando en tierra nos dijo: "En Abu Simbel hay una tormenta de arena y nos retrasan el vuelo, voy a ver si puedo cambiar los billetes con otra compañía que no tenga unas normas de seguridad tan estrictas". Afortunadamente sigo aquí ;)

Servicio exclusivo
Algunas compañías aéreas se toman la puntualidad muy seriamente, tanto es así que en un vuelo Barcelona-Ankara, Lufthansa vino a recogernos con un coche a pie de pista, en el Aeropuerto de Múnich donde hacíamos escala, para llevarnos al avión que continuaba hacia Turquía. La carrera y las luces de emergencia debieron extrañar a los pasajeros que esperaban sentados contemplando la escena. Finalmente llegamos a nuestro destino a la hora prevista.

Mi última anécdota viajera en un vuelo, fue con Canaryfly, el comandante nos saludó por megafonía.

La tribu Iban de Borneo

Borneo
Los Iban reciben al visitante al ritmo de los gongs

Desconozco las millas de distancia que recorrí, remontando el río Lemanak, situado en la región de Sarawak. Utilizamos para ello, unas embarcaciones típicas de madera, de poca profundidad y muy alargadas, dotadas de un ruidoso motor. Sé que dejamos Kuching, la capital de la región, por la mañana y viajamos en coche por una carretera en dirección al interior de la Selva de Borneo hasta casi la hora de comer.

Iban
La familia Iban que vino a recogernos para llevarnos a su longhouse

Llegamos al embarcadero, donde comenzaría nuestra excursión fluvial, con entusiasmo y una gran dosis de curiosidad. Con una embarcación tipo lancha nos adentramos en la espesura de la Selva de Borneo por más de 4 horas de navegación. Nuestro destino se situaba en una comunidad de Ngemah, donde dormiríamos en la casa comunal, más conocida como longhouse en pleno territorio de los indios Iban. Nuestra intención era pasar algún tiempo con ellos para conocerlos de cerca.

Creencias y rituales de la tribu Iban de Borneo

Iban
La actividad dentro y fuera de la Longhouse de los Iban es continua

En Borneo disfruté de las ancestrales costumbres de los Iban, más conocidos por su terrible pasado como “los cortadores de cabezas”. Me enamoré de sus vistosas danzas y de un estilo de vida sencillo acorde y respetuoso con la Madre Naturaleza. La visita a uno de estos poblados de la tribu Iban de Borneo es el encuentro con un mundo lleno de tabúes, mitos y creencias que es extrañamente seductor para una amante de las etnias como yo.

Jefe Iban
La puntería de los cazadores Iban es legendaria

La oportunidad de conocer in situ a los indígenas de Borneo, es una de las mejores experiencias que ofrece un viaje a Malasia. Como huéspedes se deben respetar sus costumbres: primero debemos quitarnos los zapatos antes de entrar en la casa comunal y por encima de todo, nunca se debe rechazar el tuak, la bebida tradicional a base de arroz y con cierto grado de alcohol, a la que se le atribuyen propiedades estimulantes y ¡mágicas!

Iban
El tuak forma parte de las danzas de los Iban

Cuando nos ofrezcan un vaso de tuak, aunque no bebamos alcohol, hay que dar por lo menos un sorbo simbólico. Antes de servir los vasos, los Iban vierten unas gotas sobre el suelo en honor de los espíritus de la longhouse. Luego, el jefe de la tribu inicia una danza extraña; con las piernas encogidas en posturas increíbles, manos gesticulantes y rostros imperturbables.

Tribu Iban
Los Iban son conocidos como "los cortadores de cabezas"

Observaremos que cada trozo de piel de los hombres Iban está tatuado con dibujos de flores y animales. Aquellos hombres que muestran tatuajes en forma de marcas en el cuello, indican que fueron grandes guerreros. Los ancestros de estos Iban que hoy nos reciben, añadían un tatuaje por cada "delito de sangre" que realizaban; símbolo de su hombría y ferocidad.

Dormir en un longhouse con los Iban

Iban
Los Iban introducen los alimentos envueltos en hojas dentro del bambú para cocinarlos

Si vas a dormir en un longhouse con los Iban, es costumbre llevar pequeños obsequios como gesto de amistad. Durante algunos días serán unos magníficos anfitriones: cazarán y cocinarán para nosotros, compartirán su tiempo y nos mostrarán sus costumbres. Así que, si puedes compra en Borneo galletas, dulces, tabaco, cuadernos o lápices, objetos muy cotidianos para nosotros, pero que son muy apreciados por ellos.

Iban
Una longhouse pintada por una niña Iban

Personalmente cargué con un extenso surtido de "artefactos" que, sin querer, sirvieron para darme el mejor regalo de mi viaje a Borneo: unos dibujos pintados por los más pequeños de la tribu. Ver lo que dibuja un niño de cualquier tribu indígena, es abrir una pequeña ventana real a su mundo y lo que ellos consideran importante.

Iban
El jefe de la tribu Iban nos mostró su afición por las peleas de gallos

A pesar de las pequeñas incomodidades de dormir en el suelo y tener que compartir un baño rudimentario con todos los miembros de la tribu, la belleza del paisaje y los sonidos de la selva ofrecen al viajero una atmósfera mágica inolvidable. Durante los días que convivimos con los Iban, pudimos saborear carne de jabalí cazado por ellos con cerbatanas. Cocinamos arroz y verduras dentro de una caña de bambú, aprendimos palabras en su lengua mientras nos enseñaban donde se encuentran las golosinas de los niños Iban; unos gorditos gusanos que se comen vivos.

Iban
Tejer es una de las tareas diarias de las mujeres Iban

Con las mujeres Iban aprendimos a tejer alfombras y con los hombres Iban a reparar redes de pesca. Salimos de caza, a pescar y a recoger caucho que los Iban extraen de los árboles y que pueden vender en la ciudad. De hecho, Malasia es el sexto productor mundial de caucho natural y es un material que ofrece ciertos beneficios económicos a los Iban. Aunque intentan ser suficientes, los Iban necesitan comprar algunos productos en la "civilización".

Borneo
Bienvenida a la longhouse de los Iban

Ser partícipe de tantas experiencias, hará que vivir la aventura de dormir en un longhouse con los Iban, sea un viaje inolvidable en nuestra memoria. Seguramente esta experiencia vivida en Borneo, marcará "un antes y un después" en la vida de cualquier viajero que se precie. El contacto con estas tribus aferradas a sus costumbres y alejadas de la civilización, impacta y seduce, además de enseñarnos la variedad cultural y étnica de nuestro planeta.

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