¿Os habíais preguntado
alguna vez cómo es volar en primera clase?
Planeta Dunia pudo darse
el gustazo -por segunda vez- en el vuelo que unía Viena-Bangkok. Más
de diez horas de cuidado exclusivo, por parte de la tripulación de Austrian Airlines, hicieron las delicias de mi maltrecho cuerpo viajero.
Los asientos y las atenciones de primera clase no tienen nada que ver con las de la clase turista |
Pues aunque la respuesta
suene algo decepcionante para los cazarrecompensas, la verdad
es que no hice nada. Mi hermana y yo nos presentamos a tiempo en el
mostrador, facturamos nuestras mochilas de viaje, y muy amablemente el personal
del mostrador de Lufthansa advirtieron que había un retraso en el vuelo de Barcelona a Frankfurt que
afectaría a nuestro enlace hasta Bangkok. La solución cambiar de compañía y en vez de volar a Alemania con Lufthansa, hacerlo hasta Austria con la compañía Austrian Airlines. Al ser ambas compañías
miembros de la Star Alliance pudieron hacer un cambio de vuelo,
previo consentimiento nuestro, y arreglar antes de que ocurriera, la pérdida del vuelo de conexión.
Hasta aquí todo parecía normal, pero nuestra sorpresa llegó cuando fuimos a embarcar en el Aeropuerto de Viena.
Unas máquinas con lector de códigos de barra daban acceso al avión y nuestro billete pitó y expulsó un ticket con un número de asiento
nuevo. Cuando entramos al avión, nos pasamos hasta de largo, ya que
buscábamos el asiento en clase turista, inocentes del hecho que nos habían cambiado a Business Class. A ésto las compañías aéreas lo llaman Upgrade, hay incluso profesionales que saben trucos para conseguirlo, pero en nuestro caso fue cosa del destino.
¿Qué te puedes
encontrar volando en Business?
Pagar 4 veces más por volar en primera clase ha de notarse ¿no? ¡y cómo!.
Lo primero que hicimos, tras revisar mil veces que aquel asiento correspondía al nuestro y asegurarnos que no nos iban a echar a patadas, fue sentarnos con cara de alucinadas. Una azafata
sonriente nos trajo una bandeja con bebidas y cócteles
preparados para elegir y beber en el acto. Cuando has volado centenares de veces en clase turista, siempre miras a los de primera
clase y te dices ¡Cómo le pegan al alcohol los ricos! Pues ale,
aquí tenéis resuelto el misterio. La expresión Free Alcohol no es lo mismo que Alcohol Free.
Detalles que se
agradecen cuando tienes un vuelo por delante de más de ocho horas y
en plena noche
Una almohada de
las de verdad y una manta, con el firme propósito de que el pasajero
pueda dormir. Los asientos de primera clase de la compañía Austrian
Airlines, permiten la completa posición horizontal de las
personas, convirtiéndolas en ositos hibernando. Sí, dormí a pierna
suelta, rodeada de desconocidos y todo lo larga que soy en una cama voladora. Si aún no
me odiáis lo suficiente añadiré que los asientos eran con opción
de masaje y con graduación de firmeza del “colchón”.
¿Qué prefieres, la posición de relax o la de dormir? Tocando un
botón el asiento se convierte en una plataforma del descanso digna de los dioses.
Panel de control de los asientos de Primera Clase |
En Primera Clase tienes acceso a revistas de todo
tipo para ponerte al día de moda y cotilleos, y además Austrian Airlines te obsequia con un regalo de
aquellos que os tiraríais de los pelos entre buenas amigas. Un neceser
de fieltro súper chulo con calcetines, cepillo de dientes, peine, antifaz,
tapones para los oídos, calzador y crema facial. Este neceser es la bomba.
Los asientos de Austrian Airlines de primera clase con espacio para dormir y disfrutar |
Ya es más común
encontrarlo en la clase turista, sobretodo en vuelos largos, se trata
de una pantalla con canal de juegos, películas en varios
idiomas o música, a libre elección. Lo que quizás, no es aún una
posibilidad donde volamos la mayoría, es que tengas acceso a un
conector de USB y a unos auriculares “de los de
verdad”; circumaurales se llaman y rodean completamente la oreja
para apreciar mejor el sonido. Para tocar aún más la fibra de la envidia, añadid el mando
a distancia para controlar las luces y todo el menú de acceso a
la pantalla. Así tu relajación no se verá afectada porque no tendrás que moverte ni un ápice para cambiar lo que estés haciendo.
Para los más
sibaritas
No sé donde lo tenían
escondido pero poco después del despegue apareció el Chef
¡con sombrero y todo! llevaba el menú de la cena y el
desayuno para que eligiéramos uno de los tres platos disponibles en
la carta. Además de una espectacular carta de vinos y una
deliciosa carta con 10 diferentes tipos de café vienés. El
remate de esta sección gastronómica y para los que nos gusta la
buena comida, es que los platos acabados de hacer en la cocina del avión, son servidos sobre mantel de algodón
y con vajilla de cerámica, algo que es imposible de encontrar
volando en clase turista.
Hasta aquí mi
experiencia viajando en primera clase. No he vuelto a ser la misma después de esta experiencia y es que ¡lo bueno nos gusta a todos!
2 comentarios:
A mi me pasó exactamente lo mismo este verano volviendo de Kuala Lumpur, aunque en mi caso fue con la Turkish. Si ya me gustaba la compañía, ahora ¡les amo!
La verdad es que es una auténtica maravilla poder volar en esta clase cuando son vuelos tan largos. Una vez mes pasó en un vuelo europeo y no es lo mismo.
Para mi la gozada de esta clase, no es tanto por las amenities, cartas, chef, barra,etc. (que también) sino sobretodo por la posición horizontal del asiento para dormir como en una cama. ¡Qué maravilla! Yo no quería que se acabase nunca el vuelo jajaja
Lo malo de esto es que luego tienes que volver a la realidad y volver de nuevo a volar en turista, que después de haber probado bussiness es aún peor si cabe ;)
Qué fácil es acostumbrarse a lo bueno ¿eh?
Al menos hemos sido afortunadas y lo hemos probado.
Gracias Carol por tu comentario y demostración de que la suerte es Patrimonio de todos. Coincido en lo difícil que es volver a la "cruda" y turística realidad. Saludos desde business... aix..
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