Soy Ana Isabel Escriche, viajera, escritora y fotógrafa del mundo.
Responsable de contenido y Community Manager especializada en arte y turismo.
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Excepcional ejemplo de arquitectura industrial de principios del siglo XX
Los antiguos Almacenes Waucquez es el único complejo de tiendas de grandes dimensiones Art Nouveau de Victor Horta que ha sobrevivido a nuestros días. Aunque el interior ha sufrido diversas modificaciones debido a su utilización, el exterior se ha conservado intacto, tal y como lo diseñó su arquitecto. Charles Waucquez encargó la construcción para el negocio familiar a Victor Horta en 1902.
Los Almacenes Waucquez era un negocio mayorista de venta de tejidos
Las obras se acabarían cuatro años después. Los Almacenes Waucquez fueron inaugurados el 31 de
marzo de 1906, aunque la buena marcha del negocio haría que Charles Waucquez solicitara al arquitecto Charles Veraart la construcción de dos entrepisos, añadidos entre 1912 y 1913, a ambos lados del hall de entrada (entre la planta baja y el primer piso construidos por Horta).
Fachada de los Almacenes Waucquez
Horta compensa el desnivel de la calle con un zócalo de piedra azul
El prestigioso arquitecto belga
moldearía la sobria fachada de los Almacenes
Waucquez en piedra Euville blanca, sobre una base de piedra azul. Y lo haría con
sus típicas formas curvas, donde daría cabida a dos líneas de magníficos ventanales. Su diseño de grandes marcos de piedra, recuerda al
que utilizaría en otras construcciones como la Casa del Pueblo, hoy tristemente
desaparecida.
Detalle de la puerta de entrada y las salidas de aire
Horta no deja nada al azar y se encargará tanto del diseño de las rejas de hierro forjado de las ventanas
de la planta baja, que decoró con motivos en forma de hoja de palmera, hasta las
salidas de aire que las dotó de
formas sinuosas y que también son visibles en muchos de sus edificos, como
en la fachada del Hôtel Solvay.
Hall de entrada
El mosaico se adapta a la estructura del edificio, igual que la barandilla
En el interior, encontramos un fabuloso hall de entrada, a modo de patio, que está presidido en el centro por una farola de hierro y granito. Sí, has leído bien ¡una farola! Tiene varios brazos cuyos extremos sostienen cinco tulipas blancas de cristal translúcido en forma de bola. Este espacio está rodeado por columnas de piedra y una estructura metálica
La sala de recepción era uno de los espacios más importantes para Horta
Los Almacenes Waucquez reúnen todos los aspectos de los grandes almacenes de época modernista: una gran sala para recibir a los clientes, amplias escaleras y una espectacular entrada de luz natural, necesaria para ver bien, los productos que se comercializaban. Aquí se encontraba la zona
de almacén y venta de tejidos, que hoy ocupa la tienda del Museo del Cómic y un restaurante.
La luz natural es la única que permite apreciar bien el color de los tejidos
La estructura metálica decorada y
soportada por estilizadas columnas de
hierro fundido con capiteles, pilares
y barandillas proporcionan a los grandes
Almacenes Waucquez máxima ligereza y luminosidad. A la vez que eran excelentes
para mitigar la propagación del fuego en caso de incendio. Hay que tener en
cuenta que los tejidos queman con bastante rapidez.
Esta farola fue una de las primeras en funcionar con electricidad
Es imposible no mirar hacia el
cielo en busca del cegador foco de luz que ilumina el vestíbulo de entrada. Su responsable
es una enorme marquesina de vidrio y
metal, que ilumina majestuosamente desde el primer piso hasta la planta baja. El techo acristalado permite que la luz diurna llegue hasta las zonas más recónditas del edificio.
La luz fortalece las formas y acentúa las líneas y los colores
El suelo también merece un buen
momento de contemplación. El hipnótico pavimento está hecho con teselas de mosaico de mármol decorado con motivos
florales, parecidos a los utilizados para decorar las vidrieras. Horta diseñaba los mosaicos principalmente en dos colores, en los Almacenes Waucquez añadió una línea ligeramente más oscura en los contornos.
Primera planta de los Almacenes Waucquez
A Horta le gustaban los cambios de dirección y los diferentes niveles
Subimos al primer piso admirando
la magnífica y monumental escalera realizada
en piedra de Angoulême, que da acceso a las plantas superiores. ¿Os acordáis de
cuando estuvimos en la capital francesa del cómic? Los Tesoros de Angoulême: más allá del Street Art. (momento para publicidad). Su barandilla
de madera y hierro forjado parece cobrar vida y se adapta al hueco de la escalera,
a sus paredes y recovecos.
Parece que los almacenes tengan dos plantas, pero en realidad son cuatro
Tras adquirir las entradas del
Museo del Cómic continuamos subiendo por las escaleras hasta la siguiente
planta. La temperatura ha subido unos cuantos grados y hay quien pensaría que Victor Horta se inspiró en algún
invernadero para el diseño de los Almacenes Waucquez. El techo del edificio permanece acristalado casi en su totalidad.
Fijaros en las vigas de hierro
porque también están decoradas con motivos vegetales.
Aquí se encuentra la exposición permanente del Museo del Cómic
Tabiques de metal acristalado y
mamparas de madera separaban el espacio comercial de las áreas de servicio. Al
fondo, detrás de la escalera por donde hemos subido, se encontraban las antiguas oficinas de dirección que han
conservado el suelo de parquet y una chimenea de mármol. No os vayáis sin ver
otra de las joyas de la arquitectura industrial: el ascensor destinado al transporte de mercancías.
Horta creía que los diseños inspirados en la naturaleza eran beneficiosos
Los Almacenes Waucquez cerrarían
sus puertas en 1974 y tras unos años de abandono, pillaje y olvido, recuperaron
su esplendor y se abrieron como el Museo del Cómic el 6 de octubre de 1989. Lo
que probablemente lo haya salvado de la demolición. Bélgica tiene la densidad
más alta del mundo de autores de cómics por kilómetro cuadrado, así que es
lógico que exista un Centre Belge de la
Bande Dessinée.
Centre Belge de la Bande Dessinée
Cómic donde puede verse el plano de la fachada de estos almacenes
Aunque soy una gran amante de los
museos, he de reconocer que por primera vez el “continente superó al contenido”.
Aun así, me pareció fantástico descubrir algunos cómics donde Horta y los Almacenes
Waucquez son los protagonistas. Para los amantes de las viñetas es un lugar
de visita imprescindible, además de las exposiciones temporales y permanentes,
el Museo del Cómic es un centro de documentación que preserva y promueve el
noveno arte.
Las exposiciones temporales se encuentran en la tercera planta
Más información. Almacenes Waucquez. Museo del Cómic de
Bruselas (Centre Belge de la Bande Dessinée o CBBD). Dirección: Rue des Sables 20, 1000 Bruselas.
Horario: de martes a domingo de 10 a 18 h. Precio entrada: Adultos 12 €, mayores
de 65 años 9 €, niñ@s entre 6 y 11 años 5 €. Entrada gratuita con la Brussels Card. Transporte público: Metro, líneas
2 y 6 parada Botanique o Rogier. Líneas 1 y 5 parada De Brouckère. Tranvía
líneas 3, 4, 31, 32 y 33 parada De Boukere. Autobús líneas 29, 38, 63, 66, 71 y
86 parada Anspach-de Brouckere. Web: Centre Belge de la Bande Dessinée.
Si te ha gustado descubrir estos
almacenes de principios del siglo XX, te encantará entrar en la antigua tienda de Wolfers Frères diseñada también por Victor Horta.
Toda la información generada
durante mi viaje a Bruselas puede consultarse a través de los hashtags
#visitbrussels y #PDBruselas
Avilés es una de las tres ciudades más importantes de Asturias
Con esta ruta por el Centro Histórico de Avilés y el Barrio de Sabugo, recorremos su pasado medieval, gótico y barroco a través de palacios, iglesias, calles porticadas y plazas, que se mantienen rodeadas por una muralla, hoy invisible, que las protegió durante siglos de ataques enemigos. Es la villa medieval por excelencia, su legado histórico y artístico se remonta por la ría como un eje vertebrador del paso de reyes, marineros, artistas y aventureros.
Plaza de España
La Plaza de España de Avilés es el centro neurálgico de la ciudad
Conocida por los avilesinos como El Parche, la Plaza de España fue construida en el siglo
XVII en estilo barroco, como parte del crecimiento demográfico que obligaba a
construir fuera de la ciudadela medieval. Su forma triangular acoge tres notables edificios: el Ayuntamiento,
el Palacio del Marqués de Ferrera y el Palacio de Llano Ponte, todos del siglo XVII. Seis calles peatonales
nacen de esta plaza:
Rivero y Galiana son las más populares, conocidas
como “el ensanche barroco”; La
Fruta y La Cámara son las principales
vías comerciales; y por último, la encantadora Calle La Ferrería.
Ayuntamiento de Avilés
La Torre del Reloj fue añadida en el siglo XIX
El Ayuntamiento de Avilés fue proyectado por el arquitecto Juan de Estrada, que se inspiraría en
los planos del Ayuntamiento de Oviedo. El maestro de obras Marcos Martínez construiría los bajos porticados entre 1670 y 1677. La fachada luce once arcos y una
serie de balcones en la parte superior. En la parte central puede verse el escudo real y el escudo de
Avilés. En el interior destaca la escalera
central iluminada por una vistosa cristalera
y su salón de recepciones.
Calle La Ferrería
La Ferrería es una de las calles porticadas más antiguas del norte español
La Calle La Ferrería fue la principal arteria medieval de Avilés,
junto a la Rúa Nueva (actual Calle de La Fruta). Nos encontramos
dentro de las murallas de “La Villa” donde estaban instalados los herreros. El
recinto amurallado se construyó entre los siglos XII y XIII y estuvo en pie hasta
su demolición en 1820. La muralla de Avilés tenía un perímetro aproximado de
800 metros y contaba con 5 puertas de entrada protegidas por torres.
Mapa antiguo de Avilés en el Museo de la Historia Urbana
El núcleo habitado estaba formado por 3
calles dispuestas en hache: la de La
Ferrería y la de La Fruta que
discurrían paralelas y la Calle del Sol
que las unía. La Calle La Ferrería
sembrada de soportales que daban cobijo a los herreros, partía de la Puerta del
Alcázar (la entrada principal de la muralla) y acababa en la Puerta de La Mar
situada junto al puerto.
Palacio de Valdecarzana
El Palacio de Valdecarzana es el edificio civil más antiguo de Avilés
En la Calle La Ferrería, entre la Calle
Sol y la Calle Jovellanos,
encontramos el Palacio de Valdecarzana
o Casa de las Baragañas. Fue construido en estilo gótico en el siglo
XIV. Del edificio original ha conservado las ventanas geminadas de la primera planta y la fachada que da a la Calle La
Ferrería. Lo demás, ha ido sufriendo distintas modificaciones a lo largo de los siglos.
Las ventanas del piso noble están decoradas con dientes de sierra
Este edificio, que debió ser de algún rico mercader o familia
burguesa acomodada, utilizaba la planta baja como tienda y almacén y la primera
planta como residencia. Cuenta una leyenda que el Rey Pedro I El Cruel, rey de Castilla, se alojó aquí durante una noche
de 1352, durante la batalla contra Enrique
de Trastámara, su hijo bastardo.
Museo de la Historia Urbana de Avilés
Miniatura del siglo XIII de Alfonso VII de León del códice Tumbo A
El Museo de la Historia Urbana de Avilés es ideal para conocer lo más destacado, transcurrido en cada época en la ciudad. Desde sus orígenes, cuando era una simple aldea marinera del norte de España; a la época medieval cuando el rey Alfonso VI le concede el fuero en 1085 y la convierte en Villa para asegurarse un puerto de entrada seguro para el comercio; pasando por la importante ampliación burguesa y el desarrollo industrial.
Iglesia de los Padres Franciscanos
La Iglesia de los Padres Franciscanos es el edificio más antiguo de Avilés
La Iglesia de los Padres Franciscanos fue construida en
estilo románico, con una sola nave rectangular, entre finales del siglo XII y
principios del XIII. De aquella época ha conservado algunos capiteles cincelados, como el de la escena de Adán y Eva y el pecado original. En su interior, destaca la Capilla de
Pedro Solís o Capilla de los Ángeles; una capilla gótica de finales del
siglo XV, principios del siglo XVI.
Su impronta románica original se conserva en la portada principal
A la derecha, se encuentra la Capilla del Cristo de estilo barroco construida en el siglo XVIII,
donde destaca la cúpula y su linterna octogonal. A la izquierda del
Altar se encuentra el mausoleo de Pedro Menéndez de Avilés, fundador de la
ciudad más antigua de Estados Unidos: San Agustín de la Florida. A su muerte en
1574 dejó escrito en su testamento que quería ser enterrado aquí.
Parque del Muelle
Las estatuas fueron creadas en 1876 por la Fundición del Val D´Osne
El Parque del Muelle fue construido en 1890 según un diseño del
arquitecto municipal Ricardo Marcos Bausá.
La zona pantanosa se transformó en zona ganada al mar, para el disfrute de la
burguesía como espacio de paseo y encuentro social. Hoy, alrededor de este
cuidado jardín y bajo su arboleda, encontramos una
fuente, un templete musical y nueve
esculturas inspiradas en la mitología griega.
La población pronto adoptó la foca como “mascota” de Avilés
Junto a la Fuente de Verano o Fuente de la Glorieta puede verse la estatua de la Diosa Afrodita y el Dios Baco y junto a la Calle de El Muelle, las esculturas de la Alegoría del Otoño, la Alegoría del Invierno y la Diosa Artemisa. En 1956, se sumó una nueva escultura en piedra al Parque del Muelle: “La Foca”. Diseñada por Tomás Menéndez Abascal, el animal apareció en 1950 en la ría y cuenta la leyenda que con ella llegó un tiempo de prosperidad y bonanza a Avilés.
La cubierta está decorada con diseño de escamas de pez
El Quiosco de Música fue diseñado por Federico Ureña en 1894. Es de planta
octogonal elevada sobre un zócalo rematado por una barandilla de metal calada. Varias columnas de metal con capiteles corintios soportan las cúpulas, que además de proteger a la banda municipal de música
de las inclemencias del tiempo, actuaban como caja de
resonancia. Está custodiado por la Alegoría de la Primavera y la Alegoría del Verano.
Las placas de bronce alaban al marino avilesino
En 1918 se levantó el Monumento
a Pedro Menéndez; fundador de San Agustín de la Florida en 1565. El homenaje,
obra del escultor Manuel García-González,
muestra un valiente héroe sobre un pedestal. Finalmente, a
sus espaldas se encuentra la escultura de una Náyade (ninfa hija de los dioses del agua).
Plaza del Carbayo
Las viviendas de la plaza conservan galerías y balcones de madera
Nos encontramos en el corazón medieval del barrio marinero de
Sabugo; el único construido extramuros en el siglo XIII que mantiene su trazado regular original. Las
abundantes zonas boscosas que había en el pasado, favoreció que se instalarán
aquí los antiguos astilleros artesanales y toda clase de artesanos vinculados
con las labores marineras. De la Plaza del Carbayo parten la Calle Bances Candamo con soportales a ambos lados y la Calle Estación.
Iglesia Vieja de Sabugo
La Iglesia Vieja de Sabugo fue el templo parroquial del barrio marinero
La Iglesia Vieja de Sabugo se empezó a construir alrededor del segundo
cuarto del siglo XIII en estilo románico. De esa época conserva el ábside semicircular y la portada lateral. En el lateral derecho de la iglesia, también puede verse la Mesa de los Mareantes, una mesa y dos bancos de piedra donde en época medieval se reunían los pescadores para planificar las campañas
de pesca.
Los capiteles tienen animales cincelados y elementos de aspecto vegetal
El templo se terminó en estilo gótico al que corresponde la portada principal; uno de los elementos con mayor decoración. En el interior, de una
única nave rectangular, destacan el arco
triunfal apuntado y la Capilla Mayor.
Fue consagrada a Santo Tomás de
Canterbury; un mártir inglés que confirma la estrecha relación comercial
del Puerto de Avilés con el resto de puertos comerciales.
Calle Bances Candamo
En la Calle Bances Candamo los soportales se encuentran a ambos lados
Avilés tiene más de 2 km de calles porticadas, una de ellas es la Calle Bances Candamo, aunque antiguamente se llamaba “D’atrás”. ¿Os acordáis de las calles en forma de “H” del centro histórico? Pues en Sabugo tenían algo similar formado por las calles D’alante (hoy Calle La Estación) y D’atrás (aquí nació el dramaturgo del Siglo de Oro, Francisco Bances Candamo que le da nombre), unidas por la calle D’enmedio (hoy Calle Carreño Miranda).
La Monstrua
Detrás de ella puede verse varias serigrafías cerámicas con su silueta
En la Calle Carreño Miranda encontramos la esculturaen bronce
realizada por Amado González Hevia, “Favila”, en 1997.
Basada en una pintura del siglo XVII del pintor avilesino Juan Carreño de Miranda, conservada en el Museo del Prado, Favila reinterpreta el retrato de la cortesana española Doña Eugenia Martínez Vallejo, apodada “La Monstrua”.
Iglesia de Santo Tomás de Canterbury
Fachada flanqueada por dos torres de 47 metros y Lignum Crucis
La Iglesia de Santo Tomás de Canterbury fue construida entre 1896 y
1903 en estilo neogótico según el proyecto del arquitecto Luis Bellido González. La Iglesia Vieja de Sabugo se había quedado
pequeña y ya no podía albergar más feligreses, así que se inició la
construcción de esta nueva iglesia. La monumental fachada, cuyo cuerpo central se inspira en el gótico francés, está coronada por el escudo de Avilés.
La decoración interior es obra de Félix Granda Buylla
Para su construcción se aprovecharon las piedras
de un antiguo Convento de la Orden de La Merced de los siglos XVII y XVIII,
ubicado en este mismo lugar. El pórtico de entrada está decorado con
las figuras en mármol de Carrara de los cuatro evangelistas, obra de Ángel
Arias Falcón. La planta de cruz latina tiene tres naves en el eje principal y una nave en el crucero.
Las donaciones de emigrantes y burgueses le dieron aspecto de catedral
En el interior destaca la bóveda de crucería y el ábsidepoligonal flanqueado por dos
sacristías. Los retablos y cuadros realizados por el taller de Granda Buylla, muestran escenas
relacionadas con Tomás de
Canterbury; lord canciller del Reino de Inglaterra. La pieza más
importante de esta iglesia es el Lignum
Crucis;una astilla de la cruz de Cristo donada en 1955 por el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Su primer propietario fue un indiano que hizo fortuna en Cuba
En la esquina de la Calle La Cámara y Calle Cuba se encuentra una magnífica mansión con fachada en chaflán. Se trata de la Casa de Eladio Muñiz, también conocida
como Casa de Josefina Balsera (su segunda propietaria). Fue construida en 1903
con 3 plantas y un ático con bóveda rematado con una torre mirador. El
interior conserva la riqueza decorativa y la calidad de sus materiales.
Calle La Cámara
Las casas de la Calle La Cámara muestran el esplendor del siglo XIX
La Calle La Cámara fue el primer eje comercial de la ciudad moderna y
se encuentra en los límites de la antigua zona amurallada de la Edad Media. Aquí
se encontraba la Puerta de La Cámara
o Puerta del Postigo, la puerta oeste del recinto amurallado y un puente que
unía el barrio de Sabugo con el casco histórico. Hoy es una importante
arteria comercial de Avilés salpicada de edificios elegantes.
Plaza de Abastos
Los soportales pronto se convirtieron en “el paseo de invierno”
La antigua Plaza de las Aceñas es hoy la popular Plaza del Mercado (oficialmente Plaza
de los Hermanos Orbón). Es una plaza rectangular rodeada de galerías de madera sostenidas por columnas de hierro forjado, cuyos
soportales albergan algunos bares y restaurantes. La plaza fue construida en la
segunda mitad del siglo XIX con 4 entradas y unos vistosos balcones y miradores
que se asoman a las calles que la rodean.
En el centro de la plaza se encuentra el edificio modernista del mercado
El mercado fue construido entre 1870
y 1881 gracias al proyecto de Juan Morán
Lavandera. Aquí se puede comprar los productos frescos y típicos más
destacados de la región: pescado y marisco del Cantábrico; carne y quesos
asturianos, como el queso de La Peral o el queso Gorfolí; longaniza de Avilés;
el bollo, un mantecado escarchado en forma de trébol de cuatro hojas; y toda
clase de frutas y hortalizas.
Palacio de Maqua
Los miradores del Palacio de Maqua están decorados con motivos góticos
El Palacio de Maqua fue construido entre los siglos XIX y XX por la
familia burguesa Maqua en la
principal vía de Avilés de la época: la Calle
La Cámara. Está decorada con elementos que recuerdan el estilo gótico como
los hermosos miradores de la
fachada. El interior se distribuye alrededor de un patio que se cierra con un conjunto de galerías decoradas en marquetería.
Palacio del Marqués de Camposagrado
La fachada de la Calle La Muralla es la fachada defensiva
El
Palacio del Marqués de Camposagrado fue utilizado, entre 1809 y 1811, por las tropas de Napoleón como cuartel general durante la Guerra de Independencia. Consta de dos fachadas: la de la Calle
La Muralla de estilo renacentista, fue construida a principio del siglo XVII, con
una hermosa galería de diez arcos escarzados. Vale la pena rodear el edificio en busca de los restos de la muralla medieval de Avilés visibles en la Cuesta de La Molinera.
Esta fachada es obra de Francisco Menéndez Camina
En la Plaza de Camposagrado se
encuentra la fachada barroca más
destacada de Asturias. Presenta balcones
de forja decorados con columnas y varios escudos;
el del centro corresponde al escudo familiar de su primer propietario: Bernaldo de Quirós, Marqués de Camposagrado.
La fachada, enmarcada por dos torres de base cuadrada, fue construida entre 1693 y 1696 con sillares almohadillados.
Calle la Fruta
Aquí se encontraba la Puerta de la muralla de Cimadevilla
En la Edad Media fue una de las
principales vías en el interior de la ciudadela. En el extremo más próximo al Ayuntamiento
se encontraba otra de las puertas de la muralla de Avilés; la Puerta del Reloj.
La mayoría de los edificios de la Calle
la Fruta pertenecen a la transformación realizada en el siglo XIX. A mitad
de camino encontramos la Calle del Solque conecta con la Calle La Ferrería.
Palacio del Marqués de Ferrera
Este palacio es uno de los edificios barrocos más antiguos de Asturias
En la Plaza de España de Avilés se encuentra el Palacio del Marqués de Ferrera. Fue construido por orden de Pedro Menéndez León Quirós, regidor de la Villa, entre 1648 y
1651. La obra de estilo barroco fue realizada por el arquitecto Bartolomé
de Velasco Agüero. El edificio pasó a llamarse Palacio del Marqués de Ferrera al recibir el título la familia Navia-Arango en 1697.
Dos leones sostienen el escudo del marquesado
En la fachada principal se encuentra el escudo de armas del marquesado de Ferrera, rodeado por dos líneas de balcones que sobresalen en voladizo. Destaca la torre
lateral de 4 plantas que está coronada por un mirador
con balcón de rejería. La parte posterior fue
reformada en el siglo XVIII y el interior en los siglos XIX y posteriormente en
el siglo XXI, cuando se convirtió en el Hotel Palacio de Avilés de 5 estrellas.
Fuente de los Siete Caños o los Caños de San Francisco
La Fuente de los Siete Caños está decorada con tres escudos
La Fuente
de los Siete Caños o los Caños de San Francisco, fue construida entre el
siglo XVI y XVII, cuando se canalizaron las aguas y se construyeron varias
fuentes públicas en la ciudad. En los
extremos se aprecia el escudo de Avilés y el del centro corresponde al escudo
de armas del Reino de Castilla. Bajo los escudos, seis rostros de personajes de la época, vierten el agua a una pila rectangular con el centro ovalado
que en el pasado sirvió de abrevadero.
Calle San Francisco
El lado derecho de la calle ha conservado varias casas modernistas
De la Plaza de España hasta la Plaza Domingo Álvarez Acebal parte otra de las calles peatonales de
Avilés: la Calle San Francisco. En el lado
izquierdo destaca el Palacio del Marqués de Ferrera, la Fuente de los
Siete Caños y la Iglesia de San Nicolás de Bari. José Luis Garci rodó escenas de sus películas “Luz de domingo” y You're
the One (una historia de entonces), en esta calle, así como Woody Allen para “Vicky Cristina
Barcelona”.
Plaza Domingo Álvarez Acebal
La Escuela de Artes y Oficios es obra de Arturo Fernández Cueto
La cinematográfica Plaza Domingo Álvarez Acebal apareció en la película de Woody Allen “Vicky Cristina Barcelona”, como parte de los escenarios que mencionaban a Oviedo. Aquí se encontraban en el siglo XIII, las huertas del Convento de San Francisco del Monte. En la plaza podemos ver hoy los edificios de la Escuela de Artes y Oficios construida en 1892 y la Casa Municipal de Cultura inaugurada en 1989.
Iglesia de San Nicolás de Bari
La construcción de la iglesia, capilla y claustro abarca tres siglos
En este espacio se encontraba el
antiguo convento de San Francisco del Monte, levantado en el año 1380, sobre
los restos de un templo anterior prerrománico del siglo XII. De aquella primera
edificación, se ha conservado un fragmento de cancel visigótico incrustado en una pared del claustro construido en el
siglo XVII. El pórtico de la fachada
es gótico del siglo XIV y conserva capiteles decorados con hojas de parra.
El claustro, de dos pisos y planta cuadrada, fue reformado en el siglo XX
En el interior de la Iglesia de San Nicolás de Bari destaca la pila bautismal realizada
con un capitel corintio de alabastro
de época romana. Acércate hasta la Sala Capitular
románica del siglo XIII y no te pierdas las numerosas puertas de madera, algunas son muy antiguas. También vale la pena descubrir los sepulcros, en especial el de Martín Alas, de finales del siglo XV, en
estilo hispano flamenco.
Palacio de Balsera o Palacio de Sendón
La fachada está decorada con frutos, plantas y mascarones
El Palacio de Balsera o Palacio de Sendón fue construido durante la segunda
década del siglo XX como vivienda para el industrial Victoriano Fernández Balsera. El edificio presenta una planta en “L” que separaba
el espacio noble del espacio de servicio. En el interior destaca una bóveda de cristal emplomado y una
elegante escalera que se abre en
forma de V hacia la primera planta. El patio está cubierto por una vidriera modernista obra de la empresa
francesa Delclaux y Cía.
Calle Galiana
La Calle Galiana es la calle más fotogénica de Avilés
Desde la Plaza Domingo Álvarez Acebal parte la Calle Galiana con 252 metros de galerías de madera soportadas por pilares de piedra y una abundante oferta
gastronómica que la convierten en una de las visitas
imprescindibles de la ciudad. Las casas de los artesanos del siglo XVII, han conservado algunas balconadas de madera de aquella época sin apenas modificaciones.
Las viviendas disponían de un huerto en la parte de atrás
Fue construida en el siglo XVII como parte del Ensanche barroco avilesino y era frecuente ver a los artesanos trabajando al aire libre, aprovechando la luz del día y a cubierto, de la lluvia y el sol. Tenían sus talleres y almacenes en la planta baja y la vivienda en la planta
superior. El suelo bajo los soportales presenta un pavimento empedrado para el ganado y de losas para las personas.
Casa de Arias de la Noceda
Frente a las casas humildes de Galiana se construyeron algunos palacetes
La Casa de Arias de la Noceda fue construida en 1883 por el indiano Arias de la Noceda. La fachada está decorada con elementos
metálicos como la marquesina de
hierro y cristal de la entrada principal que recuerda al estilo rococó. La fachada trasera que da al Parque de
Ferrera luce diferentes galerías. En
el interior destaca una cúpula y una
imponente escalera.
Plaza del Carbayedo
El Hórreo de Carbayedo recuerda el uso agrícola y rural de la zona
La Plaza del Carbayedo se encuentra en un antiguo bosque de carbayu
(roble, en asturiano) del que hereda su nombre. Hoy esta zona verde, rodeada de
casas, bares, restaurantes, enotecas y sidrerías, conserva un antiguo
abrevadero transformado en fuente y
un hórreo. Estas construcciones eran
utilizadas como granero para almacenar los productos de la huerta,
protegiéndolos principalmente de la humedad y los roedores.
Parque de Ferrera
Jardín Francés es de acceso libre, aunque es del Hotel Palacio de Avilés
Avilés cuenta con 13 parques
públicos, el mayor es el Parque de
Ferrera de 81.000 m2. Durante siglos formó parte de las
propiedades de los marqueses de Ferrera
hasta que fue adquirido por el ayuntamiento en 1976. Cuenta con 5 entradas y se
divide en un parque de estilo inglés
con grandes prados, zonas boscosas con árboles centenarios y un estanque; y en un
Jardín Francés, típicamente
palaciego, con pérgolas, fuentes y parterres de boj.
Calle Rivero
La Calle Rivero es una de las calles más antiguas de Avilés
Se tiene constancia de que
la Calle Rivero ya existía en 1485, cuando formaba parte del arrabal fuera de las
murallas de la ciudad. Sus magníficas casas con soportales fueron construidas entre el siglo XVII y XVIII. De aquí partía
el Camino Real a Oviedo y hoy forma parte del Camino de Santiago. En uno de
sus lados se encuentra la Fuente de los
Caños de Rivero y la Capilla del
Cristo o Capilla de San Pedro y en el otro, la Casa Palacio García Pumarino.
Los Caños de Rivero
Los Caños de Rivero conserva tres de los cuatro caños originales
Los Caños de Rivero fueron construidos en 1816 como lavadero y fuente
pública, por el arquitecto Francisco A. Muñiz Lorenzana. En un principio, ambos quedaban rodeados por un muro de mampostería y hoy por un espacio semicircular con bancos de piedra. La fuente de piedra, de forma cilíndrica, de la que
brotaba agua por cuatro caños, está rematada
por un jarrón de piedra. El lavadero techado desaparecería como tal en el siglo XIX.
Capilla del Cristo o Capilla de San Pedro
Una puerta enrejada deja ver su interior
La primera mención de la Capilla
del Cristo o Capilla de San Pedro data de 1485, aunque el edificio de mampostería rematado con
espadaña que vemos hoy, es una
edificación de 1891. En el interior, puede verse el escudo de los Rodríguez de León y las imágenes de Cristo atado a la columna y la del Apóstol San Pedro, arrodillado y vestido con una túnica blanca. Ambas imágenes desfilan en Semana Santa por las calles de Avilés.
Palacio de Llano Ponte o Casa Palacio García Pumarino
El interior del Palacio de Llano Ponte fue transformado en un cine
En un extremo de la popular Calle Rivero se encuentra el Palacio de
Llano Ponte, también conocido como la Casa
Palacio García Pumarino. Fue construido entre el 1700 y 1706 por el arquitecto
barroco Francisco Menéndez de Camina, “El
Mozo” como vivienda para el indiano Rodrigo
García Pumarino que amasó una considerable fortuna en Perú.
La única parte original del palacio que ha sobrevivido es su fachada
La fachada está decorada con un balcón en cada lateral y unos soportales de 7 arcos que están rematados cada uno de ellos por una ventana con molduras. Con el tiempo,
la mansión pasó a manos de la familia noble de los Llano Ponte y sirvió de inspiración al escritor y crítico literario
Armando Palacio Valdés para su novela
“Marta y María” escrita en 1883 e inspirada
en Avilés.
Una antigua cárcel es hoy Oficina de Turismo de Avilés
La fachada está rematada por cuatro pináculos y el escudo de Avilés
La Oficina de Turismo de Avilés se encuentra en la Casa de Busto de Sabugo, construida en
estilo de corte clasicista por Francisco
Antonio Muñiz Lorenzana en 1824 con piedras de la antigua muralla medieval. La sencilla fachada luce una serie de ventanas
adinteladas. Si giramos por la Calle Jovellanos encontraremos la silueta de un caballo tirando de un carro o la obra “Eslabón” del artista José Noja. En la Plaza José Martí puede verse el mural de azulejos “Pasionarias” obra de Ramón Rodríguez.
Teatro Palacio Valdés
El teatro muestra el auge económico de principios del siglo XX
El Teatro Palacio Valdés abrió sus puertas en 1920, tras 20 años de
trabajos y problemas financieros. El proyecto es obra del arquitecto Manuel del Busto que lo diseñó con una
fachada historicista neobarroca e interior de estilo italiano. La fachada presenta el piso inferior almohadillado y el superior liso.
El Teatro Palacio Valdés estuvo cerrado desde 1972 hasta 1992
En el centro de la fachada puede verse el escudo de Avilés y en el remate, cuatro rostros
con los nombres “Ópera”, “Drama”, “Comedia” y “Zarzuela”. El interior presenta decoración barroca
con algunos elementos modernistas. El auditorio
tiene capacidad para 750 espectadores, es de planta de herradura y tiene
cuatro pisos de palcos y galerías que miran a un amplio escenario.
Centro Niemeyer
Obra del escultor mexicano Enrique Carbajal (Sebastián)
Acabamos nuestra ruta por Avilés dejando atrás el Centro histórico y el barrio de Sabugo. Cruzamos la ría hasta encontrar el vanguardista Centro Niemeyer, el
Centro Cultural Internacional de Avilés que fue inaugurado en la primavera del 2011.
Es el único edificio diseñado en España por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer que lo situó en la margen
izquierda de la ría.
Una escalera helicoidal exterior sirve para acceder al piso superior
El conjunto está formado por cinco edificios de hormigón armado de singular
arquitectura, donde destacan las líneas curvas y sinuosas. El auditorio de 26 metros de altura y
capacidad para 1.000 personas dispone de un escenario móvil que puede girarse y
abrirse a la Plaza de 22.000 m2
aumentando la capacidad hasta 10.000 personas. La Torre-Mirador alberga un recién inaugurado restaurante a 20 metros
de altura.
La curva domina todos los aspectos del diseño del Centro Niemeyer
La Cúpula de 4.000 m2
acoge exposiciones temporales y en su interior destaca una escalera helicoidal y una enorme lámpara de forma redondeada diseñada por Oscar Niemeyer. Por último, el Espacio
Polivalente tiene una sala de cine, espacios para reuniones y exposiciones,
una cafetería, una tienda y el área de atención al cliente.
Dónde dormir en Avilés
Habitación doble decorada con tonos naturales
Nosotros nos alojamos en el Hotel Palacio de Avilés cuya historia
se remonta al siglo XVII. El rey Carlos
II le concedió el título de marqués de Ferrera a Juan Alonso de Navia y Arango en 1700, pasando su vivienda a
albergar monarcas, nobles, personajes ilustres y celebridades hasta nuestros
días. Nos cuentan que aquí se han alojado la reina Isabel II, el rey Alfonso XII,
Brad Pitt, Paulo Coelho, Kevin Spacey
o Canas de Viaje.
Espacios acogedores donde se sirve el buffet del desayuno
La recepción del hotel conserva un hueco
donde se ataban los caballos y que, junto al firme de piedra de la puerta, nos recuerda
que nos encontramos en la entrada de los antiguos carruajes. El primer tramo de
escalera es de mármol y el último es
de madera de caoba y ha conservado la decoración original con pinturas de estuco. En la primera
planta se encontraban diferentes salones, hoy utilizados como salón comedor por el hotel o salas de reuniones.
Hoy estas dependencias sirven para albergar reuniones de empresa
En esta misma planta se encontraba la capilla del marqués donde hoy es
posible desayunar, el archivo donde se
guardaban mapas y documentación importante sobre el comercio con América y el despacho donde los avilesinos pagaban
las tasas. Hoy las losas de entrada desgastadas nos recuerdan que aquí se
limpiaban de barro el calzado cada vez que entraban.
Acceso a la torre-mirador y una de las suites más esclusivas
Accedemos
a la torre a través de una escalera
de caracol bellamente decorada construida con un mástil del barco. El marqués
utilizaba la torre para ver llegar sus barcos al puerto. Las suites que se pueden reservar en el Hotel Palacio de Avilés, se encuentran en las antiguas dependencias de los marqueses y conservan algunos muebles originales de época.
Más información: Hotel Palacio de Avilés. Dirección: Plaza de España 9, 33402 Avilés. Teléfonos
985 12 90 80. Web: Hotel Palacio de Avilés.
Si dispones de tiempo y te gusta disfrutar del arte en toda su extensión, en el cementerio de La Carriona encontrarás un museo al aire libre de esculturas de destacados escultores y arquitectos de finales del siglo XIX. Además, en el mes de junio se celebra anualmente el Famous Wine Festival de Avilés, poniendo al alcance de todo el mundo a precios populares una serie de vinos elaborados en bodegas de famosos y celebridades del mundo del cine, la moda, la música o el deporte.
Toda la información generada en redes sociales durante mi viaje a Avilés puede consultarse a través del hashtag #ExperienciAviles