Aquensis, la catedral del bienestar |
A continuación, os recomiendo tres de los ocho balnearios que encontrarás en Altos Pirineos, donde además de las ventajas del agua termal y sus indicaciones terapéuticas, encontrarás unas instalaciones elegantes, un entorno paisajístico de excepción y algunos extraordinarios métodos curativos, dignos de la Reina de Saba.
Si lo tuyo son los baños de
fragancias, las burbujas de los jacuzzis, el vapor de los hammam, el erotismo de las saunas y las duchas tropicales… tu sitio
está aquí. Preparado porque vas a experimentar un intenso placer practicando el
turismo de salud.
Balnéa (Génos-Loudenvielle)
Empezamos nuestra selección
por el increíble Balneario de Balnéa
donde dicen que se encuentran todos los baños del mundo y está considerado el centro de balneoterapia de montaña más
grande de Francia. Lo cierto es que es un lugar espectacular, situado junto
al Lago de Génos-Loudenvielle, la luz, el espacio y el lugar te dejará atónito.
Si además planificas tu visita en época de nieves, la sensación de estar
sumergido en la piscina de agua caliente mientras todo a tu alrededor permanece
nevado debe ser inolvidable. Si como yo, te encuentras que no hay ni un copo de
nieve, no decaigas, el paisaje montañoso que lo rodea con picos que se elevan a
3.000 metros de altitud es también maravilloso en cualquier época del año. De
todas formas no me he resistido a robarles una foto para que veas qué bonito es
Balnéa nevado.
Los espacios de Balnéa son
como un viaje iniciático al termalismo del mundo, en primer lugar, encontrarás
los Baños Amerindios; ideal para
disfrutar de un poco de acción rodeado de grandes columnas de madera de pino y
tótems de madera maciza que te trasladan a Norteamérica. Es el espacio indicado
para las familias, aquí podrás hacer bastante el indio (nunca mejor dicho). En
este espacio hay una gran piscina con agua a 33 grados, camas de burbujas,
géiseres, duchas de hidromasaje, jacuzzis, cascadas y también podrás nadar
contracorriente (cuidado con los niños que están por todas partes).
Otro de los espacios en Balnéa
son los Baños Romanos donde impera
la calma, la serenidad y la curación, para ello se impide la entrada a niños
menores de 12 años (yo lo elevaría a los 25). Una cúpula de cristal con luz
natural, azulejos árabes y un recinto de inspiración grecorromana donde impera
la piedra, cobijan una piscina con agua a 33°C. Chorros de hidromasaje, bancos
calientes, cuellos de cisne… Bajo el agua del baño musical suena una melodía y
el ambiente huele a jazmín, si consigues vencer el sopor embriagador, vete de
cabeza a otros placeres secretos: el caldarium
a 36°C que debes alternar con el frigidarium
a 14°C (no hay huevos) y el tepidarium
donde te esperan miles de burbujas.
En Balnéa también te espera un
Baño Japonés, para entrar al Espacio
Onsen tendrás que cruzar un pasillo con chorros de agua a 33°C y una cama de
guijarros que te masajearán la planta del pie (más o menos como si fueras un faquir
y según tu grado de tolerancia). Los jets de agua te masajearán desde los
tobillos hasta los muslos, no sufras, tu periplo te llevará hasta las tres piscinas exteriores con vistas panorámicas
que componen el Baño Japonés de Balnéa (a 33°C, 37°C y 40°C). No te pierdas las
dos saunas de vidrio con vistas
panorámicas al valle y las montañas y la sala
de crioterapia (he tenido que mirarlo en Internet porque me ha dado miedo,
pero básicamente es un shock térmico de 3 minutos con instantes a -160°C). El
jardín japonés de Balnéa nevado es una mariconada al lado de esto.
Más información: Balnéa.
Dirección: Génos, 65510 Loudenvielle. Teléfono: 05 62 491 919. Entrada: 19 €. Web:
Balneario de Balnéa.
Aquensis Spa Thermal (Bagnères-de-Bigorre)
A los pies del Pic du Midi se
encuentra este balneario que parece una catedral del bienestar (y nunca mejor
dicho). Llegar hasta Aquensis es
hacerlo a un palacete señorial de fachada de color azul con un interior
sorprendente. El edificio que alberga este espacio termal es una joya
arquitectónica de 3.000 m2 que os seguirá sorprendiendo una vez
dentro. Aquí os espera un espacio de grandes dimensiones con una impresionante
estructura de madera de alerce a la que sólo le falta follaje para parecer un
inmenso bosque o un recubrimiento de mosaico para parecer la Sagrada Familia.
Hammam de Aquensis. Fotografía: Aquensis, Spa thermal ® |
Hay que descubrir los salones del siglo XIX del primer piso, así como el enorme hammam
lleno de estancias de mármol y salas abovedadas que te transporta a Oriente
Medio de un solo plumazo (He tenido que robar otra foto para que lo vieras, ya
que el vapor me impidió hacer mis propias fotografías). En el hammam de Aquensis disponen de té
gratuito y zonas de descanso donde disfrutar de la bebida y de la decoración.
El agua caliente natural es
beneficiosa, pero si además es agua sulfurada, se convierte en alivio y
bienestar para el cuerpo y la mente. Las aguas brotan en Bagnères-de-Bigorre desde
antiguas fuentes naturales situadas a unos 200 metros de profundidad a una
temperatura de 50°C. Son aguas naturalmente ricas en oligoelementos, calcio,
sulfato y magnesio que poseen propiedades calmantes y antiespasmódicas. En la
piscina principal de Aquensis podrás nadar contracorriente, zambullirte en un
hidromasaje o disfrutar de las cascadas y chorros de agua termal. Mientras que
en la piscina lateral disfrutarás de hidromasajes y música bajo el agua. En la
azotea de Aquensis encontrarás jacuzzis al aire libre y saunas finlandesas. En
el Espacio Bienestar se realizan tratamientos de belleza como baños con leche de burra o tratamientos
con aceites esenciales bio.
Más información: Aquensis,
Spa thermal®.
Dirección: Rue du Pont d’Arras, 65200
Bagnères-de-Bigorre. Teléfono: 05 62 958 690. Entrada: 17’5 €. Web: Aquensis Spa Thermal.
Luzéa (Luz Saint Sauveur)
Cerca del magnífico Cirque de Gavarnie se encuentra el Balneario de Luzéa. Dicen que en uno de sus salones se relajaba
la esposa de Napoleón III; la Emperatriz Eugenia de Montijo, quien
puso de moda las estancias en los balnearios y las curas termales. Acudía con tanta
frecuencia a Luzéa, su balneario favorito, que Napoleón construyó específicamente una “carretera termal” que permitía
hacer una parada por etapa en cada uno de los balnearios de los Pirineos. Las
aguas termales de Luzéa son ricas en azufre y sales minerales que afloran a 33°C.
El sulfato, el sodio y la riqueza en gases raros favorecen la curación de
afecciones ginecológicas, insuficiencias venosas, linfáticas e infecciones de
las vías respiratorias.
El Balneario de Luzéa se
compone de varios espacios de estilo neoclásico donde predomina el mármol y el
cristal. En Luzéa encontrarás piscinas con chorros de masaje, jacuzzis
suspendidos, un hammam oriental, saunas,
baños y sala de mármol climatizada con bancos calientes. Además, en Luzéa se
realizan masajes y tratamientos personalizados. Si puedes pídete un masaje de piedras calientes; una
técnica masajista de origen amerindio que calienta las piedras de basalto o de
mármol a 50°C. Sus beneficios son múltiples desde acción desintoxicante,
activador de la circulación sanguínea, hasta para combatir las tensiones
musculares. También hacen masajes
gourmets de chocolate o masaje de caramelo con mantequilla, así como
distintos tratamientos de varias semanas de duración.
Más información: Luzéa Les
Thermes de Luz Saint Sauveur. Dirección: Avenue
Impératrice Eugénie 31, 65120 Luz Saint Sauveur. Teléfono: 05 62 928 158. Entrada:
18 €. Web: Balneario de Luzéa.