Lourdes nació de la mano
de un milagro, un milagro que en 1858 eligió a una joven de catorce
años llamada Bernadette Soubirous, para ser la protagonista
de la aparición de la Virgen en dieciocho ocasiones.
Independientemente de la
creencia de cada uno, lo cierto es que en Lourdes se tiene la
sensación de que a la Humanidad aún le queda un atisbo de esperanza
y un hueco para el misticismo y la fe en pleno siglo XXI. Seis
millones de visitantes anuales confirman que detrás de este enclave
religioso hay un lugar para ver y descubrir.
Un primer paseo por
Lourdes os servirá para encontrar el uso de las nuevas tecnologías
aplicadas a la religión: máquinas vending de cirios, monjas
haciendo fotos con iPhone o iluminación led para los peregrinos que
asisten a la procesión de antorchas, que se celebra
diariamente entre abril y octubre, a las nueve de la noche. Es en
este momento cuando los ateos y agnósticos quedan estupefactos ante
el número de peregrinos venidos de todos los rincones del planeta
que se concentran para rendir homenaje, recoger el agua del manantial
o devolver una promesa ante la Virgen.
Arquitectura
No os quedaréis parados
mucho tiempo, en Lourdes habrán más momentos donde quedarse
atónito. Seguid descubriendo los rincones de este lugar: paraos ante
la Basílica de Nuestra Señora del Rosario; una magnífica
obra de estilo románico bizantino cubierta de mosaicos del siglo XIX
que recibe al visitante emulando un abrazo. Subiendo por uno de sus
laterales se alcanza la Basílica de la Inmaculada Concepción
construida en 1871 sobre la Cueva de Massabielle donde se
produjeron las apariciones de la Virgen. No hay un edificio igual en
toda Francia.
Naturaleza
Escaparse a la naturaleza
es fácilmente accesible y una divertida excursión gracias al
encantador Funicular de Pic du Jer.
Las vistas a 948 metros de altitud son tan increíbles que no os
parecerá estar cerca de la ciudad, a veces olvidamos que los
Pirineos son inmensos. Si tenéis la suerte de dar con Hélène
Sarniguet; la responsable de acompañar vuestros pasos por el
sendero botánico, os aseguro que os transmitirá el entusiasmo por
la flora y fauna del lugar. Los binoculares que encontraréis
distribuidos a lo largo de la terraza son gratuitos así que ¿quién
se atreve a buscar donde se esconden los jabalíes, alimoches o los
simpáticos muflones?
Deportes extremos
Nos encontramos en uno de
los lugares donde se celebra el Campeonato de BTT de Francia, así
que si queréis probar de bajar a dos ruedas por el Valle de los
Gaves, existen tres recorridos según el nivel que presentéis:
negro, rojo y azul. También existe la posibilidad de practicar
parapente para minusválidos, la terraza con sus preciosas vistas y
el Funicular del Pic du Jer están adaptados para aquellos que deseen
practicar este deporte y la silla de ruedas no es ningún
inconveniente.
Como veis el hecho de
estar en un enclave religioso no es ni mucho menos aburrido.
Toda la información generada en Redes
Sociales sobre el Blogtrip a Hautes Pyrénées, se puede consultar
con el hashtag #LourdesPyrénées.
Si te ha gustado este texto y quieres
seguir leyendo sobre esta región francesa te invito a leer Comer en lo más alto: ¡En la cima de una montaña!; un restaurante situado
en Pic du Midi.