Soy Ana Isabel Escriche, viajera, escritora y fotógrafa del mundo.
Responsable de contenido y Community Manager especializada en arte y turismo.
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La histórica provincia del
Périgord fue el corazón de un territorio estratégico en la segunda mitad del
siglo XII, en disputa entre el Rey de Francia y el Rey de Inglaterra. Para asegurar
sus posesiones cada monarca mandó construir diferentes bastidas (nombre que
recibían las nuevas ciudades construidas en la Edad Media). Se calcula que
entre los años 1229 y 1316 se crearon 25 bastidas; una de las primeras en
levantarse fue la de Villefranche-du-Périgord.
Villefranche-du-Périgord:la
bastida más antigua del Périgord
Place de la Halle
Fundada en 1261 por Alphonse de Poitiers hermano de Rey Luis IX, que unos años antes fundaría Montréal-du-Gers (puedes leer mi artículo de viaje y descubrir la bastida de Montréal-du-Gers en Escapada a la "Toscana Francesa"). Villefranche-du-Périgord es una de las bastidas
francesas más antiguas del sudoeste de Francia.
Mercado de Villefranche-du-Périgord
Las viejas piedras de color
amarillo del Périgord Noir esconden restos de su pasado medieval como ciudad
fortaleza. En la actualidad, esta población francesa es la capital del boletus y
de la castaña y se realizan varios festivales en otoño para su promoción y
degustación.
Medidas de grano
Uno de los lugares más bonitos de
Villefranche-du-Périgord es la Place de
la Halle, donde se encuentra el mercado
cubierto del siglo XIV, reconstruido en 1818. Varias columnas toscanas con
base de piedra sujetan un armazón de madera de castaño que protege unas
interesantes medidas de grano de varios
tamaños de época medieval.
Iglesia Notre-Dame-de-l'Assomption
En uno de los extremos se alza la
Iglesia Notre-Dame-de-l'Assomption
construida en 1864 por el mismo arquitecto que construyó la Iglesia del Sagrado
Corazón de Montmartre (París), Paul
Abadie. Destaca por su fachada poco habitual.
Casas con soportales de los siglos XIII y XIV en Villefranche-du-Périgord
Frente al mercado verás un
conjunto de casas construidas sobre arcadas de los siglos XIII y XIV. Bajo los
soportales se guarecían los vendedores del mercado cubierto en caso de
inclemencias atmosféricas.
A la izquierda la Tour des Consuls y a la derecha una casa del siglo XVI
No son las únicas casas
originales, además de varias casas con entramado de madera, busca la Rue Saint-Georges donde se alza una casa
con una torre redonda en una esquina. Se trata de la Tour des Consuls que perteneció a una casa fortificada del siglo
XVI llamada Casa de los Cónsules y que perteneció a un cónsul de
Villefranche-du-Périgord. En la misma calle se alza una casa también del siglo
XVI que conserva un curioso saledizo en forma de matacán y un balcón de madera.
El agua de la fuente de Touron tienen fama de tener propiedades curativas
El plano geométrico de la bastida
de Villefranche-du-Périgord permite encontrar sus puntos destacados rápidamente
en calles paralelas o perpendiculares. La más pequeña de las callejuelas o carreyrous de Villefranche-du-Périgord esconden
restos del pasado medieval. No dejes de alzar la vista en busca de unos estrechos
balcones suspendidos entre dos edificios y que servían a modo de cortafuegos y
para recoger agua de lluvia. Localmente conocidos como andrones. Por último, antes de irte de
Villefranche-du-Périgord, busca donde se encuentra el lavadero público y una
fuente del siglo XIX, por ella brotan las aguas de un manantial con propiedades
curativas.
Monpazier:la bastida mejor
conservada
Recinto amurallado de Monpazier
A 20 km de Villefranche-du-Périgord se encuentra Monpazier; la bastida mejor conservada del sudoeste de Francia. Forma parte de la asociación Les Plus Beaux Villages de France (Los pueblos más bellos de Francia) que engloba a las poblaciones rurales con atractivo turístico. La bastida de Monpazier fue
fundada el 7 de enero de 1284 por el Rey Eduardo
I de Inglaterra. Esta joya arquitectónica, situada entre la hermosa ciudad
de Sarlat y Bergerac, aún conserva intacto su aspecto medieval de trama simétrica que sirvió
de modelo para la construcción de unas 300 bastidas en el sudoeste de Francia.
En la Rue Notre Dame encontramos una de las puertas de entrada y la Iglesia de Monpazier
El recinto amurallado de Monpazier
tenía 6 puertas fortificadas de las que se han conservado 3 puertas situadas en
la Rue St Jacques y en la Rue Notre Dame; cruzando por ésta se
llega hasta la Église Saint-Dominique.
Fue la primera iglesia construida en Monpazier y curiosamente está situada
fuera de la plaza principal que quedaba reservada para Plaza para el Mercado.
La iglesia de una sola nave y coro poligonal presenta una decoración sobria en
piedra que sólo se rompe en los follajes esculpidos del coro. Los matacanes,
almenas y aspilleras del templo indican que sirvió de lugar de refugio en
tiempos difíciles para la población.
Maison du Chapitre
Uno de los lugares destacados
para visitar en Monpazier es el Centro
de Interpretación de Bastideum. Ubicado en el interior del antiguo Convento
de Recoletos fundado en 1644, las reconstrucciones 3D, documentos o una guía interactiva
sirven para explicar la historia de esta ciudad medieval desde los inicios de
su construcción hasta su conservación actual.
Place des Cornières
La guinda de Monpazier se
encuentra en su plaza principal, lugar de comercio y donde impartir justicia. La
Place des Cornières, de planta cuadrada,
está bordeada por 23 casas de piedra construidas entre los siglos XIII y XVII que
permanecen unidas por el primer piso y con soportales en la planta baja. Las
arcadas que sirven para que los comerciantes se protejan de las inclemencias
del tiempo presentan distintos elementos decorativos.
Narbonne (Narbona) fue la capital
de la colonia romana Narbo Martius
(la primera colonia fundada por los romanos fuera de Italia). Levantada en el año 118 a. C. no
tardó en convertirse en uno de los
mayores puertos del Mediterráneo y capital de la provincia Narbonensis. Vino, aceitunas, miel de
romero, ostras y sal fueron algunos de los productos estrella de su comercio en
época romana, cuando los veteranos de la X legión de César se instalaron en Narbo
Martius en el año 45 a. C. En el siglo XI, las especias, incienso, lino de
Alejandría, cuero y frutas exóticas hacen compañía a la miel, el aceite y a las
sardinas. Son las dos épocas de mayor esplendor comercial para la primera hija
de Roma.
El pasado romano de Narbonne
En los muros del Torreón Gilles Aycelin se pueden ver relieves de la antigua Narbo Martius
Hay varios lugares
imprescindibles que conservan el pasado romano de Narbonne: el Museo Arqueológico situado en el Palacio
de los Arzobispos o el Museo Lapidario
situado en el interior de la Iglesia de Nuestra Señora de Lamourguier y que
exhibe una importante colección de 1300 lápidas de los habitantes de Narbo Martius. Está considerada la
segunda colección lapidaria más grande del mundo después de la de Roma; formada
además por frisos, bajorrelieves, capiteles y columnas también de época romana.
Ambos permanecen cerrados a la espera de que sus objetos sean trasladados al nuevo museo de la romanidad que abrirá sus puertas en otoño de 2020. Por último, vale la pena visitar el Horreum;
un almacén de mercancías subterráneo a 5 m bajo tierra, construido en época
galorromana (siglo I a. C.) único en Europa. Al que se accede por el nº 7 de la Rue Rouget de Lisle.
La Vía Domitia en Narbonne
Detalle de la Vía Domitia a su paso por Narbonne
Dicen que la Vía Domitia fue la
primera ruta comercial que unió Italia con España en el siglo II a. C. En la Plaza del Ayuntamiento de Narbonne fue
descubierto el 7 de febrero de 1997 un tramo de esta singular calzada que hemos
recorrido en coche desde Ensérune hasta Pont du Gard. Aquí tienes la
información sobre la Ruta por la Vía Domitia. La antigua calzada romana atravesaba Narbonne de norte a sur por el Fórum
(actual Rue Droite) y seguía por el Pont
des Marchands.
Narbonne: capital medieval
Cour d’Honneur del Palacio Viejo
El Palais des Archevêques o Palacio de los Arzobispos es un
verdadero barrio en el corazón de la ciudad. Callejones, patios interiores,
claustros, jardines y palacios, forman el segundo conjunto monumental
arzobispal de Francia, después del de Avignon. A través del Cour d’Honneur se accede al interior del
Palacio Viejo (lado derecho) de
estilo románico donde se encuentra el Museo
Arqueológico que acoge una extraordinaria colección galorromana de pinturas
murales (la más grande fuera de Italia), mosaicos, mobiliario, bajorrelieves,
estatuas, sarcófagos y ánforas.
Torreón Gilles Aycelin del Palacio de los Arzobispos
En el lado izquierdo del Palacio
de los Arzobispos se encuentra el Palacio
Nuevo de estilo gótico donde se ubicaban los antiguos aposentos de los
arzobispos. En el interior se ha instalado el Museo de Arte e Historia que exhibe una excepcional colección de pinturas orientalistas, única en
Francia. También destacan las esculturas y pinturas de la Escuela Europea de
los siglos XVI, XVII y XVIII. Entre 1290 y 1311 se levantó el Torreón Gilles Aycelin que formaba
parte de la muralla que rodeaba la ciudad y era la torre más grande del Palacio
de los Arzobispos. Vale la pena subir los 162 escalones de su escalera de caracol hasta la terraza,
desde donde se obtiene una magnífica panorámica
a 42 metros de altura.
Catedral de Narbonne
La Cathédrale Saint-Just-et-Saint-Pasteur
es la Catedral de Narbonne; un
impresionante templo gótico que se encuentra junto al Palacio de los Arzobispos.
El edificio actual se empezó a construir en 1272 y nunca fue terminado, de haberlo
conseguido, la nave de la catedral hubiera tenido 120 metros de largo. En el
interior, destaca el coro
gótico construido entre 1272 y 1332 y las bóvedas
(con sus 41 m de altura es la 4ª iglesia más alta de Francia).
Claustro de la Catedral de Narbonne
Te recomiendo
que visites el tesoro de la catedral
(considerado uno de los más ricos de Francia) donde destacan preciosas piezas
de orfebrería y tapices flamencos del siglo XVI. Asómbrate con el gran retablo gótico del siglo XIV de 26 m2
esculpido en la Chapelle Notre-Dame-de-Bethléem y que permaneció oculto hasta
1981. Por último, contempla las extravagantes gárgolas que adornan los arcos
del claustro construido en el siglo
XIV.
Basílica de San Pablo
La Basílica de San Pablo es una de las iglesias góticas más antiguas
del Sur de Francia. Fue construida sobre los restos de un antiguo cementerio
paleocristiano del siglo III. Conserva una nave románica y vueltas y coro
góticos. No te pierdas la pila de agua
bendita con una rana en su interior.
Detalle del ventanal de Casa de las Tres Nodrizas del que recibe su nombre
En la Rue de l’Hotel-Dieu se encuentra la Maison des Trois Nourrices o Casa de las Tres Nodrizas; una de las
casas más importantes del renacimiento construida en Narbonne en 1558. Destaca
un ventanal que luce 3 cariátides de piedra bien rollizas (de ahí su nombre).
Canal de la Robine
Puente de los Comerciantes
El Barrio del Bourg (el barrio
medieval) está separado del centro histórico de Narbonne por el Canal de la
Robine; un afluente del Canal du Midi (Patrimonio Mundial de la Humanidad de la
UNESCO desde 1996). Te dejo un enlace al crucero de una semana que realizamos por el Canal du Midi conduciendo un barco de alquiler.
Desde las diferentes pasarelas que cruzan el canal se obtiene una preciosa
vista del Pont des Marchands o Puente de
los Comerciantes (uno de los dos únicos puentes habitados de Francia) que conserva
casas medievales. Con sus barcazas ancladas, es uno de los rincones más
fotogénicos de Narbonne.
Mercado Central de Narbonne
Les Halles o Mercado Central de Narbonne abrió sus puertas el 1 de enero de 1901
y está considerado uno de los mercados
cubiertos más bonitos de Francia. Fue construido en estilo Baltard, es
decir con una estructura metálica, pilares y puertas de piedra y decoración
cerámica. En su interior te esperan diariamente (desde las 7 de la mañana y
hasta las 13 h.) cerca de un centenar de comercios tradicionales que venden un gran
surtido de productos locales (verduras, fruta, quesos, embutidos, carnes y
pescados). También hay algunos bares y restaurantes donde comérselos. Frente al
mercado, en el Cours Mirabeau, se
instala un mercadillo los jueves y domingos por la mañana.
Magnífica vista de los arbotantes de la catedral desde el Jardín Botánico
Limoges es conocida como la capital francesa de la porcelana desde
que en 1768 se descubrió en sus alrededores abundantes yacimientos de caolín.
En las canteras de Marcognac se extrae el componente necesario para la
fabricación de porcelana de gran calidad y blancura. Desde 2017 Limoges es una
de las 180 ciudades del mundo que actualmente forman la Red de Ciudades
Creativas de la UNESCO y es la capital
creativa de Nouvelle-Aquitaine.
Barrio de la Cité
Cathédrale Saint-Étienne
Catedral de Limoges
El Barrio de la Cité o barrio de
la catedral se desarrolló desde el siglo III en la zona elevada del Puy Saint-Étienne.
Hasta aquí llegó San Marcial; el
primer obispo de Limoges que hizo construir la primera iglesia episcopal. En la
Place Saint-Étienne se encuentra la
catedral de Limoges. La Cathédrale
Saint-Étienne fue construida en granito entre 1273 y 1888 sobre los
cimientos de una catedral románica levantada en el año 1095.
Capilla de Santa Valeria de Limoges y del Santísimo Sacramento
Así que el estilo de la catedral es una mezcla de partes románicas (cripta y los 3 niveles inferiores del
campanario) y góticas. En el interior destacan varias capillas que han conservado
las pinturas murales originales, las
vidrieras del siglo XIX, una Virgen con Niño en esmalte y orfebrería
obra de la artista Léa Sham’s y Alain Duban de 2009.
Jardín Botánico
Jardín Botánico de Limoges
Junto a la catedral se encuentra
el Palacio Episcopal del siglo XVIII
que acoge el Museo de Bellas Artes de Limoges. En su interior alberga una
excepcional colección de esmaltes, antigüedades egipcias y pinturas de Auguste Renoir que nació en Limoges el 25
de febrero de 1841 (en el 71 del Boulevard
Gambetta). El edificio está rodeado por el Jardín Botánico, cuya creación se remonta al siglo XVIII, junto a
la orilla del río La Vienne. ¡Un lugar perfecto para pasear!
En la Rue de la Règle se conserva la bodega subterránea de la vieja Abadía
La Rue du Rajat es el antiguo corazón del Barrio de las Lavanderas, en
un nicho encontrarás a su patrona: Notre-Dame
du Peiteu. A su alrededor se han conservado varias calles adoquinadas de la Edad
Media, como la Rue de la Règle donde destacan varias
casas de entramado de madera.
Barrio histórico del Castillo: la Ville Haute
La Rue de la Boucherie es una de las calles más bonitas de Limoges
El centro histórico de Limoges
late con fuerza desde el siglo XII en el Barrio
de la Boucherie donde destacan hermosas casas de entramado de madera. Varias calles peatonales invitan a
descubrir los rincones medievales de
la ciudad. No te pierdas la preciosa Rue de
la Boucherie que aún conserva los ganchos para colgar la carne en la puerta
de las carnicerías. La Rue de la Boucherie (Calle de los Carniceros) es una de las calles
más bonitas de Limoges y paso de peregrinos que hacen el Camino de Santiago.
Capilla Saint Aurélien
Capilla Saint Aurélien
Al final de la calle encontrarás
la pequeña Capilla Saint Aurélien,
construida por el Gremio de carniceros en 1475 en estilo gótico flamígero. A la derecha de la puerta de entrada se conserva una cruz de piedra del siglo XIV. En su interior conserva un retablo barroco y las reliquias de San Aureliano; segundo obispo de Limoges y patrón de los carniceros.
Place de la Motte
Detalle del Mural Cobaty en Place de la Motte
En la Place de la Motte se encontraba entre el siglo X y el XIII el
antiguo castillo del Vizconde de Limoges. Hoy sólo queda el Trompe-l’oeil Cobaty; un mural donde se
ha representado la historia de Limoges. Frente a este espacio se yergue otro
castillo, pero de metal y cristal; es el Mercado
Central. El modero edificio cubierto fue construido en 1889 inspirado en
las construcciones de Gustave Eiffel.
Les Halles Centrales de Limoges están decoradas con 328 paneles de porcelana.
Église Saint Michel des Lions
Iglesia Saint Michel des Lions y estatua de San Marcial
La Église Saint Michel des Lions fue construida entre el siglo XIV y
XV con granito en estilo gótico tardío. El campanario de 70 metros de altura
está coronado desde 1824 por una bola de cobre. La puerta de entrada está
presidida por dos leones de piedra de
época galorromana. En su interior se custodian desde 1790 las reliquias de San Marcial; cuya estatua preside la
fuente situada frente a los leones. Si encontráis la iglesia abierta, ¡entrad! Estoy
segura que os sorprenderá.
Cour du Temple
Cour du Temple
Otro de los lugares que no os podéis
perder en Limoges es el Cour du Temple;
un patio medieval del siglo XVII rodeado de casas con entramado de madera y arcadas de granito donde ahora se
ubican cafés y restaurantes. Se accede por el nº 21 Rue du Temple que recuerda el antiguo recinto amurallado del
siglo XI.
El modernismo de Limoges
Detalle de la decoración del Pavillon du Verdurier
En la Rue Jean Jaurès se conservan magníficos edificios Art Déco de 1930 como el situado en el nº 6 construido
por Paul Villemain y Louis Mandon-Joly o el del nº 29; obra
de Adolphe Tuiller. Muy cerca en la Place Saint Pierre se encuentra un
hermoso pabellón octogonal de 1920: el Pavillon
du Verdurier. Construido por el arquitecto Roger Gonthier a modo de frigorífico para conservar la carne
congelada procedente de Argentina. Destaca la decoración de mosaico Art Nouveau y la geometría de líneas Art Déco.
Musée National Adrien Dubouché
En el Museo Adrien Dubouché exhibe piezas de Picasso, Léger o Koons
En el Boulevard Louis Blanc se encuentran escaparates llenos de piezas de
porcelana y esmaltes con diseños clásicos y vanguardistas. Mientras recorremos Limoges veremos pilonas en las calles con piezas de cerámica y adoquines que son restos del material utilizado en los hornos de cocción. Pero si hay un lugar
de visita imprescindible en esta ciudad que es único, es el Musée National Adrien Dubouché que exhibe
la mayor colección de piezas de porcelana de Limoges del mundo. En el Museo de
la Porcelana de Limoges se respira el mundo de la cerámica mucho antes de
entrar (fijaos en las letras del nombre del museo). El coleccionista de arte y mecenas Adrien
Dubouché creó en este lugar, una escuela de artes decorativas en 1868. Así
que las aulas de aquella escuela sirven hoy de salas de exposición para el
museo.
La porcelana de Limoges puede necesitar hasta 16 cocciones diferentes
El recorrido del museo se inicia
con las diferentes técnicas y máquinas
antiguas para la fabricación de la cerámica. En el nivel I encontramos la exposición
dedicada a la historia de la cerámica, expuesta de forma cronológica, desde la
antigüedad hasta el siglo XVIII. Aquí podemos encontrar cerámica griega,
mayólicas italianas del Renacimiento, obras maestras de la porcelana china, azulejos
de la Edad Media, objetos de porcelana de Delf y de Meissen.
Esta es la mayor colección de cerámica de Limoges del mundo
El nivel II está reservado a la
cerámica realizada desde el siglo XIX
hasta nuestros días. Aquí destaca la colección personal de Adrien Dubouché que reúne piezas
neoclásicas, románticas, impresionistas, Art Nouveau y Art Déco. En el último nivel, se expone la
excepcional colección de porcelana de
Limoges que abarca desde el siglo XVIII hasta finales del siglo XIX.
Destacan las piezas Grain de riz que
son la culminación de la maestría de los artesanos de la porcelana de Limoges.
Más información: Musée
National Adrien Dubouché. Dirección: 8 bis
Place Winston Churchill, 87000 Limoges. Teléfono: +33 (0) 555 330 850.
Horario: de miércoles a lunes de 10 a 12:30 h. y de las 14 a las 17:45 h. Entrada:
7 €. Entrada gratuita con Limoges City Pass. Cómo llegar: Autobuses nº 6 y nº 8.
Web: Musée National Adrien Dubouché.
Festival Toques & Porcelaine
En el Festival Toques & Porcelaine se encuenntra gastronomía y porcelana
Cada dos años, el penúltimo fin
de semana del mes de septiembre, tiene lugar el Festival Toques & Porcelaine de Limoges.
Un festival que reúne a los mejores chefs con los diseños de los mejores porcelanistas.
Así es como el recorrido gourmand se convierte en una explosión de color y
creatividad que se acompañan de productores locales, artesanos y granjeros. Se
realizan conferencias gratuitas, demostraciones culinarias, degustación de vino
(25 €) y mercado de productos.
Dónde comer en Limoges
La Gauloise puede tomarse mezclado con el café o solo con hielo
En Limoges se debe probar el cordero Baronet y la carne de vacuno Limousin
(aunque también encontrarás pato, cerdo y cordero de la región de excelente
calidad). Uno de los productos
locales con varios premios nacionales y reconocimientos es el licor de La Gauloise elaborado con
plantas desde 1789 y cuya tradición se remonta a las legiones romanas. La
Gauloise es la única destilería que queda en Limoges de las 48 que existían a
principios del siglo XX. Sus alambiques del siglo XIX aún destilan licores,
digestivos y vinos de aperitivo que valen la pena probar.
Restaurant La Cuisine du Cloître
Tartare de tomate con mejillones de Mont Saint-Michel
La Cuisine du Cloître está
regentado desde 1988 por el Chef Guy
Queroix, natural de Limoges, aunque ha trabajado en París, Londres, Seúl y
Japón. Guy Queroix se ha traído un poco de la filosofía asiática y en sus
platos encontrarás también un toque de esencia oriental. El restaurante de La
Cuisine du Cloître se encuentra en un antiguo
convento femenino del siglo XVII del que conserva el claustro (que se ha
acondicionado como comedor) y parte de una iglesia del siglo XII (donde se
ubica la cocina).
Suprema de pollo con lecho de col lombarda, higo y uva
Aquí podrás disfrutar de cocina de temporada con toques
originales. El menú es único y cambia cada semana, aunque puedes elegir la
cantidad que quieres comer (en Francia se conocen como Formule y se componen de 2, 3, 4 o 5 platos). Nosotros pudimos probar: de
entrante chorizo de pato con bocaditos de cheddar y de primero tartare de tomate con mejillones de Mont
Saint-Michel.
Tartaleta de arándanos y merengue
De segundo nos sirvieron suprema de
pollocon lecho de col lombarda, higo
y uva y de postre tartaleta de arándanos
y merengue. En Francia es común acompañar el café con algo dulce llamado mignardises, en esta ocasión fueron mini-magdalenas de miel con una onza de chocolate con almendra y caramelo. En La Cuisine du Cloître además
de cuidar de la calidad de los ingredientes, sienten especial devoción por la
vajilla que utilizan. ¡Y como no podía ser de otra manera! es porcelana de
Limoges.
Más información: La
Cuisine du Cloître. Dirección: 6 Rue des
Allois, 87000 Limoges. Teléfono: +33 (0) 555 102 829. Horario: de 12 a
13:45 h. y de 20 a 21:45 h. Menú mediodía: 2 platos (22 €). Menú noche: 3
platos (37 €), 4 platos (49 €) y 5 platos (57 €). Web: La Cuisine du Cloître.
Dónde dormir en Limoges: Best Western Plus Hôtel Richelieu ****
Best Western Plus Hôtel Richelieu
Si buscas un hotel respetuoso con
el medio ambiente, éste posee la certificación ecológica europea Ecolabel. El Hôtel
Richelieu de 46 habitaciones se encuentra en una antigua residencia señorial de
los años 30, ubicada muy cerca del centro de Limoges. Las habitaciones son silenciosas
y espaciosas; igual que el baño. Encontrarás botellas de agua mineral gratuitas
de bienvenida en el mini-bar. Disponen de restaurante, sala fitness,
aparcamiento privado y conexión wifi.
La reserva de hotel con Limoges
City Pass tiene un 50% de descuento para la segunda noche de estancia. La
tarjeta se puede adquirir online a través de la página web de la Oficina de
Turismo de Limoges.
Más información: Hotel
Best Western Plus Hôtel Richelieu. Dirección: 40 Avenue Baudin, 87000 Limoges. Teléfono: +33 (0) 555 342 282.
Habitaciones: desde 72 € la noche. Web: Hotel Best Western Plus Hôtel Richelieu.
Toda la información generada en
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Más información: Oficina de Turismo de Limoges. Dirección:
12 Boulevard de Fleurus, 87000
Limoges. Teléfono: +33 (0) 555 344 687. Horario: julio y agosto de lunes a sábado
de 10 a 19 h. Domingos y festivos de 10 a 13 h. Resto del año de lunes a sábado
de 10 a 17:30 h. Domingos y festivos de 10 a 13 h. Web: Oficina de Turismo de Limoges.
Vista del castillo de Angles-sur-l’Anglin y el molino harinero
Angles-sur-l’Anglin está considerado uno de los pueblos más bellos
de Francia y fui a descubrirlo tras mi paso por Poitiers.
La bucólica imagen que vi a través de la ventanilla del coche de alquiler a mi
llegada a Angles, fue la de una pared rocosa dominada por las ruinas de un
viejo castillo que se reflejaban en la orilla del río Anglin, junto a un viejo
molino harinero de agua.
Antes de encontrar aparcamiento,
ya quería dejar el coche y perderme por esas calles tortuosas que siempre
esconden huellas del pasado medieval y muchas historias. Como muchas de las
poblaciones creadas alrededor de un castillo, Angles-sur-l’Anglin disfruta de
una ciudad baja (donde hay aparcamiento gratuito) y una ciudad alta (separadas por un
puente), donde se encuentra la Oficina de Turismo, la iglesia y el castillo del
siglo XI.
Croix Hosannière: La Linterna de los muertos
Croix Hosannière de Angles-sur-l'Anglin
Desde el puente se obtiene una
bonita panorámica de Angles-sur-l’Anglin, antes de cruzarlo te recomiendo que
te acerques al cementerio, situado a la izquierda del curso fluvial, allí
encontrarás la Croix Hosannière de
1343. Estas cruces de piedra, también conocidas como Linterna de los muertos, son construcciones altas en forma de torre
de época románica.
Las linternas se construían en los cementerios en el siglo
XII para instalar la luz de una lámpara que se encendía en memoria de los
muertos. El Domingo de Ramos, los fieles y los monjes de la Abadía de Santa
Cruz se acercaban en procesión hasta la Croix Hosannière de Angles-sur-l’Anglin,
de 5 metros de altura, y pronunciaban el hosanna; la petición de ayuda divina.
Église Saint-Martin
Église Saint-Martin de Angles-sur-l’Anglin
Cruzando la Rue du Pont y La Cueille;
una de las calles empedradas más antiguas de Angles-sur-l’Anglin, llegarás a la
Place Aimé-Octobre. La plaza está presidida
por el Monumento a los Caídos de
1926, obra del escultor local Aimé
Octobre, en memoria de las víctimas de la Primera Guerra Mundial. En esta
plaza se encuentra la Oficina de Turismo
y se instala por las mañanas un pequeño mercado,
como se hacía ya en el siglo XVII.
Desde aquí te será muy fácil recorrer en
círculo la Rue de Tournon y la Rue de la Forge donde encontrarás casas
medievales con sótanos donde guardar el carbón, la sal o el vino. Siguiendo la Rue St. Jean te encontrarás con la
iglesia románica de la Église Saint-Martin del siglo XI, donde destaca el campanario de dos alturas decorado con arcos
ciegos y columnillas románicas.
La Ciudad Baja
Vista panorámica de la ciudad baja
Al otro lado de la Rue de l’Église se encuentra un resto de
muralla medieval donde se encontraba un puesto de guardia del siglo XI y que
ofrece una vista panorámica de la
ciudad baja a 40 metros de altura.
La Huche
Corne, recuerda la expresión francesa "hucher dans une corne" y que hace referencia a la "llamada"
que se hacía al tocar una bocina situada en el horno comunal y que avisaba que el
horno estaba listo para que los habitantes trajeran su pan para hornear. La
bocina también era utilizada por los soldados del puesto de guardia, para
avisar a la población en caso de un ataque enemigo.
El Castillo de Angles-sur-l’Anglin
Castillo de Angles-sur-l’Anglin
El primer Castillo de Angles-sur-l’Anglin, Castellum Inglia, fue construido en el año 1025 por orden de Gilbert o Gislebertus; Obispo de
Poitiers. Los restos del castillo que vemos en la actualidad son los del
edificio construido a finales del siglo XI por Hug VIde Lusignan (conocido
como El Diablo) y su hijo Hug le Brun.
La guerra de los 100 años permite que el castillo pase de manos francesas (aquí
nacería Guichard IV d'Angle en 1310)
a manos inglesas y viceversa. En el siglo XV, en el Château-Guichard se
realizan varias reformas y se añaden algunos edificios, cuyos restos aún se
conservan a pesar de los diferentes ataques y pillajes sufridos a lo largo de
su historia.
Más información: Castillo
de Angles-sur-l’Anglin. Horario: diariamente de 10 a 19 h. Entrada: 6 €. Web: Forteresse d’Angles.
A los pies del castillo se
conserva el edificio de un encantador molino
de trigo cuya primera referencia data de 1080. Era utilizado por los monjes de
la Abadía de Santa Cruz, construida en el siglo XI por el Obispo de Poitiers Isambert I. La rueda hidráulica se
instala en el antiguo molino en 1891 y se transforma en molino harinero en 1935.
Esta nueva función lo mantendrá activo hasta el año 1972.
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redes sociales durante mi viaje a Angles-sur-l’Anglin puede consultarse a
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