De ruta por los canales de Ámsterdam

El legado arquitectónico del siglo XVII, conocido como la “Edad de Oro”, sirve de hilo conductor a esta ruta por los canales más importantes de Ámsterdam. El puerto de la ciudad se había convertido en el más importante del mundo. La ciudad tenía forma de media luna y las puntas enmarcaban el puerto. Ámsterdam tenía 90 islas conectadas entre sí por 290 puentes, pero debía seguir creciendo. Las transacciones comerciales aumentaban, el flujo de mercaderes y mercancías también, así que Ámsterdam tuvo que ampliarse. A finales del siglo XVI y principios del siglo XVII comienza la construcción del Grachtengordel; el “Anillo de Canales”. El Grachtengordel fue declarado en el año 2010, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Gracias al auge y fortuna de la Compañía Holandesa de las Indias, la mitad de las riquezas del planeta pasaban por Ámsterdam. Los comerciantes adinerados se dieron prisa por construir las mansiones más bonitas e impresionantes de la ciudad, a la vez que intentaban superar a la que construyera el vecino. Herengracht, Keizersgracht y Prinsengracht sirven de base para iniciar cualquier ruta por la ciudad (ya te habrás dado cuenta que gracht significa canal, acabas de aprender tu primera palabra en holandés). La mayoría de los lugares que más me gustaron de Ámsterdam datan de la época en que Rembrandt recorría la ciudad. La lista de canales imprescindibles que deben visitarse la primera vez en Ámsterdam son:

Singel


Singel probablemente derive de Cingel que significa cinturón, haciendo alusión al cinturón de canales. Antes de la expansión urbanista de la Edad de Oro, este canal era el foso de las murallas; la primera línea defensiva de la ciudad medieval. En el siglo XVII Ámsterdam empezó su ampliación a partir de aquí, fue el primer canal del nuevo Grachtengordel y marcaría la forma de media luna de los demás canales que se construían donde antes sólo habían campos. 


Sus 1.700 metros de recorrido se convirtieron en zona residencial y en la actualidad se puede contemplar un variado catálogo de estilos arquitectónicos. Los edificios son distintos a los que se levantan en otros canales, aquí las dimensiones de las casas varían a menudo. Lo mejor es que la mayoría de las plantas superiores apenas han sufrido cambios después de tantos siglos.

Herengracht


El Canal de los Señores o Canal de los Caballeros, fue el más codiciado de los canales, el más suntuoso y el que luce las mansiones más elegantes y con mejores vistas de Ámsterdam. Fue el primero en construirse en el año 1585 y mide 2.3 km de longitud. Sus quietas aguas reflejan el esplendor de la “Edad de Oro”.


Cuatrocientas espléndidas mansiones, de las que aquí se pueden contemplar, son del siglo XVII y además son monumentos protegidos. Antiguas moradas de ciudadanos acaudalados, comerciantes y burgueses que contaban con gran prestigio en la ciudad. Destacan los hastiales, también llamados gabletes; cornisas profusamente decoradas que lucían las casas nobles. Existen una amplia variedad de gabletes: de cuello, escalonados, de campana. A medida que los vayas viendo te harás un experto.

En la llamada Gouden Bocht (Curva de Oro) que se encuentra localizada entre Leidsestraat y Vijzelstraat, las casas son mucho más grandes que las de cualquier otra parte del Grachtengordel y algunas poseen enormes jardines en su interior.

Keizersgracht


El Canal del Emperador debe su nombre a Maximiliano I de Habsburgo, Archiduque de Austria, es uno de los canales más nobles de Ámsterdam, aunque en el pasado estaba poblado en su mayoría por mercaderes. Se empezó a construir entre 1612 y 1614, mide 2.8 km de longitud y actualmente dicen que viven unos 38 millonarios, en hermosas casas con fachadas y gabletes de distintos estilos.


No hay que perderse el tramo comprendido entre Westermarkt con Vijzelstraat, así como donde se encuentra Keizersgracht con Leidsegracht (un canal excepcional con estupendas viviendas de los siglos XVII y XVIII, en una de las zonas residenciales más exclusivas de Ámsterdam). 


La esquina donde convergen Keizersgracht con Reguliersgracht está considerada la intersección más fotogénica de Ámsterdam, desde aquí es posible ver tres puentes seguidos. En el año 1900 los amsterdameses se negaron a que este canal fuese cegado y consiguieron conservarlo. Te recomiendo pasear por la zona cuando cae la tarde y se enciende la iluminación nocturna de los canales.

Prinsengracht
 

El Canal del Príncipe hace referencia al príncipe Guillermo de Orange (un rebelde que amargó a la Corona Española). Prinsengracht es curiosamente el canal con más animación de Ámsterdam, quizás heredó sabiamente la rebeldía de su nombre. Fue excavado en 1609 para ampliar la ciudad y marca el límite del Centro urbano de Ámsterdam. En el pasado era una mezcla de almacenes y viviendas modestas, pero con mucho encanto. Los edificios aún conservan el sistema de poleas con el que los comerciantes subían las mercancías desde los barcos a sus almacenes. 


Mide 3.5 km de longitud y es el último de los tres canales concéntricos de Ámsterdam que forma el Grachtengordel. Cruza varios barrios, pero el tramo más bonito es el más cercano al río Amstel, al sureste. Tiene buenas vistas del barrio más atractivo de la ciudad: el Jordaan, situado al norte. La orilla del canal es ideal para cenar al aire libre y para disfrutar de las casas flotantes y de los edificios con elaborados gabletes.

Esta Media Luna de canales se cierra al norte por Brouwersgracht y al este por Reguliersgracht. Dos canales mucho más cortos, pero que esconden bellos rincones.

Brouwersgracht


El Canal de los Cerveceros fue excavado entre 1585 y 1612, antiguamente era la zona industrial que concentraba todo tipo de actividades contaminantes, destilerías y los almacenes de los brouwers (cerveceros). Actualmente es uno de los canales más bonitos de Ámsterdam, ya que los cuatro canales principales de la ciudad que he explicado anteriormente, van a parar a éste.


Este barrio es el más solicitado por los jóvenes para vivir, barato, tranquilo y está arbolado, lo que añade encanto a las imágenes. Los grandes almacenes del siglo XVII se han convertido en agradables apartamentos situados cerca del centro. El Ayuntamiento permite atracar gabarras hacia el norte del canal, así que es un lugar muy auténtico. En la esquina con Prinsengracht se encuentra otro de los lugares más fotogénicos de Ámsterdam, donde cuatro edificios rivalizan en originalidad con sus gabletes.

Reguliersgracht
 

Conocido popularmente como el Canal de la Media Luna, aunque el nombre hace referencia a los Reguliers una orden monástica del siglo XVI. El canal fue abierto en 1664 y ofrece como comentaba anteriormente una de las perspectivas más atractivas de Ámsterdam. Además el canal está atravesado por siete puentes y salpicado de edificios pintorescos. El ambiente es tranquilo en este canal y refleja la vida auténtica de un barrio amsterdamés.

Si quieres saber qué más se puede hacer en Ámsterdam te dejo el enlace a otro post con ideas.

Los castillos más interesantes de Dordoña-Périgord

Dordoña-Périgord

Un viaje a la región francesa de Nueva Aquitania asegura una buena parte de exclamaciones, regocijos y lugares de extrema belleza. Recorrer sus carreteras es asegurarte bellas estampas rurales, paisajísticas y un buen número de hermosos castillos o châteaux; muchas veces dedicados a la vinicultura. La región de Dordoña-Périgord se conoce con el nombre legendario de “La tierra de los mil y un castillos” así que reunirlos a todos en un artículo es prácticamente imposible. He elegido cuatro que he visitado y que muestran una atractiva diferencia entre ellos, por lo que te encantará visitarlos.

Cata de vinos en un castillo: Château de Monbazillac

Château de Monbazillac
En el Castillo de Monbazillac podrás hacer cata de vinos

El Château de Monbazillac se remonta al año 1550 y es un claro ejemplo de castillo dedicado al cultivo de la vid y al enoturismo. Su ubicación lo hacen especialmente hermoso, ya que puedes ver su magnificencia simplemente con poner los pies en su camino de entrada, entre un mosaico de viñas. Monbazillac mezcla la apariencia defensiva de la Edad Media con la elegancia del Renacimiento

Château de Monbazillac
En el Castillo de Monbazillac se celebran bodas

De pequeñas dimensiones, el Castillo de Monbazillac posee unas bonitas vistas sobre el viñedo de la Denominación de Origen Monbazillac y el Valle de Bergerac. Está considerado uno de los quince Grands Sites du Périgord; que engloba los lugares culturales de la región anexionada a Dordoña-Périgord desde 2016. Si puedes, incluye en tu visita una cata de vinos, ¡son increíbles! Infórmate en la entrada, probarás una de las 13 DO de vinos de Bergerac. El interior del Castillo puede visitarse reservando la visita con antelación y también puedes alquilarlo para celebrar tu boda.

Más información: Château de Monbazillac. Dirección: Le bourg, 24240 Monbazillac. Aparcamiento gratuito en la entrada. Teléfono: +33 (0) 5 53 61 52 52. Horario: Del 6 de febrero hasta el 31 de marzo de 10 a 12 h y de 14 a 17 h. Del 1 de abril al 31 de mayo y octubre de 10 a 12:30 h y de 14 a 18 h. Del 1 de junio al 30 de septiembre de 10 a 19 h. Cerrado los lunes y el mes de enero. Entrada: 7.5 €. Tienen tarifas reducidas para niños y familias. Web: Castillo de Monbazillac.

Château de Bridoire: el Castillo de los juegos y la gastronomía


Château de Bridoire
Castillo de Bridoire

El Château de Bridoire es uno de los edificios históricos del siglo XV que pueden visitarse en el Pays de Bergerac. Ha apostado por la reconstrucción de escenas que te transportan a la Edad Media. Puede que cuando entres en la cocina, te encuentres a una señora haciendo dulces. Se ha respetado la indumentaria y los utensilios de como se cocinaba cuando el castillo estaba habitado de verdad. En Bridoire se puede participar en la demostración de más de 40 juegos medievales que pueden practicar todos los miembros de la familia. 

Château de Bridoire
En el Castillo de Bridoire descubrirás cómo eran los juegos medievales

En el “Castillo de los Juegos” es posible probarse una armadura (tengas la edad que tengas) bajo las tiendas medievales del jardín o puedes intentar ganar a tu adversario en la prueba de reflejos. En la tienda disponen de cestas de pícnic a base de productos de la región (quiche casera, ensalada verde, una porción de queso cabécou, una bebida y un postre a elegir) por 12 €. En época estival (del 17 de julio al 23 de agosto) ofrecen visitas nocturnas; Les Nuits de Bridoire son excelentes para descubrir el castillo bajo la luz de las velas.

Más información: Château de Bridoire. Dirección: 24240 Ribagnac. Aparcamiento gratuito en la entrada. Teléfono: +33 (0) 5 53 58 11 74. Horario: Se recomienda consultar antes, ya que tienen días abiertos en fechas señaladas como Pascua. Pero aproximadamente abren desde primeros de abril hasta finales de mayo, los fines de semana de 10 a 18 h y resto de días de 14 a 18 h. Del 1 de junio al 30 de septiembre, diariamente de 10 a 18 h. Entrada: 8.5 €. Tienen tarifas reducidas para niños y familias. Web: Castillo de Bridoire.

El Castillo de Bridoire se encuentra a 12 km de Bergerac y 4 km de Monbazillac.

Château de Beynac: las batallas de un pueblo medieval


Château de Beynac
El río Dordogne a su paso por el Castillo de Beynac

El Château de Beynac es una impresionante fortaleza medieval de la que se tiene constancia en el año 1115. A lo largo del tiempo el Castillo de Beynac ha sido transformado por sus diferentes propietarios hasta bien entrado el siglo XVII. El castillo está situado en un lugar muy especial, a orillas del Dordogne, conocido como “Rivière Espérance” (Río Esperanza). Vale la pena descubrir los callejones medievales de Beynac et Cazenac considerado uno los pueblos más bonitos de Francia. Sobre el acantilado rocoso de 150 metros de altitud y sobre el extenso Valle del Dordoña se eleva, sobre los tejados de la población, uno de los castillos medievales de esta región. 

Château de Beynac
Entrada al Castillo de Beynac

Dicen que hasta aquí llegó Ricardo Corazón de León para enfrentarse en duras batallas con el enemigo y que también hizo estragos el terrible Simon de Montfort, empecinado en acabar con los cátaros. No sería hasta 1453, que acabarían las guerras en Beynac entre ingleses y franceses, pero después empezarían las guerras de religión. En el interior del Castillo de Beynac se conserva una cocina del siglo XII, una sala amueblada de 200 m2 del siglo XV y una escalera renacentista del siglo XVII. Os recomiendo recorrer el perímetro del castillo y disfrutar de las vistas de su castillo rival durante la Guerra de los Cien Años: el Castillo de Castelnaud.

Más información: Château de Beynac. Dirección: 24220 Beynac et Cazenac. Aparcamiento de pago, aproximadamente 2.5 €. Teléfono: +33 (0) 5 53 29 50 40. Horario: Del 1 de enero al 1 de noviembre de 10 a. Entrada: 8 €. Tienen tarifas reducidas para niños. Web: Castillo de Beynac.

Château de Castelnaud: Museo de armas medievales


Castillo de Castelnaud
Castillo de Castelnaud

El Château de Castelnaud es una gran fortaleza del siglo XIII vinculada a la historia de los Cátaros, primero por su propietario Bernard de Casnac y después por el asedio de Simon de Montfort. Está considerado uno de los mejores ejemplos de castillo medieval de la región de Dordoña-Périgord. Atentos a las vistas sobre el Valle del río Dordogne y del Castillo de Beynac. En Castelnaud se encuentra el Museo de la Guerra en la Edad Media que ofrece una visión didáctica de las técnicas defensivas y de la vida en el castillo.

Castillo de Castelnaud
Máquinas de asedio medieval a tamaño real en el Castillo de Castelnaud

En el exterior del Castillo de Castelnaud hay instalada una buena colección de potentes máquinas de asedio, como trabuco, bombarda, mangonel o mangana y que te recordarán a las catapultas de las películas. Se realizan demostraciones de las armas para el público, así como lectura de cuentos medievales, títeres o prueba de vestuario y armaduras. Se recomienda consultar la agenda de los días y los horarios. En época estival, aproximadamente desde el 18 de julio y hasta el 24 de agosto, se incrementan las actividades medievales, las visitas nocturnas e incluso se realiza un espectáculo para introducirte en la vida de los cátaros a través de un juego de enigmas. En mayo tiene lugar un Festival Medieval.

Más información: Château de Castelnaud. Dirección: 24250 Castelnaud la Chapelle. Aparcamiento gratuito en la parte baja del pueblo, junto al castillo, es de pago, tarifa única de 3 €. Teléfono: +33 (0) 5 53 31 30 00. Horario: Diariamente de 10 a 19 h. Horario espectáculo: lunes, martes y miércoles de 20:15 a 22 h. Entrada: 9.60 €. Tienen tarifas reducidas para niños. Se permite tomar fotografías en el museo. Web: Castillo de Castelnaud.

Castelnaud se encuentra a 10 km de la bella Sarlat.

Cómo llegar a Dordoña-Périgord:

  • En coche te esperan entre 500 y 600 km desde Zaragoza, Barcelona o Bilbao (Autopista A63 hasta Burdeos y la A89 hasta Périgueux o Bergerac). Acceso desde la frontera catalana por La Jonquera: Autopista A9 y A61 dirección Toulouse. Autopista A62 dirección Limoges-Montauban y A20 dirección París hasta la salida Souillac o Brive la Gaillarde o autopista A62 dirección Bordeaux; salida Marmande y carretera D933 dirección Bergerac. Los gastos de autopista en el trayecto catalán supone unos 30 € aproximadamente (ida y vuelta) y en Francia ascienden a 60 € aprox. (i/v).
  • En avión: Los aeropuertos de Burdeos o Toulouse son una buena puerta de acceso a Dordoña-Périgord, aunque después es mejor alquilar un coche. Air France, Iberia o Vueling disponen de vuelos directos hasta Burdeos.
  • En tren: La línea 26 une Burdeos con Bergerac y Sarlat. En la web del Ter Aquitaine encontrarás tarifas, horarios e información.

Si estás interesado en visitar la zona quizás te interese leer el resumen de mi ruta de 4 días por Dordoña-Périgord.

Todo el material publicado en redes sociales sobre mi escapada a Dordoña-Périgord, se puede consultar a través del hashtag #PDDordoñaPerigord.

Berlín: la ciudad de los museos

¡El planeta entero está en Berlín!. La Antigua Grecia, la Antigua Roma, Persia, Siria, Bizancio, Egipto, hasta las más remotas Islas de Oceanía o el Pacífico. No te hablo de restos de piedras, estatuaria, orfebrería o simples piezas, te hablo de templos enteros, casas indígenas, embarcaciones, puertas de entrada a un mundo desaparecido, muros que levantan el conocimiento humano y tejidos que forman la historia de la humanidad. Rostros de reyes y princesas que una vez gobernaron imperios, amaron y fueron aniquilados por el tiempo. Desde cuencos de madera del País Dogón hasta bronces de Benín, de las colecciones de Amarna a las de Persépolis. Nunca un viajero con alma de arqueólogo pudo encontrarse más cerca del paraíso.

Berlín
Berlín: la ciudad de los museos

Museumsinsel

Berlín es absolutamente maravillosa en cuestión de museos, no puedes decir que no te gustan, hasta que no has visto los de Berlín. Por tener, tienen hasta una isla, ¡una Isla de los Museos!

La Museumsinsel, conocida como la Atenas del Spree, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, sufre un proceso de renovación constante. Salas cerradas, piezas trasladadas, nunca se sabe donde se va a encontrar una pieza o una colección, pero no importa, hay tanto que ver en los museos de Berlín que te va a faltar tiempo. En la Isla de los Museos se encuentran cinco edificios que acogen 6.000 años de antigüedad: el Neues Museum (Museo Nuevo), el Altes Museum (Museo Antiguo), la Alte Nationalgalerie (Antigua Galería Nacional), el Bode-Museum (Museo Bode) y el Pergamonmuseum (Museo de Pérgamo). No es fácil saber con exactitud donde se encuentran las piezas y colecciones, los museos de Berlín comparten espacios, ceden obras, cambian, mejoran y con el paso del tiempo, el arte venido de todos los rincones del planeta, sigue en completo movimiento. Intentaré atinar lo máximo con las últimas reformas llevadas a cabo, aunque algunas están en marcha.

Berlín
Piezas expuestas en el Museo de Egipto de Berlín

En el Museo Nuevo se encuentra desde el 2009 el Museo de Egipto de Berlín o Ägyptisches Museum und Papyrussammlung. La colección de arte egipcio fue fundada en 1828 gracias a Alexander von Humboldt y las sucesivas incursiones prusianas a Egipto, fueron agrandando la colección año tras año. Sus mejores piezas son las que abarcan las expediciones a Amarna realizadas entre 1911 y 1914, las de los faraones del Tercer Milenio a. C. (Zoser, Keops, Kefrén y Micerino), la colección de papiros del Libro de los muertos, el busto de Pericles del 430 a. C., la Puerta Monumental de Kalabasha, el relieve policromado de Tutankamón acompañado por una de las hijas de Akhenatón y la joya de la colección: el busto de la Reina Nefertiti del 1340 a. C. Sólo por mirarle a la cara fui hasta Berlín y volví.

Más información: Dirección: Neues Museum (Museo Nuevo). Isla de los Museos. Bodestrasse 1-3, 10178 Berlín. La entrada principal al museo se encuentra bajo una columnata. Horario: de viernes a miércoles de 10 a 18 h. Jueves de 10 a 20 h. Entrada: 12 € (incluye guía en español). Entrada gratuita con la Berlin WelcomeCard. Se permite hacer fotos sin flash.

Berlín
La antigüedad clásica es el punto guerte del Museo Antiguo de Berlín

El Museo Antiguo fue el primer museo público de Berlín y desde su última reestructuración en 2011, alberga la colección de arte de la Antigüedad Clásica en el Antikensammlung. Aquí te esperan esculturas, ánforas, vasijas, lápidas, sarcófagos, bronces, mosaicos y joyas de la Antigua Roma y Grecia. Destaca su estado de conservación, para los que han visitado los museos de Grecia, ya saben a qué me refiero. Guerreros y armaduras que recuerdan la Guerra de Troya, magníficos kouros, héroes y diosas, pero también se encuentran los propileos del Santuario de Atenea, una importante colección etrusca, joyas escitas o el busto de César junto a la bella Cleopatra. La joya de la colección es “Praying Boy” una estatua de bronce de un chico rezando del 300 a. C. encontrada en Rodas.

Más información: Dirección: Altes Museum (Museo Antiguo). Isla de los Museos. Entrada por Am Lustgarten, 10178 Berlín. Horario: Jueves de 10 a 20 h. resto de días de 10 a 18 h. Lunes cerrado. Entrada: 10 €. Entrada gratuita con la Berlin WelcomeCard.

Berlín
El arte del siglo XIX y XX es el plato fuerte de la Antigua Galería Nacional

La Antigua Galería Nacional se mantiene reabierta desde el año 2001, tras una profunda restauración. Alberga algunas de las obras maestras de la pintura y escultura europea del siglo XIX y principios del XX. Un total de 1.800 pinturas de Adolf Menzel, Paul Cézanne, Auguste Renoir, Edouard Manet, Claude Monet, Edgar Degas y 1.500 esculturas de Karl Friedrich Schinkel, Auguste Rodin, Antonio Canova, entre muchos otros artistas del romanticismo y el impresionismo.

Más información: Dirección: Alte Nationalgalerie (Antigua Galería Nacional). Isla de los Museos. Entrada por Bodestrasse 1-3, 10178 Berlín. La entrada principal al museo se encuentra bajo la columnata. Horario: Jueves de 10 a 20 h. resto de días de 10 a 18 h. Lunes cerrado. Entrada: 10 €. Entrada gratuita con la Berlin WelcomeCard.

Berlín
El Museo Bode es ideal para amantes de la escultura

El Museo Bode acoge desde su ultima reapertura en el 2006 una de las colecciones de escultura antigua más grandes del mundo con obras de Donatello, Antonio Canova o Giovanni Lorenzo Bernini. Aunque lo que destacaría es la colección de arte bizantino, el mosaico bizantino del ábside de la Iglesia de San Michele de Africisco (Rávena), así como impresionantes sarcófagos, mosaicos, capiteles y esculturas que abarcan desde el siglo III hasta el siglo XV. También se puede visitar una colección numismática.

Más información: Dirección: Bode-Museum (Museo Bode). Isla de los Museos. Entrada por Monbijoubrücke, 10117 Berlín. Horario: Jueves de 10 a 20 h. resto de días de 10 a 18 h. Lunes cerrado. Entrada: 12 €. Entrada gratuita con la Berlin WelcomeCard.

Berlín
El Museo de Pérgamo es uno de mis museos favoritos en Berlín

El Museo de Pérgamo estará en parte cerrado por obras hasta el año 2025, dividido en tres complejos que acogen el Antikensammlung, Vorderasiatisches Museum, y el Museum of Islamic Art es el mayor edificio de la Isla de los Museos. Aquí se encuentra la obra cumbre del helenismo: el Altar de Pérgamo del 170 a. C., el más largo relieve del mundo helénico. En el ala sur, que no está afectada por las obras, se pueden ver la impresionante Puerta del Mercado de Mileto del 120 d. C., piezas sumerias, asirías y también babilónicas, como la Vía Procesional y la Puerta de Ishtar del siglo VI a. C.; una de las 8 puertas por las que se accedía al interior de la Antigua Babilonia. En el Museo Islámico se conserva el techo original de la torre de las damas de la Alhambra de Granada, el mihrab de la Mezquita Meydan de Kashan (Irán) o una habitación de la antigua Aleppo fechada en el año 1600. Es otro de los museos que bien merece un vuelo hasta Berlín.

Más información: Dirección: Pergamonmuseum (Museo de Pérgamo). Isla de los Museos. Entrada por Am Kupfergraben 5, 10178 Berlín. Horario: de viernes a miércoles de 10 a 18 h. Jueves de 10 a 20 h. Entrada: 12 €. Entrada gratuita con la Berlin WelcomeCard.

Más información sobre la Isla de los Museos: Entrada conjunta Museum pass Berlin: 19 €. Transporte: Como llegar hasta Museumsinsel; en Tren S-Bahn Línea S5, S7 y S75 parada Hackescher Markt. Línea S1, S2, S25 parada Friedrichstraße. Metro U-Bahn: Línea U6 parada Friedrichstraße. Autobús nº 100 y 200 parada Am Lustgarten. Mapa de líneas de metro y tren de Berlín. Web: Museos Nacionales de Berlín (Staatliche Museen zu Berlin).

Dahlem


Berlín
Dahlem proporciona un viaje etnográfico a otras civilizaciones y culturas

Aunque está alejado de la Isla de los Museos, la colección de museos de Dahlem, bien merece otro viaje hasta Berlín, en serio. Un Museo de Arte Indígena, uno de Arte Asiático y un impresionante Museo Etnológico. ¡Una verdadera locura! para los amantes de las tribus, etnias, culturas y poblaciones de África, Asia, América, Australia y el Pacífico. Medio millón de objetos que abarcan los más recónditos rincones, desde Tahití a la Polinesia, de los Akha a los olmecas. Faldas tejidas en Samoa, barcas procesionales japonesas, amuletos del Congo, joyas beduinas o cientos de fotografías, películas, sonidos y documentación relacionados con la herencia cultural del planeta. Yo estuve cinco horas dando saltos de alegría y grititos de auténtica demente. La advertencia más importante que debo hacer sobre este museo es ¡saldrás pensando en un viaje a las “quimbambas”! Avisado quedas.

Más información: Dirección: Museen Dahlem. Lansstraße 8. Entrada por Arnimallee 25, 14195 Berlín-Dahlem. Horario: de martes a viernes de 10 a 17 h. Fines de semana de 11 a 18 h. Lunes cerrado. Entrada: 8 €. Transporte: Metro U-Bahn: Línea U3 parada Dahlem-Dorf. Autobús nº 110 y 183 parada Dahlem-Dorf. Web: Ethnologisches Museum.


Tarjetas descuento: Según las visitas que vayas hacer durante tu viaje a Berlín puede que te interese adquirir alguna de las diferentes tarjetas de descuento que ofrece la Oficina de turismo de Berlín (tienen página en español). La Berlin WelcomeCard da derecho a viajar en transporte público, ofrece descuentos en más de 200 lugares de la ciudad y una guía de papel. La Berlin WelcomeCard Museum Island está disponible sólo en las oficinas turísticas, da derecho a entrar a los museos de la Isla durante 72 horas y por último existe la Museum pass Berlin que da derecho a entrar a 30 museos y a sus exposiciones durante 72 horas. Como todo hay que leerse la letra pequeña y asegurarse de qué museos entran y cuales no, su validez y contrastar el precio de la tarjeta con las visitas que se quieran hacer.

Los Mercados de Burkina Faso son inolvidables


En África todos los pueblos, por pequeños que sean, tienen un mercado diario donde se comercializan los productos de uso cotidiano que se necesitan en el hogar. Curiosamente las dosis pueden ser reducidas a tan sólo una unidad del producto o a la cantidad necesaria de un sólo uso. Eso se observa en muchas de las paradas que exponen los productos en pequeñas pilas invitando a comprar la cantidad justa. No es que la parada venda tomates o pimientos “a granel”, es que en la mesa hay pilas de 5 tomates que forman una llamativa flor o 4 cebollas alineadas con otro grupo de 6 ó 7 montones y ese montoncito, es el que podrás comprar.


Cuidado con las guindillas, cuanto más pequeño y diminuto veas el pimiento, más picante será y si ves bolsas de polvo rojo en África, seguramente será polvo de cayena, una especia utilizada en multitud de platos de África Oriental y que además de ardor bucal te asegura la conservación de los alimentos.


A diferencia de Europa donde los panecillos de hamburguesas son de 4 unidades y las bandejas de hamburguesas son de 6, en África mantienen esa sana cordura de equiparar raciones con la necesidad del individuo. Que hoy necesito café, pues compro la dosis necesaria para llenar mi cafetera, que me falta jabón, pues compro una pastilla. El mercado está para satisfacer la necesidad de la vida diaria, tanto del que compra como del que vende, y no para enriquecerse, hacer grandes fortunas o acaparar alimentos. El concepto de despensa no es africano precisamente, el acopio necesita de dinero, espacio y condiciones de conservación, algo que a veces, por aquí, escasea.


En Burkina Faso encontrarás paradas donde se venden nueces de cola, son consumidas como golosina aunque son de sabor amargo. Su consumo es masivo, ya sea por la creencia de que la nuez de cola es afrodisíaca o porque realmente tiene efectos estimulantes. Si tienes previsto visitar alguna tribu, grupo étnico o familia, ve provisto de una bolsa de nueces ¡es una muestra de cortesía!.


A medida que crece la importancia de la ciudad, los mercados crecen en tamaño y en variedad de productos. No importa si el espacio destinado para montar un mercado se reduce al borde de la carretera, a un espacio delimitado o al interior de un edificio, en los mercados africanos es posible comprar pan, carne, pescado seco, frutas, sal, baterías, medicinas, tabaco, cerillas, menaje de plástico o ropa, tanto usada como hecha a medida, y telas, metros y metros de coloridas telas africanas que tiñen de color y belleza los mercados. La elegancia de la mujer africana sobrepasa los cánones del poder adquisitivo y eso me encanta. 


En las pequeñas poblaciones, como pueden ser Dendeogo, Guelwongo, Loropéni, Kokologo y Boromo, la etnia mayoritaria del país son los Mossi; dignos herederos de la princesa Yennenga. Lucen orgullosos su oficio y mercancía, te aconsejo que compres un bonito recuerdo: una cáscara de calabaza seca. En África es el recipiente de los mil usos, utilizado tanto para almacenar líquidos, como sólidos, además de ser económico, es totalmente ecológico. En algunas regiones las calabazas están decoradas y las convierten en hermosos “tarros” con tapa.


Si el mercados es grande, los comerciantes vendrán de otras zonas del país, incluso de los países vecinos y es entonces cuando entiendes que la “ley de la oferta y de la demanda” deja de tener importancia y lo que importa entonces es el diálogo, los chismes, la información que corre de boca en boca. Mercados alegres, vivaces y multicolores, con impactantes experiencias para quien los contempla.


El olor de centenares de bandejas de pescado seco bajo el tórrido sol de agosto, los rebaños de ovejas limpiando los restos de lo que queda después del día de mercado, la invitación a probar un vaso de cerveza artesanal de mijo junto a los jefes de la tribu. El sonido del mazo de madera repicando en el enorme mortero mientras se muele manualmente kilos y kilos de mandioca.


Trueque en Gaoua, orugas fritas en Banfora o las misteriosas bolas negras de hierbas filamentosas ahumadas que sirven para hacer sopa y que son la pastilla de “Avecrem” africana. Los mercados de Burkina Faso son inolvidables. Por último quedan los grandes mercados, como el Grand Marché de Bobo Dioulasso, uno de los denominados “centros comerciales” de África. Con más de tres mil tiendas, aquí te espera un gran repertorio de productos desde carnicerías y paradas de mangos hasta fabricantes de cerveza artesanal. Prepárate para volverte loco con la artesanía; aquí es posible comprar desde famosas telas teñidas (batik), hasta máscaras o bellas tallas de madera de todos los tamaños y para todos los bolsillos. Sombreros peul, tambores y cruces tuareg o camisas a medida, junto a objetos rituales o juguetes de metal reciclado.


Si se tiene ocasión hay que probar la mandioca, la batata o los buñuelos dulces fritos. En Burkina Faso se encuentran paradas por doquier, donde la vendedora es la que prepara la masa, los fríe y los vende.

Por último hay que explorar el Mercado Central de Ouagadougou, en la capital del país. Es donde los precios se disparan más y donde hay que regatear a muerte. Si te puedes permitir comprar en otros mercados será mejor para tu economía. Aquí hay de todo, desde objetos de uso diario hasta recuerdos para que los extranjeros se lleven un pedacito de África a casa.

En Mali no dejes de visitar el Mercado de las mujeres de Mopti.

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