Hôtel Solvay: la mansión más prestigiosa de Victor Horta

El Hôtel Solvay es la obra más ambiciosa y espectacular de Victor Horta

El Hôtel Solvay es la mansión más grande y la más prestigiosa de época Art Nouveau de Victor Horta. El cliente era Ernest Solvay, el hijo del magnate industrial Armand Solvay, y su esposa Fanny Hunter, que le encargaron la vivienda familiar.

Lámparas en forma de flores inundan los espacios

La familia Solvay le dio “carta blanca” y presupuesto ilimitado, al arquitecto más caro de Bruselas, lo que le permitirá aplicar algunas técnicas innovadoras a esta casa y desarrollar al máximo su talento como interiorista.

Detalle de un radiador diseñado por Victor Horta

Horta trabajaría en el proyecto entre 1894 y 1903, diseñando todo el interior y el mobiliario, cuidando hasta el más mínimo detalle. Hoy en día la estructura interior y los muebles originales diseñados especialmente para el Hôtel Solvay, se conservan en su sitio y la casa puede visitarse.

Fachada Hôtel Solvay


Las rejillas de ventilación de la fachada regulan el aire interior

Aunque es lo único que ha sido ligeramente modificado, la fachada en piedra, de 15 m de ancho, muestra dos miradores simétricos coronados por balcones de hierro forjado que sobresalen a lo largo de dos plantas. El efecto curvo de la fachada continúa en la puerta de entrada.

Entrada al Hôtel Solvay


La entrada dispone de un sistema de calefacción ideado por Victor Horta

La entrada es una puerta por donde accedían antiguamente los carruajes. Nos recibe una estatua de "La Science", realizada en mármol blanco por Pierre Braecke. Destacan las columnas y vigas de hierro que como el resto del armazón del Hôtel Solvay fue una revolución decorativa.

Recibidor de honor


El recibidor se encuentra a los pies de una gran escalera de mármol

Cuando los visitantes bajaban de sus carruajes eran recibidos en esta sala. Lo primero que veían era el lienzo puntillista de gran tamaño, titulado “Lectura en el parque, una tarde de otoño”, realizado en 1902 por el pintor belga Théo Van Rysselberghe.

Guardarropa


La mesa de caoba fue diseñada por Victor Horta para otro edificio

A la derecha encontramos tres salas: un guardarropa junto a un baño para las visitas y el despacho del propietario de la casa para recibir clientes. El perchero del guardarropa conserva 65 ganchos de bronce para colgar abrigos, lo que permite imaginar que el Hôtel Solvay sirvió de espacio para grandes recepciones. El suelo conserva un hermoso pavimento de decoración geométrica.

Baño de visitas


Madera oscura con diseños ondulados de Victor Horta

Una vidriera decorada con una flor de iris, da luz al mueble del lavabo, que es asimétrico y ayuda a separar un inodoro de 1889 de la firma inglesa Twyfords, del urinario situado frente al espejo. El Hôtel Solvay es un magnífico ejemplo de cómo vivía la alta burguesía bruselense de principios del siglo XX.

Despacho de Armand Solvay


Cerca de la ventana hay un teléfono de pared

Armand Solvay realizaba encuentros profesionales en este despacho del Hôtel Solvay. Esta oficina, que también hacía funciones de sala de visitas, también servía como sala de recepción. El despacho está presidido por un escritorio y una librería de madera de caoba, ambos diseñados por Victor Horta para otro edificio.

Cocina


El fregadero también fue diseñado por Victor Horta 

En el otro extremo del recibidor se encuentra la cocina que era utilizada además como comedor para el servicio. Destaca la luminosidad del espacio cuando en aquella época lo normal era que las cocinas estuvieran en los sótanos.

La mesa de la cocina es obra de Ado Chale para el Hôtel Solvay

La cocina del Hôtel Solvay tiene acceso directo al jardín, lo que mejoraba el bienestar del personal. A la izquierda de la cocina puede verse un pequeño armario en el radiador que servía para calentar los guantes. Cerca de la puerta hay un panel que servía para llamar desde cualquier habitación de la casa.

Escalera de mármol al segundo piso

En el Hôtel Solvay cada puerta, ventana o techo es una obra de arte. En la casa hay contabilizados 17 tipos de madera y 23 tipos de mármol. La extravagancia visual se acentúa con la amplia gama de rojos anaranjados de la decoración que aumentan la idea de lujo y comodidad.

Escalera al primer piso


Los bancos junto a la escalera camuflan un sistema de ventilación

El interior del Hôtel Solvay es una muestra de los elementos más recurrentes de Victor Horta como, por ejemplo: los muros curvos, la combinación de hierro y piedra, los motivos vegetales y la luz natural que, en el caso del Hôtel Solvay, entra a raudales por una magnífica vidriera en forma de alas de mariposa.

Una impresionante claraboya preside la escalera del primer piso

Una gran escalera doble de mármol con barandilla de hierro dorado y madera de caoba, invita a subir al primer piso. Nos paramos en un gran espacio diáfano donde se distribuye el comedor, la sala de billar, un salón y la sala de música.

El interior del Hôtel Solvay está excepcionalmente bien conservado

Todas estas salas se convierten en un único espacio o en espacios separados, simplemente abriendo o cerrando las puertas acristaladas, creando así el lugar ideal para la celebración de recepciones y banquetes. El techo del rellano está decorado con un excepcional mosaico.

Comedor


La chimenea es de mármol amarillo de Numidia y mármol rojo Griotte

El comedor del Hôtel Solvay tiene acceso a una terraza que da al jardín. Los motivos vegetales están también muy presentes en la decoración de este espacio; en la carpintería que recorre las paredes y en las grandes vitrinas y consolas.

Las sillas están tapizadas con piel de vaca y estampado de cocodrilo

Sobre la alfombra hecha a mano se encuentra la mesa del comedor realizada en caoba. Luce unas patas con ruedas y hermosa decoración de motivos vegetales. El comedor está decorado en tonos rojos, naranjas y amarillos que hacen brillar, aún más, los adornos dorados del techo.

Sala de billar


Victor Horta quiso que los espejos reflejaran la luz de las lámparas

Desde el mobiliario y las butacas hasta la mesa de billar, la carpintería y la iluminación fueron diseñados por Victor Horta. El Hôtel Solvay fue la primera casa en Bélgica con iluminación eléctrica y los transeúntes se paraban frente a la casa para verla iluminada con cientos de bombillas.

Salón central del Hôtel Solvay


Mesa de madera y mármol y asientos tapizados con terciopelo

El salón central era utilizado como sala de fumadores y da al balcón principal. Cuando se ofrecían recepciones, las vitrinas podían recogerse como un acordeón y ampliar el espacio. En la mesita puede verse una fotografía del propietario; el nieto de los diseñadores Louis y Berthe Wittamer-De Camps que adquirieron el Hôtel Solvay en 1958. 

Sala de música


Una espectacular chimenea de bronce preside la sala de música

La sala de música está presidida por una magnífica chimenea de bronce diseñada por Victor Horta como los sillones en madera y terciopelo que fueron diseñados especialmente para este espacio. Debajo de los espejos puede verse unos cubrerradiadores en forma de repisa.

Escalera al segundo piso


El Hôtel Solvay está decorado con motivos que recuerdan a la naturaleza

Subimos al segundo piso por una escalera decorada con luces cuyos apliques vegetales son de caoba y donde vemos un lienzo pintado en 1913 por Théo Van Rysselberghe de los Jardines del Generalife de la Alhambra de Granada. A la derecha se encuentra un aseo para invitados.

Jardín de invierno


Una segunda claraboya ilumina el segundo piso

El rellano del segundo piso tiene unos sofás para descansar y una vidriera curva que proporcionaba luz a las plantas colocadas en el estante de mármol y que servía como jardín de invierno. Al otro lado, otra vidriera floral cierra un pasillo con acceso al vestidor.

Despacho privado de Armand Solvay


La biblioteca, chimenea y lámparas son diseños de Victor Horta

En uno de los extremos se encuentra el despacho decorado con revestimientos y muebles de roble. En la chimenea puede verse el busto en mármol de Armand Solvay. La ventana de guillotina está adornada con una vidriera con la decoración de un árbol.

Despacho de la Señora Solvay


El despacho y la mesa son diseños Art Nouveau de Victor Horta

Esta sala utilizada también como tocador, muestra un diván y un espectacular escritorio de madera de arce y metal diseñado por Victor Horta. En una de las esquinas puede verse una pequeña estantería de madera para libros.

Dormitorio del matrimonio Solvay


El dormitorio tiene varios armarios empotrados

Sobre la chimenea puede verse la fotografía de la cama del dormitorio, hoy desaparecida. El dormitorio también contaba con un rincón de desayuno donde la pareja podía desayunar de manera informal. Destacan las grandes esculturas de mármol de “La Fuerza” y “La Juventud” ambas de Victor Rousseau.

Sin visitar


Pasillo acristalado con acceso al vestidor bajo el tercer piso

Al otro lado del Jardín de invierno se encuentran varias habitaciones que no se visitan como son: un baño decorado con ladrillos esmaltados y mármol de Carrara, la sala de estudio y la sala de juegos de los tres hijos de la pareja. Tampoco son visitables las habitaciones del tercer piso donde se encuentran los dormitorios de los niños y el dormitorio de la institutriz

Diseño floral en la barandilla de acero y caoba del tercer piso

El cuarto piso estaba reservado al personal de servicio que contaba con cinco habitaciones. El Hôtel Solvay fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000 y es de visita obligada si viajas a Bruselas y te apasiona el Art Nouveau.

Más información: Hôtel Solvay. Dirección: Avenue Louise 224, 1050 Bruselas. Entrada: 16 €. Visita: 40 minutos. No dejan hacer fotografías. Nosotros teníamos un permiso especial gestionado por Visit Brussels. Web: Hôtel Solvay

Hemos visitado otros edificios diseñados por Victor Horta en Bruselas como la tienda Wolfers y su casa-taller.

Toda la información generada durante mi viaje a Bruselas puede consultarse a través de los hashtags #visitbrussels y #PDBruselas

Musée Fin de Siècle Museum (Museo de Fin de Siglo): Bruselas del 1868 al 1914

Bol de Émile Gallé (1894) y aplique de Alphonse Mucha (1900)

El Musée Fin de Siècle Museum abrió sus puertas el 6 de diciembre de 2013. Es una sección de los Musées Royaux des Beaux-Arts (Museos Reales de Bellas Artes) de Bélgica, dedicada al arte creado entre 1868 y 1914. Unos años donde el Art Nouveau hacía furor en Bruselas y se organizaban grandes exposiciones, ferias donde se consagraban artistas que hoy forman parte del patrimonio cultural de la humanidad.

Figuras alegóricas en bronce patinado de Philippe Wolfers

En sus cuatro plantas y treinta salas, se exhiben obras maestras del modernismo belga firmadas por Victor Horta, Henry Van de Velde, Philippe Wolfers (vimos algunas de sus joyas en la Joyería Wolfers reconstruida en la sección de los Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas), James Ensor, Fernand Khnopff o Théo Van Rysselberghe (vimos algunas de sus obras en el Hôtel Solvay).

“La Nature” de René Lalique (1900) y Alphonse Mucha (1899)

También se exhiben obras de artistas extranjeros de fama mundial como Auguste Rodin, Paul Gauguin, Alphonse Mucha, René Lalique o Émile Gallé, que crearon obras y objetos de una riqueza excepcional y que sumergen al visitante en la atmósfera de 1900 del impresionismo, realismo, neoimpresionismo, postimpresionismo y simbolismo.

Realismo


“À l’Aube” de Charles Hermans es una obra clave del realismo belga (1875)

El realismo fue el movimiento artístico y literario más importante de la segunda mitad del siglo XIX. Un momento de profundos cambios sociales y políticos que alcanzó también al arte. Sus principales características eran una poderosa pasión por la libertad y el realismo que ponía especial énfasis en observar el propio entorno y la naturaleza, a la vez que huía de academicismos y visiones idealizadas del pasado.

Fotografía y cine


Fotografía de 1881 del edificio actual del Musée Fin de Siècle

La fotografía se popularizó en la década de 1880, diez años después ya se discutía sobre si la fotografía debía formar parte de las especialidades artísticas. En Bélgica uno de los fotógrafos más destacados de aquella época fue Alexandre que trabajaría con Fernand Khnopff. Las primeras proyecciones cinematográficas se realizaron en Bélgica en 1895 y los primeros largometrajes aparecerían en 1914.

Realismo social


“Le Puddleur” es una de las grandes esculturas de Constantin Meunier

La industrialización de mediados del siglo XIX fue motivo de crítica social y protagonista de la obra de muchos artistas como Constantin Meunier que plasmó en sus pinturas y esculturas, las difíciles condiciones de vida y el duro trabajo de los obreros en los altos hornos, en las fábricas de acero y vidrio, en los muelles o en las minas de carbón.

Retratos realizados por Léon Frederic (Izqda.) y Emile Motte (Dcha.)

Esta mayor sensibilidad hacia la realidad histórico-social, trataba de representar la vida de la clase trabajadora. Tanto en su forma heroica, como en términos de miseria y resignación que fue representada por Josué Dupon, Léon Frederic, Eugène Laermans, Charles Van der Stappen o Vincent van Gogh, entre otros.

James Ensor


“Une coloriste” de James Ensor (1880)

Uno de los precursores del arte moderno fue James Ensor, un artista tan innovador que aún hoy su obra sigue siendo bastante incomprendida. Realista en 1880, se convirtió en el pintor del misterio, lo fantástico, el ridículo, la caricatura y lo irónico en 1883. Su obra en ese momento se llenó de máscaras carnavalescas y macabros esqueletos.

Les XX y La Libre Esthétique


Retratos realizados por Fernand Khnopff (Izqda.) y Paul Gauguin (Dcha.)

Entre 1883 y 1893 nació el grupo artístico de Les XX, dedicado al arte vanguardista, del que formaran parte Fernand Khnopff, Théo Van Rysselberghe y James Ensor. Después de su disolución, entre 1894 y 1914, apareció La Libre Esthétique enfocado al Art Nouveau con nombres como Paul Gauguin, Toulouse-Lautrec, Auguste Renoir, entre otros.

Neoimpresionismo

“La Seine à la Grande Jatte” obra cumbre de Georges Seurat (1888)

Georges Seurat introdujo el puntillismo para dar respuesta a los problemas de luz, forma y color del impresionismo. Esta técnica permitía que al observar un cuadro pintado con puntos colocados uno al lado del otro se percibieran toda clase de matices. Paul Signac, Théo Van Rysselberghe, Henry Van de Velde, se convertirían en representantes de este movimiento.

Postimpresionismo y los nabis


“Les deux écoliers” de Édouard Vuillard (1894) y “Nu à contre-jour” de Pierre Bonnard (ca. 1908)

Los artistas postimpresionistas y nabis se alejan de la realidad, para adentrarse en evocar misticismo y religiosidad, a base del uso de la línea y del color. Son características las superficies planas y los contornos contundentes de este movimiento, visibles en la obra de Paul Gauguin, Édouard Vuillard y Pierre Bonnard.

Impresionismo belga


“La partie de cartes” de Henri De Braekeleer (1887)

En 1880 entra con fuerza el impresionismo belga con paisajes realistas de colores brillantes donde bosques, ciudades y mares se representan de forma libre. Son representativos de este movimiento James Ensor, Henri De Braekeleer, Emile Claus, Hippolyte Boulenger o Guillaume Vogels.

Arte total


“Faits du village. VII. La fille qui remaille” Henry Van de Velde (1890)

Tres nombres dominaron la arquitectura Art Nouveau belga: Victor Horta, Paul Hankar y Henry Van de Velde. Una de las características de Horta fue el empleo de la línea curva en forma de latigazo. Hankar destacaría por el uso de la policromía y el tratamiento de los materiales. Van de Velde haría uso del arte total creando tejidos, cerámica, lámparas, muebles, cuadros y casas.

Fernand Khnopff


“Des Caresses” es la obra más conocida de Fernand Khnopff (1896)

El mayor representante del simbolismo en Bélgica fue Fernand Khnopff. Fundaría el grupo de “Les XX” y posteriormente “La Libre Esthétique”. Su hermana Marguerite protagonizó la mayoría de sus obras que perseguían el ideal de la belleza y que estaban llenas de alegorías y analogías difíciles de descifrar.

Théâtre Royal de la Monnaie: La Ópera de Bruselas


Representación de Salomé en el Théâtre Royal de la Monnaie

Durante el fin de siglo, la Ópera de Bruselas se suma al fenómeno wagneriano. Fernand Khnopff encuentra hueco para sus femmes fatales, heroínas y mitos. Y también lo hacen artistas como Henry de Groux, Juliaan Dillens, Constantin Meunier y Charles Samuel. El Théâtre Royal de la Monnaie se llenaría de compositores, músicos, actores, actrices y artistas visuales de mentalidad progresista.

Simbolismo


“Le cortège nuptial de Psyché” de Sir Edward Coley Burne-Jones (1895)

El simbolismo fomentaba la existencia y el subconsciente con obras que profundizaban en el idealismo, los símbolos, los sueños, el erotismo y las creencias esotéricas. Dando paso a escenas nocturnas envueltas en oscuridad, cuya penumbra escondía deseos e impulsos. Son claros exponentes del simbolismo Jean Delville, William Degouve de Nuncques, Émile Fabry o Albert Ciamberlani.

Colección Gillion Crowet


Escritorio “Nénuphar” en caoba y bronce de Louis Majorelle (ca. 1903)

Anne-Marie Crowet y su esposo Roland Gillion reunieron, durante 30 años, 200 piezas de Émile Galle, René Lalique, Louis Majorelle, Henry Cros, Victor Horta o Alphonse Mucha. Es la mayor colección de obras Art Nouveau que reúne ejemplos en vidrio, joyería, escultura, mobiliario y pinturas, de una época donde se introdujo la belleza en la vida cotidiana.

Comedor en nogal con diseño de espigas en bronce de Émile Gallé (1900)

Más información: Musée Fin de Siècle. Dirección: Rue de la Régence 3, 1000 Bruselas. Teléfono: +32 (0) 2 508 32 11. Horario: de martes a viernes de 10 a 17 h. Sábados y domingos de 11 a 18 h. Entrada: 15 €. Cómo llegar: Transporte público: Metro línea 1, parada Centraal Station o Park. Autobuses: 27, 29, 38, 71 y 95. Tranvía: 92 y 94. Web: Musée Fin de Siècle

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Visita al cementerio Municipal de La Carriona de Avilés

Cementerio de La Carriona
El ángel lleva una estrella que simboliza la guía hacia el cielo

Dicen que el Cementerio Municipal de La Carriona es uno de los más singulares de España, lo que sí hemos podido comprobar, es que atesora un importante legado histórico-artístico. Fue construido por el arquitecto municipal Ricardo Marcos Bausá entre 1887 y 1893 y su coste, 100.000 pesetas, fue un escándalo para la época.

Cementerio de La Carriona
La capilla de estilo historicista fue construida por Ricardo Marcos Bausá

Las familias burguesas e indianos inmigrantes asturianos que hicieron grandes fortunas en América quisieron que sus panteones o hipogeos (tumba con una cripta subterránea donde están los nichos) estuvieran en la calle principal, la que conduce a la capilla, para exhibir su poder económico y su estatus social.

Cementerio de La Carriona
La puerta de entrada muestra símbolos como el reloj de arena

La portada monumental separa la “ciudad de los vivos” (espacio profano) de la “ciudad de los muertos” (espacio sagrado). A finales del siglo XIX, los símbolos que hacen referencia a la muerte han dejado de ser lúgubres y oscuros para tener un toque romántico y de esperanza. La Carriona pertenece a la Asociación Europea de Cementerios Significativos.

Cementerio de La Carriona
El plano del Cementerio de La Carriona se asemeja a una ciudad burguesa

La Capilla del Cementerio de La Carriona es de planta de cruz griega. También es obra de Ricardo Marcos Bausá que la construyó en estilo neorrománico. Es el espacio central del cementerio, desde aquí parten de forma radial, varias calles paralelas, perpendiculares y en diagonal, donde se encuentran las tumbas más importantes.

Cementerio de La Carriona
Hipogeo de Victoriano Fernández Balsera con un Cristo crucificado

El necroturismo, turismo de cementerios o el también llamado turismo funerario trata de poner en valor los cementerios europeos como museos al aire libre. En nuestra visita al Cementerio de La Carriona, vamos a fijarnos en sus obras de arte, preferentemente en los panteones y grandes monumentos funerarios.

Cementerio de La Carriona
La antorcha es la representación de la llama de la vida eterna

Los mausoleos presentan una arquitectura, escultura y decoración en mármol, hierro o bronce, en estilos como el historicismo, fundamentalmente medieval, y el eclecticismo. Fueron realizados por importantes escultores y arquitectos como: Manuel del Busto, Faustino Nicoli, Gargallo, Cipriano Folgueras Doiztúa y Tomás Acha Zulaica.

Cementerio de La Carriona
El ángel con trompeta es el ángel anunciador

Entrando por la calle principal encontramos a mano izquierda las tumbas de María Suárez y familia. El hipogeo fue diseñado por Ricardo Marcos Bausá en 1898 y está decorado con un ángel anunciador que lleva una trompeta en la mano. Al lado, puede verse la tumba de Félix López, realizada por Ángel Arias Falcón en 1893.

Cementerio de La Carriona
Los hipogeos constan de 3 partes: la cripta, la tumba y el remate

Justo enfrente se encuentra la tumba, ejemplo de eclecticismo, de la familia Zaldúa-Carvajal, diseñada por Juan de Bolado en 1893, seguida por la tumba de Julián García San Miguel (Marqués de Teverga). Ricardo Marcos Bausá diseñó este hipogeo en forma de templete en forma de cruz latina en 1898. Destaca el ángel con corona y cáliz del remate.

Cementerio de La Carriona
El medallón muestra el rostro de Armando Palacio Valdés

Seguimos por el lado izquierdo de la calle principal, una vez pasada la capilla, encontramos en una esquina, la tumba del escritor asturiano, Armando Palacio Valdés. El monumento funerario, realizado por Jacinto Higueras en 1941, incluye la figura de Demetria, uno de los personajes protagonistas de la novela La Aldea Perdida.

Cementerio de La Carriona
Los ángeles del calvario siempre aparecen hablándole a la cruz

Continuamos por la calle principal hasta llegar a la tumba de Tomás Álvarez y la viuda de Álvarez Valdés, ambas creadas por el taller de escultura decorativa de Sociedad Gargallo Hermanos en 1904. Son tumbas hechas por catálogo, de ahí que sean tan parecidas. Se elegía la base y se añadía la decoración deseada.  

Cementerio de La Carriona
La calavera y las serpientes son símbolo de regeneración e inmortalidad

Al final de este tramo se encuentra la tumba de estilo neogótico de Bonifacio Heres diseñada por Manuel del Busto en 1901. Está plagada de símbolos masones, como el búho, que simboliza el luto, la desolación y la reencarnación. Bajo el remate en forma de templete puede verse una pirámide. Bonifacio Heres fue alcalde de Avilés entre 1874 y 1879.

Cementerio de La Carriona
La Losa del Tiempo está dedicada a las víctimas de la represión franquista

Vale la pena acercarse hasta el antiguo osario donde se ha levantado un nuevo monumento. Llamado Losa del Tiempo, es obra del artista avilesino Carlos Suárez de 2022, la pieza central de acero pesa 4 toneladas de peso. Bajo la losa, 30 sillas recuerdan que el diálogo y la reflexión son las únicas vías para mantener la democracia.

Cementerio de La Carriona
Escasa decoración en la tumba de la familia Orbón

Deshacemos nuestros pasos y seguimos recto hasta la tumba de los hermanos Orbón diseñada por Tomás Acha Zulaica en 1931, que recuerda el estilo de líneas rectas del Art Déco. Bajando hasta la altura de la capilla encontramos la joya del Cementerio Municipal de La Carriona: el Panteón de los Marqueses de San Juan de Nieva

Cementerio de La Carriona
El sudario que cubre el féretro deja entrever la presencia de una cruz

El Panteón de los Marqueses de San Juan de Nieva fue erigido en 1902 en mármol de Carrara por Cipriano Folgueras Doiztúa; el mejor escultor asturiano de su época. La escultura para este panteón fue realizada con la técnica de los paños mojados que simula que los tejidos están pegados a la piel y a los objetos.

Cementerio de La Carriona
Ángel andrógino con caderas de mujer y torso de hombre

El ángel custodio señala el cielo con una mano y tiene la otra apoyada en el féretro. Su rostro tiene los ojos vacíos, cuentan que el escultor le puso dos piedras preciosas, pero fueron robadas. El Panteón de los Marqueses de San Juan de Nieva fue galardonado con el Premio a la mejor escultura funeraria española por la revista Adiós Cultural en 2015.

Cementerio de La Carriona
Un angelito camina entre nubes sembrando margaritas

Al otro lado, próxima a la capilla, se encuentra la tumba de Isidora Arias de Carvajal, obra de Ángel Arias Falcón de 1894. Destaca el ángel que la corona y que está sembrando margaritas como símbolo de resurrección. Las margaritas están relacionadas con la juventud y aparecen en las sepulturas de los niños y niñas.

Cementerio de La Carriona
Los monumentos funerarios de Nicoli siempre muestran un sarcófago

Acabamos nuestra visita de este enorme museo escultórico, admirando la tumba de la familia Castro realizada por el escultor Faustino Nicoli en 1893, donde destaca un ángel con la mano colocada junto al mentón en actitud de pensar. Al lado, encontramos la tumba de Ramón Menéndez Valdés, obra de Manuel del Busto de 1911.

Más información: Cementerio Municipal de La Carriona. Dirección: CL La Carriona 7, 33401 Avilés. Precio: Entrada gratuita. Horario: de lunes a viernes, de 10 a 13 h y de 16 a 18 h. Sábados, domingos y festivos de 11 a 13 h. Teléfono: 985 541 939. Se pueden concertar visitas guiadas al cementerio de La Carriona, informándose en la Oficina de Turismo de Avilés, en el teléfono 985 544 325 o a través de la web. Al lado del cementerio, a la izquierda de la puerta de acceso, se encuentra el Centro de Interpretación del Cementerio de la Carriona" (CICLAC). 

Toda la información generada en redes sociales durante mi viaje a Avilés puede consultarse a través del hashtag #ExperienciAviles

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