Arantzazu: joya de la arquitectura religiosa moderna

No importa las catedrales góticas, iglesias románicas, basílicas barrocas, parroquias, ermitas o capillas que hayas visitado, porque hasta que no veas el Santuario de Arantzazu, no podrás afirmar que has visto todos los estilos de templos cristianos. Si vas a Arantzazu disfrutarás de la arquitectura, el paisaje y la espiritualidad de este lugar excepcional del País Vasco.

Naturaleza del Santuario de Arantzazu

Euskadi
Una carretera serpenteante por bellos paisajes sirve de acceso al Santuario de Arantzazu

Situado en un abrupto cañón de la Sierra de Aizkorri, rodeado de un paisaje kárstico espectacular formado por las cañadas del monte Aloña, se levanta esta sorprendente joya de la arquitectura religiosa vasca que, como todo edificio adelantado a su tiempo, rompió con las reglas establecidas. Como cualquier otro santuario, Arantzazu también cuenta con su leyenda milagrosa que se remonta a 1468, cuando un pastor, Rodrigo de Baltzategui, encontró una imagen de la Virgen María sobre un espino albar (arantzazu en euskera significa “lugar de espinos”) y que hoy es la patrona de Gipuzkoa.

Exterior del Santuario de Arantzazu

Santuario de Arantzazu
Las puntas de diamante en piedra son el sello característico de Arantzazu

Para muchos creyentes, el Santuario de Arantzazu es el centro de devoción mariana más importante de Euskadi y sigue siendo como antaño, lugar de peregrinación, de ahí que los espacios presuman de grandes dimensiones, para acoger a cientos de peregrinos. Nada queda de la primera edificación de finales del siglo XV, del edificio que visitó Iñigo López de Loyola en 1522 antes de fundar la Compañía de Jesús o de las sucesivas reconstrucciones y reformas realizadas a causa de los 3 graves incendios sufridos en 1553, 1662 y 1834.

Santuario de Arantzazu
La Piedad en lo alto de la fachada, mira al cielo buscando respuestas

Este lugar de peregrinación y veneración de la Virgen ha estado durante 6 siglos custodiado por los frailes franciscanos. Nada hacía presagiar que se convertiría en un modernísimo templo capaz de reunir a los mejores artistas vascos de mediados del siglo XX y cuyo estilo vanguardista generó una gran polémica. Con todo, y algún otro cambio en el diseño y la prohibición de la Diócesis de Donostia, el conocido como “laboratorio de las artes” celebró la primera misa, en el verano de 1955. En ese momento, el edificio carecía de adornos y de los diseños innovadores que la Iglesia no permitió efectuar. No fue hasta 1968 que se obró el milagro y se levantó la prohibición del proyecto, pudiendo reunir a los artistas que quedaban vivos para acabar el nuevo Santuario de Arantzazu.

Santuario de Arantzazu
Las escaleras de Arantzazu son un símbolo de ascensión hacía la luz

Unas escaleras descienden hasta la entrada principal, como si el templo emergiera de las mismísimas entrañas de la tierra. Destacan las torres y la fachada de piedra tallada en punta de diamante; son obra de los arquitectos Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga. Los picos simbolizan el espino donde fue encontrada la Virgen y provocan que el edificio se vea diferente según la hora del día y la incidencia solar y las sombras que se dibujan en las puntas.

Santuario de Arantzazu
El apóstol sin ojos representa al peregrino que los cierra para rezar

Las esculturas de La Piedad (sin manto, ni adornos, con el rostro en forma de corazón y su hijo muerto, no en sus brazos, si no tendido en el suelo) y los Catorce Apóstoles situados a la entrada principal del templo, fueron realizados por Jorge Oteiza en piedra gris de Markina. Los apóstoles miden 3 metros de altura y el conjunto unos 12 metros de ancho. Cada uno de ellos muestra una expresión humana: desesperación, petición de ayuda, y depende desde que ángulo se observen y la distancia, ofrecen nuevas líneas de expresión. Oteiza quiso simbolizar la Salvación y trató de humanizar la piedra dotándola de una gran dosis de espiritualidad y creo que lo consiguió.

Santuario de Arantzazu
Chillida representó la probreza y la austeridad en las puertas de hierro de la entrada

Las 4 soberbias puertas de hierro, oxidadas artificialmente, son obra de Eduardo Chillida. El gran portal fue realizado con láminas de hierro superpuestas (algunas procedentes de deshechos) y con la mínima decoración para permitir el acceso rápidamente al interior de la iglesia sin distracción alguna. Aunque si te fijas bien, podrás encontrar la forma del sol, la luna, varios espinos y cruces. Chillida quiso representar la austeridad y la pobreza que rige la vida de los monjes franciscanos. 

Interior del Santuario de Arantzazu

Santuario de Arantzazu
Las vidrieras de Arantzazu consiguen dotar el interior de una luz especial

La nave interior de planta de cruz latina fue ideada por Sáenz de Oiza y Luis Laorga imitando a una gran ermita de montaña recubierta de piedra y madera donde hay quietud y penumbra. El techo cubierto de madera en forma de un barco invertido le confiere una buena sonoridad musical. En el crucero se encuentran las 8 vidrieras diseñadas por Fray Javier Álvarez de Eulate en estilo abstracto. Predominan los azules, verdes y violetas con algún toque de rojos que tratan de representar el paisaje montañoso de Arantzazu y sus espinos. 

Santuario de Arantzazu
El Altar Mayor es uno de los elementos que más destaca en el interior

En el Altar Mayor se encuentra la pequeña talla de la Virgen de Arantzazu presidiendo un enorme mural-retablo del pintor madrileño Lucio Muñoz. En los 622 m2 de madera labrada y policromada se imita el paisaje original de la Sierra de Aizkorri. Los frescos de la cripta fueron pintados por Néstor Basterretxea, aunque no con el primer diseño que fue desestimado por incluir 2 mujeres desnudas, si no con un proyecto creado en 1983 donde predomina la abstracción geométrica y la explosión de color. En ellos se narran relatos de la Creación y la historia de la evolución humana y su relación con la religión.

Santuario de Arantzazu
Tras pasar el coro, la nave se agranda visualmente

El Santuario de Arantzazu es mucho más que el ingenio de grandes artistas vascos, es un templo lleno de simbología que ofrece al observador el camino para salir de la oscuridad de las posesiones terrenales y llegar hasta la luz celestial donde nos espera la Virgen. No olvides recorrer la parte trasera del edificio, donde verás los muros de estilo neorrománico de 1920 y la pared rocosa en la que se inspiró Muñoz para crear el altar.

Santuario de Arantzazu
Diversas rutas de senderismo parten desde este punto

La vez que lo visité, me quedé a comer el menú semanal de 15 € del Hotel Santuario de Arantzazu que se encuentra allí mismo. Desde aquí parten varios pequeños senderos (PR-GI 3001), incluso accesibles con varios desniveles de dificultad y distancias, para descubrir, por ejemplo, los caminos de contrabandistas (PR-GI 3004), la senda de Urbia (PR-GI 3006) o el camino escondido de Arantzazu (PR-GI 3005).

Más informaciónSantuario de Arantzazu. Dirección: Arantzazu Auzoa 5, 20560 Oñati (Gipuzkoa). Teléfono: 943 78 09 51. Entrada: gratuita. Web: Santuario de Arantzazu.

Apartamento para fumadores SmartRental Atocha Madrid

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Comedor de SmartRental Atocha

Si buscas un apartamento para fumadores en Madrid te recomiendo el alojamiento de SmartRental Atocha. Está situado en la Calle Santa María 36, cerca de la estación de metro Antón Martín, (a escasos 4 minutos a pie). Lo mejor de todo es que llegues a la hora que llegues, te enviaran un código al teléfono para abrir la puerta de la calle, aunque muchas veces te la encontrarás abierta.

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Nada más entrar, al abrir la puerta, te encontrarás con un pequeño recibidor con sillas plegables y un tendedero por si tienes necesidad de secar ropa. A la izquierda se abre la cocina estilo americana equipada con microondas, cocina, horno, frigorífico, lavadora y algunos platos, vasos y cubiertos para solucionarte la papeleta en caso de querer cocinarte algo. Nosotros encontramos botellas de agua del grifo y una botella de vino blanco fresquitas en el frigorífico y una botella de vino tinto fuera, pero ningún sacacorchos (tomad nota y traer uno de casa).

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Salón de SmartRental Atocha

Frente a la cocina se encuentra el comedor con 1 mesa y 4 sillas, junto al que tenéis un pequeño salón con un sofá, mesita baja y televisor. Las 3 estancias están abiertas y conectadas y les llega la luz y el aire de 3 ventanas, cosa que se agradece porque si no eres fumador, tendrás que ventilar el espacio. Algunas de las luces no funcionan, así que por la noche te esperan veladas románticas a la luz de las velas. 

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Dormitorio de SmartRental Atocha

En esta misma planta dispones de un baño con ducha y dos habitaciones dobles; una dispone de cama de matrimonio y la otra de dos camas individuales que se pueden juntar o separar a conveniencia. Si las separáis tendréis que pasar la escoba, pero no hay problema porque el apartamento dispone de varias papeleras, bolsas de plástico, escoba, recogedor, fregona y cubo de fregar. Lo que no encontraréis es ningún producto de limpieza, así que pensad en aprovisionaros al menos de jabón lavavajillas si tenéis pensado utilizar la cocina.

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Dormitorio de SmartRental Atocha

Una escalera metálica lleva al piso superior donde se encuentra una habitación doble con baño en suite. Os recomiendo que la usen los más frioleros en verano y los más calurosos en invierno porque parece estar situada en el tejado o buhardilla y el calor se notaba ya en mayo. Todos los dormitorios disponen de calefacción, ventiladores y ventanas con cortinas, lo que facilita que se puede atemperar cada dormitorio al gusto del cliente.

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Dormitorio de SmartRental Atocha

No tendréis problemas para colgar la ropa, ya que todas las habitaciones disponen de armarios más que suficientes para deshacer la maleta. Además, no os faltarán las toallas de todos los tamaños y para todos los huéspedes. SmartRental Atocha tiene conexión Wi-fi gratuita.

A una calle de este Duplex de SmartRental, en la Calle Atocha 89, encontraréis un local donde desayunar, os recomiendo el Brunch Panaria compuesto de café o infusión, palmerita, 2 tostadas con tomate para untar, ración generosa de tortilla de patata, loncha de jamón ibérico y zumo de naranja natural por 8’95 €. Justo enfrente encontraréis un supermercado DIA que a diferencia de los establecimientos que tengo en mi zona, destacó por sus productos de calidad a buen precio y que me salvaron alguna comida y cena.

Últimamente siempre voy a Madrid para asistir a la Feria Internacional de Turismo (FITUR) y no me queda tiempo para hacer ninguna visita, ni recorrer sus calles y monumentos, pero aquí os dejo un irónico artículo de cómo disfrutar de un fin de semana con "amigos" en Madrid.

Ruta por Écija: entre iglesias, conventos y palacios del Siglo de Oro Ecijano

Écija
El Palacio de Peñaflor es un gran ejemplo del Siglo de Oro Ecijano

El gran Siglo de Oro ecijano tuvo lugar en el siglo XVIII y durante esa época las familias nobles embellecieron Écija con numerosos palacios barrocos cubiertos de pinturas murales. La iglesia hizo otro tanto construyendo 22 conventos, 6 templos y numerosas capillas. La altísima demanda de artesanos gracias a esa pujanza económica, social y artística llegó hasta tal punto de esplendor que se llegaron a contabilizar en Écija hasta 40 casas gremiales de las que se conservan algunos bellos edificios.

Écija
Detalle de la portada de la Casa Palacio de Valdehermoso

Aunque el famoso terremoto de Lisboa sufrido en 1755 afectó a los edificios construidos en el siglo XVIII, la ruta por el Siglo de Oro Ecijano es aún visible por el casco histórico de Écija. Al igual que la esencia y el recuerdo de cuando fue griega (fueron los griegos quienes le pusieron el nombre de Astigi), romana, sede episcopal visigoda, la “Ciudad Rica” de Estigga en época musulmana y la capital de provincia durante el emirato y el califato de Córdoba. Abrid bien los ojos porque en Écija las paredes cuentan su historia, ya sea en versículos del Corán o en imágenes de azulejos de fervorosa fe cristiana.

Écija
Torres campanario Iglesia Santa María y Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción

La ciudad de Écija es una de las capitales del barroco andaluz y recibe el sobrenombre de la “Ciudad de las Torres” gracias al gran número de campanarios y miradores conservados; unos 11 en la actualidad. Écija se encuentra situada a 90 km de Sevilla y también es conocida popularmente como “La Sartén de Andalucía” ya que, con el buen tiempo, alcanza altísimas temperaturas. Sin duda es un buen destino para disfrutar con más tranquilidad que en la capital sevillana de su bello Conjunto Histórico-Artístico, considerado uno de los más importantes de Andalucía. Aunque nos encontramos en una de las etapas importantes de la Ruta de Washington Irving que recorre las poblaciones de Sevilla a Granada, los horarios de los monumentos visitables hacen imposible entrar en todas las iglesias y palacios en un solo día.

Ruta por el Siglo de Oro Ecijano entre iglesias, conventos y palacios

Écija
Patio del Palacio de Benamejí

Entre los edificios de Écija destacan un buen número de iglesias y conventos, como la Iglesia de Santa Bárbara, Iglesia de San Gil, Iglesia de Santa Ana, Iglesia de San Juan o el Convento de Las Teresas. Desde fuera esos templos no dan la impresión de acaparar la gran cantidad de maravillas barrocas y capillas sorprendentes de las que Écija atesora un importante número. Lo mismo pasa con las casas señoriales y palacios de Écija de estilo renacentista y barroco. Perderse por las calles de Écija es toparse con el Palacio de Peñaflor, el Palacio Valhermoso o el Palacio de Benamejí, rincones privados o convertidos en hotel que esconden la esencia árabe con patios y fuentes interiores que refrescan las noches de verano y nos transportan a la antigua Al-Andalus.

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Palacio de Benamejí

Iniciamos nuestro recorrido donde se encuentra ubicado el Museo Histórico Municipal que conserva importantes piezas romanas como la Amazona Herida del siglo II. Se trata del Palacio de Benamejí, declarado Monumento Nacional, es uno de los edificios más singulares de Écija y uno de los más importantes del barroco civil de Andalucía. El antiguo palacio señorial fue construido con 2 plantas de altura en el primer tercio del siglo XVIII en estilo barroco. Se encuentra en la Plaza de la Constitución y fue sede del Gremio de los Cinteros. Del Palacio de Benamejí destaca su magnífica portada en mármoles policromados y 2 torres mirador en los extremos de la fachada. Su interior está organizado según el prototipo de vivienda ecijana que imita las antiguas construcciones musulmanas. El patio que servía de apeadero o de ingreso a las caballerizas, es seguido por un gran patio principal porticado con una fuente central de piedra y una casa de labor de acceso independiente.

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La Casa Palacio de Villaverde de San Isidro y el Mirador de Peñaflor

En la Calle Cinteria 14 se encuentra la austera Casa Palacio de Villaverde de San Isidro. De su fachada destaca el remate superior que luce 2 emblemas heráldicos, la portada adintelada de piedra y el balcón corrido. El Mirador de los Marqueses de Peñaflor que se encuentra en el número 5 de la Plaza de España es uno de los edificios utilizados por la nobleza a modo de palco. En un futuro no muy lejano, el Mirador de los Marqueses de Peñaflor acogerá la Oficina de Turismo de Écija.

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Plaza de España

Un buen lugar para recorrer Écija es desde la Plaza de España conocida popularmente como “El Salón” ya que, en el siglo XVIII, era común que las familias nobles utilizaran los edificios de esta plaza para observar, los eventos y toda clase de festejos como corridas de toros y obras de teatro desde una posición privilegiada. La Plaza de España es el centro neurálgico de la vida local desde tiempos romanos, cuando se situaba el foro de la Colonia Augusta Firma Astigi. Aquí también se encuentra el Ayuntamiento de Écija, un edificio historicista de 1863 diseñado por Balbino Marrón. En su Sala Capitular conserva varios mosaicos romanos extraordinarios como el Sacrificio de Dirce del siglo III bajo una armadura de madera del siglo XVII.

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La Iglesia de San Francisco preside un lateral de la Plaza de España de Écija

Al lado, se encuentra la Iglesia de San Francisco que luce una portada del siglo XVII. En su interior se conserva uno de los retablos más importantes del barroco ecijano del siglo XVIII. Su parte más antigua conservada son sus bóvedas góticas. Desde la Plaza de España pueden verse sus 2 espadañas; una decorada con azulejos del siglo XVIII y otra más pequeña que corresponde a la Capilla de la Veracruz.

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 La Iglesia de Santa Bárbara y el Mirador de Benamejí se encuentran en la Plaza de España

La primera iglesia neoclásica de Andalucía fue la Iglesia de Santa Bárbara, construida entre 1787 y 1855 por Ignacio Tomás sobre los restos de un templo romano de los que aprovecharon las columnas de granito para la portada. En su fachada puede verse otra de las imágenes religiosas en azulejo de Écija, el del Sagrado Corazón de Jesús. En su interior destaca la sillería del coro de 1762 en estilo rococó.

Justo enfrente, en la Plaza de España nº 20 se encuentra el Mirador de Benamejí construido por el Marqués de Benamejí en el siglo XVIII y que servía como el anterior para contemplar los festejos que tenían lugar en la Plaza Mayor de Écija. La planta baja conserva los soportales y las plantas superiores unas galerías abiertas con arcos sobre columnas. En el centro de la amplia cornisa se encuentra el escudo heráldico de la familia Bernuy. Aún es posible encontrar restos de las pinturas murales que lo decoraban.

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Palacio de Peñaflor

Desde la Plaza de España parten numerosas calles que conducen a un sinfín de iglesias y casas señoriales como las situadas una detrás de otra en la Calle Emilio Castelar. La primera que encontramos en el camino es el Palacio de los Marqueses de Peñaflor situado en la Calle Emilio Castelar 26. Este palacio barroco construido en 1726 con portada de mármol flanqueada por columnas salomónicas sobre cabezas de leones es conocido con el nombre de “Palacio de los balcones largos”. Por supuesto, el elemento que más destaca es esa balconada de forja que mide 57 metros y que recorre toda su fachada. Destacan las pinturas al fresco policromadas obra del artista madrileño Antonio Fernández. En un extremo se alza una torre-mirador de planta cuadrada.

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Palacio Valdehermoso

El Palacio Valdehermoso situado en la Calle Emilio Castelar 37 es otra de las joyas de Écija, construido en el siglo XVI en estilo renacentista. Perteneció a una de las 13 familias “Grandes de España” instaladas en Écija y está considerado el mejor ejemplo de estilo plateresco de la ciudad. Destaca su formidable puerta de entrada con un arco enmarcado por pilastras y figuras, un balcón flanqueado por esculturas alegóricas y una galería abierta con arcos de medio punto sobre columnas de granito, algunas de ellas de época romana del siglo I.

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Torre de la Iglesia de San Gil y portada de la Casa Palacio de los Castrillos

Nos desviamos hasta la Iglesia de San Gil levantada en 1479 y que conserva parte de su estilo gótico-mudéjar y las modificaciones barrocas del siglo XVIII. La Torre de San Gil está considerada la más bella de Écija, se reconstruyó entre 1775 y 1782 y destaca por su decoración en ladrillo. En el interior de la Iglesia de San Gil destacan las pinturas del siglo XVI de Alejo Martínez y Pedro de Villegas Marmolejo. Volvemos a la Calle Emilio Castelar. A pesar de su sencillez, en el número 43 encontramos la Casa Palacio de los Castrillos, uno de los palacios más antiguos de Écija. Iniciado en el siglo XVI luce una sencilla portada gótica de ladrillo.

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Casa Palacio de Los Granados

En la Calle Emilio Castelar 42 se alza la Casa Palacio de Los Granados fue construida en el siglo XVIII en estilo barroco. Su fachada combina decoración en ladrillo y tapial enlucido, aunque destaca por la galería con arcos de medio punto del piso superior y las pinturas al fresco de la cornisa. En este misma calle encontramos en el número 45 la Casa Palacio de Fernández de Golfín construida entre el siglo XVIII y XIX, en el 38 la Casa señorial de Fernández de Córdoba del siglo XVIII y en el número 47 el Palacio de Alcántara.

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Iglesia de Santa Ana e Iglesia de San Juan Bautista

La Iglesia de Santa Ana se encuentra en la Calle Emilio Castelar 62, fue construida en estilo barroco en el siglo XVIII. La torre de la Iglesia de Santa Ana conserva el fuste de ladrillo de la primera torre construida en 1641 y dañada en el terremoto de 1755. Aquí se encontraba uno de los torreones de la antigua muralla musulmana que formaban parte de la Puerta Real.

La Iglesia de San Juan Bautista muestra una imagen religiosa en azulejo en su exterior de Jesús Nazareno. La Hermandad de San Juan que hace estación de penitencia el Viernes Santo tiene su sede aquí. En el interior de la Iglesia de San Juan Bautista se conservan esculturas y pinturas de Pedro Roldán, Duque Cornejo, Antonio de Pereda y Juan de Espinal. La Torre de San Juan de estilo barroco es otro de los campanarios que te obligan a levantar la vista en Écija. Fue levantada en 1768 gracias al proyecto de Pedro de Silva y dicen que es la torre más barroca de Écija. Está profusamente decorada con azulejos y pináculos y rematada por una veleta en forma de ángel que porta el estandarte de la Orden de Malta.

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Palacio de los Garcilaso y Casa Palacio de Lasso de la Vega

En Calle Garcilaso 9 se encuentra el Palacio de los Garcilaso del siglo XVI y a continuación la Casa Palacio de Lasso de la Vega construida entre el siglo XVI y XX que perteneció, al igual que la anterior, al linaje de Lasso de la Vega y Fajardo. El escudo familiar puede verse en la cornisa superior enmarcado por querubines. Destaca la portada decorada con bajorrelieves de motivos vegetales que suben hasta el balcón de la fachada.

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Iglesia de San Pablo y Santo Domingo

Nuestra próxima parada es la Iglesia de San Pablo y Santo Domingo. En el siglo XIV ya se tiene constancia del Monasterio ecijano de San Pablo y Santo Domingo. Conserva en su interior restos originales de estilo gótico-mudéjar en los pilares y un impresionante artesonado de lacería mudéjar de finales del siglo XVI. La torre-campanario de la Iglesia de San Pablo y Santo Domingo fechado en el siglo XVIII, luce un sorprendente rosario gigante colgado en su fuste. Dicen que en 1436 se apareció en Écija el Apóstol San Pablo y que se conserva una cruz que obra milagros.

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Distintas vistas de la Iglesia Mayor de Santa Cruz

Nos acercamos hasta la Plaza Nuestra Señora del Valle donde se encuentra la Iglesia Mayor de Santa Cruz, levantada en el siglo XV sobre la Mezquita de Écija. Del edificio primitivo, destruido por el terremoto de Lisboa en 1755, se conserva en el patio un arco mudéjar con yeserías. En el interior del templo se venera la imagen gótica del siglo XIV de la Patrona de Écija: Nuestra Señora del Valle. El Altar Mayor está formado por un sarcófago paleocristiano con inscripciones griegas del siglo V. Aquí se encuentra el Museo de Arte Sacro que conserva una interesante colección de orfebrería barroca. La torre de la Iglesia Mayor de Santa Cruz que está coronada por una veleta en forma de ángel que sostiene la cruz de Cristo, conserva 2 inscripciones romanas y 2 árabes del siglo X.

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Casa del Gremio de la Lana y Casa Palacio Fernández de Valderrama

En la Calle Merinos 4 encontramos otra de las casas gremiales de Écija, la Casa del Gremio de la Lana. El edificio del siglo XVIII aunque de portada simple, conserva restos de pinturas murales bajo la cornisa del balcón y motivos geométricos en su fachada. A unos 70 m en la Calle Mayor 12, se encuentra la Casa Palacio Fernández de Valderrama construida entre los siglos XVI y XX. En la puerta principal puede verse el emblema heráldico familiar sostenido por querubines. Aunque la mayor parte del edificio original ha desaparecido, conserva una galería de arcos superior que alcanza la Plaza de Luis Vélez de Guevara donde se encuentra la Iglesia de la Purísima Concepción del antiguo monasterio de los Mercedarios Descalzos. 

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Torre de la Iglesia de la Purísima Concepción y Convento de las Marroquíes

Las 2 torres de la Iglesia de la Purísima Concepción situadas en los extremos de la fachada son lo único que queda del edificio original levantado en el siglo XVIII y que se conocen popularmente como “Las Gemelas”. Dicen que el Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción, conocido popularmente como el Convento de las Marroquíes, conserva la espadaña más bella de Écija. La Comunidad de Concepcionistas Franciscanas del convento elaboran unos deliciosos bizcochos marroquíes con una receta del siglo XVIII que pueden adquirirse en su torno situado en la Calle Secretario Armesto 4 A.

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Real Convento de Santa Inés y Convento de las Florentinas

El Real Convento de Santa Inés de la Calle Mayor fue fundado en 1487 por una Comunidad de Clarisas Franciscanas. La Reina Isabel la Católica estuvo hospedada entre sus muros y se hizo benefactora del convento, junto a otras nobles como la Emperatriz María de Austria y la infanta Isabel Clara Eugenia. La nobleza legó a las monjas valiosas reliquias entre las que se encuentra una espina de la corona de Jesús.

El Convento de las Florentinas es el convento más antiguo de Écija. Fue construido en estilo mudéjar y fue ampliándose en estilo barroco. Del siglo XVIII pertenece su puerta principal cincelada en piedra y rematada por una hornacina con la imagen de la Virgen del Rosario. Destaca la espadaña que muestra 3 lados decorados con azulejos. Aunque no pueda visitarse su interior, a través del torno se pueden comprar productos de repostería elaborados por las monjas dominicas como pestiños, alfajores o torrijas.

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Casa Palacio de Cárdenas y Prado Castellano

En la Calle Santa Florentina 20 se encuentra un bello rincón de Écija presidido por la Casa Palacio de Cárdenas y Prado Castellano construido en estilo barroco entre los siglos XVI y XX y que perteneció a los Marqueses de la Garantía, título concedido por el Rey Fernando VII de España, “el Deseado” al ecijano Fernando Tamariz-Martel y Porcel. Destaca la portada del siglo XVIII enmarcada con columnas que soportan un balcón central. El conjunto está rematado por el escudo del marquesado. La imagen se complementa con un pequeño jardín de palmeras y una torre almenada pintada de blanco.

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Portada y espadaña de los Carmelitas Descalzos

A continuación, situado en la Calle Conde 16, nos topamos con el antiguo Palacio de los Condes de Palma de estilo mudéjar, construido entre los siglos XIV y XV. Fue decorado con azulejos y yeserías inspiradas en el Alcázar de Sevilla. Aquí se encuentra en la actualidad el Convento de San José de las Carmelitas Descalzas, antiguo Convento de Las Teresas fundado en 1591. Destaca la portada de los Carmelitas Descalzos de la Calle la Marquesa 10 con decoración manuelina y detalles marineros, cuyo estilo se importaron de Portugal. La Iglesia de los Carmelitas Descalzos añadió la espadaña actual después de que el campanario original sufriera daños por el terremoto de Lisboa de 1755. Hoy es uno de los elementos característicos del paisaje de Écija y luce unas recuperadas molduras con bordes curvos. 

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Palacio de Justicia

En Calle La Marquesa 15 se levanta el Palacio de Justicia de Écija que se encuentra ubicado en un palacio historicista de 1931 conocido con el nombre de Palacio de las Tomasas e inspirado en la Alhambra de Granada. Si lo encontráis abierto, pasad, la entrada es gratuita.

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Plaza de Abastos y Carnicerías Reales

En la Calle Compañía nº 6 se encuentra el antiguo edificio de la Plaza de Abastos de Écija donde podrás adquirir productos típicos como molletes, tortas de manteca o yemas ecijanas. En esta misma calle en el número 3 encontraréis una portada barroca, hay más portadas de este estilo en la Calle Aguabajo. Del antiguo edificio de las Carnicerías Reales del siglo XVI apenas queda la portada de estilo renacentista en la Calle Francisco Mateo Díaz González nº 3. Está rematada en su parte superior por un escudo de armas real y la figura en relieve de la Justicia. En la pared ha sido restaurada un fragmento de pintura mural donde puede verse la cabeza de un carnero.

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Casa del Gremio de la Seda

La industria de la seda y la lana tuvo una gran importancia en Écija en el siglo XVIII. Uno de los edificios más hermosos de la ciudad es la Casa del Gremio de la Seda donde los comerciantes de tejidos trataban la compra y venta de materias. Destacan sus pinturas al fresco, sus arquerías y cornisas decoradas del siglo XVIII.

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Torre y portada de la Iglesia de Santa María

La Torre de la Iglesia de Santa María de 1717 es visible desde la Plaza de España. Luce fuste en ladrillo y 2 balcones decorados con labores de cantería. El cuerpo donde se encuentran las campanas recuerda a la Giralda de Sevilla y muestra decoración de azulejos y molduras de ladrillo. La primera Iglesia de Santa María fue construida en el siglo XIII, aunque el templo que se conserva en la actualidad es el construido por Pedro de Silva en la segunda mitad del siglo XVIII en estilo barroco. La portada en piedra diseñada por Antonio Matías de Figueroa en el siglo XVIII es una de las más monumentales del barroco andaluz. En el interior destacan las pinturas murales neobarrocas de su cúpula obra de Antonio Gardoso, la Capilla del Sagrario y la sillería del coro tallada por Juan de Mesa en 1628. En el claustro de la Iglesia de Santa María encontraréis restos de lápidas, ánforas y estatuas romanas. En la Plaza de Santa María destaca una hermosa columna barroca de 1766 donde se levanta el Triunfo a la Virgen del Valle, patrona de Écija.

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Convento de Capuchinos y Casa Palacio de los Aguilar

Si continuamos hasta la Calle Santa Ángela de la Cruz 20 nos toparemos con el Convento de Capuchinos - Hermanas de la Cruz levantado entre el siglo XVII y XVIII. Su puerta realizada en ladrillo muestra en un friso de azulejos, el año de su construcción: 1758. En la pared puede verse una imagen de azulejo de la Virgen y San Juan Evangelista. Muy cerca se encuentra la Casa Palacio de los Aguilar  construida en la segunda mitad del siglo XVIII. Luce el blasón familiar en el remate de la portada flanqueada por dobles columnas.

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Iglesia de Santiago

La Iglesia de Santiago es un templo gótico-mudéjar construido en el siglo XV y con añadidos posteriores como su torre-campanario de estilo barroco obra de Juan Núñez o el patio cuadrangular diseñado por Pedro de Silva con parterres ajardinados y una fuente. Está considerada la iglesia más interesante de Écija y una de las más elegantes de Andalucía. Tiene 3 portadas con ventanales y celosías de piedra tallada. En su interior destaca el extraordinario Retablo Mayor en madera tallada del siglo XV e importantes obras de imaginería de Alejo Fernández, Pedro de Campaña y Pedro Roldán.

Hasta aquí nuestra ruta por las iglesias, conventos y palacios del centro histórico de Écija. Algunos de sus edificios han sido recreados en el Poble Espanyol de Barcelona para representar a Andalucía.

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