Soy Ana Isabel Escriche, viajera, escritora y fotógrafa del mundo.
Responsable de contenido y Community Manager especializada en arte y turismo.
Bienvenid@ a tu planeta de viajes, aquí encontrarás arquitectura, paisajes, restaurantes, rutas, hoteles, Patrimonios de la Humanidad y lugares donde viajar para conocer otras etnias, culturas, religiones y destinos.
Sumérgete en un mundo de alta gastronomía en el Restaurant Le Fénix
El Restaurant Le Fénix está pensado para vivir una experiencia culinaria de calidad excepcional. El chef Sébastien Colombier combina los mejores productos locales con su pasión por la cocina, sumergiéndote en el mundo de la alta gastronomía. Situado frente a la Estación de tren de Rivesaltes, este restaurante ha encontrado su hogar en el renovado antiguo Hotel des Vignes.
Terraza del Restaurant Le Fénix en Rivesaltes
Sébastien y Sarah Colombier están al frente de la cocina y el comedor que comparten un espacio interior muy acogedor. Este nuevo restaurante gastronómico en Rivesaltes también dispone de una terraza panorámica con vistas a la Place Centrale y al magnífico edificio donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad.
La cocina está abierta al comedor creando un espacio acogedor
El chef Sébastien Colombier, apasionado por los productos orgánicos de
productores locales y los ingredientes
frescos y de temporada de la más alta calidad, se dedica meticulosamente a
componer cada plato con una precisión de relojero. Pero, sobre todo, su cocina
se impregna de la pasión y el arte de un
verdadero artesano gastronómico.
Hummus con rábano negro
Cuando te sientes en la mesa, te
adentrarás en un mundo de sabores auténticos y descubrirás una carta creativa e innovadora que resalta
los ingredientes de la región. Durante nuestra cata del menú, comenzamos con un
hummus con rábano negro.
Crema de calabaza cacahuete con chantilly, haba tonka y pipas de calabaza tostadas
Seguido de una crema de calabaza cacahuete (o calabaza
de invierno) acompañada de un delicado chantilly con haba tonka, cuya fragancia
evoca la vainilla, y pipas de calabaza tostadas. Estos primeros platos lo
maridamos con un delicioso Muscat sec de Domaine Boudau llamado Le Petit Closi, que realza aún más la
experiencia culinaria.
Micuit de dorada con dos tipos de zanahorias, sésamo y crema de curry
Continuamos con el deleite de
nuestro paladar con otra excelente elección de vinos. Para acompañar el
espectacular micuit de dorada,
preparado con dos tipos de zanahorias, sésamo y una crema de curry, han
seleccionado un vino blanco Rêve d'Amour
de Domaine Boucabeille. Elaborado con una garnacha blanca 100 % que potencia
los sabores de manera exquisita.
Filet mignon de cerdo mangalika con crema de chorizo, puré de patatas baby y chips de chorizo
El plato principal se compone de
un filet mignon de cerdo mangalika
cocinado a baja temperatura y luego marcado en la brasa. Este delicioso plato
se sirve con una crema de chorizo, puré de patatas baby y chips de chorizo,
maridado a la perfección con el vino tinto Fig.
21 Carretón del Domaine La Bancale y un tinto, Le Rouge, de Domaine Salveterre de 2017, elaborado en Opoul.
Tarta Saint-Honoré con pasta choux y helado de vainilla
Para culminar esta experiencia
gastronómica de alto nivel, nos deleitamos con una tarta Saint-Honoré, elaborada con pasta choux y acompañada de un
helado de vainilla. Como maridaje, nos recomiendan un vino Rivesaltes ambré, que realza aún más los sabores y aromas de este
dulce final.
Selección de vinos del menú degustado en Restaurant Le Fénix
Sin lugar a dudas, el chef Sébastien Colombier, miembro de la Asociación de Les Toques Blanches du Roussillon, se esfuerza por
sorprender a los comensales de su restaurante con platos únicos que deleitan todos los sentidos, y cada elección de
vino complementa a la perfección esta inolvidable experiencia culinaria.
Más información: Restaurant Le Fénix. Dirección: Avenue René Victor Manaut, 66600
Rivesaltes. Teléfono: + 33 468 82 19 89. Web: Restaurant Le Fénix.
Toda la información generada durante mi viaje enogastronómico por los Pirineos Orientales puede consultarse a través de los hashtags #PyrénéesOrientales, #PaysCatalan y #visitPO.
Los tres restaurantes que os recomiendo para comer o cenar en Bruselas
ofrecen una experiencia culinaria única al combinar platos saludables y gourmet
con ingredientes frescos de Denominación de Origen y Kilómetro Cero. Estos restaurantes ofrecen experiencias culinarias saludables en Bruselas, así como opciones veganas y vegetarianas.
Tero Restaurant
Kisir de bulgur con pimentón, espuma de perifollo, alcaparras y cebolletas
En Tero Restaurant hacen gala de ofrecer unos platos saludables y gourmet con ingredientes de su propia huerta y
granja: la Ferme des Rabanisse.
Crían vacas Salers que se alimentan exclusivamente de pasto, igual que las ovejas
Ardennes que producen una carne de calidad. También crían gallinas ponedoras
y cerdos Duroc al aire libre que se alimentan de fauna del suelo, pastos y
cereales orgánicos.
Falafel de guisantes con brotes tiernos y mojo rojo
En Tero Restaurant apuestan por una alimentación sana y sostenible que incluye hasta el pan. Los menús cambian en cada
estación y solo trabajan con productos
de temporada que provienen de su finca o de productores locales. Mezclan
diferentes tipos de cocina, cuando estuvimos, sus platos recordaban
combinaciones de la cocina asiática.
Muselina de zanahoria con kaffir, ajo negro y almendras fileteadas
El restaurante se encuentra
situado en un edificio de estilo
neorrenacentista flamenco que hace esquina. Su fachada de ladrillos rojos
está decorada con elementos en piedra blanca y que probablemente albergó el
estudio del pintor Fernand Khnopff en
1885.
Cerdo con jengibre, cebollino, habas de cacahuete, gomasio y espuma satay
De primero cenamos una versión de
un plato turco: Kisir de bulgur con
pimentón, espuma de perifollo, alcaparras y cebolletas (9 €) y falafel de guisantes con brotes tiernos
y mojo rojo (11 €).
Fresas y ruibarbo con jarabe de hibiscos y jengibre, lima y almendras
De segundo pedimos, muselina de zanahoria con kaffir (lima tailandesa), ajo
negro y almendras fileteadas (9 €) y cerdo
de granja con jengibre, cebollino, habas de cacahuete, gomasio (semillas de
sésamo y sal marina) y espuma satay ( mezcla de mantequilla de cacahuete y salsa de soja) (16 €).
Melón asado con romero, espuma Dulcey y crumble de limón
De postre nos decantamos por fresas y ruibarbo con jarabe de
hibiscos y jengibre, lima y almendras (10 €) y melón asado con romero, espuma Dulcey (chocolate) y crumble de limón (9 €).
Para beber nos pedimos una cerveza local
La Biche de Saint Gilles (5 €) y una botella de agua mineral BRU (8 €).
Más información: Tero Restaurant. Dirección: Rue Saint Bernard
1, 1060 Bruselas. Teléfono: +32 2 347 79 46. Horario: De lunes a sábado de 12
a 14 h y de 19 a 22 h. Web: Tero Restaurant.
Martine Restaurant
Tempura de gambas
En el restaurante Martine ofrecen platos saludables de cocina gourmet versionados. Disponen de un menú de comidas y otro menú para cenas que varía de una semana
a otra. Se puede reservar mesa a través de su página web. El restaurante se
encuentra ubicado en una casona
neoclásica construida en 1866 para el pintor belga Gisbert Combaz, su primer propietario.
Croquettes aux crevettes
El edificio conserva hermosas
rejerías en balcones y puerta de época Art
Nouveau. El interior está decorado de forma minimalista. Disponen de una terraza
al aire libre bajo la sombra de los árboles en un patio interior. Comparten
espacio con la galería “La Patinoire
Royale”, con lo que a menudo arte y gastronomía se funden en Martine.
Albóndigas de cerdo con berenjena al miso
Maroussia Nève y Justine
Milcamps están al frente de este restaurante que crearon basándose en el
concepto “gourmet y saludable”. Para que no solo vegetarianos encontraran un
buen plato, sino para que todos
encuentren algún delicioso plato con el que disfrutar.
Carpaccio de ternera con burrata, salsa pesto y tapenade de tomates secos
De primero cenamos tempura de gambas (4 piezas) con un
toque picante de cocina asiática gracias a la mayonesa sricacha (7 €) y 2 croquetas de gambas (14 €), muy típicas
de la cocina belga. De segundo pedimos albóndigas
de cerdo con berenjena al miso (16 €) y carpaccio de ternera con burrata, salsa pesto y tapenade de tomates
secos (18 €).
Panna cotta al limón verde con coulis de frutos secos
De postre nos decantamos por una panna cotta al limón verde con coulis
de frutos secos (7 €) y manzanas asadas
con crema de anacardos y canela con chouchou de avellanas (7 €). Para beber, cerveza belga Ginette (3’5 €) y una
botella de agua mineral BRU (8 €).
Más información: Martine Restaurant. Dirección: Chaussée de Charleroi 80 (Saint Gilles), 1060 Bruselas. Teléfono: +32 2 454 54 51.
Horario: De martes a viernes, de 12 a 14 h. De miércoles a sábado, de 19 a 22
h. Web: Martine Restaurant.
Lola Restaurant
Croquette aux crevettes
El restaurante Lola mezcla platos de la cocina clásica y contemporánea con
predilección por los platos típicos de una brasserie
francesa junto a especialidades belgas. Trabajan con productos frescos de calidad y su menú cambia en cada estación. Lola se encuentra ubicado en una casa burguesa neoclásica de cuatro plantas
construida en 1825, al que se le añadió un techo abuhardillado en 1876.
Tagliolini con mantequilla al limón, salvia y parmesano
En Lola cenamos de primer plato
las típicas “Croquette aux crevettes”,
nos pusieron una croqueta crujiente de gambas con limón y perejil frito (12 €)
y Tagliolini (tipo de pasta fresca) con
mantequilla al limón, salvia y parmesano (22 €).
Bacalao con gambas grises y puré de patatas
De segundo pedimos nems (rollitos de primavera) con
ensalada y salsa agridulce (15 €) y bacalao
con gambas grises y puré de patatas (32 €) que acompañamos con una copa de vino de Burdeos D de Dauzac (8 €).
Fresas con helado de pistachos
De postre, nos decantamos por
unas fresas con helado de pistachos.
Se recomienda reservar mesa a través de su página web ya que es un restaurante muy céntrico y bastante concurrido, donde es difícil encontrar mesas libres. Disponen de una terraza al aire libre muy
solicitada con vistas a la Plaza del Gran Sablón.
Más información: Lola Restaurant. Dirección: Place du Grand Sablon 33, 1000 Bruselas. Teléfono: +32 2 514 24 60.
Horario: de lunes a domingo, de 12 a 14:30 h y de 19 a 23 h. Web: Lola Restaurant.
Toda la información generada durante mi viaje a Bruselas
puede consultarse a través de los hashtags #visitbrussels y #PDBruselas.
El Château Les Carrasses se ha convertido en el emblema del lujo y la elegancia
En la frontera del departamento
de L'Hérault con el Aude, rodeado por viñedos, olivos y arbustos de bayas, se
encuentra el encantador Château Les
Carrasses. Este magnífico castillo se ha convertido en el emblema del lujo
y la elegancia.
Louis-Michel Garros embelleció el paisaje vinícola francés con sus majestuosos castillos
La antigua finca vinícola de la Bastide Neuve fue construida en 1886
por el famoso arquitecto de Burdeos, Louis-Michel
Garros. Aquí se encontraban las ruinas de una posada para peregrinos del
camino de Santiago de Compostela.
Los grandes terratenientes construyeron espléndidas residencias en sus fincas vitivinícolas
Estos “châteaux” fueron
construidos por propietarios de tierras que habían obtenido su fortuna a través
de la producción y venta de vino. Estas propiedades eran consideradas símbolos
de su riqueza y estatus, y se les dio el nombre de "pinardiers".
Los detalles arquitectónicos del Château Les Carrasses te transportan al pasado
Louis-Michel Garros, el arquitecto de moda, fue uno de los
arquitectos especializado en la construcción de este tipo de mansiones con aire medieval. El Château
Les Carrasses de estilo neogótico, presenta volúmenes asimétricos, torreones y almenas.
Un paseo arbolado invita a adentrarte en los dominios del Château Les Carrasses
Garros destacó por su meticulosidad tanto a la hora de diseñar las
fachadas como los interiores. Los espacios reflejaban el estilo de vida burguesa
de la época y las dependencias de la Bastide Neuve, eran de una notable calidad constructiva.
Los muros llenos de historia son testimonio de la grandeza de su pasado
En 1896, el propietario, el Sr. Emile Hue Ferdinand, llamó al arquitecto
paisajista Fleury P. Du Sert para un
proyecto de transformación del parque. La elaboración de vino de la finca
vinícola finalizó en 1988 y sus edificios fueron abandonados durante veinte
años.
La piscina del Château Les Carrasses es un oasis rodeada de viñedos
El Château Les Carrasses ha sido meticulosamente
restaurado y convertido en la joya de la
corona de la empresa Domaine & Demeure cuya filosofía se basa en la
preservación del patrimonio y la integración de las propiedades en su entorno
natural.
Domaine & Demeure: enoturismo de lujo
La impecable restauración ha respetado la belleza histórica del Château Les Carrasses
El castillo, inaugurado en 2011,
es el resultado de la visión y pasión de Karl
O'Hanlon y su esposa Anita Forte.
Con un amor profundo por el patrimonio y la arquitectura, la pareja quedó cautivada por la belleza de Château Les Carrasses.
El Château Les Carrasses conserva su identidad y belleza
Este castillo histórico se ha
convertido en el emblema de la marca Domaine & Demeure, dedicada a la restauración y conservación de edificios históricos
como éste, manteniendo una perfecta armonía con su entorno.
Alojamiento en el Château Les Carrasses
Edificio principal del Château Les Carrasses
El edificio principal del
castillo se eleva majestuosamente, con sus tres pisos albergando once suites y apartamentos bellamente
decorados. Cada uno de estos espaciosos alojamientos ofrece vistas
impresionantes de los viñedos que lo rodean.
La escalera del castillo invita a explorar sus encantadores rincones
Los interiores están decorados
con antigüedades francesas e italianas, que datan desde finales del siglo XIX
hasta los años 40, creando un ambiente
auténtico y encantador. Las paredes están adornadas con litografías
antiguas en tonalidades suaves y luminosas.
La vidriera está firmada por E. Chauffray
Hasta el último detalle cuenta
con un toque de distinción. Hermosos candelabros y lámparas de hierro forjado,
comparten protagonismo junto a muebles estilo Luis XVI, añadiendo un toque de
elegancia clásica a cada una de las habitaciones y estancias.
Delicias gastronómicas en el restaurante del Château Les Carrasses
Dúo de vieiras, bavarois de coliflor y erizos de mar, hojaldre con salsa coralina
El Château Les Carrasses también es
conocido por su exquisita cocina
mediterránea y sabores de la cocina local. El chef Willy Benjamin crea auténticas maravillas culinarias que satisfacen
los paladares más exigentes.
Pescado en costra de almendras, cremoso de apio nabo al café y pappardelle
El restaurante del castillo,
reconocido con 2 toques en la guía de
restaurantes Gault & Millau, deleita a los comensales con platos
elaborados con productos frescos y de temporada, provenientes directamente de
la huerta.
Interior del restaurante del Château Les Carrasses
Además del restaurante, los
huéspedes pueden disfrutar del encanto de las dos terrazas del castillo. Una de
ellas se encuentra junto a la piscina infinita, ofreciendo vistas panorámicas de los viñedos. En el bar de vinos del castillo te esperan grandes sillones de
terciopelo donde sumergirte con una copa de vino.
Los vinos Les Carrasses son una colaboración entre Vignobles Bonfils y Domaine & Demeure
La colaboración entre los Vignobles Bonfils y Domaine & Demeure
ofrece una amplia colección de vinos tintos, blancos y rosados de la región.
Donde destacan los vinos como Les
Carrasses Chardonnay, IGP Pays d’Oc, cuyas uvas se vendimian por la noche o
en las primeras horas de la mañana para mantenerlas lo más frescas posible y
así conservar al máximo sus aromas.
Apartamentos y villas de lujo
Uno de los dormitorios de la villa Les Forges
Además de las habitaciones disponibles
en el interior del castillo, el Château Les Carrasses ofrece alojamiento en unas encantadoras dependencias,
transformadas por el arquitecto François
Thoulouze en diecinueve apartamentos y villas con mucho carácter.
La cocina y el salón comedor de la Villa Les Forges dan a la piscina privada
Estas amplias y elegantes residencias, que van desde los 75 hasta los 150
metros cuadrados, ofrecen a los huéspedes una estancia totalmente libre, íntima
y personalizada. Cada villa cuenta con una cocina
equipada, lo que permite a los visitantes disfrutar de una estancia familiar,
práctica y lujosa.
La restauración ha logrado conservar la autenticidad y el encanto del lugar
Las antiguas dependencias, como las bodegas, las casas del herrero, el
jardinero o el administrador de la finca, así como las cuadras, la fragua y el
palomar, se han transformado en encantadoras casas particulares, de dos o
tres dormitorios e incluso algunas disponen de mágicas buhardillas.
Un oasis para el descanso y el placer
La terraza y la piscina infinita con vistas a los viñedos
Los espacios ajardinados del Château Les Carrasses, ofrecen una
increíble diversidad de entornos para relajarse y disfrutar de la tranquilidad
del entorno natural. La piscina infinita,
frente a los viñedos, es un lugar idílico para refrescarse y disfrutar de
momentos de serenidad.
"La Serre" es un elegante jardín de invierno de estilo Eiffel
Uno de los espacios más
fascinantes y que más me gustaron fue el invernadero que se encuentra presidiendo
el patio principal. "La Serre" es un elegante jardín de invierno de estilo Eiffel, que sirve como biblioteca con
cómodos sillones.
Los niños disponen de una zona de juegos rodeada de naturaleza
El castillo también se
enorgullece de ser "Kids Friendly" y ofrece un área verde
especialmente diseñada para el descanso en familia. Las familias pueden
disfrutar de actividades al aire libre, relajarse en las villas con jardín privado, terraza e incluso piscina.
Explorando el Terruño de Languedoc
El Château Les Carrasses se encuentra cerca de Capestang
Un entorno idílico para disfrutar de la serenidad del paisaje
También se encuentra a media hora
de Narbonne; una ciudad llena de historia y encanto. A la misma distancia puedes explorar Béziers en un fin de semana.
Os dejo los enlaces a los artículos de viajes por si os animáis a descubrir
estos lugares.
Más información: Château Les Carrasses. Dirección: Route
de Capestang, 34310 Quarante. Teléfono + 33 (0) 4 67 00 00 67. Precio: Habitaciones desde 159 € por noche. Villas desde 245 € por noche. Web: Château Les Carrasses.
El Hôtel Cohn Donnay es la obra más conocida de Paul Hamesse
El Restaurant De Ultieme Hallucinatie se encuentra situado en una casa señorial neoclásica construida en 1841 en Saint-Josse-ten-Noode (Bruselas) para el pintor belga Eugène Joseph Verboeckhoven.
Del interior neoclásico original se conserva el pabellón de música
Originalmente, la mansión de tres
plantas constaba además de anexo, establos y cobertizos. A lo largo de los años
sufrió varias transformaciones, como la realizada en 1877 por el arquitecto Ernest Hendrickx.
El Hôtel Cohn Donnay fue el primer encargo importante de Paul Hamesse
No fue hasta 1904 que aquel magnífico
edifico de mediados del siglo XIX, se transformó en la vivienda Art Nouveau que vemos hoy. El artífice
de tan notable reforma fue el arquitecto belga Paul Hamesse (1877-1956).
En la planta baja se conservan las vidrieras Art Nouveau originales
El nuevo propietario era el empresario
alemán Berthold Cohn-Donnay, dueño de
los Grand Magasins Cohn de Bruselas y Lieja, que también había diseñado Paul Hamesse. El arquitecto transformó
la primera mansión neoclásica en la joya Art Nouveau del Hôtel Cohn Donnay.
Paul Hamesse heredaría de Paul Hankar el gusto por la geometría
Hamesse trabajó para
Paul Hankar del que fue su aprendiz
favorito. Ambos arquitectos serán conocidos por formar parte de una segunda generación de arquitectos que
se decantarán por el Art Nouveau
geométrico, dejando atrás el Art Nouveau
floral que seguía Victor Horta.
Fachada del restaurante
Detalle de la ventana-mirador diseñada por Paul Hamesse
A la fachada del edificio neoclásico revestida y pintada sobre zócalo de
piedra azul, Paul Hamesse le añadió
una ventana-mirador en el centro del
primer piso. El mirador está rematado por un balcón con barandillas de herrería con motivos geométricos.
Detalle del tirador de la puerta de entrada y el buzón Art Nouveau
Paul
Hamesse transformará los escaparates de la tienda Cohn-Donnay en vidrieras
Art Nouveau con motivos geométricos.
En la puerta del actual Restaurant
De Ultieme Hallucinatie puede verse una espectacular tirador en la puerta unido a un buzón con apariencia de búho.
Vestíbulo
El único interior Art Nouveau conservado de Paul Hamesse
El interior del Restaurant De Ultieme
Hallucinatie es uno de los interiores Art Nouveau más extraordinarios de
Bruselas, conservado casi intacto. El mobiliario
original, revestimientos, tapicería, iluminación, vidrieras, estancias,
cuadros y fotografías nos trasladan a la Bruselas Art Nouveau.
El mosaico del vestíbulo resigue la estancia como si fuera una alfombra
En el vestíbulo predominan los colores claros y ha conservado el suelo de mosaico y las paredes pintadas
con motivos geométricos. A mano izquierda encontramos un gran perchero de madera, estilo Mackintosh.
Está lacado en blanco y decorado con azulejos de cerámica naranja.
El perchero fue creado por Paul Hamesse en 1904
En el centro del perchero, un gran espejo, incorpora en la parte inferior un
radiador con tapa de latón repujado
firmado por Lucien Rion, que muestra
dos faisanes enfrentados sobre un arbusto en flor. A los lados, el perchero dispone
de dos paragüeros, dos cajones para guantes y dos soportes para sombreros.
Los apliques en bronce y cobre del vestíbulo son obra de Paul Hamesse
La planta baja del Hôtel Cohn Donnay está
distribuida en cinco estancias: las
salas de billar y ajedrez, el comedor, el salón central y el Salón Imperio. Hoy
todas esas estancias forman parte del Restaurant
De Ultieme Hallucinatie donde se puede comer o cenar disfrutando de esos
espacios.
Sala
de billar
Cada sala del Hôtel Cohn Donnay tiene su propio estilo
La sala de billar conserva el mobiliario de roble original. En la
pared podemos ver un mueble librería con dos sofás que ocupa casi toda la pared.
Está decorado con 55 paneles de marquetería
de influencia vienesa.
Detalle del diseño geométrico del trabajo en marquetería de los muebles
Nada más entrar a mano derecha, vemos
el mueble con pizarra para guardar los palos de billar y apuntar los tantos de
la partida. En la esquina llama la atención un hermoso lavamanos de mármol Bardiglio color gris. Está decorado con un rostro
femenino con larga cabellera de latón repujado.
Detalle del cubrerradiador y lavamanos de la sala de billar
Entre el mueble de guardar los palos de
billar y el lavamanos veremos otro cubrerradiador de latón repujado. La obra realizada por Lucien Rion en 1904 está decorada con dos pelícanos. Preside la
estancia una gran mesa de billar,
una de las pocas que he visto de estilo Art
Nouveau.
Detalle de la decoración en yeso y pinturas del techo de la sala de billar
El techo de la sala de billar combina elementos de estuco y motivos
pintados. La lámpara de bronce, con
motivos vegetales, fue diseñada por Paul
Hamesse en 1904. Su diseño horizontal con siete tulipas de vidrio está
pensado para iluminar la mesa de billar.
Sala
de ajedrez o salón de fumadores
Detalle de la vidriera de la puerta de la sala de billar
Justo enfrente de la sala de billar encontramos
la sala de ajedrez que queda
iluminada por un gran ventanal con
vidrieras en tonos amarillos. Antiguamente, la ventana daba al jardín del Hôtel
Cohn Donnay.
El rincón de ajedrez
Sobre una tarima de roble se conserva una
mesa de ajedrez de cuatro patas que
se asienta sobre una base biselada recubierta de latón. Junto a ella, un par de
sillones tapizados forman el
conjunto creado por Paul Hamesse en
1904.
Mueble-librería con sofá diseñado en 1904 por Paul Hamesse
En la pared de la sala de ajedrez, revestida de lino verde pintado en dorado, se conserva un mueble de roble con decoración de
marquetería, que combina dos vitrinas laterales y una estantería con un sofá
tapizado.
La sala de ajedrez tiene una vidriera de diseño geométrico Art Déco
En el techo se conserva una claraboya adornada con vidrieras de
diseño geométrico Art Déco. Si
seguimos hacia el salón de fumadores encontraremos a mano izquierda unas escaleras que llevan hasta la
cervecería y a la derecha el comedor.
Comedor
Rincón del comedor con muebles originales del Hôtel Cohn Donnay
En el antiguo comedor, el techo está
decorado con flores y sobre el artesonado puede verse un friso rojizo con pavos reales blancos. Son los mismos motivos que podemos
ver en las vidrieras de tonos
amarillos de las puertas que separan esta sala, de la sala de billar.
Los cubrerradiadores aprovechan el espacio con pequeñas consolas
El cubrerradiador del comedor realizado en latón por Lucien Rion está decorado con un gran
pez en un fondo marino. En la mesa de
roble de este antiguo comedor, hoy podemos disfrutar de la gastronomía
belga y de los platos de la carta del Restaurant De Ultieme Hallucinatie.
El Restaurant De Ultieme Hallucinatie te traslada a una casa modernista
El aparador de roble con espejo semicircular fue diseñado por Paul Hamesse en 1904. Está decorado con incrustaciones
de carey, apliques en bronce y jarrones decorativos de latón. La mayoría de los
muebles y lámparas que veremos en el
Restaurant De Ultieme Hallucinatie son originales.
Hoy es posible comer en el antiguo comedor del Hôtel Cohn Donnay
La lámpara de araña del comedor es de bronce. Sus cuatro brazos
sostienen doce tulipas blancas que recuerdan las diseñadas por Gustave Serrurier-Bovy. El comedor luce
el estilo Art Nouveau francés, con
fuertes referencias al estilo Art Déco.
Salón
central o salón blanco
Este aplique de luz muestra las letras CD, las iniciales de Cohn-Donnay
Junto al comedor se encuentra un pequeño salón central con tres áreas separadas para sentarse. Las paredes están decoradas
con estilizados motivos florales y carpintería lacada en blanco que
recuerda al estilo Art Nouveau de Charles Rennie Mackintosh.
La estructura fue diseñada por Paul Hamesse en 1904
Al salón central se puede acceder
directamente desde el vestíbulo o desde el comedor. Entre esos dos accesos
podemos ver un conjunto de mesa y dos
asientos tapizados que quedan integrados en una original estructura de
madera lacada en blanco con paneles de vidrio tallado.
Espectacular chimenea del salón central
En un lateral destaca un espejo
rectangular sobre una chimenea de
mármol amarillo con decoración en bronce de estilo neoegipcio. La pared, sobre
el revestimiento de madera, y el techo de esta sala, están cubiertos de tela pintada con rosas.
Salón
Imperio
Unos medallones ovalados en cobre decoran el mobiliario de caoba
Junto al gran ventanal que da a la
calle, encontramos el Salón Imperio.
Su decoración es totalmente distinta a las otras salas, aquí domina el estilo de la Secesión
vienesa, con toques neogriegos. Paul Hamesse quiso exprimir el Art Nouveau en todas sus facetas.
Las pinturas sobre tela están inspiradas en la Antigua Grecia
Un friso pintado con personajes griegos y bailarinas decora las
paredes de esta sala. Está interrumpido por placas de mármol veteado de color blanco con máscaras de metal que
recuerdan las del teatro griego clásico.
El mobiliario del Restaurant De Ultieme Hallucinatie es excepcional
Los muebles de caoba con accesorios de cobre son de estilo Imperio y
comparten espacio con mesas de mármol de inspiración griega y una lámpara de araña en bronce, con cuatro
brazos, creada por Paul Hamesse en
1904.
Detalle de la chimenea del Salón Imperio
En una de las paredes encontraremos
una imponente chimenea de mármol
blanco veteado de inspiración griega. Está cerrada con una preciosa placa de cobre repujado decorada con la
imagen de dos mujeres que tienen un ánfora por donde sale fuego.
Primera
planta
En el vestíbulo se encuentra la escalera que sube a la primera planta
A través de una escalera de mármol veteado blanco con carpintería de inspiración japonesa,
llegamos a la primera planta. Aunque de momento está cerrada al público, en la
primera planta pudimos ver que se han conservado varias estancias y unos pocos
muebles originales.
El
Gran Salón
El mueble del Gran Salón recuerda el estilo Mackintosh
El Gran Salón da al lado de la calle y, por tanto, a la ventana-mirador
con balcón que hemos visto en el exterior. Este gran espacio queda dividido asimétricamente
por dos columnas monumentales con
capiteles jónicos que nos hacen pensar en el interior neoclásico original de la
casa.
La chimenea tiene decoración de flores cinceladas en mármol
Al otro lado, destaca una hermosa chimenea de mármol rosado Aurore, está
tapada con una pieza de latón en relieve. Es una espectacular obra realizada por Lucien Rion en 1904 donde puede verse un
pavo real perfectamente trabajado.
Sala
de poesía
Un increíble escenario Art Nouveau con escalones
Junto a la chimenea, una puerta sirve
de acceso a la sala de poesía,
llamada así por un curioso elemento de madera situado en una de sus esquinas.
El mueble, con sofá y escalones, hace
las veces de un gran atril u oratorio.
De Ultieme Hallucinatie: Restaurante y cervecería
Este muro de rocalla, formaba parte del jardín del Hôtel Cohn Donnay
Dejamos atrás las salas que hemos
visto y nos adentramos en la parte trasera donde antiguamente se extendía el jardín del Hôtel Cohn Donnay. Aquí también
se encontraba la antigua conserjería, las cuadras para caballos y el trastero.
El lucernario de la cervecería sobre la barra es original
Hoy una galería acristalada y una terraza sirven para alojar un bar de
copas y una cervecería. El Restaurant De Ultieme Hallucinatie ofrece platos de la cocina típica belga 100 %
casera y más de 30 cervezas belgas
seleccionadas.
Detalle de la vidriera del jardín de invierno
Este espacio, más informal que el
restaurante, tiene asientos de madera sacados de antiguos bancos de tren. Así que es como estar en un tranvía de principios
del siglo XX bebiendo cerveza. El estrecho corredor, a lo largo de la pared, era el jardín de invierno. Hoy la barra de la cervecería ocupa parte de aquel espacio que continuaba hacia la entrada del pabellón de música.
El
jardín de invierno
La barra de bar se encuentra en el antiguo jardín de invierno
El espacio de la cervecería, aunque
transformado, ha conservado varias piezas originales como los ventanales con marcos
de madera de la barra y las ventanas del corredor, elementos de hierro fundido y
el zócalo de piedra azul.
Sótano De Ultieme Hallucinatie
El sótano presenta cubierta y paredes de ladrillo
Una escalera desciende hasta el sótano
del Restaurant De Ultieme Hallucinatie donde se encontraban las cocheras. Dicen
que aquí tocó la banda australiana de rock INXS, que estuvo Bryan Adams y que Johnny Hallyday celebró aquí varios cumpleaños.
Bancos de tren diseñados por Henry Van de Velde
El espacio ha conservado las columnas de fundición originales y unos
bancos diseñados por Henry Van de Velde en 1930, para los
ferrocarriles belgas SNCB. El arquitecto trabajaría como asesor artístico para SNCB
durante 7 años.
El
antiguo pabellón de música
Hoy el espacio sirve de salón comedor para el restaurante
Volvemos al piso de arriba para
descubrir la parte trasera del edificio donde se construyó un pabellón de música. El músico francés Camille Pleyel lo mandó construir para
su esposa, Marie Moke, en la década
de 1940.
El pabellón de música destaca por su decoración clásica
El antiguo pabellón de música está decorado de forma clásica, con columnas estriadas y pilastras con
capiteles jónicos. Conserva una cúpula
central de vidrio, decorada con un friso de medallones con cabezas femeninas de
perfil.
En la tapa de la chimenea puede leerse Cohn Donnay
Una monumental chimenea de mármol rosa con espejo preside esta sala. Está decorada
con dos grandes jarrones y cabezas de leones de cobre. En la actualidad, el
antiguo pabellón de música se ha habilitado como comedor del restaurante.
Vista de la terraza desde el pabellón de música
Si el tiempo acompaña, la terraza al aire libre de la parte
trasera del edificio, es perfecta para degustar algunos de los platos de la
gastronomía belga como: un waterzooï de pescado, las famosas croquettes de crevettes
o la deliciosa carbonnade flamande.
De
Ultieme Hallucinatie: "La última alucinación"
Croquettes de crevettes del Restaurant De Ultieme Hallucinatie
El primer restaurante ubicado en el Hôtel
Cohn Donnay abrió sus puertas en 1981 y estuvo en funcionamiento hasta la
muerte de su propietario Fred Dericks
en 2009. En 2013, unos nuevos propietarios reabrieron sus puertas como Restaurant De Ultieme Hallucinatie.
Carbonnade flamande del Restaurant De Ultieme Hallucinatie
Una dirección a tener en cuenta si
eres un amante de la arquitectura y decoración Art Nouveau, pero también para los que buscan disfrutar de la gastronomía y cervezas belgas. Vale la
pena consultar sus eventos, ya que también organizan conciertos de música en vivo.
Más información: Restaurant De Ultieme Hallucinatie.
Dirección: Rue Royale 316, 1210
Bruxelles. Teléfono: +32 2 889 0 316. Horario: Abierto de miércoles a viernes de
11:30 a 14 h. y de 18 a 22 h. y sábados de 12 a 23 h. Web: Restaurant De Ultieme Hallucinatie.
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