Este antiguo enclave industrial es un refugio para los amantes de la naturaleza |
Un paisaje de ensueño en la Anse de Paulilles
La antigua torre de agua se convierte en un excelente mirador para explorar la zona |
Ubicada entre el Cabo Béar y el Cabo d'Ullastrell, ambos en Port-Vendres, la Anse de Paulilles ("Anse" significa "bahía") ofrece unas vistas panorámicas que te dejarán sin aliento. Situada entre el mar y las montañas, esta bahía está rodeada por viñedos que se extienden en terrazas interminables, creando un paisaje verdaderamente idílico.
El sendero litoral permite alcanzar el Faro Béar, Port-Vendres y Banyuls-sur-Mer |
Los aficionados al senderismo pueden elegir los caminos que recorren la costa hacia el Cabo Béar y su faro, así como senderos que se adentran en los bosques de alcornoques. Estos senderos marcados te invitan a explorar este parque natural protegido, en el corazón de la región de Occitania.
Calas encantadoras en la Côte Vermeille
La Bahía de Paulilles está situada en un entorno privilegiado de playas y cabos rocosos |
La Bahía de Paulilles alberga algunas de las playas y calas más hermosas, a los pies de la Sierra de la Albera. Mientras disfrutas de la costa, es posible que observes el imponente muro alemán que se construyó durante la Segunda Guerra Mundial para evitar el desembarco de los aliados en 1943.
La Playa de Paulilles es parte del sitio protegido "Le Site classé de l’Anse de Paulilles" |
Independientemente de que se visite el sitio, se puede disfrutar de un día de playa en la Bahía de Paulilles. Entre la Playa Bernardi, junto al Cabo Norte, y la playa de Forat, junto al Cabo Sur, se extiende la Playa de Paulilles, que cuenta con accesibilidad para personas con movilidad reducida y la comodidad de sillas anfibias para disfrutar del mar durante la temporada estival (julio y agosto).
Reviviendo la historia en la antigua fábrica de dinamita
La fábrica de dinamita de Paulilles fue la primera construida en Francia |
Uno de los aspectos más destacados de "Le Site classé de l’Anse de Paulilles" es la antigua fábrica de dinamita fundada por Alfred Nobel en 1870. Imagina caminar por los pasillos de esta antigua dinamitería, que ahora está abierta al público después de años de estar cerrada y prohibida su entrada.
Cartel de Nobel Explosifs France |
Explorar "Le Site classé de l’Anse de Paulilles" puede ocupar todo un día, y no tendrás tiempo para aburrirte. Retrocederás en el tiempo cuando te adentres en su pasado industrial. Esta zona de 32 hectáreas te sumergirá a finales del siglo XIX, cuando Alfred Nobel y su socio Paul Barbe, ingeniero politécnico de Nancy, decidieron establecer una gran fábrica de dinamita en la costa mediterránea.
La fábrica de Paulilles se construyó lejos de las zonas de ocupación y de combate |
En aquel entonces, el Ministro del Interior francés, Léon Michel Gambetta, estaba en busca de un lugar idóneo para la construcción de la fábrica de dinamita, con la premisa de que ésta se encontrara "lo más distante posible de la frontera alemana". Su búsqueda lo llevó a descubrir este tranquilo rincón en los Pirineos Orientales, que se ajustaba perfectamente a sus necesidades, debido a su cercanía a Port-Vendres, una plaza fuerte marítima en ese momento.
Vista de una galería de circulación de la antigua fábrica de dinamita |
La construcción de la fábrica de dinamita de Paulilles fue una respuesta a la escasez e inferioridad del armamento francés. En un contexto de emergencia, devolvió a la industria de guerra la oportunidad de actualizar la producción nacional. La fábrica Paulilles, la primera planta de dinamita creada en Francia, comenzó a fabricar productos vinculados a los descubrimientos de Nobel: nitroglicerina, detonadores y dinamita.
Los edificios de la fábrica ofrecen una fascinante visión de la historia industrial de la región |
En ese momento, cientos de trabajadores se establecieron en este lugar, donde además de la fábrica, se construyeron una iglesia, una escuela e incluso tiendas y una enfermería. De 1875 a 1879, la fábrica de dinamita de Paulilles se convirtió en el principal proveedor para las minas y las obras públicas de Francia, distribuyendo mil toneladas en múltiples direcciones.
Los incidentes explosivos de 1882, 1887, 1906 y 1918 tuvieron consecuencias trágicas |
A lo largo de su historia centenaria, ocurrieron diversas explosiones que causaron más de 30 accidentes mortales, además de varias decenas de fallecidos debido al contacto con productos químicos durante la fabricación de dinamita. Se calcula que, en 1936, el lugar estaba habitado por 34 familias que trabajaban en la fábrica y producían 4 toneladas de dinamita diariamente.
Se enviaron 30.000 toneladas de dinamita de caucho para la construcción del Canal de Panamá |
Durante cinco generaciones, alrededor de 400 personas trabajaron en esta fábrica, que alcanzó su punto álgido en 1960 al producir 20 toneladas de dinamita al día, empleando a 190 trabajadores. De aquí se abastecieron a grandes obras de ingeniería, como el Canal de Panamá, así como a la construcción y desarrollo de la red ferroviaria y carreteras que conectaban con España a través de los Pirineos.
La fábrica de dinamita cerró sus puertas de manera definitiva en 1984 |
Hoy en día, siete de los treinta y dos edificios de la fábrica están abiertos al público, permitiendo que los visitantes exploren y aprecien este patrimonio industrial único que abarca desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XX.
Descubriendo el patrimonio obrero en la Maison du Site
En la Maison du Site se recuerda el fuerte sentimiento de identidad obrera |
La "Maison du Site" es una parada imprescindible en tu visita. Nos encontramos en la antigua residencia del director, ahora transformada en un pequeño museo. A través de su exposición permanente, "La Mémoire Ouvrière de Paulilles" (La Memoria Obrera de Paulilles), este lugar te permitirá descubrir cómo era la vida de los trabajadores en el pasado, gracias a viejas fotografías y testimonios recopilados.
Varios murales exhiben imágenes del personal que trabajó en Paulilles |
Como por ejemplo la creación del "sindicato general de trabajadores de la fábrica Paulilles" tras la mortífera explosión del 2 de septiembre de 1918. Sus estatutos, redactados pocos días después del trágico evento, reflejan los riesgos enfrentados y subrayan los derechos de los trabajadores en materia de accidentes laborales. A medida que exploras sus salas, te sumergirás fácilmente en los recuerdos y memorias de aquellos que vivieron y trabajaron aquí.
Las variedades botánicas corresponden a los destinos a los que se exportó la dinamita |
Al salir de la Maison du Site, podrás adentrarte en un jardín de plantas exóticas con plataneros, palmeras y eucaliptos, o buscar la sombra de la pineda que se extiende junto a la costa. Estas especies fueron elegidas para representar los lugares a los que la dinamita producida en la fábrica fue exportada en el pasado, como América del Sur, América Central, África del Norte y Oceanía.
El Taller de Restauración de Barcas Catalanas
Taller de Restauración de Barcas Catalanas
Para aquellos que aman el mar, la visita al taller de restauración de las barcas catalanas es una experiencia única. Aquí, los carpinteros te contarán la historia de estas barcas de pesca, utilizadas en la costa mediterránea para pescar sardinas y anchoas. Los artesanos que trabajan en la restauración de estas embarcaciones multicolores te mostrarán su habilidad y te explicarán el proceso detrás de cada renovación.
Barca en proceso de restauración
En la actualidad, sólo quedan unos pocos ejemplares de barcas
catalanas navegando, por lo cual el taller de Paulilles desempeña un papel
crucial en la preservación del Patrimonio Marítimo. Este tipo de barcas se
construían con una plantilla llamada de
San José. El maestro carpintero adaptaba esta plantilla según las
preferencias y necesidades del pescador, lo que explica la singularidad de cada
barca catalana.
Mapa del Le Site classé de l’Anse de Paulilles |
Más información: Site classé de l’Anse de Paulilles. Dirección: Centro de Interpretación RD 914, 66660 Port-Vendres. Teléfono: 04 68 95 23 40. Horario Anse de Paulilles: Abierto todos los días del año, excepto el 1 de enero, el 1 de noviembre y el 25 de diciembre. De noviembre a marzo: de 9 a 17 h. Abril, mayo, septiembre y octubre: de 9 a 19 h. Junio, julio y agosto: de 9 a 20 h. Horario Centro de interpretación: De noviembre a marzo: de 9 a 12 h y de 14 a 17 h (martes cerrado). Abril: de 9 a 13 h y de 14 a 17 h. De mayo a septiembre: de 9 a 13 h y de 14 a 19 h. Octubre: de 9 a 13 y de 14 a 17 h. Horario Taller de restauración de barcas: De lunes a viernes: de 9 a 17 h. Transporte público: autobús Lio, línea 400. Aparcamiento gratuito. Entrada gratuita. Visitas guiadas gratuitas. Los edificios y áreas de esparcimiento son accesibles para personas con movilidad reducida.
Dónde comer en Port-Vendres: L’Archipel
Sopa de pescado |
Situado junto al puerto de Port-Vendres, L’Archipel es un restaurante especializado en cocina mediterránea y tradicional. El comedor interior, con capacidad para 45 comensales, está decorado con murales pintados a mano que capturan la esencia de lugares como Port-Vendres, Collioure y Banyuls-Sur-Mer. También disponen de terraza.
Filete de dorada Real con sémola y verduras |
El restaurante ofrece varios menús que incluyen pescado fresco a la parrilla y opciones de carnes. Además de estos, la carta ofrece una gama diversa de platos, desde Cassolette de mejillones a la crema de ajo, hasta degustación de anchoas en vinagre sobre pimientos dulces y ostras de Bouzigues.
Más información: L’Archipel. Dirección: 6 Quai de la République, 66660 Port-Vendres.
Teléfono: 04 68 82 23 26. Menú: Desde 19’5 €. Web: L’Archipel.