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El Palacio de la Bolsa de Porto

¡Nunca un dinero tuvo mejor residencia!

Entrar en el Palácio da Bolsa de Porto es entrar de pleno en la historia y sociedad de esta ciudad portuguesa y del país entero. Está considerado uno de los monumentos principales a nivel nacional que deben visitarse y los 250.000 visitantes del año pasado lo demuestra. Cualquier Porto Tours que se precie ha de pasar indiscutiblemente por este edificio que representa lo que fue el motor económico de Portugal. Y ahora te explicaré porqué.

Los viajes de los grandes descubrimientos, el comercio de las especias, Vasco da Gama, Cabo Verde, tabaco, cacao, nombres para leer detenidamente y que encuentran de alguna manera su casa en el Palacio de la Bolsa. La grandiosidad de los términos se encuentran en el interior de sus salas y en la cantidad de detalles de este edificio construido en 1842 en estilo neoclásico.


El exterior del edificio, a pesar de sus dimensiones, muestra la rectitud de formas con una numerosa cifra de ventanas bien alineadas a ambos lados de la entrada monumental, que se asemeja a un templo clásico del estilo constructivo de Palladio. En el interior te esperan una docena de espacios que tienen mucho que decir de la historia de Portugal. ¡Vamos dentro!

El interior más sobrio del Palacio de la Bolsa


- Galería de los Antiguos Presidentes es una sala donde se exhiben los retratos de todos los presidentes de la Bolsa de Comercio, desde su fundación en el año 1834.

- La Biblioteca del Palacio de la Bolsa es uno de aquellos espacios que te transportan al pasado y es fácil imaginarte, hombres de mediana edad sentados en un enorme sillón de cuero, fumando un buen puro traído en el último cargamento naval. La valiosa colección de objetos (como los dos globos terráqueos) y los libros de contenido puramente comercial quedan perfectamente integrados en esa atmósfera especial que confieren las mesas de madera laqueada y brillante, gracias a la luz de lámparas antiguas.


- La Sala del Tribunal está decorada con opulencia en dorados, grandes pinturas, ventanales y asientos de madera y cuero, al más puro estilo renacentista francés. Aún se realiza uno de los actos más solemnes de la bolsa; la Ceremonia de entronización de los miembros de la Confraria do Vinho do Porto de la que es sede este edificio desde 1982. Sus miembros tienen el deber de divulgar, promover y consolidar el buen nombre del Vino de Oporto.


- La Sala de Gustave Eiffel es el lugar donde este genial arquitecto proyectó las obras del Puente María Pía de Porto, el Puente Eiffel de Viana do Castelo, el Puente Ferroviario de Barcelos o el Puente de Pinhão. El legado de Eiffel en Portugal perdura en estas obras y se hace patente en Porto cuando uno se asoma al río Duero.

- La Sala do Presidente destaca por su hermoso suelo realizado en entramado de maderas exóticas procedentes de Brasil y África.

- La Sala das Assembleias Gerais de 153 m² esconde en yeso muchos de los adornos que parecen madera. Es utilizada dos veces al año para llevar a cabo las asambleas de la Asociación Comercial de Porto. En ella destaca una enorme lámpara central de una tonelada de peso.

El interior más exuberante del Palacio de la Bolsa




- En el Pátio das Nações (Patio de las Naciones) los ojos del visitante hacen chiribitas y no será el único lugar del palacio que atraiga tu mirada. La luz lo inunda todo, y querrás cegarte con ella mirando hacia arriba, donde una magnífica cúpula octogonal de hierro y cristal cubre el cielo de este patio. 


Con la mirada descendemos hasta la enorme cenefa dorada decorada con 20 blasones que representan las naciones con las que Portugal tuvo tratos comerciales en el siglo XIX. 506 m² de espacio con numerosas ventanas, balcones, puertas y arcadas que embellecen el aire. 


Hierro, madera y cristal descienden hasta un hermoso pavimento realizado en un hipnótico mosaico del siglo XX. En el centro del suelo de la sala, un atrayente dibujo que asemeja una alfombra, explica una vez más los motores de la economía portuguesa y los objetos que lo hicieron posible; la electricidad, el teléfono, el correo, la navegación, etc.


- La Escalera Noble te recordará a las de los palacios rusos, por un momento me traslado al impresionante Palacio Yusúpov de San Petersburgo, pero si no has estado en la Madre Rusia, tranquilo, la Escadaria Nobre quedará grabada en tu memoria para siempre. Flores y escudos de granito, una de las primeras lámparas que dieron luz eléctrica en Porto y de nuevo una claraboya para quedar inmóvil mirando hacia arriba y tropezar con las nubes.


- La Sala dos Retratos sirve de antesala a nuestra última estancia destacada. Aquí se rinde homenaje a los últimos reyes de la Dinastía de Braganza con sus enormes retratos que rodean una curiosa sala decorada al estilo de Luís XVI. El suelo de madera juega con efectos ópticos de profundidad que no deben embrujarte, ya que ello impediría contemplar la mesa obra de Zeferino José Pinto, que en 1867, tras tres años de trabajo, recibió una mención especial en la Exposición Universal de París.



- El Salón Árabe del Palacio de la Bolsa de Porto es sin dudarlo el punto culminante de la visita. El estilo exótico, muy en boga en el siglo XIX, sirvió perfectamente al motivo de su construcción; fue diseñado para impresionar y demostrar el poder económico de la burguesía de la ciudad.

 
La espectacular obra, realizada entre 1862 y 1880 por Gustavo Adolfo Gonçalves de Sousa, un arquitecto portuense, se inspiró en la Alhambra de Granada. El suelo mezcla maderas exóticas de caoba, jacaranda, palisandro, palo rosa y madera de plátano. En las inscripciones árabes realizadas en pan de oro puede leerse “Gloria a Dios”, “La Victoria pertenece a Allah” o “Allah por encima de todo”. Como nota curiosa la sala no es simétrica y se hicieron algunos errores de diseño expresamente porque “la perfección está reservada sólo a Dios”.


Más información: Dirección: Rua Ferreira Borges, 4050-253 Porto, Portugal. Entrada: 7.5 € 50% de descuento presentando la Porto Card. Horario: de abril a octubre de martes a domingo de 9 a 18:30 h. De noviembre a marzo de martes a domingo de 9 a 12:30 h. y de 14 a 17:30 h. Web: Palácio da Bolsa.

Esta visita formó parte del blogtrip realizado entre el 28 y 30 de mayo del 2015 gracias al patrocinio de la Empresa Portgall y a través de la asociación de blogueros de viaje Barcelona Travel Bloggers. La información generada para tal ocasión puede consultarse con el hashtag #portgall.

Si estás interesado en conocer la ciudad de Porto te invito a descubrir una simpática ruta por la ciudad portuguesa: Oporto, una experiencia nada turística.

Oporto: una experiencia nada turística


El día empezaba diferente, con la sensación clara de cumplir un objetivo: el de incluir en mi nuevo viaje alguna de las sugerencias del libro de la Editorial Viajera “¡Turista lo serás tú!”. Tras leer alguna de las más variopintas opciones descritas en el libro, me decanté por la de la página 37. Debía elegir una letra del abecedario “al azar” que marcara esa jornada, algo relativamente fácil teniendo en cuenta nuestro abecedario, pero la pregunta era ¿qué letra elijo, cómo la escojo?

Remoloneaba en la cama con el sonido de los pájaros que en esta época son un hilo musical estupendo y de repente salté de la cama al ver la hora. Me faltaba planchar el pañuelo made in Pakistán que quería llevarme puesto al viaje a Portugal y entonces lo vi claro, junto a mis plantas, mi plancha Philips y mi pañuelo, me pareció evidente que la letra escogida debía ser la P.

La letra P marcó el viaje a Porto
Desde el momento justo de elegir la ropa ya comencé a pensar en esa letra: pantalones y blusa de picos (menos mal que no elegí la letra V, no me hubiera visto muy moderna vestida de volantes). Antes de salir de casa me puse perfume, elegí los pendientes con forma de pájaro, me puse un montón de pulseras y con esa pinta salí de casa.

Subí al coche dirección a la estación y mi mente empezó un extraño proceso de búsquedas de P. Estaba dispuesta a cumplir a rajatabla la propuesta 19 de ¡Turista lo serás tú! y en la medida de lo posible combinar varias P. Pensé en hacerme una fotografía con las brigadas de Prodis que trabajan en Terrassa arreglando las señales de tráfico, pilonas y pintando pasos de peatones, aunque eso era relativamente fácil ya que conozco a muchos de los trabajadores de Prodis (la empresa donde trabajo). Intenté imaginarme en el aeropuerto pidiéndole a un policía hacerme una foto junto a su perro ¿sería capaz? Y de repente tuve que frenar en el semáforo junto al vendedor de pañuelos.

Llegué a la estación Est de Terrassa, busqué aparcamiento y topé con la P de Parking ¡qué horror! Confieso que me salté la primera norma, es decir la primera p y quise compensarlo buscando una calle que se llamara París o Perico de los Palotes. ¡Leches! (o debería decir ¡Puñetas!) el aparcamiento no está tan boyante como para ir desaprovechando lugares. Justo estaba a punto de renunciar cuando me perdí por el Carrer del Pais Vasc y encontré sitio ¡cuánto te quiero Euskadi!

Mezclándome con el mundo
Hasta el momento mi locura alfabética había pasado desapercibida pero llegaba el momento de ponerse en marcha y mezclarse con la población. Tomé asiento en el tren con dirección a Barcelona, debía hacer un único transbordo en Sants con destino El Prat (¿casualidad?). Tras unos minutos en marcha, por megafonía anunciaban: “propera parada...” (próxima parada) empezaba a darme miedo a mí misma. Hasta el momento había podido procesar sonidos P, imágenes P y sabores P ¿creéis que sería posible un tacto P? Pues sí, fue posible. Tenía ante mí un reto y creo que el reto se apoderó de mí aquel día. Mi piel pedía a gritos protección solar. El planeta comenzaba a girar entorno a la letra P ¡qué pasada!

La realidad durante el viaje a Porto
Salir de la zona de confort e incluir una letra para dirigir las elecciones de ese día, se planteaba divertido pero ¿sería posible alcanzar el objetivo en todas las facetas y fases del viaje? ¿Encontraría un barrio, un museo o un restaurante que empezara con la letra P?
Estaba en Porto ciudad de Portugal con la empresa Portgall, ¿podría hacer algún triplete de P más? ¿Como lo del perro policía portugués? ¿Sería capaz de desayunar zumo de pera y bocadillo de Pamplona con pasas? Por un momento me entró el pánico, me estaba preocupando por los platos de comida, así que decidí hacer rápidamente una lista (desde pequeña me enseñaron que ¡con la comida no se juega!)

Alimentos con P y no de potasio precisamente
Plátanos, patatas, pimientos, paella, pato, picos, empecé a maquinar y buscar palabras más amplias que me dieran margen de actuación: pescado, puré, puchero... empecé a relajarme y a dibujar una sonrisa de satisfacción maléfica, cuando paramos en Plaça Catalunya. Me sentía una triunfadora, había encontrado suficiente platos de comida como para pensar que no pasaría hambre. Pero ya sabéis que pasa cuando uno se alza el primero, triunfante y seguro de sí mismo... que aparece Murphy. De inmediato pensé en la bebida que acompañaría a todos aquellos piscolabis: agua, vino, cerveza ninguna de esas palabras empezaba por p ¿cómo iba a sobrevivir sin líquidos? Me estaba deshidratando sólo de pensarlo ¿valdrían marcas? ¿podría zanjar el tema con cualquier bebida portuguesa? ¡Ajá! Me estaba convirtiendo en una persona con recursos, perversa, pero dispuesta a no pasar penurias y a conseguir salir victoriosa de la aventura de ¡Turista lo serás tú! Que tenía muchas más posibilidades de las que yo pensaba.

Visitando Porto en Portugal
La empresa Portgall había organizado un circuito para aquel día titulado “Su propia experiencia” según su propia filosofía, se trataba de planear la visita a la ciudad proporcionando las suficientes piezas de puzzle al turista, como para disfrutar de un paseo por esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad (empezaba a fliparlo, de verdad). A la expedición se unía el programa de radio de RNE “Una casa portuguesa” que recorrerían con nosotros el pasado histórico de Porto. En el aeropuerto nos habían dado un mapa de la ciudad, así que marqué todas las visitas que comenzaban con P: Pelourinho da Sé, Palacio Episcopal, Praça da Liberdade, Palacio de la Bolsa, Postigo do Carvão, Praça da Ribeira, Ponte de Don Luís I, el puerto, pueblo de pescadores, Parques de Gaia, Mosteiro da Serra do Pilar, me quedé satisfecha y a la vez tranquila, recorrer los palacios, plazas y puentes de Porto me aseguraba una completa visita al paisaje portugués del lugar y sin necesidad de utilizar la Porto Card.

Gastronomía portuguesa
Lo primero que hicimos dada la hora de llegada fue parar a comer en Rua Passos Manuel ¿las coincidencias existen o las buscamos nosotros? El lugar fue elegido para probar el plato tradicional de esta ciudad, llamado Francesinha, no penséis que dejaba atrás la p, ante mí se abrió un radar en busca de una estrategia para combatir la falta de p en el nombre, de ese plato imprescindible de la cocina portuguesa ¡y lo encontré! Su ingrediente principal es el pan de molde y tras la pila de ingredientes del que está formado (más que un bocadillo parece un piso de 9 plantas), lleva una deliciosa salsa picante. Va acompañado por patatas y de beber encontré que en la carta hablaban de cerveza príncipe, que resultó ser una medida de cerveza y no una marca, lo que me aseguraba encontrar bebida en cualquier bar de Porto. Dejé en reserva el vino de Adega de Pegões por si me fallaba la cerveza. Podía pedir hasta un postre acorde: puding casero, así que mi primera prueba de fuego con la gastronomía portuguesa salió de maravilla con este sándwich tan resultón y que debéis probar si visitáis Porto.

Para no alargarme más de lo políticamente correcto, os dejo además de mi experiencia portuguesa, curiosidades con las que me he encontrado mientras preparaba este texto para el concurso de la Editorial Viajera. Espero que encontréis muchas razones para leer y viajar.

Curiosidades de Porto relacionadas con la letra P
  • Porto tiene la tasa de poetas más alta de Portugal, una de las experiencias que se pueden vivir aquí es descubrir la poesía portuguesa con autores como Fernando Pessoa, Beatriz Pinheiro, Pedro Homem de Mello o Pedro Tamen.
  • El Premio Pritzker; un premio de arquitectura que se entrega a arquitectos vivos por su talento y sus proyectos creativos. Del que han resultado ganadores los arquitectos portuenses Eduardo Souto de Moura y Álvaro Siza que diseñó el Pavilhão de Portugal para la Expo '98 y que se encuentra en el Parque das Nações de Lisboa.
  • En Porto también se celebra la “Primavera Sound” un Festival de música que tiene lugar en junio, en el Parque da Cidade, y que reúne grandes nombres del panorama musical internacional.

Parque da Pena: el Jardín de la Reina Doña Amélia (Sintra, Portugal)

Sintra


Si ayer publicaba una breve pincelada sobre el Palacio Nacional da Pena, hoy vamos a sumergirnos en el encantador paisaje que lo rodea. El Parque da Pena queda cerrado por una gran muralla que acoge el misterio y la belleza de un jardín de rara naturaleza. Su extensión alcanza 85 hectáreas de jardines sembrados con las especies más exóticas y tropicales que la Era de los Descubrimientos pudo ofrecer.

Sequoias, ginkgos, helechos arbóreos, araucarias, robles y cedros, conforman el paisaje de uno de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995. La vegetación predomina alrededor de fuentes, quioscos y miradores que decoran el lugar junto con una antigua noria, una capilla menor y un invernadero. Nada más entrar al Parque da Pena, a mano derecha, nos encontramos con el Jardín de la Reina Doña Amélia; una antigua huerta que ya existía en el siglo XVI y que proveía al desaparecido Monasterio de Nossa Senhora da Pena de 1503 de verduras frescas. Tres siglos más tarde la Reina Doña Amélia lo transformó en jardín exótico.

Adentrándonos por los caminos desaparece la idea de jardín y va tomando forma el de bosque encantado. En la zona conocida con el nombre de Feteira de la Reina, destaca una hermosa colección de helechos arbóreos provenientes de Australia y Nueva Zelanda. A menudo los helechos alcanzan los 10 metros de altura y su presencia hace empequeñecer a las dos mil especies diferentes de plantas que habitan en este ambiente.

En el interior del Parque da Pena la nota de color se encuentra en el Jardín de las Camelias; un maravilloso jardín iniciado por la Reina Doña María II (1819-1853) y que alberga una fantástica colección de camelias originarias del sur del Japón. Del Sudeste Asiático nos vamos a Oriente Medio y es que en el Parque da Pena las sorpresas no acaban. En mitad de este singular parque, mitad jardín mitad bosque, se alzan construcciones que mezclan los más insólitos estilos. La Fuente de los Pajaritos es un pabellón de estilo islámico cuya cúpula esférica conserva una inscripción en árabe. Los azulejos que recubren las paredes, tanto en el exterior como en el interior, son semejantes a los de la fachada principal del Palacio da Pena.

Por último te recomiendo llegar hasta la parte sureste del Parque da Pena, aquí se encuentra el Valle de los Lagos. A este conjunto de 5 lagos confluyen todos los senderos que recorren el parque, ¡por algo será!. Cisnes blancos y cisnes negros nadan despreocupados entre pequeñas cascadas y antiguos corrales de patos. Tal es la magia del lugar que con la luz adecuada, alguien podría ver un pequeño Camelot y algún unicornio bebiendo el elixir de la vida.


Más información: Dirección: Estrada da Pena, 2710-405 Sintra. Tel.: +351 219 105 340. Horario: del 1 de mayo al 15 de septiembre de 9:30 a 19 h. Del 16 de septiembre al 30 de abril; de 10 a 17 h. Entrada conjunta al Parque y al Palacio da Pena: en verano 11 € y en invierno 8 €. Transporte: autobús 434. Email: geral.pnp@parquesdesintra.pt. Web: www.parquesdesintra.pt

Palacio Nacional da Pena (Sintra, Portugal)

Palacio da Pena
El Palacio da Pena es el mejor ejemplo de la arquitectura romántica de Portugal del siglo XIX
El Palacio da Pena está situado en lo alto de la Sierra de Sintra, a ½ h. de Lisboa y a unos 4’5 kilómetros del centro histórico de Sintra, siguiendo la Estrada da Pena. El extravagante edificio fue construido por el arquitecto alemán Barón Wilhelm Ludwig Von Eschwege en el año 1840. Fue el regalo de boda de Fernando de Sajonia Coburgo-Gotha (1819-1885), conocido con el nombre de Fernando II, el Rey Artista, a su esposa la reina Doña María II (1819-1853).

Puerta del Tritón
Puerta del Tritón
El rey Fernando II de Portugal fue un hombre de vasta cultura y exquisita sensibilidad artística. Incluso solía hacer grabados al aguafuerte, cerámica y acuarela. De una de aquellas obras surgió la magnífica Puerta del Tritón; una entrada llena de simbolismo que presenta un monstruo mitad hombre, mitad pez y que representa la creación del mundo. Tras ella se abre un mundo mágico donde se mezclan estilos que recuerdan a Andalucía y Arabia.

Palacio da Pena
El estilo árabe y manuelino está presente en la arquitectura del Palacio da Pena
Al proclamarse la República en 1910, los monarcas portugueses abandonaron el Palacio da Pena, el máximo exponente de la arquitectura romántica de Portugal del siglo XIX. Además del palacio más romántico, podemos disfrutar del más disparatado e inclasificable de todos los palacios que hayas visto. El acceso por una rampa zigzagueante te llevará a través de dos puertas monumentales hasta la entrada principal del Palacio da Pena. Es la misma entrada que utilizaba la familia real y que accede al edificio reconstruido sobre un monasterio de Jerónimos del siglo XVI. De aquella estructura inicial se conserva el claustro cubierto por azulejos hispano-árabes de 1520.

Comedor & Capilla
Comedor y retablo de alabastro de la capilla del Palacio da Pena
En el siglo XIX los dormitorios de los monjes fueron divididos en distintos aposentos para el uso del rey Carlos I de Portugal (1863-1908) y la reina Amelia de Orleans (1886–1908). En la planta baja lo primero que veremos es el comedor de la familia real que destaca por las bóvedas de crucería del siglo XVI. Está seguido por los aposentos del rey Carlos I de Portugal construidos en 1890 y el despacho de Manuel II de Portugal (1889-1932). Desde aquí se accede a la capilla del antiguo monasterio de los Jerónimos decorada con azulejos del siglo XVI y donde destaca un retablo de alabastro del siglo XVI obra del escultor Nicolás Chanterenne.

Aposentos
Aposentos de Fernando II y la Condesa de Edla
En la primera planta alrededor del claustro se encuentran los aposentos de la reina Amelia de Orleans; su dormitorio, baño y despacho. También se visitan los aposentos de la Condesa de Edla (1836-1929); segunda esposa del rey Fernando II de Portugal donde destacan las decoraciones de estuco y una cama de madera indo-portuguesa. La decoración mudéjar del dormitorio principal demuestra el interés de Fernando II por el arte islámico. Los muebles de estilo barroco son portugueses. 

Terraza de la Reina
Vistas desde Terraza de la Reina 
La Sala de Visitas o Salón Árabe es una de las habitaciones más impresionantes del Palacio da Pena. Fue decorada al fresco por el escenógrafo italiano Paolo Pizzi en 1854 creando un trompe-l’oeil árabe. Desde aquí se accede a la Terraza de la Reina donde es posible contemplar de cerca la decoración de azulejos moriscos y relieves manuelinos de la fachada. Las puertas y ventanas moriscas, las fachadas color amarillo canario o rojo fresón, las almenas y torres góticas y un sinfín de rincones, patios, túneles, torretas, miradores y escaleras. Entradas y salidas que se convierten en un laberinto de un maravilloso palacio de cuento.

Salón Noble
El Salón Noble es la sala más grande del Palacio da Pena
Cuando las fascinantes vistas desde la terraza del Palacio da Pena dejen de cautivarte, te invito a continuar la visita por el interior del palacio. Aquí te esperan valiosísimas piezas de porcelana, cúpulas renacentistas, cuartos de baño realizados con madera de teca, muebles diseñados por Auguste Eiffel y algún que otro detalle bávaro que recuerda las raíces alemanas de su primer propietario. En las llamadas Salas de Paso se exhibe la colección de arte del rey Fernando II de Portugal.

Sala de Humo
Detalles de la Sala de Humo
La Sala de Humo forma parte de los espacios construidos en el ala nueva entre 1842 y 1854. De nuevo el arte mudéjar hace acto de presencia en la decoración blanca de las paredes y el artesonado de madera del techo. La blancura se rompe gracias a una bella lámpara de araña floral de estilo neorrococó realizada en cristal en el siglo XIX. Tras pasar la Escalera de las Calabazas y la Sala de Entrada decorada con paredes de estuco en forma de mimbre entrelazado, se entra en la sala más grande del Palacio da Pena; el Salón Noble donde la familia real realizaba las celebraciones y agasajaba a sus invitados más ilustres.

Cocinas reales
Cocinas reales
La Sala de los Venados es un espacio de planta circular que fue creado para albergar la colección de armas del rey Fernando II de Portugal, pero que no llegó a completarse. Las ventanas conservan vidrieras heráldicas y el espacio finalmente fue destinado para la celebración de banquetes. Las cocinas reales se encuentran a continuación, en un espacio abovedado con arcos de vuelta entera. Se conservan los fogones de leña originales, el horno de pan y una amplia colección de utensilios de cobre del siglo XIX que muestran la corona como símbolo real y las siglas PP (Palacio da Pena).

Palacio da Pena
Desde cualquier terraza del Palacio da Pena se contempla la exhuberante naturaleza de Sintra
Rodeado de naturaleza exuberante el Palacio da Pena es una de las maravillas que debe visitarse en Portugal. En el siglo XIX, Sintra se convirtió en el máximo exponente de la arquitectura romántica de Europa y por ese motivo el Paisaje Cultural de Sintra fue declarado en 1995 Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.


Más información: Palacio Nacional da Pena. Dirección: Estrada da Pena, 2710-405 Sintra. Teléfono: +351 219 105 340. Horario: diariamente de 10 a 18 h. Entrada conjunta al Parque y al Palacio da Pena: 14 € (tarifa 2020). Transporte: autobús nº 434. Web: Palacio Nacional da Pena.   

Torre de Belém (Lisboa)


La famosa Torre de Belém está ubicada en la Avenida Brasilia, en la desembocadura del río Tajo. La mandó construir el rey Manuel I de Portugal para proteger la ciudad, era el último baluarte donde las naves soltaban amarras antes de aventurarse hacia los grandes descubrimientos. Gracias al apoyo de este rey, llegó Vasco de Gama a Mozambique y luego a Calcuta en 1498, abriendo una nueva ruta marítima hacia la India y hacia el comercio de especias. Posteriormente Pedro Álvares Cabral descubriría Brasil en el año 1500 y un año más tarde llegaría a Terranova (Norteamérica).

La riqueza que supuso el descubrimiento de tan prósperas tierras, atrajo a numerosos artistas a la corte. Los responsables de la construcción de la Torre de Belém fueron dos hermanos arquitectos: Francisco de Arruda y Diogo. Las obras comenzaron en el año 1514 y fue inaugurada seis años más tarde; en 1521. Esta pequeña joya arquitectónica combina los estilos gótico, bizantino y manuelino. Este estilo tan particular y muy original, hace referencia al estilo gótico portugués que tuvo su mayor auge durante el reinado de Manuel I de Portugal. En su ornamentación se combina maravillosamente el arte mudéjar con alegorías o motivos que hacen referencia a la alquimia o a temas marineros.

La Torre de Belém hay que disfrutarla por fuera y por dentro. En el exterior destaca la primera representación escultórica de un animal que no se había visto vivo en Europa, desde la época del Imperio romano. Se trata de una cabeza de rinoceronte que fue esculpida en la base de una de las torres de vigilancia situada en el lado noroeste. Parece ser que el animal llegó a Lisboa en el año 1515 a modo de presente para el rey Manuel I de Portugal y éste se lo envió al Papa León X. El barco que lo transportaba naufragó junto a las costas de Italia y el pobre animal desapareció bajo las aguas.

Cruzando el puente levadizo de la puerta principal, se llega al interior del baluarte y a su magnífica terraza, desde donde se aprecian unas bonitas vistas. Desde aquí se puede contemplar con más detalle las garitas situadas en las esquinas. Preside la terraza una bella imagen tallada en piedra de Nuestra Señora del Buen Suceso, también conocida como Virgen de las Uvas; la virgen protectora de los navegantes portugueses. Si su rostro en calma no os hipnotiza hasta paralizaros, os recomiendo alzar la vista y contemplar la rica fachada decorada que se asoma al Tajo. Esta es la fachada principal y la más ornamentada, destaca el balcón corrido adornado por una balaustrada que parece de encaje. El escudo central del piso superior corresponde a Manuel I de Portugal y la hilera de cruces a modo de escudo representan a la Orden de los Caballeros de Cristo; es el emblema utilizado por Portugal durante la era de los descubrimientos.

Como veis no es casualidad que la Torre de Belém sea el monumento más visitado de Lisboa. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983, y vale la pena visitarla. Os sorprenderá la influencia árabe y veneciana de sus detalles y la vista panorámica del Tajo desde la terraza del quinto piso.


Más información: Dirección: Torre de Belém, Avenida Brasilia, 1400-206 Lisboa. Horario: verano de 10 a 18 h. Invierno: de 10 a 17 h. Cerrado: lunes y festivos. Entrada: 5 €. Entrada gratuita con la Lisboa Card. Transporte: autobuses nº 28, 29, 43, 714, 727, 729 y 751. Tranvía nº 15. Web: http://www.torrebelem.pt/pt/index.php. http://www.igespar.pt/media/uploads/flyers/TorredeBelem.pdf

Museo Calouste Gulbenkian (Lisboa)


La colección de arte del Museo Calouste Gulbenkian es apabullante. La colección nació gracias al mecenazgo de Calouste Sarkis Gulbenkian, un millonario vinculado a Shell y a la explotación de petróleo de Irak, nacido en Scutari (Turquía) en 1869 en el seno de una familia de origen armenio. Gulbenkian llegó a Portugal en 1942 donde vivió hasta su muerte en 1955. Este peculiar mecenas, comenzó su colección con la compra en un bazar, de unas monedas antiguas, con tan sólo catorce años de edad.

La exposición está ubicada en la antigua residencia de Gulbenkian y contiene cerca de 6.000 piezas. Se inicia en la sala dedicada a Egipto con numerosas obras de esta civilización y continúa con obras maestras de la Antigüedad clásica de Grecia y Roma. Le siguen piezas de arte islámico, Mesopotamia y de Oriente Medio, con obras de Siria, Irán, India, Cáucaso y Turquía, que reflejan el arte desde el siglo XII hasta el XVIII. Continua con las salas dedicadas al arte oriental de China y Japón, donde hay un gran número de porcelanas, piezas lacadas y tejidos. La exposición se extiende con una colección de tallas de marfil francesas, libros manuscritos miniados, así como muebles y objetos de decoración de diversas épocas y regiones europeas. Gulbenkian era un enamorado de Rubens, de las alfombras de Oriente y de las porcelanas de Iznik; y no le importó mezclar esta variedad en su afán filantrópico. Destaca una notable colección de cerámicas y tapices persas de los siglos XVI y XVII, varias estatuas de Rodin ¡qué me encanta!, una magnífica galería pictórica con obras maestras del gótico-flamenco e Italia, para acabar con una excepcional colección de joyas Art Nouveau de René Lalique, considerada una de las más importantes de este joyero francés.


Más información: Dirección: Avenida de Berna 45 A, 1067-001 Lisboa. Telf.: (351) 217 823 000. Horario: de 10 a 17:45 h. Cerrado: lunes. Entrada: 5 €. Domingos: gratuita. Transporte: Autobuses: 16, 26, 31, 41, 46 y 56. Metro parada São Sebastião (con diseños de arcos y azulejos de color, de la artista Maria Keil). Metro línea azul parada Praça de Espanha. Email: museu@gulbenkian.pt. Web: www.gulbenkian.pt.

Atardecer en Cabo da Roca: el punto más occidental del continente

Cabo da Roca

“Donde la tierra acaba y el mar comienza”

Así describió Luis de Camões este precioso lugar, un acantilado ubicado a 18 Km. de Sintra. La N-247 nos lleva por una carretera estrecha salpicada de panorámicas increíbles, con bucólicas vistas sobre los abruptos acantilados que bordean el océano Atlántico. Llegamos al atardecer a Cabo da Roca, un fuerte viento sopla intensamente en este lugar a todas horas y la temperatura es 10 grados más baja que en Lisboa.

Cabo da Roca
Los vientos soplan con fuerza en este punto de la costa portuguesa
Nos acercamos hasta el faro más famoso de la costa portuguesa para disfrutar del paisaje. El faro de Cabo da Roca fue construido en 1772 (aunque hay constancia de la existencia de faros más antiguos) y mide aproximadamente unos 22 metros de altura. Durante siglos esta línea de tierra se creía que era el "Fin del Mundo", quizás por eso este balcón sobre el océano Atlántico es tan sumamente hipnótico.


Cabo da Roca
Durante siglos el Cabo da Roca era el "Fin del Mundo"
En este abismo natural, el silencio toma otro significado. Es el silencio del mar embravecido apenas perturbado por los silbidos de las olas y los murmullos de un viento feroz entrando por las cavernas rocosas esculpidas desde hace siglos. Gracias a la fuerza del océano, se ha labrado en los indomables muros del escarpado acantilado de 140 m. de altura, formas absolutamente caprichosas que se convierten en un instrumento musical de viento.

Cabo da Roca
En el monolito de piedra del Cabo da Roca puede leerse: “Donde la tierra acaba y el mar comienza”
Se intuye la ausencia de los marineros que zarparon en barcos y que jamás regresaron. Se adivina el valor de los navegantes que se convirtieron en héroes de la historia en sus esforzadas gestas transoceánicas. El poema épico de Luis de Camões, Os Lusíadas, escrito en 1572, es un canto a los navegantes portugueses. Uno de sus fragmentos "Aquí…onde a terra se acaba e o mar começa" ha quedado grabado en un monolito de piedra en Cabo da Roca, donde todo el mundo posa para sacarse una fotografía.

Cabo da Roca
Atardecer en el Cabo da Roca: el punto más occidental de Europa
Estamos en los confines de Europa, latitud de 38º 47' Norte y longitud de 9º 30' Oeste. El Cabo da Roca es el punto más occidental del continente europeo. Algo en la fuerza del viento nos avisa que más allá del horizonte los peligros acechan. Algo en la luz del atardecer nos avisa que nos pongamos a cubierto en brazos deseados o al calor de la lumbre de una chimenea dentro del sereno faro.

En el blog de viajes de Planeta Dunia encontrarás más lugares emblemáticos de Portugal como: Lisboa,  Sintra,  Cascais,  OportoIsla de San Miguel (Azores) que te invito conocer.

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