Nuestra Señora del Valle
Ermita de Nuestra Señora del Valle |
La población de Monasterio de
Rodilla en Burgos se encuentra situada a 17 km de Briviesca y es una de las cinco que Plinio el Viejo
identifica como territorio de los autrigones y que en tiempos romanos se conocería
como Tritium. Situada en la parte más
meridional de la comarca de La Bureba, en el paso natural del Valle del Ebro
hacia la meseta, por aquí pasaba en el siglo I, la vía romana que unía Asturica Augusta (Astorga) con Burdigala (Burdeos). Tritium formaba parte del Itinerario de Antonino Augusto Caracalla
que identificaba 372 rutas distintas del Imperio Romano, de las que 34,
correspondían a Hispania.
Torre-campanario y husillo |
El enclave monástico del que
tomaría su nombre Monasterio de Rodilla, se supone que ya estaba en
funcionamiento en el siglo X, aunque aún no se ha encontrado su ubicación
exacta. Los restos de un castillo mencionado en el año 1011, hace pensar que se
estableció la población al abrigo defensivo de aquella fortificación y del cenobio
anexionado al Monasterio de Santa María de Oña.
Los valles fértiles y la abundancia de agua de la zona, procedente de las
cuencas del Duero (río Arlanzón) y del Ebro (río Oca), permitirían que los
monjes disfrutaran de su retiro espiritual, sin que les faltara de nada para
sobrevivir.
Fachada norte de la Ermita de Nuestra Señora del Valle |
La Ermita de Nuestra Señora del Valle en Monasterio de Rodilla está
considerada una de las joyas del
románico burgalés. Se construyó a finales del siglo XII con una sola nave
con cúpula sobre crucero y una torre-campanario
en forma cuadrada de 16’5 metros de altura y aberturas en los cuatro lados
donde pueden verse varias figuras como, por ejemplo: la imagen de la Virgen
sentada en un trono de la fachada sur. Un husillo, elemento constructivo que aloja la escalera de caracol que sirve para subir a lo alto del campanario, de forma circular de 14’8 metros de altura queda adosado junto a la torre.
Decoración entrelazada y capiteles cincelados con animales mitológicos |
La puerta de entrada al templo se
encuentra en uno de los laterales situados hacia el norte, en vez de en el imafronte,
como es habitual en las iglesias románicas. Varias saeteras con capiteles y decoración ajedrezada en las impostas y
dovelas, pueden encontrarse en la fachada norte y sur. La bellísima portada de triple arco apuntado con
decoración ajedrezada, está rematada en la parte superior por un tejaroz o
voladizo con 7 canecillos (extremos de viga que soporta la cornisa) y donde
pueden verse dos peregrinos cincelados en el tercer canecillo de la izquierda. La
puerta está franqueada por dos dobles columnas con capiteles tallados donde
pueden verse unas arpías y varios animales mitológicos. Junto a la puerta de madera, dos cabezas de león nos recuerdan que había que agachar la
cabeza para entrar en el templo en señal de respeto.
Ábside de la Ermita de Nuestra Señora del Valle |
El exterior del ábside de la Ermita
de Nuestra Señora del Valle está decorado con tres arcos ciegos de medio punto donde se encuentran tres ventanas, una cinta ajedrezada que
recorre todo el perímetro, así como pilastras, ménsulas y capiteles con decoración geométrica. En el románico
la decoración exterior suele coincidir con la interior, haciendo referencia a
la teoría de que todo lo bueno y lo malo se encuentra tanto dentro como fuera.
Canecillos cincelados con un muestrario del bestiario medieval |
Bajo el tejaroz decorado con una
cornisa con puntas de diamante se han conservado 72 canecillos que muestran toda clase de personajes como, por
ejemplo: un músico tocando una viola de arco o uno que sujeta un dolio; el
instrumento musical de viento típico del románico en forma de tonel, y que en
España sólo se han conservado una veintena de canecillos similares.
Sillar con escritura que conserva líneas de pautado |
Una inscripción sin terminar en la cabecera semicircular del ábside
situado al este, junto a varias cruces
cinceladas en la piedra, recuerdan el antiguo cementerio que se extendía a sus
pies. En el interior de la Ermita de Nuestra Señora del Valle no se ha
conservado pila bautismal, lo que confirma la idea de que probablemente la
iglesia fuera utilizada por los monjes del monasterio. Un capitel interior luce
la policromía románica de colores vivos como el azul, rosa, amarillo y verde, extraídos
de varios minerales como azurita, oligisto, limonita y malaquita,
respectivamente.
Interior de la Ermita de Nuestra Señora del Valle |
Destaca la austeridad y sencillez
del templo en elementos como un arco fajón para reforzar la bóveda de cañón,
dos arcos torales sujetando la cúpula semiesférica sobre pechinas y un arco
triunfal apuntado con varias pilastras y columnas con capiteles de decoración
geométrica que está precedido por dos capillas
laterales con altares en piedra y dos semibaldaquino con remate triangular. Junto
a la Ermita de Nuestra Señora del Valle hay una zona con fuente y área de
picnic para disfrutar al aire libre del paisaje de la zona.
Todo el material publicado en Redes Sociales durante mi viaje a La Bureba puede consultarse a través del hashtag #DestinoBurgos