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Château Les Carrasses: Un alojamiento de lujo en el corazón del Languedoc

Château Les Carrasses
El Château Les Carrasses se ha convertido en el emblema del lujo y la elegancia

En la frontera del departamento de L'Hérault con el Aude, rodeado por viñedos, olivos y arbustos de bayas, se encuentra el encantador Château Les Carrasses. Este magnífico castillo se ha convertido en el emblema del lujo y la elegancia.

Château Les Carrasses
Louis-Michel Garros embelleció el paisaje vinícola francés con sus majestuosos castillos

La antigua finca vinícola de la Bastide Neuve fue construida en 1886 por el famoso arquitecto de Burdeos, Louis-Michel Garros. Aquí se encontraban las ruinas de una posada para peregrinos del camino de Santiago de Compostela.

Château Les Carrasses
Los grandes terratenientes construyeron espléndidas residencias en sus fincas vitivinícolas

Estos “châteaux” fueron construidos por propietarios de tierras que habían obtenido su fortuna a través de la producción y venta de vino. Estas propiedades eran consideradas símbolos de su riqueza y estatus, y se les dio el nombre de "pinardiers".

Château Les Carrasses
Los detalles arquitectónicos del Château Les Carrasses te transportan al pasado

Louis-Michel Garros, el arquitecto de moda, fue uno de los arquitectos especializado en la construcción de este tipo de mansiones con aire medieval. El Château Les Carrasses de estilo neogótico, presenta volúmenes asimétricos, torreones y almenas.

Château Les Carrasses
Un paseo arbolado invita a adentrarte en los dominios del Château Les Carrasses

Garros destacó por su meticulosidad tanto a la hora de diseñar las fachadas como los interiores. Los espacios reflejaban el estilo de vida burguesa de la época y las dependencias de la Bastide Neuve, eran de una notable calidad constructiva.

Château Les Carrasses
Los muros llenos de historia son testimonio de la grandeza de su pasado

En 1896, el propietario, el Sr. Emile Hue Ferdinand, llamó al arquitecto paisajista Fleury P. Du Sert para un proyecto de transformación del parque. La elaboración de vino de la finca vinícola finalizó en 1988 y sus edificios fueron abandonados durante veinte años.

Château Les Carrasses
La piscina del Château Les Carrasses es un oasis rodeada de viñedos

El Château Les Carrasses ha sido meticulosamente restaurado y convertido en la joya de la corona de la empresa Domaine & Demeure cuya filosofía se basa en la preservación del patrimonio y la integración de las propiedades en su entorno natural.

Domaine & Demeure: enoturismo de lujo 

Château Les Carrasses
La impecable restauración ha respetado la belleza histórica del Château Les Carrasses

El castillo, inaugurado en 2011, es el resultado de la visión y pasión de Karl O'Hanlon y su esposa Anita Forte. Con un amor profundo por el patrimonio y la arquitectura, la pareja quedó cautivada por la belleza de Château Les Carrasses.

 

Château Les Carrasses
El Château Les Carrasses conserva su identidad y belleza

Este castillo histórico se ha convertido en el emblema de la marca Domaine & Demeure, dedicada a la restauración y conservación de edificios históricos como éste, manteniendo una perfecta armonía con su entorno.

Alojamiento en el Château Les Carrasses

Château Les Carrasses
Edificio principal del Château Les Carrasses

El edificio principal del castillo se eleva majestuosamente, con sus tres pisos albergando once suites y apartamentos bellamente decorados. Cada uno de estos espaciosos alojamientos ofrece vistas impresionantes de los viñedos que lo rodean.

Château Les Carrasses
La escalera del castillo invita a explorar sus encantadores rincones

Los interiores están decorados con antigüedades francesas e italianas, que datan desde finales del siglo XIX hasta los años 40, creando un ambiente auténtico y encantador. Las paredes están adornadas con litografías antiguas en tonalidades suaves y luminosas.

Château Les Carrasses
La vidriera está firmada por E. Chauffray

Hasta el último detalle cuenta con un toque de distinción. Hermosos candelabros y lámparas de hierro forjado, comparten protagonismo junto a muebles estilo Luis XVI, añadiendo un toque de elegancia clásica a cada una de las habitaciones y estancias.

Delicias gastronómicas en el restaurante del Château Les Carrasses

Château Les Carrasses
Dúo de vieiras, bavarois de coliflor y erizos de mar, hojaldre con salsa coralina

El Château Les Carrasses también es conocido por su exquisita cocina mediterránea y sabores de la cocina local. El chef Willy Benjamin crea auténticas maravillas culinarias que satisfacen los paladares más exigentes. 

Château Les Carrasses
Pescado en costra de almendras, cremoso de apio nabo al café y pappardelle

El restaurante del castillo, reconocido con 2 toques en la guía de restaurantes Gault & Millau, deleita a los comensales con platos elaborados con productos frescos y de temporada, provenientes directamente de la huerta. 

Château Les Carrasses
Interior del restaurante del Château Les Carrasses

Además del restaurante, los huéspedes pueden disfrutar del encanto de las dos terrazas del castillo. Una de ellas se encuentra junto a la piscina infinita, ofreciendo vistas panorámicas de los viñedos. En el bar de vinos del castillo te esperan grandes sillones de terciopelo donde sumergirte con una copa de vino.

Château Les Carrasses
Los vinos Les Carrasses son una colaboración entre Vignobles Bonfils y Domaine & Demeure

La colaboración entre los Vignobles Bonfils y Domaine & Demeure ofrece una amplia colección de vinos tintos, blancos y rosados de la región. Donde destacan los vinos como Les Carrasses Chardonnay, IGP Pays d’Oc, cuyas uvas se vendimian por la noche o en las primeras horas de la mañana para mantenerlas lo más frescas posible y así conservar al máximo sus aromas.

Apartamentos y villas de lujo

Château Les Carrasses
Uno de los dormitorios de la villa Les Forges

Además de las habitaciones disponibles en el interior del castillo, el Château Les Carrasses ofrece alojamiento en unas encantadoras dependencias, transformadas por el arquitecto François Thoulouze en diecinueve apartamentos y villas con mucho carácter.

Château Les Carrasses
La cocina y el salón comedor de la Villa Les Forges dan a la piscina privada

Estas amplias y elegantes residencias, que van desde los 75 hasta los 150 metros cuadrados, ofrecen a los huéspedes una estancia totalmente libre, íntima y personalizada. Cada villa cuenta con una cocina equipada, lo que permite a los visitantes disfrutar de una estancia familiar, práctica y lujosa. 

Château Les Carrasses
La restauración ha logrado conservar la autenticidad y el encanto del lugar

Las antiguas dependencias, como las bodegas, las casas del herrero, el jardinero o el administrador de la finca, así como las cuadras, la fragua y el palomar, se han transformado en encantadoras casas particulares, de dos o tres dormitorios e incluso algunas disponen de mágicas buhardillas.

Un oasis para el descanso y el placer 

Château Les Carrasses
La terraza y la piscina infinita con vistas a los viñedos

Los espacios ajardinados del Château Les Carrasses, ofrecen una increíble diversidad de entornos para relajarse y disfrutar de la tranquilidad del entorno natural. La piscina infinita, frente a los viñedos, es un lugar idílico para refrescarse y disfrutar de momentos de serenidad. 

Château Les Carrasses
"La Serre" es un elegante jardín de invierno de estilo Eiffel

Uno de los espacios más fascinantes y que más me gustaron fue el invernadero que se encuentra presidiendo el patio principal. "La Serre" es un elegante jardín de invierno de estilo Eiffel, que sirve como biblioteca con cómodos sillones.

Château Les Carrasses
Los niños disponen de una zona de juegos rodeada de naturaleza

El castillo también se enorgullece de ser "Kids Friendly" y ofrece un área verde especialmente diseñada para el descanso en familia. Las familias pueden disfrutar de actividades al aire libre, relajarse en las villas con jardín privado, terraza e incluso piscina

Explorando el Terruño de Languedoc 

Château Les Carrasses
El Château Les Carrasses se encuentra cerca de Capestang

El Château Les Carrasses no es sólo un refugio de lujo, sino también es un buen punto de partida para explorar la riqueza vitivinícola del Languedoc. Además, está situado a menos de 5 minutos del Canal du Midi, descubre el itinerario de una semana navegando por este Patrimonio de la Humanidad.

Château Les Carrasses
Un entorno idílico para disfrutar de la serenidad del paisaje

También se encuentra a media hora de Narbonne; una ciudad llena de historia y encanto. A la misma distancia puedes explorar Béziers en un fin de semana. Os dejo los enlaces a los artículos de viajes por si os animáis a descubrir estos lugares.

Más información: Château Les Carrasses. Dirección: Route de Capestang, 34310 Quarante. Teléfono + 33 (0) 4 67 00 00 67. Precio: Habitaciones desde 159 € por noche. Villas desde 245 € por noche. Web: Château Les Carrasses.

De Ultieme Hallucinatie: un restaurante Art Nouveau de Bruselas

El Hôtel Cohn Donnay es la obra más conocida de Paul Hamesse
El Restaurant De Ultieme Hallucinatie se encuentra situado en una casa señorial neoclásica construida en 1841 en Saint-Josse-ten-Noode (Bruselas) para el pintor belga Eugène Joseph Verboeckhoven.

Del interior neoclásico original se conserva el pabellón de música

Originalmente, la mansión de tres plantas constaba además de anexo, establos y cobertizos. A lo largo de los años sufrió varias transformaciones, como la realizada en 1877 por el arquitecto Ernest Hendrickx.

El Hôtel Cohn Donnay fue el primer encargo importante de Paul Hamesse

No fue hasta 1904 que aquel magnífico edifico de mediados del siglo XIX, se transformó en la vivienda Art Nouveau que vemos hoy. El artífice de tan notable reforma fue el arquitecto belga Paul Hamesse (1877-1956).

En la planta baja se conservan las vidrieras Art Nouveau originales

El nuevo propietario era el empresario alemán Berthold Cohn-Donnay, dueño de los Grand Magasins Cohn de Bruselas y Lieja, que también había diseñado Paul Hamesse. El arquitecto transformó la primera mansión neoclásica en la joya Art Nouveau del Hôtel Cohn Donnay.

Paul Hamesse heredaría de Paul Hankar el gusto por la geometría

Hamesse trabajó para Paul Hankar del que fue su aprendiz favorito. Ambos arquitectos serán conocidos por formar parte de una segunda generación de arquitectos que se decantarán por el Art Nouveau geométrico, dejando atrás el Art Nouveau floral que seguía Victor Horta.

Fachada del restaurante


Detalle de la ventana-mirador diseñada por Paul Hamesse

A la fachada del edificio neoclásico revestida y pintada sobre zócalo de piedra azul, Paul Hamesse le añadió una ventana-mirador en el centro del primer piso. El mirador está rematado por un balcón con barandillas de herrería con motivos geométricos.

Detalle del tirador de la puerta de entrada y el buzón Art Nouveau

Paul Hamesse transformará los escaparates de la tienda Cohn-Donnay en vidrieras Art Nouveau con motivos geométricos. En la puerta del actual Restaurant De Ultieme Hallucinatie puede verse una espectacular tirador en la puerta unido a un buzón con apariencia de búho.

Vestíbulo


El único interior Art Nouveau conservado de Paul Hamesse

El interior del Restaurant De Ultieme Hallucinatie es uno de los interiores Art Nouveau más extraordinarios de Bruselas, conservado casi intacto. El mobiliario original, revestimientos, tapicería, iluminación, vidrieras, estancias, cuadros y fotografías nos trasladan a la Bruselas Art Nouveau.

El mosaico del vestíbulo resigue la estancia como si fuera una alfombra

En el vestíbulo predominan los colores claros y ha conservado el suelo de mosaico y las paredes pintadas con motivos geométricos. A mano izquierda encontramos un gran perchero de madera, estilo Mackintosh. Está lacado en blanco y decorado con azulejos de cerámica naranja.

El perchero fue creado por Paul Hamesse en 1904

En el centro del perchero, un gran espejo, incorpora en la parte inferior un radiador con tapa de latón repujado firmado por Lucien Rion, que muestra dos faisanes enfrentados sobre un arbusto en flor. A los lados, el perchero dispone de dos paragüeros, dos cajones para guantes y dos soportes para sombreros.

Los apliques en bronce y cobre del vestíbulo son obra de Paul Hamesse

La planta baja del Hôtel Cohn Donnay está distribuida en cinco estancias: las salas de billar y ajedrez, el comedor, el salón central y el Salón Imperio. Hoy todas esas estancias forman parte del Restaurant De Ultieme Hallucinatie donde se puede comer o cenar disfrutando de esos espacios.

Sala de billar


Cada sala del Hôtel Cohn Donnay tiene su propio estilo

La sala de billar conserva el mobiliario de roble original. En la pared podemos ver un mueble librería con dos sofás que ocupa casi toda la pared. Está decorado con 55 paneles de marquetería de influencia vienesa.

Detalle del diseño geométrico del trabajo en marquetería de los muebles

Nada más entrar a mano derecha, vemos el mueble con pizarra para guardar los palos de billar y apuntar los tantos de la partida. En la esquina llama la atención un hermoso lavamanos de mármol Bardiglio color gris. Está decorado con un rostro femenino con larga cabellera de latón repujado.

Detalle del cubrerradiador y lavamanos de la sala de billar

Entre el mueble de guardar los palos de billar y el lavamanos veremos otro cubrerradiador de latón repujado. La obra realizada por Lucien Rion en 1904 está decorada con dos pelícanos. Preside la estancia una gran mesa de billar, una de las pocas que he visto de estilo Art Nouveau.

Detalle de la decoración en yeso y pinturas del techo de la sala de billar

El techo de la sala de billar combina elementos de estuco y motivos pintados. La lámpara de bronce, con motivos vegetales, fue diseñada por Paul Hamesse en 1904. Su diseño horizontal con siete tulipas de vidrio está pensado para iluminar la mesa de billar.

Sala de ajedrez o salón de fumadores


Detalle de la vidriera de la puerta de la sala de billar

Justo enfrente de la sala de billar encontramos la sala de ajedrez que queda iluminada por un gran ventanal con vidrieras en tonos amarillos. Antiguamente, la ventana daba al jardín del Hôtel Cohn Donnay.

El rincón de ajedrez

Sobre una tarima de roble se conserva una mesa de ajedrez de cuatro patas que se asienta sobre una base biselada recubierta de latón. Junto a ella, un par de sillones tapizados forman el conjunto creado por Paul Hamesse en 1904.

Mueble-librería con sofá diseñado en 1904 por Paul Hamesse

En la pared de la sala de ajedrez, revestida de lino verde pintado en dorado, se conserva un mueble de roble con decoración de marquetería, que combina dos vitrinas laterales y una estantería con un sofá tapizado. 

La sala de ajedrez tiene una vidriera de diseño geométrico Art Déco

En el techo se conserva una claraboya adornada con vidrieras de diseño geométrico Art Déco. Si seguimos hacia el salón de fumadores encontraremos a mano izquierda unas escaleras que llevan hasta la cervecería y a la derecha el comedor.

Comedor


Rincón del comedor con muebles originales del Hôtel Cohn Donnay

En el antiguo comedor, el techo está decorado con flores y sobre el artesonado puede verse un friso rojizo con pavos reales blancos. Son los mismos motivos que podemos ver en las vidrieras de tonos amarillos de las puertas que separan esta sala, de la sala de billar.

Los cubrerradiadores aprovechan el espacio con pequeñas consolas

El cubrerradiador del comedor realizado en latón por Lucien Rion está decorado con un gran pez en un fondo marino. En la mesa de roble de este antiguo comedor, hoy podemos disfrutar de la gastronomía belga y de los platos de la carta del Restaurant De Ultieme Hallucinatie.

El Restaurant De Ultieme Hallucinatie te traslada a una casa modernista

El aparador de roble con espejo semicircular fue diseñado por Paul Hamesse en 1904. Está decorado con incrustaciones de carey, apliques en bronce y jarrones decorativos de latón. La mayoría de los muebles y lámparas que veremos en el Restaurant De Ultieme Hallucinatie son originales.

Hoy es posible comer en el antiguo comedor del Hôtel Cohn Donnay

La lámpara de araña del comedor es de bronce. Sus cuatro brazos sostienen doce tulipas blancas que recuerdan las diseñadas por Gustave Serrurier-Bovy. El comedor luce el estilo Art Nouveau francés, con fuertes referencias al estilo Art Déco.

Salón central o salón blanco

Este aplique de luz muestra las letras CD, las iniciales de Cohn-Donnay

Junto al comedor se encuentra un pequeño salón central con tres áreas separadas para sentarse. Las paredes están decoradas con estilizados motivos florales y carpintería lacada en blanco que recuerda al estilo Art Nouveau de Charles Rennie Mackintosh.

La estructura fue diseñada por Paul Hamesse en 1904

Al salón central se puede acceder directamente desde el vestíbulo o desde el comedor. Entre esos dos accesos podemos ver un conjunto de mesa y dos asientos tapizados que quedan integrados en una original estructura de madera lacada en blanco con paneles de vidrio tallado.

Espectacular chimenea del salón central

En un lateral destaca un espejo rectangular sobre una chimenea de mármol amarillo con decoración en bronce de estilo neoegipcio. La pared, sobre el revestimiento de madera, y el techo de esta sala, están cubiertos de tela pintada con rosas.

Salón Imperio


Unos medallones ovalados en cobre decoran el mobiliario de caoba

Junto al gran ventanal que da a la calle, encontramos el Salón Imperio. Su decoración es totalmente distinta a las otras salas, aquí domina el estilo de la Secesión vienesa, con toques neogriegos. Paul Hamesse quiso exprimir el Art Nouveau en todas sus facetas.

Las pinturas sobre tela están inspiradas en la Antigua Grecia

Un friso pintado con personajes griegos y bailarinas decora las paredes de esta sala. Está interrumpido por placas de mármol veteado de color blanco con máscaras de metal que recuerdan las del teatro griego clásico.

El mobiliario del Restaurant De Ultieme Hallucinatie es excepcional

Los muebles de caoba con accesorios de cobre son de estilo Imperio y comparten espacio con mesas de mármol de inspiración griega y una lámpara de araña en bronce, con cuatro brazos, creada por Paul Hamesse en 1904.

Detalle de la chimenea del Salón Imperio

En una de las paredes encontraremos una imponente chimenea de mármol blanco veteado de inspiración griega. Está cerrada con una preciosa placa de cobre repujado decorada con la imagen de dos mujeres que tienen un ánfora por donde sale fuego.

Primera planta


En el vestíbulo se encuentra la escalera que sube a la primera planta

A través de una escalera de mármol veteado blanco con carpintería de inspiración japonesa, llegamos a la primera planta. Aunque de momento está cerrada al público, en la primera planta pudimos ver que se han conservado varias estancias y unos pocos muebles originales.

El Gran Salón


El mueble del Gran Salón recuerda el estilo Mackintosh

El Gran Salón da al lado de la calle y, por tanto, a la ventana-mirador con balcón que hemos visto en el exterior. Este gran espacio queda dividido asimétricamente por dos columnas monumentales con capiteles jónicos que nos hacen pensar en el interior neoclásico original de la casa.

La chimenea tiene decoración de flores cinceladas en mármol

Al otro lado, destaca una hermosa chimenea de mármol rosado Aurore, está tapada con una pieza de latón en relieve. Es una espectacular obra realizada por Lucien Rion en 1904 donde puede verse un pavo real perfectamente trabajado.

Sala de poesía


Un increíble escenario Art Nouveau con escalones

Junto a la chimenea, una puerta sirve de acceso a la sala de poesía, llamada así por un curioso elemento de madera situado en una de sus esquinas. El mueble, con sofá y escalones, hace las veces de un gran atril u oratorio.

De Ultieme Hallucinatie: Restaurante y cervecería


Este muro de rocalla, formaba parte del jardín del Hôtel Cohn Donnay

Dejamos atrás las salas que hemos visto y nos adentramos en la parte trasera donde antiguamente se extendía el jardín del Hôtel Cohn Donnay. Aquí también se encontraba la antigua conserjería, las cuadras para caballos y el trastero.

El lucernario de la cervecería sobre la barra es original

Hoy una galería acristalada y una terraza sirven para alojar un bar de copas y una cervecería. El Restaurant De Ultieme Hallucinatie ofrece platos de la cocina típica belga 100 % casera y más de 30 cervezas belgas seleccionadas.

Detalle de la vidriera del jardín de invierno

Este espacio, más informal que el restaurante, tiene asientos de madera sacados de antiguos bancos de tren. Así que es como estar en un tranvía de principios del siglo XX bebiendo cerveza. El estrecho corredor, a lo largo de la pared, era el jardín de invierno. Hoy la barra de la cervecería ocupa parte de aquel espacio que continuaba hacia la entrada del pabellón de música.

El jardín de invierno


La barra de bar se encuentra en el antiguo jardín de invierno

El espacio de la cervecería, aunque transformado, ha conservado varias piezas originales como los ventanales con marcos de madera de la barra y las ventanas del corredor, elementos de hierro fundido y el zócalo de piedra azul.

Sótano De Ultieme Hallucinatie


El sótano presenta cubierta y paredes de ladrillo

Una escalera desciende hasta el sótano del Restaurant De Ultieme Hallucinatie donde se encontraban las cocheras. Dicen que aquí tocó la banda australiana de rock INXS, que estuvo Bryan Adams y que Johnny Hallyday celebró aquí varios cumpleaños.

Bancos de tren diseñados por Henry Van de Velde

El espacio ha conservado las columnas de fundición originales y unos bancos diseñados por Henry Van de Velde en 1930, para los ferrocarriles belgas SNCB. El arquitecto trabajaría como asesor artístico para SNCB durante 7 años.

El antiguo pabellón de música


Hoy el espacio sirve de salón comedor para el restaurante

Volvemos al piso de arriba para descubrir la parte trasera del edificio donde se construyó un pabellón de música. El músico francés Camille Pleyel lo mandó construir para su esposa, Marie Moke, en la década de 1940.

El pabellón de música destaca por su decoración clásica

El antiguo pabellón de música está decorado de forma clásica, con columnas estriadas y pilastras con capiteles jónicos. Conserva una cúpula central de vidrio, decorada con un friso de medallones con cabezas femeninas de perfil.

En la tapa de la chimenea puede leerse Cohn Donnay

Una monumental chimenea de mármol rosa con espejo preside esta sala. Está decorada con dos grandes jarrones y cabezas de leones de cobre. En la actualidad, el antiguo pabellón de música se ha habilitado como comedor del restaurante.

Vista de la terraza desde el pabellón de música

Si el tiempo acompaña, la terraza al aire libre de la parte trasera del edificio, es perfecta para degustar algunos de los platos de la gastronomía belga como: un waterzooï de pescado, las famosas croquettes de crevettes o la deliciosa carbonnade flamande.

De Ultieme Hallucinatie: "La última alucinación"


Croquettes de crevettes del Restaurant De Ultieme Hallucinatie

El primer restaurante ubicado en el Hôtel Cohn Donnay abrió sus puertas en 1981 y estuvo en funcionamiento hasta la muerte de su propietario Fred Dericks en 2009. En 2013, unos nuevos propietarios reabrieron sus puertas como Restaurant De Ultieme Hallucinatie.

Carbonnade flamande del Restaurant De Ultieme Hallucinatie

Una dirección a tener en cuenta si eres un amante de la arquitectura y decoración Art Nouveau, pero también para los que buscan disfrutar de la gastronomía y cervezas belgas. Vale la pena consultar sus eventos, ya que también organizan conciertos de música en vivo.

Más información: Restaurant De Ultieme Hallucinatie. Dirección: Rue Royale 316, 1210 Bruxelles. Teléfono: +32 2 889 0 316. Horario: Abierto de miércoles a viernes de 11:30 a 14 h. y de 18 a 22 h. y sábados de 12 a 23 h. Web: Restaurant De Ultieme Hallucinatie


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