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¿Qué hacer en Bilbao?


¡Cómo, ¿no sabes qué hacer en Bilbao?! Pues en Bilbao se me ocurre que podemos ir ¡a pecar!

¡De nuevo en Bilbao!, ya has estado en el Museo Guggenheim ¿y qué?
El mayor pecado del Museo Guggenheim es que no te hacen un RT ni por casualidad :-P, pero nadie dudaría que es el mejor museo de la ciudad. Aunque ya hayas estado, las exposiciones temporales van cambiando y algunas bien valen un vuelo hasta aquí. El edificio de Frank Gehry no ha perdido ni un ápice de hermosura desde que se anclara finalmente en la ría en 1997. Hay que descubrir su brillo, sus luces, su color cambiante en cada una de las estaciones del año y desde todas las perspectivas que el espacio permite. ¡Qué curvas, cuánta lujuria tiene!

Gastronomía Vasca y Txakoli, guía de locales
Los pintxos vascos son los mejores del mundo, eso nos sitúa ante el pecado de la soberbia y de la gula en un periquete, pero pecar es lo que tiene ¡es fulminante!. Para los amantes de la cocina vasca y el ambiente popular, hay una infinidad de bares, restaurantes y tascas para caer en la tentación, saltarse la dieta y practicar la glotonería. Comer sin tener hambre, beber sin tener sed y conversar animadamente sin tener amigos, es posible en:

- Bar La Olla, surtido de pinchos y jamón. Dirección: Calle Diputación 12, 48008 Bilbao. Teléfono: 944 165 965.
- Bar Restaurante Saibigain, con menús diarios por 12 €, recuerdo haber comido deliciosos pinchos por 1,3 € y refrescantes vasos de Txakoli por 1,2 € y salir hablando vasco. Dirección: Calle Barrencalle Barrena 16, 48005 Bilbao. Teléfono: 944 150 123.
- Café Bar Jardines, rioja y frituras entre otras cosas. Dirección: Avenida Mazarredo 8, 48001 Bilbao. Teléfono: 944 245 653.
- Colmado Ibérico, disponen de un menú diario por 14,9 € aunque sus raciones, montaditos y pinchos de la barra te harán pecar una y otra vez. Dirección: Alameda Urquijo 20, 48008 Bilbao. Teléfono: 944 436 001.
- Don Jamón, buenos vinos y hamburguesas, aunque son especialistas en embutido ibérico, quesos, jamón, patés y pinchos. Dirección: Calle Navarra 12, 48001 Bilbao. Teléfono: 944 244 491.
- Restaurante Berton Sasibil, son especialistas en cocina a la Brasa (carnes, pescados y mariscos) aunque también disponen de pinchos. Dirección: Jardines 8, 48005 Bilbao. Teléfono: 944 155 605.
- Restaurante Sukalde, mi último descubrimiento en locales donde comer de Bilbao. Buen servicio, amabilidad y surtido de montaditos, platillos y pinchos. 2 vasos de txacoli y 4 pintxos 12 €. Disponen de menús para grupos. Dirección: Calle Elcano 31, 48008 Bilbao. Teléfono: 944 703 032.

El mayor pecado en Bilbao
El mayor pecado que puedes tener en Bilbao es la pereza, así que te invito a que no busques excusas y salgas en busca de otros horizontes con el EuskoTren.
El Balneario de Alzola en Altzola-Elgoibar donde se obtienen la mejor agua del mundo o el enigmático y sorprendente Flysch de la Costa Vasca que puede verse desde Deba y Zumaia, te dejarán con ganas de seguir pecando, digo viajando.



Este post introductorio fue escrito para una campaña de Blog on Brands, más concretamente para el evento organizado por Turiskopio; una empresa de comunicación y consultoría de marketing turístico que organiza anualmente encuentros de “pecadores” ¡Turistopia!.

Si te ha gustado este post, no seas avaricioso y comparte sus pecados. Puedes seguir con envidia y codicia el evento por las Redes Sociales con el hashtag #turistopia ¡no seas orgulloso!.

Más información: Guggenheim Bilbao. Dirección: Avenida Abandoibarra 2, 48009 Bilbao. Teléfono: 944 359 000. Horario: de martes a Domingo de 10 a 20 h. Lunes cerrado excepto julio y agosto. Entrada: 8 €.

El Geoparque de la Costa Vasca


El mar tiene algo de hipnótico que atrae desde hace siglos a marinos, aventureros, científicos y soñadores. Capaz de lavar heridas de la piel y del alma, la acción del viento, el mar y la sal, va más allá de la cura corporal o sentimental. En determinados lugares la energía de las corrientes, la erosión del agua y el paso del tiempo, esculpen caprichosas formas en la naturaleza; ese es el caso del Geoparque de la Costa Vasca.

Desde Mutriku hasta Deba y siguiendo hasta Zumaia, los acantilados costeros son conocidos por su belleza y singularidad. La formación rocosa conocida con el nombre de Flysch permite al observador comprender los cambios que ha sufrido el planeta, desde la extinción de los dinosaurios hasta el momento en que la península chocó contra Europa. Es un calendario de 60 millones de años que descubre capa a capa que le ha sucedido a nuestro planeta.

A lo largo de la carretera N-634 y de la GI-638 es posible detenerse en los diferentes miradores, que ofrecen unas excelentes vistas panorámicas sobre el Mar Cantábrico y se puede contemplar fácilmente la geomorfología del litoral vasco.

El gran santuario geológico del Geoparque se encuentra en la Playa de Itzurun en Zumaia, aquí un dragón petrificado duerme bajo la arena mientras sus escamas son lamidas por el agua de las olas. Crestas rocosas esbeltas se elevan hacia el cielo como llamaradas de fuego petrificado. Dicen que la catedral del Geoparque se encuentra en Sakoneta y que los hermosos acantilados a veces alejan al visitante de los valles profundos y encantados de Lastur, donde se detiene el tiempo como por arte de magia.

El Flysch es un importante patrimonio natural que se encuentra a menos de 70 Km. de Bilbao, Donostia o Vitoria. La marea baja deja al descubierto la zona intermareal y un litoral abrupto y salvaje donde es posible ver este “pastel” de piedra formado por capas de arenisca, arcilla, piedra caliza y margas. La variedad de propuestas es amplia: itinerarios a pie o en barco, la visita al Centro de Interpretación de los Recursos Naturales de Algorri o la entrada al Centro de Interpretación Geológica Nautilus de Mutriku, completan la visita del Geoparque -miembro de la Red Europea de Geoparques- y ofrecen una ruta completa para conocer la naturaleza salvaje de la Costa Central del País Vasco.

Si te ha gustado este santuario de la naturaleza y quieres seguir leyendo sobre las maravillas de Euskadi te invito a visitar el Santuario de San Ignacio de Loyola.

Jornada de puertas abiertas en Alzola


El pasado 8 de marzo fui invitada a la Jornada de puertas abiertas que ofreció Alzola en su fábrica. Allí tuve la oportunidad de conocer los entresijos que conlleva el embotellamiento de agua de manantial. Desde divertidas curiosidades sobre el diseño de botellas de plástico y de vidrio, hasta el rompecabezas de elegir el proyecto definitivo para las etiquetas y los envases. Las campañas en las redes sociales y patrocinios para el Athletic Club y su #sangredeleon, la colaboración de @igersbilbao para la difusión de imágenes relacionadas con el agua y #basquewater, o la colaboración con Bilbao Basket con el #planBBwater, son algunas de las acciones llevadas a cabo, para que entre todos hablemos de la Cultura del Agua y como unos pocos podemos cambiar nuestro entorno para transformar el mundo en global.

Como reconocimiento a toda esta labor, el periódico Alirón dedicó las páginas centrales del día 10 de marzo a Alzola y a este marco de acciones, entre las que se encuentra la entrega de premios del concurso fotográfico realizado en Instagram, donde pude participar con bastante acierto y llevarme tres veces mi peso en agua.

A continuación os dejo mi aportación publicada en el número 13 de Alirón referente a la pregunta:

¿Qué has aprendido en la Jornada de puertas abiertas de Alzola?

Hoy he tenido la oportunidad de conocer a un gran equipo que tiene al agua Alzola metida en la cabeza y arraigada fuertemente en su interior. Este agua de manantial, corre por sus venas y bombea fuerte sus corazones, para dar vigor al amor que sienten por su tierra y por su agua.

He descubierto la historia del pueblo de Alzola, que se remonta al siglo XV, cuando fabricaban barcos para salir por el río Deba a pescar ballenas al Cantábrico. Ya nadie recuerda el mar cuando todo eran peligros, cuando la grasa de ballena era utilizada para iluminar las casas o para qué se inventó la sidra. ¡Ah!, ¿no lo saben? Los marineros debían combatir una enfermedad que padecían, por no poder comer alimentos frescos durante los meses que estaban en alta mar. Era el mortal escorbuto que remitía con la ingesta de vitamina C, como en esta región no abundaban los cítricos se sustituyó por manzanas que también tienen esa vitamina, pero ¡qué mejor! que tomarla en forma de sidra y no en compota ¿verdad?

Los siglos fueron pasando y la ausencia de guerras y cierto aumento de conocimiento sobre la vida sana, hizo que la gente tomara el gusto por el baño y el aseo. Fue entonces cuando el agua se convirtió en fuente de salud y la burguesía empezó a frecuentar lugares con fuentes medicinales. En Alzola el agua sale a 29 grados, más que suficiente para darse un buen remojón y quedarse muy relajado. La existencia del Balneario de Alzola aún está viva en los recuerdos lejanos de alguna gente del pueblo, y quedó muy bien plasmada en la obra El Balneario de Carmen Martín Gaite, que describió a la perfección como era este lugar hace cien años.

Si miramos con detenimiento, veremos que la historia de Alzola no puede desaparecer, ya que sigue siendo un lugar único en el mundo. No hay otro lugar con las mismas características geológicas, para que una gota de agua de lluvia, viaje a través de la tierra durante 25 años, hasta brotar a la superficie. Esa pausada destilación es embotellada con una excepcional composición que le confieren un sabor fresco y equilibrado. Los seres humanos somos un 60% agua, deberíamos cuidar esa parte líquida con buenos hábitos.

Si tienen la oportunidad de beber agua de este manantial pruébenla, el agua del grifo está bien para fregar y ducharse, pero no para hidratarse y aportar minerales a las células de nuestro cuerpo.

El agua es fuente de vida: cuídenla y cuídense.

Hoteles en Bilbao: Hotel Ibis Bilbao Centro


Esta semana he estado alojada en el Hotel Ibis Bilbao Centro. Está situado en la Calle General Concha, muy cerca del Museo Guggenheim (15 minutos caminando) y de la Estación Abando (10 minutos). Su situación es un punto fuerte para elegir alojarse aquí, ya que se encuentra cerca de numerosos puntos de interés y de medios de transporte de la ciudad. Aunque hay otras particularidades, que a mí me gustaron personalmente, y que paso a explicaros a continuación.

El Hotel Ibis Bilbao Centro es un hotel “urbanita avanzado” y ofrece lo que cualquier hombre de negocios, blogger o juventud, desea en estos tiempos y es ¡conexión Wi-Fi gratuita!. No sólo en las zonas comunes o en la zona bar, si no en todo el edificio incluyendo las habitaciones. Para los que estamos acostumbrados a la conexión de casa y hemos sufrido la desconexión en nuestros viajes, sabemos apreciar este detalle que para otros resulta secundario.

Seguramente habrá más adeptos a la otra ventaja del hotel -y que no suele encontrarse en otros alojamientos de este nivel- se trata de la posibilidad de comer y/o beber algo en cualquier momento del día o de la noche. Los Tentempiés, que se pueden solicitar las 24 horas del día en el bar del hotel, incluyen desde pizzas, ensaladas o bocadillos hasta platos del día (cuando yo llegué tenían: pollo al chilindrón, lasaña de espinacas, habitas con jamón o tortellini de ricotta a las finas hierbas por 9.5 €), además de cafés, postres y un amplio listado de bebidas. El horario de desayunos también es digno de mención, es el más amplio que he visto nunca, desde las 4 de la mañana cuando empiezan a servir el Desayuno Madrugador (por 3.9 €) hasta las 12 del mediodía cuando acaban de servir el Desayuno Express (de 3 €).

La cadena Ibis parece estar cambiando, su apuesta por la hostelería económica con habitaciones confortables (disponibles desde 56 €) reformula el tipo de hoteles que en Francia hemos conocido en cadenas como Formule 1. Se ve una clara apuesta por el confort, sobretodo en los detalles como la colección de almohadas disponible, el enorme edredón o las cortinas opacas que no dejan entrar la luz, si no se desea. Están tan seguros de su hotel que se comprometen a solucionar, cualquier incidencia que moleste al cliente, en tan sólo ¡15 minutos! y si no lo consiguen, te pagan la estancia.

Ya lo sabes si buscas un hotel cerca del centro de Bilbao con todas estas condiciones no desesperes porque existe.


Más información: Hotel Ibis Bilbao Centro. Dirección: Calle General Concha 28, 48010 Bilbao. Teléfono: +34 944 433 937. Web: Ibis Bilbao Centro. Disponen de parking en el hotel, consultar tarifas.

Yoko Ono: Half-A-Wind Show


El próximo 14 de marzo será inaugurada en el Guggenheim de Bilbao la exposición Yoko Ono. Half-A-Wind Show que tuve la oportunidad de ver en el Museo Schirn Kuntshalle de Frankfurt.

Esta interesante retrospectiva estará expuesta hasta el 1 de septiembre del 2014 y os recomiendo tenerla en cuenta en vuestro calendario de visitas. Hasta el momento de visitar la exposición, tenía una idea totalmente equivocada sobre Yoko Ono, quizá debido a la información sesgada de los medios de comunicación que explotaron la imagen de “viuda de John Lennon” en vez de tener en cuenta el ser humano, al alma de artista escondidos en el interior de la cara del personaje.

A sus 81 años sigue creando, provocando y soñando con las musas del arte; toda una vida dedicada a la creatividad y que demasiado a menudo, ha pasado desapercibida para el público por compartir un renglón de estado civil tan particular. No entiendo el motivo por el que la imagen de Yoko Ono no ha podido desvincularse de esa etiqueta o por lo menos dejar que pareciera en primer plano.

La exposición abre muchas incógnitas pero también confirma y esclarece algunas otras. Ya existía una mujer formada y lista para el éxito antes de su matrimonio. Yoko Ono hubiera existido en la prensa si no hubiera existido John Lennon, es quizás una afirmación ácida pero se extrae de la contemplación de su currículum, detallado en la retrospectiva. Con 22 años ya apuntaba a maneras en el mundo del arte, fue la primera mujer en graduarse en filosofía en su Universidad y llegó a codearse con Peggy Guggenheim. ¡Ironías de la vida! sus nombres vuelven a “coincidir” en Bilbao para deleite de los españoles y visitantes extranjeros que tengan el deseo de acudir hasta el País Vasco y sacar sus propias conclusiones.


Más información: Museo Guggenheim. Dirección: Avenida Abandoibarra 2, 48009 Bilbao. Horario: De martes a Domingo de 10 a 20 h. Lunes cerrado. Entrada: 8 €. Web: Museo Guggenheim.

Alzola Basque Water y las Diosas del Agua


Hoy, hago un alto en mi camino de posts viajeros para escribir sobre la campaña de Blog on Brands con Alzola Basque Water. Mi cometido ha sido probar el agua embotella en Alzola, un municipio de Elgóibar (País Vasco), donde esta peculiar agua mineral natural brota de un manantial. Surge enriquecida tras 25 años de pausadadestilación de sus 700 metros de profundidad en el Macizo de Izarraitz, a 29 grados de temperatura, poseyendo unas características químicas especiales, con propiedades diuréticas y digestivas, que han sido alabadas por médicos y entendidos, así como premiadas en numerosos certámenes.

Lo primero que me gustó fue su botella de vidrio transparente, es muy elegante, como ellos mismos dicen: “el agua está envasada en un recipiente de lujo a la altura del agua que contiene”. Lo cierto es que una botella así, viste en la mesa si tienes invitados o alguna celebración familiar especial. Quizá este inusual envase para embotellar agua sea el culpable de querer seguir bebiendo agua Alzola, una vez empiezas. Como parte de mi responsabilidad para evaluar Alzola Basque Water quise ser objetiva, así que hice una cata a ciegas junto a mi hermana. Se llenaron varios vasos con distintas aguas, cada vaso tenía una etiqueta oculta con el nombre de la marca. Bebimos de cada uno de los vasos descartando primero las que menos nos gustaron y finalmente hubo una que apetecía beber, esa fue la de Alzola. A nuestro paladar le gustó la sensación refrescante, escondida en el origen mismo de este manantial vasco.

Situado en el Valle del Deba, el lugar  fue testigo del crecimiento del Gran Balneario de Alzola desde su primera piedra, en el año 1846 y hasta su cierre en 1976, pero sin duda el recuerdo de aquel lugar, que permanecerá imperecedero al tiempo, es la descripción que la escritora Carmen Martín Gaite hizo en su novela El Balneario. La protagonista describe el Balneario de Alzola, con sumo detalle, en su rocambolesca aventura por los pasillos y habitaciones de esta casa de baños, frecuentada por la alta sociedad del siglo XX.

Cuando Asier, del Departamento de Comunicación, se puso en contacto conmigo, lo hizo desde “el manantial de la mejor agua del mundo” el mismo que se esconde detrás del cariño que desprende un deseo o un sueño de viaje. En mi peregrinaje por el Planeta he podido constatar la importancia que adquiere el agua para las poblaciones donde escasea o en lugares donde está contaminada. Muchas veces olvidamos que es un recurso limitado que debemos proteger.


Hay tres lugares que quiero compartir especialmente en este post y que reflejan la importancia, no sólo de disfrutar en la mesa de una agua de prestigio como Alzola, si no de la importancia de este Patrimonio de la Humanidad que es el agua:

Yemen:

Algunas de las cisternas de agua más impresionantes de Yemen están excavadas en la roca. En ellas se recogen las aguas pluviales sin más tratamiento que el hervor que puedan dar las mujeres en sus casas. Abastecen a los yemenitas durante todo el año desde hace siglos, unas de las más antiguas fueron construidas alrededor del siglo I a. C., en la zona volcánica alrededor de Adén, probablemente por los himyaritas, conquistadores del Reino de Saba. Pueden almacenar hasta 45 millones de litros de agua. El ir y venir de las mujeres acarreando bidones de plástico no cesa nunca.

India:

El deambular de numerosas mujeres, con grandes cántaros de agua sobre sus cabezas fabricados en metal o barro, por las carreteras del Rajastán, es otra de esas imágenes que no olvida un viajero cuando pisa la India. Niñas, jóvenes muchachas o mujeres en edad adulta son las encargadas de ir a buscar agua a los pozos cercanos con sus vasijas artesanales, algunas bellamente decoradas. Existe una danza tribal rajastaní, llamada Bhavai, que se realiza bailando en perfecto equilibrio con siete o hasta once cántaros de barro, alineados sobre la cabeza. La bailarina realiza rítmicos giros en rápido movimiento al son de una frenética música, si fuera poco el mantener tan sutil equilibrio la danza acaba con unos pasos sobre cristales rotos.

Malí:

Por último quiero acabar en Malí donde una vez más la tarea de acarrear agua recae en las mujeres. Allí los pozos se hunden bajo tierra muchos metros hacia las profundidades y es a fuerza de brazos que sale a la superficie. Los más pequeños aprenden la importancia de no desaprovechar ni una sola gota de este elixir de vida que aunque abundante, escasea en pureza y cristalinidad. No importa la dureza del trabajo en sí, ni el calor sofocante, las mujeres cantan mientras izan los odres de cabra; son las Diosas del Agua.


Si pruebas el agua de Alzola, ¡la eliges!.

Si te ha gustado este texto y quieres seguir leyendo sobre Diosas de Agua te invito a leer Ganga Deví, la Diosa del río Ganges (India).

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