El mar tiene algo de
hipnótico que atrae desde hace siglos a marinos, aventureros,
científicos y soñadores. Capaz de lavar heridas de la piel y del
alma, la acción del viento, el mar y la sal, va más allá de la
cura corporal o sentimental. En determinados lugares la energía de
las corrientes, la erosión del agua y el paso del tiempo, esculpen
caprichosas formas en la naturaleza; ese es el caso del Geoparque de la Costa Vasca.
Desde Mutriku
hasta Deba y siguiendo hasta Zumaia, los acantilados
costeros son conocidos por su belleza y singularidad. La formación
rocosa conocida con el nombre de Flysch permite al observador
comprender los cambios que ha sufrido el planeta, desde la extinción
de los dinosaurios hasta el momento en que
la península chocó contra Europa. Es un calendario de 60 millones de años que descubre capa
a capa que le ha sucedido a nuestro planeta.
A lo largo de la
carretera N-634 y de la GI-638 es posible detenerse en los diferentes
miradores, que ofrecen unas excelentes vistas panorámicas
sobre el Mar Cantábrico y se puede contemplar fácilmente la
geomorfología del litoral vasco.
El gran santuario
geológico del Geoparque se encuentra en la Playa de Itzurun
en Zumaia, aquí un dragón petrificado duerme bajo la arena mientras
sus escamas son lamidas por el agua de las olas. Crestas rocosas
esbeltas se elevan hacia el cielo como llamaradas de fuego
petrificado. Dicen que la catedral del Geoparque se encuentra en
Sakoneta y que los hermosos acantilados a veces alejan al
visitante de los valles profundos y encantados de Lastur,
donde se detiene el tiempo como por arte de magia.
El Flysch es un
importante patrimonio natural que se encuentra a menos de 70 Km. de
Bilbao, Donostia o Vitoria. La marea baja deja al descubierto la zona
intermareal y un litoral abrupto y salvaje donde es posible ver este
“pastel” de piedra formado por capas de arenisca, arcilla, piedra
caliza y margas. La variedad de propuestas es amplia: itinerarios a
pie o en barco, la visita al Centro de Interpretación de los
Recursos Naturales de Algorri
o la entrada al Centro de Interpretación Geológica Nautilus
de Mutriku, completan la visita del Geoparque -miembro de la Red
Europea de Geoparques- y ofrecen una ruta completa para conocer la
naturaleza salvaje de la Costa Central del País Vasco.
Si te ha gustado este santuario de la
naturaleza y quieres seguir leyendo sobre las maravillas de Euskadi
te invito a visitar el Santuario de San Ignacio de Loyola.
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