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Contrebia Leucade: el lugar de los trayectos

La Rioja
Yacimiento de Contrebia Leucade

“La historia es un hilo que enlaza sombras a través de un laberinto”

El yacimiento de Contrebia Leucade se encuentra en Aguilar del Río Alhama; una pequeña población de 500 habitantes de la Comarca de Cervera del Río Alhama, en la Reserva de la Biosfera de La Rioja. Certificado como Destino Turístico Starlight, el primer trayecto que te recomiendo hacer en Contrebia Leucade es el de contemplar el cielo nocturno y sus estrellas.

Contrebia Leucade fue descubierta en el siglo XVIII por Joaquín Traggia, pero no fue hasta 1924 que se realizaron las primeras excavaciones científicas. En la actualidad, el yacimiento está abierto al público y se siguen efectuando tareas de conservación, limpieza y se continúa excavando para descubrir los secretos que permanecen ocultos.

Centro de Interpretación de Contrebia Leucade



Antes de visitar el yacimiento de Contrebia Leucade te recomiendo que visites el Centro de Interpretación; un espacio museístico situado a 4 km del yacimiento y que te permitirá ponerte en situación y conocer lo que vas a ver después. En las primeras salas encontrarás expuestas varias piezas arqueológicas; algunas fueron descubiertas en el yacimiento de Contrebia Leucade por el equipo de investigación dirigido por José Antonio Hernández Vera. Los restos cerámicos más antiguos, de alrededor del siglo VI y IV a. C., proceden de un lugar de enterramiento localizado en la Peña del Recuenco, concretamente en la Cueva de los Lagos.

La Rioja
Cerámica celtíbera de Contrebia Leucade

En las vitrinas podrás ver ungüentarios, anillos, piezas de cerámica romana de color rojo brillante, piedras de molino, vasijas de uso ritual, herramientas y utensilios de la vida cotidiana para ayudarte a comprender el mundo celtíbero que habitaba Contrebia Leucade; sus costumbres y la simbología de este pueblo que admiraba las estrellas.

La Rioja
Centro de Interpretación de Contrebia Leucade

Varios maniquís de tamaño natural (exquisitamente realizados y que no dan nada de miedo, ni angustia) ilustran de manera original, algunas de las tareas que realizaban los celtíberos. Ésto ayuda a la comprensión de los más pequeños y a la diversión de los mayores. También encontrarás maquetas, un suelo de mosaico y varias fotografías aéreas del yacimiento, así como del pozo excavado en la roca y que permitía el abastecimiento de agua.

Aguilar del Río Alhama
Legionario romano armado con escudo y pilum

Te encontrarás con un legionario romano con escudo oval y pilum (una lanza romana que medía 2 metros), pero que no te detenga, sube a la planta superior donde te espera un mundo mágico de sensaciones. Divididas en varias salas, el Centro de Interpretación de Contrebia Leucade pretende transportarte a una auténtica ciudad celtíbera a través de los sonidos, de las sombras, del tacto y de los tesoros que esconde. 

Aguilar del Río Alhama
Este mosaico celtíbero espera tu tesela

Cómo era la muralla, los hogares (podrás hacer un mosaico y poner tu propia tesela) o los almacenes celtíberos. Cómo eran los telares (podrás hacer un par de pasadas), el pozo de donde extraían el agua o los guerreros que defendían la ciudad. Cómo eran las noches de Contrebia, el tiempo o su mercado (escucharás el murmullo, las conversaciones y los gritos en la plaza de la ciudad). Cómo era su lenguaje (puedes llevarte tu nombre celtibérico escrito) o la hospitalidad de la antigua Rioja. Tranquilo, todas estas preguntas tienen su respuesta en forma de pantalla, utensilios, sonidos y explicaciones.

Yacimiento de Contrebia Leucade


La Rioja
Entrada a la ciudad celtíbera de Contrebia Leucade

De nuevo un trayecto, el que nos lleva al yacimiento de Contrebia Leucade, es lo que queda de una ciudad celtíbera protegida por una muralla con una anchura entre los 2'5 y 4 metros y una altura máxima de 5 metros. También se conserva un foso celtíbero de 700 metros de longitud y una anchura y altura que ronda entre los 7 y 9 metros, dos puertas de entrada: una al sur y otra al norte que protegían esta ciudad estratégica, situada entre Graccurris y Numancia (los romanos encabezados por Quinto Sertorio tardaron 44 días en poder asaltarla). 

La Rioja
Vivienda celtíbera en el Yacimiento de Contrebia Leucade

Contrebia Leucade disponía de un excepcional sistema defensivo, pero también de espacios de cultivo, abastecimiento de agua gracias a pozos y aljibes excavados en la roca, así como canales para el aprovechamiento de agua de lluvia o para su evacuación en caso de fuertes tormentas. Las viviendas en Contrebia Leucade eran de 3 habitaciones: un vestíbulo para guardar la leña, los aperos de labranza o instalar un telar para tejer, una habitación principal donde se encontraba el hogar y se vivía y por último un almacén

Aguilar del Río Alhama
Paisaje del Río Alhama que invitan a degustar un Rioja

Por último, el lugar de los trayectos por Contrebia Leucade debería finalizar en su área de descanso, frente a un bello paisaje encontrarás mesas de picnic, esperando que disfrutes de una buena cesta de productos de La Rioja y dos copas de vino.


Más información: Centro de Interpretación de Contrebia Leucade. Dirección: Calle Camino Villarijo s/n, 26530 Aguilar del Río Alhama. Teléfono: 941 197 119. Horario: de martes a sábado de 11 a 14 h. y de 16 a 19 h. Domingos y festivos de 11 a 14 h. Lunes cerrado. Yacimiento de Contrebia Leucade. Para reservar una visita guiada llamar al teléfono 941 197 119. Web: Contrebia Leucade.

Toda la información generada en redes sociales durante este Press Trip puede consultarse con el hashtag #RiojaBaja y #LaRiojaApetece. Agradecer a La Rioja Turismo su invitación para conocer La Rioja Baja.

La hospitalidad de La Rioja

44 países recorridos en 22 años

Hace 22 años me subía a mi primer vuelo transoceánico Barcelona-Madrid-Río de Janeiro-Sao Paulo. Ese vuelo iniciático a Brasil supondría la chispa de mi fuego viajero. Aunque este año no ha habido velas en el pastel, todo indica que a mis 44 años, llevo la mitad de mi vida viajando.

Me gustaría decir que he visto de todo, pero no sería del todo cierto, cada viaje te enseña algo distinto que desconocías, de ti, de la gente que te rodea y de los que son completamente unos desconocidos. A finales de septiembre ponía rumbo a La Rioja gracias a Marco, responsable de comunicación del Hotel Ciudad de Calahorra y a la Oficina de Turismo de La Rioja, quienes me invitaban para promocionar La Rioja Baja. 

Albergue de Calahorra
Torrija con helado frito en el Restaurante del Albergue de Peregrinos de Calahorra

El programa permitía conocer de primera mano la gastronomía a base de pinchos de La Comedia Café de Calahorra o de la Calle Laurel de Logroño (con maridaje de vinos incluido). Descubrimos la exquisita presentación de platos del Restaurante Graccurris de Alfaro, la magnífica carta de platos de la gastronomía local ofrecida por el Hotel Ciudad de Calahorra o el estilo de Miguel Espinosa que está al frente del Restaurante del Albergue de Peregrinos de Calahorra. Nos introducimos en los vinos de La Rioja y en el arte de la vendimia gracias a la cata ofrecida por Uvas y Vino ubicados en Aldeanueva de Ebro y con ¡apadrinamiento de vides incluida!.

Nos acercamos a Cornago y al pueblo abandonado de Turruncún.

Parque de paleoaventura
El Barranco Perdido, Enciso

Visitamos El Barranco Perdido de Enciso; un parque de paleoaventura donde se enseña paleontología a los miembros más pequeños de la familia. Recorrimos en bicicleta parte de la Vía Verde del río Cidacos, más concretamente la que transcurre entre las poblaciones de Arnedillo y Arnedo. Nos dimos un buen chapuzón en el Balneario de Arnedillo, disfrutamos con la visita al Centro de Interpretación de Fungiturismo en Pradejón y con el entusiasmo de su guía. Tuvimos tiempo de maravillarnos con el Museo de la Verdura de Calahorra y su colección de vestidos hechos con legumbres o las más delicadas materias primas procedentes de la verduras, como la envoltura externa de las cebolla o de los pimientos. Recorrimos fugazmente el Museo de la Romanización de Calahorra (demasiado fugaz para mi gusto) y profundizamos en el pasado celtibérico de La Rioja, visitando el Centro de Interpretación y yacimiento de Contrebia Leucade en Aguilar del Río Alhama.

Y es aquí donde me dispongo a hacer una pausa, porque uno a veces no elige el lugar que va a ser protagonista de su relato de viajes, a veces es el lugar el que te elige a ti para ser voz, susurro, grito o testigo de su existencia. Tanto el yacimiento de Contrebia Leucade como su magnífico Centro de Interpretación merecen un extenso relato para divulgar el valor, las características y la singularidad del sitio.

Arte celtíbero
Cartel informativo en el Centro de Interpretación de Contrebia Leucade

Media vida viajando, 44 países recorridos, tantos como años de vida tengo, y es en Aguilar del Río Alhama donde encuentro mis primeras Tessera Hospitium; las Téseras de Hospitalidad. A finales del II milenio y comienzos del I milenio a. C. los celtíberos tenían la obligación y costumbre de ofrecer hospitalidad a los extranjeros, ya fuera a nivel personal, entre comunidades o tribus. Ese pacto de hospitalidad, Hospitium, sagrado e inviolable, convertía a los implicados en huéspedes mutuos, con derechos y obligaciones, como el de la protección mutua.

Los pactos de amistad se “firmaban” sobre una pieza de madera, marfil, hierro o bronce con formas geométricas, de animal (caballo, jabalí, pez, cerdo, paloma o toro) o simplemente unas manos entrelazadas. A veces esa forma se duplicaba de tal manera que al juntarse las dos piezas se formara una sola lo que validaba el acuerdo de amistad y hospitalidad.

Aguilar del Río Alhama
Téseras de Hospitalidad

En una de las salas del Centro de Interpretación de Contrebia Leucade en Aguilar del Río Alhama, una urna transparente llena de Téseras espera al visitante. Es un acuerdo de hospitalidad entre Aguilar del Río Alhama y el extranjero que llega a esa sala donde se respeta y se celebra tu presencia, tus pasos y tu voz. Es una invitación permanente para regresar a Contrebia Leucade con la premisa de que “un sólo encuentro no agota la búsqueda”.

En mi cartera llevo una Tésera de Hospitalidad de Aguilar del Río Alhama, esperando a volver y juntarla con alguna otra que sea su mitad.

En próximos artículos profundizaré en la gastronomía de La Rioja, las visitas realizadas y las experiencias vividas. Toda la información generada en redes sociales durante este Press Trip puede consultarse con el hashtag #RiojaBaja y #LaRiojaApetece. Gracias a las personas, empresas y organismos que lo han hecho posible.

Cómo hacer una cata de vinos y no parecer un retrasado o un esnob


Atrápalo me invitó a asistir a una cata de vinos patrocinada por La Rioja Turismo. Enseguida dije que sí, pues me apetecía un montón aprender cómo se hace una cata. Principalmente porque estoy harta de parecer una analfabeta, cuando la mayoría de mortales parecen que saben lo que hacen cuando beben vino (descubrí que la mayoría mienten).

No hace mucho, cuando uno bebía vino, le llenaban la copa y tragaba, lo máximo que se decía después de beber era: -¡está bueno!, “pasa como el agua” o “parece que está picado”. Hoy en día todo el mundo va de sibarita, se miran el vino a través de la copa, huelen el líquido, se enjuagan la boca y pronuncian una gran frase que no hay ni Dios que entienda como: “Vino de color rojo rubí brillante con tenues destellos violetas subyacentes. En la nariz se muestra muy elegante, complejo y expresivo con exuberantes aromas profundos y audaces. Combina frutos rojos con predominio a cerezas, notas florales que sugieren violetas y rosas, así como aromas frutales a higo y bayas. Vino para paladares exigentes con toques de frutos frescos negros, bien complementado por sutiles notas a pimienta, chocolate negro y caramelo con la cantidad perfecta de acidez y frescor”.

A mí en ese momento se me ponen ojos como platos y mi cabeza sigue pensando: "está bueno", pero no lo digo en voz alta para no parecer una palurda. Según los días incluso pienso: “este tío es un gilipollas”, pero de momento en una cata aún no lo he dicho en voz alta (al tiempo). Una vez lo dije en voz alta en una reunión de delegados de clase en el instituto y acabé saliendo con el tipo (la relación duró poco).


Así que asistí muy feliz a mi primera cata de vinos, dispuesta a aprender mucho. Provista de mi bloc de notas busqué sitio en primera fila en el interior de la Sala Gastro Lounge que habían montado con motivo de la #AtrápaloFunFest. El edificio homenajea al Ayuntamiento de Valderrobres de Teruel en el Poble Espanyol de Barcelona así que se puede decir que estabamos bebiendo vino en el Salón de Plenos.

La cata de vinos de La Rioja estaba dirigida bajo las precisas directrices del enólogo José Ramón Jiménez Berger, uno de esos hombres que se mueven delante de un público desconocido como si bailaran ellos solos sin que nadie les estuviera viendo. Probamos por este orden: un vino blanco reserva del 2012 con 12 meses en barrica, un tinto crianza y un tinto reserva, todos buenos vinos de La Rioja. Pero antes de catar hay que abrir la botella y es un proceso que también tiene su buen hacer.

Cómo se abre una botella de vino
  • La cápsula metálica debe cortarse por abajo, no por el borde superior, para evitar que restos de virutas queden en la boca de la botella y pasen posteriormente a nuestra copa.
  • La botella de vino no se mueve mientras cortamos la cápsula o abrimos la botella. Se gira la navaja o el sacacorchos, pero no la botella, ya que podría remover el posible poso y enturbiar el vino.
  • El sacacorchos debe clavarse en el centro del corcho, una manera fácil de acertar en el centro es señalando con la punta la parte central, pero con el sacacorchos en horizontal, no en vertical. Se clava la punta centrada y después puedes “levantar” para clavar verticalmente.
  • El sacacorchos no se clava hasta el fondo del corcho para evitar que caigan virutas de material dentro del vino.
  • El corcho debe oler a vino o no tener ningún olor. Si te huele a otro producto ¡mal vamos!


Si alguna vez te preguntaste ¿qué mira la gente en una copa de vino?, ¿qué características se asimilan metiendo la nariz en la copa? o ¿a qué tiene que saber un buen vino? Pues quizás pueda responder a continuación a algunas de estas preguntas y por ese mismo orden. La cata de vino se compone de 3 pasos: vista, olfato y gusto. ¡Dentro cata!

1er paso. La vista en una cata de vinos


  • Coge la copa del tallo, pie o de la base, nunca del cáliz (la parte que contiene el vino).
  • Mira al vino inclinando la copa sobre una superficie blanca (si ves a alguien alzando la copa y mirando su interior en dirección a la ventana, sabrás que está chuleando). Cuidado con no derramar el vino.
  • En una buena cata te habrán puesto manteles blancos para facilitarte el trabajo.
  • Si el vino es blanco verás con la copa inclinada que la parte de arriba es casi transparente, pero que los bordes del vino ( ) son un paréntesis dorado. Cuanto más vivo sea ese color reflejado en los extremos, más viejo es el vino.
  • Si el vino es tinto hay que fijarse con la copa inclinada en la parte de arriba, donde hay menos líquido.

2º paso. El olfato en una cata de vinos


  • Existen unos 800 compuestos aromáticos distintos en el vino.
  • Olemos con los ojos. Identificamos el olor cuando vemos el objeto, por eso es tan difícil oler una esencia e identificarla.
  • Hay que meter toda la nariz dentro de la copa y respirar intensamente. Si huele a vino, vamos bastante bien.
  • Después de esta primera aproximación olfativa debemos mover la copa y volver a oler.
  • Una manera “segura” de hacerlo es con la copa sobre el mantel y dibujar círculos con la base. En “copa agitada” el vino tiende a oler más alcohol y desprende otros aromas diferentes a los de la “copa en reposo”.
  • Después de marear al vino, si soplas enérgicamente dentro de la copa 2 veces, los aromas desaparecen. Ésto último no hace falta que lo hagas siempre.
  • Si el vino huele a madera y puedes identificar que el olor se asemeja a los lapiceros de cuando éramos niños, puedes pegarte el farde y decir que la barrica donde estuvo el vino era de roble americano.

3er paso. El gusto en una cata de vinos


  • Saborear en el paladar una pequeña cantidad de vino.
  • Sorber el vino desde el interior de la boca como si fueran espaguetis, con cuidado de no atragantarse.
  • Notarás la acidez del vino en cuanto empieces a salivar.
  • Si hay alguien que esté interesado en tu conclusión puedes decir sin pestañear que es un “vino bien estructurado”, quedará muy elegante y nadie dudará que no tienes ni idea.

Pistas y consejos
  • Si sumerges el tapón de corcho en agua hirviendo se puede moldear para volver a tapar la botella de vino.
  • El color de la contra-etiqueta de una botella de vino indica el tipo (verde para vinos jóvenes, rojo para crianzas, granate para reservas y azul para vinos Gran Reserva).
  • Los crianzas se pueden beber inmediatamente, no hace falta oxigenarlos y son los mejores para “irse de vinos”.
  • Si decantas toda la botella de vino te la tienes que beber. Existen decantadores para poner en la boca de la botella y que oxigenan sólo el vino que se decanta.
  • Los reservas dejan un largo sabor en la boca.

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