Mostrando entradas con la etiqueta Japón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Japón. Mostrar todas las entradas

Hiroshima: Museo Memorial de la Paz de Hiroshima

Hiroshima

Museo Conmemorativo de la Paz

El Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima es uno de los museos que más me han impactado del mundo. La ciudad de Hiroshima se encuentra en la isla Shikoku, al sur de Japón. El país fue bombardeado durante la II Guerra Mundial -desde mayo hasta agosto- y el 6 de agosto de 1945 a las 8:15 se lanzó la primera bomba atómica sobre esta ciudad. En ese momento 129.558 personas murieron, fueron heridas o desaparecieron a causa del lanzamiento y más de 176.987 perdieron sus hogares; aproximadamente la mitad de la población de Hiroshima de aquella época. La explosión arrasó más de 10 km2 de terreno, cerca del 60 % de la superficie de la ciudad. Los que sobrevivieron sufrieron daños físicos y psicológicos el resto de su vida.

Hiroshima
La bomba atómica arrasó con el 60 % de la ciudad de Hiroshima

Con estos escalofriantes datos era con lo que yo contaba cuando visité el museo, pero lo que encontré en su interior fue aún más impresionante. El Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima reúne algunas de las pertenencias de las víctimas, testimonios reales, fotografías y enseres donde se puede ver el efecto del bombardeo atómico. Es normal ver a muchas personas recorrer las salas del museo con lágrimas en los ojos, ya que los elementos expuestos muestran el horror, el dolor y el sufrimiento de esta barbarie, pero también el deseo y la esperanza de que las armas nucleares algún día desaparezcan.

Hiroshima
Estado en el que quedó la Cámara de Comercio e Industria de Hiroshima

Nada más entrar al museo, las explicaciones nos sitúan en cómo era la ciudad de Hiroshima antes de la explosión y cómo quedó después. Varios paneles describen el desarrollo de la bomba atómica hasta su lanzamiento y se explican varios datos estremecedores, como por ejemplo, que la ciudad donde se iba a tirar la bomba atómica inicialmente, era otra, pero debido al mal tiempo, acabó lanzándose sobre Hiroshima. En la primera sala lo que más impresiona es un reloj parado a las 8:15, cuando la bomba cayó y el tiempo quedó parado ante tal masacre. La siguiente sala muestra los caminos para el desarme nuclear y el Sendero hacia la Paz, un conjunto de acciones que se están llevado a cabo hasta la fecha, y lo mucho que queda por hacer en el planeta, ya que aún existen 20.000 cabezas nucleares en la tierra.

Hiroshima
Sobre este infierno se levanta hoy el Museo Memorial de la Paz de Hiroshima

En la siguiente sala se expone una gran maqueta que muestra la amplia zona bombardeada de la ciudad de Hiroshima, para a continuación, mostrarnos la dura realidad de lo ocurrido. Lo que se va a ver en las siguientes salas no es fruto de la imaginación o de una película de terror, es real y ocurrió de verdad, para vergüenza de los responsables. Se puede ver la sombra de una persona sentada en unos escalones de piedra; el material quedó más claro a causa de la radiación, excepto el lugar donde se encontraba la persona sentada. 

Aunque muchas víctimas murieron en el acto a dos kilómetros a la redonda del hipocentro, los daños causados por la radiación afectó a muchas personas a lo largo de los diez años siguientes. Aunque no está permitido hacer fotografías en el interior del Museo Memorial de la Paz de Hiroshima, las explicaciones sobre la destrucción originados por los rayos caloríficos de la bomba cuando la temperatura subió hasta 5000ºC o la onda explosiva que aplastó los edificios con una furia equivalente a 15 toneladas por metro cuadrado, ponen los pelos de punta.

Hiroshima
En el Memorial de la Paz de Hiroshima se siguen dejando flores junto a una llama encendida

Objetos como uniformes quemados, fiambreras metálicas carbonizadas, vigas de hierro dobladas o paredes blancas manchadas por la lluvia negra que cayó media hora después de la explosión, acompañan los mensajes de los supervivientes. Todo ello son muestras que atestiguan la exasperación humana y el sinsentido de las guerras. Los dibujos hechos por los supervivientes de la bomba atómica o las narraciones grabadas expuestas en la sala, forman parte de la convicción de los habitantes de Hiroshima, que el ser humano no debe utilizar nunca más un arma nuclear.


Más información: Mapa de Hiroshima. El Museo Memorial de la Paz dispone de grabaciones de audio en diecisiete idiomas, entre ellos el español 300 ¥. Dirección: 1-2 Nakajima-cho, Naka-ku, Hiroshima 730-0811. Horario: diariamente del 1 de marzo hasta el 30 de noviembre de 8:30 a 18 h. Del 1 de diciembre al 28 de febrero de 8:30 a 17 h. Del 1 al 31 de agosto de 8:30 a 19 h. Cerrado del 29 de diciembre al 1 de enero. Entrada: 50 ¥. Web: Museo Memorial de la Paz de Hiroshima (Japón).

Los colores de un jardín japonés

Imaginaros mirar vuestro jardín y verlo distinto en cada estación del año.
El jardín japonés es de una belleza cambiante y colorida que no permanece igual por mucho tiempo.
Creados para ser contemplados desde todos los ángulos posibles, para que cada día se encuentre una perspectiva diferente.



Caminos de piedra, puentes de madera, riachuelos serpenteantes, estanques donde se reflejan flores y árboles; recortados en el aire que cambian de tonalidad con el paso de los meses. Nada que ver con el jardín zen, donde se sustituye el agua por arena y rocas. 
 

No importa las dimensiones de jardín que uno posea, los japoneses tienen la habilidad de crear un pequeño oasis de verdor en patios, balcones o entradas, para ello utilizan pequeñas fuentes, bonsáis o plantas en miniatura que transforman las calles en un bonito paseo. Lámparas de papel, cañas de bambú, linternas de piedra, se vuelven así objetos de belleza paisajística.


La variedad de árboles, arbustos, bambúes, flores, helechos y musgos son infinitas e invitan a la contemplación, al recogimiento. Pueden encontrarse en casas privadas, palacios, templos o lugares de interés cultural, el motivo; encontrar el equilibrio entre el Hombre, el Cielo y la Tierra.

Me gustaría intentar



Me gustaría intentar, a través de una fotografía, transmitir serenidad y paz de espíritu a aquellos que la necesitan.

Me gustaría que pudieras perderte por unos instantes en este paisaje y que tus penas, cansancio y desaliento se desvanecieran por completo.

Ahora, mira la imagen y respira profundamente, como si pudieras oler el agua, el viento y la roca.

Espero que vuelvas a tus quehaceres y obligaciones sin miedo, más fuerte y con una sonrisa.

Las Ventanas más bonitas "al Mundo"


Ventana de papel en Nara (Japón)

Cuando nos acercamos a una ventana, solemos buscar el paisaje exterior que nos promete descubrir algo detrás del cristal.

Ventana en Peratallada (Catalunya)


Apartamos las cortinas es un gesto enérgico y abrimos los sentidos para deleitarnos con la belleza que se esconde en ese mundo visible.

Talla Dogón en una casa de adobe (Mali)

A veces incluso la magia de la panorámica, nos hace abrir la ventana y respirar profundamente para impregnarnos de los aromas que nos ofrece unas vistas al mar, un campo de cultivo o un césped recién cortado.

Arquitectura típica de Saná (Yemen)


Pero, a menudo, el espectáculo, está en la ventana en sí misma, Ventanas al Infinito, es un recorrido por ese maravilloso mosaico de ojos abiertos que poseen los más dispares edificios.

Haveli en Fatehpur, Rajasthan (India)

Nuestros ojos quedaran gratamente complacidos cuando crucemos las miradas.



Mi regalo de Navidad


























Quiero un camino lleno de césped suave…para pisar sin zapatos….
Quiero un camino con árboles grandes, sólo en un lado….para poder sentarme a la sombra cuando haga mucho calor….
Quiero un camino que haga zigzag…con subidas y bajadas….
Quiero un camino por donde pase un río, uno, bien pequeño…..donde pueda refrescarme…
Quiero un camino lleno de flores, flores de colores...... en el lado del sol…
Quiero un camino lleno de musgo y helechos..... en el lado de la sombra….
Quiero un camino donde hayan viajeros…pocos…pero buenos…
Quiero un camino donde crezcan moras…manzanas…nueces…fresas…naranjas…
Quiero un camino que de tanto en tanto, recorra colinas, acantilados y…el mar.














Los viajes más populares