Saint-Béat-Lez y su circuito de esculturas de mármol al aire libre

Saint-Béat-Lez
“La légende de Pyrène” en la Place Victor Cazes

El mármol de las canteras de Saint-Béat-Lez, conocido desde antiguo como "Blancs des Pyrénées", ha desempeñado un papel importante en la historia de esta región francesa, situada a 20 km de Bagnères-de-Luchon (Te dejo un enlace con la ruta a pie por si quieres descubrir su arquitectura modernista).

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Detalle de la escultura “Garona” de Albert Vall Martínez (2007)

La hermosa piedra de Saint-Béat-Lez ha sido utilizada para embellecer edificios desde épocas antiguas y su importancia perdura hasta nuestros días. Un circuito de 15 esculturas al aire libre sirve para aproximarnos a la belleza y versatilidad de este preciado mármol. 

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“Era Maïr” frente a la Maison du Consul

El circuito de esculturas de Saint-Béat-Lez es un entretenido paseo que permite a los visitantes explorar y apreciar una amplia variedad de obras de arte creadas por diversos artistas. Estas esculturas están ubicadas en diferentes puntos de la población, lo que invita a los visitantes a recorrer sus calles y descubrir bellos rincones. 

Circuito de esculturas de Saint-Béat-Lez


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“Garona” en la Place Victor Cazes

Situada en la Place Victor Cazes la representación del río "Garona" es una hermosa mujer que se abre paso entre la roca. Es obra del escultor catalán Albert Vall Martínez. Frente a ella se encuentra "La légende de Pyrène" obra del escultor checo Miroslav Kopecky

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Detalle de la escultura “La légende de Pyrène” de Miroslav Kopecky (2010)

La escultura realizada en un bloque de mármol de diez toneladas, recuerda la antigua leyenda de Hércules y Pyrène. Después de vivir un amor apasionado, desafortunadamente terminó en tragedia cuando Pyrène fue atacada por una manada de lobos. Devastado por el dolor, Hércules cubrió el cuerpo sin vida de su amada con tantas piedras que finalmente se formaron las majestuosas montañas conocidas hoy como los Pirineos.

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“Marbre de vie” de Serge Sallan (2003)

Cruzamos el puente sobre el río Garona para admirar el "Marbre de vie" del escultor francés Serge Sallan. La obra está cincelada en mármol azul de Saint-Béat, llamado mármol de Turquin. Este bello rostro fue una de las primeras esculturas contemporáneas erigidas en Saint-Béat-Lez. El huevo que puede verse en la parte superior representa el nacimiento y la vida.

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“La Vierge” de Harutyun Yekmalyan (2009)

Continuamos caminando en dirección a la Iglesia de Saint-Béat donde encontramos "La Vierge" del escultor armenio Harutyun Yekmalyan. Esta conmovedora representación de la Virgen María, nos recuerda a las muñecas rusas. Continuamos paralelos al Garona hasta encontrar "Lien de mémoire" del escultor holandés Rob Kirkels. El artista eligió la representación de un burro vinculado al antiguo molino de grano cercano.

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“Méditation” de Sang Sug Kim (2017)

"Méditation" del escultor surcoreano Sang Sug Kim está realizada en el más puro mármol de Saint-Béat. La figura femenina representa el sueño humano, el amor, la paz y el futuro. Al final de la Rue de la Tignerie encontramos la escultura abstracta "Monolithe" de la escultora holandesa Karin Van Ommeren que representa las curvas de las carreteras de montaña. 

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“Les Loups” de Marion Rivière (2006)

Cruzamos la Rue de la Brèche Romaine hasta la otra orilla del Garona, aquí se encuentra "Les Loups" de la escultora Marion Rivière, una obra que captura la majestuosidad y la fuerza de los lobos, animales que fueron el primer emblema de Saint-Béat

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“Couple” de Christian Jacques (2000)

En la Place Sainte Anne se encuentra la escultura en mármol azul de Saint-Béat "Couple" del escultor francés Christian Jacques. Esta especie de tótem, que recuerda el arte primitivo, expresa las contradicciones emocionales y sensuales de la relación entre dos personas.

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“L’ours” de Jean-Jacques Abdallah

Al final de la Rue de la Gerie encontramos dos esculturas; "Brandon" de Laurence Bessas, en homenaje a los fuegos de San Juan en Saint-Bertrand-de-Comminges, y "L’ours" de Jean-Jacques Abdallah. El oso es una de las representaciones más frecuente en los Altos Pirineos y al escultor le gusta dejar una parte de sus bloques de mármol, como si su obra intentara liberarse de la piedra.

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“Era Maïr” de Gloria Corona (2008)

En el corazón de Saint-Béat, encontramos una monumental escultura de mármol negro titulada "Era Mair", creada por la escultora aranesa Gloria Corona. La obra está situada frente a la Maison du Consul donde se inspiraría Edmond Rostand para el tercer acto de Roxane. La escultura encarna la belleza y la fuerza de la mujer pirenaica.

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Passus Lupi de Serge Sallan y Robert Lamoureux (2003)

El mármol utilizado en estas esculturas proviene de las canteras de Saint-Béat, donde se ha extraído durante siglos. La historia de la extracción de mármol en esta región se remonta a la época romana y ha continuado a lo largo de los siglos.

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“Lien de mémoire” de Rob Kirkels (2011)

Los romanos y los visigodos fueron algunos de los primeros en aprovechar el mármol de Saint-Béat, utilizándolo en la construcción de villas y otros edificios. A lo largo de la Edad Media, el mármol de Saint-Béat fue muy valorado y se utilizó en la creación de columnas y esculturas en iglesias y claustros de la región. 

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De las canteras de Saint-Béat-Lez se extrae el mármol para el Festival de Esculturas

La calidad y belleza del mármol de Saint-Béat han llevado a su uso en importantes obras arquitectónicas en toda Francia. Desde las columnas del cercano convento de Saint-Bertrand-de-Comminges (Te dejo un enlace con la ruta a pie por si quieres descubrir su arquitectura medieval) hasta las estatuas y fuentes del famoso parque de Versalles, el mármol de Saint-Béat ha dejado una huella duradera en el patrimonio del país. 

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“Monolithe” de Karin Van Ommeren

Además de su importancia histórica y cultural, Saint-Béat-Lez acoge anualmente durante el mes de julio el Festival del Mármol y la Escultura, que transforma las calles de la población en un museo al aire libre. Durante tres semanas, el festival ofrece una amplia variedad de actividades, incluyendo exhibiciones, talleres de escultura y simposios donde los artistas trabajan en público, creando obras de arte a partir de bloques de mármol sin procesar.


Si quieres trasladarte sensorialmente a Saint-Béat te dejo escuchando el ambiente de trabajo de estos apasionados artesanos del mármol.

Toda la información generada en redes sociales durante mi viaje a Saint-Béat-Lez puede consultarse a través del hashtag #TourismeHG

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