Dos tercios de los edificios provienen de aldeas cercanas |
Este sistema arquitectónico creó la identidad de las Landas de Gascuña |
Hace 150 años, esta región estaba habitada por pastores y agricultores que vivían en completa armonía con la naturaleza que los rodeaba. Marquèze es un testimonio de la estrecha relación que existía entre esta sociedad y su entorno, con implicaciones económicas, culturales y sociales. Una de las particularidades más destacadas de Marquèze es su enfoque en la reconstrucción histórica. Los visitantes pueden explorar libremente las casas y graneros a su propio ritmo. No te olvides visitar la zona del molino y el estanque de pesca, y de conocer a los lugareños vestidos con trajes de la época.
Desde la Estación de Sabres parte el tren con destino al Ecomusée de Marquèze |
El acceso a Marquèze es parte de la aventura, ya que solo se puede llegar en el tren del ecomuseo. Este tren centenario te lleva a través del exuberante bosque de las Landes hasta la aldea de Marquèze, donde se han recreado los edificios utilizando el catastro elaborado por Napoleón III en 1836 como referencia, pero también se han recreado los paisajes, campos, bosques de resina y molinos, para dar vida a una típica aldea landesa del siglo XIX. Aquí, te toparás con ovejas landesas, cultivos de cereales antiguos, huertos y descubrirás una colección de utensilios y muebles antiguos en las casas.
Mapa del Ecomusée de Marquèze |
Las ovejas, pavos y patos campan a sus anchas durante el día hasta que son recogidos al caer la tarde. El Ecomusée de Marquèze dispone de un folleto general en español con explicaciones y un mapa que te ayudará a localizar todos los puntos de interés, desde los diferentes edificios y sus usos, hasta las demostraciones de oficios y los animadores vestidos de época. Además, en el interior de cada casa también encontrarás explicaciones en varios idiomas, entre ellos el español.
Estación de tren de Sabres
Desde aquí, los trenes parten
rumbo al Ecomusée de Marquèze. Justo en frente del andén de la antigua estación
de Sabres, se encuentra "El
Pavillon", un espacio
expositivo que alberga exposiciones tanto permanentes como temporales,
diseñadas especialmente para el disfrute del público infantil. La exposición
permanente nos lleva a través de los últimos 150 años de transformación, desde
los páramos de las Landas hasta convertirse en el bosque cultivado más grande
de Europa. Atención porque el Pavillon cierra sus puertas a las 18 h.
¡Pasajeros al tren!
El viaje a una típica aldea landesa del siglo XIX comienza al subir en el tren histórico |
El tren del ecomuseo es la única vía de acceso a la pintoresca aldea de Marquèze. Sigue la ruta de una antigua línea ferroviaria "económica" que se utilizó para transportar pasajeros, resineros y mercancías, en particular madera de pino entre Sabres, Labouheyre y Mimizan, desde 1889 hasta la década de 1960. Este tren conecta la estación de Sabres, donde actualmente se encuentra la recepción y la tienda del ecomuseo, con el Ecomusée de Marquèze.
Interior de uno de los vagones del tren del Ecomusée de Marquèze |
Sus característicos vagones verdes, considerados monumentos históricos, provienen del Hérault y fueron construidos entre 1903 y 1913 para la línea de Palavas-les-Flots a Montpellier. Pueden transportar a 37 personas sentadas en sus bancos de madera y a 20 personas de pie. Éste es también, en gran parte, el éxito de esta iniciativa. Desde hace 40 años, el tren transporta a unos 100.000 visitantes anuales a este lugar de memoria. El trayecto en tren de 4 km a través del bosque tiene una duración de 10 minutos.
La Maison de Giraute
Es un ejemplo notable de la arquitectura tradicional landesa |
La encantadora casa Malichecq, rescatada del barrio de Guirotte de Sabres en 2008 y montada en el Ecomusée de Marquèze en 2011, representa una de las viviendas tradicionales más antiguas que se conservan en las Landes. Según los estudios de los postes de madera, se remonta al siglo XII. Esta joya arquitectónica es un claro ejemplo de los métodos constructivos tradicionales, y se han añadido extensiones a los lados para ilustrar cómo se realizaban las construcciones utilizando materiales como el barro, la cuerda y la paja.
Espacio expositivo en el granero
Esta antigua majada ha sido
transformada en un espacio dedicado a la exhibición de la sociedad tradicional
de las Landes y las antiguas actividades domésticas. Basada en una economía
agropastoral, en sus vitrinas se explica la
importancia de aprovechar al máximo los recursos que la tierra ofrecía.
Desde los alimentos y la forma de adquirirlos y conservarlos, hasta el importante
oficio de resinero, incluso se puede ver una colmena viva de abejas negras para la producción de miel.
La Bergerie de l’Airial
Este antiguo refugio invernal para
el rebaño de ovejas es un ejemplo
emblemático de majada landesa. Su tejado inclinado se diseñó para brindar
protección contra los fuertes vientos y la lluvia. Alrededor de las 17:45 h se
puede ver una emocionante demostración técnica de la conducción de un rebaño de ovejas, con la guía experta de su perro
pastor.
L'Airial
El término "airial" se
emplea en las Landes para describir un espacio
habitacional tradicional con terrenos bien drenados, próximos a un curso de
agua y rodeado de árboles. Estas áreas solían utilizarse tradicionalmente como pastizales para el ganado o para secar la madera.
En el Ecomusée de Marquèze, el airial te sumergirá en el pasado y te llevará de
vuelta a las Landes del siglo XIX. Aquí, encontrarás casas amuebladas de manera tradicional y tendrás la oportunidad de
participar en diversas actividades y demostraciones que te ayudarán a
comprender la vida de esa época en esta región.
La Maison de Marquèze: la casa del propietario
Esta casa fue restaurada a partir de 1968 |
Esta casa de madera, que sirvió como residencia del terrateniente o propietario de la aldea, presenta un impresionante entramado de vigas y un porche que simboliza la prosperidad del dueño. Sobre el dintel de la puerta de entrada, se puede apreciar el año de su construcción, 1824 y desde entonces ha permanecido en su ubicación original.
Comedor de la Maison de Marquèze |
En una de las habitaciones,
adyacente a la cocina, una grabación
sonora narra la historia de la muerte
del propietario y los rituales de
duelo asociados, como el cubrimiento de los espejos con paños negros para
evitar que el alma del difunto quede atrapada en ellos. Entre aproximadamente
las 13:30 y las 15:00, tendrás la oportunidad de encontrarte con la
"Daoune", la Señora de la Casa, y entre las 16:45 y las 17:45, podrás
presenciar una demostración de
fabricación de sombreros y felpudos.
Poulailler perché: gallinero elevado
Los gallineros elevados cumplían
una función crucial al proteger a las
gallinas de su principal depredador, el zorro. Cada noche, todas las
gallinas se refugiaban en estas estructuras elevadas para resguardarse de
posibles ataques. Las rendijas entre las maderas posibilitaban la recolección
de sus excrementos, que luego se aprovechaban como valioso abono para enriquecer los huertos y jardines.
Le Four à pain: el horno de pan
Las mujeres de la comunidad se
encargaban de elaborar y hornear pan de
centeno para sus familias. Se estima que la ración diaria por persona era
de aproximadamente un kilogramo de pan. En el Ecomusée de Marquèze, el horno de leña está plenamente operativo,
y es posible adquirir pan de pueblo,
pan de centeno y pastis landais (una especie de
magdalena gigante de brioche que tradicionalmente se consumía como postre,
aunque en tu visita se puede convertir en una deliciosa merienda).
L’Estanquet
L’Estanquet ofrece la posibilidad de comer sin salir del Ecomusée de Marquèze |
En el Ecomusée de Marquèze dispones de diversos espacios para disfrutar a la hora de la comida. Puedes optar por el restaurante climatizado, La Table de Marquèze, o puedes comer bajo la sombra de los robles en L’Estanquet, una especie de taberna que solía encontrarse en las aldeas alejadas de los pueblos. Aquí se sirven comidas entre las 12 y las 14 h, y snacks entre 14 y 18 h.
Área de pícnic del Ecomusée de Marquèze |
Además, cerca de la estación del Ecomusée de Marquèze, encontrarás un área de pícnic equipada con mesas y bancos de madera bajo la sombra de los árboles. O si lo prefieres, también tienes la opción de visitar un quiosco de comida para llevar, donde sirven bebidas frías y calientes, y especialidades landesas, solo durante los meses de julio y agosto.
La Maison des Métayers: La casa de los aparceros
En el contexto histórico y
agrícola, los "métayers" o "aparceros" eran agricultores
que trabajaban la tierra de otra persona, generalmente un terrateniente o
propietario de la finca. A cambio de su trabajo en el cultivo de la tierra, los aparceros recibían una parte de la
cosecha o de los productos obtenidos.
Uno de los dormitorios de la casa de los aparceros |
La casa ubicada en el Ecomusée de Marquèze muestra las diferentes estancias, que eran más modestas en comparación con las del propietario de la finca, que hemos visto anteriormente. Un sistema de audio en francés, con sensores de presencia, te sumerge en diversas escenas de la vida cotidiana en el airial, haciendo que parezca que estás presenciando el momento en tiempo real. En esta casa, se celebra el nacimiento de un bebé y cuentan varias etapas de su vida.
La Charreterie
Espacio destinado a almacenar carros, arados, carros y maquinaria agrícola |
La Charreterie es un espacio o edificio utilizado para guardar o exhibir carros o carretas, tirados por caballos. La palabra "charreterie" proviene de "charrette", que significa "carro" en francés. La estructura que podemos ver en el Ecomusée de Marquèze pertenece a una antigua majada que ha sido adaptada para albergar y proteger las carretas.
Bugadèr
Se puede ver a un artesano hacer jabón en el Bugadèr |
"Bugadèr" es una palabra en occitano que hace referencia a la persona dedicada a la labor de lavar la ropa, es decir, una lavandera o lavandero. Esta ocupación implicaba el lavado y limpieza manual de la ropa, a menudo realizado en ríos o fuentes locales. Curiosamente, la expresión “à la bugada”, de origen gascon, con raíces germánicas, se utilizaba para designar el “día de lavandería”. En catalán, se utiliza “Fer la bugada” para describir “Hacer la colada” y “Bugadera” para referirse a la mujer que se dedica al lavado de la ropa, es decir, una lavandera.
Loge du cochon: la porqueriza o pocilga de los cerdos
Al igual que en muchas otras
regiones, en las sociedades agrícolas de las Landes, cada familia criaba cerdos con el propósito de obtener carne, jamones,
salchichas y tocino. Las razas más comunes eran el cerdo de raza vasca, de
pelaje rosado y negro, y el cerdo de raza gascona, de color completamente
negro. Estos cerdos se alimentaban principalmente con salvado procedente del
molino, verduras, bellotas y restos de alimentos domésticos. Aproximadamente a
las 14:30 h, en la “Loge du cochon” se lleva a cabo una demostración que dura
45 minutos sobre el cuidado de los
cerdos.
El antiguo oficio de resinero
Los pinos de las Landes fueron explotados por su resina |
En nuestro camino hacia el río y la zona del molino, encontramos vestigios del antiguo oficio de resinero. Durante décadas, los pinos de las Landes fueron explotados por su resina. La recolección de la resina comenzaba cuando el tronco del árbol medía, a 1’30 m del suelo, alrededor de un metro de circunferencia y tenía entre 25 y 30 años de edad. Se realizaba una primera incisión de abajo hacia arriba en la parte oriental del tronco, y esto se repetía durante cuatro años, durante toda la temporada, desde marzo hasta octubre. Cuando los árboles alcanzaban entre 70 y 80 años, se realizaba la resinación final, que consistía en hacer incisiones de lado a lado en todo el tronco, conocida como "resinado a muerte".
El molino
El molino del Ecomusée de
Marquèze se encuentra asentado sobre pilotes en el lecho del río y cuenta con dos robustos juegos de muelas de piedra,
uno para moler centeno y otro para la molienda del maíz. Debido a la leve
pendiente del terreno, el agua fluye hacia una
rueda horizontal que hace girar las muelas. Con los residuos resultantes de
la molienda, el molinero alimentaba a los peces de su pequeño estanque de retención, que albergaba
lucios, truchas, anguilas y otras especies.
El molinero pone en marcha el molino todas las tardes |
Este antiguo molino de agua, originario de la cercana localidad de Geloux, fue trasladado y meticulosamente reconstruido en Marquèze en 1973, devolviendo así a la vida, a uno de los ocho molinos que, a principios del siglo XIX, salpicaban las orillas del pequeño afluente del Eyre, el Escamat. Puedes observar al molinero en acción, desde las 14 hasta las 17:45 horas.
La Maison du Meunier: la casa del molinero
La encantadora vivienda del molinero proviene del
barrio de Trescasses, en una zona llamada Maguide, ubicada en la localidad de Vert.
Fue trasladada al Ecomusée de Marquèze y reconstruida en 1976, y a finales de
2021, se llevó a cabo una restauración del tejado y la estructura de madera. Al
explorar su interior, descubrirás la fecha original de su construcción: 1839.
Uno de los dormitorios de la casa del molinero |
Dada la ubicación del molino, el molinero vivía apartado del resto de la comunidad. Su oficio, altamente lucrativo, lo distinguía de los campesinos y su riqueza le otorgaba un estatus privilegiado, casi elitista. El molinero era la única persona capacitada para procesar el grano y convertirlo en pan, ya que poseía el monopolio de la herramienta esencial para dicha tarea: el molino. Al escuchar los audios dentro de la casa, podrás sumergirte en la celebración de una boda, una de las muchas escenas históricas que se representan de forma sonora en este fascinante lugar.
Le Jardin des simples: un huerto medicinal
En los jardines medievales, “simples” era el nombre dado a las plantas medicinales |
Justo al lado de la casa del molinero, puede verse un jardín lleno de plantas que se utilizaban con fines curativos, para teñir telas o en la cocina. Este jardín recuerda al que cultivaban las mujeres alrededor del huerto de verduras, con plantas medicinales. El conocimiento sobre las propiedades curativas de estas plantas y sus beneficios para la salud se transmitía principalmente a través de los pastores que recorrían la región de las Landes.
Más información: Ecomusée de Marquèze. Dirección: Route de la Gare, 40630 Sabres. Teléfono: + 33 524 733 740. Se realizan visitas guiadas gratuitas de 1 hora, desde la recepción de Marquèze. Entrada de un día: Adultos 14 €. Entre 4 y 18 años 9’5 €. Entradas reducidas para familias. Incluye el acceso a la aldea, los trayectos en tren, el acceso a las exposiciones, la participación en los talleres y juegos. Horario: Abierto del 1 de abril al 1 de octubre. Horarios de tren: hay salidas y retornos en tren cada 40 minutos, desde las 10 hasta las 18 h que regresa el último tren. Se recomienda consultar los horarios de tren en la Estación de Sabres, en la Estación de Marquèze o en su página web por si hubiera alguna modificación. Aparcamiento gratuito frente a la Estación de Sabres. Web: Ecomusée de Marquèze.
Toda la información generada en
redes sociales durante mi viaje al Ecomusée de Marquèze puede consultarse a
través de los hashtags #Landes y #LesLandes.