La rendición de Granada
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Muhammad I fundó en el año 1238 una nueva dinastía; la Dinastía Nazarí que construiría la ciudad más hermosa de la Península Ibérica. El último reino musulmán de Occidente en Europa duraría hasta el año 1492, dejando para la posteridad uno de los monumentos más bellos del mundo: la Alhambra de Granada. Es el legado musulmán más apreciado de la arquitectura islámica en Europa y una de las joyas más exquisitas del arte nazarí.
La Alhambra de Granada
está situada sobre una colina llamada Sabika que ya desde
época romana había sido habitada y de la que destacaba la riqueza
de agua y una particular tierra arcillosa de
color rojo. Dicen que la tonalidad de la tierra
pudo dar nombre al conjunto: al-Qala al-Hamra
que significa “Fortaleza Roja”, pero hay quien dice que el nombre
le viene de las antorchas y fogatas
encendidas por la noche, para seguir trabajando en su
construcción. La generosidad de la tierra y la abundancia de agua
aseguró cosechas, frutales, huertas y jardines. Y después de tantos
siglos, así sigue Sabika, cubierta de castaños de Indias, plátanos,
álamos, olmos y avellanos. Es cierto que desde esta colina se domina
completamente el Valle del río
Darro; un lugar ideal para edificar una ciudadela
inexpugnable, pero de no haber sido por la abundancia de agua, la
Alhambra seguramente no se hubiera construido aquí.
La Alhambra es el
monumento más visitado de España, una mezcla de ciudad palaciega y
fortaleza. Tras sus austeros muros se esconden una Alcazaba,
varios Palacios de las Mil y Una Noches, una Medina y
los exuberantes Jardines del Generalife
que con sus fuentes, saturan de frescor y sensualidad todos los
sentidos. Si querían construir un edén en la tierra, este fue el
lugar elegido para hacerlo posible. Si se llega hasta la
Alhambra de Granada por la Cuesta de Gomérez,
la primera puerta que encontramos es la Puerta de
las Granadas obra de 1536 del arquitecto
Pedro Machuca. Destacan sus tres arcos
en cuyo frontón figuran tres granadas abiertas. En el tímpano
se encuentra el escudo de Carlos V
enmarcado por las figuras de la Paz y la Abundancia.
Ante nosotros tenemos
varios caminos sombreados por una alameda, tomamos el que queda en el
margen izquierdo que lleva hasta la Puerta de
la Justicia. Fue construida en 1348 por
orden de Yusuf I (1318-1354) y es la entrada
más habitual de la Alhambra. Recibe su
nombre porque bajo su gran arco de herradura,
un tribunal juzgaba los asuntos de la población. En el centro puede
verse el relieve grabado en mármol de una mano,
que muestra los 5 preceptos del Corán: la creencia en un único
Dios, cinco oraciones al día, la limosna, el ayuno y la
peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida. Sobre el
segundo arco puede verse el relieve de una llave,
sobre estos símbolos de la fe islámica los Reyes
Católicos mandaron colocar una hornacina con la Virgen
y el Niño. Una leyenda dice
que el día que la llave del arco interior de la Puerta de la
Justicia y la mano de su arco exterior se unan, es decir, si la
puerta se destruye, será por que ha llegado el fin del mundo.
¡Cuidaoooo!
Tras pasar la Puerta de
la Justicia encontramos la Puerta del Vino
que servía de acceso a la Medina. Conserva dos arcos
laboriosamente cincelados con decoración de azulejos y dos
bancos donde se apostaba la guardia que controlaba el acceso a
la Alhambra. Un arco de herradura conduce a la Alcazaba; la
parte más antigua de la Alhambra. Lo mejor es la impresionante vista
panorámica de Granada que se obtiene desde la Alcazaba. Aquí
se alojaba la guarnición militar encargada de proteger al Emir
y defender el conjunto palaciego de la Alhambra. Fue construida en el
año 1238 por orden de Muhammad I con un triple
cerco de murallas reforzadas
originariamente por 24 torres.
En dirección a los
palacios de la Alhambra se encuentra el Palacio de
Carlos V que fue construido en el año 1526
por el arquitecto Pedro Machuca en estilo
renacentista. La fachada mide 63 metros de ancho por 17 metros de
alto. El primer cuerpo es de estilo toscano con sillares
almohadillados, el segundo posee elementos de decoración
de estilo barroco. Destaca su patio cuadrado en el exterior y
circular en su interior. Una doble galería con
32 columnas, dóricas en el primer piso y jónicas en el segundo,
recorren sus 31 metros de diámetro. El piso superior luce un
artesonado de madera de 1957. Vigila la hora que tienes
asignada la entrada a los Palacios de la Alhambra y si vas justo de
tiempo, deja la visita al Palacio de Carlos V y al Museo de la
Alhambra para después.
Loreena
Mckennitt hizo un espectacular concierto en el Palacio de
Carlos V. Te dejo una muestra para ir abriendo boca.
Qué no te debes perder en los Palacios Nazaríes de la Alhambra
Tras pasar el punto de
control de entrada se llega a la Sala del
Mexuar o Salón de Justicia; es la sala más antigua de la
Alhambra y fue reedificada por Yusuf I. Era la
sede del gran tribunal de justicia del reino, donde se trataban los
asuntos de gobierno. Tenía una cámara elevada cerrada por celosías
donde se sentaba el Sultán a
escuchar sin ser visto. Destacan los capiteles de sus 4 finas
columnas de mármol que sostienen una hermosa decoración
cincelada. En las paredes pueden verse varios zócalos
de cerámica con dibujos geométricos de vivos colores de época
nazarí que conviven con un friso epigráfico de yesería que
artesanos moriscos cincelaron con la frase: “El
reino es de Dios.
La Grandeza es de
Dios. La Gloria es
de Dios”.
Las ventanas laterales permiten ver el Patio de Machuca, al que no se puede acceder en la visita. Destaca una alberca situada en el centro con los bordes lobulados. Al fondo de la Sala del Mexuar se encuentra el Oratorio del Mexuar; una pequeña estancia convertida en la actualidad en un mirador con maravillosas vistas al Albaicín y al río Darro. Continuamos nuestra visita y salimos al hermoso Patio del Mexuar o Patio del Cuarto Dorado, un pequeño patio presidido por una fuente en el centro y una sala a la izquierda que recibe el nombre del Cuarto Dorado ¡un rincón maravilloso! que conserva el artesonado original realizado en madera de cedro con decoración de piñas y conchas en estilo mudéjar, exquisitamente tallado.
Artesonado del Cuarto Dorado
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Las ventanas laterales permiten ver el Patio de Machuca, al que no se puede acceder en la visita. Destaca una alberca situada en el centro con los bordes lobulados. Al fondo de la Sala del Mexuar se encuentra el Oratorio del Mexuar; una pequeña estancia convertida en la actualidad en un mirador con maravillosas vistas al Albaicín y al río Darro. Continuamos nuestra visita y salimos al hermoso Patio del Mexuar o Patio del Cuarto Dorado, un pequeño patio presidido por una fuente en el centro y una sala a la izquierda que recibe el nombre del Cuarto Dorado ¡un rincón maravilloso! que conserva el artesonado original realizado en madera de cedro con decoración de piñas y conchas en estilo mudéjar, exquisitamente tallado.
La Fachada de
Comares está presidida por dos portadas rectangulares
bordeadas de una cenefa cerámica, es la entrada al Palacio
de Comares. El Palacio de Comares se
construyó en el siglo XIV por orden de Yusuf I
y por su hijo Muhammad V (1362-1391). Destaca la
increíble belleza del Patio
de
los
Arrayanes y el Salón
de
Embajadores ubicado
en el interior de la Torre de Comares.
Cuando llegues al Patio de los
Arrayanes, cierra los ojos y nota la cálida luz en tu
piel, el sonido del agua y el aroma perfumado del aire.
El Salón de Embajadores es el antiguo Salón del Trono que contiene una espectacular decoración de yeserías en sus paredes, con dibujos geométricos y vegetales que son extraordinariamente hermosos y un zócalo de cerámica vidriada. Destaca el artesonado del techo y la magnífica cúpula tallada en madera, que está considerada una obra cumbre de la carpintería nazarí. Dicen que reflejadas en sus 8.500 piezas de madera de cedro están los 7 paraísos musulmanes, adornados con estrellas y lunas pintadas de blanco. Su visita es imprescindible.
Salón de Embajadores
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El Salón de Embajadores es el antiguo Salón del Trono que contiene una espectacular decoración de yeserías en sus paredes, con dibujos geométricos y vegetales que son extraordinariamente hermosos y un zócalo de cerámica vidriada. Destaca el artesonado del techo y la magnífica cúpula tallada en madera, que está considerada una obra cumbre de la carpintería nazarí. Dicen que reflejadas en sus 8.500 piezas de madera de cedro están los 7 paraísos musulmanes, adornados con estrellas y lunas pintadas de blanco. Su visita es imprescindible.
El Patio de
los Leones es otro de los lugares más
destacados de la Alhambra de Granada. Fue construido en 1377 por
orden de Muhammad V. Es de planta rectangular y
se utilizaba como zona de encuentro y de paso entre los diferentes
aposentos y dependencias del Palacio de los Leones. El patio queda
rodeado por una hermosa galería arqueada sostenida por 124
columnas de mármol blanco. Alrededor se encuentran las
alcobas y dependencias privadas del Sultán y sus esposas. De
cada sala fluye un arroyo que va al centro donde se encuentra
la fuente de “Los cuatro ríos del paraíso”. Los dos pabellones
cubiertos a modo de templetes de los lados rinden homenaje a las
tiendas de campaña de los beduinos. Los pabellones están bellamente
decorados con arcos de mocárabes y hermosas cúpulasde madera. ¡No te olvides de mirar hacia arriba! La Fuente de
los Leones, situada en el centro, es del siglo
XI de época zirí. Presenta 12 leones de mármol
blanco dispuestos en rueda y que sostienen la fuente central. Se cree
que representan a las 12 tribus de Israel. Dos de ellos tienen un
triángulo en la frente que indicaría las 2 tribus elegidas: Judá
y Leví.
La Sala de
los Abencerrajes es otra de las estancias
imprescindibles que se deben visitar en la Alhambra. Cuenta una
leyenda que la familia noble llamada Abencerrajes tenía como
rival político a la familia Zegríes, los cuales decidieron
acabar con sus oponentes mediante una conspiración. Así que se
inventaron una relación amorosa entre la sultana y un Abencerrajes.
El Sultán Muhammad IX cegado por los celos y la
ira organizó una fiesta en esta sala e hizo decapitar uno a uno a
los 36 miembros de la tribu de los Abencerrajes. Se dice que
el color rojizo que aún hoy día se puede contemplar en el suelo se
debe a las manchas de sangre de los caballeros asesinados. Leyendas
aparte, las paredes de la Sala de los Abencerrajes están ricamente
decoradas en estuco de yesería policromada.
Luce un hermoso zócalo de azulejos del siglo XVI procedentes
de Sevilla. La impresionante cúpula está decorada con
bellísimos mocárabes sobre un tambor estrellado que relucen
gracias a la luz procedente del exterior.
La Sala de los Reyes ocupa todo el lado oriental del patio y es la sala más larga del Harén. Su decoración es espectacular, está dividida en tres estancias iguales cubiertas con techos de madera y cúpulas de mocárabes. En la bóveda central están representados los 10 primeros sultanes de la dinastía nazarí de Granada y en las bóvedas laterales están representados caballeros y damas de la corte del Reino cristiano.
La decoración de la Alhambra de Granada es fascinante |
La Sala de los Reyes ocupa todo el lado oriental del patio y es la sala más larga del Harén. Su decoración es espectacular, está dividida en tres estancias iguales cubiertas con techos de madera y cúpulas de mocárabes. En la bóveda central están representados los 10 primeros sultanes de la dinastía nazarí de Granada y en las bóvedas laterales están representados caballeros y damas de la corte del Reino cristiano.
La Sala de
las Dos Hermanas hace
referencia a las dos losas de mármol blanco de estuco policromado
que hay en el suelo, a ambos lados de la fuente central. Destaca la
maravillosa cúpula de mocárabes, los delicados azulejos
y las ricas yeserías que por doquier inundan esta sala.
El Baño Real o el Hamman
es la joya de una casa árabe; una obligación religiosa de todo
musulmán. En la Alhambra hubieron varios baños, pero el más
importante es el que se construyó durante el sultanato de Yusuf
I. La distribución es una copia de las termas romanas,
pero en estilo árabe. Hay 3 salas principales: la primera es la Sala
de las Camas o apoditerium;
utilizada para cambiarse de ropa y descansar. La de la Alhambra
destaca por sus delicadas yeserías e inscripciones de
versos del poeta Ibn al-Yayyab. En la galería
alta había músicos y cantores que amenizaban la espera del Sultán
y sus invitados. La segunda sala era la Cámara de
Vapor, una sala más pequeña con conductos subterráneos
que calentaban el mármol y el ambiente. Las bóvedas están abiertas
con tragaluces en forma de estrella que en su día estaban cubiertos
parcialmente con cristales de colores, de manera que pudiese salir el
vapor y entrar aire fresco. La tercera sala era la Sala de
los Baños donde se situaban dos bañeras de
distinto tamaño; una con agua fría y la otra con agua caliente.
Los Jardines
del Partal son los jardines más antiguos de
la Alhambra y discurren paralelos a la muralla y descienden en
terrazas. Los espacios ajardinados del Partal rodean una gran alberca
en la que se refleja la galería porticada del Palacio del
Partal que destaca por su magnífico pórtico artesonado
y la Torre de las Damas
de principios del siglo XIV.
Por último hay que
encaminar los pasos al Palacio del
Generalife, situado al noroeste de la Alhambra, a más de
un kilómetro. El Palacio del Generalife fue construido por orden del
segundo Sultán de la dinastía nazarí; Muhammad II
(1273-1302) y reformado en tiempos de Ismail I
en el año 1319, como residencia veraniega para los sultanes y su
familia. Esta villa de recreo era un lugar paradisíaco donde escapar
de las preocupaciones palaciegas y donde se buscaba tranquilidad y
disfrutar de la exuberancia de sus jardines. El edificio principal
está formado por dos pabellones unidos por una galería
sostenida por columnas con ricos capiteles.
Los Jardines
del Generalife “genna al-arif”
o Jardín del Arquitecto era un vergel de huertas. Una
sucesión de diferentes patios con estanques,
pabellones y parterres de rosales, setos de arrayanes,
plantas ornamentales como el laurel, la hiedra o jazmines, así como
naranjos y granados nutren hoy de aroma y color el ambiente. En su
día fue un hermoso jardín persa que invitaba a
la meditación y que hacía referencia al Jardín del Paraíso.
Destaca un pórtico
nazarí de 5 arcos que da acceso al Salón Regio
que conserva una maravillosa decoración en yesería que no
hay que perderse. Conserva una magnífica cubierta de
madera, sustentada por un friso de
mocárabes que rodea todo el perímetro. En el Patio del
Ciprés de la Sultana hay un jardín y una alberca en forma de
U. Sus más de 30 surtidores tienen un papel fundamental en los
jardines ya que envuelven en el susurro del agua, la fragancia de las
flores. Al Jardín Alto del
Generalife se accede por la caprichosa Escalera
del Agua, está repleto de setos de
arrayanes, estanques, fuentes y viejos cipreses que ofrecen una
agradable sombra en verano. Posee una de las panorámicas más
destacadas del conjunto de la Alhambra.
La Alhambra de Granada y
los Jardines del Generalife fueron declarados Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 1984.
Más
información: Dirección: Calle Real
de la Alhambra s/n,
18009 Granada. Teléfono: 958 027 971. Horarios de
visita a la Alhambra: del 15 de octubre al 14 de marzo, diariamente
de 8:30 a 18 h. Del 15 de marzo al 14 de octubre, diariamente de 8:30
a 20 h. Visita nocturna Palacios Nazaríes: Del
15 de octubre al 14 de marzo, viernes y sábados de 20 a 21:30 h. Del
15 de marzo al 14 de octubre, de martes a sábado de 22 a 23:30 h.
Tipos de entrada: general diurna
que incluye Palacios Nazaríes, Generalife y Alcazaba: 14 € (más 1
€ compra anticipada). Entrada nocturna Palacios Nazaríes: 8 €.
Entrada a los Jardines del Generalife y Alcazaba: 7 €. Se
recomienda comprar la entrada con antelación (disponibles entre un año y un día antes de la visita). Transporte
público: los
microbuses C-3, C-4 y C-7 llevan hasta la Alhambra.
Web: La Alhambra y El Generalife.
Desde la Puerta de las Granadas hasta la entrada a los Palacios
Nazaríes hay unos 15 minutos de paseo. Duración de la visita: 3
horas aproximadamente.
2 comentarios:
Con la descripción fidedigna, detallada, sobria y con tu precisa elegancia de este admirable y bello lugar me has transportado con nostalgia a los recuerdos de mi adolescencia, y de estudiante en Granada. Por la Alhambra me perdia cada fin de semana y esperaba la puesta de sol desde la Torre de la Vela.
Ana eres como dije un dia, UN SOL !!
La Alhambra de Granada es un lugar mágico que enamora para siempre a aquellos que saben recorrer su luz, perderse en sus reflejos, oler sus flores y saborear sus filigranas. Me alegro Joaquim que seas uno de los afortunados que la aman.
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