Si Asakusa es un viaje al pasado, Shibuya lleva al futuro en un viaje a la velocidad de la luz. Es el barrio de la original cultura manga por excelencia y es otro de esos lugares sublimes para tomar cientos de fotografías nocturnas. ¿Recuerdas haber visto en la tele o en alguna fotografía un cruce de peatones enorme, con un montón de gente cruzando a la vez, en todas direcciones y con enormes pantallas de televisión por todas partes? Eso es Shibuya, donde las estadísticas dicen que cruzan más de un millón de personas cada día, una marabunta humana: la escena no deja indiferente.
Además de este famoso cruce, Shibuya es una zona muy animada, aquí hay multitud de tiendas con buenos precios, bares y restaurantes para comer y algunos de ellos son temáticos.
Si quedas con algún
nativo en Shibuya, seguramente quedarás en Koen-dori, todo el
mundo parece haber quedado allí. Ten preparada tu cámara, busca un
lugar discreto y quédate quieto, podrás fotografiar multitud de
mujeres hermosas de tez pálida enfundadas en coloridos kimonos.
Frente a la salida de la estación de Shibuya, se encuentra una
pequeña estatua de bronce de un perro de raza Akita Inu, llamado
Chūken Hachikō. Una historia real cuenta que Hachikō
acompañaba y esperaba todos los días en la estación de Shibuya a
su dueño; un profesor de universidad que vivía en el barrio allá
por el año 1920. Hasta que un día, en 1925, murió el profesor y
nunca más regresó por la estación. El perro siguió fielmente
yendo a Shibuya a esperar que su dueño regresara, no dejó ni un día
de esperar y así transcurrieron nueve años, hasta que que Hachikō
murió. Una versión cinematográfica estadounidense muy lacrimógena
titulada “Siempre a tu lado, Hachiko” y protagonizada por el
actor Richard Gere, relata la historia aunque ambientada en otro
lugar y en otra época.
¿Qué hacer en
Shibuya?
La zona peatonal de
Shibuya está repleta de tiendas, cafés y restaurantes, donde se
puede merodear y entretenerse con un sinfín de curiosos detalles.
Hay una calle que se llama “Spain Zaca” (Cuesta de España); es
una estrecha calle, en cuesta, con algunos comercios y un restaurante
español llamado Vidrio, por curiosidad mirar la carta, se
descubren platos nuevos de la cocina española.
Por supuesto en la zona
no faltan los grandes almacenes de moda como Seibu, Parco
(un centro comercial para meterse de lleno en el siglo XXII pero al
estilo de los antiguos bazares). Entrad en el Edificio 109
o en los interesantes almacenes de Loft o Tokyu
Hands “Creative Life Store” donde se pueden encontrar
artículos de manualidades, hobbies, artículos de viaje, de cocina,
¡hay de todo!. Algunas cosas interesantes como por ejemplo
cuchillos de cocina de cerámica que cortan de maravilla o multitud
de robots y maquetas para montar, aunque las instrucciones de montaje
vienen en japonés. Mirad la sección de baño, menaje del hogar o
mascotas, lo que no hayan pensado los japoneses...
En Shibuya abundan los
salones recreativos de Pachinko; una máquina tragaperras de
balines de acero, su juego es hechizante y bastante ruidoso. En Japón
hay edificios enteros dedicados a estas máquinas que dan premios no
metálicos en forma de regalos.
Otro de los atractivos de
la zona son sus “Love Hotels”;
aquí las parejas van a pasar un buen rato. Las habitaciones están
decoradas de manera original: como si estuvieras en un palacio árabe
o en un castillo. Se puede pasar la noche entre 7.000 y 13.000 ¥
(según la temporada) o alquilarlas por un par de horas por 4.000 ¥.
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