Turismo sostenible y responsable

El Prat
Cada pasajero contamina el aire con 100 kg de CO2 por hora de vuelo

Tras el fin del tercer aniversario de Barcelona Travel Bloggers y como llevo días arrastrando una nostalgia viajera (no preocupante, al menos de momento), me he puesto a releer mi post del año pasado sobre el #bcnTB2anys y creo que hemos crecido y “cambiado”, lo cual en teoría, nos hace ser más sabios.

El reto de este año planteado por la asociación es conseguir ser viajeros más responsables y sostenibles. Alguien como yo que eligió "planeta" para su nombre de blog, tiene muy claro dos cosas:
1- La importancia de las palabras: planeta, sostenible y responsable.
2- El hecho que para mí, conseguir ser un viajero sostenible y responsable es una misión imposible y una utopía. Voy a aclarar en voz alta mis pensamientos desordenados, balbuceantes y de protesta.

Aeropuerto de Mulu
Aeropuerto de Mulu (Borneo)

Desde que cojo un teléfono móvil (que no sé en qué circunstancias se han extraído sus componentes de la mina ubicada en África, pero seguro que son nefastas) para comprar un billete de avión, hasta que me subo a un aeroplano que contamina el aire que respiramos y aterrizo en una pista ganada, por la tala indiscriminada de árboles en la selva de Borneo, soy una viajera contaminante, explotadora de recursos, vidas y mil demonios más. Mea culpa, mea culpa... No empezamos para nada bien.

Algunos datos sobre mi “insostenibilidad”


He buscado algunos datos sobre nuestra “insostenibilidad”, sí querido, aquí vamos a pringar todos o es que ¿pensabas que tú lo hacías todo bien?. Eligiendo sólo lo dicho en el párrafo anterior y para no hacerme muy pesada, voy a desarrollar las consecuencias, impactos y “demases”:

coltán
Móviles manchados de sangre
  • La mayor reserva de “coltán” (elemento escaso de la naturaleza, pero que llevan todos los aparatos electrónicos en mayor o menor porcentaje) se encuentra en la República Democrática del Congo. Los conflictos derivados de su comercio, explotación y contrabando superan ya los 6 millones de muertos. Desde 1998 existe una guerra en el Congo por el control de las minas de coltán que nadie parece estar interesado en acabar mientras podamos seguir hablando por teléfono.
  • Cada pasajero de avión, repito, cada uno de los pasajeros que llena una aeronave, contamina el aire con 100 kilos de dióxido de carbono, por cada hora de duración de su vuelo. Tengo un programa que ha calculado el CO2 que llevo tirado a la atmósfera con mis vuelos y asciende a 53'4 toneladas de CO2 (equivale a tener 100 frigoríficos funcionando 50 años seguidos o lo que se emite en producir 232.000 botellas de cerveza).
  • La región de Kalimantan en Borneo, ha perdido un total de 123.941 km2 de bosques y selvas, la región de Sabah 22.865 km2, Sarawak 21.309 km2 y Brunei 378 km2, por el aumento de la producción de aceite de palma que en algunos caso es utilizado como combustible ecológico. Esta demencial y absurda realidad me viene al pelo para el siguiente planteamiento.
Economía Social
Compra en mercados locales

Es cierto que puedo ser un consumidor más exigente y que podría preguntarle al chico que ha estado sirviendo cerveza en vasos de plástico todo el día en nuestro aniversario, si su jornada laboral de más de 8 horas seguidas no es ilegal. También podría preguntarle si van a reciclar los vasos de plástico de Estrella Damm que hemos utilizado, pero seguramente el informarme no cambiaría nada, además de montar una revolución-pataleta con uno de los colaboradores de este evento que me auto-pondría tarjeta de falta. Escucho voces de que “quizás sería mejor que” cada uno exigiera, en su entorno, esa sostenibilidad y responsabilidad. Aquí me viene otro dilema.

Puedo hacer aún muchas cosas por salvar el planeta y ser un viajero más responsable y sostenible, lo sé, pero, y es un pero muy, muy grande, al final, todo no puede ser responsabilidad de los de siempre. Estoy muy cansada de ser la que lucha, defiende, exige, investiga y se rompe los cuernos para encontrar la manera de que mi economía no se resienta, si elijo aquel producto más sostenible, ecológico, social, etc...etc..

Alojamiento en la playa
No exijas hoteles en paraísos naturales

Los gobiernos, instituciones, asociaciones... también tienen que ayudar a salvar el planeta, a los animales y sus habitantes. Se permite producir objetos para llenar las tiendas de todo a 100 cuando son del todo inútiles y no sirven para nada. Se permite construir edificios y destrozar la naturaleza cuando seguimos teniendo viviendas vacías, para mí esto es un atentado a la razón, al planeta y a la palabra humanidad. Se señalan culpables, se identifican cazadores, se multa a empresas contaminantes y se sigue permitiendo que los ricos se vayan de safari para matar a diestro y siniestro todo aquello que se mueva en la sabana, simplemente porque pueden firmar un cheque con muchos ceros. Pero soy yo, la que tiene que tomar medidas. ¿Puede alguien facilitarme la tarea?.

Me gustaría no serlo, pero lo soy, soy un ser viviente contra natura. Como animales, llevo zapatos de piel, consumo productos que no sé quién los ha hecho, ni cuánto ha cobrado por hacerlo, la lista es enorme. No digo que no me importe, digo que no es posible controlarlo todo. Contamino y consumo recursos de un planeta que no merezco, porque no lo dejaré mejor que lo encontré, pero como pienso que hacer un poco, ya es hacer algo. Estas son algunas de las medidas que he reinterpretado con lo escuchado durante el aniversario de Barcelona Travel Bloggers.

Zapatero trabajando
En India puedes comprar babuchas directamente al zapatero

Medidas para ser un viajero sostenible

  • Dejar de consumir compulsivamente. Si tienes ropa, zapatos, bolsos, carteras, relojes ¡no te compres más! Tenemos un cuerpo solo, normalmente no podemos llevar más de una pieza de cada puesta. Las medidas de “consumir mejor” son las de consumir menos, aunque las consecuencias por cierre de tiendas, fábricas y personas sin trabajo nadie las contemple. Hay que cambiar muchas mentalidades, pero no precisamente la de los consumidores. ¿Se acabaron los regalos? Siendo viajero es bastante fácil dejar de consumir mientras se viaja. Aunque es terrible en cuanto a beber cerveza en una terraza, ahí el consumo no va a ir a la baja. Eso sí, mi mochila viajera tiene 9 años y aún le quedan 9 años más, por mí como si llega a los 90. No voy a decir la marca de la mochila porque la empresa ha optado hace tiempo, por reducir el personal de caja y ahora eres tú el que tienes que hacer el trabajo. En mi defensa diré que ya no compro en Decathlon por ese motivo (uix... se me ha escapado).
  • Los entendidos en la materia dicen que los consumidores optemos por productos ecológicos, que no degraden el medio ambiente, con envases biodegradables, etc... ¡cómo si fuera fácil identificar su ecología y sostenibilidad! ¿No sería mejor que el que firma, supervisa y regula ese producto para la comercialización se asegurara por mí? Pregunto ¿eh? Lo que yo llamo hacer bien su trabajo. Porque de envoltorios, envases que son más grandes que el producto que guardan en su interior, cajitas, bolsitas y bandejas de porexpan andamos bastante hartitos y dejar de comprarlos supone seguramente no encontrar sustituto ¡adiós mazapán de Navidad!. Lo mejor de viajar es que acabas comprando lo que necesitas en los mercados, sin demasiado envase de por medio. Pero eso no excluye la degradación del paisaje por donde pase mi coche, se haya instalado el alojamiento donde duermo, etc...etc... Si es que yo quiero, pero el mundo está contra mí ¿lo ves, no?
orangutanes
Centro de rehabilitación de orangutanes Sepilok (Borneo)
  • Puedo reducir, reutilizar, reciclar e intentar no contaminar en exceso o sin motivo. Reducir, reduzco, no veis que soy catalana, leñe. En cuanto a la reutilización y reciclaje lo mío roza el síndrome de diógenes, tranquilos esta asignatura está aprobada de calle. Por cierto, cuña-recordatorio: - Ajuntament de Rellinars, aún estoy esperando la compostadora que me dijisteis, me enviabais el 2 de abril del 2016.
  • Otra medida que se me ocurre para ser un viajero sostenible y responsable es que puedo pagar un precio justo por los productos que consumo en mis viajes y no regatear en exceso como si me fuera la vida en ello. También podríamos decirle al imbécil de turno que regatea para chulear al prójimo que su pasaporte queda requisado (aix.. que me pierdo). Volvamos a la economía social, piensa en beneficiar con tu paso por el mundo, al ser humano que tienes delante (cuando acabes de leer el post compártelo, leches). Muchas veces el consumo local hace milagros y ayuda a las familias a salir adelante (y a mí que me entren visitas).

Parque de Cabárceno
En Parque de Cabárceno se hacen ejercicios de vuelo con aves rapaces
  • No comprar animales, ni vivos, ni muertos. No comprar objetos fabricados con cuernos, carey, marfil, coral... Tengo una piel de reno comprada a una familia de Laponia Sueca que tenía su propio rebaño de renos y que matan para comer y vender su carne, los expertos dicen que esto es parte de la idea de economía social, ya que ayudas a familias a salir adelante con su único medio de subsistencia. Los rebaños de renos viven en libertad y por lo que vi no están maltratados, lo que no sé si comprar esta piel de reno me exime de culpa o me catapulta a las profundidades del inframundo.
  • En cuanto a los viajeros que van a ver santuarios, guarderías o el Parque de Cabárceno, también tengo una fuga de ideas y consejos para ellos. Los centros de acogida y protección de animales se distinguen, de los dedicados a salvar especies de los que son un negocio, por el respeto que procesan a los animales. Por ejemplo, si los animales salvajes están adormiscados en tus brazos, sospecha. Si las crías son separadas de sus madres para que tú te hagas la foto, sospecha. Si puedes dar de comer a los animales en cualquier momento y durante todo el horario de apertura del parque, sospecha. Si los monjes van con BMW, sospecha. El Parque de Cabárceno por lo que vi, respeta a los animales, aunque no soy una experta en el tema. Los horarios de comida y grupos que se acercan a los animales es de 1 turno diario y a la misma hora que lo hacen los cuidadores. ¿Inframundo 2?
  • Trekking por las montañas, si subes como una reina al Everest o si contratas una excursión que parece una expedición de Hiram Bingham en Machu Picchu, con porteadores al estilo película de Tarzán, sospecha y denuncia si ves que: los porteadores no van con calzado y ropa adecuada, sobre todo si las temperaturas del lugar son extremas. Por general una persona puede llevar a sus espaldas 1/5 o 1/6 parte de su peso corporal. Lo correcto es llevar entre 12 y 15 kg. de peso, y el límite suele estar en los 20 kilos. Si el porteador lleva más de ese peso, estás maltratando a un ser humano para que tú puedas hacerte una fotografía en el Kilimanjaro.

Recorrer en taxi Armenia ayuda a la economía local aunque contamina más que hacerlo en autobús

Quizás sea menos imposible de lo que parecía en un principio, pero hay un largo camino por recorrer. Si el punto de salida es #bcnTB3anys sabremos ver la ruta recorrida dentro de un año. Y si el evento sirve para que nos hagamos preguntas, cuestionemos y reivindiquemos por mejorar nuestro entorno, habrá valido la pena.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo en que es muy complicado ser responsable al 100%, pero las pequeñas acciones de cada uno cuentan.

En el caso de reciclar, mi postura siempre es GENERAR MENOS. Lo que tú decías, no necesitamos tanto, pero si además somos conscientes de algunos residuos inútiles que generamos y los eliminamos, mucho mejor.

Un camino muy largo por recorrer, pero sin duda un camino positivo e interesante. ¡Un abrazo!

Cristina Rosa dijo...

Muy bien! Me gusta el texto!

Planeta Dunia dijo...

Seguramente no es el texto más políticamente correcto de la historia del turismo responsable, pero es el resultado de encontrarme continuamente con situaciones reales. Gracias por pasarte por mi planeta Cristina. Saludos

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