Gijón: una dulce tentación


La inercia de todo viajero es ver y conocer la mayor cantidad de monumentos y lugares del destino a donde viaja. Durante algún tiempo he sido una viajera acelerada que recorría al milímetro las ciudades y países que visitaba, pero es verdad que de un tiempo a esta parte, prefiero disfrutar del viaje ralentizado. Los gurús del sector le llaman “Slow Travel”, algo así como “viajar sin prisa” y que convierte esa lentitud en el mejor mecanismo para saborear el momento. Y de sabores y deleite saben mucho en Gijón, donde hace diez días tuvo lugar el encuentro anual de bloguer@s de viaje.

A estas alturas ya se ha escrito mucho sobre el #TBMGijón, así que voy directamente a describir una de las experiencias que se puede hacer en Gijón, en cualquier época del año, y que conjuga perfectamente con un viaje de placer y conocimiento. Se trata de la promoción y reconocimiento de los dulces y especialidades reposteras que ofrece la ciudad asturiana y que convierte al visitante en un perfecto llambión (goloso; aficionado a comer cosas dulces). Así que si en Palmira me convertí en la Reina Zenobia y en Florencia en Dama de la Familia Médicis, en Gijón me convertí en una auténtica llambiona.

Tras haber concursado y perdido en la Campaña de Marketing Online de #saboreandogijón, “la ocasión la pintaban calva”. Conocía la existencia de “Gijón Goloso” y estaba en el lugar adecuado, así que me dispuse a guiar mi paladar por las maravillas de la repostería local, en una ruta a través de algunas de las mejores confiterías y pastelerías de Gijón. Para ello se debe adquirir en las Oficinas de Turismo de Gijón, el bono de la promoción (también está disponible en la tienda online de Infogijon). El bono incluye 5 ó 10 degustaciones con dos precios distintos, un mapa donde están situados los establecimientos y una pequeña guía, donde se da información sobre las confiterías participantes y los dulces que se pueden probar. En Gijón existen más de sesenta comercios dedicados a los helados, la repostería, la confitería o la pastelería (no, no son lo mismo), pero sólo doce participan en la actualidad en esta recopilación de Gijón Gourmand. De alguno de ellos haré una entrada en el blog aparte, ya que encierran historia, humanidad y curiosidades para deleitarse con su escritura, hoy tan sólo os informo de esta dulce tentación que es recorrer la ciudad a través de los dulces típicos de Gijón.

Las Pastas de Nuez y las Princesitas de la Confitería La Playa, las Casadielles de la Pastelería Biarritz, el Amagüestu de Pomme Sucre, las Tejas de Almendra de Confitería La Fé o el Semifrío de Arroz con Leche de La Casa del Chocolate, son algunas de las delicatessen que se pueden tomar. Pastas de té rellenas de praliné, mazapán y crema de yema o bizcocho con praliné de turrón y chocolate, son las dulces tentaciones que os invitarán a la pausa y deleite durante vuestro descubrimiento por la ciudad.

Es un homenaje a los hombres y mujeres que desde bien temprano preparan, aún artesanalmente y encerrados en su obrador, las delicias que después se exhibirán detrás de vitrinas y estantes bellamente iluminados. Pero también es una oportunidad única para invitar a un amigo, merendar como lo hacen los gijoneses o encontrarse con gente amable dispuesta a ofrecerte una encantadora sonrisa para el recuerdo.


Más información: Los bonos no tienen fecha de caducidad y pueden gastarse a ritmo de cada uno. Un dulce equivale a un bono, pero pueden adquirirse varias unidades en un mismo establecimiento si se desea o tan sólo uno. Algunas confiterías disponen de mesas y servicio de cafetería. Si se prefiere se puede solicitar los dulces “para llevar”. Precio: bono de 5 degustaciones 7 €, bono de 10 degustaciones 13 €. Los jueves se pueden adquirir los bonos con un 30% de descuento, quedando por 5 ó 9 € respectivamente.

Si te gusta comer bien y quieres seguir leyendo sobre recomendaciones gastronómicas de Asturias te invito a leer y a Comer en Avilés: Tierra Astur.

4 comentarios:

Inés dijo...

Hola. Soy gijonesa aunque, "por desgracia", no vivo allí. Me paso la vida dándole a mi marido la paliza con los pasteles de Gijón y las ganas que tengo de comer esto o lo otro.

Me alegro de que hayas disfrutado de tu visita. Los llambiones y los fartones son siempre bienvenidos en Gijón.

Planeta Dunia dijo...

Hola Inés
Gracias por tu comentario, la verdad es que no sabía de vuestra afición y tradición pastelera pero me parece de lo más sugerente. Lo que no sé es cómo lo hacen en Gijón para no sucumbir todos los días. Yo tendría serios problemas; hay tantos dulces para probar.
Saludos

Laura dijo...

Madre mia, ¡qué buena pinta!! No puedes publicar este tipo de post, que ahora tengo antojo ;) Me ha encantado lo de llambión jajajaja

Qué bueno está todo, soy muy fan de las Casadielles.

Planeta Dunia dijo...

Hola Laura
Es imposible resistirse, en Gijón me pedí un cortado y me lo pusieron con un churro, así que ante la insistencia y los escaparates llenos de dulces ¡a "llambiar"! (No sé cómo lo hacen para estar delgados)

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