¿Qué ver en Praga? Visitas clásicas e imprescindibles


Me gusta detenerme en cada lugar el tiempo suficiente como para absorber esa esencia tan especial y única que destilan las piedras, la historia, las costumbres y la gente. Con el tiempo, esa destilada magia de un paraje se convierte en un relato o en un consejo viajero y hoy, por fin, os traigo mi primera recomendación de viaje, para disfrutar de Praga.

Puente de Carlos


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Torre del Puente de la Ciudad Vieja y Puente de Carlos

Karlův Most o Puente de Carlos; de día y de noche, recorred este puente como si fueran los Campos Elíseos de París o Las Ramblas de Barcelona. Atentos a las 31 estatuas y grupos escultóricos que enmarcan esta vía, de casi 10 metros de ancho y medio kilómetro de largo, extendida sobre el río Vltava (Moldava). Es el puente peatonal más bullicioso y con vida de toda Europa, sus dos extremos están fortificados por torres medievales de defensa. Una es conocida con el nombre de Torre del Puente de la Ciudad Vieja y la otra Torre del Puente de Malá Strana.

Torre del Reloj


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Torre del Reloj y la Iglesia de Nuestra Señora de Týn

Staroměstské Náměstí la Plaza de la Ciudad Vieja; curioso espacio que evoca los cuentos de los Hermanos Grimm. Aquí late el corazón de la ciudad con sus dos arterias más importantes: la Chrám Matka Boží před Týnem o Iglesia de Nuestra Señora de Týn con sus maravillosas torres negras en forma de pináculos y el Staroměstská Radnice o Ayuntamiento de la Ciudad Vieja con su magnífica Torre del Reloj. A cada hora en punto, entre las 9 y las 21 h, tiene lugar el desfile de los 12 apóstoles y hasta ¡el de algún que otro carterista! Vigilad mochilas, bolsos y carteras.

Cementerio judío de Praga


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Estela funeraria judía en el Cementerio de Josefov

Starý Židovský Hřbitov, es el antiguo cementerio judío de Josefov, el camposanto hebreo conservado más antiguo de Europa. 12.000 estelas funerarias de diversas épocas se acumulan erosionadas por el tiempo. Estamos en un lugar sagrado, actuemos con el máximo respeto.

Sinagoga Española


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Sinagoga Española
Španělská Synagoga, la Sinagoga Española, es la más espectacular de todas las sinagogas de Praga. Arcos mudéjares, ricos estucados, coloridos artesonados y arabescos dorados decoran el interior de este lugar tan especial y donde no está permitido tomar fotografías.

Casa Danzante


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Casa Danzante

Tančící Dům o Casa Danzante, conocida popularmente como “Ginger & Fred” gracias a sus dos estructuras que simbolizan a los bailarines Fred Astaire -que representa la torre de piedra- y Ginger Rogers que representa la torre de cristal. El proyecto original, extravagante, curvado e inclinado, es obra del arquitecto yugoslavo Vlado Milunič que tuvo la colaboración del arquitecto estadounidense Frank Owen Gehry.

Castillo de Praga


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Vista nocturna del castillo de Praga y el río Moldava

Pražský Hrad o Castillo de Praga; 70.000 m² os esperan y ¡qué 70.000! Una ciudadela fundada en la segunda mitad del siglo IX que acoge el castillo medieval más grande del mundo. Salones de cuento, cámaras de tortura con aparatos fabricados por mentes perversas, el Antiguo Palacio Real, un total de siete jardines de diferentes estilos o varias exposiciones de arte os esperan junto a las siguientes interesantes visitas:

Catedral de Praga


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Vidriera modernista de Alfons Mucha en la Catedral de San Vito

En la Chrám Svatého Vít, Václav a Vojtěch o Catedral de San Vito, San Wenceslao y San Vojtech; contrafuertes, arbotantes, agujas verde-azules, pináculos, ventanas ojivales y afiladas torres os esperan en el exterior de esta explosión gótica de arte. Su interior es igual de contundente, pero es mucho más tornasolado y dulce gracias a las 26.740 piezas de cristal que forman el rosetón principal de 92 m² del artista Josef Vlasák y por el resto de grandes vidrieras del siglo XX que la decoran.

Callejón del Oro


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Casas del Callejón del Oro

La pintoresca Zlatá Ulička o Callejón del Oro; se trata de una pequeña callejuela con diminutas casas pintadas en vivos colores y que fueron construidas en la segunda mitad del siglo XVI. La mayoría de ellas pueden visitarse, ya que cada una se ha habilitado como tiendas de artesanías, galerías de arte o salas de exposiciones. Estas casitas renacentistas estuvieron habitadas hasta la Segunda Guerra Mundial, y sin duda la más famosa es la Casa n.º 22, que alquiló Franz Kafka entre los años 1916 y 1917 para escribir su novela “Un médico rural” e “Informe para una Academia”.

4 comentarios:

Virginia (365 Sábados Viajando) dijo...

Pues fíjate que tengo un recuerdo agridulce de Praga. Por un lado me gustó, aunque lo que realmente me encantó fue Cesky Krumlov :), Por otro lado, pasé tanto frío que tuve los huesos congelados durante todos los días, de ahí debe venir mi sensación agridulce. A ver si a través de tus posts le encuentro ese algo para volver y cambiar de opinión!

Un abrazo viajera!
Virginia

Planeta Dunia dijo...

Un día de estos tengo que publicar las fotografías con jersey y chubasquero en pleno agosto en Praga, sí, yo también pasé más frío que un "perrillo chico", pero me lo pasé en grande y disfruté muchísimo. Gracias Virginia por dejar tu comentario y vuelve a Praga, merece una segunda oportunidad 😉

Rosa - Queverenelmundo dijo...

Hay taaantos sitios que ver en Praga, aunque sin duda las ocho visitas que has mencionado son imprescindibles. A nosotros que nos encanta ver la ciudad desde lejos disfrutando de su skyline, nos parece también una visita imprescindible la Colina de Petřín.
Deseando ver el post de las mejores cervecerías ;-)
Saludos viajeros.

Planeta Dunia dijo...

Gracias Rosa por tu consejo viajero y por pasarte por mi planeta que ahora también es un poco tuyo. Gracias

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