5 de los pueblos más bonitos de Francia

Francia
5 de los pueblos más bonitos de Francia

En la región de Nueva Aquitania se encuentran 16 de los pueblos más bonitos de Francia, y tan sólo en el departamento de Dordoña, cinco que se llevan la palma. Hoy te voy a tentar con las poblaciones de Monpazier, Domme, La Roque Gageac, Castelnaud la Chapelle y Beynac et Cazenac declaradas Les Plus Beaux Villages de France (una asociación que agrupa “Los Pueblos más Bonitos de Francia” y que reúne a un total de 153 poblaciones francesas). Además, a la tentadora propuesta de viaje, quiero añadir cinco experiencias sensoriales que puedes disfrutar en cada una de ellas.

Introducción a lasbastides


Hôtel du Gouverneur
Hôtel du Gouverneur de Domme

Entre los años 1141 y 1350 se construyeron en Francia más de 400 “Ciudades Nuevas”. Estamos hablando de la Edad Media y de que esas ciudades nuevas se convertirían en las hermosas poblaciones llamadas “bastidas”. Por suerte, algunas se han conservado y pueden contemplarse en la actualidad, como si el tiempo no hubiera pasado por ellas. En una época en que el territorio cambiaba rápidamente de manos (algunas veces era territorio francés, otras, era inglés) las ciudades se fortificaban para protegerse del enemigo y resistir, lo mejor posible, a las guerras, ataques y pillajes.

Si te gusta la vida en la Edad Media te recomiendo visitar La Maison Forte de Reignac que se encuentra a media hora de Sarlat; (una de las ciudades más bonitas de Dordoña), y que explica de manera muy didáctica cómo era sobrevivir en aquella época.

El plano constructivo de las bastidas es similar en todas ellas, una Plaza Mayor que sirve para concentrar el comercio; donde se instalaban los mercados y también el poder administrativo. Las plazas quedaban rodeadas por calles y callejones dispuestos como en un tablero de ajedrez. Aunque parezca mentira, en muchas “bastides” encontrarás “alejado” de ese punto central donde fluía la vida comercial, el poder religioso y las iglesias. Algo que parece increíble que separaran en aquel tiempo.

5 de los pueblos más bonitos de Francia y sus 5 sentidos

Monpazier


5 de los pueblos más bonitos de Francia
La plaza de Monpazier es una de las más bonitas de Francia

Dicen que Monpazier es la ciudad modelo de aquella época, la bastida inglesa por excelencia. Sus 53 hectáreas la hacen diminuta en tamaño, pero no en belleza, te aseguro que te sorprenderá. Su Plaza Mayor; la Place des Cornières, es de las más bonitas de la región. Conserva unos bellos pórticos, algunas casas del siglo XII y otras del XVII, parte de las puertas y murallas, así como un entramado de calles en damero que dispuso Eduardo I de Inglaterra cuando la fundó en 1284. La Oficina de información turística se encuentra situada en la Place des Cornières.

Gusto


Francia
El foie de oca es una de las especialidades gastronómicas que debes probar

Monpazier se encuentra en el corazón de la región del Périgord Púrpura. El vino puede ser la excusa perfecta para conocer esta población o el ingrediente que haga un recuerdo imborrable en nuestra memoria. Te recomiendo probar, si tienes ocasión, el vino tinto de D.O. Pécharmant. Los jueves hay mercado de productos tradicionales en la Place Centrale de Monpazier. En el restaurante Bistrot 2 se puede degustar la gastronomía del Périgord: magret de canard (pato), foie de oca o salsa de trufas negras. Sus especialidades son el Foie gras Torchon, la Assiette Bistrot 2 XL y la Coupe Périgord.

Más información: Bistrot 2. Dirección: Place Foirail Nord, 24540 Monpazier. Teléfono: +33 (0) 5 53 226 064. Horario: de 9 a 22 h. Día de cierre: viernes. Precio del menú: 20 €. Web: Bistrot 2.

Domme

 
Domme
En Domme disfrutarás de la arquitectura medieval

Domme es una de las bastidas reales francesas que aún se conservan en Dordoña. Fue levantada en el año 1281 bajo el reinado de Felipe III. Recorrerla asegura más de una sorpresa como la Porte des Tours; puerta de entrada amurallada y protegida por dos robustas torres. Lo que no te debes perder en Domme son: las vistas panorámicas y el juego hipnótico de los meandros del río Dordoña, las calles en silencio y las casas medievales que te transportan a la Edad Media. Parece que en cualquier momento puede salir una mujer vestida con camisón y cofia de algodón de color blanco, con un candil en la mano. Una ruta templaria invita al visitante a conocer la huella de estos guerreros que dejaron, en el año 1307, algunas curiosas inscripciones cuando fueron hechos prisioneros en Domme.

Vista

Vallée de la Dordogne
La naturaleza ha sido generosa en el Vallée de la Dordogne

En Domme hay que mirar incluso lo que a simple vista no se ve. Si tus ojos pueden contemplar el paisaje del Vallée de la Dordogne hasta donde se pierde la vista, también puedes buscar los detalles que se esconden en las casas. Desde un murciélago esculpido en piedra, hasta los enigmas templarios escritos en las paredes de la prisión. Bajo tierra, escondida bajo nuestros pies, se encuentra una gruta natural de 400 metros de largo que recorre el subsuelo de Domme ¿te gustaría visitarla? ¡Puedes!

Más información: La entrada a la gruta se realiza a través de la Oficina de Turismo de Domme situada en la Place de la Halle. Duración de la visita: 45 minutos. Web: Oficina de Turismo de Domme.

La Roque Gageac


La Roque Gageac
Calle principal y carretera de acceso a La Roque Gageac

La Roque Gageac son un par de calles aferradas literalmente al paisaje. Las calles se encuentran en un abrupto acantilado que domina la panorámica y que ha impedido que la población creciera. Mientras al otro lado, el río Dordoña se desliza frente a la hilera de casas de color vainilla y tejados de color chocolate, invitando a sus habitantes a salir de sus hogares y subirse en una gabarra; el barco tradicional de la región de Dordoña, sin otro destino que la contemplación y el disfrute.

Oído


5 de los pueblos más bonitos de Francia
Si dispones de tiempo súbete a una gabarra

Escucha bien, estate atento, desde la época galorromana la ribera del Dordoña ha percibido el paso de las gabarras cargadas con toneles de vino, pescado, castañas, madera y carbón de las minas. Bajan en dirección a los puertos y siempre suben con otra mercancía río arriba ya sea azúcar, café o sal. Si prestas atención podrás imaginarte la importancia que tenía el puerto comercial de La Roque Gageac y subirte a una reproducción de los barcos que navegaban por aquí en el siglo XVIII y XIX. Escucha la historia con ayuda de audioguías mientras te deslizas plácidamente por el río Dordoña y si te resulta interesante, puedes averiguar más sobre la vida de los comerciantes y marineros del Dordoña gracias a la miniserie producida por la cadena France 2: “La Rivière Espérance” basada en la novela de Christian Signol y que fue filmada en este río.

Más información: Hay servicio de gabarras en La Roque Gageac y en Beynac. Los paseos en gabarra se realizan desde finales de marzo hasta finales de octubre, aproximadamente. Coste: 9 € por persona. Menores de 13 años: 7 €. Duración: entre 50 y 55 minutos.

Castelnaud la Chapelle


Castelnaud la Chapelle
Castelnaud la Chapelle

En Castelnaud la Chapelle se encuentra uno de los castillos mejor preparados para entender las técnicas defensivas y de asalto de un castillo medieval. Su museo se ubica en una fortaleza del siglo XII que el rey de Francia cedió a Inglaterra y que durante el paso de las guerras y siglos cambiaría de manos en varias ocasiones. Su exposición no acaba en una sala con la exposición de armaduras y ballestas, más bien continúa de forma obligatoria por las barbacanas y patios exteriores, donde se pueden contemplar diversas armas de asalto: catapultas, trabucos de contrapeso o bombardas. El Museo de la Guerra en la Edad Media acoge alguna que otra sorpresa como un relieve de San Jorge matando al dragón y custodiado por un auténtico caballero, o una cocina con un jabalí y liebres en la despensa.

Tacto


Castelnaud la Chapelle
Cocina del castillo de Castelnaud

Las actividades que ofrece el castillo de Castelnaud erizarán los pelos a más de uno. A lo mejor se te pone la piel de gallina con los cuentos medievales, el espectáculo de marionetas, o te frotas la cabeza en tu curso de iniciación a los juegos medievales ¿quién dijo que era cosa de niños?. Si eres un niño de los de edad infantil, quizás quieras probarte una armadura o el vestido de una princesa, no seas demasiado sexista y deja que tus hijos elijan qué ponerse, a lo mejor te sorprendes. También hay demostraciones del uso de la forja, armas medievales y de tiro con trabuquete (era capaz de destruir una muralla) aunque también se utilizaba para lanzar animales muertos por la peste negra, así que esta arma de asedio era bastante temida en los ataques. Entre abril y octubre, puedes disfrutar de una buena cerveza en la taberna del castillo.

Más información: Dirección: 24250 Castelnaud la Chapelle. El Château de Castelnaud se encuentra a 10 km de Sarlat. Teléfono: +33 (0) 5 53 313 000. Entrada: 9.6 €. Menores de 17 años: 4.8 €. Menores de 10 años: entrada gratuita. Coste del aparcamiento: 3 €. Horario: abierto todos los días del año, aunque se recomienda consultar la web para cada mes del año, así como el horario de las actividades. Web: Château de Castelnaud.

Beynac et Cazenac

 
Beynac et Cazenac
Castillo de Beynac

En Beynac et Cazenac destacan sus calles de piedra, sus pendientes, sus vistas sobre el valle plagado de recortes de tierra de todos los colores y su imponente castillo feudal que se alza a 150 metros sobre una roca. La fortaleza de Beynac et Cazenac fue construida entre los siglos XII y XIII y por ella pasaron nobles franceses e ingleses a partes iguales. De las manos de Ricardo Corazón de León a las de Simón de Monfort, y de las de éste, a las del Señor de Beynac. Basta con recorrer el camino de ronda de Beynac para darse cuenta de la hermosa panorámica que rodea a esta parte de la región de Nueva Aquitania.

Olfato


Beynac et Cazenac
Castillo de Beynac

Quizás el olfato sea el sentido más delicado a la hora de experimentar un viaje, pero es uno de los que arraigan más profundamente en nuestros recuerdos viajeros. En Beynac el aire huele a limpio, a comida recién hecha y a tierra labrada, sólo hay que acercarse hasta la explanada que se extiende detrás del castillo y llenar los pulmones de los aromas de Dordoña. Acto seguido te darás cuenta que tienes hambre y volverás a la ruta de los sentidos, degustando algún suculento manjar en alguna antigua taberna medieval y sabrás que te has enamorado para siempre de Nueva Aquitania como me pasó a mí con mi viaje de 4 días por Dordoña.

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