Pals
La Costa Brava (Girona) está
plagada de lugares con encanto, uno de los pueblos medievales más conocidos en
la comarca del Baix Empordà es Pals. El municipio posee uno de los recintos góticos mejor conservados de Catalunya ideal
para descubrir en una mañana.
Ca la Pruna
Ca la Pruna |
Dejamos nuestro coche aparcado junto
a una casa fortificada del siglo XV conocida con el nombre de Ca la Pruna que ha sido restaurada y
ejerce como Museo Casa de Cultura. En su interior se expone una colección de
herramientas para trabajar el campo y el legado del primer farmacéutico de
Pals. Nuestros pasos se dirigen hasta la Plaça
Major donde se encuentra la Oficina de Información Turística, el
Ayuntamiento de Pals y una de las puertas de acceso al recinto amurallado.
El Pedró
Al barrio antiguo El Pedró se accede a través de un arco gótico |
El barrio antiguo de Pals se
conoce con el nombre de El Pedró. Tras cruzar el arco gótico nos adentramos en el Carrer Major, plagado de casas construidas en piedra decoradas con ventanas
ojivales y balcones que, sin importar la época del año, son un hermoso calidoscopio
de color. Dejamos atrás las calles estrechas y empedradas del Passatge Casa Rufina y el Carrer de les Placetes, descubriremos algunas
tumbas de época visigótica excavadas en la piedra con forma antropomorfa entre
los siglos V y VIII.
Torre del Homenaje
La torre es el mejor vestigio conservado del antiguo Castillo medieval |
Justo a mitad de la calle se alza
uno de los pocos vestigios del castillo construido entre el siglo XI y XV; la Torre del Homenaje. También conocida
con el nombre de Torre de las Horas debido a que en el siglo XV se instaló un
campanario. La torre defensiva de época románica y planta circular que mide 15
metros de altura se alza sobre una base de roca natural. Desde aquí se puede contemplar
una buena vista panorámica de los humedales destinados al cultivo de un arroz de gran calidad y que te recomiendo probar en
alguno de los restaurantes de Pals.
Aquí se encontraba el castillo de Pals |
A continuación, piérdete en busca
de dos puentes de arco que permitían comunicar varias partes del castillo
medieval de Pals donde vivieron el Conde Ramón
Borrell y su esposa Ermesenda de
Carcasona. También verás que el lugar que ocupaba el castillo de los Condes
de Barcelona es ahora una residencia particular con un bonito jardín propiedad
de la familia Pi i Figueres. El castillo de Pals fue desmontado piedra a
piedra en 1478 por orden del Rey Juan
II de Castilla para reconstruir la iglesia de Pals.
Església de Sant Pere
La Església de Sant Pere fue reconstruida con piedras del castillo |
El siguiente edificio que merece
nuestra visita, por tanto es la Iglesia parroquial. La Església de Sant Pere fue construida entre el siglo IX y XVIII. Esa
dilatada época constructiva le han conferido una amalgama de estilos. Como, por
ejemplo, una planta románica del siglo X, un ábside y una nave góticas del
siglo XV, un pórtico barroco del siglo XVII y un campanario del siglo XVIII. En
su interior destaca las bóvedas de crucería de su única nave.
Los rincones de Pals están plagados de detalles medievales |
El lienzo de muralla mejor conservado del bastión medieval de Pals se
encuentra situado en el Passeig
Arqueològic. En el lado noreste perviven 5 torres de planta rectangular
con nombre propio: la Torre d’en Ramonet, la torre d’en Rom, la Torre d’en Xinel-lo,
la torre de l’Hospital y una torre sin nombre oficial. Si el día está despejado,
acércate hasta el Mirador Josep Pla
desde donde se disfruta una bella panorámica del Baix Empordà con el Massís del
Montgrí y las Illes Medes al fondo. El escritor Josep Pla dedicó en su obra El
meu país de 1958, un capítulo a Pals, donde dice: “Pals no merece una visita, sino cien visitas, porque su ubicación
ofrece la posibilidad de ver uno de los paisajes más bellos e inolvidables del
país”.
Descubre ventanas de piedra, rejas de forja y puertas de madera |
Podemos reseguir los restos de
muralla regresando por el Carrer de la
Torre que nos lleva hasta el Carrer
de l’Hospital donde se encuentra una masía del siglo XVIII cuya existencia
ya fue documentada en el año 1352. Realizó funciones de hospital atendiendo a
peregrinos y enfermos. Desde aquí es fácil regresar de nuevo a la Plaça Major de Pals y recuerda hacerlo
lentamente, no en vano te encuentras en una Cittaslow.
A 20 km de Pals se encuentra
Monells; una encantadora población medieval que fue escenario de la película Ocho Apellidos Catalanes.
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