En agosto del año 2001
mi hermana Roser y yo habíamos elegido Turquía como
destino para las vacaciones de agosto. Los últimos días estaban
dedicados a la ciudad de Estambul y la visita al Kapaliçarsi
o Gran Bazar fue la última cita del viaje. Al día siguiente
volvíamos a casa y teníamos pensado pasar la tarde recorriendo
parte de este enorme bazar de 60 calles, algo más pausadamente de lo
que suele ser costumbre.
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Interior del Gran Bazar, Estambul |
La ausencia de prisa nos
dio la oportunidad de conocer a
Dôgan, un inmigrante esloveno
de mi edad, que tenía doble nacionalidad y hablaba un montón de
idiomas incluido el español. Hay algo intangible en los viajes que
hace que por una casualidad, un vendedor y un cliente acaben sentados
en una tienda hablando del mundo, de la vida, bebiendo té y sin
hacer ningún tipo de transacción económica. Con
Dôgan
sucedió ésto, la tarde del 20 de agosto la pasamos dentro de su
pequeña tienda de pashminas y cojines del Gran Bazar filosofando.
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En el Gran Bazar encontrarás todo tipo de recuerdos para llevarte a casa |
Recuerdo que de tanto en
tanto,
Dôgan levantaba la mano o silbaba y un niño pequeño
traía una tetera humeante y unas vasos de cristal con borde dorado.
Dejaba la bandeja y se llevaba la anterior a toda prisa. Nos
servíamos té para tres y seguíamos “arreglando” el mundo. Así
que cuando, 4 meses después, volvimos a Estambul para pasar las
Navidades de ese año y nos presentamos de nuevo en la tienda
Galeri
Tunç de
Dôgan, nos hizo pasar como si fuéramos clientes
de toda la vida y nos invitó de nuevo a la ceremonia del
té
turco.
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Por unas pocas liras turcas puedes encontrar bonitos recuerdos de Estambul |
Reprendimos la escena
donde la habíamos dejado, como si nos hubiéramos visto ayer y no hubiera transcurrido el tiempo.
Roser y yo pasamos la mañana del 24
de diciembre de aquel año con
Dôgan, y entre risas y bromas,
le ayudamos a vender algunos cojines a los grupos de turistas
españoles que por allí pasaban. Supongo que en agradecimiento o por
hospitalidad nos invitó a comer en uno de los
restaurantes
que se encuentran en el interior del Gran Bazar. Como ya era
habitual, éramos las únicas mujeres sentadas en los locales que
frecuentan normalmente los turcos. Son lugares cómodos, sin lujos, pero donde es posible comer bien, a un módico precio y con toda la
autenticidad que el lugar dispone.
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En el Gran Bazar están preparados para embalarte cualquier cachivache que quieras llevarte a casa |
Aquella mañana había
amanecido lluviosa y cuando mi hermana se quejó de que tenía los
pies mojados,
Dôgan le hizo sacarse las botas en mitad de la
tienda y le hizo unas plantillas con cartón. Teniendo en cuenta que
la tienda carece de puerta y aparador, el espectáculo desde fuera
debía ser de
Reality Show. Debió caer en la cuenta de que
era responsable de nuestro bienestar porque acto seguido nos miró de
arriba abajo y le pidió a
Roser que le diera su bufanda
mojada y se la cambió por una de sus
pashminas turcas a la
venta. El mejor recuerdo de un viaje a Estambul es compartir momentos con sus habitantes.
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En el interior del Gran Bazar encontrarás varias mezquitas y fuentes de abluciones |
Así fue como la
Nochebuena del 2001
mi hermana y yo cerramos el Gran Bazar de
Estambul, el bazar cubierto más grande del mundo. Disfrutamos de un
lugar mágico sin turistas, pero también fuimos testigo de la
amistad y compañerismo de los “habitantes” de las casi 4.000 tiendas
que hay aquí. Un lugar donde es posible encontrar mezquitas,
fuentes, pinturas y cerámica, entre aparadores abarrotados de género, brillos
resplandecientes cubriendo techos y paredes con los objetos soñados
en las Mil y una Noches. Un mundo de comercio y negocio con una
antigua y exquisita
esencia escondida que no se ha perdido y
que sobrevive en minúsculas proporciones desde que el año 1461 el
Sultán Mehmet II construyera el primer edificio en madera.
Esa esencia emana de las personas que por el placer de descubrir, el
anhelo del pasado o la curiosidad de lo ajeno, se impregna en el alma
del viajero.
Sin duda la mejor Navidad que he pasado nunca.
Más información:
Dirección Galeri Tunç:
Divrikli Sokak 22, Kapalıçarşı
34440 Istanbul. Horario: de 9 a 19 h. Domingos cerrado. Web:
Kapalıçarşı
Si vais a viajar a Estambul o queréis
seguir leyendo sobre esta ciudad a medio camino entre Asia y Europa
os invito a leer sobre
Hagia Sophia; una catedral distinta.
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