Dicen que los tres
mejores lugares del mundo para volar en globo son: el Gran Cañón
del Colorado, el Parque Nacional del Serengueti y Capadocia. Creo que
esta afirmación es bastante acertada y que la experiencia hay que
vivirla al menos una vez en la vida. En el blogtrip #SunwebTurquía
organizado por la Agencia de Viajes Sunweb pudimos subirnos en uno y también contarlo ;-)
Preparativos para volar en globo sobre Capadocia |
Las salidas del hotel se
realizan entre las 4 y 5 de la mañana (quedas avisado). Un pequeño
minibús de la empresa de globos contratada, recoge a los turistas y
viajeros de los diferentes alojamientos, para llevarlos a un punto de
encuentro y posterior salida. En nuestro caso la empresa que nos
llevó en globo fue Sky Way Balloons y el punto de encuentro y reubicación de las personas que
íbamos a subir juntas, fue una cafetería ubicada en una cueva
llamada Seyyah Han.
Allí nos tenían preparada una mesa con pastas, dulces, pan y un
buen termo de café o té para despertar nuestras neuronas dormidas.
No se trata de desayunar, simplemente es un pequeño avituallamiento
mientras la maquinaria se pone en marcha.
A tener en cuenta si vas a hacer un viaje en globo
Para volar en globo es
recomendable llevar ropa de abrigo, os aseguro que la sudadera y el
pantalón largo son de lo más apetecible ¡incluso en verano! cuando se está a más de
800 metros de altitud mecidos por el viento. No importa la estación
del año, nosotros pasamos el día en manga corta pero durante el
viaje en globo no nos sobró la chaqueta.
Dejar atrás los temores
y las prisas, sí han habido accidentes de globo, uno relativamente
reciente. El piloto estaba ligando con una turista y no atendió el
aviso del walkie-talkie de que estaba ascendiendo bajo otra cesta. La
cesta desgarró el globo y se precipitó al suelo, el piloto controló
la bajada abriendo todos los quemadores a máxima potencia para
reducir la velocidad de la caída y cerró el fuego antes de tocar
suelo para evitar un incendio. A pesar de la genial maniobra,
murieron dos hombres; uno de ataque al corazón y el otro por no
hacer caso al piloto y no adoptar la postura de seguridad. Quiso
filmar la caída y salió despedido en el aterrizaje; ¡donde está
el cuerpo está el peligro! Si crees que vas a morir no subas en
globo y si vas a subir, relájate y disfruta es una experiencia
increíble.
Ha llegado el momento: ¡Volamos sobre Capadocia!
Las luces del amanecer
despuntan cuando aún estamos haciendo tiempo para que la
organización efectúe la salida. Numerosos globos se extienden por
el valle, cada uno adosado a una cesta que pueden ser de diferentes
tamaños (pequeñas de 8 personas, medianas de 18 o grandes de 28
personas de capacidad). El orden de quién sale y cuándo nos pasa
desapercibida, pero existen hombres comunicados constantemente por
walkie-talkie que se encargan de evitar cualquier aglomeración y
posible accidente.
La cesta de nuestro globo
está tumbada mientras un enorme ventilador introduce aire caliente
en la bolsa del globo con ayuda de un potente quemador. Una vez está
suficientemente inflada, la cesta es levantada y los ocupantes vamos
subiendo por los costados utilizando los huecos tejidos en la cesta a modo de escalera y donde introducimos el pie. El interior de la cesta
está subdividido en cinco zonas, la central es para el piloto, el
ayudante y los “aparejos de navegación”. Los otros cuatro son
equilibrados en número de personas y éstas sólo se pueden mover en
un espacio reducido que permite tenernos controlados y bastante
quietos. Tras hacernos la fotografía de grupo ¡llega el momento de
despegar!
Varios hombres desde tierra sueltan las amarras y comienza la ascensión. Volar en globo es
como subir en un ascensor panorámico, no marea en absoluto. Te
mueves al ritmo del aire y de los designios del piloto que con
destreza guía el carruaje celestial a ritmo de nube etérea. Cuando
la muchedumbre logra cerrar la boca (¡qué poco le gusta a algunos
el silencio!), lo único que se oye es el aire y las llamaradas que
mantienen el globo flotando en la nada. El espacio se convierte en
una vía paisajística y los millones de pináculos de toba y basalto
se muestran a lo largo y ancho del Valle de Göreme. Tomamos
distancia del suelo y pronto podemos rozar la parte superior de las Chimeneas
de las Hadas con nuestras manos.
El aterrizaje en globo: el momento más peligroso
Mientras el cielo se
llena de globos de colores y la tierra se tiñe de patinas blancas,
verdes y marrones. La hora de vuelo desaparece rápidamente del reloj
y llega el momento de aterrizar, de dejar las alturas a los pájaros
y poner ¡cesta a tierra!. Es una de las maniobras más delicadas de
todo el proceso y para ello nos han enseñado lo que tenemos que
hacer. Cada uno de nosotros debe agacharse en cuclillas y permanecer
los últimos metros de bajada en esta posición. La intención del
piloto es dejar caer la cesta sobre el enganche del coche y el
trabajo de la gente de tierra es asegurar cesta, globo y personas en
una maniobra rápida y titánica. Nuestro aterrizaje se realizó en
un campo de cultivo del Valle de Göreme, primero junto a un olivo
que obligó a la mitad del grupo a permanecer en cuclillas durante
más tiempo de lo deseado, mientras el otro lado se reía de la situación.
Después del esfuerzo de
un buen número de muchachotes turcos consiguieron que cesta, globo y
ocupantes aterrizaran encima de la plataforma ¡menuda puntería! Una
vez superado el aterrizaje nos obsequiaron con un diploma por nuestro
“bautizo aéreo”, seguido por un bautizo con cava para celebrar
que seguíamos vivos (es broma).
Más información:
Viaje en globo en Capadocia. Precio por persona incluyendo seguro de viaje: 150 €.
Duración del vuelo: de 60 a 75 minutos (dependiendo de las
condiciones atmosféricas). Fotografía de grupo: 5 € o 15 TL.
Toda la información generada en Redes
Sociales sobre el blogtrip de Sunweb, se puede consultar con el
hashtag #SunwebTurquía.
Si vais a viajar a Turquía o queréis
seguir leyendo sobre este país a medio camino entre Asia y Europa os
invito a leer Anıtkabir; el Mausoleo de Mustafa Kemal Atatürk.
2 comentarios:
Muchos años después aún recuerdo mi experiencia en globo por la Capadocia, la Tierra de los Caballos. Ver el sol amanecer desde la altura en este paisaje casi extraterrestre es algo que todo viajero debería poder experimentar. Me alego hayas podido disfrutar de tal oportunidad!
Gracias Aníbal por dejar tus impresiones en mi blog. Con tu huella das glamour a la entrada, Jajajajaja
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