Nicaragua: el edén de Centroamérica


Nicaragua se encuentra situada en el centro del continente americano y en el núcleo de América Central, quizás esa casualidad de verse el ombligo de la región la haya alejado de las miradas de los viajeros y no sea un destino turístico sobreexplotado. Nicaragua está bañada por el Océano Pacífico a poniente y por el Mar Caribe en la costa este (seguramente es uno de los emplazamientos caribeños menos turísticos de todos los que se pueden elegir en el mapa). El agua como descubriréis forma parte de la vida y de la historia de este país, de sus paisajes así como de su idiosincrasia.

Nicaragua es tierra de lagos, volcanes, ríos y montañas, y esos cuatro accidentes geográficos son suficientes para protagonizar el extenso y bello paisaje de las tierras nicaragüenses. Porque Nicaragua se convierte en un viaje paisajístico y de acercamiento a una cultura poco conocida y por suerte aún muy genuina. Mis lugares favoritos en este país son:

Cocibolca: el Lago de Nicaragua

Con más de ocho mil kilómetros cuadrados y 350 islas (algunas de ellas tropicales y en venta) es imposible no quedarse estupefacto ante este “Mar de Agua Dulce” como lo denominaron los conquistadores españoles. Aquí se ubica, la isla más grande del mundo que se encuentra rodeada por el agua dulce de un lago, se trata de la Isla de Ometepe y aunque inicialmente se trataba de dos diferentes islas, las lavas de los volcanes Concepción y Maderas la unieron en una sola.
Sea como sea, os recomiendo alquilar una pequeña barca en el paseo lacustre de la Ciudad de Granada “nicaraguita” -como cantaba Carlos Mejía Godoy- y disfrutad del paseo, los monos aulladores y el Slow Travel.

Granada: “la Gran Sultana del Trópico”

Una de las ciudades coloniales más bonitas del país y la primera que fundaron los españoles en el año 1524. Ciudad asaltada por piratas ingleses, de esencia republicana en su pasado político y en fiesta todos los viernes del año, donde es posible disfrutar de las Noches de Serenata. Música, puestos de comida ambulante y ambiente popular sirven de colofón a las jornadas de visita a sus monumentos.
El Parque Colón, la Catedral, el Convento de San Francisco, la Calle Real de Xalteva, Calle Atravesada, la Calzada o la Plazuela de los Leones son algunos de los rincones donde vivir el pasado indígena y el colonial, el presente y el futuro de Nicaragua. En la Casa de los Tres Mundos también llamada Casa de los Leones se puede leer un cartel que reza:

Que tampoco hay en la vida nada como la pena de ser ciego en esta Granada”

León: Santiago de los Caballeros

León es otra de las ciudades imprescindibles que se debe visitar en Nicaragua. Es quizás la ciudad opuesta a Granada ya que es liberal, atea y sandinista. Durante vuestro viaje encontraréis férreos defensores de los dos bandos (digamos que “políticos”) y sus representantes os darán interesantes discursos donde aprenderéis más historia y “revolución” que en una clase de Universidad. Yo me encontré sin querer con dos taxistas -uno en cada una de las ciudades- que acompañó cada trayecto con una gran disertación sobre las figuras del revolucionario Augusto Nicolás Calderón Sandino (General de Hombres Libres) y del General Anastasio Somoza García.
Pero volvamos a qué se puede ver en León: las ruinas de León Viejo que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La Catedral de León, al igual que nuestra homónima Catedral de León española, es recomendable visitarla, en este caso porque está considerada el edificio religioso colonial más grande de Centroamérica. El Calvario, la Iglesia de la Recolección, el Museo Archivo Rubén Darío o la Iglesia de San Juan Bautista de Sutiava, son algunas de las joyas visitables de la ciudad. Junto a la riqueza cultural del Barrio de Sutiava donde la comunidad indígena conserva costumbres y tradiciones ancestrales, todo el tiempo destinado será insuficiente para conocer la ciudad y alrededores.

Volcanes de Nicaragua

No importa si os acercáis hasta el Volcán Mombacho cerca de Granada, al Volcán Masaya en la ciudad del mismo nombre, o a los volcanes cercanos a la ciudad de León: Volcán Momotombo, Volcán Cerro Negro, Volcán San Cristóbal y Volcán Telica, cualquiera de ellos es una buena elección. Una de las mejores actividades que se pueden hacer en Nicaragua es practicar senderismo por sus Parques Naturales y sus Parques Volcánicos. Muchos de ellos tienen acceso hasta la cima de sus cráteres, eso sí, id provistos de agua, un pequeño tentempié y algún pañuelo que os tape el rostro (muchos de ellos aún despiden fumarolas de azufre). Encontraréis lugares donde parar y regocijarse de las vistas.

En el tintero de mi memoria queda Masaya y su Mercado de Artesanías, los trayectos en autobuses tipo camioneta, el “robo” del policía de la frontera nicaragüense que nos cobró su propio impuesto por salir de Costa Rica, la amenaza de secuestro de los taxistas en Managua, el olor a café de la Hacienda El Progreso, el paisaje de la Laguna del Tigre y el niño que comía los restos de Vigorón que dejaban en los platos los turistas en “El Ancla”. La pluma del tiempo ha querido que pasen nueve años de mi viaje a Centroamérica pero los caprichos de la memoria hoy la traen a mi recuerdo.

1 comentario:

Unknown dijo...

La verdad, de las dos veces que he estado, he salido prendado. Los vendedores ambulantes con raspados, atol caliente, y bebidas en bolsas... las personas de las tiendas, con una amabilidad desbordada, o el olor a azufre en el volcán de Masaya, y como no, tal como mencionas, su mercadillo. El negociar el precio del taxi ANTES de subir, enviando a paseo al taxista que se quería pasar de listo, o ese calor que nunca cede, al que los lugareños se refieren como fresquito cuando baja de 23°C... todo inolvidable...

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